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Por una vida y un mundo de solidaridad (Montevideo, Uruguay)

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2008, y catalogada como GOOD. (Best Practices Database)
País/Estado — Uruguay
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — costera
Ámbito de la actuación — nacional
Agentes — organización no gubernamental (ONG);fundación

Categorías — Servicios sociales: educación; salud y bienestar; grupos vulnerables (incluyendo a las mujeres). Participación ciudadana y riqueza cultural: artes; respeto a la diversidad cultural.


Contacto Principal

Asociación Cultural y Casa de los Inmigrantes César Vallejo (ACCICEV) — organización no gubernamental (ONG)
Valderrama Jacha, Carlos
Reconquista 471
CP 11000
Montevideo-Old Town
Uruguay


Socio

Centro de Investigación y Promoción Franciscano del Uruguay (CIPFE) — fundación
Rodríguez, Marcelo
Canelones 1532
Montevideo
Uruguay

TEL:005 982 410 46 72
E-mail: cipfeadm@adinet.com.uy
Web: http://www.cipfe.org

Resumen

La Asociación Cultural y Casa de los Inmigrantes César Vallejo (ACCICEV) ha atendido a más de cinco mil personas, de los cuales el 90% son inmigrantes y el otro 10% son personas en situación de emergencia. Han conseguido mejorar su inclusión social, su situación laboral o resolver su precariedad económica. Los niños de la Escuela Portugal, por ejemplo, pudieron continuar con sus estudios superiores.

El hecho de que ACCICEV sólo disponga de voluntarios, y no de personal contratado, resulta una buena práctica ya que fomenta la posterior implicación de los beneficiarios en el desarrollo de trabajos específicos, formando parte del equipo de voluntarios. En los ocho años de actividad de la organización se encuentran numerosos casos reseñables cuyos testimonios así lo demuestran.

La experiencia ha demostrado que algunas actitudes permiten a las personas mejorar su autoestima y facilitar su reinserción social, sintiéndose útiles y aumentando su capacidad afectiva. Una de ellas es la comprensión de que los problemas humanos no saben de fronteras. Miles de personas de África, Asia, Europa o América han tenido dificultades como inmigrantes. Estas situaciones son semejantes a otros problemas, como la diferencia de género, que deben ser tenidos en cuenta y atendidos, no como números de una lista, sino como personas.

Fechas Clave

Descripción

Situación previa a la iniciativa

Asociación Cultural y Casa de los Inmigrantes César Vallejo (ACCICEV) es una organización sin ánimo de lucro que apoya y asesora a trabajadores emigrantes y personas en situación de emergencia. Los valores que guían el trabajo con estas personas reconocen la migración como una característica intrínseca de la globalización, que implica tanto a los países receptores como a los emisores, o aquellos países-puente, o incluso a los tres al mismo tiempo. El fenómeno en sí presenta numerosos conflictos relacionados con el cumplimiento de los derechos humanos, entre ellos la inclusión social, el acceso a la atención sanitaria, la discriminación y el acceso a la educación. Uruguay no escapa a estas dificultades, por ello, la Asociación Cultural y Casa de los Inmigrantes César Vallejo (ACCICEV) está implicada directamente con el cumplimiento de estos derechos, dando prioridad a la formación de la sociedad y de los propios inmigrantes, principalmente en lo referido a los derechos humanos.

Establecimiento de prioridades

La ACCICEV comenzó su iniciativa formando parte de la Casa de Perú. Con el paso del tiempo, atendió no sólo a inmigrantes peruanos, sino de otras nacionalidades, y abrió sus puertas a los que carecían de vivienda. De esta manera se creó la Casa del Inmigrante dedicada a los trabajadores migrantes y, principalmente, a los llegados a Uruguay. El 95% de los hombres llegan a Uruguay con la intención de embarcarse y salir a faenar en los pesqueros. Esto se debe a la llegada de numerosas embarcaciones de diversas nacionalidades que bajo banderas de conveniencia contratan temporalmente hombres para la pesca en alta mar, y para la carga y descarga en el puerto. Por otro lado, el 98% de las mujeres inmigrantes llegan dispuestas a trabajar como empleadas domésticas. Las personas migrantes en tránsito, derivados por las embajadas y otras instituciones, reciben, a su paso por la asociación, ayuda para regularizar su situación y poder continuar hacia su lugar de destino.

Formulación de objetivos y estrategias

Esta iniciativa pretende mejorar las condiciones de vida de las personas, independientemente de una bandera y basándose únicamente en el principio de la solidaridad. Los planes desarrollados, de acuerdo con lo anterior, persiguen:

Movilización de recursos

La Casa del Inmigrante no tiene acuerdos firmados con ninguna institución. Se autofinancia con el abono individual de 20 pesos uruguayos diarios por parte de aquellos trabajadores cuyos ingresos les permiten pagarlo. Otros beneficiarios colaboran como voluntarios en las actividades de organización y limpieza de la Casa. Las personas migrantes en situación precaria reciben ayuda gratuita, cuyo cobro se realiza a posteriori cuando la persona comienza a trabajar, lo que no se garantiza en todos los casos. En la Casa opera un centro de asesoría legal y un centro de comunicación, con locutorio y acceso a Internet disponible para los residentes y los usuarios externos del centro. Este centro de comunicación persigue tres objetivos: el apoyo humanitario y social para mantener comunicados a todos los inmigrantes en situación de precariedad con sus familias, la formación y educación de los residentes y usuarios externos; y el sustento económico del 10% de los costes administrativos de mantenimiento, como el alquiler del local, la línea telefónica, los productos de limpieza y la comida.

Proceso

La iniciativa sufrió varios problemas en sus primeros momentos, sobre todo relacionados con su fundación y con la sostenibilidad del proyecto. Otras complicaciones como la xenofobia, la auto-marginación de los trabajadores inmigrantes o las diferencias culturales también afectaron negativamente al proyecto. La creación de un hogar para 60 trabajadores de media sin una institución que lo respalde económicamente resulta complicado, sobretodo cuando existen costes administrativos considerables, así como los gastos de agua, electricidad, teléfono, alquiler de la casa, alcanzando los 700 dólares EE.UU. La financiación de la Casa no se ha conseguido resolver pero se mantiene de una u otra forma.

La xenofobia contra la Casa César Vallejo ha pasado a la historia, y la Casa ahora forma parte de la red de trabajo social del Centro Comunal Zonal 1 (CCZ1) y está correctamente integrado en la comunidad. Anteriormente, sin embargo, la Casa sufrió agresiones de carácter xenófobo, como las de octubre de 2002, en que un grupo de jóvenes destrozaron los cristales y las puertas, como forma de provocación, porque en ese momento vivían en la Casa treinta trabajadores inmigrantes cuyo tono de piel se había oscurecido a raíz de su trabajo como pescadores, quienes querían responder al ataque. Sin embargo, se contuvieron, y esa actitud fue una de las claves para su integración en la comunidad. En marzo de 2003, pintaron de amarillo las puertas de la Casa, y el 15 de abril de ese año dos jóvenes de Montevideo encañonaron al director de la Casa, Carlos Valderrama, con un arma del calibre 22, quien aun así desaconsejó a los trabajadores responder a la amenaza. Estos desafortunados acontecimientos provocaron que la Coordinadora Uruguaya contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación promoviera un acto público conciliador en el que participaron numerosas instituciones, organizaciones y personalidades de la política nacional. Los miembros de la ACCICEV reconocieron en todo momento la necesidad de que las autoridades se encargaran de condenar y evitar en el futuro estos actos violentos. Su conducta ejemplar les ha valido para convertirse en una institución completamente integrada en la red de trabajo social y cultural por la reintegración.

Resultados obtenidos

Alcanzar los objetivos propuestos constituye una meta permanente, ya que la xenofobia y la falta de integración resulta constante. Los primeros beneficiarios de esta integración fueron los trabajadores inmigrantes, así como los uruguayos que participaron en el plan de emergencia. Las mejoras sociales se reflejan inicialmente en la regularización de los documentos legales de los inmigrantes, como primer paso para integrarse en la sociedad, mejorar su nivel de vida y conocer sus derechos. En relación con los uruguayos en situación de emergencia, las actividades se han dedicado a aumentar su autoestima, que es un aspecto clave para su reinserción social y laboral.

La Casa del Inmigrante César Vallejo, actualmente conocida como la Casa, ha ido mejorando sus instalaciones, baños, cocina, tejado y algunas salas, e incluso ahora trabaja en las redes sociales de internet. Por la Casa pasan cada día una media de 200 personas de diferentes nacionalidades a las que se asesora y acoge hasta que las instituciones del Estado puedan atenderlos.

Sostenibilidad

La integración de los trabajadores inmigrantes se ha alcanzado participando en varias redes de trabajo emigrantes. Se ha colaborado en la integración de organizaciones dedicadas a los sectores más vulnerables de la sociedad, desarrollando actividades en apoyo de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de Sus Familias, y más tarde en su ejercicio. La Asociación Cultural y Casa de los Inmigrantes César Vallejo (ACCICEV) no sólo se limita a los sectores vulnerables de la población sino que desarrolla otros programas, como la ayuda a los niños de la calle, dándoles un vaso de leche o permitiéndoles utilizar utilizar los ordenadores del Centro de Internet Social.

En términos económicos, la fundación de la ACCICEV partió de un crédito de la Fundación Uruguaya de Cooperativas de Ahorro y Crédito (FUCAC) de 2.000 dólares EE.UU., para establecer el centro de internet y desarrollar su actividad, cuyo coste mensual asciende a 170 dólares EE.UU. El centro de internet y la Casa se mantienen, además, gracias a las aportaciones materiales y económicas de otras instituciones como el Ministerio de Vivienda de Uruguay, la Intendencia de Montevideo, la Embajada Alemana en Montevideo y el Servicio Ecuménico para la Dignidad Humana (SEDHU).

Los recursos humanos de la Casa son voluntarios y en algunos casos reciben alojamiento y manutención en la propia Casa, lo que permite disponer de más de 100 colaboradores. Esta Casa es una de las actividades para el desarrollo en Uruguay con más reconocimiento nacional e internacional. Cientos de personas pueden testificar a su favor. Cabe destacar la multinacionalidad del proyecto, que ha llegado a reunir 15 nacionalidades en una misma mesa para poner en común sus valores culturales. Entre las naciones presentes se encontraron: Camerún, Nigeria, Angola, Croacia, Rumanía, Perú, Chile, Colombia, Argentina, India, Indonesia, Venezuela y Ecuador.

Lecciones aprendidas

La primera lección aprendida tiene que ver con la persuasión. Esta capacidad permite, utilizando como herramientas la paciencia y la tolerancia, fomentar el cambio y la transformación, mantener el diálogo intercultural. Otras actividades a tener en cuenta son las relacionadas con RED y el establecimiento de vínculos nacionales e internacionales principalmente dedicados a obtener fondos y conseguir una plantilla permanente de trabajadores asalariados, ya que los voluntarios tienen una duración limitada y esto ha supuesto un notable obstáculo para el desarrollo del proyecto.

Entre los proyectos futuros de ACCICEV se encuentra una clínica para trabajadores migratorios. En el edificio actual, la primera planta se utiliza exclusivamente para el desarrollo cultural, la segunda se propone para el alojamiento de emigrantes en transición y el bajo cubierta podría albergar talleres de artesanía relacionada con los productos del mar. También se organizan talleres y foros para la integración cultural con varias organizaciones nacionales e internacionales.

Transferibilidad

Este proyecto se ha nutrido de las experiencias previas de otras organizaciones vinculadas a la Iglesia dedicadas al trabajo social, sólo que esta Casa es un trabajo secular. Esta iniciativa puede replicarse en cualquier otro lugar, especialmente en los países del denominado Tercer Mundo, carente de recursos económicos y necesitados de este tipo de centros de asistencia.

Entorno legal relacionado

La Asociación Cultural y Casa de los Inmigrantes César Vallejo (ACCICEV) está vinculada a la Centro Comunal Zonal 1 y apoyada por la Intendencia de Montevideo, así como por el Ministerio de Desarrollo Social con quien en la actualidad la asociación está manteniendo conversaciones para que se reconozca su labor en la comunidad y así conseguir su completo apoyo.


Edición del 13-11-2008
Traducción del inglés: Arrate Arizaga
Revisión: Carlos Jiménez Romera
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