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País/Estado — Argentina
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — gobierno local; sector privado; fundación.Categorías — Vivienda: mejora y modernización de asentamientos precarios; materiales de construcción y tecnología constructiva; acceso igualitario a la vivienda y su propiedad. Modelos de producción y consumo: reciclaje y reutilización de residuos.
Dirección de la base de operaciones del programa: Guayaquil entre Coronel Bogado y Godoy Cruz, Galpón número 2 , CP 1609, Boulogne Sur Mer, Buenos Aires, Argentina. Telefax: +54 11 45084705/4706 Sede administrativa de la organización: Cosme Beccar 353, 1 A San Isidro, Buenos Aires, Argentina. Telefax: +54 11 47430087 +54 11 47420088E-mail: sumemateriales@sagradafamilia.org.ar
Calle 9 de Julio 526, CP B1642DLF, San Isidro, Buenos Aires, Argentina. Telefax: +54 11 45123272 /73 /78Colaboración técnica.
Calle Tucumán 744 Piso 16, C1049AAP, Buenos Aires, Argentina. Telefax: +54 11 43295546E-mail: fundacion_ypf@repsolypf.com
Calle 98. número 1252, B8180XAD, San Andrés, Buenos Aires, Argentina. Telefax: +54 11 47677500 /7900Colaboración financiera.
Sume Materiales es uno de los programas de la Fundación Sagrada Familia que ofrece respuesta a un serio problema de nuestra sociedad: la precariedad de la vivienda.
Este programa logró conjugar un recurso desaprovechado en la sociedad, los elementos sobrantes de obras nuevas y remodelaciones generalmente tirados o acopiados hasta su deterioro, con las familias de escasos recursos necesitadas de estos componentes para mejorar o reparar sus viviendas.
Las empresas y particulares facilitan esta labor donando estos materiales en desuso y contribuyendo al bien común.
Este aporte, sumado al trabajo realizado en Sume Materiales de reparación, reciclado y reutilización de esos elementos, contribuye a la mejora habitacional y al cuidado del medio ambiente.
Alrededor de 1.300 familias han tenido acceso a materiales para mejorar sus hogares, situación que les hubiese sido imposible adquiriéndolos a valores de mercado. Esto impulsa la mejora de las condiciones habitacionales y, en consecuencia, la mejora de la calidad de vida en aspectos esenciales como la salud, la seguridad, la unidad y vida de familia y el desarrollo y promoción de las personas.
Además, el programa consiguió ser sostenible económicamente en su segundo año de operación. Hasta ahora se han podido acondicionar aproximadamente 1.000 toneladas de materiales que han sido reciclados en lugar de convertidos en basura.
En América Latina los residuos de construcciones y demoliciones son mayores que la basura urbana y constituyen un grave problema ambiental.
La prioridad clave de la iniciativa fue ser un nexo entre quienes disponían de materiales sobrantes de obra y las familias destinatarias de la Fundación Sagrada Familia. En el momento del inicio de la iniciativa, la fundación tenía 24 años de experiencia en programas de vivienda social. Solían recibir ofertas de materiales de construcción que era imposible aceptar por carecer de un espacio adecuado y de know how logístico. Personal de la fundación, tanto voluntario como rentado, observaron esta realidad e impulsaron la concreción de este programa.
Los principales objetivos sociales fueron permitir a lo largo del tiempo que más familias de escasos recursos accedieran a materiales de construcción para mejorar su vivienda, y a través de eso mejorar la calidad de vida.
El objetivo económico de ser sostenible surgió en primer lugar por la necesidad de ser un programa autosustentable y en segundo lugar como generador de fondos para ser aplicados a otros programas que por su naturaleza eran deficitarios para la fundación. Pensando en eso, tomamos la decisión de vender y no regalar los materiales a los destinatarios, aunque fuera a un precio simbólico. Esto, además, está alineado con los valores que promulga la fundación de fomentar el esfuerzo por parte de los destinatarios evitando así el asistencialismo.
Los objetivos ambientales son consecuencia de las actividades del programa, ya que permite reducir los residuos de construcciones, reusando, reparando y reciclando los elementos dañados o en desuso que normalmente terminarían en basureros.
Estratégicamente se pensó en generar un nexo entre poseedores de materiales y familias necesitadas, acopiando materiales, convocando a destinatarios y, paralelamente, definiendo y mejorando los procedimientos operativos.
Gracias a la alianza realizada con la Municipalidad de San Isidro, obtuvimos la cesión de uso de un galpón de 1.600 m2 situado a dos cuadras de la estación de ferrocarril de la localidad de Boulogne, partido de San Isidro, que usamos como depósito.
Por otro lado, se presentó el proyecto en dos concursos: II Concurso Nacional de Ideas innovadoras para la movilización de recursos de Ashoka en el año 2002; y Energía Solidaria de Repsol YPF del año 2003. En ambos el programa fue premiado, lo que nos permitió obtener dinero en efectivo y capacitación para implementarlo y ponerlo en marcha.
Desde el principio, el proyecto se apoyó en entidades de base reconocidas como organizaciones sociales, Cáritas, comedores comunitarios y organizaciones civiles de ayuda con las que creamos lazos estratégicos de difusión de nuestro programa para multiplicar la llegada a las familias necesitadas o destinatarias.
Gracias a la historia y el prestigio de la fundación, se tuvo la oportunidad de tener acceso a profesionales en el sector de la construcción. Esto permitió entender el proceso de descarte de los materiales usados y de remanentes de obra. Además, nos facilitaron nuestras primeras donaciones de materiales. De hecho, se mantiene la relación con gran parte de este grupo de profesionales y empresas.
A lo largo de la historia del programa hemos contado con la ayuda de voluntarios que nos han traído experiencia en construcción, sistemas, administración y comunicación.
La estructura de personal fue creciendo con el desarrollo del programa, comenzando con un capataz, un ayudante y un administrativo encargados de retirar, clasificar y transferir los materiales. Durante los siguientes tres años el programa se consolidó y creció definiéndose nuevas áreas clave. Los integrantes del staff son provenientes o referenciados por nuestros destinatarios y la mayoría no cuentan con experiencia previa por lo que han desarrollado capacidades y aptitudes que les permiten una mejor inserción en el mercado laboral.
Históricamente, la obtención de las donaciones se apoyó en las posibilidades de difusión masiva que el programa realiza. Las donaciones recibidas provienen de: industrias y empresas (10%), particulares (70%) y profesionales (20%). En la actualidad, reconocemos que estar condicionados por las posibilidades de comunicación masiva es una debilidad del programa, por eso se está impulsando el desarrollo de una estrategia de acercamiento a empresas que nos permitirá contar con autonomía en la gestión de nuestros propios recursos.
Las organizaciones sociales de los barrios son las encargadas de referenciar a las personas que compran los materiales con el 50% de descuento. Con los representantes de esas organizaciones nos reunimos una vez al año para que nos aporten ideas sobre cómo mejorar nuestro servicio.
A algunas personas que compran con el descuento y viven en barrios carenciados les proponemos ser referentes barriales. Ellos son los que explican a sus vecinos cómo comprar con el descuento, ya que son quienes conocen mejor las necesidades del barrio. Con ellos nos reunimos regularmente para que nos cuenten sus dificultades y también nos digan cómo beneficiar mejor a los destinatarios.
Contamos con un plan de acción a un año con objetivos cuantificables y medibles por área de trabajo. Nuestra gestión se monitorea mensualmente a través de un tablero de control integral que evalúa indicadores de rentabilidad, productividad, imagen, desarrollo de personal e impacto social. Todo el personal está comprometido con los objetivos y propone mejoras en los procesos que facilitan la concreción de los mismos.
El diagrama siguiente muestra los indicadores más importantes, y qué parte de la cadena de valor afectan:
Promoción y difusión | --> | Gestión de la donación | --> | Relaciones con los destinatarios | --> | Venta | ||||
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Hemos visto como las familias destinatarias valoran la oportunidad que les brinda el programa de tener acceso a elegir los materiales que necesitan, situación que no suelen tener en otros lugares. Esto suele dar un impulso grande a seguir mejorando su vivienda e incluso su manera de vivir. Los valores más destacados por contar con una vivienda son:
Hemos recibido testimonios escritos como: «Agradecemos la oportunidad de mejorar nuestra casa, y a los que trabajan en este lugar por la buena onda, paciencia y responsabilidad.» «Nos facilitaron el poder terminar toda nuestra casa». «Podemos terminar nuestro hogar y agradezco muchísimo al personal.» «Doy gracias a Dios por lugares como este, donde no sólo se encuentran materiales, sino gente dispuesta a escuchar y ayudar.»
El programa tiene como premisa dar oportunidades laborales a jóvenes provenientes de centros de rehabilitación de drogas o ex presidiarios. En su mayoría adquieren capacidades y acumulan antecedentes que luego les permiten insertarse en el mercado laboral. Hoy el programa cuenta con dos miembros del staff y un voluntario en estas condiciones.
Por otro lado, el programa Sume Materiales es un claro ejemplo de la posible y necesaria articulación y alianza entre los tres sectores:
Objetivos económicos. El programa llegó a su punto de equilibrio en noviembre de 2005. Año por año, se siguen incrementando sus ventas y el superávit, dando importantes fondos a otros programas de la Fundación Sagrada Familia. El beneficio neto del íltimo año fue de más de 55.000 dólares argentinos.
Objetivos ambientales. Hasta ahora el programa ha podido acondicionar aproximadamente 1.000 toneladas de materiales, los cuales se reciclaron en lugar de ser tirados como basura.
Sume Materiales siempre tuvo el desafío de ser autosustentable. El programa alcanzó su punto de equilibrio en poco más de un año. No sólo se autosustenta, sino que aporta sus excedentes a programas de la fundación, que por sus características son deficitarios.
Durante nuestra trayectoria de cuatro años nos hemos planteado objetivos y estrategias de crecimiento muy ambiciosas. Permanentemente buscamos la mejora continua que nos permite ser cada vez más eficientes y eficaces. A modo de ejemplo, desarrollamos un sistema tecnológico, replantemos nuestros procedimientos logísticos y diseñamos planes de crecimiento individuales para fortalecer las capacidades de todo el personal con el objetivo de alcanzar su mayor potencial y, en consecuencia, el del programa. Esto también ayudó a alcanzar otros dos objetivos: mejorar la transparencia y llegar a tener la posibilidad de replicar el proyecto en otro lugar.
Por ser un programa económicamente autosustentable también se autosustenta ambiental y socialmente a nivel de la comunidad.
Con respeto a la sostenibilidad social y económica, el programa da la oportunidad a gente de bajos recursos de ser incluido, en primer lugar, en el mercado de consumo de bienes. Además, por el modo en que está diseñado el programa, el destinatario tiene la oportunidad de elegir sus propios materiales entre la gran diversidad de productos que se encuentran disponibles.
Además, el hecho de tener una vivienda en buen estado permite a las familias contar con aspectos como seguridad, privacidad, sanidad, bienestar e identidad. Eso, por su parte, trae la oportunidad, a nivel particular y de barrio, de ser incluido en un ambiente familiar, laboral y de estudios. Al ayudar a la sostenibilidad social y económica, también colabora con la sostenibilidad ambiental, ya que el programa utiliza y recicla materiales de construcción que por lo general terminan arrumbados hasta su deterioro. Esto además contribuye al ahorro de la energía necesaria para fabricar los materiales.
Ojalá el mensaje difundido por el programa mediante su lema «Lo que usted no precisa, otro lo necesita», ayude a concienciar sobre el hecho de reaprovechar los recursos.
Para facilitar esta práctica de réplica y transferencia del know how nos encontramos actualmente en el proceso de certificación de las normas de calidad ISO 9001:2000. Esta iniciativa permite documentar todo los procesos del programa y establecer las políticas y objetivos de calidad.
Una muestra de que es un proyecto tentador para quienes desarrollan actividades relacionadas con la problemática de la vivienda es la reciente visita a nuestro programa de dos organizaciones del extranjero. Una de las visitas fue de varios municipios de Sudáfrica, que llegaron a nosotros a través de la embajada de Sudáfrica en Argentina. La segunda y más reciente es la organización ecuatoriana Hogar de Cristo.
No existen organizaciones en Argentina del sector social que brinden este servicio. Sin embargo, hemos investigado sobre proyectos similares en otros países: The Loading Dock [El Muelle de Descarga] es un proyecto desarrollado en Maryland, Estados Unidos que lleva 24 años trabajando en la recuperación de materiales de construcción reciclables y facilitándolos a familias necesitadas. Aunque nunca tuvimos la oportunidad de visitarlo, aprendimos de su trabajo a través de su página web. Una lección importante que aprendimos era la importancia de hacer vínculos con empresas.
Hicimos un estudio del mercado en Inglaterra (hecho por una voluntaria) de donde surgieron ideas como establecer una política clara sobre la venta a los empleados del programa, crear tarjetas de identificación para los empleados y enfocar el trabajo en temas de seguridad e higiene.
En Argentina, el Banco de Alimentos es un proyecto que recibe y almacena productos alimenticios donados por empresas, conforme a las normas sanitarias en vigencia, y distribuye entre las entidades de ayuda. Si bien es un programa relacionado con la industria alimenticia, este programa fue visitado en los inicios de nuestra actividad por la relación existente en la operatoría y la gestión. Un aprendizaje importante fue visualizar cómo armaban sus redes de contactos con las organizaciones destinatarias.
Aprendimos mejores prácticas traídas por voluntarios, empresarios y miembros del staff del consejo de la fundación, como son las capacidades en logística, los sistemas, la administración, el desarrollo de personal etc. Estos integran una comisión que se reúne mensualmente con el propósito de monitorear, evaluar y pensar mejoras en la gestión.
Socio | Año 1 | Año 2 | Año 3 | Año 4 | Total |
Repsol YPF | 49% | -- | -- | -- | 13.000 |
Empresas donantes y Penta-KA | 5% | 10% | 10% | 10% | 18.900 |
Particulares | 34% | 70% | 70% | 70% | 131.500 |
Profesionales | 10% | 10% | 10% | -- | 37.600 |
Presupuesto total en dólares estadounidenses | 25.600 | 21.900 | 48.700 | 104.800 |
Son cifras aproximadas basadas en el valor del material donado. El apoyo de la Municipalidad de San Isidro fue en forma de uso del depósito.
Palacios, Cynthia (2007) «Dar materiales para que todos puedan tener una casa digna», La Nación, 20 de agosto, p. 15.
Herald (2007) «Charity seeks aid from construction boom», Buenos Aires Herald, 6 de junio de 2007, p. 9.
Carmuega, José (2007) «El valor de la esperanza», Vivienda, junio, p. 159.
Entre Planos (2004) «Un importante nexo social», Entre Planos, número 8, mayo/junio, p. 28.
Vivienda (2004) «Sume Materiales: Ayudar a construir viviendas dignas», Vivienda, noviembre, pp. 43-45.
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