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País/Estado — Filipinas
Región según Naciones Unidas — Asia
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — organización no gubernamental (ONG); fundación; gobierno central; sector privado; gobierno localCategorías — Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo; formación profesional; acceso igualitario al empleo, la formación y el crédito. Servicios sociales: educación; salud y bienestar; seguridad ciudadana; reducción y prevención del delito. Vivienda: vivienda asequible; carencia de hogar, personas sin hogar; acceso a la financiación de la vivienda; mejora y modernización de asentamientos precarios; materiales de construcción y tecnología constructiva.
Unit 12-A 12th Floor PET Plans Tower 444 EDSA, Guadalupe Viejo Makati City 1211 Philippines Tel: (63) (2) 8973069 Fax: (63) (2) 8973248E-mail: info@habitat.org.ph
584A E. Cornejo Street, Malibay Pasay City 1300 Philippines Tel: (63) (2) 9861546E-mail: shec_rog@yahoo.com
5th Floor Banco de Oro Building 8737 Paseo de Roxas Avenue Makati City 1226 Philippines Tel: (63) (2) 8932947 Fax: (63) (2) 8932947E-mail: publicaffairs@shfcph.com
BPI Building Ayala Avenue corner Paseo de Roxas Avenue Makati City 1226 PhilippinesWeb: http://www.bpiexpressonline.com
Pasay City Hall, F. B. Harrison Street Pasay City Philippines Tel: (63) (2) 8315222 Fax: (63) (2) 8313744Web: http://www.pasay.gov.ph
c/o Empower, 2nd Floor Roscar Building \#81 EDSA, Mandaluyong City 1554 Philippines Tel: (63) (2) 5346702 Fax: (63) (2) 5339880Colaboración financiera.
2nd Floor Jiao Building Quezon Avenue Quezon City Philippines Tel: (63) (2) 4169112 Fax: (63) (2) 4169112Colaboración técnica.
El Proyecto de Viviendas Habitat-St. Hannibal en Pasay City tuvo como objetivo ayudar a cuatro comunidades de residentes en áreas degradadas situadas en zonas de riesgo amenazadas por un desalojo inminente, proporcionándoles una reubicación en un lugar seguro y con una vivienda segura y asequible para ellos.
El proyecto trataba de mejorar su calidad de vida y mantener su nueva comunidad mediante el acceso a un modo de ganarse la vida, un ambiente saludable, una formación en los valores de la convivencia y una cultura del ahorro apoyada en hipotecas de pago mensual. Estos programas fueron proporcionados por el Centro de Capacitación St. Hannibal [St. Hannibal Empowerment Center (SHEC)], una organización religiosa que fomenta el autogobierno de las comunidades, dando como resultado su formación y registro como Asociación Comunitaria y mejorando su capacidad de negociación en la adquisición de terrenos.
Habitat para la Humanidad Filipinas [Habitat for Humanity Philipines] se hizo cargo de los aspectos técnicos de la construcción de las viviendas usando tecnología innovadora que ayudase en la reducción de los costes. Las unidades de vivienda se diseñaron en dos alturas para optimizar el uso del suelo.
El terreno, de 6.000 metros cuadrados de superficie era una propiedad embargada por el Banco de las Islas Filipinas [Bank of the Philipine Islands (BPI)] que fue adquirida por una cantidad asequible gracias al programa de responsabilidad social del banco que también permitió que sus empleados trabajaran voluntariamente en la construcción de las viviendas. El gobierno municipal de Pasay se hizo cargo de los estudios geotécnicos y de llevar a cabo la urbanización del sitio.
La Corporación para la Financiación de la Vivienda Social [Social Housing Finance Corporation (SHFC)], institución gubernamental de financiación que ayuda al sector informal a avalar sus viviendas a través de programas de hipotecas comunitarias, representadas por la Asociación Comunitaria, financió el terreno y la construcción de las viviendas y les proporcionó préstamos para comenzar la construcción.
Otros socios del proyecto proporcionaron formación y oportunidades laborales así como formación en la gestión económica y fondos adicionales.
Así, el 30 de junio de 2008, 170 familias, antes ocupantes ilegales de tierras, se convirtieron en propietarios de unos hogares nuevos y dignos. Para principios de 2009, 300 familias se habrán trasladado a sus nuevas viviendas.
Entre las principales preocupaciones que debían ser tratadas estaban: la tenencia segura de la tierra (había amenaza de desalojo al estar viviendo en una zona identificada como de riesgo), la habitabilidad básica (vivían en chabolas), la gestión de los residuos (el arroyo se usaba como vertedero) y el hacinamiento (regularmente se producían incendios en las comunidades). Se decidió, en consenso con los participantes, que el realojo era la única manera posible de mejorar sus condiciones de vida.
Para abaratar el coste de la mano de obra, se utilizó el trabajo equitativo de los beneficiarios para la autoconstrucción colectiva de sus casas y las de sus vecinos, supervosados por miembros de la Asociación Comunitaria. Hábitat fue también capaz de movilizar 29 grupos de voluntarios locales y 5 de voluntarios extranjeros para trabajar en el sitio.
La Corporación para la Financiación de la Vivienda Social proporcionó un crédito para permitir la financiación masiva de las construcciones, cubriendo tanto las unidades de vivienda como la adquisición del terreno. El déficit inicial fue manejado por Hábitat y por el SHEC, para permitir la entrada de otros grupos, locales y extranjeros, que pudieran proporcionar financiación. Uno de los socios más importantes que ayudó en la recaudación de fondos para el proyecto fue el Curso de 1953 de la Escuela Secundaria de La Salle, que movilizó fondos de sus graduados y familias en sus escuelas de todo el mundo.
Durante la fase de conceptualización del proyecto, se llevaron a cabo una serie de reuniones de coordinación entre todos los agentes participantes, incluyendo el gobierno de Pasay City, a cargo de la urbanización del terreno y la coordinación con la agencia gubernamental encargada del desalojo de los beneficiarios. Cuando la crisis política obligó al gobierno local a darle una prioridad baja al proyecto, dejando la urbanización sin completar, particularmente el sistema de drenaje, el SHEC y Hábitat convencieron a uno de sus socios financieros, el Curso de 1953 de la Escuela Secundaria de La Salle, para que proporcionara los fondos necesarios para el drenaje.
Antes de que comenzara el proyecto, se llevaron a cabo seminarios con los beneficiarios para orientarlos en su papel dentro del mismo y para ayudarlos con la documentación necesaria para el crédito procesado por la Corporación para la Financiación de la Vivienda Social. El SHEC continuó con reuniones semanales y sesiones de formación con las comunidades para prepararlas para su nuevo papel como propietarios.
Hábitat y el SHEC continuaron con sus negociaciones con la Corporación para la Financiación de la Vivienda Social acerca de la financiación del proyecto, puesto que su política habitual le permitía financiar solamente la adquisición del terreno y no las viviendas. Fue a través de una presentación al Vicepresidente de Filipinas, también Ministro de Vivienda, en la cuál le convencieron para cambiar la política de la Corporación y poder llevar a cabo esta innovadora iniciativa. Esto permitió acelerar el proceso de concesión del préstamo para la tierra, permitiendo el inicio de la construcción.
Durante la construcción, Hábitat utilizó su equipo de gestión de proyectos para incluir un ingeniero encargado de la obra más un capataz, un encargado del material y personal logístico a cargo de las adquisiciones, así como unos cuantos trabajadores de la construcción experimentados, algunos de ellos de la propia comunidad. El SHEC se encargó del trabajo administrativo del proyecto. Las familias participantes prestaron su mano de obra participando en varias fases de la construcción desde la excavación hasta los acabados, aportando un total de 400 horas por familia, siendo controladas de cerca por miembros designados por la Asociación Comunitaria.
Las herramientas más utilizadas para el seguimiento del proceso fueron las reuniones semanales de coordinación mantenidas por Hábitat, el SHEC y la Asociación Comunitaria para evaluar los progresos del proyecto en comparación con los objetivos iniciales, la financiación, el calendario de la construcción, los horas requeridas de autoconstrucción y los voluntarios movilizados.
Actualmente, las familias están amortizando el crédito en mensualidades de menos de 24 dólares, menos de lo que muchos de ellos pagaban por el alquiler de su chabola. Aún está en marcha la construcción de las viviendas para un centenar de familias que se espera finalice en 2009.
El proyecto ha propiciado cambios en la política de financiación de la vivienda de la Corporación para la Financiación de la Vivienda Social, con el Proyecto de Viviendas Hábitat-St. Hannibal como experiencia piloto en su nueva fórmula de financiar tanto el terreno como la vivienda.
El Gobierno de Pasay City ha empezado a priorizar los proyectos de vivienda para sus ciudadanos más desfavorecidos y está actualmente estudiando la reubicación de otra comunidad en un lote cerca del la terminal de Philipines Airlines al final del aeropuerto.
Al menos 29 grupos locales y 5 extranjeros han trabajado voluntariamente para el proyecto, no sólo disminuyendo el costo de la vivienda, sino también convirtiendose en voces para la concienciación acerca de la situación de los pobres y el problema de la vivienda precaria en Filipinas.
Para asegurar la sostenibilidad se fueron incorporando otros aspectos a las actividades del proyecto como los cursos de formación en la construcción (con certificado de estudios incluido) para tratar de mejorar las oportunidades laborales o la creación de puestos de trabajo para aquellos ya formados antes de el comienzo de la etapa constructiva. Esto ayudó a los beneficiarios a afrontar sus obligaciones de pago de la deuda.
Para asegurar una transformación a largo plazo de la mentalidad de ocupantes ilegales, que la mayoría tenía en el pasado, a la de dignos y responsables propietarios es primordial la formación en los valores de la convivencia y la capacitación de los líderes comunitarios como parte integral del programa de orientación. Esto es algo que va a continuar formando parte de las actividades en marcha, inculcando valores acerca del cuidado, no sólo de uno mismo y su familia, sino también acerca de la buena vecindad en un nuevo orden comunitario.
Con su formación en las distintas labores de la construcción, se espera que los miembros masculinos de las familias sean capaces de mantener y cuidar mejor sus hogares. Y de las mujeres, formadas en talleres de pintura de casas, que mantengan un papel más activo en el mantenimiento de las mismas.
También se aprendió que en este tipo de iniciativas, para llegar a acuerdos a veces hace falta ajustar los métodos habituales de trabajo coordinándolos con los de los otros agentes implicados, teniendo en cuenta el objetivo común perseguido por todas las partes. En este caso, la garantía de los certificados individuales de propiedad horizontal es fundamental para lograrlo.
Porque la vivienda es una preocupación prioritaria para el gobierno, fue importante sincronizar la agenda del proyecto para hacerla coincidir con la agenda municipal y lograr su aceptación. En ese momento el gobierno de Pasay City estaba más preocupado por la creación de empleo para sus ciudadanos que en la vivienda. Mostrándoles que un proyecto de vivienda podía generar puestos de trabajo, Hábitat y el SHEC fueron capaces de convencer al consistorio del valor del mismo, como se ha podido comprobar en el interés posterior en otros proyectos de vivienda en la ciudad. El gobierno local continuará proporcionando la urbanización de terrenos para el Proyecto de Viviendas Hábitat-St. Hannibal.
Una lección aprendida en el pasado, que fue relevante para esta experiencia, es que los proyectos bien hechos no necesitan buscar socios, porque los socios te buscan a tí. En este caso, debido al currículo de Habitat en proyectos de vivienda, los financiadores y otros socios fueron atraídos fácilmente hacia el proyecto.
Algo que se podría hacer de otra manera en éste y sucesivos proyectos, es asegurar la disponibilidad de fondos antes de comenzar a fondo el proyecto. Se han producido algunos retrasos por el déficit de fondos, lo que ha restado eficiencia.
Un aspecto principal y de gran valor de la experiencia y que debe ser replicado en acciones similares, es garantizar certificados individuales de propiedad horizontal a los beneficiarios. Esto también subraya como puede cambiarse la mentalidad de la población mediante la propiedad del suelo y la vivienda. Debido a la escasez de terrenos asequibles, especialmente en los centros urbanos, esta práctica parece más útil.
Esto también se significó de una forma relevante en el cambio de la política de la Corporación para la Financiación de la Vivienda Social que en el pasado sólo financiaba la adquisición del terreno en sus programas de crédito. Cuando el Vicepresidente de la República de Filipinas y Ministro de la vivienda comprendió que el proyecto era un nuevo concepto de propiedad y dio su aprobación a una forma innovadora de proporcionar el acceso a la vivienda a más familias, creando un nuevo estandar que puede ser reproducido por otros proyectos del país.
Hábitat continuará contando con la Corporación en sus futuros proyectos de vivienda de mediana altura en los que los beneficiarios sean miembros del sector informal cualificados para optar a un crédito a través de programas de crédito comunitario, facilitando la acción del gobierno para ayudar a más familias de otras zonas del país en su necesidad de viviendas.
Socio | 2006 | 2007 | 2008 | Total |
Hábitat para la Humanidad | - | 182.348 | 13.350 | 195.698 |
Centro de Formación St. Hannibal (SHEC) | 13.445 | - | - | 13.445 |
Corporación para la Financiación de la Vivienda Social (SHFC) | 295.500 | 75.000 | - | 370.500 |
Curso de 1953 de la Escuela Secundaria de La Salle | - | 75.000 | 20.000 | 95.000 |
Presupuesto Total (dólares EEUU) | 308.945 | 332.348 | 33.350 | 674.643 |
Este proyecto se diseñó para hacer cumplir esta ley. Los beneficiarios habían sido informados de la amenaza de demolición de sus viviendas en las áreas donde estaban asentados irregularmente, pero no se les había proporcionado ningún terreno para su realojo. Hábitat y el SHEC les proporcionaron un lugar para reasentarse dentro de la ciudad, para que pudieran ganarse la vida y que sus hijos fueran al colegio, les construyeron viviendas decentes y les enseñaron los valores de buena vecindad y les capacitaron para lograr un empleo.
De forma similar, el proyecto influyó en un cambio crucial en la política de propiedad de la vivienda. La Corporación para la Financiación de la Vivienda Social hoy concede certificados individuales de propiedad horizontal en lugar de títulos de propiedad del suelo. También ha ajustado sus requisitos para encajarlos en el cambio de política, y haciendo eso, ha iniciado el proceso de cambio en la mentalidad de la población menos favorecida económicamente dentro de las áreas urbanas con respecto a la propiedad de su vivienda, ayudando al gobierno a convertirtse a día de hoy en un actor más activo en su papel de facilitador de viviendas para los necesitados.
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