País/Estado — Suráfrica
Región según Naciones Unidas — África
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — gobierno local; paraestatal; sector privado; organización no gubernamental (ONG); fundación.

Categorías — Gestión ambiental: reducción de la contaminación; higiene ambiental; sostenibilidad ecológica. Infraestructuras, comunicaciones y transporte: uso y producción de la energía; gestión y tratamiento de residuos.

Contacto Principal

e'Thekwini Municipality, 
Cleansing and Solid Waste Unit, 
PO Box 1038,
Durban, 4000, 
KwaZulu Natal, 
South Africa.

Tel.: +27 31 311 8821 
Fax.: +27 31 263 1119 

Organización Nominadora

 
6 Spin Street,
PO Box 1739,
Cape Town, 8000, 
South Africa.
 
Tel.: +27 21 461 3783 
Fax.: +27 21 461 1340

Socio

8 St Mary'S Rd,
PO Box 3640,
Kloof, 3610,
Kwazulu Natal,
South Africa.

Tel: +27 31 764 0153

Socio

PO Box 394,
Howick, 3290,
Kwazulu Natal,
South Africa.

Socio

PO Box 13069,
Cascades, 3202,
Kwazulu Natal,
South Africa.

Tel.: +27 (033) 845 1000
Fax.: +27 (033) 845 1001

Socio

1 Monastery Road,
Mariannhill, 3610,
Kwazulu Natal,
South Africa.

Resumen

La Agenda 21 de las Naciones Unidas ha señalado la gestión de los residuos como uno de los asuntos que debe requerir mayor atención por parte de la comunidad global. Por ello, ha establecido una serie de objetivos y propuestas destinadas a minimizar la cantidad de residuos, maximizar el reciclaje respetuoso con el medio ambiente, y promover el tratamiento y vertido controlado de los residuos.

Debido a las presiones que ejercen los desarrollos urbanísticos, existen dos usos del suelo que con frecuencia encuentran dificultades para ser asignados a nuevos terrenos. Éstos son el uso protegido por razones de conservación y del uso dotacional para el vertido de residuos.

El proyecto de Conservación del Medio Ambiente y Vertedero de Mariannhill, situado en el Área Municipal de e'Thekwini[1], ha sido una iniciativa que ha abordado estas dos cuestiones.

Como resultado, se ha logrado desarrollar un vertedero cuyo diseño está compuesto por una serie de balsas que contienen los residuos. Las balsas se crean excavando un hueco artificial en el terreno. La tierra resultante de la excavación se almacena y se vuelve a colocar sobre la balsa cuando ésta ha alcanzado su máxima capacidad de almacenamiento. La vegetación también se retira y se almacena en un gran vivero situado en el propio vertedero y conocido como Unidad de Salvamento Vegetal [Plant Rescue Unit (PRUNIT)]. Un sistema de aislamiento en cada balsa impide que ningún subproducto contaminante de los residuos se pueda filtrar al medio ambiente. A medida que las balsas alcanzan su capacidad óptima de almacenamiento, se procede a su rehabilitación ambiental. La Unidad de Salvamento Vegetal ha suministrado la vegetación autóctona para la rehabilitación de las áreas colchón periféricas del vertedero de Mariannhill. También ha suministrado la vegetación para la rehabilitación ambiental, actualmente en curso, del vertedero de Bisasar Road. Esta vegetación preservada y reutilizada ha ahorrado a las arcas municipales más de 2 millones de rand[2] en costes de rehabilitación.

Los lixiviados resultantes del paso del agua de lluvia a través de los residuos almacenados en las balsas, se tratan en el propio vertedero de Mariannhill. Se comienza con un tratamiento biológico primario de decantación de fangos, y posteriormente se realiza un tratamiento terciario de limpieza adicional consistente en el filtrado a través de cañaverales. De esta manera, se retiran las impurezas en suspensión que llevan los lixiviados hasta obtener un agua reutilizable. Esto reduce el caudal que se vierte al sistema de alcantarillado municipal, donde las sustancias van generalmente disueltas, y permite al vertedero de Mariannhill utilizar el agua remanente tras el filtrado por los cañaverales para el riego y el control del polvo en el vertedero. La instalación también cuenta con un sistema de extracción del gas que generan los residuos, que lleva ya cuatro años en funcionamiento.

Por otra parte, Mariannhill ofrece formación en temas ambientales a entre 60 y 120 niños todas las semanas. Las clases se imparten en un anfiteatro al aire libre con vistas a las labores de conservación ambiental.

El recinto del vertedero cuenta asimismo con un refugio para el avistamiento de aves y con zonas preservadas por donde transcurren sendas naturales que conectan con otras zonas verdes existentes en el área metropolitana. Esto actúa como un corredor natural muy importante para la migración de la fauna.

Fechas Clave

• 1995 — En diciembre, Durban Metro se convierte en la organización responsable de los vertederos municipales.
• 1996 — Tras el informe de impacto ambiental, se escoge Mariannhill como nuevo emplazamiento para el vertedero.
• 1998 — Se comienza la rehabilitación de las balsas.
• 1999 — Se crea el vivero conocido como Unidad de Salvamento Vegetal.
• 2000 — Se inicia el programa de educación ambiental del vertedero.
• 2004 — La organización Ezemvelo KwaZulu Natal Wildlife otorga el estatus de Conservancy[3] al vertedero de Mariannhill

Descripción

Situación previa a la iniciativa

En el Área Municipal de e'Thekwini (EMA) se concentra más de un tercio de la población de la provincia de KwaZulu Natal. El gobierno local tiene que gestionar el vertido de todos los residuos que se generan en este área. En el pasado, se depositaban normalmente en un nauseabundo y maloliente vertedero a cielo abierto. Esto constituía un peligro para la salud y destrozaba visualmente el paisaje desde los poblados cercanos. El proyecto de vertedero que aquí se presenta ha aunado los objetivos de gestión de los residuos y de conservación del medio ambiente.

Establecimiento de prioridades

La mayor prioridad era asegurar que no se produjera ningún tipo de contaminación del medio ambiente. Para ahorrar en costes, se comenzó inmediatamente la Operación de Rescate de la Planta de Vertido. Uno de los problemas que existían era la nube de malos olores que emanaba del vertedero. La causa principal de ésta eran los gases que generaban los residuos. Para evitar su escape, se introdujo un sistema de extracción compuesto por un reactor por fases o secuencial que interviene durante el proceso de tratamiento de los lixiviados. Por otra parte, también se creó un centro educativo en el propio recinto para ofrecer formación a la ciudadanía en materia de gestión de residuos.

Formulación de objetivos y estrategias

Dado que el vertedero de Mariannhill iba a estar en funcionamiento durante unos 25 años, el primer objetivo fue cambiar la postura de la comunidad y de las diversas ONG ambientales frente a esta instalación. Para ello, la estrategia que se concibió fue la celebración de reuniones individuales con cada una de las comunidades afectadas y con las diversas ONG ambientales. De esta manera, se pudieron conocer con detalle las preocupaciones que tenían. A continuación, se llevó a cabo un proceso de investigación para encontrar soluciones. Con los resultados de la investigación se pudieron establecer las prioridades del proyecto. En los asuntos para los que el gobierno local no contaba con profesionales cualificados, se solicitó la colaboración de consultores y contratistas externos.

Movilización de recursos

La Unidad de Limpieza y Residuos Sólidos del Área Municipal de e'Thekwini ha sido la encargada de llevar a cabo el proyecto de Conservación del Medio Ambiente y Vertedero de Mariannhill bajo la dirección del subalcalde John Parkin. Los recursos financieros necesarios para acometer el proyecto se movilizaron a través del modelo de financiación del carbón. En concreto, a través del Fondo Prototipo del Carbón del Banco Mundial, que es un fondo público privado con socios participantes de varios países del mundo.

La consultora ambiental británica Enviros aportó un estudio sobre las opciones de tratamiento de la lechada del vertedero de Mariannhill. La dirección de la organización Ezemvelo KwaZulu Natal Wildlife guió el proceso que le permitió posteriormente otorgar a Mariannhill el estatus de Conservancy. Otras organizaciones que han colaborado con este proyecto han sido la Sociedad de Medio Ambiente, Flora y Fauna de Suráfrica (WESSA), el Comité de Supervisión del Vertedero de Mariannhill, el Monasterio de Mariannhill, Siyenza Ingenieros y la Asociación de Contribuyentes. Esta última aportó recursos financieros y manifestó sus inquietudes durante las fases de diseño y ejecución de este proyecto de Conservación del Medio Ambiente y Vertedero de Mariannhill.

Proceso

La mayor dificultad que se encontró durante el desarrollo del proyecto surgió al comienzo del mismo cuando hubo que determinar el emplazamiento de la instalación. En esta fase, emergieron muchas voces en contra, ya que los vertederos se asocian con olores nauseabundos y contaminación. Así, al principio, tanto el Ayuntamiento, como las diversas ONG ambientales y la propia comunidad mantuvieron discrepancias sobre la elección de la localización. A través de reuniones públicas se pudieron calmar las tensiones existentes, acercar posturas y llegar a una solución que permitió dar comienzo a la construcción de la infraestructura en 1996.

Resultados obtenidos

El vertedero de Mariannhill recibe a diario 450 toneladas de residuos sólidos urbanos procedentes de los distritos de Pinetown, Westville, Queensborough y Kloof. Esto representa en torno al 15% de los residuos totales del Área Municipal de e'Thekwini (EMA). El respeto y la conservación del medio ambiente por el que se caracteriza esta instalación la han convertido en única en su clase, tanto que ha recibido el estatus de Conservancy.

El diseño gracias al que se ha ganado esta designación se basa en una serie de balsas para almacenar los residuos. La vegetación que se necesita retirar temporalmente para construir y explotar las balsas se almacena en un gran vivero conocido como Unidad de Salvamento Vegetal. Además, este vivero cumple funciones adicionales. Por ejemplo, ha permitido suministrar la vegetación autóctona necesaria para la rehabilitación ambiental de las áreas colchón periféricas del vertedero de Mariannhill. También ha suministrado la vegetación para la rehabilitación ambiental del vertedero de Bisasar Road, que se encuentra actualmente en curso. Asimismo, las plantaciones del vivero han permitido realizar a bajo coste la recuperación ambiental de varios vertederos ya en desuso distribuidos por todo el Área Municipal de e'Thekwini. Esto ha supuesto un significativo ahorro en costes de rehabilitación para las arcas municipales.

El agua de lluvia que atraviesa los residuos, conocida también como lixiviados, se trata para recuperar la mayor parte de las impurezas hasta que vuelve a ser reutilizable. Esto, por un lado, reduce el caudal que se vierte al sistema de alcantarillado municipal, y por otro, permite emplear el agua que ha pasado por el tratamiento de filtrado a través de cañaverales para el riego y el control del polvo en el vertedero.

Mariannhill también cuenta con un sistema de extracción del gas que generan los residuos, que lleva ya cuatro años en funcionamiento. Asimismo, Mariannhill ofrece formación en temas ambientales a niños todas las semanas. Las clases se imparten en un anfiteatro al aire libre con vistas a las labores de conservación ambiental.

El empleo que ha generado esta instalación ha sido de 18 personas en plantilla y 25 recolectores que van rotando por todas las áreas en las labores de recogida de los residuos.

Sostenibilidad

El hecho de que la instalación de vertido de Mariannhill vaya a tener una vida útil de unos 25 años la convierte en sostenible. Al final de este periodo, todo el área estará o bien reintegrada ambientalmente, o bien en proceso de rehabilitación ambiental. Esto difiere de lo que ocurre en la mayoría de los vertederos, donde el proceso de rehabilitación ambiental comienza al final de la vida útil del mismo.

Adicionalmente, como parte de la labor de Mariannhill consiste en conservar sus bienes naturales, y como sus terrenos se encuentran conectados con otras zonas verdes, tiene más posibilidades de funcionar como un ecosistema sostenible. El estatus de Conservancy del vertedero de Mariannhill se sustenta en la normativa y las regulaciones establecidas por la ONG ambiental Ezemvelo KwaZulu Natal Wildlife. Para conservar dicho estatus, la instalación de Mariannhill simplemente tiene que continuar cumpliendo con dichas directrices.

Lecciones aprendidas

El mayor desafío fue cambiar la postura de los responsables. Resultó difícil convencer al tesorero municipal y a los concejales de que este sistema era mejor, ya que no había ningún proyecto similar en funcionamiento que se pudiera poner como ejemplo. Las reticencias al proyecto provenían de la creencia de que el coste de explotación iba a ser más elevado que el de los sistemas tradicionales. Sin embargo, no ha sido el caso. Lo único que ha cambiado ha sido el flujo de caja, ya que algunos de los gastos se han producido mucho antes que con el sistema convencional. De todas maneras, no se puede poner un precio a los beneficios ambientales. Por otra parte, con este sistema no se necesita un gran desembolso al final de la vida útil de la instalación, ya que la rehabilitación ambiental se va produciendo a lo largo de todo el periodo de explotación, y en el último momento sólo es necesario rehabilitar la última de las balsas.

Las claves que han llevado al éxito al proyecto de Conservación del Medio Ambiente y Vertedero de Mariannhill han sido las sólidas y duraderas relaciones de colaboración con los socios, la capacidad para encontrar múltiples fuentes de financiación y el hecho de que el gobierno local lo haya liderado. Este último aspecto demuestra que el sector público es capaz de ofrecer servicios de manera respetuosa con el medio ambiente. Gracias a las cuantiosas colaboraciones con socios y expertos internacionales que se han llevado a cabo en las fases de diseño y puesta en funcionamiento, el vertedero de Mariannhill es una instalación de gestión de residuos que se encuentra a la vanguardia en temas ambientales.

Este proyecto ha logrado transformar el concepto de vertedero de un lugar desagradable que los ciudadanos tratan de evitar a un lugar hermoso donde la fauna y la flora prosperan con fuerza. Todos los habitantes del municipio pueden disfrutar de este vertedero para actividades de ocio o de aprendizaje pasando tiempo en la reserva natural, el refugio para el avistamiento de aves, el anfiteatro al aire libre, o caminando por alguno de los senderos naturales del recinto. Todo esto convierte al proyecto de Conservación del Medio Ambiente y Vertedero de Mariannhill en una atractiva dotación para la comunidad más que en una fea consecuencia de la misma.

Transferibilidad

Este modelo de proyecto de conservación del medio ambiente más vertedero puede replicarse allí donde se necesite un nuevo vertedero y donde se consiga implicar a las autoridades responsables del medio ambiente en las fases iniciales del proceso. El modelo es realmente aconsejable no sólo por los beneficios que aporta al medio ambiente y a la comunidad, sino también por el ahorro de costes en rehabilitación ambiental y en tratamiento de aguas de la red de saneamiento público que supone para los gobiernos locales. Asimismo, ofrece la oportunidad de aprovechar una energía muy valiosa que se obtiene a partir de los residuos urbanos.

La iniciativa ha demostrado que es posible el buen funcionamiento de un vertedero en las proximidades de zonas urbanas residenciales sin perjudicar al medio ambiente. Los Departamentos del gobierno central de Suráfrica ponen con frecuencia a la Unidad de Residuos Sólidos de Durban como el ejemplo a seguir. Los vecinos de los barrios adyacentes se han beneficiado porque se han reducido los vertidos ilegales y porque cuando el vertedero haya llegado al final de su vida útil, se habrá creado un pulmón verde para la zona. La flora y la fauna salvaje también se han beneficiado, ya que ahora cuentan con 50 Ha. de terreno protegido donde pueden desarrollarse y vivir sin peligro. Por otra parte, la propia ciudad y sus habitantes se han beneficiado por la financiación a través de créditos del carbón, que se han vendido por valor de 50 millones de rand a diez años.

Se ha ofrecido colaboración a varias ciudades surafricanas, entre las que destacan Johannesburgo, Buffalo City, Pietermaritzburgo y Howick. Asimismo, se ha ofrecido colaboración para el desarrollo de iniciativas similares en varios países de África como Mozambique, Kenia, Uganda y Botswana; y en varios países de Asia como Irán, Malasia e India.

Referencias

-  (2007)   «Africa’s First Landfill Gas Clean Development Mechanism Project Earns Commendation [Primer desarrollo de vertedero libre de gases en África. El modelo del proyecto recibe una Mención de Honor]»,   SAICE, 11 de diciembre, revista de ingeniería civil, volumen 15, páginas 8 a 10 

-  (2007)   «Health Minister Visits Mariannhill Landfill Site [El ministro de sanidad visita las instalaciones del vertedero de Mariannhill]Periódico The Rising Sun»,   7 de noviembre,

 

-  (2007)   «Dump tops in South Africa [Lo mejor en vertederos de Suráfrica]»,   Periódico Highway Mail, 19 de octubre 

-  (2007)   «Plant and Engineering [Plantas e Ingeniería]»,   Periódico Sunday Tribune, 14 de octubre 

-  (2007)   «Mariannhill Landfill Leads Africa in Energy Production [El vertedero de Mariannhill lidera la producción de energía en África]»,   Periódico Highway Mail, 6 de abril 

-  (2007)   «Green Power First for Africa [Energía verde por primera vez en África]»,   Metro Ezasegagsini, 23 de marzo 

-  (2007)   «Mariannhill Landfill Scheme Scoops Prize [El esquema del vertedero de Mariannhill recibe un premio]»,   Periódico Highway Mail, 9 de marzo 

-  (2007)   «Mariannhill Landfill Site Wins Awards [La instalación de vertido de Mariannhill gana un premio]»,   Periódico Highway Mail, 1 de marzo 

-  (2007)   «Durban Solid Waste Wins Impumelelo Award [La Unidad de Residuos Sólidos de Durban galardonada con el premio de Impumelelo]»,   Periódico Sunday Tribune, 25 de febrero 

-  (2007)   «Mariannhill Landfill Site Rewarded for Being the Most Beautiful in the World [La instalación de vertido de Mariannhill galardonada por ser la más bella del mundo]»,   Periódico Mercury, 22 de febrero