País/Estado — Chile
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local

Categorías — Servicios sociales: educación; ocio; seguridad ciudadana; reducción y prevención del delito; acceso igualitario a los servicios sociales (especialmente para las mujeres); reducción y prevención del delito. Infancia y adolescencia: programas de ocio y culturales; programas de apoyo comunitarios (protección frente a abusos, abandonos, violencia y delincuencia); grupos vulnerables. Cooperación Técnica e Internacional: creación de redes; aprendizaje e intercambio entre iguales; formación continua.

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Chile

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Resumen

La iniciativa es una forma de intervención especializada y está dedicada a la población más vulnerable y excluida: los jóvenes de 17 a 24 años de edad condenados en base a la ley penal y que se encuentran en libertad condicional bajo vigilancia. Se pretende mejorar las condiciones de vida de estas personas, su integración y su actividad en la sociedad así como su aceptación de las normas.

La iniciativa se ha puesto en marcha de forma gradual en base a cinco pilares:

• Taller de trabajo en competencias: espacio estructurado con una rutina de trabajo que abarca el entornos del desarrollo personal. Se acompaña de incentivos económicos para la asistencia.(Desarrollado a partir del año 2005. Cobertura: 39 jóvenes titulados.)
• Proyecto Social Comunitario de Integración: acompañamiento integral sobre aspectos socio-familiares, socio-laboral, utilización del tiempo libre e integración comunitaria. Se enfatiza en la definición de un proyecto de vida, apoyado por el Fondo de Iniciativas, para financiar un objetivo específico equivalente a 222 dólares estadounidenses. (Llevado a cabo en 2006 y 2007. Cobertura: 25. Graduados jóvenes. El proyecto formó a los participantes y validó la metodología.)
• Desarrollos de competencias: se contempla la formación y el seguimiento en el desarrollo de las capacidades de la mano de obra. Se financia la iniciativa con una serie de becas equivalentes a 222 dólares estadounidenses. En progreso. Cobertura: 21 jóvenes.
• Restauración de los lazos con la comunidad: puesta en marcha de iniciativas comunes con el municipio y con las entidades financieras. Se participa en coordinación con las organizaciones locales próximas a la residencia de los jóvenes. Desempeñan trabajos destinados preferentemente al apoyo de la población infantil. Se destaca el apoyo y la aceptación comunitaria y de las instituciones, la comisión de preparación y las contribuciones asociadas a su permanencia en el tiempo.
• Atención centrada en el Periodo de prueba: La experiencia acumulada permite que en el año 2008 se haya podido trabajar con la totalidad de los jóvenes condenados, adaptando poco a poco el modelo de intervención. Se ha asignado profesionales exclusivos que colaboran a tiempo completo con el equipo central. Es un hito que refleja la continuidad y sostenibilidad de los organismos implicados en esta iniciativa. (Cobertura: 84 jóvenes).

Fechas Clave

• 2005 — Creación de diversos talleres dedicados al desarrollo de la formación laboral.
• 2006 — Intervención integral de amplificación, por medio de proyectos experimentales FOSIS.
• 2007 — Sistematización de la experiencia y la presentación ante diversos organismos a nivel nacional.
• 2008 — Investigación sobre los mecanismos de intervención en el marco de la libertad condicional.

Descripción

Situación previa a la iniciativa

Las medidas alternativas referentes a la libertad condicional surgen en Chile en el año 1983. En los programas de tratamiento para presos en libertad condicional se aplican los modelos de intervención normalizados para los adultos. Estos modelos no responden al perfil de muchas de las personas que forman parte del sistema, especialmente al grupo de los jóvenes, importante cuantitativamente, y que se encuentran en una situación especial de vulnerabilidad y exclusión social.

Establecimiento de prioridades

Desarrollar una estrategia de intervención dirigida a los jóvenes, a partir de su realidad y de sus necesidades de trabajo. Diseñar e implantar progresivamente una intervención con una mayor integración, y que favorezca la incorporación de otros agentes para movilizar la acción entre los jóvenes. Esto planteó la necesidad de obtener formación y asesoría técnica a los profesionales para diseñar y validar una metodología de trabajo de acuerdo al perfil y necesidades de los jóvenes. Además, se observó la necesidad de apoyo financiero, de apoyo de la comunidad para la integración de los jóvenes y de participación permanente de la juventud en la iniciativa.

Formulación de objetivos y estrategias

El objetivo de esta iniciativa es facilitar la integración socio-comunitaria de los jóvenes reclusos, la maximización de sus capacidades y recursos personales, a través de la generación y desarrollo de competencias individuales en diferentes ambientes, de acuerdo con un diagnóstico previo.

Las estrategias utilizadas son:

• La búsqueda de una mayor implicación de la familia, no sólo como objeto de intervención, sino también como fuente de apoyo o contención para el proceso que viven los jóvenes.
• La intervención se hace en base a la situación particular de cada joven, teniendo en cuenta sus necesidades e intereses de mejora en todos los ámbitos de desarrollo.
• La complementariedad de la financiación negociada con la penitenciaría y con otros socios.
• La intensa coordinación entre los actores implicadoss.

Movilización de recursos

La movilización de recursos financieros, humanos, técnicos y académicos, ha sido la característica central de esta práctica.

La práctica comienza en el año 2005 con fondos del Programa Institucional de Apoyo a la Inserción Laboral, centrándose las primeras acciones en las personas jóvenes. A los jóvenes de 16 a 22 años se les ofrece una actividad educativa de formación en un contexto regulado.

Para la correcta puesta en marcha de la iniciativa se necesita de un especialista que responda a las condiciones identificadas en referencia a la exclusión observada los jóvenes reclusos. Se utilizan estrategias a nivel nacional y local destinadas a la obtención de recursos financieros, y a la búsqueda de apoyo técnico y metodológico.

En el año 2006 se complementó esta iniciativa con la firma de un convenio entre la Gendarmería y el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), que es administrado por un departamento que asesora en todo el país (Departamento de Tratamiento en los Medios Libres). También se consigue acceso a la formación, mediante la financiación del Área de Formación Institucional, que uniéndose a varios actores a nivel local y a través de alianzas de trabajo, permite dar solución a las necesidades de atención de los jóvenes.

La movilización de recursos financieros, humanos, técnicos y académicos, ha sido una característica central de esta práctica.

Proceso

Estos son algunos problemas a los que se enfrentó la iniciativa:

• La multiplicidad de los problemas y necesidades de atención detectadas en los jóvenes se combatió con recursos propios y de la red local. Dado el carácter eminentemente comunitario de la iniciativa la estrategia permanente ha sido la coordinación con los diversos programas e instituciones de la red en materia de salud, adicciones, educación, trabajo, ocio, etc.
• El esfuerzo por lograr una adhesión permanente de los jóvenes fortaleciendo la participación, al tiempo que se cumple el periodo de libertad condicional durante el cual se aspira a fortalecer los vínculos familiares, generar confianza y apoyar a los jóvenes y a sus familias desde la iniciativa.
• La necesidad de mejorar la formación del equipo de trabajo para hacer más adecuada la atención de los jóvenes. Para ello se favorecieron las transferencias técnicas, metodológicas y el apoyo permanente de las organizaciones FOSIS.
• La necesidad de continuidad frente a la ausencia de determinados recursos financieros implica la creación de distintas estrategias de gestión y coordinación, así como la flexibilidad y optimización de los recursos obtenidos. Por lo tanto, aparte de los fondos obtenidos y teniendo en cuenta la experiencia obtenida, se ha decidido a incorporar esta práctica como parte del trabajo de la iniciativa.
• Participación de las instituciones y la comunidad: las instancias de gobierno se comprometen con la iniciativa para lograr los objetivos propuestos. A nivel local, tanto las organizaciones como las instituciones ofrecen una abertura que facilita el proceso de integración y de inserción de los jóvenes, contribuyendo a disminuir la imagen negativa de los jóvenes y los procesos asociados al estigma social y personal.
• La participación de la comunidad en la toma de decisiones: en apoyo a nivel institucional hacia la iniciativa se manifiesta por medio del acuerdo que permitió la transferencia de fondos, la asesoría técnica y el fortalecimiento de esta línea de intervención. A nivel local, esta participación se traduce en los mecanismos específicos que permiten el acceso de los jóvenes a determinados beneficios o servicios y espacios de desarrollo y participación.
• Resumen de las herramientas de evaluación: en primera instancia se utilizaron indicadores cuantitativos, teniendo en cuenta los gastos derivados de la formación de la mano de obra y comparándolo con el avance en la formación de cada uno de los jóvenes. La diversificación de la oferta de atención refuerza estas herramientas. El análisis cuantitativo se realizó teniendo en cuenta que los jóvenes participan en diferentes actividades, de acuerdo con las modalidades contempladas en las distintas áreas de intervención del proyecto. El análisis considera también el proceso de integración social de cada individuo y la no reincidencia en las actividades delictivas. Además se tiene en cuenta la auto estima de cada uno de los participantes y las contribuciones de estos y de sus familiares al proyecto.

Resultados obtenidos

• Se han mejorado las condiciones de vida y el acceso a las oportunidades de desarrollo de los jóvenes y sus familias.
• Se observa una mayor vinculación con la red de apoyo institucional y comunitario en los ámbitos de educación, empleo, deporte y ocio y participación de la comunidad, así como una mayor proyección vital, a partir de la concurrencia de recursos del proyecto y de la red local.
• Se ha mejorado la coordinación e integración entre los distintos actores , organizaciones e instituciones en torno al tema de la integración social de los jóvenes reclusos, así como el aumento de las prestaciones sociales para este grupo de personas.
• Se ha logrado una mayor concienciación respecto a los jóvenes condenados por parte de los organismos estatales y los organismos especializados, con competencia nacional.
• A nivel académico se ha fomentado la difusión y la réplica de esta iniciativa para mejorar la situación de la juventud, la pobreza y la seguridad pública, al tiempo que se ha trabajado en mejorar la semántica relacionada con la iniciativa con el fin de generar una mayor voluntad, apertura técnica y la proliferación de más políticas hacia esta área de intervención.
• Hasta el año 2004, no había una oferta de atención adecuada para los jóvenes reclusos a nivel local ni nacional, por lo tanto, con esta experiencia se produce una mejoría evidente en la capacidad técnica institucional a nivel local. También se ha puesto en marcha una línea de trabajo, ya no como una experiencia aislada, sino como una estrategia de intervención permanente en el centro penitenciario, difundido la iniciativa a las 31 penitenciarías existentes a nivel nacional.

Sostenibilidad

• Financiera: el proyecto se financió con los recursos del Programa de Trabajo Institucional, y se amplió la financiación por medio de la financiación externa de organismos gubernamentales FOSIS. Actualmente se ha puesto en marcha una metodología que ha dado buenos resultados para la obtención de financiación que consiste en la designación de un profesional dedicado a la obtención recursos para la puesta en marcha del proyecto. Que los planes para estabilizar la asignación de recursos específicos para mantener un proceso permanente.
• Económico y Social: La iniciativa ha incorporado jóvenes, sobre todo bajo libertad condicional, con la característica de exclusión social, con el fin de lograr su integración social. El proyecto se ha configurado como una herramienta válida para visualizar y para mejorar la inserción social de los jóvenes en la comunidad, influyendo positivamente en la percepción de la labor llevada a cabo por el centro penitenciario a nivel local. Estos resultados apoyan el mantenimiento en el tiempo de una intervención de esta naturaleza.
• Cultura: la práctica ha afectado a la percepción que los jóvenes tienen del acceso al trabajo y que antes se observaba desde una óptica tradicional. Ahora se tiene en cuenta la incorporación del contexto socio-cultural de los jóvenes, la construcción social del concepto de juventud en el contexto familiar y relacionado con los espacios de socialización y de convivencia territorial en el que los jóvenes se pueden integrar.
• Institucional: la iniciativa ha tratado de resolver la tensión que genera la necesidad de trabajar de los jóvenes en relación con conceptos de trabajo como derecho, valor y medios de subsistencia, y que podrían estar en conflicto con la motivación y las opciones personales dentro del proyecto de vida. En sí, los cambios, más que legales, corresponden a un proceso de construcción de un modelo estratégico de trabajo que contribuya a poner en práctica el esquema de regulación legal, respetando la ley, en la que se dicta que «La libertad vigilada consiste en someter al condenado a un régimen de libertad a prueba que tenderá a su tratamiento intensivo e individualizado, bajo la vigilancia y orientación permanentes de un delegado.» (Art. 14, Ley 18.216).

Lecciones aprendidas

Se verifica que las condiciones de vulnerabilidad, riesgo y exclusión social que presentan los jóvenes, aconsejan la puesta en marcha de un programa de esta naturaleza. Para que el programa se lleve a cabo con éxito se debe ejecutar desde una perspectiva tal en la que se tenga cuenta que el síntoma del delito es el auténtico foco a observar por encima del delito en sí mismo.

Está comprobado empíricamente que el programa de libertad condicional por si solo, no se adapta a las necesidades presentadas por este grupo de población y que se debe reorientar las acciones hacia la creación de nuevos diseños metodológicos. Estas iniciativas son cada vez más necesarias teniendo en cuenta el crecimiento de la población juvenil encarcelada, y teniendo en cuenta la necesidad de reducir el riesgo de reincidencia criminal, como premisa básica de la seguridad pública.

Parece necesario que esta modalidad de intervención sea desarrollada por agentes con competencias técnicas. Es fundamental el trato especializado hacia cada uno de los reclusos, lo que permite la integración de un modelo de trabajo y acercamiento con los jóvenes a partir de una fuerte vinculación.

Está comprobado que una intervención de esta naturaleza implica largos periodos de motivación que delimitan los tiempos de la iniciativa. Hay algunas iniciativas que, a pesar de que puedan contribuir, no duran lo suficiente para la conseguir el desarrollo eficaz de las habilidades y competencias. Otras no duran lo suficiente para mantener el proceso sostenido de cambio que requiere la puesta en marcha de este tipo de iniciativas.

Transferibilidad

La práctica ha sido socializada e integrada a nivel local, donde se creó una red focalizada para la atención de los jóvenes en el año 2008.

En el año 2007 se integró el enfoque de los jóvenes reclusos en el currículo de formación de los delegados de libertad vigilada (Ministerio de Justicia).

A nivel político, el Ministerio de Justicia, a través del organismo competente, ha reconocido que el desarrollo de esta iniciativa ha sentado las bases de una nueva línea de trabajo con esta población. (Seminario-Taller realizado en noviembre de 2007).

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