Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2008, y catalogada como
BEST.
(Best Practices Database)
País/Estado — Palestina
Región según Naciones Unidas — Estados Árabes
Región ecológica — árida y semiárida
Ámbito de la actuación — nacional
Agentes — organización no gubernamental (ONG); gobierno central
Categorías —
Erradicación de la pobreza: creación de puestos de trabajo; acceso a créditos.
Gestión ambiental: reducción de la contaminación; creación de zonas verdes en la ciudad; introducción de criterios ecológicos en el entorno urbano; tecnología ambientalmente responsable; restauración ambiental; higiene ambiental; sostenibilidad ecológica; gestión de recursos; indicadores de sostenibilidad.
Agua y saneamiento: gestión del suministro y la demanda de agua; servicios para los pobres urbanos; saneamiento de bajo coste; saneamiento ecológico.
Contacto Principal
Applicated Research Institute V in Jerusalem (ARIJ) [Instituto de Investigación Aplicada V de Jerusalén] — organización no gubernamental (ONG)
Dr. Jad Isaac [jad@arij.org]
Caritas St 860
Bethelem
Palestine
TEL: 972-2-2741889 / 972-2-270535
FAX: 972-2-2776966
Organización Nominadora
Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Habitat) — agencia internacional
Dr. Nael A. Salman [nael.salman@undp.org]
UN-House, Husary Building, 1st Floor Tokyo Streer
Ramallah
Palestine
TEL: 972-(0)-599234900
FAX: 972-(0)-2-2976285
Socio
Ministry of Education and Higher Education (ARIJ) [Agencia de Educación Menonita] — gobierno central
Dr. Abed Al Salam Shal'ab
Ministry of Education and Higher Education Street
P.O. Box 719
Ramallah
Palestine
TEL: 972-2-2982606/ 972-2-2969350
FAX: 972-2-2969377
E-mail: pcdc@palnet.com
Colaboración financiera.
Socio
Menonite Central Commitee (MCC) [Comité Central Menonita] — organización no gubernamental (ONG)
Mr. Bassem Thabet [bthabet@mennonitecc.ca]
Street Address Mount of Olives (opp. Augusta Victoria Hospital)
P.O. Box 18208
East Jerusalem
Palestine
TEL: 972-2-6276931
FAX: 972-2-6271898
Colaboración financiera.
El primer objetivo consistió en determinar la eficiencia de las unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales de fabricación local en comparación con las tecnologías importadas. Según esto se dirigió y desarrolló un estudio que indicara la viabilidad de las plantas de tratamiento locales frente a las importadas. Para el estudio se seleccionaron 18 localidades en las que 12 hogares se beneficiaron de la fase piloto de las gobernaciones de Belén y Hebrón, en las que se construyeron o importaron, instalaron y probaron 6 unidades de fabricación local y 6 unidades de importación.
El segundo objetivo fue la mejora de la gestión de las aguas residuales en 180 hogares y la utilización del agua tratada para el riego en sustitución de agua potable de buena calidad. En consecuencia, los hogares trataron de forma colectiva 180m3 de aguas consideradas residuales según los estándares palestinos y los utilizaron para el regar al menos 115 dunums (unidad de superficie que en Palestina equivale a 1.000 m2) de árboles frutales y otros cultivos.
El tercer objetivo persiguió la mejora de la seguridad alimentaria y la generación de ingresos de 180 hogares como resultado del desarrollo de los huertos de los agricultores y el acceso a recursos hídricos adicionales para el riego. De esta forma se obtuvieron 722 kg anuales de fruta y otros cultivos por hogar (un aumento de 502 kg sobre los 205 kg anuales obtenidos actualmente por otras familias). Además, los ingresos de los hogares generados por la venta de productos agrícolas supusieron una media de 440 dólares EE.UU. anuales frente a los 134 dólares EE.UU. obtenidos según el nivel actual de producción.
Como cuarto y último objetivo se estableció la mejora de la salud y la formación sanitaria de los hogares receptores del programa a través del aumento del uso de pequeñas plantas de tratamiento de aguas residuales domésticas. Estos resultados se obtuvieron analizando la calidad de las aguas antes y después del tratamiento y estudiando pruebas médicas previas y posteriores a la puesta en marcha del programa.
- 1996 — Se importa la primera unidad doméstica de tratamiento de aguas residuales.
- 2004 — Se desarrollan las primeras unidades locales a partir de la unidad importada.
- 2006 — Se desarrolla la unidad de tratamiento de aguas en el Instituto de Investigación Aplicada V Jerusalén.
- 2007 — Se obtienen los primeros fondos de los patrocinadores y se comienza el montaje.
- 2008 — Se montan, producen y distribuyen las primeras unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales producidas localmente.
La mayoría del territorio palestino presenta dificultades en el tratamiento de sus aguas residuales utilizando normalmente pozos negros sin una protección de cemento y ocasionando serios problemas medioambientales y de salud. Por otro lado, los palestinos sufren cortes de agua, principalmente en época estival. Todo ello motivó el uso de las unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales en sustitución de los pozos negros en las áreas rurales de las gobernaciones de Belén y Hebrón, en el programa del Instituto de Investigación Aplicada V de Jerusalén (ARIJ). Al menos 1.800 personas (180 unidades que se estima que sirven a 10 personas cada una) y aproximadamente una extensión de cultivos de 90 km2 (180 unidades utilizadas en parcelas de 500m2) se han beneficiado directamente del proyecto. El programa de gestión de aguas residuales ha influido positivamente en todas las clases sociales, especialmente en los campesinos pobres y marginados de los pueblos.
La construcción de redes de saneamiento y plantas centralizadas de tratamiento de aguas residuales carece de viabilidad económica debido a la gran dispersión de las unidades residenciales en las zonas rurales. Las necesidades y las condiciones de estas localidades se pueden satisfacer, sin embargo, con unidades individuales de tratamiento de aguas residuales domésticas que sirven a una vivienda o a un pequeño conjunto de ellas. De esta manera se resuelve la recogida de aguas residuales en estas comunidades, al tiempo que se obtiene agua de calidad suficiente para el riego de los cultivos aprovechando la disponibilidad de terrenos aptos para la agricultura.
El proyecto da prioridad a las familias sumidas en la pobreza crónica y trata de evitar el empeoramiento de la situación de las que sufren un empobrecimiento temporal. La selección de los beneficiarios se llevó a cabo mediante un proceso comunitario de identificación de los más necesitados, en el que las mujeres tuvieron el papel principal.
- Objetivo 1: Determinar la eficiencia de las unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales domésticas de producción local en comparación con las tecnologías importadas. Para su consecución, el ARIJ recogió datos y asesoró a los comités comunitarios en los procesos de selección de las comunidades beneficiarias. En estas tareas participaron además del personal del Instituto, varios consejos locales, comités comunitarios y algunos ministerios relacionados con el proyecto.
- Objetivo 2: Mejorar el tratamiento de las aguas residuales domésticas mediante pequeñas unidades de tratamiento instaladas en 180 hogares en los que se reutiliza el agua tratada para el riego como alternativa al agua potable de alta calidad. Esto se consiguió mediante la instalación y distribución de 168 unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales de producción local en 18 localidades de las gobernaciones de Belén y Hebrón. El ARIJ aportó personal para el seguimiento así como los materiales y los recursos necesarios para las unidades de tratamiento.
- Objetivo 3: Mejorar la seguridad alimentaria y aumentar los ingresos de las 180 familias beneficiarias como resultado del desarrollo de los huertos y el acceso a recursos hídricos adicionales. Este objetivo se logró mediante la adaptación de 180 hogares con sistemas de riego y cultivo adecuados. También se desarrollaron los sistemas necesarios para el riego de 115 dunums. De forma paralela se mantuvo la formación y asesoramiento a 180 representantes de las familias y al resto de la comunidad mediante: la capacitación de sus miembros a través de 6 talleres prácticos para los beneficiarios, la celebración de 18 reuniones con las comunidades receptoras, la distribución de 2000 copias de folletos de concienciación, la emisión de 3 programas televisivos de sensibilización dedicadas al público en general y la elaboración y distribución de 500 copias de informes técnicos. El ARIJ puso a disposición su experiencia previa y su personal cualificado, los sistemas de riego y los materiales para el cultivo. Además fue necesaria la participación de los beneficiarios.
- Objetivo 4: Mejorar el estado de salud de los beneficiarios mediante el uso de las unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales. Esto se comprobó realizando un estudio comparativo de muestras de agua y pruebas médicas de los miembros de los hogares seleccionados previas y posteriores a la actuación, y gracias a las pruebas médicas gratuitas ofrecidas por la Media Luna Roja y a la experiencia y cualificación del personal del ARIJ.
El proyecto ha sido financiado por la Agencia Menonita de Educación y el Comité Central Menonita cuyos fondos provienen del Banco de Cereales Canadiense. El Departamento de Agua y Medioambiente del ARIJ ha gestionado el programa gracias a la fiabilidad de su conocimiento del terreno, así como de sus ingenieros especializados en medio ambiente, gestión y tratamiento de aguas residuales. El Instituto dispone de equipos cualificados para la asesoría, la instalación y el seguimiento de las unidades de tratamiento. El Instituto ha utilizado sus medios humanos y técnicos para coordinar a las diferentes organizaciones implicadas y así mejorar el desarrollo del proyecto.
Algunas de las comunidades seleccionadas se encuentran en las zonas de captación de agua, mientras que otras tienen problemas con el vaciado de sus pozos negros. Otros criterios de selección aplicados en la elección de beneficiarios se han basado en la proximidad a fuentes de agua contaminada utilizada para el consumo humano. Se han seleccionado cooperativas de agua, ambientales y agrícolas. Por último se valoró la capacidad de cooperación de la comunidad con hogares liderados tanto por hombres como por mujeres para participar en el proyecto. Estos criterios se han establecido conjuntamente entre ARIJ y los comités comunitarios.
La mayor parte de la población rural depende de la agricultura para su subsistencia y se encuentra en condiciones de utilizar unidades de tratamiento de agua. En la actualidad, las áreas rurales de Palestina utilizan pozos negros para sus aguas residuales que en su mayoría carecen de un revestimiento de cemento o lino de forma que se producen filtraciones al terreno. Debido a su elevado coste, los propietarios evitan el uso de camiones-cisterna de bombeo para su vaciado. Todo ello conlleva numerosos problemas de salud y ambientales producidos por la contaminación del terreno a causa de las filtraciones. El adecuado tratamiento de las aguas residuales permite evacuarlas adecuadamente y evitar la contaminación, al tiempo que hace posible su recuperación para el riego. Sin embargo, las redes de saneamiento y las plantas de tratamiento de aguas residuales son muy poco frecuentes en las zonas rurales de Palestina.
El proyecto, de carácter comunitario, reúne a los propietarios de los terrenos beneficiados por el mismo. De esta forma se constituyó un comité local con miembros de los agentes sociales activos incluyendo cooperativas de agua, ambientales y agrícolas, así como asociaciones de mujeres y otros interesados. Estos representantes de la comunidad apoyaron las actividades de desarrollo del proyecto así como las campañas de concienciación vinculadas al mismo. El ARIJ asumió toda la responsabilidad de las actividades del proyecto mientras los organismos sociales se hacían cargo del trabajo sobre el terreno.
En relación con los objetivos citados anteriormente, el ARIJ consiguió producir unidades de tratamiento de aguas residuales por valor de 12.000 shekel cuya importación hubiera costado 45.000 shekel. Además, la producción local de las unidades de tratamiento dio mejores resultados reduciendo el tiempo de ejecución y los costes de la misma ya que la profundidad de la excavación necesaria para instalar las unidades locales es la mitad que para las importadas. Además, el Instituto de Investigación Aplicada V de Jerusalén (ARIJ) ha utilizado materiales locales y ha creado empleo. Otro argumento a favor del proyecto es el ahorro de agua potable derivado de la reutilización de las aguas residuales tratadas para el riego de cultivos. Cabe destacar otros beneficios obtenidos:
- La mejora de la calidad del agua reutilizada para proteger el medio ambiente.
- La mejora de la gestión del tratamiento y reutilización de aguas residuales.
- El aumento de las áreas de producción agrícola que utilizan aguas residuales tratadas.
- El aumento de la generación de ingresos.
- La protección de las aguas superficiales y subterráneas de posible contaminación.
- El control de las enfermedades vinculadas a los vertidos ilegales de aguas residuales sin tratar.
- El aumento de la capacidad y de los conocimientos de los recursos humanos.
- La conservación de los recursos hídricos locales.
- La mejora de la calidad alimentaria.
- La adopción de nuevas tecnologías respetuosas con el medio ambiente y de costes reducidos.
- La creación de empleo.
- La reducción del coste de la gestión de las aguas residuales.
- El aumento de la concienciación social en relación con la gestión de las aguas residuales, las técnicas de riego y las nuevas tecnologías.
La Agencia Menonita de Educación y el Comité Central Menonita han cubierto los gastos del proyecto. El ARIJ, en su permanente empeño por potenciar el desarrollo sostenible del territorio palestino, ha recogido abundantes datos que indican una tendencia en el cambio de uso del suelo. Esta revelación puede ser útil para la elaboración y recopilación de indicadores de uso del suelo. Por otro lado, el programa minimiza el uso de recursos no renovables y conserva la biodiversidad y los bienes naturales. Todo lo anterior refuerza la capacidad del proyecto para replicarse y extenderse por el territorio.
En cuanto a los factores sociales que apoyan la continuidad del proyecto, cabe destacar que se han reconocido significativamente las necesidades sociales de la comunidad y se ha trabajado por reducir la desigualdad social al tiempo que se protegía el medio ambiente y se potenciaba el uso adecuado de los recursos naturales del territorio palestino ocupado. La población palestina ha continuado aumentando debido al crecimiento de la población indígena local junto con las personas que se han sentido atraídas por la riqueza de estas tierras, e incluso algunos pobladores se han retirado aquí por sus atractivos naturales.
Desde el punto de vista institucional, el ARIJ ha publicado un libro titulado El estado ambiental del territorio palestino ocupado que están utilizando como guía la Autoridad Palestina y los responsables de las políticas de ordenación del territorio.
La confianza puesta en este proyecto de tratamiento de aguas residuales radica en su amplio rango de beneficiarios pertenecientes tanto a la sociedad palestina como a los agentes externos (representantes oficiales, instituciones, etc.) Las unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales son fabricadas por los beneficiarios quienes, a su vez, utilizan sus beneficios de forma intensiva y variada. La información recogida durante el proyecto no queda a disposición de las instituciones locales ni de los centros de investigación, al menos no los detalles técnicos ni los detalles de fabicación de las unidades de tratamiento, que son propiedad intelectual del ARIJ. Esto hace que el Instituto pueda seguir liderando las futuras investigaciones.
- Transferibilidad y adaptabilidad tecnológicas: el ARIJ se veía capaz de solucionar los problemas ambientales y de salud relacionados con la escasez de recursos hídricos y las dificultades en la captación de agua y el tratamiento de las aguas residuales, ya que eran estas las principales causas de contaminación y propagación de enfermedades. En consecuencia, el Instituto creó el programa de desarrollo de unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales mediante la importación de tecnología asequible y su manipulación eficiente para adaptarse a las condiciones ambientales de Palestina. El ARIJ comenzó esta actividad en 1996 importando unidades de tratamiento de lodos. Desde ese momento, el equipo técnico del Instituto ha continuado sus investigaciones en busca de la tecnología respetuosa con el medio ambiente más adecuada para un buen funcionamiento y un bajo coste de mantenimiento de unas unidades de tratamiento asequibles para el mayor número de usuarios.
- Ejecución y desarrollo tecnológico local: El montaje y la producción local de las unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales con bajo coste de realización y potencialmente aptas para el entorno urbano, que permiten el tratamiento interno y la reutilización de las aguas residuales para riego de cultivos. Este logro mejora notablemente la gestión de aguas residuales a nivel doméstico a través de tecnologías adaptadas a la escala de la actuación.
- Conversión de la esperanza en realidad: Se consiguió gracias a la colaboración de dos socios como la Agencia Menonita de Educación y el Comité Central Menonita que asumieron los gastos del proyecto en su totalidad. De esta manera, se pudo iniciar el proceso de montaje de las unidades de tratamiento de aguas residuales domésticas y su instalación en las áreas meridionales de Cisjordania.
- Control de la contaminación: El programa abarca por un lado el control de la contaminación y su prevención, además de la recuperación de los costes de producción y el seguimiento de las aguas residuales vertidas. Este acercamiento a la gestión de la contaminación está ganando el apoyo de la comunidad al ofrecer ventajas notables a las industrias para la eliminación o la reducción de sus residuos, vinculando esta actividad a los beneficios comunitarios relacionados con la mejora del ambiente urbano.
- Concienciación social desde el inicio: Un arranque temprano de la información pública ha resultado muy beneficioso en la obtención del apoyo de la comunidad para la implantación del programa. Se vio que las campañas de relaciones públicas podrían haber ofrecido aún mejores resultados si hubieran comenzado antes del inicio del propio proyecto.
La mayoría de las universidades palestinas y los centros de investigación han realizado numerosos estudios e investigaciones en el desarrollo de tecnologías aplicables al tratamiento de aguas residuales, especialmente en las áreas de difícil captación y alta vulnerabilidad debido a la contaminación de los recursos hídricos por vertidos industriales. Dada la transparencia y el carácter de intercambio de conocimientos del proyecto, el ARIJ ha contactado y se ha reunido con estas instituciones y beneficiarios con experiencia en la materia para desarrollar las unidades domésticas de tratamiento de aguas residuales. El programa resulta, por tanto, un compendio de conocimientos y experiencias locales reunidas para el beneficio de la comunidad. El sistema obtenido resulta fácil de replicar ya que se han construido moldes para futuras unidades y existen los medios potenciales para su producción. En vista de lo anterior, múltiples donantes y organizaciones no gubernamentales han contactado con el instituto para asociarse con él y participar en la implantación de nuevas unidades de tratamiento en otras zonas de Palestina. En respuesta a este interés generalizado, se han firmado acuerdos de colaboración para extender esta actividad a nuevos lugares del territorio palestino.
Socio | Año 2005 | Año 2006 | Año 2007 | Total |
Agencia Menonita de Educación | 4.800 | 4.950 | 0 | 9.750 |
Comité Central Menonita | 0 | 250.000 | 250.000 | 500.000 |
Presupuesto total | (1%) 4.800 | (50%) 254.950 | (49%) 250.000 | (100%) 509.750 |
Nota: Todas las cantidades están expresadas en dólares EE.UU.
Este proyecto contó con el apoyo del Comité Central Menonita (MCC) y de los fondos de financiación del Banco de Cereales Canadiense. El MCC a nivel nacional ha apoyado numerosos programas del ARIJ a lo largo de los años. Este programa mejoró la concienciación de las comunidades locales respecto de los problemas ambientales utilizando tecnologías ambientalmente responsables para resolver los problemas relacionados con las aguas residuales. A nivel gubernamental, las autoridades palestinas han apoyado el proyecto y esperan una continua mejora de los resultados para poder convertir el programa en una política general de gestión de residuos que reduzca el impacto de las aguas residuales en el medio ambiente y mejore el acceso de la población al agua potable mediante la reutilización de aguas residuales tratadas para el riego de los cultivos.