Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2008, y catalogada como
BEST.
(Best Practices Database)
País/Estado — Ghana
Región según Naciones Unidas — África
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — metropolitana
Agentes — gobierno central; gobierno local; agencia internacional; institución académica o de investigación.
Categorías —
Gestión ambiental: higiene ambiental.
Modelos de producción y consumo: reciclaje y reutilización de residuos.
Tecnologías, instrumentos y métodos: tecnologías apropiadas.
Contacto Principal
International Water Management Institute (IWMI) — institución académica o de investigación
Bernard Keraita [b.keraita@cgiar.org ]
University Liaison Office, C/o KNUST, Kumasi, Ghana.
Telephone/Fax: 00233-(0) 51-60206
Web: iwmi-kumasi@cgiar.org
Organización Nominadora
Urban Agriculture Directorate, Kumasi — gobierno local
George Badu-Yeboah
P.O Box 3820, Kumasi, Ghana. Tel: 233 51 24067
E-mail: mailto:
Web:
Socio
Urban Agriculture Directorate, Kumasi — gobierno local
George Badu-Yeboah
P.O Box 3820, Kumasi, Ghana. Tel: 233 51 24067
E-mail: mailto:
mailto:
Web:
Colaboración política.
Socio
Department of International Health, University of Copenhagen, Denmark — institución académica o de investigación
Prof. Flemming Konradsen [F. Konradsen@pubhealth.ku.dk]
Oster Farimagsgade 5 bg. 16, indg. I, Postboks 2099 1014 København K. Tel: +45 353-27776 Fax: +45 353-27736
Web: http://isim.ku.dk/
Colaboración técnica.
Socio
Urban Harvest — organización no gubernamental (ONG)
Dr. Gordon Prain [g.prain@cgiar.org]
Av. La Molina 1895, La Molina, P.O. Box 1558
Lima 12, Peru
Phone: (+ 51-1) 317-5346- Direct/ 349 6017 (CIP)
Fax: (+ 51-1) 317-5326
Web: http://www.uharvest.org/
Colaboración financiera.
Socio
Kwame Nkrumah University of Science and Technology — institución académica o de investigación
Prof. Robert Abaidoo [rabaidoo@yahoo.com]
KNUST, Kumasi Ghana. Tel: +233 51 60306
Web: http://www.knust.edu.gh/pages/
Colaboración financiera.
Colaboración técnica.
Esta iniciativa pretende desarrollar intervenciones dirigidas a reducir los riesgos para la salud del uso en agricultura urbana de agua de riego contaminada con aguas residuales no tratadas. Es un desafío común en muchas ciudades de países pobres, que tienen una enorme demanda urbana de verduras debido al incremento de población, pero no tienen la capacidad de tratar adecuadamente sus aguas residuales. Se involucró a todos los agentes clave, la mayoría agricultores, para identificar, examinar y evaluar el rendimiento de las intervenciones. Se desarrollaron 7 intervenciones sencillas, adecuadas y de bajo coste (calificadas como buenas prácticas), que algunos agricultores ya han adoptado. Las intervenciones incluyen métodos sencillos de tratamiento de aguas, como estanques de sedimentación y técnicas de filtración, así como los mejores métodos de aplicación de riego, como los kits de riego por goteo. Todo esto, junto con pequeños cambios en las prácticas de los agricultores, ha reducido significativamente los niveles de contaminación en las verduras y el agua de riego, sin tener impactos significativos en la productividad agrícola.
Además se han diseñado materiales didácticos para los técnicos agrícolas y ya han sido formados en estas prácticas más del 60% de los aproximadamente 1.300 agricultores urbanos. Existe hoy en día un reconocimiento y una aceptación crecientes de la horticultura urbana en Ghana. Lo más importante es capacitar a los agricultores para resolver sus propios problemas y, de hecho, ha aumentado el conocimiento y el nivel de alerta de los agricultores en lo que respecta a los riesgos para la salud relacionados con el riego. Se esta tratando ahora de aplicar esta iniciativa en otras zonas urbanas de Ghana y otras partes del África subsahariana con similares problemas.
- Enero de 2005 — Taller de iniciación al proyecto con participación de todos los agentes.
- Septiembre de 2005 — Identificación por parte de los agricultores de medidas reductoras de riesgos.
- Octubre de 2005 — Comienzo de la evaluación sobre el terreno de las medidas de reducción identificadas.
- Junio de 2007 — Identificación de las mejores prácticas a partir de los trabajos de campo.
- Diciembre de 2007 — Intercambio de conocimiento sobre las mejores prácticas.
La productividad y seguridad de la horticultura urbana se vio afectada por un aumento de la escasez de agua y de la contaminación de sus fuentes con aguas residuales. Sólo en Accra, afectó a unos 1.000 hortelanos, a cerca de 200.000 residentes que consumen estas verduras a diario y a muchas más personas que participan en la cadena de suministro, principalmente mujeres. Esto supuso una demanda de estrategias a desarrollar para mantener estas prácticas.
En primer lugar, se recogieron las opiniones de los agentes principales, es decir, agricultores, autoridades locales y funcionarios del gobierno de los Ministerios de Sanidad y de Agricultura acerca de sus percepciones sobre la práctica y del camino a seguir. Se organizaron debates en grupo y divididos por género para los agricultores y vendedores de verduras en los principales lugares agrícolas de Accra, Kumasi y Tamale, las tres mayores ciudades de Ghana, donde se practica más la agricultura urbana. Se definieron dos objetivos clave:
- Reducción de los riesgos que el uso de aguas residuales contaminadas representa para la salud de agricultores y consumidores de verduras.
- Incremento de la productividad para garantizar la subsistencia y el abastecimiento urbano de comida.
El principal objetivo de la iniciativa fue desarrollar intervenciones para salvaguardar la salud pública orientadas a usuarios e integradas por agricultores para salvaguardar la salud pública, mejorar la productividad y asegurar las condiciones de vida y el suministro de alimentos en las ciudades. Todo ello basado en prioridades identificadas por los agentes clave. Se intentó específicamente:
- Evaluar percepciones, conocimiento y sensibilización de los agricultores sobre los riesgos relacionados con el agua de riego y las prácticas agrícolas seguras.
- Identificar y probar medidas apropiadas de reducción de riesgos.
- Elaborar directrices de buenas prácticas y formar a los agricultores para ponerlas en práctica.
Se decidió utilizar un enfoque de investigación-acción participativa para así involucrar a los agentes clave en todo el proceso, especialmente a los agricultores, desde la identificación de intervenciones factibles para probar y evaluar medidas en las explotaciones, hasta la mejora de su adopción y compatibilización con el marco nacional.
Debido al enfoque que se decidió utilizar, el recurso más necesario para este estudio fue la participación de los agricultores. Por eso, primero se hizo llegar la iniciativa a los agricultores a través de sus asociaciones. Muchos agricultores quisieron participar y utilizar sus explotaciones como terreno de investigación. En la medida en que fue necesario integrar las intervenciones, hizo falta la ayuda de técnicos especialistas en ciencias sociales, economía, ingeniería, ciencias de la salud y agricultura. Se consiguió el respaldo de institutos locales e internacionales de investigación y de las universidades. Entre ellas, la Universidad de Ciencia y Tecnología Kwame Nkrumah desde donde se dirigieron todos los trabajos de laboratorio y las Universidades de Ghana y de Copenhague en Dinamarca, quienes aportaron técnicos expertos en prevención y estudios de salud. La financiación se obtuvo de esta institución International Water Management Institute (IWMI), la Universidad Kwamw Nkrumah (KNUST) con financiación del Programa Retos del Agua y la Comida (CGIAR) Challenge Program for Water and Food, correspondiente al Panel 38, del que formaba parte, el Cosecha Urbana del CGIAR y la Universidad de Copenhague. En el desarrollo de todo el proceso se implicaron también peritos agrícolas del Ministerio de Agricultura y Alimentación.
Se comenzó con un taller de tres días para agentes interesados, que implicó a investigadores, líderes de organizaciones agrícolas, funcionarios de entidades locales y de ministerios relacionados, donde se discutió un plan de aplicación detallado. Se desarrolló un plan de referencia que contenía detalles sobre las tareas a desarrollar, plazos, medios de verificación, asignación presupuestaria y personas responsables de su aplicación. A esto le siguió una aplicación efectiva de innovación, seguido de un proceso habitual de investigación agrícola.
Métodos clave y herramientas utilizadas: en los primeros seis meses se llevó a cabo una evaluación de las necesidades. Se utilizaron varios métodos y técnicas de participación que incluyeron: observación participante, con recorridos a pie con los agricultores por los principales lugares de cultivo; asignación de actividades, incluyendo el uso de líneas de tendencia; grupos de debate con los agricultores dividos por género; y entrevistas en profundidad con líderes de opinión. Se utilizaron métodos semicuantitativos de clasificación de oportunidades y debilidades. La identificación de intervenciones factibles se hizo en grupos de discusión en lugares de cultivo usando la Visualización en Programas Participativos (VIPP), que combina técnicas de visualización con métodos para aprendizaje interactivo (Rifkin and Pridmore, 2001). Se adoptó la técnica de tarjetas, donde los agricultores escribían posibles medidas para reducir el riesgo en grandes tarjetas de diferentes colores y formas, y tamaños suficientemente grandes como para ser vistas por todo el grupo. Se discutieron también las medidas de protección para la salud pública identificadas por la OMS, y aquellas que eran viables en el contexto de Ghana se incorporaron a los trabajos de campo.
Los interesados estuvieron de acuerdo con los criterios de evaluación. Además de los parámetros de evaluación sanitarioa, los agricultores sugirieron la utilización de indicadores como los rendimientos, los insumos de trabajo y los costes de inversión para mostrar el impacto de las intervenciones en la productividad. Los trabajos experimentales de campo duraron un período de dos años. La evaluación se llevó a cabo de manera conjunta (con agricultores y asistentes de campo) y los hallazgos fueron discutidos entre agricultores y científicos para permitir modificaciones antes de probar la siguiente intervención. Se seleccionaron conjuntamente las mejores prácticas, como materiales de capacitación y audiovisuales para agricultores y perítos agrícolas, monografías para la comunidad científica y artículos para revistas locales e internacionales.
Logros: inicialmente, los agricultores tuvieron grandes expectativas en soluciones prácticas, como el abastecimiento de agua segura proviniente del subsuelo o por canalización, lo cual no estaba incluido en el objetivo de la iniciativa. Ayudaron a superar el reto las explicaciones claras sobre el propósito de la iniciativa. También fue dificil para los agricultores visualizar el impacto de las intervenciones durante los trabajos de campo, en la medida en que algunos parametros establecidos, como los indicadores microbianos, son invisibles. Es necesario aún desarrollar indicadores para la calidad del agua que los agricultores puedan ver.
Se han desarrollado siete intervenciones (mejores prácticas) simples, apropiadas y de bajo coste, que algunos agricultores ya han adoptado. Esto ha permitido reducir los niveles de contaminación de manera significativa en verduras y agua de riego sin tener repercusiones importantes sobre la productividad agraria. Las intervenciones desarrolladas pueden ser fácilmente utilizadas de forma combinada para lograr aún mejores resultados. Se han desarrollado materiales didácticos para los trabajadores de las explotaciones y ya han recibido formación más del 60% de los aproximadamente 1.300 horticultores urbanos en estas prácticas. Ahora hay cada vez mayor reconocimiento y aceptación de la horticultura urbana en Ghana. Lo más importante es capacitar a los agricultores para resolver sus propios problemas y, de hecho, se
ha incrementado el conocimiento y el grado de consciencia respecto a los riesgos para la salud relacionados con el riego.
- Estanques en los huertos: estanques sencillos y de diseño adecuado y pequeños cambios en las prácticas de recogida de agua de los agricultores incrementan la sedimentación de agentes patógenos.
- Filtros de arena: arena local dispuesta en bolsas o en tubos a modo de columnas ayudan a la adsorción de los patógenos del agua. Puede quedar obstruido si la arena no se limpia correctamente.
- Filtros de fábrica: filtración por coladores adosados a los depósitos de agua de riego, como telas de nylon y las redes para mosquitos
- Kits de riego por goteo: baratos, ahorran agua y reducen el contacto del agua de riego con las partes sensibles de la planta. Produce atractivas hortalizas, pero los kits son propensos a la obstrucción.
- Riego por surcos: mejor para las verduras con hoja que las regaderas que los agricultores normalmente usan, ya que se aplica el agua en el suelo reduciendo el contacto.
- Mejora del uso de regaderas: en Ghana se usan predominantemente regaderas. Usando regaderas de nivelado y aplicando el agua desde menor altura se reduce la contaminación de las hortalizas.
- Evitar el riego antes de la cosecha: favorece la muerte de los patógenos en la superficie vegetal antes de la cosecha. Puede dar lugar a una gran reducción del rendimiento si el período de retención es más largo.
Para garantizar la sostenibilidad de la iniciativa se adoptaron desde el inicio una serie de medidas:
- Enfoque participativo: implicar a los agricultores en la identificación y análisis de las intervenciones garantizaba que las prácticas que finalmente se desarrollaran fueran socio-económica y culturalmente apropiadas, así como beneficiosas para ellos. Las mejores prácticas llevadas a cabo fueron sencillas, eficaces, no necesitan grandes cambios en las prácticas de cultivo e incrementan la productividad, lo que las hace más autosustentables. Se han utilizado las tasas de adopción obtenidas en las prácticas desarrolladas como uno de los indicadores para la sostenibilidad de la iniciativa. La evaluación ha mostrado altas tasas de adopción, incluso antes de que se elaboraran las directrices definitivas y se impartieron los cursos prácticos de formación. En algunos casos, como los estanques de sedimentación en huertos, los hortelanos adoptaron las prácticas directamente, ya que no requerían inversiones ni cambios importantes en sus prácticas.
- Integración de las mejores prácticas en los materiales de ampliación de formación: el Ministerio de Agricultura y Alimentación se involucró específicamente en el proyecto para poder incorporar las prácticas a sus materiales de formación a los agricultores. El proyecto se ha puesto en marcha en Kumasi, donde los materiales de formación desarrollados están siendo evaluados por perítos agrícolas del ministerio junto con los agricultores, con el objeto de que finalmente sean integradas con otras buenas prácticas. Esto también se llevará a cabo en otras ciudades en estudio y será integrado en los programas nacionales de formación, lo que asegurará su sostenibilidad.
- Apoyo institucional: se han implicado instituciones clave, especialmente autoridades locales, para asegurar que le iniciativa consiga el apoyo institucional y político adecuados. La acción de investigación ha sido llevada a cabo por un gran número de instituciones, incluso universidades locales, de gran reputación en temas de agua y saneamiento. La iniciativa también se ocupa de un importante y creciente reto: la urbanización, en la medida en que afecta a la seguridad alimentaria urbana y muchas autoridades locales están buscando soluciones. En Ghana, la iniciativa fue impulsada por la demanda existente, ya que fueron probadas y una vez que se han encontrado soluciones con base científica, la práctica está recibiendo apoyo de los responsables políticos, lo que aumenta su sostenibilidad.
- Valor del conocimiento autóctono: las prácticas desarrolladas provinieron en mayor medida de los propios agricultores, a partir de su experiencia diaria y de la experimentación en sus cultivos. Muy pocos de ellos tenían siquiera formación profesional en prevención de riesgos para la salud, sin embargo, el 80% de las intervenciones identificadas podrían estar relacionadas con lo que sugieren los expertos en prevención de riesgos para la salud. Los agricultores fueron incluso más lejos a la hora de detallar los criterios y sistemas de evaluación de las intervenciones en multiples dimensiones, a diferencia de los científicos que sólo eran capaces de centrarse en una sola dimensión, en este caso, la reducción de riesgos para la salud. Esto ha sido incluido en el plan de ejecución, e ilustra claramente el valor de los conocimientos autóctonos, especialmente cuando las comunidades están bien orientadas sobre cómo usarlo.
- Importancia de la participación de la comunidad: antes de esta iniciativa las autoridades locales, como Accra, intentaron prohibir la práctica pero fallaron. Es cómun oir que las autoridades locales en las ciudades subsaharianas como Accra, o Nakuru y Nairobi en Kenya destruyen los huertos urbanos debido al planteamiento de que existen riesgos percibidos para la salud. En la mayoría de los casos, estas autoridades no ven los beneficios de estas prácticas, no ofrecen ninguna solución y ni siquiera implican a las comunidades en la búsqueda de soluciones. Posiblemente las propias comunidades no entienden el alcance de los riesgos que plantean, como se muestra claramente en nuestro proyecto. Asegurar la participación activa de los agricultores en esta iniciativa genera un sentido de responsabilidad que les permite responder al desafío y un sentido de apropiación de las prácticas desarrolladas, lo que da lugar a altas tasas de adopción.
- Necesidad de flexibilidad: es importante ser flexible y de mente abierta cuando se trata de las comunidades, especialmente las agrupaciones informales y dinámicas, como los horticultores urbanos. A pesar de que se mantiene el enfoque para satisfacer a los agricultores, se ha tenido que revisar los plazos, incluso las intervenciones concretas evaluadas, así como incorporar nuevas modificaciones que se les ocurrieron durante el trabajo de campo.
La horticultura urbana con uso de agua contaminada es un fenómeno común en muchas ciudades de países pobres. Antes del comienzo de esta iniciativa en Ghana, se visitaron una serie de ciudades de este tipo y la práctica tenía gran cantidad de similitudes. Tradicionalmente, el tratamiento de aguas residuales se ha visto como la solución definitiva, pero ha resultado ser poco efectivo debido a los costes, fuera del alcance de muchas autoridades locales. Esta es una de las primeras iniciativas en probar tratamientos de bajo coste y medidas de riego con agua no tratada a nivel de suelo. Se ha partido mayoritariamente de las sugerencias formuladas en las directrices de la OMS sobre seguridad en el uso de aguas residuales en la agricultura de regadío, que también alienta a hacer trabajos de campo de este tipo con agua no tratada.
Sin embargo, es dificil transferir directamente estas prácticas a otros lugares con problemas de contaminación de agua debido a las condiciones locales, incluso en las ciudades en estudio difieren en cierta medida. No obstante, el método utilizado y las practicas desarrolladas pueden ser adaptadas a las condiciones locales. En Ghana, se están utilizando escuelas de campo para agricultores donde las demostraciones son realizadas por agricultores del propio estudio, otros que no participaron en los experimentos y agricultores de otras ciudades. También se cuenta con peritos agrícolas de otras áreas urbanas que vienen a las ciudades en estudio, aprenden y posteriormente transmiten estos conocimientos a los agricultores de sus localidades. Fuera de Ghana se comparte el conocimiento generado con los colaboradores, como el Urban Harvest de Nairobi, IWMI en India y Etiopía, etc. Generalmente se incrementa la transferibilidad estableciendo vínculos adecuados con otros sistemas de información y bases de datos que proporcionan información sobre los factores biofísicos como el clima, suelos, agua y otros factores socio-económicos y culturales. Además, siempre es aconsejable partir de las prácticas de los agricultores en una localidad determinada y trabajar para mejorarlas. Por ejemplo, en Nairobi, se utiliza mayoritariamente el riego por surcos, a diferencia de Ghana, donde se utilizann regaderas. En este caso, se está haciendo más hincapié en mejorar el riego por surcos para disminuir el contacto con la planta. Otros colaboradores internacionales como la OMS y la FAO que están interesados en este trabajo sin duda acelerarán la transferencia de la iniciativa.
Socio | 2005 | 2006 | 2007 | Total |
Cosecha Urbana | 5.000 | 5.000 | 5.000 | 15.000 |
Universidad Kwamw Nkrumah | 5500 | 4200 | 2500 | 12.200 |
Presupuesto total (dólares EE.UU.) | | | | 27200 |
El proyecto recibe el apoyo de las autoridades locales y se esperan cambios en la legislación en curso ya que el proyecto finalizó en diciembre de 2007. Además se han hecho aportaciones a la política de riego de Ghana, que está esperando la aprobación del gabinete. En la actualidad se esbozan directrices prácticas para soporte de decisiones a nivel municipal, lo cual se espera que sea considerado en la revisión de políticas y formulación de reglamentos y estatutos.
Keraita B., P. Drechsel, and F. Konradsen (2008) «Using on-farm sedimentation ponds to improve microbial quality of irrigation water in urban vegetable farming in Ghana[Utilización de estanques de sedimentación para mejorar la calidad microbiana del agua de riego en agricultura urbana en Ghana]», Water Science and Technology[Ciencia y tecnología del agua], 57(4): 519-525
Keraita B., P. Drechsel, and F. Konradsen, RC. Vreugdenhil (2008) «Potential of Simple Filters to Improve Microbial Quality of Irrigation Water used in Urban Vegetable Farming in Ghana[Potencialidad de filtros simples para mejorar la caliad microbiana del agua de riego en agricultura urbana en Ghana]», Journal of Environmental Science and Health[Revista de ciencias ambientales y de la salud], parte A: Substancias tóxicas y peligrosas e ingeniería ambental, 43 (7):749-755
Keraita B., F. Konradsen, P. Drechsel, and RC. Abaidoo. (2007) «Reducing microbial contamination on wastewater irrigated lettuce by cessation of irrigation before Harvesting[Reducción de la contaminación microbiana en lechugas regadas con agua residual a través del cese del riego previo a la cosecha]», Tropical Medicine and International Health[Medicina tropical y salud internacioanl], 12(2): 7-13
Keraita B., F. Konradsen, P. Drechsel, and RC. Abaidoo. (2007) «Effect of low-cost irrigation methods on microbial contamination of lettuce irrigated with untreated wastewater[Efectos de los métodos de riego de bajo coste en la contaminación microbiana de lechugas regadas con agua residual]», Tropical Medicine and International Health[Medicina tropical y salud internacional], 12(2): 14-21
Keraita B., P. Drechsel, W. Agyekum, and L. Hope. (2007) «In search of safer irrigation water for urban vegetable farming in Ghana[Buscando agua de riego más segura para la agricultura urbana en Ghana]», Urban Agriculture Magazine[Revista de agricultura urbana], 19: 17-20
Keraita B., Drechsel P. and Konradsen F. (2007) «Safer options for wastewater irrigated urban vegetable farming in Ghana[Alternativas más seguras para la agricultura urbana con agua de riego reciclada]», Leisa Magazine, 23, pg 23-28
Keraita B. and Klutse A. (2007) «Low-cost on-farm wastewater treatment technologies[Tecnologías de bajo coste de tratamiento de agua residual en explotaciones]», Informe n38 remitido al proyecto CGIAR WF, Accra, Ghana
Keraita B. (2007) «Irrigated urban agriculture and the public health dilemma: Challenges and initiatives to address food safety concerns in Ghana[Agricultura urbana de regadío y el dilema de la salud pública: desafíos e iniciativas para abordar las preocupaciones de seguridad alimentaria en Ghana]», Discurso de apertura en el congreso de investigación organizado por la Red de Investigación danesa para la Salud Internacional, Copenague
Rifkin, Susan and Pridmore, Pat (2001) «Partners in planning: information, participation and empowerment [Socios en planificación: información, participación y capacidad de decisión]», Macmillan, London.