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País/Estado — Camboya
Región según Naciones Unidas — Asia
Región ecológica — ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — organización no gubernamental (ONG);agencia internacional;gobierno central;gobierno localCategorías — Ordenación territorial: planeamiento y calificación del suelo; sistemas de información geográfica (SIG); incentivos al desarrollo; remodelación urbana y suburbana; igualdad de derechos de propiedad y herencia (especialmente para las mujeres). Situaciones de emergencia y desastres naturales: reducción de la vulnerabilidad (ordenanzas de la edificación y normativa de la ingeniería); concienciación y preparación cívica; reducción de riesgos; rehabilitación y reconstrucción; evaluación de riesgos; necesidades y riesgos por razón del género. Uso de la información en la toma de decisiones: indicadores; sistemas de información geográfica (SIG), técnicas de cartografía; sistemas de gestión de la información; uso de tecnologías de la comunicación; mejora de la participación; investigación; medidas políticas; datos y análisis desagregados por géneros.
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Su Excelencia, Sam Sotha Corner St 273 y 516 Toul Kork Village Toul Sangke Quarter Phnom Penh Reino de Camboya Teléfono/Fax: +855 23 880462Colaboración administrativa.
Colaboración administrativa.
BATTAMBANG Province PMAC C/- Sala Khet Battambang Street One BattambangColaboración administrativa.
En 2004 el Voluntariado Australiano Internacional [Australian Volunteers International (AVI)], puso en marcha el Proyecto para la Formación en Planificación de Actuaciones en Suelos Minados en conjunto con las cinco Unidades de Planificación de Suelos Minados [Mine Action Planning Units (MAPU)] que posee Camboya. El propósito del proyecto es proporcionar la formación necesaria para conseguir respuestas ágiles, transparentes e integrales en la planificación de acciones relacionadas con la gestión de minas y artefactos explosivos sin detonar en todas las provincias que tienen campos minados. Se busca también garantizar la participación de todos los actores sociales a la vez que se facilita la asignación y planificación de los suelos recuperados tras la limpieza de los restos explosivos de guerra.
Las Unidades de Planificación funcionan como secretariados provinciales que congregan a todos los implicados en la planificación de actuaciones sobre campos minados, atendiendo tanto a las necesidades inmediatas como a las futuras que presenten las comunidades que tienen campos minados en su territorio y donde la ordenación del territorio es un asunto primordial. El proyecto ha conseguido motivar la cooperación entre las Unidades de Planificación y las autoridades nacionales representadas por la Autoridad Camboyana de Actuaciones sobre Campos Minados [Cambodian Mine Action Authority (CMAA)]. Se ha asegurado así que las Unidades de Planificación desempeñen un rol vital en la obtención y distribución de la información destinada a apoyar la política nacional camboyana para la actuación sobre campos minados y la priorización del despejede los suelos minados.
El fortalecimiento de las capacidades de las Unidades de Planificación, ha propiciado la transparencia en el proceso de priorización de los suelos que se recuperarán implicando directamente a las familias y a las agrupaciones sociales dedicadas a trabajar en la recuperación y despeje de los suelos minados. Este proceso ha supuesto una aportación importante para el cumplimiento de los objetivos que el Real Gobierno de Camboya se ha fijado en relación con la gestión de suelos minados y que han sido definidos en el Subdecreto de Gestión Socioeconómica de las Operaciones de Remoción de Minas Explosivas en Camboya de 2004
Por otra parte, las MAPU han establecido criterios estrictos en cuanto a priorizar la asignación de los suelos recuperados a las familias más pobres, garantizando así la transparencia en el uso del suelo recuperado.
Asimismo, los proyectos de asistencia técnica extranjera han proporcionado formación en tecnologías de la información y en procesos de gestión a más de cincuenta miembros de las MAPU locales. Se ha dado formación específica en manejo de software de Sistemas de Información Geográfica en la creación de sistemas de gestión de bases de datos, la elaboración de presupuestos, y la organización de reuniones y talleres de formación.
El proyecto ha contribuido de manera directa a la reducción de la tasa anual de víctimas de las minas terrestres. Se ha pasado de tener un promedio anual de 850 víctimas entre 2000 y 2005 a tener 450 en 2006 y 351 víctimas en 2007.
Sin ignorar otros factores que han contribuido a esta alentadora tendencia, se debe destacar que la mejora de la coordinación de esfuerzos de todo el sector que trabaja en la gestión de las minas y artefactos explosivos sin detonar es un factor clave.
El AVI ha priorizado la formación del personal de las Unidades de Planificación. Para lograrlo, las MAPU. con el apoyo del proyecto, detectaron que existía la necesidad de mejorar la participación de las mujeres en todo el proceso, así como en los comités de acción provinciales, en los grupos de trabajo a nivel de distritos y en las agencias gubernamentales. La Agencia Internacional para el Desarrollo de la Mujer [Women's Development Agency (IWDA)] ha proporcionado el apoyo necesario para la formación del personal de las Unidades de Planificación en la comprensión del modo en que los roles asociados al género influyen en los procesos de planificación de la gestión de minas y artefactos explosivos sin detonar.
Como parte del proyecto y con la asistencia de la CMAA, la autoridad nacional en la materia, las Unidades de Planificación han priorizado el desarrollo de un sistema de gestión de la información a nivel nacional para manejar los datos claves en la acción sobre los campos minados. Este sistema podría apoyar los esfuerzos de descentralización del gobierno así como garantizar la seguridad jurídica de la tenencia de las tierras asignadas.
El enfoque del proyecto fue acordado sobre la base de una estrecha colaboración entre la CMAA, las MAPU y el sector de acción sobre los campos minados. Los cuatro objetivos definidos para el proyecto fueron:
Para apoyar el diseño y la ejecución de los proyectos, el AVI realizaron consultas exhaustivas con los actores sociales en los pueblos, municipios, distritos y provincias. Los resultados de esas consultas se aportaron a la estrategia del proyecto, a la vez que permitieron concienciar sobre los objetivos del proyecto, identificar posibles recursos y alentar la participación de los implicados en la planificación de actuaciones sobre campos minados, ya sea suministrando información técnica u otras ayudas en especie. Uno de los mayores logros de esta etapa fue obtener el compromiso del gobierno del país.
En tanto una de las estrategias más importantes del proyecto, durante el proceso se ha hecho especial hincapié en la difusión permanente y en la sensibilización a todos los niveles de gobierno acerca de sus obligaciones específicas en el proceso de toma de decisiones de las actuaciones sobre campos minados, particularmente en la identificación de beneficiarios para la asignación de tierras despejadas.
Los miembros de las MAPU recibieron formación en desarrollo comunitario y estrategias de participación de género aplicadas a la planificación de actuaciones en campos minados. Esto permitió que las mujeres de las comunidades se implicaran en el proceso. Asimismo, se contó con aportes financieros y técnicos de todos los organismos implicados, tanto del gobierno como de las ONG locales e internacionales.
Durante los tres primeros años del proyecto se movilizó asistencia técnica internacional para cada uno de las cinco Unidades de Planificación. Se impartió formación en planificación participativa, SIG y gestión de datos.
El AVI trabajó en conjunto con la CMAA para elaborar las directrices operativas que consolidaron un proceso de planificación desde la base y basado en la experiencia, tal y como se indica en el Subdecreto de Gestión Socioeconómica de las Operaciones de Remoción de Minas Explosivas en Camboya de 2004.
El proceso de planificación de acciones relacionadas con la gestión de minas y aparatos explosivos sin detonar es altamente participativo, enfrentando en primer lugar los problemas particulares de cada pueblo en relación con los campos minados. A traves de las Unidades de Planificación se ha facilitado el establecimiento de prioridades en cada nivel gubernamental de acuerdo con criterios transparentes. El proceso dio como resultado un Plan Provincial de Actuación sobre Campos Minados. En las primeras etapas del proyecto se detectó una escasa participación por parte de las mujeres en el proceso de planificación. En respuesta, el proyecto proporcionó formación al personal de campo de las MAPU a través de la IWDA lo que ha mejorado la capacidad de gestión de los problemas de género en los procesos de planificación.
Un problema que aún persiste se relaciona con las capacidades de los niveles medios del gobierno (municipios y distritos) para cumplir en su totalidad los objetivos previstos para ellos. En gran medida, este problema se debe a la baja remuneración que perciben los funcionarios pertenecientes a estos niveles de gobierno.
El punto culminante del proceso de planificación sobre suelos minados, es la expedición de los certificados de propiedad para las familias a las que se les adjudican los terrenos despejados. Sin embargo la validez de estos certificados de propiedad no está clara, a pesar de haber sido expedidos por el Ministerio de Ordenación Territorial. Esta cuestión se ha llevado hasta los más altos niveles gubernamentales para su discusión y resolución. Como resultado se ha establecido una comisión nacional para la tenencia de tierras en zonas afectadas por minas, que se está haciendo cargo del problema sucitado por los certificados de propiedad.
Por otra parte, tampoco está clara la manera en que se considerara a los más pobres de las comunidades en los procesos participativos para el establecimiento de las prioridades de las actuaciones sobre los campos minados.
En cuanto a la evaluzión del impacto de las actuaciones en las comunidades, se ha establecido un sistema de seguimiento de las MAPU. Después de la entrega de los certificados de propiedad, representantes de la CMAA visitarán los pueblos para comprobar si los planes urbanísticos se están cumpliendo, así como si los destinatarios de los terrenos aún están en posesión de ellos. La evaluación resultante ayudará a medir el impacto de las Unidades de Planificación y también el bienestar de las familias reasentadas.
El proceso de planificación de actuaciones sobre suelos minados ha contribuido a:
En cuanto a las MAPU, el proyecto ha fortalecido significativamente sus capacidades de gestión a través de:
En términos globales, el proyecto ha jugado un papel fundamental en la vinculación de la realidad local con la aplicación de políticas a nivel nacional al establecer una relación de cooperación entre ambos niveles, permitiendo aprender de la experiencia provincial y crear sólidos canales de comunicación con la CMAA. Esto se ha reflejado en los resultados obtenidos sobre el terreno en relación con la espectacular disminución de la tasa de mortalidad por causa de las minas terrestres y con la asignación de tierras a los más pobres. En consecuencia, el proceso de planificación de actuaciones sobre campos minados se constituye como un raro ejemplo de macropolíticas de descentralización aplicadas eficazmente.
A nivel infraprovincial se han hecho esfuerzos para integrar el proceso de planificación de actuaciones sobre campos minados dentro de las estructuras de gobierno existentes en los distritos y a nivel municipal. Asimismo, se ha proporcionado apoyo a los líderes de las comunidades para asegurar la comprensión de los objetivos del proceso de planificación y también para sensibilizar acerca de la necesidad de permitir la entrada de las familias más desposeídas en el proceso de planificación.
Uno de los problemas permanentes en el proceso es la gran cantidad de pueblos afectados, que dificulta la acción de las Unidades de Planificación en el momento de realizar consultas a nivel local. En ocasiones, se ha depositado en los líderes locales la responsabilidad de la realización de dichas consultas que redundarán en la determinación de prioridades del proceso de planificación de actuaciones sobre campos minados. En consecuencia, se ha puesto especial interés en la sensibilización de los líderes locales acerca de los objetivos del proceso, así como en la necesidad de que dicho proceso refleje la aportación de aquellas personas que viven en zonas de mayor riesgo. De la misma manera, se ha concienciado de que se producirá un seguimiento y control social posterior a la finalización del proceso, lo que contribuye a una mejor gestión de las asignaciones de tierras, sobre todo de aquellas asignadas a los más pobres de la comunidad.
El funcionamiento del Comité de Acción Provincial sobre Campos Minados ayuda a garantizar un enfoque integral en laplanificación del uso del suelo despejado. Recientemente, los directivos de los departamentos de Silvicultura y Medioambiente se han comprometido con el proceso de planificación de actuaciones sobre campos minados en tanto se ha puesto sobre la mesa de debate los procedimientos a seguir cuando se debe actuar en bosques o en áreas naturales protegidas.
Desde la perspectiva de la gobernanza, los procesos de actuación sobre campos minados son un modelo valioso para otros sectores de la sociedad, en tanto se trata de un sistema desarrollado dentro del margen presupuestario ordinario del gobierno nacional, basado en la planificación participativa y que compromete la presencia activa de todos los sectores sociales interesados e implicados en el problema de los restos explosivos de guerra.
El proyecto ha permitido entender que el uso de políticas de escala macro bien diseñadas permite obtener los apoyos y la confianza necesaria por parte de las comunidades locales. La rendición de cuentas a nivel local es vista como una señal de la transparencia del proceso. La participación del AVI en problemáticas relacionadas con los campos minados antes de que se iniciara el proyecto le permitió desempeñar un papel importante en la redacción del sub decreto nº 70 de Gestión Socioeconómica de las Operaciones de Remoción de Minas Explosivas en Camboya, que fue aprobado en 2004 y que describe el proceso de planificación de actuaciones sobre campos minados. A través de la experiencia sobre el terreno en actividades de planificación de actuaciones en campos minados, el AVI trabajó en conjunto con la CMAA a fin de garantizar que el decreto fuera el reflejo de un proceso participativo que se inicia en la base de las comunidades. Asimismo, ambas entidades han trabajado en la difusión de la idea de que planificación de actuaciones en campos minados es la expresión efectiva de la macropolítica de descentralización orientada a promover una mayor participación social al vincular el proceso de planificación de actuaciones en campos minados con el marco nacional de desarrollo. De este modo, entidades gubernamentales y no gubernamentales se sintieron obligadas a prestar apoyo y a cooperar en el proceso que se estaba poniendo en marcha. La claridad de los roles de los participantes del proyecto ayudó en el momento de la rendición al tener claras las comunidades la responsabilidad específica de cada agente. Los grupos de acción sobre campos minados de Camboya, que históricamente habían actuado con gran autonomía rspecto del gobierno, jugando un enorme papel las organizaciones internacionales, a través del proceso de planificación de actuaciones en campos minados se han coordinado por fin con el gobierno nacional, lo que ha generado políticas de compromiso financiero a largo plazo para sostener los procesos de planificación de actuaciones en campos minados. Asimismo, se ha comenzado a materializar un fuerte liderazgo por parte del gobierno en estas materias. Al actuar como defensor de la idea de buena práctica que sustenta el proyecto puesto en marcha por el gobierno, el AVI tuvo la posibilidad de ejercer cierta presión sobre otras organizaciones para integrarlas adecuadamente al proceso de planificación de actuaciones en campos minados consiguiendo los apoyos necesarios para la puesta en marcha.
Los principios que sustenta el AVI a través de este proyecto son de importancia para cualquier programa de desarrollo. El proyecto utiliza una sólida base de conocimientos construida sobre la información proporcionada por las comunidades a nivel de aldea, municipio, distrito y provincia. Sobre esta base se desarrollan políticas adecuadas para mejorar la gestión de un problema complejo. De acuerdo a este principio, se ha mejorado la sostenibilidad del proyecto sobre la concienciación de todos los actores sociales afectados, que de esta manera se comprometen a cooperar y a apoyar esta iniciativa.
El proyecto ha proporcionado asistencia técnica de gran relevancia y ha centrado sus esfuerzos formativos en apoyar el sistema gubernamental que gestiona este nuevo proceso. Los beneficiarios del proyecto son personas que ya estaban trabajando dentro de este sistema. Se ha dado asistencia técnica y formación en áreas como la perspectiva de género en la administración y uso de sistemas de información geográfica y mapas como herramientas de planificación. A medida que mejoraba la formación, el gobierno ha podido ir mejorando las directrices operativas afinando permanentemente su capacidad para obtener información de calidad de las comunidades locales.
El proyecto ha mejorado también la toma de conciencia de los efectos que tiene la planificación participativa en los pueblos y las oportunidades que conlleva para los más desposeídos.
A nivel del país, el proceso de planificación de actuaciones en campos minados es considerado como un desarrollo satisfactorio de la política de descentralización del gobierno. Ha demostrado que un proceso de planificación participativa puede ser gestionado desde el gobierno con un presupuesto modesto. Recientemente, el Consejo de Ministros ha decidido ampliar el espectro de asuntos relacionados con la gestión del suelo que pueden ser abordados por las Unidades de Planificación de Suelos Minados.
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SOCIO | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | TOTAL |
| AusAID | 0 | 391,518 | 321,640 | 234,616 | 414,316 | 1,283,685 |
| Presupuesto total (dólares EE.UU.) | 0 | 359,120 | 295,024 | 215,225 | 414,316 | 1,283,685 |
El principal impulso para el proyecto provino de la voluntad del Gobierno de Camboya de asumir una mayor responsabilidad en el campo de las actuaciones sobre territorios minados. Durante la puesta en marcha del proyecto, la CMAA redactó el sub decreto nº 70 de Gestión Socioeconómica de las Operaciones de Remoción de Minas Explosivas en Camboya, que proporciona directrices claras al sector. El AVI jugó también un papel fundamental asesorando en la redacción del Subdecreto. Por otra parte, el Subdecreto nº 70 se relaciona directamente con el Subdecreto sobre Concesiones Sociales de tierras, que dicta en qué casos, cómo y bajo qué términos los terrenos públicos pueden ser transferidos a la propiedad privada, a fin de garantizar la concesión de tierras despejadas a los sectores más vulnerables.
En términos generales, el proyecto actúa bajo el paraguas de las políticas macro del gobierno de Camboya y de la legislación para la descentralización y desconcentración, en particular de la Ley Orgánica.
Scott Rankin (2004) «A Blessed Stone», AV Magazine, Spring 2004 (Nov 2004) p20 - 21
Scott Rankin (2008) «Removing the Red Tape», AV Magazine, Winter 2008 (May 2008) p10-11
| Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2008 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/08/bp1808.html |