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País/Estado — Bolivia
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — alta meseta
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local; sector privado; organización no gubernamental (ONG); agencia internacional; medios de comunicación.Categorías — Gestión ambiental: creación de zonas verdes en la ciudad; introducción de criterios ecológicos en el entorno urbano. Arquitectura y diseño urbano: paisajismo; edificios verdes. Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria; riqueza social y cultural; educación cívica.
Barrio Santa Rosita, calle Postrervalle número 100, casilla 403, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Tel: (591 3) 351-1096 fax: (591 3) 351-1096E-mail: info@cedure.org
Doble vía La Guardia, Km 7 1/2, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. tel: (591 3) 356-6000; 721-29189.Colaboración financiera.
Avenida Cristo Redentor, Km 6, Sexto anillo, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. tel: (591 3) 923-2873Colaboración financiera.
Radial 19, entre Tercer y Cuarto anillo, Parque Los Mangales, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. tel: (591 3) 354-7508.Colaboración técnica.
P.O. BOX 16440 2500 BK The Hague, The Neatherlands, CP: Lutherse Burgal 10Colaboración financiera.
Irpavi 2, calle 5, número 5010, Zona Sur, La Paz, tel: (591 2) 2723284; (591 2) 72043660Colaboración financiera.
Avenida El Trompillo esquina Avenida San Aurelio, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. tel: (591 3) 353-8373Colaboración técnica.
Desde 2004, el Programa Permanente de Formación Ciudadana (PPFC) del Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano y Regional (CEDURE) lleva a cabo el concurso interbarrios «Vecinos en acción. Construyendo una ciudad pintuda», con el fin de promover la participación de los habitantes de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en la mejora y el mantenimiento del espacio público urbano a través de la intervención en sus propios barrios y entornos.
Desde sus inicios, la convocatoria a este desafío ha tenido una respuesta positiva y ascendente de los vecinos que se han inscrito y se han organizado para transformar sus barrios, logrando además la adhesión de instituciones y empresas en un emprendimiento de efectos multiplicadores y sinérgicos.
Los cambios físicos en los barrios involucrados han sido trascendentales, pero también se han registrado cambios de actitudes y comportamientos, surgimientos de nuevos liderazgos (especialmente en mujeres), procesos de articulación vecinal, fortalecimiento de la autoestima, impacto favorable en materia de seguridad ciudadana, posicionamiento de una nueva imagen de los barrios más pobres en los medios de comunicación, procesos de inclusión de sectores sociales marginados, autogestión y fortalecimiento de la cultura ciudadana en Santa Cruz, entre otros efectos.
Las lecciones que nos deja este concurso son de extraordinaria utilidad como guía para futuras iniciativas de trabajo comunitario. Este aprendizaje está enriquecido por los obstáculos y las dificultades que tanto los organizadores, como los mismos vecinos, enfrentaron durante la competencia y que dejaron un registro de importantes lecturas que deben ser aprovechadas para optimizar nuevos procesos de formación ciudadana.
La experiencia de «Vecinos en Acción» ha alcanzado tal repercusión que otros municipios cercanos han organizado sus propios concursos.
En Santa Cruz, la atención de las necesidades de los barrios y de los propios vecinos ha sido principalmente responsabilidad de la administración municipal, aunque no siempre lo hiciera de manera oportuna y equilibrada.
Por tanto, la intervención de los vecinos en la solución a sus problemas, por lo general se había circunscrito a la presión y a la movilización social para que sus demandas y pliegos petitorios fueran escuchados y posteriormente satisfechos.
El principal objetivo es promover la participación de los barrios en la mejora y mantenimiento de su espacio público: un entorno privilegiado para la coexistencia.
La estrategia para conseguirlo es una competición entre los diferentes barrios para llevar a cabo mejoras en espacios públicos con la expectativa de conseguir un premio. Dadas las diferencias entre los barrios, se estableció como principio de evaluación que no se valora el estado de los barrios, sino la mejora conseguida sobre el mismo.
El concurso recibió el resapaldo la Ley de Municipalidades boliviana que permite a los barrios realizar obras en el espacio público para su mejora y mantenimiento.
El equipo de CEDURE organiza anualmente el concurso está compuesto por sólo tres profesionales: el director del proyecto, que se encarga de organizar el concurso, contactar con las empresas y organismos patrocinadores y administrar los recursos entre otras cosas; un coordinador, cuyo trabajo es coordinar el proceso en su totalidad y visitar los barrios, para que éstos acrediten haber logrado los objetivos que pretendían; y un encargado de prensa, que mantiene informados a los programas de radio que siguen el concurso, además de llevar a cabo la evaluación y calificación de los barrios ganadores. Es un equipo muy pequeño, pero que ha logrado al participación de muchos actores en torno a él.
En el campo financiero, los fondos que aportan los socios al principio de cada concurso (ver perfil financiero), se distribuyen en cuatro áreas: gastos operativos (visitas a los barrios, llamadas telefónicas, material de oficina, etc.), gastos de difusión (anuncios de radio, cartelería, etc.), premios (incluyendo la instalación de los mismos en los barrios ganadores) y pago del personal encargado de organizar y llevar a cabo el concurso. La administración y la justificación del uso de estos fondos están documentados tal y como exigieron los donantes.
En marzo de cada año comienza el concurso, cuando el equipo de CEDURE expone las bases del concurso, define el calendario de trabajo, diseña la estrategia comunicativa, calcula el presupuesto y solicita los fondos a los socios.
En mayo se lanza el concurso en una conferencia de prensa. Desde entonces y durante el mes siguiente se formalizará la inscripción de los barrios.
En el momento de la inscripción se informa a los concursantes de que los barrios no competirán entre ellos, sino consigo mismos, comparando su situación inicial con su estado tras el trabajo de los vecinos.
Para llevar a cabo esta comparación, el equipo de CEDURE fotografía aquellos lugares donde trabajarán los barrios ; tres meses después, el mismo equipo fotografía los mismos lugares para comparar las mejoras.
Para hacer la competencia más justa, se han creado categorías específicas de trabajo:
Durante los tres meses de trabajo local (de junio a agosto); el equipo hace un seguimiento de todos los participantes para examinar su trabajo en relación con sus propios retos.
¿Quién se clasifica? Los barrios que no sólo han cambiado su aspecto, sino aquellos que lograron un trabajo participativo de sus vecinos, aquellos que lograron una notable contribución a la calidad de vida de la comunidad, y aquellos que pueden garantizar una estrategia sostenible para las mejoras conseguidas.
La elección de los ganadores se realiza en septiembre, cuando un jurado formado por representantes de los socios y profesionales en materia de desarrollo urbano evalúa y selecciona los mejores barrios.
Se comunican los ganadores en octubre. Los premios se entregan un mes más tarde en un emotivo acto donde los ganadores se encuentran unos con otros, hablan de sus esfuerzos, de las puertas a las que llamaron en busca de ayuda, de los problemas y dificultades a los que se enfrentaron, y de cómo se levantaron y siguieron trabajando y cómo el barrio se ha fortalecido tras esta experiencia.
Los premios son variados, tales como materiales de construcción y mobiliario para áreas verdes, donaciones de materiales para infraestructuras, equipos informáticos, impresoras, y, para las escuelas ganadoras, equipamiento completo para actividades deportivas.
Tras cuatro años de concurso, esta experiencia ha alcanzado muchos logros, tanto cualitativos como cuantitativos. Algunos de ellos son:
Un creciente número de ciudadanos, 268 barrios en total, participa en esta iniciativa. Si se multiplica este número por cinco (la media de familias que trabajan por cada barrio), fácilmente se sobrepasa el millar de familias que están construyendo una ciudad pintuda. Si esta cifra la multiplicamos por los cinco miembros de una familia promedio, tendremos que 5.000 vecinos han estado expuestos de alguna u otra manera a los mensajes de la campaña, y por supuesto a los principios y valores promovidos por el Programa Permanente de Formación Ciudadana.
También existen muchos otros logros intangibles:
El crecimiento de la autoestima de los habitantes del barrio ganador; el hecho de ser motivo de noticia en los medios de comunicación; la oportunidad de descubrir o revalorar las capacidades de autogestión del barrio; la apropiación del espacio público; y, finalmente la identificación y posicionamiento de nuevos liderazgos, así como el crecimiento de aquellos que ya existían, con resultados especialmente satisfactorios entre las mujeres.
La experiencia es nueva, pero sus perspectivas son grandes:
Financiera: esta iniciativa no necesita de préstamo alguno. Se financia mediante los socios contribuyentes y así lo seguirá haciendo; los socios han mostrado interés en continuar trabajando con los vecinos mientras todo el mundo tenga su parte de responsabilidad en este proyecto.
Social y económica: el componente social es uno de los pilares de esta iniciativa, el concurso pertenece a los vecinos, ellos lo exigen cada año, especialmente en el caso de las mujeres, que comparten sus obligaciones familiares con el reto de mejorar sus barrios, los niños también han jugado un papel importante; ellos también quieren liderar la transformación de su entorno vital.
Cultural: un requisito fundamental del concurso es la interrelación local. Para llevar adelante los cambios los vecinos se deben haber conocido unos a otros y deben haber compartido muchas cosas. En los barrios más alejados de Santa Cruz, este proceso ha fortalecido las relaciones entre vecinos de diferentes culturas, en cuyos barrios trabajan respetándose los unos a los otros y generando integración en torno a un objetivo común.
Ambiental: la mejora de los barrios es un trabajo de equipo, se hace manualmente, no acarrea ningún coste ambiental, en lugar de ello, los vecinos contribuyen con iniciativas de reciclaje, tratamiento de residuos sólidos y muchos trabajos de forestación, especialmente en las zonas verdes.
Institucional: finalmente, es necesario remarcar que la experiencia de «vecinos en acción» se acoge a las leyes bolivianas; los recursos usados en esta iniciativa están enmarcados en las leyes, el manejo de los fondos está adecuadamente controlado por las instancias correspondientes y la eficiencia ha sido precisamente lo que ha hecho que el concurso gane un creciente apoyo de socios y participantes.
Una de las lecciones más importantes que ha dejado esta experiencia es haber entendido que los vecinos consideran el espacio público como una prolongación de sus casas y, por tanto, un lugar indispensable para la satisfacción de multitud de necesidades básicas. Los vecinos que están deseando invertir tiempo y recursos en la recuperación de estas áreas han encontrado en el concurso un motivo inestimable para hacerlo.
También es necesario subrayar que la apropiación del espacio público fortaleció la interacción local, mejorando incluso la seguridad ciudadana en las zonas donde los vecinos trabajaron.
El componente comunicativo del concurso también nos ha dejado importantes legados. Uno de ellos es el diseño de una estrategia de comunicación global, en la que, aparte de los medios de comunicación, la comunicación interpersonal, cara a cara con los vecinos, garantiza la participación real de los vecinos y el logro de los objetivos de la experiencia.
De todos modos, el rol de los medios de comunicación es muy importante, ya que hacen que los vecinos se sientan importantes, generadores de noticias positivas y dueños de sus propias decisiones.
Otra lección que es preciso destacar es la seriedad con la que el concurso se llevó a cabo. El cumplimiento de las fechas y de los compromisos asumidos, la puntualidad y la eficiencia de su administración, y el apoyo que todo ello tuvo por parte de los actores involucrados, permitieron a la iniciativa asentarse y crecer rápidamente. El hecho de haber comenzado con 26 vecinos el primer año de concurso y haber alcanzado el centenar en menos de cuatro años, habla del crédito que adquirió la competición.
Para concluir, hemos aprendido que la intervención de actores estratégicos aliados entorno a una idea innovadora es suficiente para generar un cambio estructural en los barrios y en las vidas de sus habitantes.
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Socio | 2004 | 2005 | 2006 | 2007 | Total | % |
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Transredes | 3.000 | 9.810 | 5.000 | 2.000 | 19.810 | 20.23 % |
| SOBOCE | 1.736 | 1.800 | 1.800 | 1.800 | 7.136 | 7.28 % |
| Gobierno Municipal | 0 | 4.800 | 4.800 | 4.800 | 14.400 | 14.72 % |
| CRE | 0 | 0 | 1.636 | 7.585 | 9.221 | 9.42 % |
| Cordaid | 6.700 | 0 | 0 | 7.585 | 0 | 6.48 % |
| CEDURE | 7.500 | 7.500 | 7.500 | 7.500 | 30.000 | 30.65 % |
| DFID | 0 | 0 | 10.625 | 0 | 10.625 | 10.86 % |
| Presupuesto total | 18.936 | 23.910 | 31.361 | 23.685 | 97.892 | 100 % |
Cifras en dolares EE UU.
Como ya se ha mencionado, esta experiencia está apoyada por la Ley de Municipalidades boliviana, que permite a los vecinos realizar trabajos en espacios públicos para su mejora y mantenimiento.
Redacción (2007) «Buena Vecindad: Más barrios pintudos», Semanario Número 1, 23 de noviembre de 2007.
Redacción (2007) «Premiados», Diario El Deber, 17 de noviembre de 2007.
Igor Ruiz (2007) «Escuela Isuto es la más limpia y recicla bolsas de leche y yogurth», Diario El Deber, 21 de noviembre de 2007.
Carmen Pérez (2007) «CEDURE premió a los barrios y colegios pintudos», Diario El Deber, 21 de octubre de 2007.
Carmen Pérez (2007) «Barrios pintudos en su etapa final», Diario El Deber, 21 de octubre de 2007.
Sarita Jordan (2007) «Colegios pintudangos», Semanario Número 1, 5 de octubre de 2007.
Sarita Jordan (2007) «¡Qué buenos vecinos!», Semanario Número 1, 14 de octubre de 2007.
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