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País/Estado — España
Región según Naciones Unidas — Europa
Región ecológica — costera
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno central; gobierno local; fundaciónCategorías — Modelos de producción y consumo: eficiencia en el uso de la energía, eficiencia energética; uso y consumo de agua; conservación de recursos, ahorro de recursos; concienciación del consumidor. Procesos de planificación urbana y regional: aplicación local de la Agenda 21, realización de Agenda 21 Local; remodelación urbana; planeamiento urbano y metropolitano; planificación de la conservación del patrimonio cultural. Cooperación Técnica e Internacional: cooperación y ayuda multilateral; creación de redes; aprendizaje e intercambio entre iguales; formación continua.
Avda. Cervantes, 4 29016 Málaga Teléfono: 952135942 Fax: 952135420Web: http://www.ayto-malaga.es
Ministerio de Vivienda. Paseo de la Castellana, 112 C.P.: 28071 Madrid, EspañaWeb: http://www.vivienda.es
Plaza de la Alcazaba 1, Edif. aparcamientos 29012 Málaga, España Tel: 952602777 (78--79) Fax: 952223092E-mail: lgtapia@ciedes.es
Banco 1663, oficina 1002 Valparaiso, Chile Tel: +5632939571 Fax: +5632939572Web: http://www.urbalvalparaiso.cl
Rue de la Loi, 200 (L-41 5/25) 1049 Bruselas Bélgica Tel: +3222984636 Fax: +3222993622Web: http://www.europa.eu.int/comm/europeaid/projects/urbal/corporate/index_es
Previendo el final de la red Urb-Al, y considerando la necesidad de mantener las relaciones que se habían creado entre los socios, así como el gran valor del patrimonio del conjunto de redes Urb-Al, Málaga lideró dos proyectos cuyo objeto eran dar continuidad a las experiencias Urb-Al. Por una parte desarrolló el Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) como centro de carácter permanente ubicado en un edificio bioclimático donde organizar cursos de formación y gestión ambiental, y donde se desarrolló un sistema de indicadores comunes entre los socios Urb-Al. Por otra parte para preservar el patrimonio de los documentos, investigaciones y proyectos del conjunto de las trece redes Urb-Al, se constituyó el Centro de Documentación del Programa Urb-Al (CDPU). Se trata de una biblioteca física y virtual donde se clasificaron todos los documentos y proyectos Urb-Al, para ofertarlos gratuitamente en forma de Buenas Prácticas a través de la web.
Antes de la puesta en marcha de la actuación, Málaga apenas tenía vínculos con América Latina. El desarrollo de la red y del programa Urb-Al era la oportunidad de intercambiar experiencias y de realizar proyectos en campos diversos como el medio ambiente, las políticas sociales urbanas, la sociedad de la información o la promoción de la mujer en instancias de decisión local.
Bajo el marco de fomentar el intercambio de experiencias en el campo del medio ambiente urbano, los objetivos de la red eran identificar y promover un número suficiente de ciudades, entidades y asociaciones europeas y de América Latina (LA) para que durante los tres años iniciales del proyecto, fomentasen la participación y desarrollasen propuestas concretas de actuación entre grupos de ciudades, que sometidas a concurso público pudiesen ser cofinanciadas por la Unión Europea (UE).
Málaga, como responsable de constituir y coordinar la Red 6, y al resultar ganadora del concurso internacional realizado con este motivo, concretó los aspectos específicos en los que trabajaría, dando una visión amplia e integral de lo que entendíamos por medio ambiente urbano. Estos contenidos fueron organizados en cuatro partes interrelacionadas: el territorio y la ciudad, los recursos naturales, la cohesión social, y el gobierno de la ciudad. La estrategia de trabajo era doble, por una parte reunir anualmente en Málaga a las ciudades y organizaciones socias para debatir cuestiones específicas de cada ámbito del medio ambiente urbano, fomentando la creación de subgrupos de socios que desarrollaran proyectos concretos.
El Ayuntamiento de Málaga con la colaboración de expertos internacionales elaboró el documento de base que constituyó la referencia inicial para desarrollar los trabajos de la red. En una labor progresiva en el tiempo, logramos tener 217 socios, ciudades y asociaciones de América Latina —134— y Europa —83—. Anualmente, desde 2001 se celebraba, en Málaga, una reunión anual donde acudían los socios para formar grupos de trabajo de los que nacerían gérmenes de proyectos comunes. Los grupos de trabajo coincidentes con los cuatro grandes apartados de la Red 6 eran coordinados por profesionales de la psicología de forma que la participación de las personas fuese equitativa, evitando el mayor protagonismo de socios con mayor experiencia, en beneficio de aquellos, principalmente de Latinoamérica, que participaban por primera vez en un foro internacional.
Los recursos económicos para desarrollar las reuniones anuales provenían de Málaga y Europeaid, quienes financiaban las reuniones. Los socios financiaban el transporte desde su ciudad de procedencia. Los dos últimos años, al estar fuera de programa, los costes de organización fueron asumidos enteramente por Málaga. Los proyectos comunes, que eran ideados por subgrupos de ciudades, eran cofinanciados en un 70% por Europeaid hasta un máximo de 800.000 euros.
La Comisión Europea cofinanció con el Ayuntamiento de Málaga durante tres años los trabajos de la Red 6, entre 2001 y 2003. A partir de esa fecha Málaga decidió continuar realizando dos reuniones anuales más, en 2004 y 2006, financiadas exclusivamente por el Ayuntamiento, con el fin de dar continuidad a los trabajos iniciados y mantener la cohesión de los socios buscando fuentes económicas alternativas para financiar proyectos.
El proceso de aglutinar 217 socios de países, costumbres, culturas y lenguas muy diferentes fue un trabajo complejo. Logramos establecer mecanismos de participación ágiles y duraderos. Durante las reuniones anuales se realizaban los contactos esenciales que posteriormente eran completados a distancia por email, fax o teléfono. De las reuniones anuales obtuvimos la elaboración de 53 propuestas de proyectos, de los que Europeaid aprobó y financió 11 con un coste total de seis millones de euros, participando 94 diferentes ciudades —36 UE y 58 LA—. Los proyectos podían ser de dos tipos:
En 2005, Europeaid desarrolló la idea que Málaga había sugerido de recuperar toda la información producida en las 13 diferentes redes del programa Urb-Al (Conservación de Espacios Históricos, Desarrollo Económico, Lucha contra la Pobreza, La Mujer en ámbitos de Decisión Local...), y que suponían el desarrollo de 175 proyectos. A principios de 2006 empezó a estar disponible en la web toda la información Urb-Al clasificada por redes o materias. Suponía la constitución del CDPU.
Las reuniones anuales y sobre todo el desarrollo de proyectos, supusieron aunar métodos de trabajo comunes tanto en las propuestas técnicas como en la labor administrativa y financiera. A través de evaluaciones e indicadores de seguimiento se va conociendo la implantación real de los once proyectos desarrollados, y de los cambios locales que han producido:
Los cursos de formación organizados por el OMAU y el CDPU para funcionarios de ciudades Urb-Al supusieron mejoras en su formación técnica y administrativa en materias ambientales, así como en su capacitación para formular y desarrollar proyectos. En los organizados por el OMAU, entre 2004 y 2005 se iniciaron o actualizaron Agendas 21, y se creó un sistema integrado de indicadores ambientales abierto al universo Urb-Al.
La Cultura de Ciudades Sostenibles tiene relación con la adopción de formas colectivas de comportamiento con el medio ambiente urbano, que llegan a constituirse como modos de vida, costumbres y conocimientos habituales en nuestra época. El cumplimiento de esta idea, junto con la de sostenibilidad, daría un resultado óptimo en las actuaciones desarrolladas desde 2000. En ese sentido, valorando la importancia del desarrollo de los proyectos realizados y las mejoras institucionales o de calidad de vida que hayan podido producir, es necesario destacar algo tan importante como el acceso a la cultura y la entrada en ámbitos internacionales de ciudades de tamaño medio y menor, básicamente latinoamericanas, que prácticamente nunca habían trabajado en red.
Estas ciudades han tenido la oportunidad de aprender métodos colectivos de trabajo y valoración de objetivos y de emplear técnicas de medición de resultados y sistemas presupuestarios de sus herederos OMAU y CDPU. A su vez, han introducido con carácter habitual referencias a los aspectos básicos del medio ambiente urbano: referencias a la ordenación del territorio, al uso del planeamiento urbanístico, a la necesidad de recuperar la ciudad compleja, la mezcla de usos, que al mismo tiempo tiene características compactas que la hacen más accesible y menos consumidora de energía; referencias al cuidado de los recursos naturales, en su utilización y consumo, en su impacto sobre el medio urbano y natural; referencias al fomento de la inclusión social, la equidad de género, social y económica, así como la participación ciudadana en el gobierno de la ciudad a través de reglamentos o normativas como el aprobado en Málaga.
Las lecciones comunes aprendidas, suponen integrar la cultura del recurso en la sociedad actual para poder reducir la producción de residuos y para favorecer su reutilización. El manual de Buenas Prácticas Recurso-Residuo- Recurso, R que R, nació en 2004 como consecuencia del grupo de trabajo integrado por técnicos municipales de Getafe, Caldas de Reis, Sant Boi, Santiago de Surco, Porto Alegre, Río Claro, La Habana, Camilo Aldao, Bluefiels, Orellana. Desurbal, Arezzo, Arica, Cuenca, Cáceres, General Pico, Lille, Santiago de Surco y Tres de Febrero. Trabajaron en la mejora de la gestión de los desechos urbanos en términos de reducción de los gastos socio-económicos. En relación con la gestión de los residuos sólidos en islas oceánicas, los municipios de Karlsruhe, Galápagos, San Andrés y Canarias, afrontaban la cuestión de los territorios con problemas de almacenaje de residuos por su sustrato volcánico, lejanos al continente y con aumentos de población autóctona y turística.
En el monográfico de 2002, Ciudad Compacta versus Dispersa, Málaga, Sao Paulo, Viña del Mar, Mar del Plata, Florianópolis y Bello Horizonte, realizaban un análisis del desarrollo urbano de la ciudad desde dos punto de vista: por un lado, desde su configuración, su compacidad física y su complejidad de usos y relaciones sociales; y por el otro desde la ciudad dispersa o difusa, referida habitualmente a grandes espacios monouso, con problemas de conexión y movilidad, donde la escala del transporte privado o público une las diferentes funciones urbanas. Roma, Alicante, Colta, Cuzco, México, trabajaron en esta idea, relacionándola con los espacios verdes. El Observatorio de Medio Ambiente Urbano, Málaga, Treviso, Belo Horizonte, Viña del Mar, Rosario, Roma, también relacionó los conceptos de compacidad y complejidad, y la recuperación del espacio público como eje vertebrador de la ciudad en las Agendas Locales 21 que desarrollaron los socios.
El continuo intercambio de experiencias y formas de trabajo que han realizado los participantes en las reuniones y proyectos Urb-Al, y que a través del CDPU http://www.centrourbal.com se han constituido en un panel de Buenas Prácticas y lugar de aprendizaje en la formulación y desarrollo de proyectos.
En 2001, en la primera reunión de ciudades europeas y latinoamericanas de Urb-Al 6, se presentó el documento de base elaborado por el Ayuntamiento de Málaga y expertos internacionales de ambos continentes sobre el medio ambiente urbano. A partir de ese documento se debatieron e intercambiaron experiencias anualmente y de forma sectorial en materias de ordenación del territorio y configuración de la ciudad, organización de los recursos naturales, cohesión social y gobierno de la ciudad.
Entre 2001 y 2005 fueron desarrollados más de once proyectos de actuación por un conjunto de ochenta ciudades, que fueron tutelados por el Ayuntamiento de Málaga en la redacción de propuestas, en el desarrollo y gestión de los proyectos. Cada proyecto tenía una duración media de veinticuatro meses, estaba financiado en su mayor parte por Europeaid y en menor porcentaje por el resto de socios (en aportaciones dinerarias o no dinerarias). Implicaba diversas reuniones en las diferentes ciudades participantes, de forma que paralelamente a los avances en el desarrollo del proyecto, se conocieran las realidades y problemáticas de las ciudades socias de cada proyecto. Cada proyecto era financieramente independiente y la ciudad coordinadora del mismo era la responsable del control financiero, al igual que del desarrollo temporal del proyecto, y de formalizar su visibilidad a través de páginas web y de documentación escrita y gráfica.
Las doce redes Urb-Al paralelas a la de Málaga actuaron con similares características en el desarrollo de sus actividades, realizando entre 1998 y 2006 tres reuniones anuales cada una, lo que sumado a las cinco reuniones anuales de Málaga, sumaron cuarenta y una. Reuniones que agruparon a 2.000 ciudades participantes en los eventos. De ellas, 1.545 (464 de la Unión Europea y 1.081 de Latinoamérica) participaron además en el desarrollo de 175 proyectos comunes.
En 2005 Málaga en colaboración con Valparaíso, comenzó a desarrollar el Centro de Documentación del Programa Urb-al cuyo objetivo como continuación de las redes Urb-AlL es:
Socio | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | 2006 | Total | |
Malaga (47%) | 150,000 | 150,000 | 700,000 | 950,000 | 1,550,000 | 3,500,000 | |
Ciedes(%) | |||||||
Valparaiso(2%) | 150,000 | 150,000 | |||||
Europeaid (51%) | 350,000 | 350,000 | 550,000 | 800,000 | 1,800,000 | 3,850,000 | |
Presupuesto total | 500,000 | 500,000 | 1,250,000 | 1,750,000 | 3,500,000 | 7,500,000 |
El Ayuntamiento de Málaga ha apoyado de forma técnica y financiera el desarrollo de los trabajos Urb-Al-OMAU-CDPU. Los impulsó administrativamente desde su comienzo, facilitando la incorporación de funcionarios a los cometidos previstos en las áreas de trabajo. Financió el desarrollo de los proyectos más allá de los compromisos iniciales derivados de los acuerdos con Europeaid. Las dos últimas reuniones Urb-Al fueron financiadas únicamente por la corporación. Los objetivos conjuntos e integrados de Urb-Al han sido recogidos en los documentos que configuran el desarrollo futuro de la ciudad; la Agenda Local 21, el Plan Estratégico, y el Planeamiento Urbanístico General. Estos tres documentos tienen en común las líneas de trabajo desarrolladas en Urb-Al, y han recibido aprobaciones normativas por el ayuntamiento.
En 2005, el ayuntamiento aprobó el Reglamento de Participación Ciudadana,donde se regula la participación de asociaciones y entidades del voluntariado en el gobierno municipal y en la toma de decisiones.
Los indicadores de seguimiento desarrollados tanto en la Agenda Local 21 como en el OMAU se actualizan periódicamente para que se pueda constatar de forma pública la evolución del Observatorio de Medio Ambiente Urbano.
Comisión Europea (2006) «Reunión de Ciudades», Carta de información Urb-Al, número 5, Comisión Europea, Programa Urb-Al
Observatorio de Medio Ambiente Urbano (OMAU) (2006) Centro de Documentación del Programa URB-AL.(CDPU) Málaga, http://www.centrourbal.com/
OMAU (2006) Sistema Integrado de Indicadores Urbanos. Málaga, OMAU, http://www.omau-malaga.com/portal/index.php?id=221
Comune di Arezzo (2006) Desurbal Arezzo, 151 pp.
Ayuntamiento de Málaga et al. (2005) Guía práctica de normas y procedimientos para la ejecución de proyectos Málaga, CDPU, 192 pp.
Ayuntamiento de Málaga et al. (2004) La acción de las autoridades locales a favor de la prevención de residuos en Europa y América Latina. Málaga, CDPU, 70 pp.
Municipalidad de Viña del Mar (2004) Mejorando la calidad de vida en la ciudad silenciosa. Viña del Mar, 121 pp. http://www.urbalruido.com
Pedro Marín Cots et al. (2002) La configuración de la ciudad, compacta versus dispersa. Málaga, OMAU, 118 pp. http://www.omau-malaga.com/portal/index.php?id=174
Ayuntamiento de Málaga (2001) Medio Ambiente Urbano Málaga, 134 pp.
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2006 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/06/bp1626.html |