Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2006, y catalogada como
GOOD.
(Best Practices Database)
País/Estado — Argentina
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — barrio
Agentes — gobierno local; asociación de profesionales; organización de base comunitaria (OBC); fundación.
Categorías —
Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo; formación profesional; acceso a créditos.
Modelos de producción y consumo: reciclaje y reutilización de residuos; eficiencia en el uso de la energía, eficiencia energética; uso y consumo de agua; conservación de recursos, ahorro de recursos; concienciación del consumidor; responsabilidad de los productores; ciclos de producción y consumo.
Infancia y adolescencia: de 0 a 9 años; de 10 años a la edad adulta; salud y nutrición; educación y formación profesional, cuidado de día y cuidados fuera de horario escolar; programas ambientales dirigidos a los jóvenes; desarrollo de la capacidad de participación y del liderazgo en niños; programas de ocio y culturales; legislación/ intercesión; programas de apoyo comunitarios (protección frente a abusos, abandonos, violencia y delincuencia); abusos, trabajo infantil, guerras; grupos vulnerables.
Contacto Principal
— Municipalidad de San Isidro
gobierno local
Tomkinson 1586,
Beccar (1643),
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (++54 11) 4723 3574
E-mail: Arturo Flier [pcvsanisidro@yahoo.com]
Socio
Centro Provincial de atención a las Adicciones, CPA San Isidro — gobierno local
Ana D Andrea
Rivadavia 101,
San Isidro
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (++54 11) 4732 0336
Socio
Asociación Civil Umbrales, Prevención de la Delincuencia y la Violencia Juvenil — organización no gubernamental (ONG)
Graciela Curuchelar
25 de Mayo 327,
San Isidro
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (++54 11) 4733 9092
Socio
Caritas San Isidro, Casa de Galilea — fundación
Alejo Fernandez Moujan
Neyer 1506,
Beccar- San Isidro
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (++54 11) 4575 4214
Colaboración Instalaciones.
Socio
Comedor Comunitario Manos de la Cava — organización no gubernamental (ONG)
Lucia Iraola
Riobamba 1733,
Beccar - San Isidro
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (++54 11) 4892 0037
Colaboración Alimentación.
Socio
Equipo Juan de la Cruz, Prevención de la Violencia — organización no gubernamental (ONG)
Monica Gonzalez
Rivadavia 154, Piso 4º,
San Isidro
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (++54 11) 4732 3873
Colaboración técnica.
Socio
Fundación COR, Centro de Orientación y Formación — organización no gubernamental (ONG)
Marcos Cianni
Tomkinson 1586,
San Isidro
Buenos Aires, Argentina
Teléfono: (++54 11) 4723 9535
Colaboración técnica.
El Programa de Comunidades Vulnerables (PCV) es una iniciativa para la prevención de la delincuencia y la reintegración social que implica a cien niños en su etapa inicial. Los beneficiarios del programa reciben 150 pesos argentinos (alrededor de 50 dólares americanos) mensualmente por los que a cambio se les pide que participen activamente en las diferentes actividades diarias organizadas por el Programa. El gran objetivo del programa es alejar a estos jóvenes de la delincuencia ayudándolos en su proceso de cambio, abandonando una situación de permanente exposición y riesgo personal para iniciar la construcción de un proyecto de vida.
Para conseguir este objetivo se ha trabajado en diferentes áreas: educación, formación, trabajo, desarrollo personal (cuerpo, mente, salud emocional), y en el desarrollo grupal y asociativo (amigos o pandillas, familia, comunidad). Las principales actividades que han sido desarrolladas al día de hoy incluyen: educación a través de los deportes, varios talleres de formación (panadería, costura, albañilería, peluquería, etc.), apoyo para la finalización de los estudios en la escuela primaria y secundaria, alfabetización, entrevistas individuales semanales, encuentros de meditación en grupo, asistencia jurídica y familiar, y charlas o talleres acerca de los problemas de salud.
Estimamos que los logros de esta iniciativa pueden medirse tanto en la naturaleza preventiva del programa como en sus efectos, expresados en los cambios y avances que han experimentado los beneficiarios. Este programa es lo opuesto a la tendencia dominante en políticas de seguridad comunitaria que enfatizan la naturaleza controladora y represiva del Estado. El programa busca ir más allá de las medidas de control que se toman inmediatamente después de que se ha cometido un delito. El propósito es destacar el valor y la eficacia de la prevención en el campo de la seguridad comunitaria. Existen situaciones y fenomenos sociales conocidos que favorecen las posibilidades que pueden hacer caer a una comunidad en conductas delictivas. El programa quiere intervenir en la raíz de los problemas generadores de delincuencia. La pobreza, el abuso de drogas, el abandono escolar y la violencia doméstica son solo algunos de los problemas que tienen gran influencia en la iniciación de los jóvenes en conductas delictivas. El PCV trabaja en estos problemas con estrategias de enfoque multidisciplinar.
- Abril de 2004 — Primer acercamiento a la comunidad
- Octubre de 2004 — Se firma el acuerdo entre los beneficiarios y el Ministerio de Justicia
- Diciembre de 2004 — Se conforma el equipo de trabajo y se nombra el reemplazo del Coordinador. Se inicia una nueva estrategia de acercamiento a los problemas afrontándolos por fases.
- 2005 — Se realizan cursos de oficios de la Construcción dictados por la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) en torno a la construcción de un edificio en Villa La Cava. Un 30% de los beneficiarios obtuvieron un trabajo, dentro de la obra y fuera de ella, y lo conservaron en el tiempo.
- Noviembre de 2005 — El programa se extiende al barrio de Bajo San Isidro. De nuevo se adopta un enfoque por fases.
Antes de que se iniciara el PCV en Villa la Cava, alrededor del barrio existía un cerco policial compuesto por oficiales de la Prefectura Naval. El cerco se había establecido debido a los graves problemas de insalubridad y criminalidad del área. Esta barrera física intentaba disuadir y reprimir a los criminales a la vez que intentaba funcionar como control ambiental. Sin embargo, no significó mejoras relevantes. Sólo concentró la delincuencia dentro del barrio.
La principal prioridad del PCV es prevenir el delito antes de que se haga necesaria una acción represiva policial, buscando el equilibrio entre obligaciones y libertades para todos aquellos que se benefician de las actividades del programa.
En un principio la atención se centró en la relación delito-educación-trabajo, reforzando la importancia de la educación básica y de la formación para crear capacidades que permitieran a los beneficiarios aspirar a un proyecto de vida distinto. Esta etapa se ha llevado adelante con seguimiento individual y con grupos de debate.
En una segunda etapa la atención se centró en la relevancia de la relación drogas-delincuancia y a aquellos beneficiarios que presentaron problemas de adicción, se les permitió permanecer en el PCV bajo la condición de recibir tratamiento especializado.
El objetivo general del programa es sacar a los jóvenes del crimen y prevenir que caigan en él, ayudándoles a través de un proceso de cambios que les lleven a pensar sobre un proyecto de vida distinto al que conocen. Desde el principio, los objetivos específicos han sido los siguientes:
- Creación de lazos de confianza y seguimiento personal a través de entrevistas individuales semanales.
- Diseño colectivo de criterios para vivir y crecer en armonía con otros miembros de la comunidad a través de reuniones grupales semanales y del programa de educación con deportes.
- Reconstrucción de los lazos familiares sobre nuevas bases: asesoramiento a las familias.
- Formación para el empleo: apoyo para completar los estudios y cursos de formación profesional.
- Campañas de prevención para crear conciencia pública sobre problemas sanitarios: se realizan charlas y talleres con expertos de la salud.
- Puesta en marcha de un servicio de asesoría jurídica para dar apoyo y consejo legal a los beneficiarios.
Los recursos en su mayoría son suministrados por el Ministerio del Trabajo que proporciona a los beneficiarios planes de empleo y formación equivalentes a 150 pesos argentinos mensuales. En un principio, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, como la fuerza nacional detrás del programa, ha estado a cargo de la formación y ha mantenido un control externo y regular. El Ayuntamiento de San Isidro ha apoyado al programa facilitándole un equipo de profesionales (psicólogos, trabajadores sociales, sociólogos, filósofos) quienes han trabajado en el terreno aplicando sus conocimientos para encarar los problemas profesionalmente. El ayuntamiento no sólo proporciona estos profesionales sino que también ha apoyado al programa desde sus distintos departamentos (deporte, juventud, salud, etc.) y se ha hecho cargo de los costes extraordinarios derivados del trabajo diario. Distintas organizaciones del barrio han ayudado al PCV tanto en términos humanos como de infraestructura. La Fundación COR y la Casa de Galilea de Cáritas San Isidro han ofrecido sus instalaciones para la realización de las actividades ya que desde el principio se estableció que los profesionales debían de tener su lugar de trabajo en el mismo barrio donde vive la gente que forma parte del programa. Otras organizaciones nacionales como la Dirección Nacional de la Juventud (DINAJU) han hecho posible el acceso a subsidios para pequeños negocios apoyados por el PCV.
Debido a la coyuntura inicial se hizo necesario un rápido proceso de adaptación y aprendizaje en la medida de que había una gran presión por parte del gobierno nacional para que se comenzara con el programa en terreno. Los profesionales comenzaron su formación al mismo tiempo que el PCV se ponía en marcha en San Isidro.
Las personas que formaron parte del programa fueron elegidas por el gobierno nacional en base a referencias obtenidas en el mismo barrio, y comenzaron con sus planes de formación sin ser conscientes de en qué tipo de proyecto se estaban metiendo o de los requisitos que deberían cumplir. En consecuencia, los profesionales no pudieron obtener un buen diagnóstico inicial de la situación, simplemente recibieron guías generales desde el gobierno nacional acerca de cómo encarar los problemas del barrio y generalistas a una situación problemática de dificil solución, la integración de los jóvenes en riesgo social, que se está convirtiendo en un reto a escala mundial.
En un comienzo, el trabajo se centró en los problemas inmediatos y los propios beneficiarios definieron sus intereses y preferencias dentro del programa y definieron el método para delinear su proyecto de vida.
Después de establecer ciertos planteamientos comunes, la actuación se organizó en una serie de fases dando como resultado un método de trabajo claro.
A fines de 2005 un nuevo tipo de intervención (no tanto de contenido como de forma) se puso en marcha siguiendo un plan por etapas en función de la cantidad de tiempo que los distintos beneficiarios han estado participando en el programa.
Hay ciertos problemas que afectaron y afectan el trabajo del PCV:
- A los beneficiarios del programa se les ha dado la posibilidad de iniciar un proyecto que les permita ser aceptados en una sociedad excluyente y discriminadora.
- La situación estructural ofrece un escenario de violencia, pobreza y desencanto,tanto a nivel nacional como mundial, que es muy difícil de cambiar.
- Es difícil conseguir que la comunidad considere el programa desde un punto de vista positivo en lugar de excluirlo de la misma forma que ha excluido a sus beneficiarios, que son vistos como delincuentes antes que como jóvenes.
- Disminución progresiva del número de beneficiarios fallecidos o detenidos desde el comienzo del programa.
- Reconstrucción de vínculos saludables entre los beneficiarios del programa y los habitantes del barrio.
- Los beneficiarios han podido ir saliendo gradualmente del Plan de Jefes y Jefas de Hogar, un programa de mera asistencia social, para integrarse en programas de promoción social.
- Se ha establecido una política sin precedentes en el distrito, con la puesta en marcha de nuevos instrumentos para encarar la delincuencia a través de la prevención, la integración y el apoyo.
- El 35% de los beneficiarios han obtenido un trabajo formal o informal y son capaces de mantenerlo.
- El 70% de los beneficiarios han recibido formación para el empleo.
- Se han diseñado y puesto en marcha varias empresas de producción y servicios tanto colectivas como individuales.
- El 50% de los beneficiarios han continuado o retomado sus estudios de alfabetización o de escuela primaria y secundaria.
- Se han organizado talleres para trabajar en la prevención y conciencia en temas como el cuidado ginecológico, el VIH, las adicciones, la violencia doméstica y el abuso familiar.
- Se ha sensibilizado a la población acerca de la necesidad de preguntar por los problemas relacionados a las distintas áreas de la salud, a través de entrevistas individuales y colectivas.
- Se han mejorado progresivamente los lazos familiares (reconocimiento de la paternidad, planificación familiar y comunicación con los padres).
- Se han unido al Programa los familiares de algunos beneficiarios que han mostrado interés por el desarrollo de la iniciativa.
- Se han notado gestos solidarios, de compañerismo y cooperación, así como nuevos lazos de amistad en los grupos consolidados del programa.
- El grupo ha funcionado como medio de comunicación y de organización de los problemas y requerimientos sanitarios, personales, familiares y legales (se han consultado 14 casos de problemas legales y familiares).
El PCV se mantiene gracias a la combinación de los esfuerzos realizados por diferentes organizaciones gubernamentales y no gubernamentales que trabajan en el barrio. Se ha impulsado un enfoque integrador y multidisciplinar de los problemas tanto a nivel local, donde el trabajo es realizado en conjunto con los departamentos de salud, deportes, juventud, trabajo social y producción del ayuntamiento, como a nivel nacional, con el apoyo del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y del Ministerio del Trabajo.
Esta política podría fácilmente ser considerada como un programa de asistencia social en tanto sus beneficiarios obtienen dinero a cambio de formar parte del programa (empleo y plan de formación equivalente a 150 pesos argentinos mensuales). Sin embargo, PCV implica trabajo social, la promoción humana y el enriquecimiento del capital cultural individual y comunitario.
Los programas de asistencia social perpetúan la dependencia mental y atrofian la habilidad de los asistidos para transformarse en ciudadanos responsables de su futuro. Por el contrario, la idea de este programa no ha sido generar beneficiarios eternamente dependientes de esta ayuda en particular (o de cualquiera de otro tipo) sino liberarlos gradualmente de ellas a través del uso inteligente de los recursos que el Estado ofrece para asistencia social y promoción. De esta manera se asegura que esta asistencia no será aprovechada por los diferentes servicios gubernamentales como medio para la obtención de votos en épocas electorales.
Los beneficiarios se han interesado en conseguir dinero y apoyo financiero a la vista de la severa pobreza en que viven; esta es la razón por la cual en los planes de formación del personal especializado es necesario establecer una comunicación con ellos compartiendo los mismos códigos. En cualquier caso, el PCV no es una política asistencial al uso, ya que es capaz de mantener su propia dinámica al margen del apoyo institucional.
- Una de las principales lecciones aprendidas tiene relación con la complejidad del fenómeno de la delincuancia y de las dificultades para tratar con él. La inviabilidad deenfrentarlo desde una óptica simplista ha resultado en una amplia variedad de tipos de intervención. El derecho a la educación, el derecho a un trabajo (así como el derecho de recibir un salario digno) y el derecho a la salud son algunos de los aspectos que han sido tratados por el programa.
- Repasando la labor realizada, se observa claramente que los procesos no deben acelerarse. Se debe entender el ritmo de las personas con las que se trabaja, sin sucumbir a la inmediatez en la que viven. La estructura del programa ha sido repensada periódicamente tanto a nivel interno (equipo de trabajo) como al nivel externo (actividades, objetivos específicos, métodos de trabajo) con el objetivo de reflejar más claramente los procesos de cambio experimentados por los beneficiarios y los profesionales. Este programa se encuentra tan vivo como las personas que forman parte de él. El programa es revisado semanalmente y se ajusta mediante reuniones del equipo con el coordinador, quien es al mismo tiempo responsable no sólo de la supervisión individual de los expedientes de cada uno de los beneficiarios y profesionales participantes en el programa, sino también de la organización periódica de reuniones con los jovenes para comunicar los ajustes realizados al enfoque general del programa.
- La importancia de la interacción entre agentes sociales y el trabajo conjunto con otras organizaciones gubernamentales y no gubernamentales del barrio ha sido esencial para una actividad integradora que podría afrontar los problemas de la delincuancia desde todos los ángulos posibles. El programa no sólo ha fortalecido los recursos de todas las organizaciones, sino que también ha permitido el establecimiento de objetivos comunes y la optimización de los esfuerzos conjuntos.
En primer lugar, este programa forma parte de un Plan Nacional de Prevención del Delito, que desarrolla diversos proyectos experimentales en todo el país adaptados a las características particulares del lugar donde se lleva a cabo. Dentro del Ayuntamiento de San Isidro se ha tomado la decisión de transferir este programa experimental a otras áreas del distrito: en octubre de 2005 se iniciaron las actividades en Bajo de San Isidro y hay un proyecto para extenderlo a Bajo Boulogne, dos barrios donde las personas viven en muy malas condiciones sociales y de vivienda.
Algunos de los profesionales del equipo de trabajo se han convertido en responsables de la coordinación en la región aunque se mantienen en contacto semanal con el resto del equipo debido a que la expansión a las nuevas regiones se hace de manera progresiva y se va contratando y formando a nuevos profesionales en función del número de beneficiarios que se implican en el programa.
Dada la existencia de estos problemas sociales a nivel nacional como mundial, hay muchas posibilidades para que este programa sea transferido haciendo los cambios pertinentes de acuerdo con las características regionales en cada caso. El enfoque preventivo para la delincuencia debería ser idealmente orientado a los más jóvenes implicados en el programa (10, 11 años de edad). No sólo debe impulsar los derechos de cada ciudadano para llevar una vida digna sin tener que salir a robar, sino también educar y formar a las personas ofreciéndoles los medios necesarios para afrontar las ambigüedades de esta situación social en la que se vive la exclusión.
Ministerio del Trabajo, Planes de Empleo y Formación | 60,000 |
Municipalidad de San Isidro-Salarios de los profesionales trabajando en el PCV | 20,000 |
Municipalidad de San Isidro-Costes administrativos y materiales de uso diario | 1,700 |
Presupuesto Total (dólares EE.UU). | 81,700 |