| Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2006 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/06/bp1199.html |
País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — costera
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno central; sector privado; organización no gubernamental (ONG); agencia internacional.Categorías — Desarrollo económico: fomento de la inversión; formación de capital; capacidad empresarial; formación; oportunidades para la cooperación; desarrollo económico local / metropolitano; acceso igualitario a los recursos económicos. Gestión ambiental: reducción de la contaminación; restauración ambiental; sostenibilidad ecológica; indicadores de sostenibilidad. Vivienda y derechos humanos: vivienda accesible; habitabilidad y adecuación cultural de la vivienda; igualdad de derechos de propiedad y herencia (para las mujeres).
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Rua Padre Marinho, 37, 12º andar, Santa Efigênia, Belo Horizonte, Minas Gerais, 30040140 Brazil Tel: (031) 334-2858/ 3334-3535E-mail: pats@avsi.org
El Programa Ribeira Azul (PRA) tiene como objetivos:
Entre los principales resultados cabe destacar la recualificación del entorno físico; la implantación de infraestructuras básicas (alcantarillado, pavimentación y red de saneamiento); la adecuación del espacio urbano, la construcción de viviendas y la mejora de la habitabilidad en infraviviendas precarias; demolición de 2.600 'palafitos' (infraviviendas insalubres, construidas de manera precaria con madera y contrachapado, sujetas con palos para quedar por encima de la marea alta); las acciones que promueven la educación higiénica y ambiental; las actividades que fomentan la integración social, aumentando el capital de la comunidad a través de la financiación de proyectos locales; generación de empleo e ingresos con la creación de cooperativas y mantenimiento de las ya existentes; la educación y cualificación de la mano de obra; la formación de asociaciones nacionales e internacionales; el refuerzo de las organizaciones de base comunitaria a través de cursos de cualificación y asistencia técnica en diversas áreas y promoción de actos de ciudadanía; y la participación comunitaria, entre otros.
La metodología adoptada por el PRA ha permitido que de la fase de planificación se salte a una propuesta mucho mayor llamada Programa de Urbanización y Desarrollo Completo de Áreas Necesitadas en el Estado de Bahía Vivir Mejor II. Vivir Mejor II buscará mejorar las condiciones de vida de la población con un bajo nivel de ingresos, en los asentamientos informales, a través de intervenciones claras e integradas a niveles socio- económicos, ambientales y de vivienda, influyendo también en las infraestructuras, la sanidad y la educación, para un número estimado de 600.000 familias indirectamente beneficiadas y de 120.000 directamente beneficiadas.
El Programa Ribeira Azul cuenta con 135.000 afectados. Es considerada el área urbana con el mayor grado de degradación social y ambiental de la ciudad. La población comenzó a asentarse allí a finales de los años cuarenta, yendo a más con la industrialización de la ciudad, causando un gran aumento en el número de palafitos. En estas casas bajo la marea hay miles de familias sin ningún futuro económico y una carencia total de infraestructuras básicas, formando una gran bolsa de pobreza.
Las prioridades se establecieron considerando la gran vulnerabilidad de aquellos que vivían en viviendas insalubres y que estaban, por tanto, excluidos del tejido formal de la ciudad. Los aspectos principales considerados fueron la propagación de enfermedades, el alto riesgo y la elevada frecuencia de accidentes en el camino de acceso a los palafitos, la degradación ambiental debida a la invasión de las mareas, las dificultades para conseguir un trabajo o ingresos, y la precariedad de los servicios sociales. Esta situación fue redactada desde un estudio de impacto ambiental, un estudio socio-económico de los habitantes y sus viviendas, un mapeo de los espacios públicos, proyectos urbanos de realojo de los habitantes en la comunidad, y amplios debates con los propios pobladores.
Las metas del PRA son promover la reducción de la pobreza en un área degradada de cuatro kilómetros cuadrados en Bahía capital, a través del reequilibio del uso territorial y la conservación ambiental, logrado mediante la asociación y la integración de la comunidad. Las estrategias de acción son: la recualificación física y ambiental; la implantación de infraestructuras básicas; la adecuación del espacio urbano para la construcción de viviendas; la educación higiénica y ambiental; el fomento del desarrollo social, generando empleos y beneficios a través de la iniciativa de producir vocaciones; la formación de asociaciones nacionales e internacionales; el fortalecimiento de la fundación de organizaciones de base comunitaria a través de establecer contactos entre los miembros de la comunidad.
Desde 2001 se han invertido 53.464.092,50 reales en las áreas que forman parte del Programa que provienen de los recursos del Gobierno Estatal, de préstamos del Banco Federal Caixa, del Banco Mundial y de financiaciones no- reembolsables del Gobierno Italiano MAE. Acerca de los recursos tecnológicos, se utilizaron movimientos de tierras hidráulicos para nivelar la orografía artificial (espontánea) creada por la propia población, gracias a la disponibilidad de agua cercana al polígono del PRA, garantizando una mejora en las condiciones del suelo bajo los palafitos, y la adquisición de tierras cercanas para su futura colonización. En la componente social, se eligieron estrategias de naturaleza participativa, a través de la organización y la movilización de la comunidad. Los recursos humanos movilizados fueron, según la naturaleza innovadora del programa, un equipo multidisciplinar formado por arquitectos, ingenieros, trabajadores sociales, sociólogos y profesores, todos ellos con experiencia en la recuperación de áreas devastadas. Al contrario que anteriores programas desarrollados por el gobierno de Bahía, el PRA buscaba valorar los aspectos físicos de la intervención junto con los aspectos sociales, desarrollando mecanismos de participación para que los beneficiarios tuvieran voz y pudieran influir en las decisiones del programa, creando una red interinstitucional de articulación y una búsqueda de asociados que favoreciesen la continuidad del desarrollo local tras la finalización del programa.
Desde la fase de concepción del programa se tuvo gran cuidado al crear estrategias de inclusión y participación por parte de los beneficiarios, pues la principal meta de la intervención era, de hecho, desarrollar acciones concretas que fortalecieran la comunidad desde el punto de vista del desarrollo sostenible. Para garantizar la eficacia de esta metodología estratégica, se establecieron los siguientes:
Uno de los puntos fuertes que tiene el Programa es el proceso de integración y participación efectivas de las comunidades asistidas en todas las fases, a través de asociaciones comunitarias y líderes electos, favoreciendo la definición y redefinición de ciertas metas, como por ejemplo el asentamiento en el mismo distrito, permitiendo a las personas permanecer cerca del sector de trabajo informal, localizado en las regiones de la antigua zona comercial de Salvador; la inclusión de mano de obra local en las actividades; la redefinición de la tipología de vivienda y la priorización de la jerarquía de implantación de equipamientos comunitarios. El no haber sacado a los habitantes de los lugares donde residían favorecía evitar la rotura de lazos familiares y vecinales, además de que evitaba la persistencia de las estrategias de supervivencia. En lo que concierne a la carencia de suelo para la construcción de viviendas, se expropiaron áreas de terreno privadas, y se mejoró la situación de las áreas espontáneas de relleno conquistadas al mar, determinando así la carretera que sirve de borde entre el mar y la zona residencial. El problema de la preexistencia de viviendas se redujo, al implantar la metodología y al intensificar el contacto entre los residentes y el equipo de implantación.
El intenso y productivo proceso de diálogo con la comunidad, más que una respuesta a las esperanzas de finalización del proyecto, se convirtió en un rico proceso de aprendizaje, no sólo para el equipo multidisciplinar involucrado, sino también para Bahia's Urban Development Agency (CONDER) al completo, pues se convirtió en algo evidente el trabajo que los miembros de la comunidad realizaban en silencio, a pesar de las dificultades encontradas, ayudando a miles de personas que vivían en el límite de la pobreza y la miseria.
Darse cuenta de que los individuos eran capaces de múltiples posibilidades de desarrollo sostenible, y todas las iniciativas del Programa implantadas para fortalecer el patrimonio de la comunidad, sin duda contribuyeron grandemente a un cambio de actitud y comportamiento en lo que concierne a la conservación de recursos naturales, económicos, culturales y sociales, que habían sido ensombrecidos por la degradación física de la región. PRA tiene el apoyo técnico de la Asociación de Voluntarios para el Servicio Internacional (AVSI), que tuvo un papel fundamental y continuo en elaborar la metodología integrada y realizar un seguimiento de la implantación del conjunto de acciones.
Desde el punto de vista de los resultados obtenidos medidos hasta la fecha actual, podemos citar los siguientes:
Las prácticas aquí presentadas han intentado conseguir un desarrollo sostenible, centrándose de una manera integrada en los aspectos socioeconómicos, ambientales e institucionales. Desde el punto de vista socioeconómico, las acciones centradas en la vocación productiva y en las necesidades de la comunidad se están implantando para crear modos de generación de ingresos: formación de profesionales, desarrollo de capacidades y fortalecimiento del potencial de los líderes de la comunidad, implantación y fortalecimiento de cooperativas; implantación de unidades de producción; construcción y renovación de equipamiento cultural, deportivo y de ocio; desarrollo de un programa sanitario para madres e hijos; regulación de la propiedad de los terrenos; proceso de integración y asociación de 52 entidades de base que, motivadas por el PRA, constituyen el principal vector de continuidad del desarrollo local. El elemento físico-ambiental enfatiza la recualificación urbana a través de una infraestructura; el establecimiento de una red de carreteras y caminos para el acceso de los servicios fundamentales (ambulancias, coches de policía, recogida de basuras, distribución de gas para cocinas, etc.); la construcción de una calle que actúe como frontera para prevenir la construcción de palafitos en la línea de costa y que creará una alternativa al tráfico de vehículos, generando atracciones turísticas, revalorizando y embelleciendo la nueva línea de costa, y que permita la integración entre comunidades; la recuperación de los manglares, trayendo de nuevo el equilibrio al ecosistema, amplificando la pesca y la captura de moluscos; y nuevas actividades de educación ambiental que contrubuyen a cambiar el estado de degradación actual. Desde el punto de vista de las políticas institucionales, los socios establecidos han permitido el incremento de nuevas inversiones, fortaleciendo la capacidad de gestión de los órganos recién creados en la comunidad.
También conviene notar las acciones llevadas a cabo por el Programa en lo que concierne a reforzar el capital social de las comunidades asistidas, entre las cuales se encuentran los concursos de proyectos sociales, apoyados por las entidades de base. Se han invertido aproximadamente 150.000 dólares para llevar a cabo los diez proyectos ganadores. Estos se dividían en proyectos de educación, arte, deportes, alfabetización digital, literatura, ayuda para ancianos y tutoría extracurricular. En ese contexto, a cuatro cooperativas en las áreas de construcción civil, reciclaje, saneamiento y pesca se las subvencionó con cerca de 250.000 dólares. Los recursos se destinaron al desarrollo de capacidades de las áreas de la administración y la gestión, equipamiento y compra de material de trabajo, y cualificación técnica de los trabajadores de las cooperativas. Los resultados positivos son evidentes, pues aquellos que trabajaban en el campo de la obra civil ahora trabajan en los proyectos de construcción de viviendas de sus comunidades de origen, contratados por el propio Programa.
Aparte de estas acciones, 53 instituciones de la comunidad recibieron cursos sobre Apoyo para Elaborar Proyectos Sociales y Recogida de Recursos. Con esta iniciativa, a las instituciones se les dio la oportunidad de aprender las técnicas usadas para llevar a cabo proyectos sociales. El público objetivo recibía seguimiento individual por parte de trabajadores especializados, lo que permitía una elaboración más personal de los proyectos. Tuvo lugar una reunión general en la que participaron los socios capitalistas que presentaron sus criterios de patrocinio y se ofrecieron a analizar los proyectos elaborados por cada una de las entidades durante el curso.
Teniendo en cuenta la importancia de las lecciones aprendidas, uno observa la necesidad de contemplar, en la fase de planificación de la intervención, una pre-articulación con entidades de los sectores públicos y privados y ONG; darle su justo valor a las soluciones adoptadas por la comunidad para solucionar problemas con anterioridad; compartir con la comunidad los riesgos previstos para evitar desilusiones y descontentos; reflexiones colectivas sobre la dinámica de los proyectos implantados entre las personas involucradas, para evitar repetir errores pasados; comunicarse directamente con la comunidad y con sus representantes, lo cual fortalece las acciones y reparte las responsabilidades de aquellos involucrados en errores y éxitos; crear modelos de participación en los que la comunidad estreche los lazos institucionales ya creados; priorizar el desarrollo sostenible humano y social (cooperación para la creación de empresas, redes sociales y democracia); y garantizar que la comunidad pueda entenderse como un componente activo en las decisiones que le conciernen. La organización de instituciones a niveles nacional e internacional con el objeto de reducir la pobreza en el área del PRA fue de una gran importancia para el éxito del programa, sobre todo al permitir la creación de asociaciones, que actuaron como catalizadores para conseguir los recursos necesarios para permitir que el programa se realizase a un nivel metropolitano. La fuerte componente de desarrollo social, junto con un refuerzo de las asociaciones de base, fomentó la creación de una red integrada de instituciones locales. Un factor importante para el PRA fue la comprensión de que la reducción de la pobreza pasa por generar desarrollo social, actuando en niveles tanto personales como comunitarios, trabajando en la educación en los valores del desarrollo social, apartándose del punto de vista de la asistencia y respetando la libertad de cada indivíduo y su capacidad para cambiar su realidad.
El programa asiste a 11 comunidades, comprendiendo asentamientos en tierra y en palafitos sobre el mar, divididos en los siguientes (según su área y su número de viviendas): Caranguejo (867), Alagados I (537), Alagados II (214), Alagados III (422), Alagados IV y V (2.195), Alagados VI (2.166), Mangueira II (160), Mudança (365); Joanes del Centro-Oeste (987), São João da Plataforma (150), Nuevos Alagados Fase 1 (1.697), Nuevos Alagados Fase 2 (2.021), Joanes Azul (188). La metodología adoptada en estas comunidades ha permitido planificar una propuesta a gran escala llamada Programa de Urbanización y Desarrollo Completo de Áreas Necesitadas en el Estado de Bahía ‘Vivir Mejor II’, que servirá para afrontar la situación de pobreza y que consiste en la mejora de las condiciones de vida de la población de bajo nivel de ingresos en los asentamientos informales a través de intervenciones concretas e integradas a niveles socioeconómicos y ambientales de vivienda, infraestructura, saneamiento y educación. PRA se consideró un modelo de intervención en varios eventos como la Conferencia de Desarrollo Urbano/San Marino 2000; la Bienal Internacional de Venecia en 2002; el Foro Técnico de Re-colonización Involuntaria del Banco Mundial /Salvador 2002; o la Conferencia Internacional sobre los Manglares en Salvador en 2003. Se le concedieron premios en las siguientes categorías: Actuación Ambiental de Participación Comunitaria, FIEB/Bahía 2002, Mérito de la Asociación Brasileña de COHABs (proyectos de vivienda) en 2003; Ambiente de Negocios Sostenibles de CRA/BA en 2003, Infraestructura, Medio Ambiente, Gestión Pública y Ciudadanía FGV en 2003, Premio Social en 2004. A pesar de haber sido implantado en una región con características físico-ambientales características, uno puede adaptar dinámica de la metodología del PRA en cualquier otra área que presente una degradación socio-ambiental y donde sus habitantes lleven el estigma de la marginalización y no se les reconozca el derecho a su ciudadanía.
El PRA es un paradigma de políticas estatales de Desarrollo Urbano, apoyadas por el Plan Plurianual PPA 2004/2007 Ley 8.885-17/11/2003. El éxito y la sostenibilidad del PRA promueven cambios en las políticas como por ejemplo centrar la atención en las familias, desarrollar por completo la participación activa de la comunidad, articulación intra-institucional, el refuerzo de las asociaciones y la participación proactiva. PRA fue un modelo de mejora.
| Socio | Año 1 | Año 2 | Año 3 | Año 4 | Año 5 | Total |
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Bahia State Gov. (23.51%) | 3,017,142.00 | 3,821,916.00 | 1,641,676.00 | 2,616,436.00 | 1,489,801.00 | 12,586,971.00 |
|
Caixa (15.20%) | 322,294.00 | 1,205,163.00 | 2,050,755.00 | 3,480,850.00 | 1,079,368.00 | 8,138,385.00 |
|
Banco Intern.- BIRD (41.40%) | 4,247,187.00 | 9,518,902.00 | 3,762,275.00 | 4,637,925.00 | 0.00 | 22,166,289.00 |
|
Italian Ministry (19.88%) | 160,475.00 | 742,348.00 | 2,018,851.00 | 5,334,345.00 | 2,388,420.00 | 10,644,439.00 |
|
AVSI (0%) | 0.00 | 0.00 | 0.00 | 0.00 | 0.00 | 0.00 |
|
Total Budget (US$) | 7,747,099.00 | 15,288,331.00 | 9,473,560.00 | 16,069,515.00 | 4,957,594.00 | 53,536,084.00 |
Borges, Jeane (2006) «Landfill ends era of stilt houses. The invasion of the sea, which rose from the rural exodus in the 1940's, will disappear within four years after the building is done», A tarde, Salvador, sección especial, 23 de enero de 2006, pp.4-5
Baker, Judy; World Bank (2005) «Entrevista con Roberto Moussalem de Andrade, Secretario de Desarrolo Urbanístico del Estado de Bahía, Brasil.», Cities Alliance: Cities Without Slums, annual report, pp.51-54
Caixa Prize (2005-2006) «Ribeira Azul: A story of transformations in the Bay of All Saints», Best Practices in Local Management,
Santos, José Eduardo Ferreira (2005) «New Alagados-history of the people and the place.», EDUSC, Sao Paolo, first edition, p.413.
Santos, José Eduardo Ferreira (2005) «Passages-Adolescence in New Alagados.», EDUSC, Sao Paolo, first edition, p.299.
Citties Alliance (2004) «Ribeira Azul Programme-Moving to scale in Salvador and Bahia, Brazil», Cities Alliance: Cities Without Slums, annual report
Vieira, Jefferson (2003) Alagados in the point of view of Jefferson Vieira Bahia, Editorial Staff, second edition.
- (2003) «Plan for Social and Environmental Development of the Ribeira Azul Program», , first edition, p.367
- (2003) «Program of Municipal Administration and Development of Urban Infrastructure», PRODUR: Planned City, City of the Future, single volume
ADEMI-BA (2003) «Re-qualification programs retell the story of Alagados», ADEMI-BA, año 2, número 7, enero de 2003
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