Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2006, y catalogada como
GOOD.
(Best Practices Database)
País/Estado — Argentina
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — costera
Ámbito de la actuación — barrio
Agentes — gobierno local; organización no gubernamental (ONG).
Categorías —
Desarrollo económico: fomento de la inversión; capacidad empresarial.
Procesos de planificación urbana y regional: gestión y resolución de conflictos.
Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria; riqueza social y cultural.
Contacto Principal
Dirección General Casco Histórico. Subsecretaría de Patrimonio
Cultural. Secretaría de Cultura. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires — gobierno local
María Rosa Martínez [mrmartinez@buenosaires.gov.ar]. Directora General Casco
Histórico
Estefanía Airaldi [eairaldi@buenosaires.gov.ar]. Coordinadora Área de
Planificación y Gestión
Avda. de Mayo 575, Piso 4, Oficina 401,
Buenos Aires, CP 1084,
Argentina.
Tel: 0054-11-43425975; 0054-11-43239400. Int. 2713; 2723; 2783.
Fax: 0054-11-43429729
E-mail: mariamar@infovia.com.ar
Organización Nominadora
El Ágora: Ibero-American & Caribbean Forum on Best Practices — organización no gubernamental (ONG)
Claudia Laub [claudialaub@agora.com.ar]
Dirección en Córdoba:
Laprida 175
Barrio de Nueva Córdoba, CP 5000,
Córdoba, Argentina.
Tel/Fax: +54 351 4210060
Dirección en Buenos Aires:
Azcuenaga 1077, 2B
Buenos Aires, Argentina.
Tel: +54 11 48256882
E-mail: elagora@agora.com.ar
elagora@arnet.com.ar
Web: http://www.elagora.org.ar
El Circuito Balcarce-Chile es un sector que conserva un aire del
pasado, con calles empedradas y edificios de gran valor patrimonial.
Se caracteriza por los diferentes anchos de las calles, la estrechez
de sus pasajes, la diversidad de las esquinas y los desniveles que
respetan los accidentes naturales que existían en el lugar. Ha sido
catalogado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con un nivel de
protección ambiental preconsolidado. La zona de Balcarce, situada
entre Venezuela y México, es una excepción; presenta situaciones
espaciales de interés, edificios significativos y un uso social pleno.
La ubicación estratégica del sector próxima a la Plaza de Mayo, la
City porteña y Puerto Madero, junto con las características
arquitectónicas e históricas, confieren al lugar una singularidad
tanto en lo residencial como en las actividades terciarias.
Estas actividades heterogéneas se diferencian en cuanto a su uso
diurno y nocturno. En el horario diurno, durante los días hábiles, la
oferta gastronómica satisface la demanda no sólo de los trabajadores
de las empresas localizadas en el sector sino también de las áreas
próximas. Durante la noche y especialmente los fines de semana, el
sector tiene una fuerte vocación turístico-recreativa.
Durante muchos años esta área se encontraba muy deteriorada, hasta que a partir de 1996, con las obras de rehabilitación urbana realizadas por el Gobierno de la Ciudad, el sector recibió un fuerte impulso, atrayendo a capitales privados que realizaron importantes inversiones, dinamizando y poniendo en valor el sector.
Este proyecto se enmarca dentro del Plan de Manejo del Casco
Histórico, el cual se desarrolla desde hace más de diez años.
En lo específico, se trató de relacionar espacios valiosos en un
circuito recorrible para facilitar la percepción integral del
conjunto y dotar a sus partes de mayor significación, provocando su uso social
pleno a partir de la programación, junto con los actores
involucrados, de actividades para revitalizarlo que contemplen no
solo la mejora del espacio urbano sino también la generación de un
mecanismo para incentivar la recuperación de los edificios privados,
la radicación de empresas afines y la realización de eventos que
permitan revitalizar el sector.
Balcarce-Chile es un ejemplo de cómo debe gestionarse la
renovación de un sector de la ciudad. El programa desarrollado
consistió fundamentalmente de una actividad de gestión en la que los
actores sociales (propietarios de edificios y locales, habitantes del
lugar, asociaciones vecinales, comerciantes, artistas, etc.) junto con
los visitantes ocasionales, se vieron beneficiados con la mejora del
espacio público y su uso, generando además una mayor seguridad
ambiental y en consecuencia con ello, la reactivación comercial del circuito.
- 1996 — Inicio de la primera etapa del proyecto que comprende
la intervención en la
calle Balcarce entre Independencia y México; calle Chile entre Defensa
y el Paseo Colón y el Pasaje San Lorenzo.
- 1999 — La segunda etapa comprende la calle Balcarce
entre México y avenida Belgrano y las calles México y Venezuela entre
Defensa y el Paseo Colón, incluyendo el Pasaje 5 de julio.
La tercera etapa comprende la calle Defensa entre Belgrano y el Pasaje Giuffra.
- 2001 — Primer Espacio de Artes y Oficios.
- 2002 — Segundo Espacio de Artes y Oficios.
- 2003 — Tercer Espacio de Artes y Oficios.
Antes del inicio del proyecto, el área ya formaba parte del Área de
Protección Histórica número 1, considerada una zona de protección
patrimonial con características particulares y con un significativo
stock de edificios de valor patrimonial. Contaba además con
un plan de revitalización que fue perfeccionándose con el correr de
los años. No obstante, el sector presentaba un gran deterioro y la
cercanía con el centro institucional y de negocios de la ciudad
ejercía una presión intensa. La población era y sigue siendo estable,
de nivel socioeconómico medio con una presencia notable de población fluctuante de nivel socioeconómico bajo.
Cabe señalar que este proceso se dio en el marco de lo que hoy es el
Plan de Manejo del Casco Histórico que nació de forma
casi simultánea con la elaboración de la normativa de protección
urbanística mencionada anteriormente. Desde 1990 hasta 1995 el
Plan de Manejo fue incluido en el marco de un convenio
entre la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires y el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
que dio origen al Programa de Revitalización del
Sur (PROSUR). Finalizado el convenio, el programa continuó en la órbita
municipal, dentro de la competencia de la Secretaría de Planeamiento
Urbano como Programa San Telmo-Montserrat. Finalmente, en
octubre de 2000, se hizo efectiva la transferencia del programa a la
Secretaría de Cultura, creándose la Dirección General Casco Histórico
que es hoy responsable de la implantación del Plan de
Manejo del Casco Histórico de la Ciudad de Buenos. Es precisamente
dentro de este marco donde se concibió el proyecto Conjunto
Balcarce-Chile.
La prioridad, desde el inicio del proyecto fue mejorar la calidad de vida de los vecinos y las condiciones del espacio público de un sector que presentaba un gran deterioro pero que contaba con un patrimonio de excepcional valor.
Asimismo, se quiso experimentar un modelo que sirviera de ejemplo y
fuera reproducible a otras áreas de la Ciudad.
Balcarce-Chile tenía que servir de ejemplo de cómo debía realizarse la reconversión integral de un pequeño sector urbano.
Esta experiencia consistía en ejecutar un proyecto de mejora del
espacio urbano que valorizara y reordenara el conjunto y que debía
contar con el apoyo de los vecinos desde el inicio del proyecto. Tenía que contemplar paralelamente un trabajo más integral a través de la asistencia técnica a aquellos vecinos que quisieran arreglar sus casas, el asesoramiento a empresas o comerciantes que quisieran apostar por el sector y finalmente la propuesta de actividades culturales que contribuyeran al uso pleno del espacio.
Estas prioridades fueron concretándose una a una y han posibilitado que Balcarce y Chile sea hoy una de las zonas más atractivas y vivas del Casco Histórico, donde se brinda una oferta interesantísima de tanguerías, locales gastronómicos, comercios especializados, fundaciones y espacios de artes que conviven armónicamente con las empresas y los vecinos del barrio.
En el año 1989 se convocó el Congreso San Telmo, que contó con una
gran participación de vecinos, entidades intermedias, instituciones
profesionales, especialistas en protección, académicos y organismos
municipales y estatales en general. En el congreso se detectaron las
necesidades de los actores sociales involucrados y se empezó a
elaborar el Plan de Rehabilitación: se iniciaron estudios e
investigaciones de tipo económico, social, urbanístico, morfológico,
de patrimonio y legales. Conjuntamente se identificaron algunas
acciones posibles, puntuales e inmediatas que podrían producir
impacto y se empezó su gestión. En esos momentos, la forma de gestión
planteada era totalmente novedosa y atípica en las modalidades locales
de administración ya que planteaba mecanismos más abiertos para
optimizar los recursos disponibles y fortalecer el tejido social. Estaba caracterizada por la articulación entre las distintas administraciones públicas, la población usuaria y la aplicación de mecanismos de concertación.
Los objetivos generales que impulsan la intervención en el Conjunto
Balcarce-Chile se dividen en:
- Mejorar la calidad de vida en el espacio público de este
conjunto.
- Generar alternativas a la Plaza Dorrego, ampliando el área de
interés de San Telmo e impulsar la potencialidad turística manifiesta.
- Ofrecer un modelo para iniciativas similares.
Se formularon además objetivos específicos orientadores de la intervención:
- Definir una parte de un circuito recorrible que relacione las situaciones espaciales valiosas del área de San Telmo.
- Generar condiciones espaciales para facilitar la percepción integral del conjunto y de sus partes, identificando los elementos de mayor significación que la componen, provocando su uso social pleno.
- Programar las actividades necesarias para revitalizar el
conjunto con las instituciones y los particulares relacionados.
La formulación de estos objetivos y estrategias fueron establecidos
por el equipo interdisciplinario que se encontraba a cargo del
proyecto y que estaba completamente de acuerdo con las necesidades de la comunidad local y los comerciantes del área.
En este proyecto no hubo asistencia bilateral o multilateral como sucedió en otros desarrollados en el marco del Plan de Manejo del Casco Histórico.
El proyecto Balcarce-Chile involucró en su primera instancia recursos
financieros, técnicos y humanos del Gobierno de la Ciudad lo que
movilizó desde el inicio del proyecto la inversión del sector privado.
Esta experiencia es un claro ejemplo de cómo la inversión pública en
áreas deterioradas genera un impacto en el entorno de mayor o menor
envergadura que habla de una multiplicación de la inversión de los
sectores comerciales privados y de los residentes; en el caso
particular de Balcarce-Chile se estima que la reinversión privada se quintuplicó.
En lo que respecta a la continuidad de la inversión en el sector, a
partir de 2001, comenzó a desarrollarse por iniciativa del Gobierno
el Espacio de Artes y Oficios, que tiene como fin la difusión
de los viejos oficios y la revitalización de una área que durante ciertos horarios estaba subutilizada. Para el desarrollo del
mismo se trabajó con los comerciantes de la zona, los cuales
contribuyeron con el evento brindando espectáculos musicales y de
tango en el espacio durante los horarios de realización del mismo.
Esto sirvió para generar una base de datos sobre personas que
desarrollan antiguos oficios, que actualmente se encuentra en la web del Gobierno de la Ciudad con más de 500 personas inscritas.
Esta intervención es el resultado de lo que se identifica como
conflicto-oportunidad, es decir que si bien su diagnóstico se planteaba como un problema, reúne condiciones que permiten su pronta resolución.
Al momento de la intervención, el conjunto tenía una fuerte vocación
turística nocturna pero a su vez perdía vitalidad y, en el horario
diurno, existía predominio de actividades terciarias. La calzada
funcionaba como playa de estacionamiento o como zona extensión de los
talleres mecánicos. Gran parte de los componentes del espacio público
se encontraban en mal estado de conservación y la iluminación era deficiente. Estos factores desalentaban el uso del lugar, agravado por una sensación de inseguridad.
Por otra parte las características que marcaban la potencialidad de
la zona eran las siguientes:
- Es un sector con valor patrimonial dentro del Área de Protección
Histórica número 1.
- Hay una buena accesibilidad con el transporte público.
- Cuenta con calzadas de ancho importante.
- Es un nexo entre dos sectores de valor y atractivo
turístico como es la Plaza de Mayo y la Plaza Dorrego.
La participación de los vecinos fue incorporada desde sus inicios con
el objeto de conocer sus necesidades y enriquecer de este modo el
proyecto. Este consenso fue de suma importancia cuando, ante un
recurso de amparo presentado a la justicia, se intentó paralizar,
siendo el apoyo de los vecinos fundamental en el desenlace positivo del conflicto.
El proyecto de revitalización, que comenzó a gestarse en el año 1996,
ha sido una de las obras enmarcadas en el Plan de Manejo del
Casco Histórico de la Ciudad de Buenos Aires con mayor impacto en el
sector. Se trata de un proyecto integral en el que se comprobó cómo la
inversión pública sobre una área degradada tiene efectos
multiplicadores sobre la inversión del sector privado y cómo el
trabajo coordinado entre la administración pública, los vecinos, los
comerciantes de la zona y los artesanos de viejos oficios puede posicionar un sector apropiándose de él y generando una oferta cultural única en la ciudad.
En una primera etapa, se trabajó en la puesta en valor del espacio
público, específicamente se realizó la mejora de veredas y calles, la
provisión de arbolado y la mejora de la iluminación y el mobiliario
urbano. Durante esta etapa hubo un asesoramiento a los vecinos para
la valoración de sus inmuebles y a empresas que se acercaban
interesadas en situarse en la zona. Posteriormente, y aprovechando las características patrimoniales del sector, se trabajó con los comerciantes para la instalación de algún tipo de actividad que sirviera de referente para el lugar y aportara vida en horarios de poca afluencia de visitantes.
Así es como posteriormente surge el Espacio de Artes y Oficios, evento
realizado una vez al año, que brinda la oportunidad de acercarse a
conocer los viejos oficios que alguna vez fueron característicos de la
ciudad. La exposición se desarrolla a lo largo de un circuito desde
donde sus visitantes pueden observar no sólo los productos acabados
sino también cómo son elaborados, manteniendo vigente antiguas
técnicas, fundamentales para recuperar el patrimonio cultural de
la ciudad. El Espacio de Artes y Oficios es una iniciativa que
se enlaza con la experiencia de la Escuela Taller del Casco Histórico
de la Ciudad de Buenos Aires en la que se brinda formación en las
técnicas de restauración imprescindibles para recuperar y conservar
los edificios patrimoniales del área. A este objetivo de difusión de
los antiguos oficios en el sector, se agrega el de ampliar la oferta
cultural para los visitantes del Casco Histórico, articulando
actividades alternativas a las ya existentes como la característica
Feria de la Plaza Dorrego y los locales de anticuarios de la calle
Defensa, generando al mismo tiempo un paseo turístico en donde se
puede admirar el
valor patrimonial de este sector y otorgándole un uso social más pleno.
Los objetivos formulados durante el proyecto fueron cumplidos en su
totalidad, y hasta podría decirse que superaron las expectativas ya
que una vez finalizadas las obras, el sector privado realizó mejoras en sus edificios, que fueron un gran aporte a las ejecutadas desde la esfera pública. La experiencia sirvió de modelo y pudo replicarse en otros sectores de la ciudad obteniéndose también en estos casos resultados positivos.
La mejora del espacio público fue notable, teniendo en cuenta el gran
deterioro en el que se encontraba el sector. A su vez, todas estas
actuaciones influyeron en la mejora de la calidad de vida de la
población permanente y ocasional, ya que por ejemplo los visitantes de la
concurrida Plaza Dorrego se encuentran con una alternativa próxima
que extiende las posibilidades de paseo turístico cultural recorrible.
No se cuenta con datos cuantitativos sobre el impacto del proyecto,
pero lo que si se conoce es que hoy el espacio ha adquirido gran
vitalidad y que los locales
comerciales están ocupados en su totalidad, brindando una
interesantísima oferta gastronómica, show y tanguerías.
Asimismo, se han instalado nuevas empresas que han ocupado la
totalidad del stock edilicio y se ha mantenido el índice de residencialidad, sin registrarse pérdida de población.
Financiero. La rehabilitación del Conjunto
Balcarce-Chile
supuso una inversión total por parte del Estado en lo que respecta a
la mejora del espacio urbano. Cabe destacar que se quintuplicaron las
inversiones privadas para la rehabilitación edilicia que se
disparó a partir de la intervención pública. Asimismo, se produjo un fortalecimiento de la actividad comercial a través de la instalación de bares típicos y restaurantes.
Social y económico. La recuperación del sector desde lo
social y desde lo urbano ha sido apoyada y sostenida por todos los
actores involucrados en el proceso. El producto final revela un
importante compromiso desde la esfera pública ya que el resultado ha
permitido una mejora concreta de la calidad ambiental y de la calidad vida de los ciudadanos, frenando la expulsión de los residentes permanentes y atrayendo la utilización del espacio y de los edificios con actividades comerciales y culturales.
Cultural. La preservación de este singular sector de la
ciudad ha permitido recuperar no solamente el patrimonio construido,
sino además su contenido social y la memoria de sus residentes. Poner
en valor esta área del Casco Histórico, contribuyó al enriquecimiento de la identidad cultural, revalorizando la calidad del medio urbano.
Ambiental. La intervención se desarrolló dentro del Plan de Manejo del Casco Histórico, instrumento de gestión fundamental para permitir una coherencia de acción y de ejecución. Asímismo, la inscripción dentro de este marco garantiza la multiplicación de la práctica y su correcta transferencia a otras ciudades donde puedan encontrarse problemáticas similares de degradación de sectores singulares dentro del Casco Histórico.
Institucional. La práctica presenta una notable integración
de la gestión local con la participación de los vecinos, lo que ha
garantizado la sostenibilidad de la actuación. Ha logrado alcanzar un
elevado nivel de participación de los distintos actores públicos y
privados que apoyaron y ayudaron a llevar adelante un proyecto integral complejo que debía ser abordado desde distintos aspectos: social, urbano, arquitectónico y cultural.
En el caso particular de Buenos Aires, gran parte del éxito del
proyecto de revitalización se apoya en una serie de actuaciones
estratégicas de pequeña escala que sirven de disparadores para la reversión del proceso de degradación y que han generado la participación de distintos actores.
Los actores sociales involucrados fueron los propietarios de los
edificios y solares, los habitantes del lugar, las asociaciones
vecinales y los grupos de comerciantes. En las reuniones se buscaba
transmitir y discutir las ideas generales y particulares del proyecto
para acordar acordar mecanismos conjuntos para llevarlo a cabo. La
incorporación vecinal tanto en el proyecto como en su materialización
optimizó los costos operativos, en especial los relacionados con el
mantenimiento posterior, y propició la identificación de los habitantes del lugar con el entorno físico funcional.
La rehabilitación del espacio y su uso permitió mejorar las
posibilidades de encuentro de los habitantes del lugar, de los
visitantes ocasionales y del turismo organizado. Los vecinos
rápidamente se apropiaron del espacio desencadenando un fuerte efecto
multiplicador que los propietarios u ocupantes encararon la recuperación de sus inmuebles logrando de esta forma la mejora del conjunto.
Las principales líneas de acción fueron definidas partiendo de un
diagnóstico del sector donde se detectaron sus problemas y sus
potencialidades a efectos de producir un cambio cualitativo en las
tendencias de corto, mediano y largo plazo. Desde el principio, el
proyecto se desarrolló desde una óptica amplia e interdisciplinaria
que abarcaba la totalidad de la problemática urbana y también la problemática global de la ciudad.
Los más de diez años de impulso del plan de revitalización de manera
sostenida favorecieron el concepto de patrimonio sostenible, creado
como elemento socialmente útil y rentable, y reforzaron el sentido de
pertenencia de los vecinos.
Los logros son numerosos, pero aún quedan un largo camino por transitar.
La experiencia del Conjunto Balcarce-Chile se inscribe dentro de un
proceso dinámico de intercambio de conocimientos y experiencias,
aplicadas sistemáticamente en otros sectores del Casco Histórico de
Buenos Aires. Si bien, las experiencias presentan un perfil diferente, la
metodología de trabajo es la misma, como en el caso de el
Pasaje La Piedad, el Boulevard Caseros o el Circuito Perú, por tratarse de una propuesta
que incide positivamente en la calidad de vida de la población con una
perspectiva de actuación sostenible. Además, se ha hecho referencia al
mismo a nivel internacional como por ejemplo en el Manual De Gestión
de los Procesos de Rehabilitación en Cascos Históricos, proyecto del
Programa URB-AL de la Unión Europea coordinado por la ciudad de Madrid.
Asimismo, el Plan de Manejo del Casco Histórico y su modo
de gestión ha sido presentado en numerosos congresos, seminarios y
talleres dentro de Argentina, otros países de Latinoamérica, del
Caribe y de Europa.
También se ha brindado asesoramiento y
asistencia a otros municipios que consultan permanentemente a la
Dirección General Casco Histórico sobre la implantación del mismo.
Existe además un listado de publicaciones y artículos referidos a esta
intervención en particular que permitieron, aprovechando su
aparición, una adecuada difusión y transmisión de la intervención. Se
puede mencionar algunos de los importantes medios donde se ha
difundido la actuación como son: Diario Clarín,
Diario La Prensa, Diario Página 12,
Diario La Nación, Revista CPAU, entre otros.
Se realizó también un CD informativo donde se recrea la intervención
en sus distintas etapas. Así mismo, en la publicación del Plan de
Manejo dentro del Programa de Mejora Ambiental del Espacio
Urbano, se enuncia la acción realizada dentro del listado de actuaciones ejecutadas.
- La Constitución Nacional de 1995 en su Artículo 41 contempla el derecho de los habitantes a la preservación del patrimonio natural y cultural.
- La Ley Nacional de Museos, Monumentos y Lugares históricos
número 12.665/40, crea la Comisión Nacional de Museos,
Monumentos y Lugares Históricos que tiene la superintendencia inmediata sobre los edificios y lugares históricos nacionales en concurrencia con las respectivas autoridades provinciales y municipales.
A partir de la reforma de la Constitución Nacional realizada en el año
1994, la ciudad adquiere su autonomía significando así que tiene el estatus necesario para dictar sus propias leyes y elegir por voto directo sus representantes.
- La Constitución de la Ciudad de Buenos Aires de octubre de 1996,
en su artículo 27 dice: «La Ciudad desarrolla una política de
planeamiento y gestión del ambiente urbano integrada a las políticas
de desarrollo económico, social y cultural. Garantiza la preservación
y restauración del patrimonio, urbanístico y arquitectónico como así
también vela por las condiciones de habitabilidad y seguridad de todo
espacio urbano, público y privado».
- La Ley 449, Código de Planeamiento Urbano, Sección 5 declara Área de Protección Histórica número 1 al
polígono constituido por el Casco Histórico, el Eje Cívico
Institucional y parte de los barrios de San Telmo y Montserrat. En
esta sección se establecen cuales son los niveles de protección y los
grados de intervención posibles en aquellos edificios o espacios
públicos que forman parte del catálogo. El sector propuesto se
inscribe dentro de este Área de Protección. En la Sección 10
de dicho código se indican los programas dentro de los cuales se
enmarca la rehabilitación y la conservación de edificios con valor
patrimonial, como así también los incentivos a los que acceden los
propietarios de los edificios catalogados.
- La Ley 71 del 3 de septiembre de 1998, define los
planteamientos generales del Plan Urbano Ambiental,
instrumento técnico-político para la identificación e implantación de
las principales estrategias de ordenación y mejora territorial y
ambiental del entorno arquitectónico y ambiental de Buenos Aires. Establece dentro de sus objetivos la preservación del patrimonio
cultural. El Artículo 14 enuncia los criterios orientadores entre los cuales encontramos:
- Promoción de una estrategia de espacios públicos con la recuperación, ampliación y mejora de los espacios verdes y las vías públicas y de las áreas de calidad ambiental-patrimonial.
- Generación de condiciones urbano ambientales para la
modernización y diversificación del tejido económico local, a través
de la mejora de las actividades existentes y la atracción de nuevas actividades.
- Mejora de las condiciones del hábitat de los sectores de menores
ingresos y/o con desventajas ambientales mediante una diversidad de
políticas que respondan a las distintas situaciones existentes.