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Nota del editor: Esta práctica es una actualización de Programa de Abuelas Cuenta Cuentos, buena práctica BEST de 2004. El texto resaltado en negrilla corresponde al añadido en la práctica actualizada.
País/Estado — Argentina
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — metropolitana
Agentes — organización no gubernamental (ONG)Categorías — Equidad de género e inclusión social: funciones y cometidos por razón del género; eliminación de trabas a la igualdad de género (medidas de discriminación positiva); fomento del auto-liderazgo de las mujeres. Infancia y adolescencia: de 10 años a la edad adulta; desarrollo de la capacidad de participación y del liderazgo en niños; programas de ocio y culturales; programas de apoyo comunitarios (protección frente a abusos, abandonos, violencia y delincuencia); grupos vulnerables. Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria; riqueza social y cultural; expresión y animación; educación cívica; artes; respeto a la diversidad cultural.
%URL debe ser completo: http://... borrar \liga{} si queda vacío José María Paz 355 3500 Resistencia, Provincia del Chaco Argentina. Tel: (0054-3722) 440827, 449270 o 447453.E-mail: mg47@fundamgiardinelli.org.ar
Av. 25 de mayo 268 Resistencia, Chaco Argentina. Tel: 54-3722-448200E-mail: meanaimpre@arnet.com.ar
Se trata de abuelas lectoras, no de narradoras orales. Esto significa que toda la actividad gira en torno al objeto libro, intentando transmitir de la manera más amorosa y generosa su valor simbólico, para alcanzar así el objetivo de fomentar la lectura desde la primera infancia. Es éste un programa participativo e integrador, que no sólo moviliza a los adultos, sino que también desata energías y propone actividades en todas las comunidades a las que llegan las Abuelas Cuentacuentos: establecimientos educativos, hospitales, institutos para discapacitados, comedores infantiles y salones de copeo de leche, orfanatos y parroquias, cuyos directivos, docentes, profesionales y estudiantes participan activamente de la experiencia.
Con el programa de Abuelas Cuentacuentos, paulatina pero consistentemente la Fundación Mempo Giardinelli ha creado un espacio de encuentro entre generaciones, habitualmente condenadas a la distancia por la segmentación etaria que suele imperar en los lugares concebidos para la cultura, el ocio y el placer. El programa tiene también un importante impacto de género puesto que, aunque no se imponen restricciones para el reclutamiento de las abuelas, las voluntarias son, en su mayoría, mujeres instruidas mayores de 50 años que la ferocidad del mercado laboral expulsa y excluye temprana y definitivamente. Estas mujeres (y algunos pocos hombres también) dan cuenta en sus testimonios de su gratitud por haber encontrado un nuevo sentido para su tiempo y su capacidad de dar afecto en el rol de cuentacuentos.
Ya la encuesta nacional de lectura realizada en 2001 mostraba la pendiente en términos culturales y se advertía que la población perdía velozmente esa costumbre de la libertad y de la inteligencia: el 92% decía que ya no leía debido al alto precio de los libros, o porque no tenía tiempo ni tranquilidad en medio de tantos problemas de orden económico; más del 55% no había comprado ningún libro en el último año y en general los docentes advertían que sus alumnos no comprendían lo que leían.
Los objetivos del programa Abuelas Cuentacuentos fueron definidos participativamente, a partir de propuestas de las coordinadoras (dos especialistas en Pedagogía de la lectura y didáctica de la literatura para niños pertenecientes al centro de estudios dependiente de nuestra fundación) y algunas de las abuelas pioneras. Esos objetivos consensuados son:
Muchos de los recursos necesarios para poner en marcha el programa ya existían en nuestra institución (que de hecho empezó actividades en 1986 y asumió la forma jurídica actual como ONG en 1999). Entre ellos la imagen de confianza que la fundación tiene en Argentina y en la comunidad chaqueña en particular, sumada a la buena relación con la prensa. Los recursos humanos en comunicación, pedagogía de la lectura, didáctica de la literatura para niños y para la administración, ya se desempeñaban como voluntarios en otros programas de la fundación. También se contaba con una biblioteca dotada de un pequeño acervo inicial de literatura infantil, el cual se ha ido acrecentando a través de adquisiciones propias y de algunas donaciones de editoriales y particulares, siempre insuficientes.
La fundación aportó también recursos informáticos y de comunicaciones para la coordinación del programa, la constitución de bases de datos, etc. Para movilizar formadores y abuelas hacia los barrios periféricos de la ciudad se buscó el modesto apoyo de patrocinadores locales. Se recurrió a una imprenta local para obtener los materiales operativos necesarios (afiches, folletería, instructivos, teorías sobre la narración oral y la selección de textos, cuestionarios de relevancia de indicadores, bases de datos). Y se solicitó a un hotel el alojamiento de los formadores que fueron llegando de otras ciudades, así como el uso de sus salones para conferencias de prensa y reuniones mensuales de las voluntarias lectoras con las coordinadoras. Estas dos coordinadoras, voluntarias, son las responsables de la administración de los recursos del programa.
Los dos principales problemas que enfrentamos para llevar a cabo de la idea son el transporte y la seguridad. Especialmente problemático es el traslado de los voluntarios a las escuelas y establecimientos ubicados en barrios periféricos. A la falta de un vehículo propio se suma la imposibilidad de solventar servicios de taxis o remises, cuyos costos suelen exceder las posibilidades presupuestarias del programa. Pero también es preocupante la cuestión de la (in)seguridad, puesto que hay asentamientos irregulares a los que las voluntarias no se atreven a entrar por miedo a ser víctimas de hechos delictivos. Sin embargo, allí también viven niños, de modo que la solución parcial que hasta hoy hemos desarrollado es el reclutamiento de lectores voluntarios en aquellos lugares donde se detecta la necesidad. De este modo, las abuelas de cada barrio son quienes cubren las necesidades de esos sitios distantes del centro estimulando además la inclusión de nuevos voluntarios cuentacuentos.
Otra dificultad suele presentarse cuando se estrechan lazos afectivos entre una abuela voluntaria y un mismo grupo de chicos. No se trata de evitar tales vínculos (ese afecto es garantía del buen resultado de la actividad) pero, si se dedican casi exclusivamente a unos pocos, atienden a menor cantidad de niños en el año. Para solucionarlo estimulamos permanentemente la inserción de nuevas voluntarias y la rotación entre las que ya están en acción, para que además de su grupo preferido atiendan a otros, y en lo posible en otras escuelas.
En 2005 las Abuelas llegaron a más de 1200 instituciones, de las cuales la mayoría son escuelas de áreas y barrios marginales. Se registraron más de 50.000 niños beneficiarios. A través de cuestionarios controlamos la satisfacción y los resultados de todos los actores involucrados (voluntarios lectores, directivos, docentes y alumnos), lo que arroja datos cuantitativos y cualitativos que permiten mejorar sobre la marcha y saber qué ocurre en cada encuentro.
Estamos atentos a la buena actitud de las autoridades gubernamentales hacia el programa, los elogiosos reportes en la prensa local y nacional y el buen desarrollo de las transferencias de la experiencia a otras ciudades, así como las permanentes consultas que recibimos en las que se nos pide asesoramiento y transmisión de nuestra experiencia. Todos los voluntarios aceptaron formarse en didáctica de literatura para niños y siguieron fielmente la selección de textos propuestos por los especialistas. Además, hicieron talleres con varios distinguidos escritores y narradores argentinos, especialmente invitados por la fundación, entre ellos Ana Padovani, Carlos Balmaceda, Graciela Cabal y Luis Pescetti.
Es notable cómo las Abuelas observan los cambios positivos que se van produciendo en los niños a quienes han visitado constantemente desde hace cinco años. Los pequeños comienzan a hablar de sus lecturas personales, a llevar a los encuentros libros de su interés (que en algunos casos retiraron previamente de bibliotecas), y algunos hasta manifiestan deseos de convertirse en escritores e intentan ‘hacer sus libros’ para que las Abuelas los lean en voz alta al resto del grupo. De este modo se instala el tema de la lectura en las comunidades escolares: padres y docentes solicitan formación, que la fundación les provee. Desde este modo, las Abuelas se convierten en parte importante de esas comunidades escolares: de hecho son invitadas a leer en actos conmemorativos, fogones y campamentos; se las convoca como jurados de las producciones de los niños; se las distingue con diplomas o presentes. Las muestras de afecto se multiplican y en esto consiste su gratificación.
Aspecto financiero El programa funciona con recursos económicos muy limitados. Para su puesta en marcha no es necesario pedir préstamos pues no tiene grandes costos administrativos. Todo es posible de obtener a través de patrocinadores que colaboren ‘en especies’: impresiones, espacios de reunión e incluso transporte. En nuestro caso, siempre estamos a la búsqueda de recursos para asegurar el transporte y la seguridad a fin de llegar a los chicos de barrios más alejados.
Aspecto social y económico El programa ha reunido a muchas personas para promover una causa (la lectura) que atraviesa todas las condiciones sociales, económicas y etarias. Haberlo logrado sin más interés que el intercambio de cultura y afecto, es casi un milagro en una sociedad que, tras el shock económico de 2001, quedó partida entre quienes gozan de bienestar y quienes sufren la pobreza extrema. El grupo de voluntarias de la fundación se ha integrado magníficamente, pese a provenir de diferentes orígenes sociales. Es conmovedor ver cómo abuelas de clase económica baja, media o alta se encuentran entre ellas, acercándose a los niños desposeídos sin prejuicios. A la vez jóvenes y niños se acercan a la fundación para que les ayudemos a transmitir la experiencia de leer a otros jóvenes y niños más pobres, así como a huérfanos, discapacitados o enfermos terminales.
Aspecto cultural El cóctel enriquecedor que brinda afecto más literatura de calidad promueve la integración social y cultural. Al pasarse las historias leídas de generación en generación se fortalecen también la identidad comunitaria y la memoria colectiva. Se fomenta la demanda de lectura y se provocan cambios de conciencia y actitud allí donde las Abuelas llegan. Estamos convencidos de estar ayudando a crear un pueblo lector y mucho más integrado para el futuro.
Aspecto ambiental Aunque no es misión específica de la fundación, muchos de los textos que las Abuelas comparten con los niños llevan mensajes formativos y de promoción de actitudes amigables con el medio ambiente, así como de seguridad sanitaria y comportamiento ciudadano. Y todo ello sin dejar de lado la calidad estética.
La eficaz coordinación del programa asegura la continuidad y el desarrollo en nuestro ámbito local, pero además el Ministerio de Educación de la Nación ha tomado el proyecto y su modelo de gestión y acaba de convertirlo en una estrategia nacional de fomento de lectura, una verdadera política de estado.
Si bien fue nuestra intención inicial que las Abuelas Cuentacuentos se abocaran al trabajo en las escuelas, desde el principio fue evidente que había otras audiencias potenciales y que las voluntarias ansiaban responder a esos requerimientos. Así fue cómo las voluntarias leyeron también para los niños beneficiarios del programa de Asistencia a Comedores Infantiles (que es otro programa de nuestra fundación), así como a niños internados en orfanatos, salas de hospital, donde hay niños enfermos y otros que aguardan a que sus parientes se restablezcan. Pero no sólo aquí termina la ‘expansión’ del fenómeno de las Abuelas Cuentacuentos: también reciben la visita de las abuelas las llamadas Niñas Madres Canguro que aguardan la maduración de sus bebés prematuros en el hospital pediátrico de Resistencia; niños discapacitados es sus centros de atención; internos del instituto de ciegos; los pequeños asistentes a bibliotecas populares y aún ancianos en geriátricos. La principal lección aprendida fue que no se podía cercenar la libertad de los voluntarios de asistir a otras personas, más allá de los niños en edad escolar.
Las herramientas necesarias para realizar la transferencia fueron perfeccionándose durante estos años. Desde entonces, numerosos voluntarios y organismos estatales han contactado con nuestra fundación para poner en marcha el programa y como resultado de ello es que treinta y una ciudades de once provincias argentinas y cinco ciudades de otros países (Caracas, Medellín, Lima, Derbyshire y Monterrey) ya han comenzado la actividad.
Para satisfacer esa demanda preparamos un libro instructivo que detalla todos los recursos y actividades necesarios para ponerlo en marcha.
A cada ciudad enviamos también los textos teóricos que sustentan la actividad, el listado de cuentos más eficaces para estimular la lectura, los testimonios de los voluntarios y algunas producciones de los niños beneficiarios. Es importante también, para la transferencia de la práctica, efectuar visitas en un primer momento para sostener reuniones con el potencial coordinador y promover un segundo encuentro cuando los voluntarios ya han sido reclutados.
Por otra parte, está en construcción una página web que servirá para que todas las comunidades que deseen puedan descargar el instructivo gratuitamente e ingresar a la web sus indicadores de éxito, de manera que se vayan sumando automáticamente. Esta web permitirá además el contacto entre voluntarios de todo el mundo, así como el intercambio de experiencias entre coordinadores y a través de correo electrónico y chat.
Socio Fundación Mempo Giardinelli Meana&Meana Editores Hotel
Covadonga Fundación OSDE Federación Médica del Chaco Presupuesto total
2001 97 1 1 - 1 4.000
2002 97 1 1 - 1 8.500
2003 95,5 1 1,5 1 1 11.000
2004 96 2 2 - - 10.000
2005 96 2 2 - - 15.000
2006 97,5 2 0,5 - - 15.000
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fundación Mempo Giardinelli () Acuerdo de cooperación entre el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de la Nación y la fundación Mempo Giardinelli para la transferencia de la Práctica Acta N°753/05, complementaria al convenio MECYT N°601/03
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