Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2006 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/06/bp0787.html |
País/Estado — Uruguay
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — costera
Ámbito de la actuación — barrio
Agentes — gobierno central; gobierno local; organización no gubernamental (ONG); organización de base comunitaria (OBC).Categorías — Equidad de género e inclusión social: necesidades por razón del género; acceso a los recursos; características étnicas; integración; fomento del auto-liderazgo de las mujeres. Arquitectura y diseño urbano: diseño eco-lógico y asequible; conservación del patrimonio arquitectónico; diseño comunitario sostenible. Vivienda y derechos humanos: vivienda accesible; habitabilidad y adecuación cultural de la vivienda; vivienda asequible; igualdad de derechos de propiedad y herencia (para las mujeres).
José Ma. Roo 1254 al 1282 (Esq. Carlos Viana. Barrio Sur) Montevideo CP 11200 URUGUAY Tel: ++5982 908 1130 Fax: ++5982 908 1130
Libertad 2429 Montevideo CP 11300 URUGUAY Tel: ++5989 444 5310 Fax: ++5982 710 3972E-mail: ciudyreg@adinet.com.uy
Ciudadela 1229 piso 1, Mercado Central Montevideo CP 11000 URUGUAY Tel: ++5982 916 8779 Fax: ++5982 915 0247Colaboración política.
Zabala 1432 Montevideo CP 11000 URUGUAY Tel: ++5982 917 0710 Fax: ++5982 917 0710 int. 2222E-mail: dinavi@mvotma.gub.uy
Palacio Municipal, Piso 10, Sector Santiago de Chile Montevideo CP 11200 URUGUAY Tel: ++5982 1950 1455 Fax: ++5982 1950 1994Web: http://www.montevideo.gub.uy/
El proyecto consiste en la reconversión de un viejo y abandonado edificio de talleres en un complejo de 36 viviendas, zonas comunes, patios de recreo y una azotea ajardinada para una grupo de familias afrouruguayas encabezadas por mujeres organizadas en una cooperativa de ayuda mutua. El proyecto también incluye un centro cívico para el barrio y unas pistas deportivas.
El trabajo se lleva a cabo mediante la autogestión y el apoyo mutuo de la cooperativa. El proyecto recibe financiación de diferentes fuentes, entre las que se incluyen préstamos del Ministerio de Vivienda y el edificio en sí, proporcionado por la Municipalidad. El proyecto pretende proporcionar viviendas asequibles para familias encabezadas por mujeres de bajos ingresos. Además, procura mejorar las condiciones de vida de los afrouruguayos de Montevideo que retornan al Barrio Sur, una zona llena de significado para esta comunidad.
La iniciativa parte de Mundo Afro, una organización de base comunitaria que trabaja para el desarrollo social y cultural y el fortalecimiento de la capacidad de autoorganización de la comunidad afrouruguaya. Al detectar que el problema del alojamiento era considerado prioritario por los miembros de la comunidad, especialmente entre las familias encabezadas por mujeres, Mundo Afro contactó con Ciudad y Región y juntos diseñaron un programa de alojamiento basado en el trabajo, dentro de un marco común, de cooperativas de familias con cierto grado de autonomía.
El Barrio Sur es un barrio central de Montevideo, con unos vínculos históricos y actuales con la vida de la comunidad afrouruguaya. Actualmente se encuentra parcialmente deshabitado, pero debido a su ubicación privilegiada en la costa del Río de la Plata, la zona está sufriendo un proceso de elitización al ser colonizado por parte de las clases medias.
El proyecto promueve la densificación de la zona, creando una mezcla sostenible de poblaciones residentes y evitando la elitización. Pretende contribuir a la recuperación física de esta área central de la ciudad, reconvirtiendo edificios en ruina para hacer un mejor uso del patrimonio construido y las infraestructuras ya existentes. El proyecto explora las posibilidades del diseño duradero, flexible y de bajo consumo energético. Asimismo se concibe como una tipología urbana compacta y densa aunque no vertical.
La solidez del edificio, construido en 1927 con estructura de hormigón y fábrica de ladrillo, permite abrir huecos para la entrada de luz y ventilación y la subdivisión vertical del mismo. La superficie media de las viviendas es de 60 m2, y todas pueden ser ampliadas añadiendo nuevas subdivisiones. Existen diferentes núcleos básicos, pisos, o dúplex que varían entre 1 y 3 dormitorios para albergar una diversidad de familias y actividades.
La comunidad afrouruguaya ocupa una posición desfavorecida en la sociedad, especialmente las familias encabezadas por mujeres. El incremento de los precios de la vivienda está expulsando a esta población del Barrio Sur, al que están histórica y socialmente vinculados.
Mundo Afro trabaja en un amplio espectro de actividades sociales y culturales para fomentar la capacidad de autoorganización de la minoría negra en Uruguay. A través de su trabajo detectó que el problema del alojamiento era considerado prioritario por los miembros de la comunidad afrouruguaya, especialmente entre las familias encabezadas por mujeres.
Dos aspectos centrales al promover la iniciativa fueron: la carencia de viviendas adecuadas y asequibles, y el problema del alejamiento de la comunidad afrouruguaya del Barrio Sur, donde las redes sociales de esta comunidad son densas.
La autogestión del proyecto por parte de la cooperativa es considerada una herramienta útil para la participación social y la integración del grupo y vital para el fortalecimiento del papel de las mujeres y de la minoría étnica afrouruguaya.
Una vez fundada la cooperativa con apoyo de Mundo Afro y Ciudad y Región, se decidió que, debido a la disponibilidad de edificios apropiados en la zona, la mejor opción para acceder a alojamientos adecuados era la reconversión de un edificio existente mediante la autoconstrucción y el apoyo mutuo.
Un emplazamiento adecuado, la inserción en el barrio y el acceso a equipamientos sociales debían ser parte integral del proyecto.
La alianza entre la cooperativa y las organizaciones promotoras desencadenó un proceso de negociación con diferentes instituciones que desembocó en la obtención del edificio para su reestructuración, financiación para las obras de construcción, la flexibilización de las estrictas regulaciones edificatorias y legales, y la posibilidad de compartir la administración de un centro comunitario con la población local.
Las familias contribuyeron con la gestión del proyecto y su propio trabajo. Éste se realiza por las propias familias, con la ayuda de parientes y amigos, y mediante días de trabajo solidario, y se estima su valor en 87.756 dólares estadounidenses, el 14% del coste total. Los ingresos mensuales de las familias están por debajo de los 300 dólares.
El Ministerio de Vivienda proporcionó un crédito subsidiado de 12.121 dólares por familia, sumando 436.356 dólares en total, lo que supone un 70% del coste total. Es la misma cantidad del coste de un núcleo básico construido por contratistas en la periferia, que suele ser la solución ofrecida a las familias con niveles de ingresos similares a los de la cooperativa. La devolución se efectúa en cuotas de 20 dólares mensuales durante cinco años. Tras ese periodo, la cooperativa se convierte en propietaria de las viviendas. El alquiler de una vivienda similar en la zona puede costar unos 110 dólares al mes.
Las organizaciones Mundo Afro y Ciudad y Región comparten con la cooperativa la promoción del proyecto, la gestión y la administración de los recursos.
Costes (en dólares estadounidenses):
Precio de mercado del edificio | 138.284 |
Costes de construcción (materiales, salarios y tasas públicas) | 363.059 |
Valor estimado del trabajo de ayuda mutua | 87.756 |
Servicios profesionales y consultoría | 35.353 |
Coste total del proyecto | 624.452 |
Coste por núcleo (36 núcleos) | 17.346 |
Coste por m2 (promedio 60 m2) | 289 |
Coste por m2 del núcleo básica (32 m2) | 372 |
El Candombe es un ritmo musical basado en los tambores, la percusión y las danzas africanas. Con una historia de 200 años, se ha convertido en una expresión cultural que está considerada una de las más importantes tradiciones uruguayas, y no sólo para los afrouruguayos. El Candombe nació en el Barrio Sur y se representa en un gran acontecimiento anual, las llamadas, un desfile al aire libre a través de las calles del barrio, que atrae tanto a la población local como a visitantes y turistas internacionales durante el Carnaval.
Bajo la Dictadura, en los años setenta, se demolieron muchos conventillos, y parte de la población fue desplazada forzosamente a la periferia. Los proyectos residenciales dirigidos a la población blanca de clase media iniciaron un proceso de elitización del barrio. Ahora, la comunidad afrouruguaya está tratando de volver al barrio, en un proceso con carencias de recursos y apoyo público.
El proyecto nace en 1998 a partir del trabajo social de Mundo Afro, una organización de base comunitaria que trabaja en el fomento de la capacidad de autoorganización de la minoría negra en Uruguay y que detectó que el problema del alojamiento era considerado prioritario por los miembros de esta comunidad, especialmente para las familias encabezadas por mujeres. Mundo Afro contactó con Ciudad y Región y juntos diseñaron un programa de alojamiento basado en el trabajo, dentro de un marco común, de cooperativas de familias con cierto grado de autonomía.
Después de una serie de negociaciones, el grupo logró obtener un edificio abandonado para su rehabilitación. Se trataba de un antiguo taller de carpintería municipal, propiedad de la Municipalidad, quien accedió a venderlo a un precio subsidiado. La relación con la Municipalidad resultó fructífera y sustancial, lo que permitió abordar el proyecto con una concepción más amplia que la de la mera solución a un problema de alojamiento, incorporando elementos como equipamientos sociales para el conjunto del barrio. También facilitó un espacio de negociación con otros grupos de residentes de la zona. Esta estrecha relación también permitió la flexibilización de las estrictas regulaciones edificatorias y legales.
El Ministerio de Vivienda suele ofrecer únicamente núcleos básicos de 32 m2 en la periferia a familias de bajos ingresos como las que forman esta cooperativa. Este grupo, sin embargo, propuso percibir la misma cantidad de dinero que costarían los núcleos básicos, y emplearla para rehabilitar y reconvertir el edificio industrial en viviendas de 60 m2 de promedio. Los costes se reducen mediante la autogestión y el trabajo propio que aportan los cooperativistas. La embajada británica apoya el programa aportando maquinaria de construcción, azulejos y sanitarios para los aseos y cocinas.
La gestión de los aspectos técnicos y constructivos es llevada a cabo por Ciudad y Región. La administración y los aspectos financieros y sociales son compartidos entre Mundo Afro y Ciudad y Región. La cooperativa Ufama al Sur comparte con las ONG la gestión del programa a lo largo de sus diferentes fases y participa directamente en los trabajos de construcción. El compromiso de las ONG desde las primeras fases del proyecto hizo posible desarrollar la formación y capacitación necesaria tanto para los cooperativistas como para los profesionales, imprescindible para la realización de un proyecto de este tipo.
El edificio se encuentra en su fase final de construcción y aún no ha sido ocupado.
La gestión del proyecto ha creado oportunidades para la participación de las mujeres y su compromiso con las tareas cívicas. Actualmente tienen una fuerte presencia en las organizaciones barriales, en campañas de prevención y salud, en actividades culturales y deportivas, etc.
Gracias a la iniciativa, el apoyo mutuo ha facilitado el desarrollo de vínculos entre los cooperativistas. Se ha formado a personas en los oficios de la construcción, y se han creado oportunidades laborales para algunos miembros y familiares de la cooperativa como personal contratado.
El proyecto ha creado posibilidades para la integración y el encuentro en el Barrio Sur, lo que ha facilitado unas mejores relaciones entre los distintos grupos humanos que comparten este barrio.
El barrio se beneficia de un ejemplo de proyecto residencial de alta densidad (aunque no vertical), social y étnicamente diverso, que además promueve la equidad de género. Este ejemplo demuestra las posibilidades de la renovación urbana evitando el proceso de elitización que suele acompañarla.
Mundo Afro y Ciudad y Región han desarrollado un satisfactorio trabajo conjunto que ha sentado las bases para futuras alianzas. Este proyecto ha abierto la posibilidad de colaboración interinstitucional entre el gobierno central y la Municipalidad, y se están planeando otros programas similares, especialmente en el casco histórico de Montevideo. La experiencia de Ufama al Sur muestra las posibilidades de éxito de este tipo de proyectos.
El Ministerio de Vivienda tiene un programa de préstamos hipotecarios subsidiados, para grupos con ingresos similares a los de los miembros de la cooperativa Ufama al Sur, denominado SIAV. Estos créditos están disponibles para cualquier familia en el país, a través de un proceso de solicitud basado en la situación económica de la familia. La devolución se efectúa en cuotas durante cinco años, y tras este periodo la familia se convierte en propietaria de la vivienda.
La Municipalidad tiene suelo disponible para la renovación urbana y para las cooperativas. Los grupos organizados pueden optar a este suelo con la condición de obtener un crédito para construir en un plazo fijado.
Las cooperativas de vivienda poseen en Uruguay un marco legal específico y muy desarrollado. Mediante la ayuda mutua las familias pueden aportar valor a los trabajos de construcción de sus viviendas. Existen organizaciones que apoyan a las cooperativas, asociaciones profesionales especializadas y disponibilidad de créditos hipotecarios para la construcción.
En términos de durabilidad de las estructuras, el diseño tiene un carácter ecológico, basado en una construcción robusta pero con tipologías flexibles para ajustarse a unas funciones que pueden cambiar con el tiempo.
El edificio ha sido diseñado para maximizar el ahorro energético, con un especial énfasis en la ventilación y la iluminación naturales, el aislamiento y la inercia térmica. Se han previsto calderas individuales de gas natural para agua caliente y calefacción.
Este es el primer proyecto de viviendas en la zona en el que han sido tenidos en cuenta aspectos territoriales, identitarios, étnicos y de género. Los equipamientos sociales que aporta, no sólo a los miembros de la cooperativa, sino al conjunto del barrio como espacios de integración, son una parte sustancial del proyecto, que promueve la diversidad y la sostenibilidad social. La tipología constructiva, basada en una reinterpretación de los conventillos y sus espacios comunes, realzando las actividades comunitarias del grupo basadas en las formas de vida tradicionales. Este es el primer proyecto con tal variedad de participantes: organizaciones de base comunitaria, organizaciones no gubernamentales para el asesoramiento técnico, gobiernos nacional y local, siendo los beneficiarios los que lideran la negociación en todas las fases.
Enmarcado en la tradición cooperativa uruguaya de apoyo mutuo, el proyecto forma parte de una pequeña muestra de reconversiones de edificios que ha realizado el sistema cooperativo. Se está promoviendo, dentro del movimiento cooperativo y de los gobiernos local y nacional, un uso más sostenible del parque de viviendas y de edificios desocupados.
Una transferencia de mayor alcance de este proyecto podría ser posible si se formalizara el apoyo institucional, creando programas específicos de financiación y acceso al suelo. Este proyecto concreto fue posible gracias a la habilidad de la cooperativa para generar buena voluntad en los políticos y funcionarios públicos de diversas instituciones. La excesiva dependencia de personas concretas de cada institución ha constituido una debilidad del proceso.
Deberían haberse diferenciado, en las tarifas de asesoramiento técnico, entre proyectos de nueva construcción en terrenos periféricos de las de proyectos de rehabilitación o reconversión, para incentivar a las ONG a aceptar los retos de éstos últimos. Los tiempos de negociación y construcción deberían acortarse para animar a más grupos a intentar esta vía de conseguir sus viviendas, aprovechando el patrimonio construido ya existente.
El trabajo de Mundo Afro se ha reforzado gracias a este proyecto, y las negociaciones con los gobiernos local y nacional continúan, explorándose formas de ampliar sus actividades. Hay grupos similares trabajando en Rivera y Durazno, otras ciudades con importantes poblaciones afrouruguayas.
Este ejemplo ha sido estudiado por las nuevas autoridades del Ministerio de Vivienda como un precedente para establecer líneas de crédito específicas en el futuro Plan Quinquenal de Vivienda, y algunos miembros de la cooperativa han sido invitados a participar en el Grupo Asesor.
El Ministerio de Vivienda tiene un programa de préstamos hipotecarios subsidiados, para grupos con ingresos similares a los de los miembros de la cooperativa Ufama al Sur, denominado SIAV. Estos créditos están disponibles para cualquier familia en el país, a través de un proceso de solicitud basado en la situación económica de la familia. La opción más extendida es la construcción de nuevas viviendas (núcleos básicos de 32 m2) en la periferia, a través de contratistas. La devolución se efectúa en cuotas de 20 dólares estadounidenses durante cinco años.
La Municipalidad tiene suelo disponible para la renovación urbana y para las cooperativas. Un uso innovador de la legislación de propiedad inmobiliaria hace posible que se venda parte del edificio para construir viviendas e instalaciones para la cooperativa, mientras que se reserva espacio para el centro cívico de titularidad municipal.
Las cooperativas de vivienda poseen en Uruguay un marco legal específico y muy desarrollado. Aunque no es frecuente, no contraviene ninguna ley el que las cooperativas realicen reconversiones de edificios. La mayoría, sin embargo, opta por desarrollar nuevas viviendas en suelos de la periferia, evitando las dificultades y los costes añadidos que conllevan los grandes proyectos de rehabilitación. En una visión economicista de corto alcance no se tienen en cuenta los beneficios de insertar los proyectos en áreas centrales densas, diversas y bien dotadas.
La innovación del proyecto reside en el liderazgo del grupo cooperativista, que actúa con el asesoramiento de las ONG, que coordinan el trabajo y ayudan a flexibilizar los criterios de las distintas instituciones.
Socio | Tipo de ayuda | Año 1 | Año 2 | Año 3 | Año 4 | % |
Ufama al Sur | Trabajo cooperativo de las familias | 26.327 | 21.939 | 21.939 | 17.551 | 14% |
Ministerio de Vivienda | Préstamo subsidiado | 152.725 | 109.089 | 109.089 | 65.453 | 70% |
Municipalidad de Montevideo | Descuento del precio del edificio | 100.340 | - | - | - | 16% |
Presupuesto Total | 279.391 | 131.028 | 131.028 | 83.005 | 100% |
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2006 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/06/bp0787.html |