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País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — alta meseta
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno central; gobierno local; paraestatal; institución académica o de investigación.Categorías — Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo; acceso a créditos. Gestión ambiental: creación de zonas verdes en la ciudad; introducción de criterios ecológicos en el entorno urbano; restauración ambiental; sostenibilidad ecológica. Ordenación territorial: conservación de espacios libres.
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Las intervenciones en la región urbana de Buriti/Lagoa se planificaron con la vista puesta en los siguientes objetivos: mejorar la habitabilidad, proteger el medio y elevar la calidad de vida de las comunidades. De forma más específica se buscó la implicación de los residentes locales en el proyecto, enfocando nuestro esfuerzo en familias de los siguientes barrios marginales: São Conrado, Buriti, Marimbondo y Bom Jardin y la subdivisión municipal de vivienda Interpraia. Esta estrategia se diseñó para poder alcanzar un desarrollo local sostenible a través del programa de vivienda Habitar Brasil que desarrollan el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Caixa Económica Federal (CAIXA) y el Ayuntamiento de Campo Grande. Basado en los principios de la participación comunitaria, esta práctica se propuso supervisar, diagnosticar, proporcionar información y clarificar los objetivos y estrategias del proyecto Cambiar para Mejor, Proyecto Integrado Buriti/Lagoa.
El desarrollo de este proyecto comenzó con la realización de un censo, seguida por la presentación de una propuesta a los líderes locales y más adelante a toda la comunidad. Sólo entonces, respaldados por toda la población local, se elaboraron los proyectos urbanos definitivos, mostrando clara y transparentemente las intenciones que tenía cambiar el status-quo de aquel momento, que incluiría el traslado de las familias desde las zonas de alto riesgo y de preservación ambiental; promovería la posesión de los terrenos por parte de los habitantes y las mejoras necesarias en las viviendas. Los beneficiarios del proyecto estuvieron involucrados en todas las fases del mismo y eligieron el lugar donde debían situarse las nuevas viviendas (una zona aledaña al área de intervención). Se eligió el diseño arquitectónico más adecuado y se establecieron grupos de representantes y comisiones que condujeron a una participación comunitaria activa y al control social del proyecto. Los precios de las nuevas propiedades se establecieron considerando las indemnizaciones que recibiría cada una de las 350 familias por su antiguo terreno.
Se pusieron en marcha los siguientes proyectos:
Todas estas intervenciones produjeron excelentes resultados, con efectos beneficiosos para todos los implicados. Este innovador proyecto se ha utilizado como modelo para poner en marcha otras iniciativas.
Varias familias compuestas por trabajadores no cualificados con unos ingresos y niveles de escolarización extremadamente bajos ocupaban zonas de alto riesgo y de alto valor ambiental a lo largo de las orillas de los arroyos Buriti y Lagoa, bajo una línea de alta tensión. Vivían de manera infrahumana en chabolas construidas a partir de fragmentos de tableros aglomerados, de lonas y viejas piezas de madera, con conexiones clandestinas a las redes eléctrica y de agua.
Del total de 764 familias censadas, 314 debían ser realojadas. Los ocupantes de esta zona depositaban sus basuras y excrementos en las zonas y corrientes cercanas; lo que les exponía a una amplia variedad de enfermedades. Sin una accesibilidad adecuada, esta comunidad se convirtió en un gueto, degenerando en uno de los puntos de pobreza urbana y degradación ambiental más críticos de la capital del estado.
Las prioridades se establecieron en base al censo social y físico y también al estudio ambiental preliminar. Esto permitió establecer líneas de actuación compartidas por los actores implicados en los procesos de preparación, desarrollo y asesoramiento de estas intervenciones. El abrumador apoyo de la comunidad local a través de sus varios segmentos (mujeres, mayores, jóvenes y líderes), de las autoridades locales y de las ONGs nos llevó a establecer la siguiente lista de prioridades:
Los objetivos se establecieron sobre la base del censo y de la implicación comunitaria asistida por empleados técnicos del gobierno local. Este proceso fue crucial para despertar el interés de la población beneficiaria por la búsqueda activa de una mejor calidad de vida. La creación o el refuerzo de grupos representativos, principalmente de mujeres, mayores y jóvenes; el incentivo de las actividades generadoras de ingresos con la vista puesta en la mejora económica y financiera de la comunidad y su establecimiento en la zona en paralelo a las instalaciones de urbanización ofrecidas consolidaban el desarrollo local sostenible.
La construcción de las viviendas ayudó a mejorar las condiciones de vida y del habitar de las familias beneficiarias. Con la intención de mitigar el impacto ambiental de estas intervenciones, se estableció un cinturón verde a lo largo de las orillas del arroyo Buriti, donde se preservó y reconstruyó la vegetación original y que fue diseñado como zona de recreo comunitario.
En vista de las marcadas desigualdades sociales y las críticas situaciones locales y de su propia responsabilidad en asegurar el bienestar de los residentes, el gobierno local de Campo Grande, apoyado por CAIXA se vio en la obligación de contactar con el gobierno federal para solicitar participar en el Programa de Vivienda Habitar Brasil, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo y cuyos fondos se encargaría de transferir CAIXA. Otras inversiones financieras llegaron a través de la asociación con la ONG Moradia e Cidadania y los grupos de mujeres y mayores Mulheres sem Limites e Idosos y el proyecto de regeneración de barrio Viva seu Bairro.
A través del Decreto n. 8.929 se estableció la Unidad Municipal de Gestión (UEM) que consistía en una agrupación de personal técnico de distintas ramas y especialistas en planificación urbana que empleados en diversos departamentos municipales que debían alejarse de las recetas para poder así producir la mejor solución posible para la transformación de esta zona. La oficina de la UEM situada en el área de intervención comenzó a realizar un estudio integrado especializado. Para poder acoger la ocupación de la zona en una densidad mayor y con un coste considerablemente menor, todas las instalaciones urbanas y equipamientos permanecerían, de modo que no se causaran dificultades a las familias; se expropiaron 232 parcelas vacías que se fundieron de forma automática y se reparcelaron en terrenos de un mínimo de 240 m2 en el distrito de São Conrado para poder construir las 350 viviendas suministradas por el proyecto.
El área atendida por este proyecto se encuentra en la región urbana de Lagoa, que ocupa el segundo lugar por densidad de población dentro del municipio de Campo Grande. Atravesada por los cursos del Buriti y del Lagoa, la zona aloja 2.774 personas con niveles bajos de ingresos y de escolarización, que se ven afectadas por altas tasas de desempleo. Esta zona que se compone de los barrios de Buriti, São Conrado, Bom Jardim, Marimbondo y la subdivisión municipal de Interpraia y se extiende de modo incontrolado a lo largo de los cursos del Buriti y del Lagoa en la zona de paso de una línea de alta tensión. Aunque algunos de los ocupantes llevan en la zona desde 1980, se produjo muy poca resistencia a la intervención pública, a pesar de las oportunistas promesas de reforma que se habían producido en el pasado. De las 764 viviendas existentes, el 94% eran chabolas insalubres montadas con tableros agromerados, desechos de madera y lonas, que contaban con zanjas a cielo abierto para el saneamiento y cuyas basuras se depositaban en las calles que se encontraban sin pavimentar; como resultado, se producía una evidente degradación ambiental, principalmente a lo largo de los cursos de agua y en las propias aguas de los arroyos Buriti y Lagoa.
Para cumplir con los criterios de eligibilidad establecidos por el Programa de Vivienda Habitar Brasil, en abril de 2001, la UEM desarrolló un censo social, económico, físicio y ambiental que produjo un documento guía de la preparación de propuestas específicas. En agosto de 2001, estos estudios se presentaron y se discutieron con la población local, e inmediatamente después se escogió el diseño arquitectónico y el lugar donde debían ubicarse las 350 nuevas viviendas; estas decisiones contaron con el apoyo del 100% de la población beneficiaria. El trabajo comenzó con la preparación de los proyectos y culminó con el lanzamiento del Proyecto Integrado Buridi/Lagoa - Cambiar para Mejor que fue el nombre elegido por los residentes para la operación como homenaje a los dos cursos fluviales que atraviesan la zona.
Contenidos del proyecto:
Se hicieron esfuerzos por legitimar las necesidades y deseos de la población local a través de un proceso de construcción colectiva que se afinó de forma constante dado el alcance del proyecto en la región, ya que su repercusión alcanzaría a las 90.000 personas.
El proyecto integrado aquí descrito alcanzó un grado de satisfacción del 97% entre la población local según la medición establecida a través del trabajo social de monitorización sistemática. La credibilidad de este proyecto y el Programa de Mejora de Barrios Desfavorecidos llenó de oxígeno la autoestima de la comunidad, consiguiendo un marco de trabajo más robusto y una organización más estructurada que hoy están respaldando las comisiones de realojos, de regularización de la propiedad y de mejoras en las viviendas. Se legalizaron las asociaciones de vecinos y los grupos de mayores. Las alianzas establecidas para dar soporte a las actuaciones y acentuar la importancia de la participación de los beneficiarios extienden y diversifican al mismo tiempo las acciones de cada socio individual. A continuación elaboramos una lista de todos los socios y de los papeles que desempeñaron:
Otras actuaciones que merece la pena reseñar son las siguientes:
El primer paso en el desarrollo del Proyecto Buriti/Lagoa consistió en la discusión de la propuesta del propio proyecto con los líderes locales. Los equipos sociales y de ingenieros implicaron a la comunidad en la administración de este proyecto basado en la interdisciplinariedad mutua y en interacciones interinstitucionales y respaldado por una propuesta de desarrollo institucional ampliamente cimentada. Este apoyo incondicional convirtió a los vecinos en corresponsables del proyecto, de hecho, establecieron comisiones de seguimiento de las obras, elegidas en reuniones comunitarias que prepararon el camino a un proceso participativo de base. Todas las familias realojadas recibieron formación para que pudieran comprender el proyecto como un todo antes de mudarse a sus nuevas viviendas. De este modo se aseguró que las actuaciones se encontraban cimentadas de modo adecuado. Los líderes locales recibieron formación para que pudieran hacerse cargo del centro comunitario a través del establecimiento de una Organización de la Sociedad Civil de Interés Público (OSCIP). Esta forma de gestión se basa en los principios de la participación comunitaria, de la iniciativa y de la creatividad. Entre otras acciones, a través de los programas de formación sanitaria se formaron los monitores de salud comunitaria y los monitores de juventud que eran agentes multiplicadores en potencia que podrían incentivar cambios o establecer las pautas de los futuros programas educativos, proporcionando una evaluación del proceso educativo que se estaba poniendo en marcha. La propuesta de reservar el cinturón verde consiguió la contención del crecimiento sobre esta zona y la puso a disposición de usos recreativos. Del curso de horticultura surgió un modelo de huerta en el centro comunitario que cuidan las personas mayores y que sirve de modelo a las huertas domésticas de las viviendas. Para poder dar respuesta a las necesidades de las personas que finalizaban todos estos cursos de formación, la Fundación Municipal de Trabajo Social estableció el Programa de Microcréditos de Apoyo a la Producción (CREDIGENTE) de modo que se incentivara la creación de empresas que pudieran desarrollar las iniciativas comunitarias. Este programa ofrecía préstamos inmediatos y con interés simple que podían variar desde los 227 dólares EEUU, hasta los 11.364 dólares EEUU con una tasa de interés del 1% mensual.
Este proyecto abrió el camino a un desarrollo urbano construido sobre unos cimientos físicos, ambientales, sociales y económicos firmes. Desde esta práctica se promovió una revisión de la legislación municipal en materia de planificación urbanística donde se incluyeron las políticas de vivienda, el plan general, el código de la construcción y la ordenanza de usos del suelo. La transformación de la degradada zona donde se desarrolló el proyecto es evidente. La utilización sinérgica de los fondos garantizó, a través de la interposición de otras iniciativas comunitarias (alianzas), unos costes lo más bajos posibles; se incentivó al mismo tiempo la multiplicación y optimización de los buenos resultados. Organizados y participantes, los vecinos dejaron de ser percibidos como un grupo pasivo de personas, y pasaron a ser vistos como un grupo activo de socios reunidos como entidad colectiva. Las obras realizadas y la intermediación llevada a cabo entre los equipos de trabajadores sociales e ingenieros aseguró el intercambio del saber experto en ambos campos, introduciendo modificaciones significativas a la calidad de los servicios ofrecidos a la población beneficiaria. En términos de inclusión social y a raíz de los proyectos educativos que afianzaron la autoestima de la población local, se han constatado modificaciones significativas en el comportamiento de los vecinos.
Este proyecto demostró que el desarrollo urbano sostenible se puede conseguir en zonas degradadas, teniendo en cuenta en detalle las ideas procedentes de los vecinos y apoyadas por la experiencia técnica y por las estructuras institucionales. En proyectos futuros las zonas colindantes deberían ampliarse de modo que se pueda extender el proceso educativo apoyado en este trabajo social; procesos de este tipo incrementan el empoderamiento a través del conocimiento y afianzan los lazos de pertenencia al entorno construido.
La construcción de viviendas sobre una parcela subdividida de forma consensuada y dotada de las infraestructuras básicas que optimizara el uso del suelo vacante (un método de trabajo hoy aprobado por ley) logró superar el estigma planteado por proyectos de vivienda más tradicionales utilizados en el municipio basados en un diseño único y en conceptos obsoletos. A través de la solución innovadora que empleamos, las familias realojadas continuaron integradas, y continuaron utilizando los mismos equipamientos y servicios comunitarios, lo que produjo efectos positivos en el comercio local. Este conjunto integrado de sistemas operativos, herramientas y procedimientos se utilizó para transferir los recursos técnicos y culminó en una revisión de la legislación municipal de planeamiento. La consecuencia inmediata de la iniciativa fue la consolidación de las parcelas de suelo vacías; se incentivó un nuevo enfoque ambiental que afectó a la expansión de las infraestructuras urbanas mejoradas, a los métodos de expropiación y de empoderamiento local. Se construyeron alianzas basadas en compromisos éticos con el desarrollo social y económico a la vez que se mejoró la calidad de vida de las familias beneficiarias y de sus comunidades. Los intercambios con empleados de otros departamentos municipales y de organizaciones no gubernamentales, junto con las lecciones técnicas acumuladas apuntalaron la puesta en marcha justa y sostenible de otros proyectos integrados dentro del Programa de Vivienda Habitar Brasil, y que enumeramos a continuación:
El Proyecto Integrado Buriti/Lagoa. Cambiando a Mejor fue galardonado con el Sello Nacional al Mérito concedido por la Asociación Brasileña de Empresas de Vivienda Social en 2002.
Las 254 parcelas para la construcción de nuevas viviendas se expropiaron a través del Decreto n.8 289/2001. A través del Acta de subdivisión n.6 766/79, de la n.9 785/99 y de la n.2 567/88, las parcelas se registraron como un solo terreno y volvieron a dividirse en las 350 parcelas necesarias. Los títulos de propiedad de las parcelas se legalizaron en base al Acta de Expropiación n.2 223/84, al artículo 1º de la Ley n.3 348/1997 y al artículo primero de la Ley n. 3 826/2000.
| Socio | 2001 | 2002 | 2003 | 2004 | 2005 | Total |
| Ayuntamiento de Campo Grande | 425.309,48 | - | - | - | - | 425.309,48 |
| CAIXA | - | 1.051.117,20 | 1.377.400,00 | 737.096,98 | 20.561,96 | 3.186.176,14 |
| Total | 425.309,48 | 1.051.117,20 | 1.377.400,00 | 737.096,98 | 20.561,96 | 3.611.485,62 |
Las cifras se expresan en dólares EEUU; las tasas de cambio empleadas son las siguientes por cada dólar EEUU:
Correio do Estado (2003) «Mais 350 moradias - É a Prefeitura de transformando sonhos em realidade», Correio do Estado, 25 de abril
UEM - Unidad de Gestión Municipal (2000) «Edicto n. 001», Gazeta Municipal de Campo Grande, nº607, 28 de junio, p.5
Pantanal (2003) «Projeto atenderá Buriti/Lagoa», Diário do Pantanal, 30 de enero
Pantanal (2002) «Projeto Buriti Lagoa concluiu entrega das casas», Diário do Pantanal, 21 de julio
A Crítica (2003) «Puccinelli lança programa de crédito para micro empresas», A Crítica, 29 de junio
Correio do Estado (2002) «Região do Buriti será beneficiada com 15 obras», Correio do Estado, 10 de junio
| Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2006 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/06/bp0748.html |