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País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — alta meseta
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local; organización de base comunitaria (OBC).Categorías — Infraestructuras, comunicaciones y transporte: gestión y tratamiento de residuos. Buena gestión urbana: políticas públicas. Modelos de producción y consumo: reciclaje y reutilización de residuos.
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Desde que en 1993 el municipio de Belo Horizonte adoptó el Modelo de Gestión Integrada de Residuos Sólidos, su programa de compostaje sólo recogía los desechos orgánicos de los grandes generadores. Durante el seguimiento del servicio de recogida se descubrió que los alimentos desechados, a pesar de su bajo valor comercial, todavía preservaban su valor nutricional.
Partiendo de esta situación, el Programa de Suministro de Alimentos ideó un sistema de recogida selectiva de desechos orgánicos denominado Ecociudadanía. Este programa consiste en un sistema especial de recogida y distribución de alimentos, que no tienen valor comercial debido a razones de tipo estético, por lo que se desechan a pesar de ser adecuados para el consumo humano.
Este programa se desarrolla en cinco fases diferentes. La primera se refiere al servicio de recogida selectiva llevado a cabo en los establecimientos comerciales como mercados o supermercados, que donan los alimentos. En la segunda fase la comida recogida es separada y clasificada en dos grupos: un primer grupo de alimentos que requieren de algún tipo de procesado previo a su consumo,y un segundo que no. En la tercera fase, la comida es procesada siguiendo estos procedimientos: pelado, cortado, descontaminación, centrifugación, envasado al vacío, pesado y almacenado en un frigorífico. En la cuarta etapa, la comida procesada es dirigida al centro municipal de distribución de alimentos para ser distribuida a instituciones sociales registradas previamente. En la última fase, los restos que provienen de la cadena de comida procesada son llevados a la Unidad de Compostaje Municipal. El compost producido se emplea para abonar los huertos escolares, parques y plazas del municipio.
Entre los resultados e innovaciones del Programa de Suministro de Alimentos, se distingue la combinación de dos elementos antagónicos: alimento frente a desecho a fin de superar los problemas aparentemente contradictorios como el desperdicio de comida y la mala nutrición. Debería además, subrayarse la importancia del uso de herremientas de seguimiento tales como la observación y el análisis de la materia orgánica recogida, para buscar soluciones al problema del desperdicio. Esta medida conlleva cambiar el destino de esta materia orgánica, de modo que, en lugar de ser dirigida a una planta de compostaje, es procesada y reutilizada como alimento.
El residuo sólido recogido en el Municipio de Belo Horizonte suma aproximadamente las 4.000 toneladas diarias, de las cuales 2.000 son domésticas. Se comprobó además que el contenido orgánico de este tipo de desecho está en torno al 60 %, de los cuales el 40 % es comida desechada.
Según el Censo de Población del año 2000 llevado a cabo por el Instituto Brasileño de Estadísticas y Geografía (IBGE) unas 210.000 personas viven en Belo Horizonte en condiciones de extrema pobreza.
El Programa de Suministro de Alimentos comprende dos actuaciones prioritarias. La primera pretende luchar contra el desperdicio de alimentos al tiempo que minimiza la cantidad de desechos orgánicos depositados en los vertederos municipales. La segunda persigue incrementar la cantidad de alimentos ofrecidos a través del Centro Municipal de Distribución de Alimentos, así como mejorar el estado nutricional y de salud de la gente que vive en el municipio en condiciones de extrema probreza. Los organismos públicos responsables de diseñar y desarrollar estas actuaciones son la Superintendencia de Limpieza Pública, la Secretaría Municipal de Abastecimiento de Alimentos y el Consejo Municipal para una Alimentación Segura y Nutritiva.
El Programa de Abastecimiento de Alimentos está integrado en el Modelo de Gestión de Residuos Sólidos y también en el Programa Municipal para una Alimentación Segura y Nutritiva desarrollado respectivamente por la Superintendencia de Limpieza Pública y la Secretaría Municipal de Abastecimiento de Alimentos con el apoyo del Consejo Municipal para una Alimentación Segura y Nutritiva en el Municipio de Belo Horizonte.
Los objetivos del programa son reducir el desperdicio de alimentos; contribuir a mejorar el estado nutricional y de salud de la población; incrementar el abastecimiento de alimentos en el Centro Municipal de Distribución de Alimentos; implicar a la sociedad civil en la búsqueda de soluciones para el hambre; contribuir a la conservación de la naturaleza reduciendo la cantidad de desechos depositados en el vertedero municipal y mejorar la calidad del compost producido mediante el uso de materia orgánica libre de contaminantes.
El Programa de Abastecimiento de Alimentos fue ejecutado desde la constitución del Consejo Municipal para una Alimentación Segura y Nutritiva, que puso en funcionamiento el Centro Municipal de Distribución de Alimentos para actuar en consonancia con los principios básicos de la Política Federal contra el hambre, que pretende poner fin al hambre y la exclusión social.
En este contexto, una empresa privada, que acababa de ser desmantelada, donó a la Superintendencia de Limpieza Pública (SLU), todos los equipos necesarios para la infraestructura operativa del Programa. A continuación, la Administración Municipal, por medio de la SLU y la Secretaría Municipal de Suministro de Alimentos aportaron el espacio físico así como los recursos humanos y financieros necesarios para el programa.
La responsabilidad de la gestión del Programa recae en una mujer adscrita al personal del SLU y en una especialista en nutrición (también mujer) adscrita a la Secretaría Municipal de Suministro de Alimentos. Esta última es reponsable del control y seguimiento de las diversas etapas del procesado de alimentos. La SLU también aporta al programa un vehículo con conductor destinado a recoger los alimentos en los establecimientos donantes.
Un acuerdo de cooperación inter-institucional entre el SLU y una entidad filantrópica llamada Sociedad de São Vicente de Paulo permitió completar el personal necesario, transfiriendo los recursos financieros para contratar hasta veinte trabajadores. Actualmente hay trece trabajadores, de los cuales siete son mujeres.
Entre los problemas surgidos durante el desarrollo de la experiencia, puede destacarse la dificultad de algunos gestores públicos en el desarrollo de algunas actuaciones sin relación directa con las actividades habituales de los servicios de salud pública (recogida de residuos, limpieza de calles, vertido, etc), a pesar de que esas actuaciones contribuyeran significativamente a reducir algunos problemas relacionados, como el desperdicio de comida y la excesiva generación de residuos que depositar en los vertederos. En la medida en que el Programa se consolida como una solución intersectorial compartida que supera su propio objetivo, demuestra que es posible desarrollar acciones que promueven la seguridad alimentaria así como la conciencia del consumidor.
Relacionado con los problemas que aún persisten, vale la pena mencionar la falta de infraestructura operativa (vehículos de recogida, equipamiento, espacio físico, etc) y de entidades para evaluar y medir los impactos del suministro de alimentos. En consecuencia, la aparición de estos problemas impide respectivamente, extender el programa y estudiar la evolución del estado nutricional de aquellos que se benefician de él. Dentro del Programa de Suministro de Alimentos las distintas tareas se reparten de la siguiente manera: la administración municipal es responsable de su gestión y funcionamiento. A través de la persona nombrada por la SLU que se hace cargo de la supervisión y el seguimiento de las diversas actuaciones del programa; los establecimientos donantes proporcionan los alimentos a las instituciones sociales beneficiarias; el Consejo Municipal para una Alimentación Segura y Nutritiva garantiza la participación de la sociedad civil durante el proceso de decisión, haciéndose responsable de fijar los criterios para seleccionar las instituciones beneficiarias.
Respecto a estos criterios, el Consejo Municipal para una Alimentación Segura y Nutritiva se centra en la cuestión de atender las necesidades humanas básicas, considerando que las instituciones que se beneficiarán del programa deben: carecer de infraestructuras adecuadas; no haber sido beneficiarias previamente de ningún tipo de ayuda oficial; preparar los alimentos frescos donados y ofrecerlos en comedores situados en áreas urbanas vulnerables y de extrema pobreza.
Finalmente, para evaluar el desarrollo de las iniciativas, la persona responsable de la gestión del programa adscrita al equipo del SLU, realiza informes mensuales en los cuales queda registrada la cantidad de alimentos recibidos, procesados y repartidos entre las entidades sociales, así como la cantidad de desechos orgánicos destinados a la Unidad Municipal de Compostaje. También se evalúan otras cuestiones importantes del programa como el número de instituciones sociales y de personas beneficiadas, la cantidad de comida que viene del Programa del total que es distribuido por el Centro Municipal de Distribución de Alimentos.
Desde su puesta en marcha, el programa ha obtenido resultados muy satisfactorios en lo que respecta a la reducción de desperdicios de comida. En 2004, se recogieron 361 toneladas de alimentos. El siguiente año se recogieron 552 toneladas. Por tanto, durante estos dos años fueron recogidas 913 toneladas de comida y puede apreciarse como esta cantidad se incrementó un 53% de un año para otro, lo que también representa una reducción en el desperdicio de alimentos y del vertido de residuos.
Considerando la oferta total disponible de alimentos a través del centro de distribución, se verificó un aumento de 321 toneladas en 2004 y 429 en 2005. Además de ese aumento, se observó también una mejora significativa de la calidad nutricional de la comida ofertada, debido a la introducción de frutas y verduras en el menú ofrecido. En este momento, el 80% de la comida distribuida por este centro procede del Programa de Suministro de Alementos.
Durante 2004, el programa atendió a 11.800 personas al mes a través de 58 instituciones benéficas. Según los datos disponibles del IBGE, el 47,23% de los beneficiarios eran varones, frente al 52,77% de mujeres.
En 2004, 40,2 toneladas de restos orgánicos libres de cualquier tipo de contaminante fueron dirigidas a la Unidad Municipal de Compostaje. En 2005 esta cifra se incrementó a 122,5 toneladas. Respecto al número de donantes de alimentos, se ha mantenido en 11 establecimientos, desde el comienzo de esta iniciativa. De todas formas, es importante resaltar que hay una demanda reprimida que no puede ser atendida debido a la falta de infraestructura operativa.
Considerando que este programa forma parte de un plan de actuación municipal, la integración de los diferentes componentes de sostenibilidad como el social, económico, ambiental y cultural se ve extremadamente favorecida.
Los principios básicos del Programa de Suministro de Alimentos coinciden con el contenido del plan de actuación municipal, concebido para garantizar la coherencia de las políticas públicas en beneficio de las acciones de inclusión social.
En cuanto al aspecto fianciero, todos los recursos para mantener el Programa de Suministro de Alimentos proceden de la administración municipal, representandp el 0,0078% del presupuesto anual del municipio. El costo promedio de los alimentos procesados por el programa es de 0,16 dólares por kilogramo, por debajo de los 0,23 dólares de promedio que cuesta el alimento natural que proporciona otro programa municipal destinado a la producción de alimentos de bajo coste.
En cuanto a los donantes, se comprobó que el más grande, que dona 10 toneladas de alimentos al mes, logra un ahorro de 297 dólares mensuales, ya que la recogida, transporte y el servicio de vertidos que asciende a 29,7 dólares por tonelada, es costeado por el Ayuntamiento. Con respecto a los aspectos sociales y económicos, el criterio para seleccionar las instituciones que se beneficiarán del programa favorece a aquellas que atienden a personas en condiciones de extrema pobreza. En este sentido, el programa persigue cubrir las necesidades mínimas humanas de alimento y crear unas condiciones mínimas de inclusión social.
Por último, el programa tiene un importante componente ambiental, en gran medida debido a que está gestionado por la SLU, entidad responsable de la ejecución del modelo de gestión de residuos solidos, diseñado de acuerdo con los objetivos de la Agenda 21.
Las lecciones aprendidas son resultado del carácter humanitario de la iniciativa y también pueden relacionarse con la sensibilidad y la audacia: de hecho, fueron la preocupación y los esfuerzos realizados para encontrar solución a los serios problemas del municipio los que llevaron a un grupo de gestores públicos a reconocer que la gestión de los residuos sólidos es mucho más que la adopción por parte de las administraciones públicas de las tecnlogías más avanzadas. Por tanto, de una manera única e innovadora, este campo de trabajo está ligado a los diversos programas de lucha contra el hambre.
Frecuentemente, la solución de los problemas más serios se encuentra mucho más relacionada con la determinación y la voluntad de los políticos que con la disponibilidad de recursos financieros o de complejas tecnologías. Como consecuencia, se puede decir que un programa gubernamental que tenga como prioridad el desarrollo de acciones de inclusión social, puede sentar las bases para el desarrollo de iniciativas de bajo coste y exitosas mediante el uso de tecnologías simples en colaboración con el sector privado.
El Programa de Suministro de Alimentos, en cuanto a sus características, hasta donde sabemos, puede considerarse una iniciativa original. También puede considerarse que ha tenido éxito en la búsqueda de soluciones que implican la colaboración de diferentes instituciones públicas, así como en la promoción de la cooperación con el sector no gubernamental, en la medida en que este programa incorpora valores como la responsabilidad social, el compromiso público y la solidaridad. Mediante el uso de tecnologías de bajo coste, simples y replicables, el programa se ha consolidado como un instrumento importante para llevar a cabo medidas eficaces para la lucha contra el hambre y el desperdicio de alimentos.
El esquema organizativo del programa es muy simple, lo que favorece su réplica en diferentes medios. De todas formas, es importante resaltar algunas actuaciones que deben llevarse a cabo para alcanzar los resultados perseguidos:
| 2003 | 2004 | 2005 | |
|
SLU (% del presupuesto) | 100% | 83,05% | 79,20% |
| Secretaría Municipal para el Suministro de Alimentos (% del presupuesto) | -- | 16,95% | 20,80% |
| Presupuesto total en dólares | 27.278,88 | 125.954,15 | 102.645,10 |
María Angela Girisli de Andrade (2005) «Os desafios da gesto do desperdcio de alimentos», Pensar BH - Poltica Social, 14 th Edición,diciembre 2005- febrero 2006, pp.7-11.
Igor Guimares (2004) «Do lixo para a mesa de 80 instituies», periódico O Tempo, 16 de diciembre, p. 02.
Ministerio de Desarrollo y Lucha Contra el Hambre (2004) «Solidariedade no combate fome e ao desperdcio», Desenvolvimento Social magazine, pp. 31-32.
Diario Oficial Muncipal (2005) «Programa Alimentar da Prefeitura completa um ano», Diario Oficial Municipal, N. 2.283, 15 de enero, p.1.
Beto Novaes (2005) «Alimentos BH exemplo de atuao», Periódico de los Estados de Minas Gerais, 25 de junio
Noticias BH (2005) «Monitores de creches aprendem confeccionar brinquedos com material reciclvel», Noticias BH, 2161, 9 de noviembre.
Diario Oficial Municipal (2005) «SLU oferece oficina de construo de brinquedos a partir de material reaproveitvel», Diario Municipal Oficial, N. 2482, 11 de noviembre, p.02.
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