Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como
GOOD.
(Best Practices Database)
País/Estado — País
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — barrio
Agentes — gobierno central; gobierno regional; gobierno local; sector privado; organización no gubernamental (ONG); institución académica o de investigación
Categorías —
Servicios sociales: educación; seguridad ciudadana; reducción y prevención del delito.
Buena gestión urbana: transparencia y responsabilidad.
Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria; educación cívica.
Contacto Principal
Estudios de Opinión y Participación Social, A.C. (EOPSAC) — organización no gubernamental (ONG)
Nelia Tello Peón [neliatello@aol.com]
Nezahualcoyotl Nº222. Apartament Nº2
Coyoacán, D.F.
México.
Tel: (52-5) 3 38 67 70
Fax: (52- 5) 3 38 53 56
E-mail: eopsac@hotmail.com
Organización Nominadora
Foro Iberoamericano de Mejores Prácticas/Centro de Vivienda y Estudios Urbanos. — organización no gubernamental (ONG)
Violeta Nº27
04340 Copilco el Bajo, Coyoacan, DF
México
Tel: (52-5) 5504099
Fax: (52-5) 5500821
E-mail: cenvi@prodigy.net
Socio
— sector privado
Carlos Garza Falla
Av. Centenario, Nº965, Casa 29.
01560, Alvaro Obregón, DF
México
Tel: (52-5) 6 37 88 09
E-mail: carlosgarzaf@yahoo.com.mx
Socio
Strategic Studies Center of Georgetown University — institución académica o de investigación
Roy Godson
1730 Rhode Island Avenue, NW Suite 500
20036 Washington, DC
United States
Tel: 0012024290129
Fax: 0012026595429
E-mail: nsic@ix.netcom.com
Colaboración financiera.
Socio
Universidad Nacional Autónoma de México — institución académica o de investigación
Alfredo Fernández
Direccion General de Asuntos del Personal Académico.
Ciudad Universitaria.
Coyoacán, DF
México.
Colaboración financiera.
Socio
Dirección de Equidad y Desarrollo. Gobierno del Distrito Federal. — gobierno local
Pablo Yañez Rizo
Calzada México Tacaba Nº235-1º piso. Colonia: Un Hogar para Nosotros.
Miguel Hidalgo, DF
México.
Tel: (52-5) 3414183
Fax: (52-5) 3411069
Colaboración financiera.
Socio
Subsecretaría de Servicios Educativos del Distrito Federal. — gobierno central
Silvia Ortega.
Parroquia Nº 1130, Colonia Santa Cruz Atoyac
03310 Benito Juarez, DF
México
Tel: (52-5) 3296819
Fax: (52-5) 3296820
Colaboración financiera.
Colaboración técnica.
Socio
Grupo AC. — sector privado
Jorge Ibarra
Periférico Sur Nº 5482, Colonia Santa Úrsula
Coyoacán, DF
México
Tel: (52-5) 6657790
Colaboración financiera.
En el año 2000 se puso en marcha el Programa Comunidad Segura en el núcleo residencial de Los Pedregales, situado en la ciudad de Coyoacán (México). Dicho programa se pudo llevar a cabo gracias al apoyo económico prestado por el centro de estudios estratégicos de la Universidad de Georgetown, así como a la buena disposición política de las autoridades de Coyoacán.
Los primeros análisis realizados sobre el tema de la inseguridad ciudadana revelaron que el 60% de los encuestados opinaba que Los Pedregales no era un lugar seguro para vivir. El 62% advertía un incremento reciente en los niveles de violencia y de inseguridad ciudadana. En total, un 44,3% de los entrevistados declaró haber sido víctimas algún tipo de delito o crimen.
El aspecto más importante del programa era que ofrecía a los ciudadanos la oportunidad de trabajar de forma conjunta con el cuerpo de policía. Así, la propia comunidad se encargaba de restablecer las relaciones oportunas para conseguir rubricar un nuevo contrato social
El funcionamiento del Programa Comunidad Segura se basa, principalmente, en la organización de talleres en los que participan todos los agentes implicados en el problema de la inseguridad ciudadana. En una primera fase, cada taller trabaja de manera independiente: más tarde, lo hacen de forma conjunta. Dichos talleres se organizan según el tema principal que en ellos se trata: inseguridad ciudadana, violencia, corrupción, legalidad. Los participantes discuten estos temas en base a su propia experiencia.
Una de las tesis del proyecto se basa en la idea de establecer relaciones sociales con un propósito determinado, y defiende que esta intencionalidad ejerce una notable influencia en la conciencia social de los ciudadanos. Por lo tanto, el restablecimiento de las relaciones sociales que se propone en el programa se supone que obrará cambios en dicha conciencia social.
A raíz de la puesta en marcha del Programa Comunidad Segura, se ha observado una variación significativa (más del 5%) en los resultados obtenidos, antes y después de los talleres, por las encuestas sobre inseguridad ciudadana y temas relacionados. Dicha variación se observa en el 78% de estas encuestas.
- Junio de 2000 — Puesta en marcha de los talleres. Un total de 3018 personas trabajan de forma conjunta: autoridades, policías, estudiantes de secundaria, miembros de la comunidad y mediadores.
- 28,29 y 30 de julio — Visita del alcalde de Palermo (Italia), Leoluca Orlando. Leoluca visita el Programa Comunidad Segura y participa en las sesiones de evaluación con las autoridades locales y la comunidad. La importancia de Leoluca como estandarte de la cultura de la legalidad eleva la moral de los participantes, lo que quedó confirmado por los comentarios de estos tras su visita.
- Septiembre de 2001 — Finalización del informe «Los estudiantes de educación secundaria y la violencia». Informe corrobora algunas de las conclusiones más importantes tomadas por el Programa Comunidad Segura.
- Marzo de 2002 — Puesta en marcha del proyecto «Tejiendo Relaciones», lo que constituye una prueba de la continuidad del Programa Comunidad Segura.
- Marzo de 2003 — Puesta en marcha del proyecto «Escuela Segura», lo que también asegura la continuidad del Programa Comunidad Segura.
El Programa Comunidad Segura se llevó a cabo en Los Pedregales, asentamiento urbano resultado de la mayor ocupación de terrenos en Latinoamérica de los años sesenta. Forma parte de la delegación de Coyoacán. Un total de 200.000 habitantes participaron en el proyecto. La mayoría de los habitantes consideraba que la inseguridad ciudadana era el problema más importante de Los Pedregales, y que no estaba en su mano solucionarlo, sino que era tarea de las autoridades identificar las causas y ofrecer una posible solución.
El 44% de los habitantes de Los Pedregales declaraba haber sido víctima de algún tipo de delito o crimen. De estos, un 63,5 por ciento declaraba haber sido víctima de la delincuencia callejera. En total, solamente el 25% interpuso una denuncia.
Sólo un 6,8% de los entrevistados sugirió la participación de la comunidad como medida para incrementar la seguridad en su entorno.
- Considerar la inseguridad ciudadana como un problema social y, como tal, luchar contra él a pesar de los obstáculos jurídicos.
- Poner especial énfasis en la participación conjunta de todos los agentes implicados (autoridades, policía, comunidad), resaltando el papel que desempeña cada uno en el problema de la inseguridad ciudadana.
- Tratar el problema de la inseguridad ciudadana de una forma global e integrada.
Estas prioridades fueron establecidas por el equipo que diseñó el Programa Comunidad Segura, basándose en su experiencia sobre el trabajo con la comunidad, los informes realizados sobre la policía, la violencia y la corrupción, así como el aprendizaje adquirido por medio de las prácticas internacionales.
Favorecer la creación y el desarrollo de una nueva cultura de la seguridad y la legalidad que incluya a todos los sectores de la sociedad.
- Restablecer las relaciones apropiadas entre todos los agentes sociales a los que afecta el problema de la inseguridad ciudadana: el gobierno, la policía y la sociedad.
- Promocionar entre los docentes de secundaria la implantación de la asignatura «La educación escolar contra la delincuencia y la corrupción» dentro de su curriculum.
- Generales
- Analizar y considerar el problema de la inseguridad ciudadana como un inconveniente para la vida diaria de la totalidad de la población.
- Conseguir una participación conjunta de todos los agentes sociales implicados en problema de la seguridad ciudadana con el fin de que se sientan piezas clave del engranaje social.
- Incrementar la conciencia social y la capacidad de iniciativa.
- Descubrir y explotar la potencialidad de la sociedad.
- Concentrar los esfuerzos en llevar a cabo acciones concretas, para que la sociedad puede apreciar los cambios en su vida cotidiana.
- Específicas
- Difundir entre los profesores la asignatura «La educación escolar contra la delincuencia y la corrupción», y discutir con ellos la posibilidad de ponerlo en práctica.
El equipo que diseñó el programa se encargó también de la redacción de objetivos y estrategias, previa discusión con las autoridades, los jefes de policía, los líderes de la comunidad y los profesores de los colegios de la zona.
Todos los recursos económicos provinieron del Centro de Estudios Estratégicos de la Universidad de Georgetown (EE.UU), así como de la organización Estudios de Opinión y Participación Social A.C. (EOPSAC). El 80% de dichos recursos se destinó a la contratación de personal especializado para los talleres. El 20% restante se destinó a la compra de material, como papel, bolígrafos, cintas, etc.
Los recursos técnicos y humanos fueron aportados por la propia EOPSAC y por la Escuela Nacional de Trabajo Social.
Otros agentes importantes en el proceso: el personal de EOPSAC, los estudiantes de la Escuela Nacional de Trabajo Social, el Gobierno, los jefes de policía, los profesores y los líderes de la comunidad.
Tal y como estaba estructurado el programa, una de las figuras más importantes de éste era la del mediador, ya que su actividad tenía lugar en la parte más decisiva del programa: los talleres.
Comprender la figura del mediador no es intuitivo, ya que para su asimilación requiere desembarazarse de prejuicios y referencias parecidas, como son las figuras del profesor, coordinador o director, con las que puede confundirse. En el contexto del proyecto, el mediador es la persona que se encarga de crear las condiciones adecuadas para que se desencadene el proceso de trabajo en grupo. No organiza dicho proceso ni crea mecanismos de trabajo, ya que esta tarea corresponde al propio grupo, sino que simplemente crea las condiciones apropiadas para que se pueda desarrollar el proceso.
En esta fase del proyecto, resultaron de vital importancia las entrevistas con todos los agentes sociales: las autoridades, la policía, los distintos grupos organizados, y los profesores y directores de educación secundaria. La importancia de estas reuniones radicaba en que en ellas se invitaba dichos grupos a comprometerse con el proyecto.
La experiencia resultó muy positiva, sobre todo lo que se refiere al interés mostrado por la sociedad. Sin embargo, es importante señalar que, a veces, los participantes en los talleres mostraban cierta ansiedad por obtener en ellos soluciones inmediatas para los problemas de la inseguridad ciudadana: «¿me vais a enseñar a defenderme?», era una frase muy repetida durante las primeras entrevistas.
Mención aparte merece el grupo de profesores y directores de educación secundaria. Fue el grupo más difícil de comprometer, ya que no estaban de acuerdo con que sus comunidades escolares participasen en el programa. Esto sucedía debido a que, para ellos, resultaba difícil aceptar o reconocer que existiesen problemas de violencia, drogas, disciplina o inseguridad en sus escuelas, a pesar de que hubiese pruebas evidentes de ello. A pesar estas dificultades, es remarcable que algunos colegios sí participasen en el programa.
Las sesiones denominadas «nuevo equipo de trabajo» constituyen espacios de interacción en los cuales se pueden coordinar e integrar todas las acciones de los agentes sociales implicados. En dicha sesiones se produce la culminación de un ciclo, en el que los grupos participantes han actuado de manera conjunta; y el comienzo de otro, en el que precisamente se persigue esta coordinación de acciones.
Tuvieron lugar 103 sesiones de este tipo:
- 80 de ellas entre policías y estudiantes.
- Tres entre policías y profesores.
- Dos entre policías y los padres de los estudiantes.
- Dieciocho entre policías y la comunidad.
En las reuniones entre policías y la comunidad, también participaron las autoridades.
Estas sesiones generaban muchas expectativas, expresadas en ellas en forma de reivindicaciones puntuales, listas de sugerencias meditadas, o, más modestamente, mediante la simple voluntad de participación: «Veamos que podríamos hacer».
El proceso que seguían las sesiones solía ser similar: al principio, se apreciaba un clima de cierta tensión en el que resultaban vitales las estrategias del mediador. Más tarde, se llegaba a un punto en el que los participantes comentaban el estado de corrupción del cuerpo de policía o su falta de eficiencia. Esto servía como punto de partida para que los policías expresaran su punto de vista sobre el conflicto.
Este punto de vista solía encasillar a los propios miembros de la policía como víctimas del problema, imposibilitando su apertura de miras. En este contexto se pronunciaron frases como: «Los policías siempre tienen un pie en la cárcel y otro en la tumba», «La policía siempre está en el punto de mira de las organizaciones de derechos humanos», «Los policías siempre están entre la administración y los delincuentes» o «La gente siempre intenta hacer quedar mal a los policías.» Todo ello forma parte de un particular y parcial modelo de discurso aprendido.
Toda esta situación contribuía a fomentar la comunicación: se empezaron a oír frases como «¿Qué podemos hacer para cambiar la situación?», «¿Qué podemos hacer para tener mejores policías?», «¿Cómo podemos ayudarnos los unos a los otros?»
En el año 2000, todos los recursos económicos del Programa Comunidad Segura fueron aportados por dos socios principales: la Universidad de Georgetown, que donó 100.000 dólares directamente a la persona de Nelia Tello, como investigadora de la Escuela Nacional de Trabajo Social; y la organización EOPSAC, que contribuyó con 50.000 dólares. Los años siguientes, y en el resto de proyectos, como el proyecto Escuela Segura y el proyecto Tejiendo Relaciones, el trabajo será financiado con los recursos obtenidos del SEP y de la Dirección de Equidad y Desarrollo del Gobierno de la Ciudad de México.
El programa también se ha beneficiado del apoyo de la Universidad Nacional Autónoma de México, prestado en forma de recursos para la investigación y la innovación tecnológica. También en este caso, dichos recursos se donaron directamente a la señora Nelia Tello.
La falta de una verdadera cultura de la legalidad ha demostrado tener múltiples consecuencias. Una de ellas es que los participantes en el programa no suelen pensar que tienen obligaciones, sino sólo derechos. Otra consecuencia es que muchos participantes tienden a pensar que las leyes y las normas sólo existen para garantizarles beneficios, no para ordenar y regir la vida en la sociedad de la que forman parte.
Es destacable el hecho de que, aunque el contexto social de estos problemas es cada vez más complejo, los mecanismos que se utilizan para abordarlos los tratan de una forma simplista y parcial.
Continuamente, tenemos noticia de la puesta en marcha de programas públicos o mecanismos de organizaciones internacionales que recurren siempre las mismas fórmulas inadecuadas que no consiguen resolver los problemas sino que incluso, a veces, los agravan.
Así, en el campo de las ciencias sociales se demandan nuevos métodos que no independicen, sino que integren los diferentes facetas de un contexto tan complejo como el social. De esta manera, se comienza a hablar de ciertos mecanismos para enfrentarse a problemas complejos, como la interdisciplina, la multidisciplina y la transdisciplina.
Con esta coyuntura existente, el problema actual de la inseguridad ciudadana de México tiene que entenderse como un síntoma de un profundo proceso de descomposición social. Por lo tanto, si se quieren evitar los síntomas, lo que debe hacerse es invertir este proceso.
La cultura es el pilar fundamental del nuevo contrato social, la inseguridad ciudadana es lo que provoca el desmembramiento social, así que todo proyecto encaminado a combatirla resultará de gran ayuda en la formación de una nueva sociedad cohesionada y con un nuevo contrato social.
Un contrato social es la espina dorsal alrededor de la cual se articula una sociedad. Es un instrumento que constituye la síntesis de diferentes elementos o facetas entre las cuales la más importante es la cultural. Así, se entiende la situación de la sociedad mexicana actual, ya que es precisamente en este aspecto en el que se encuentran las mayores lagunas y los vacíos más alarmantes. Esto sucede simplemente porque la cultura, síntesis de las aspiraciones y valores de todo modo de vida en sociedad, ha perdido finalmente, una vez entrado el siglo veinte, su vigencia. Sin embargo, y por esta misma razón, es precisamente el aspecto que ofrece más margen para la esperanza: es evidente que la sociedad desea su propia evolución, y que esto en sí mismo constituye un cambio, un nuevo valor cultural.
El Programa Comunidad Segura del 2001 sirvió de directriz para avanzar en nuestros estudios sobre la violencia en la educación secundaria, lo que los condujo a la creación de dos nuevos proyectos en el 2003:«Escuela Segura», que es básicamente una adaptación de la Comunidad Segura al universo de la comunidad escolar y su entorno más inmediato; y «Tejiendo Relaciones», cuyo objetivo principal es actuar sobre el tejido social dañado y restablecer las relaciones entre los estudiantes y los adultos.
En el primer caso, las autoridades del SEP han aportado los recursos económicos del proyecto y se han mostrado interesados en ampliar su cobertura. En el caso del segundo proyecto, ha sido el gobierno local el que ha aportado la totalidad de los recursos, posibilitando la creación de un nuevo proyecto que tenemos intención de poner en marcha este año: «Tejiendo Relaciones en Verano».
Por último, es importante hacer hincapié en dos aspectos vitales para la consecución de estos proyectos: la sensibilización del gobierno y la formación de personal cualificado. Ambos resultan de gran importancia para la aceptación de los presupuestos fundamentales de estas iniciativas.
Socio | 2000 | 2001 | 2002 | 2003 |
Universidad de Georgetown | 100.000 | - | - | - |
EOPSAC | 50.000 | 50.000 | 50.000 | 50.000 |
SEP (Escuela Segura | - | - | - | 34.224 |
UNAM | - | 15.000 | 15.000 | - |
Gobierno de la ciudad de México | - | - | 9.000 | 15.000 |
Grupo A.C. | - | 11.500 | - | - |
autor (año) título datos edición
Tello Peón, Nelia y Garza Falla, Carlos (2002) «Descomposición Social, Seguridad Pública y Gobernabilidad.», Revista ESTE PAÍS, Junio, 2002. México.
Tello Peón, Nelia y Garza Falla, Carlos (2002) «El modelo Comunidad Segura una propuesta para combatir la Inseguridad», Violencia social. Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM Serie Estudios Jurídicos., No. 31. México, UNAM 2002. pp. 107-146. MUÑOZ de ALBA MEDRANO Marcia (coordinadora)
Tello Peón, Nelia y Garza Falla, Carlos (2001) «Comunidad Segura: una experiencia de cambio», Revista EDUCACION, Enero de 2001, México. Pp. 43-47
Tello Peón, Nelia y Garza Falla, Carlos (2000) «La Cultura de la Legalidad, antídoto a la inseguridad», Revista ESTE PAÍS., Noviembre, 2000. México. Pp. 34-41
Tello Peón, Nelia y Garza Falla, Carlos (2000) Algunos aspectos de la problemática social en Los Pedregales Delegación Coyoacán. Ciudad de México. Escuela Nacional de Trabajo Social. Universidad nacional Autónoma de México. México, D.F. 2000, pgs 49.