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Control local y evaluación ambiental de la calidad del agua en los andes peruanos

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como GOOD. (Best Practices Database)
País/Estado — Perú
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — organización no gubernamental (ONG); instituciones filantrópicas.

Categorías — Erradicación de la pobreza: formación profesional. Gestión ambiental: reducción de la contaminación; restauración ambiental; higiene ambiental. Participación ciudadana y riqueza cultural: respeto a la diversidad cultural.


Contacto Principal

Asociación Urpichallay — organización no gubernamental (ONG)
Beatriz Rojas Berrocal
Eduardo Castro Suárez
Distrito de Marcará
Provincia de Carhuaz
Departamento de Ancash
Perú
Teléfono: 043 - 743048
Fax:      043 - 743048
E-mail: urpi@terra.com.pe
Web: http://www.urpichallay.com/


Socio

The Mountain Institute — organización no gubernamental (ONG)
Web: http://www.mountain.org/
Colaboración financiera.


Socio

Canadian Lutheran World Relief (CLWR) — instituciones filantrópicas
Web: http://www.clwr.org/
Colaboración financiera.

Resumen

En el departamento de Ancash, los recursos mineros de las tierras altas han sido intensamente explotados, especialmente en la segunda mitad del siglo XX, cuando la intensificación de la actividad minera no supuso ningún esfuerzo por reducir la contaminación debido a la poca conciencia ecológica existente. La creación del Parque Nacional de Huascarán en 1975 promovió una mayor conciención ambiental, reforzada por su declaración como reserva de la biosfera por parte de la UNESCO. La región no sólo contiene una gran biodiversidad de especies animales y plantas silvestres, sino también asentamientos de diversas culturas que conservan la biodiversidad en sus raices y en sus tradiciones ancestrales.

La iniciativa desarrollado responde a la necesidad de una participación de la población en el control y la evaluación ambiental de la calidad del agua. Para este fin tres elementos resultaban cruciales:

  1. Un acuerdo con los agentes locales sobre el sistema de evaluación ambiental, estableciendo alianzas estratégicas con empresas, instancias gubernamentales y población.
  2. Un programa educativo dirigido a fortalecer las capacidades locales, teniendo en cuenta sus valores culturales, y a formar promotores ambientales campesinos con pleno conocimiento de su realidad ambiental.
  3. Métodos sencillos y de bajo coste que, aplicados por la propia población, proporcionen protección ambiental y supervisión gubernamental para lograr que las empresas mineras eviten los daños sobre el medio ambiente.

Alcanzar un acuerdo es una de las mayores dificultades debido a la incomprensión mutua de los diversos agentes. El proyecto intenta reunir a la población con las autoridades y las empresas como socios estratégicos para lograr la conservación ambiental. El reconocimiento del valor de esta alianza ha hecho posible el desarrollo de sistemas eficaces de conservación ambiental. Otros factores que han influido en el proceso han sido la falta de un conocimiento preciso de las diversas legislaciones y las diferencias culturales entre los actores. La población de la sierra vive su propio idioma, lo que implica no sólo un idioma sino también una interpretación de su realidad en relación con sus valores culturales, que difieren considerablemente de las interpretaciones que pueden sostener un empresa o el estado.

Fechas Clave

Descripción

Situación previa a la iniciativa

La contaminación de los cursos naturales de agua provocados por las actividades mineras afectaban a las regiones situadas aguas abajo y a la población que usaba estos ríos. Esta situación llevó a un conflicto entre la población y la empresa. La población no tenía medios de demostrar los daños, ya que los procedimientos para demostrar la contaminación resultaban excesivamente caros, y el estado carecía de capacidad para realizar inspecciones eficaces.

Establecimiento de prioridades

En primer lugar, resultaba indispensable alcanzar un acuerdo en las poblaciones que sufrían los problemas ambientales derivados de las actividades mineras, así como generar canales de diálogo y establecer puntos de vista comunes. La propósito era crear una concienciación ambiental sobre el problema, que no sólo afecta al agua, sino también a la atmósfera en general.

La generación y el fortalecimiento de capacidades locales, que se originen en su propia realidad y de sus tradiciones ancestrales y que construyan puentes entre las cultura andina y occidental, revalorando el conocimiento local al tiempo que se incorporen nuevos conocimientos que permitan ampliar la interpretación de la realidad y lograr un medio de entendimiento entre la población y sus autoridades por un lado y las empresas por otro.

Objetivos

Desarrollar y fortalecer formas locales de control de la calidad del agua y de evaluación ambiental a través de programa de formación para promotores ambientales.

Objetivos específicos

Movilización de recursos

Los recursos financieros de la primera fase de la iniciativa se movilizaron sobre los términos de un acuerdo entre The Mountain Institute y la Asociación Urpichallay por la que la primera recibía fondos de la agencia estadounidense de desarrollo internacional [United States Agency of International Development (USAID)] que eran empleados directamente por Urpichallay.

En la segunda fase de la iniciativa, la organización luterana de ayuda internacional de Canadá [Canadian Lutheran World Relief] proporciona los recursos para la ejecución del proyecto, con una evaluación semestral que se presenta ante la filial peruana.

En ambas fases se ha contado con cierto personal cualificado: un responsable del proyecto, un técnico y un asesor ambiental. La totalidad de la zona ha podido cubrirse sin problema ya que se contaba con bases operativas cerca de la comunidad. Los materiales y el equipamiento adquirido se han tranferido a los beneficiarios.

La formación de los promotores ambientales, originarios de las localidades y las comunidades rurales, ha demostrado ser un elemento fundamental en la iniciativa, reforzando y desarrollando nuevas capacidades que premiten un mejor intercambio de experiencias y una mejor comprensión entre los agentes de distintas culturas. El énfasis en la afirmación cultural también ha permitido desarrollar metodologías educativas y formativas en armonía con su realidad y su cultura.

Proceso

Los principales problemas que se han presentado han sido los siguientes:

La participación cívica se ha producido a nivel de consejo comunitario, con el que se ha firmado un acuerdo por el que se implica al conjunto de la población para fijar una serie de días en los que se trabaja para reducir los daños ambientales. Un segundo nivel se ha consistido en la formación de los Promotores Ambientales, que han colaborado en la creación de una secretaría de medio ambiente.

Con las autoridades del distrito se ha trabajado a nivel de municipios. Su colaboración ha resultado muy útil en las reuniones y en los trabajos que ha habido que llevar a cabo en las zonas altas para reducir los impactos ambientales. Además, han creado oficinas de reclamaciones ambientales y han anunciado la aprobación de varios decretos y edictos para controlar la contaminación atmosférica.

Resultados obtenidos

Programa de formación sobre evaluación de calidad del agua y resolución de conflictos, para la formación de Promotores Ambientales.

Dos pruebas de control sobre la calidad ambiental realizadas en dos ciudades distintas mostraron las condiciones de la calidad del agua, los principales problemas y también las posibles causas. Estas pruebas permitieron elaborar un programa de formación en cada ciudad para formar a promotores ambientales cualificados. En estos momentos se está empezando a trabajar en una nueva localidad: Mancos.

Promoción de sistemas de evaluación ambiental en los distritos de Mancos y Marcará y fortalecimiento del sistema ya existente en la comunidad de Vicos de acuerdo con las pequeñas empresas mineras que operan en la zona.

Los sistemas de evaluación ambiental se han establecido en colaboración con las autoridades, la población y las empresas privadas. Los promotores se han convertido en los agentes ejecutivos de la monitorización ambiental para lo cual se han adquirido equipos básicos de monitoreo con los que pueden realizar las pruebas necesarias para determinar la calidad del agua.

Sistematización y difusión de la experiencia a través de la Asociación de Municipalidades (AMUNI), de diversas instituciones y comunidades, y de la población en general con el objetivo de aumentar la concienciación sobre la necesidad de establecer sistemas cívicos de evaluación ambiental.

La experiencia se ha sistematizado y se ha difundido a través de folletos, carteles, dibujos y vídeos desde la primera fase de la iniciativa. Del mismo modo, se ofrece asesoramiento gratuito a aquellas entidades que quieran seguir el ejemplo, así como orientación a las poblaciones interesadas en los cursos de formación de los promotores ambientales.

Sostenibilidad

La sostenibilidad económica del sistema se basa en: la posibilidad de ampliar los servicios de los promotores ambientales a otros usuarios (comunidades y municipios) y en el bajo coste del mismo; la asunción progresiva por parte de municipalidades y organizaciones de base de la financiación y otras funciones; el reconocimiento por parte de la comunidad de la evaluación de la calidad del agua como tarea comunal; y el establecimiento de sanciones monetarias. Finalmente la sostenibilidad depende de las inversiones de las empresas mineras en pequeños proyectos que reduzcan la contaminación que causan. A largo plazo, el gobierno municipal estará en condiciones de dedicar recursos procedentes del impuesto a las actividades mineras para financiar parte de la evaluación ambiental local. Es necesario indicar que los métodos de recuperación del paisaje, como la plantación de especies vegetales autóctonas, el tratamiento con cal o la creación de humedales, son de fácil aplicación y tienen un coste reducido.

La sostenibilidad organizativa o social se basa en el uso del conocimiento local y de un enfoque participativo para diseñar un sistema que funcione en el contexto social y cultural de la comunidad andina, fortaleciendo las capacidades locales y haciendo uso de las formas tradicionales de actuación. Se plantearon diversos modelos y métodos que no llegaron a aplicarse por su falta de adecuación; más bien al contrario, fue la propia comunidad la que propuso las ideas y metodologías que consideraba más oportunas. Es necesario también mencionar el elemento cultural; en los talleres de formación se incorporaron diversos conocimientos ancestrales y formas tradicionales de observar la naturaleza: signos audiovisuales, como el comportamiento de los animales, la presencia de ciertas plantas o la ausencia de insectos, ofrecían pistas sobre los cambios en el ecosistema, aunque siguieran sin obtener un reconocimiento oficial. Este es el motivo por el que la ejecución de las actuaciones de reducción de los daños ambientales, aún teniendo su base en principios técnicos, se originaron a partir del saber de la comunidad.

La sostenibilidad ambiental está relacionada con la importancia que la población otorga al agua. La aparición de pescado en zonas contaminadas gracias al tratamiento localizado con cal, la plantación de especies autóctonas y la creación de humedales son ejemplos de los resultados esperados. Estas prácticas no dañan el paisaje ni alteran el ecosistema.

Lecciones aprendidas

Ha sido importante considerar el caso de Vico (Quebrada Honda) como un sistema cultural, esto es, comprender la relación entre la empresa minera y la comunidad desde sus respectivos puntos de vista y sistemas de valores. Aunque esta era la intención desde el principio, no fue fácil lograr esta síntesis y en ocasiones resultó imposible. En cualquier caso, es fundamental continuar esta línea de trabajo.

El fortalecimiento de la capacidad de la comunidad, a través de los promotores ambientales, para usar técnicas de medición de la calidad del agua se puede conseguir de forma muy rápida. Esta capacidad, a cambio, mejora la posición de la comunidad en sus negociaciones o relaciones con el sector minero o con las autoridades estatales. Operar simultáneamente a escala local y en el conjunto del ecosistema acelera el proceso y amplifica el impacto. El interés mostrado por otros agentes puede servir como catalizador para los intereses locales, tanto de la comunidad como de las pequeñas empresas mineras.

Las organizaciones comunales responden a una dinámica social que no es la más adecuada para el tratamiento de los problemas ambientales. En cualquier caso, estas organizaciones, aunque lentamente, empiezan a responder a los nuevos desafíos. En este sentido, el establecimiento de instituciones locales dedicadas a gestionar los temas ambientales es un paso para avanzar en un proceso a largo plazo. La experiencia también ha sido diseñada para facilitar que el estado cumpla con su papel de árbitro y defensor del bien común, construyendo una base de apoyo a nivel local como la red de promotores ambientales. La oficina regional del Ministerio de Sanidad, que está a cargo del control ambiental, ha participado en el proyecto como observadora.

La propuesta técnica para la reducción de los problemas ambientales se ha hecho despues de una largo proceso de evaluación y análisis de la realidad de cada zona. Los procesos naturales de recuperación son lentos y estas actuaciones sólo son un paso dentro de un proceso complejo que incluye una supervisión humana constante para permitir que la naturaleza recupere por sí misma el equilibrio. El estalecimineto de un sistema de evaluación ambiental también ha consistido en una búsqueda de métodos más adecuados para tratar con la comunidad, desde la formación de los promotores ambientales hasta el uso de los equipos de monitoreo para realizar las pruebas mensuales de calidad del agua.

Transferibilidad

Esta iniciativa ha demostrado ser un modelo de adaptación a otras realidades y en estos momentos está siendo replicado en diversas zonas del país.

A nivel técnico, la formación de promotores ambientales y el uso de equipos de monitoreo para la medición de los parámetros físicos y químicos de la calidad del agua ha tenido una aplicación directa en diversos entornos y ha dado lugar a propuestas para promover la participación cívica en los procesos de evaluación ambiental. En este momento se está formando a nuevos promotores ambientales y se ha creado una Red Regional de Evaluación Ambiental que descansa sobre el trabajo de estos promotores. En el mismo sentido, otras instituciones locales están aplicando la metodología didáctica desarrollada para la formación de los promotores, como es el caso de la Comisión Diocesana de Servicio Pastoral Social (CODISPAS) del departamento de Ancash, así como otros ejemplos en el vecino Ecuador. También las prácticas de reducción del impacto se han tomado como ejemplo de técnicas sencillas y de bajo coste. En cualquier caso, cabe destacar que todas estas iniciativas de transferencia están contando con el apoyo de Urpichallay y de los promotores ambientales ya formados.

A nivel educativo, la formación de los promotores ambientales ha sido considerado como un ejemplo a nivel nacional de formación en zonas rurales. Es más, el enfoque centrado en la afirmación cultural y en el respeto a los saberes tradicionales se ha visto reforzado y se ha firmado un acuerdo con el Consejo Nacional del Ambiente para aplicar esta metodología como parte de su estrategia nacional.

A nivel social, la metodología de trabajo de Urpichallay ha sido reconocida como alternativa para desarrollar proyectos en zonas rurales, donde la relación entre la biodiversidad y la cultura es resultado de un proceso de miles de años. Por eso Urpichallay considera que antes de introducir nuevas tecnologías hay que probar la posibilidad de emplear las tecnologías locales, ya que éstas son el resultado de una experiencia transmitida de generación en generación. Por supuesto, pueden enriquecerse con contribuciones externas que deberían ser respestuosas con las creencias ancestrales. Este enfoque, que se había aplicado previamente a la protección de la biodiversidad, se ha extendido al ámbito de la calidad ambiental y ha permitido ampliar la perspectiva inicial. Esta propuesta puede diferir del enfoque de otras instituciones más centradas en el desarrollo, pero Urpichallay organiza talleres de trabajo y promueve el diálogo para intercambiar ideas y generar nuevas propuestas.

Perfil Financiero


Cuadro 1: Participación de los socios en el presupuesto

Total: 167.600 dólares EEUU
Socio -- Año 2000 2001 2002 2003 2004
USAID 40.000 40.000      
CLWR     25.000 20.000 20.000
Urpichallay 2.000 3.000 3.200 3.200 3.200
Beneficiarios 2.500 2.500 1.000 1.000 1.000


Referencias

Banco Mundial  (2001)   El Proyecto Agua para Siempre: Crianza del Agua. Agricultura y Minería en el Ecosistema de Quebrada Honda,   en Participación, Empoderamiento y Desarrollo. De la Teoría a la Práctica, pp 69-79 

Hilario, Roaldo  (2002)   Agua para Siempre: Sistemas Campesinos de Monitoreo de Calidad del Agua   Programa APGEP-SENREM, Convenio USAID-CONAM, 135 pp 

Edición del 12-07-2004
Traducción del inglés: Carlos Jiménez Romera
Revisión: María Cifuentes Ochoa
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2004 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/04/bp2639.html   
 
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