Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como
GOOD.
(Best Practices Database)
País/Estado — Colombia
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — tropical y subtropical
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local; gobierno regional; organización no gubernamental (ONG).
Categorías —
Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo; formación profesional; acceso a créditos.
Desarrollo económico: creación de empresas (sectores formal e informal); fomento de la inversión; capacidad empresarial; formación; microcréditos.
Contacto Principal
Alcaldía de Medellín — gobierno local
Iván Mauricio Pérez Salazar [ivan.perez@medellin.gov.co]
Sótano del Centro Administrativo la Alpujarra CAM
Calle 44 No. 52-165,
Medellín, Colombia
Teléfono: +57 (4) 385 5098 / 385 5071
Organización Nominadora
Fundación Habitat Colombia, Foro Iberoamericano y del
Caribe de Mejores Prácticas — fundación
Lucelena Batancur
Carrera 13 No. 5283 Edificio Inurbe piso 1
Bogotá, Colombia
Web: http://www.fundacionhabitatcolombia.org/
Socio
Microempresas de Antioquia — organización no gubernamental (ONG)
María Gudiela Isaza
Calle 57 No 48-31
Medellín, Colombia
Teléfono: +57 (4) 262 4300
E-mail: creditomicroemp@epm.net.co
Web: http://www.microempresasdeantioquia.org.co/
Colaboración técnica.
Socio
Instituto para el Desarrollo de Antioquia (IDEA) — gobierno regional
Carlos Julio Jaramillo Ramirez
Calle 42 No 52-259
Medellín, Colombia
Teléfono: +57 (4) 381 2020
Web: http://www.idea.gov.co
Colaboración administrativa.
Colaboración técnica.
El Banco de los Pobres es una iniciativa de la administración
municipal de Medellín que proporciona alternativas de financiación
(como créditos blandos con plazos flexibles) a las personas más
vulnerables de la sociedad para poner en marcha de iniciativas
empresariales y facilitar al generación de ingresos. Inspirado en las
experiencias y las instituciones de microcréditos de todo el mundo,
como el Banco Grameen, que ha tenido un impacto reconocido en la
población del tercer mundo, el banco inició sus actividades en julio
de 2002 y hasta la fecha ha concedido más de 5.300 microcréditos por
un valor total de 11.400 millones de pesos (4.222.222 dólares EEUU).
El banco se dirige allí donde otras alternativas tradicionales de
crédito están cerradas; sólo financia aquellas actividades productivas
que estimulan la autosuficiencia económica para romper el ciclo de la
pobreza. De los clientes del banco, el 85% nunca han tenido un
préstamo formal de ningún tipo, habiendo sido víctimas de la
explotación a través de pequeños préstamos con intereses de usura. En
una ciudad en la que el desempleo ha alcanzado tasas alarmantes
(16,2% en 2003) y en la que existe una gran inequidad (un coeficiente
Gini de 0,5252 en el año 2000), hay una parte importante de la
población que se enfrente a una situación de abandono en el día a día
y cuyas perspectivas son bastante sombrías. El banco se ha convertido
en una alternativa para aquellos que no pueden acceder al crédito que
ofrecen las diversas instituciones financieras existentes en el
mercado y cuyos fines no son la asistencia social.
Hasta la fecha, la población beneficiada se ha calculado en 25.655
personas. La mujeres cabeza de familia y los jóvenes son los
principales objetivos del programa. Por otra parte, el programa
intenta animar y fortalecer a las empresas que comparten sinergias
como parte de la reconstrucción del sistema social.
La formación impartida antes del desembolso del préstamo es
fundamental. Cada emprendedor recibe una formación tanto en
administración técnica básica como en recualificación para el empleo.
En cualquier caso, el componente pedagógico no se limita a la
instrucción formal. Aprender a gestionar créditos, tasas de interés,
plazos, amortizaciones, etcétera, favorece el fortalecimiento de las
actividades productivas.
La mayoría de las actividades productivas puestas en marcha son
estables; las nuevas microempresas reciben asistencia después de la
concesión del crédito y se promociona, concediendo posteriores
créditos para su ampliación, a aquellas iniciativas con mejores
resultados y mayor potencial para crear empleo.
- 3 de dicembre de 2001 — Acuerdo entre el consejo municipal de
Medellín para el establecimiento del Banco de los Pobres como programa
de la administración municipal.
- 21 de enero de 2002 — Aprobación por parte de la administración
municipal del decreto que fija las normas y las regulaciones de
funcionamiento del banco.
- 16 de julio de 2002 — Apertura del banco.
- 13 de septiembre de 2002 — Concesión del primer préstamo.
- Diciembre de 2003 — 5.000 préstamos concedidos.
Las altas tasas de desempleo y subempleo, la falta de ingresos
evidenciada por la incapacidad de cubrir las necesidades más básicas
(como la alimentación, la salud y la vivienda), y fenómenos tales la
venta callejera, la economía informal y el incremento del número de
personas obligadas a prostituirse, delinguir y mendigar, eran señales
de que la ciudad había alcanzado altos niveles de pobreza y que, junto
al desempleo, ésta debía convertirse en una prioridad para la
administración municipal.
La motivación del programa es social, derivada de una responsabilidad
compartida, y su principal prioridad es proporcionar microcréditos
para aliviar la pobreza, mejorar las calidad de vida de los
beneficiarios y hacer posible una actividad económica digna. La
iniciativa iba dirigida a la población de los estratos uno y dos
(ampliado posteriormente al estrato tres), que son los sectores más
pobres de la población, con un ingreso medio de 129 dólares EEUU
mensuales, y en especial a las mujeres cabeza de familia y a las
personas sin recursos y sin posibilidad de acceder al crédito
convencional.
Por otra parte, debe ser sostenible económicamente, por lo que ha se
aplicar una metodologías rigurosa que garantice su eficiencia y su
permanencia en el tiempo, procurando maximizar los beneficios de
aquellos ciudadanos a los que se les han concedido préstamos.
- Consolidar e institucionalizar el programa como política local
enfocada a afrontar el problema de pobreza en la ciudad.
- Mejorar la calidad de vida de los miembros más pobres y
vulnerables de la sociedad.
- Establecer metodologías adecuadas y sistemas financieros
alternativos para el desarrollo de actividades económicas en los
barrios pobres de la ciudad.
- Obtener recursos y financiar proyectos productivos que mejoren
los ingresos de las familias pobres y establecer mecanismos adecuados
para recuperar el importe de los préstamos concedidos.
- Incentivar y fortalecer una cultura de autosuficiencia económica
y de cumplimiento de las obligaciones.
- Promover la generación de ingresos económicos como elemento
permanente de la participación comunitaria.
- Fomentar la prevención integral de los factores de riesgo de
pobreza.
Los recursos proceden en su totalidad de la administración municipal.
Estos recursos circulan constantemente a través del mecanismo de
concesión y devolución de préstamos. Hasta la fecha no ha sido
necesario aportar más recursos que los iniciales, gracias al diseño
financiero del sistema y a la puntualidad de los acreedores en sus
devoluciones. (Se establece así un ciclo realimentado constantemente:
una rápida circulación del dinero, unas tasa de interés asequibles, un
bajo nivel de morosidad.)
Al principio el programa tuvo que afrontar una serie de problemas en
su fase de ejecución derivados de las expectativas desproporcionadas,
el escepticismo hacia las iniciativas gubernamentales (el sector
político está muy desacreditado en Colombia) y la falta de confianza en
los futuros acreedores, de quienes se pensaba que no serían capaces de
afrontar sus obligaciones de pago.
La iniciativa fue puesta en marcha por el anterior alcalde, quien
formó un equipo interdisciplinar para estudiar y diseñar el programa,
formado esencialmente por funcionarios de la Secretaría de Desarrollo
y la Dirección de Planeación, con la participación del consejo
municipal a través de debates y estudios del proyecto.
Se recurrió a una cierta cantidad de demagogia en la difusión del
programa, creando un exceso de expectativas que produjeron una enorme
congestión en los primeros meses de funcionamiento. Afortunadamente la
situación mejoró gracias a la experiencia de la entidad gestora,
Microempresas de Antioquia, y actualmente está funcionando con
normalidad.
También se produjeron diversos problemas derivados de la propia
novedad del programa: inexperiencia por parte del público atendido;
exigencia a los solicitantes de requesitos que resultaban
incompatibles con la naturaleza del programa; así como una dificultad
para procesar el gran número de solicitudes por la limitada capacidad
prevista. El banco no estaba preparado para el gran número de
solicitudes recibidas, por lo que la logística dispuesta no pudo
absorber toda la demanda.
Dados estos problemas, se introdujeron los siguientes cambios:
- Mayor difusión de la información sobre las características del
programa. Era necesario dejar claro que el banco no era una agencia de
empelo y que los préstamos eran exclusivamente para actividades
productivas u oportunidades empresariales.
- Formación para el personal del banco. Las solicitudes de
préstamos eran difíciles de comprender, lo que producía una gestión
inadecuada. El bajo nivel educativo de los beneficiarios reqeuría un
cambio en el lenguaje empleado. En cualquier caso, sigue habiendo
continuos problemas a este respecto, que el banco está intentando
resolver ofreciendo una mejor información cuando los beneficiarios
acuden a recoger los formularios.
- Mejor identificación de aquellas personas que realmente tienen
interés en montar un negocio, frente a aquellas otras que quieren el
dinero para otros propósitos, gracias al diálogo con los potenciales
beneficiarios, lo que ha propiciado un ajuste de los procesos.
- Reducción del plazo para responder a las solicitudes. Aunque el
banco ha logrado reducir este plazo hasta un mes y medio, el objetivo
está en un máximo de 20 días. Ya se han identificado algunos de los
obstáculos que han impedido cumplir estos objetivos hasta ahora (como
la dificultad de localizar y reunirse rápidamente con el beneficiario)
y se está trabajando en superarlos.
- Entre julio de 2002 y diciembre de 2003 se han concedido 5.390
préstamos para financiar el mismo número de iniciativas empresariales.
El número de puestos de trabajo creados se sitúa en una media de tres
por empresa, con una cifra total de 16.170 beneficiarios directos.
Ésta es una clara contribución a la solución del problema del
desempleo, a la falta de ingresos, la redistribución de éstos y una
mejora en el nivel social de la mayoría de los habitantes pobres de la
ciudad.
- Los beneficiarios están recibiendo formación para el empleo. Es
más, hay un trabajo pedagógico relacionado con los temas de la banca y
la financiación. Los clientes han adquirido el conocimiento necesario
para manejar la terminología financiera básica y como resultado se ha
incrementado su capacidad de negociar y tomar decisiones.
- Un total de 5.390 colombianos, sistemáticamente marginados y sin
oportunidades de generar sus propios ingresos para vivir con dignidad,
han alcanzado una autosuficiencia gracias al apoyo de esta iniciativa.
- Ésta es una forma eficaz de emplear los recursos públicos. Con
una contribución de 11.173 millones de pesos (4.138.148 dólares EEUU),
se han concedido préstamos por un valor total de 11.567,16 millones de
pesos (4.284.134 dólares) hasta el 30 de enero de 2004. Los préstamos
concedidos se han devuelto en un 94%, lo que combinado con la tase de
interés hace que el municipio esté recuperando el total de su
inversión.
- La personas necesitadas cumplen con sus obligaciones de pago. El
Banco de los Pobres se ha convertido en uno de los pocos medios
disponibles para mejorar su situación económica, haciendo posible lo
imposible. Esto ha hecho crecer la confianza en el proyecto en aquella
parte de la comunidad que antes se mantenía escéptica. Las cifras
corroboran esta confianza: los clientes y el conjunto de la comunidad
han empezado a entender mejor la labor del banco.
- El programa entra dentro de las competencias de la Secretaría de
Desarrollo Social. Para su gestión se ha contratado a
Microempresas de Antioquia, una operadora financiera
especializada en el estudio, la aprobación y la gestión de los
proyectos seleccionados.
- El programa es autosostenible con la actual tasa de interés del
11% anual (equivalente a un 0,91% mensual). El objetivo principal
del programa es proporcionar préstamos a bajo interés (la actual tasa
de interés en el mercado está en el 2% mensual), para proporcionar
una oportunidad a aquellos que más la necesitan.
- Puesto que los fondos iniciales provienen del presupesto
municipal, no suponen ningún coste adicional. Las cantidades
amortizadas se reinvierten en el programa para la concesión de nuevos
préstamos. La tasa de interés cubre los costos operativos y la
formación de los beneficiarios. Fundamental para el éxito y la
sostenibilidad del programa ha sido la puntualidad en la devolución de
los préstamos y la cultura de pago generada en la comunidad.
- El monto de cada microcrédito fluctúa desde un salario mínimo
mensual (350.000 pesos o 129 dólares) hasta un máximo de diez salarios
mínimos (3.500.000 peso o 1.296 dólares). El beneficiario del
microcrédito está obligado a emplear el dinero prestado exclusivamente
a la financiación de su proyecto empresarial. El plazo de devolución
es definido por el operador y puede extenderse hasta tres años,
incluyendo un periodo de gracia de seis meses tras la concesión.
Ha quedado claro que el desarrollo de un programa de microcréditos es
una eficaz política para reducir la pobreza. El banco es un ejemplo
claro de que con voluntad política y una gestión transparente,
responsable y eficaz, los gobiernos locales puede ejercer un impacto
positivo en la reducción del desempleo en sus comunidades. Es
importante garantizar que el programa no sufre de corrupción o de
nepotismo. Este tema está asociado principalmente a la actitud y la
conducta ética de las plazas rotatorias de funcionario público. En
este contexto, es esencial la participación democrática de la
comunidad en el proceso electoral. También resulta importante
solicitar la participación de la comunidad y de las instituciones con
experiencia reconocida en el funcionamiento del banco. En este
proyecto, se han incorporado todos estos elementos al proceso de
formación y de análisis de las solicitudes.
Resulta fundamental proporcionar apoyo y realizar un seguimiento
constante tras la concesión de cada préstamo con el fin de garantizar
la devolución del mismo. El banco realiza cuatro visitas al
beneficiario durante el primer año, dos el segundo y una el tercer
año. Es la responsabilidad del banco ayudar a la nueva microempresa a
desarrollar su actividad. En este sentido, el banco está apoyando la
puesta en marcha de programas como incubadoras de empresas y centros de
desarrollo empresarial con el objetivo de continuar proporcionando
asesoramiento y asistencia a sus clientes.
No se requieren grandes sumas de dinero para poner en marcha un
pequeño negocio que garantice la subsistencia de una persona. Con una
pequeña ayuda, miles de familias pueden obtener los ingresos
necesarios para vivir con una mayor dignidad. El comercio es la
actividad principal de los clientes del banco, constituyendo el
36,85% de los mismos, seguido de la manufactura, con un 30,30%, el
sector de la alimentación, con un 19,91%, los servicios, con un
17,55%, y la agricultura, con un 5,42% de los clientes.
Es importante trabajar para recuperar el valor fundamental y la
importancia de lo que significa ser humano. La actividad del banco va
dirigida hacia una población con baja autoestima a causa de las
privaciones y las penurias sufridas a lo largo de generaciones. Por
ello no sólo es importante elevar las habilidades administrativas de
los clientes, sino también ayudarles a recuperar su autoestima y su
valía como ser humano. Esta es una forma de reconstruir el sistema
social que está tan dañado en este país. El banco está analizando la
mejor forma de llevar a cabo este tipo de actuaciones dentro del
programa; de hecho, con la confianza implícita que se otorga al
cliente cuando se le concede un préstamo, ya se ha dado el primer
paso. Por otra parte, cuando la población más vulnerable se encuentra
con la imposibilidad de acceder a los servicios financieros, el Banco
de los Pobres ofrece una posibilidad, que además viene acompañada con
programas formativos que refuerzan conceptos positivos como la
la autoestima y la superación de las dificultades.
El éxito del programa durante sus primeros 18 meses de funcionamiento
como método eficaz a través del cual los gobiernos locales pueden
mejorar la tasa de desempleo ha despertado el interés de otros
municipios y gobiernos del país. En las recientes elecciones
municipales y regionales, muchos candidatos a alcalde ha incluido en
sus programas el desarrollo de programas similares a este Banco de los
Pobres en sus regiones. El municipio se muestra muy orgulloso de su
programa, pero también es consciente de la inmensa responsabilidad que
conlleva, ya que su éxito depende de la calidad del asesoramiento que
ofrece el banco.
Para aquellos interesados se está facilitando toda la información
relativa al programa: estudios preliminares, análisis financieros,
regulaciones, acuerdos, legislación, etc. Todo el material publicado
también está disponible, es más, el banco está reuniendo a todos los
agentes potenciales de cada comunidad para compartir experiencias y
expectativas.
Se han establecido contactos con autoridades políticas de más alto
nivel en los casos en que las comunidades no disponen de los recursos
para desarrollar el programa; este es el caso del gobierno de
Antioquia, que va a poner en marcha un programa para al menos otros
cinco municipios del departamento con el asesoramiento del Banco de
los Pobres.
Debido a la importancia de la independencia, la objetividad y la
imparcialidad en el momento de disponer los recursos para el fondo
crediticio y su gestión, se han dado pasos para abrir la posibilidad
de que los gestores del banco ayuden a los nuevos programas en lo
posible, ya que existe el riesgo de que los distintos funcionarios
defiendan los intereses particulares de sus propias comunidades a
costa de la objetividad imprescindibles para la buena marcha del
programa. En cualquier caso, queda claro que la transparencia y el
conocimiento de las necesidades concretas son las bases sobre las se
debe construir un programa sólido, para lo cual el Banco de los Pobres
ofrece toda su experiencia de forma gratuita.
Hasta la fecha ningún servicio similar se ha puesto en marcha en
Colombia, debido a lo reciente de la experiencia y al tiempo requerido
para organizar un programa de estas características. (El caso más
avanzado es el de Miranda, en el departamento de Cauca, que está en la
fase de fijar un reglamento.) En cualquier caso, es seguro que este
programa pronto será replicado en muchas partes del país.