Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como
GOOD.
(Best Practices Database)
País/Estado — Colombia
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — montañosa
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — asociación de profesionales; gobierno regional; institución académica o de investigación.
Categorías —
Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo; formación profesional.
Desarrollo económico: fomento de la inversión; formación de capital; capacidad empresarial; formación.
Servicios sociales: educación.
Contacto Principal
Comité Departamental de Cafeteros de Caldas — asociación de profesionales
Pablo Jaramillo Villegas [pablop.jaramillo@cafedecolombia.com],
líder de extensión personalizada
Elsa Inés Ramírez Murcia [elsai.ramirez@cafedecolombia.com],
coordinadora del programa de educación y formación
Recinto Jaime Restrepo Mejía
K11 vía al Magdalena.
Manizales, Caldas
Colombia
Tel: +57 (6) 8897070
Socio
Gobierno del Departamento de Caldas — gobierno regional
Luz Amparo Villegas Durán, secretaria departamental de educación
Plaza de Bolivar - Edificio La Licorera Piso 4
Manizales, Caldas
Colombia
Tel: +57 (6) 8841307
Colaboración administrativa.
Colaboración política.
Socio
Centro de Investigación del Café (CENICAFE) — institución académica o de investigación
Web: http://www.cenicafe.org/
Colaboración técnica.
Escuela y Café es una experiencia productiva que se
esfuerza por adaptar el sistema educativo a la realidad económica de
la región. Intenta preparar, desde la escuela, a la nueva generación
de cultivadores de café del departamento de Caldas; esto es,
conseguir que los niños de las zonas rurales aprendan en la escuela
pública, dentro del horario lectivo e incorporada al currículum, toda
la información necesaria para la producción y el manejo del producto
que sostiene la economía de sus familias y de toda la región: el café.
Los niños, después de terminar su educación básica, consideran el
cultivo de café una forma viable de ganarse la vida; si toman la
decisión de convertirse en cultivadores de café, podrán desempeñarse
mejor que sus padres, gracias entre otras a sus mayores niveles de
educación que les permitirán encarar el futuro con más instrumentos y
habilidades, obteniendo mayor eficiencia y productividad.
La experiencia articula estrategias padagógicas y productivas que
permiten vincular a la comunidad educativa con el proyecto, mejorar
las prácticas pedagógicas de los profesores y aplicar el conocimiento
adquirido en la escuela a las fincas donde viven los estudiantes,
promoviendo la participación de los niños en las decisiones sobre la
adopración de mejores técnicas y prácticas en la propiedad.
En la actualidad, 83 escuelas de educación básica se han unido al
proyecto, beneficiando a 9.500 niños. El proyecto se ha convertido en
un instrumento fundamental para promover el sentido de propiedad entre
los niños, a través de la actividad cafetera, y para desarrollar
diversas habilidades en los estudiantes que los ayudan a resolver
problemas cotidianos en sus propias fincas. Todo ello ayuda a
desarrollar capacidades de liderazgo para la adopción de nuevas
técnicas, para aceptar los cambios y adaptarse a ellos y abre
posibilidades para organizarse en grupos y desarrollar alternativas
de mejora de su entorno.
- 1996 — Creación del proyecto Escuela y Café.
- 2001 — Evaluación de los impactos parciales y potenciales del
proyecto.
- 2002 — Elección del proyecto como experiencia innovadora en
educación en el ámbito de América Latina por parte de la
Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
El diseño del proyecto se basó en dos situaciones específicas:
- Un desajuste entre el programa educativo vigente en las escuelas
rurales de educación básica y las necesidades de las comunidades
campesinas, provocando el abandono y el absentismo de las aulas y la
emigración de las familias hacia los centros urbanos en busca de una
mejor educación.
- La realidad económica del momento: en 1995 la cultura cafetera
de Colombia atravesaba tiempos difíciles debido al mínimos histórico
de los precios internacionales del café. Por otra parte, los
cultivadores tenían serias dificultades para incorporat nuevas
tecnologías y modelos de negocio a su sistema productivo que mejorasen
su productividad y su nivel de ingresos, en parte debido a su bajo
nivel de estudios (tres cursos de primaria de media). La cultura del
café necesitaba una inyección de generación nueva, con mayores niveles
de educación y con una actitud positiva hacia los cambios,
representada por los hijos y las hijas de los actuales cultivadores,
quienes asistían a la escuela donde aprendían sobre multitud de temas,
excepto sobre aquello de lo que han vivido, viven y vivirán: el café.
Se invitó a los profesores, las escuelas rurales, los estudiantes y
los padres (cultivadores de café) a resolver las dificultades que
presentaban los tradicionales Proyectos Pedagógicos Productivos
desarrollados entonces en la escuela: poca sostenibilidad de los
proyectos durante el periodo de vacaciones; modalidades de cultivo
que, aunque bien recibidoa entre los chicos, excluían a las chicas ya
que implicaban labores tradicionalmente realizadas por los hombres
(debido al esfuerzo físico aparejado); implantación limitada de las
técnicas desarrolladas en la propias fincas de los estudiantes;
percepción de los estudiantes de que el fin de las enseñanzas
recibidas era abandonar algún día el campo para ir a la ciudad. Su
futuro poco o nada tenía que ver con el campo o la agricultura, por lo
que no condideraban que estos proyectos productivos fueran una fuente
importante de información para sus vidas. Lo más importante era que
los proyectos seleccionados por la escuela, aunque tenían excelentes
contenidos pedagógicos, guardaban poca relación con la cultura, los
cultivos habituales o la economía en general de la región.
El objetivo fundamental del proyecto es preparar desde la escuela a
los futuros cultivadores de café de la región. Los alumnos de aquellas
escuelas cuya principal población vive principalmente de la cultura
del café aprenden todo lo relacionado con la producción, la
tecnología, el mercado y la financiación de la actividad económica
asociada al café y, de esta forma, se reduce el desajuste entre el
sistema educativo y la realidad económica, que ha hecho que la
educación rural de Colombia sea considerada el principal factor de
expulsión de la población de las zonas rurales. Para conseguir esto,
se ha recurrido a estrategias de formación del profesorado,
participación permanente de los padres, suministro de recursos básicos
para el desarrollo del proyecto y apoyo permanente.
El Comité Departamental de Cafeteros de Caldas se hizo cargo
de la gestión y de la financiación inicial para el diseño de la
experiencia y en la actualidad coordina la ejecución del proyecto.
Durante su puesta en marcha, el liderazgo del comité promovió la
implicación decidida de varias instituciones gubernamentales (la
Secretaría Departamental de Educación y diversas alcaldías
municipales) que en primera instancia proporcionaron la
infraestructura existente de escuelas rurales (además del profesorado)
y posteriormente recursos financieros para la expansión y el apoyo del
proyecto. Además se ha contado con contribuciones de otras
instituciones de la industria cafetera, especialmente del
CENICAFE, que proporciona publicaciones actuales a las
escuelas sobre las investigaciones más importantes en torno al café.
Por último, las comunidades rurales constituyen el eje integrador del
proyecto y contribuyen con terrenos baldíos en sus fincas para que los
niños puedan desarrollar proyectos supervisados de cultivo de café.
Escuela y Café ha conseguido crear sinergias entre el
sector público y el privado en torno a objetivos comunes: esforzarse
por adaptar el sistema educativo a la realidad social (un mandato
recogido por la Ley General de Educación de COlombia) y buscar
la competitividad y la sostenibilidad a medio plazo del sector
cafetero en el departamento de Caldas.
Aunque el proyecto ha sido considerado un éxito, dada su rápida
adopción por parte de las escuelas, la excelente opinión que tienen
sobre el mismo tanto padres como alumnos y los impactos obtenidos, no
ha estado exento de dificultades en su aplicación, entre las que cabe
destacar las siguientes:
- Los frecuentes cambios de destino de los profesores, a
instancias de las autoridades educativas, dificultan la continuidad de
los procesos y obligan en muchos casos a repetir los cursos ya
realizados para formar a los nuevos profesores. La relación con otros
profesores y con los propios alumnos permiten a los nuevos profesores
recibir los elementos básicos para evolucionar pedagógicamente en el
proyecto; alguno municipios han incorporado a alumnos y a padres de la
comunidad en el proyecto de forma que se garantiza su sostenibilidad y
se crea una base de apoyo para los profesores recién llegados.
- No todos los padres de los alumnos son propietarios de fincas de
café, lo que dificulta la ejecución de la parte del proyecto que los
estudiantes deben realizar en el terreno donde viven. Esta dificultad
ha servido para que surja otro tipo de proyectos, como la medición de
plagas en las fincas de otros cultivadores o la producción de plantas
para su comercialización, además de la implantación de equipos de
trabajo de dos o tres estudiantes que colaboran en un proyecto
conjunto.
- La vulnerabilidad de la población campesina debido a la
constante presencia de grupos armados ha afectado en algunas ocasiones
al desarrollo óptimo del proyecto en algunas comunidades. En cualquier
caso, Escuela y Café es un importante medio para retener a
la gente joven en el campo desarrollando actividades productivas
legales.
El Centro Regional de Estudios Cafeteros y Empresariales (CRECE)
ha descrito, en 2001, los impactos parciales y potenciales del
programa Escuela y Café en los siguientes términos:
- Pertinencia del sistema educativo: los estudiantes y las
familias que participan en el proyecto Escuela y Café
perciben que lo que aprenden en la escuela resulta útil y aplican este
conocimiento a sus propias fincas, aumentando de esta manera el
alcance de su aprendizaje.
- En términos de género, el proyecto ha promovido la participación
permanente de los niños y niñas en igualdad de condiciones.
Escuela y Café ha modificado el papel de la niñas en la
dinámica productiva de las familias cultivadoras de café.
- El programa como instrumento para emjorar las condiciones de
trabajo infantil en las zonas rurales. De acuerdo con los parámetros
de UNICEF, Escuela y Café se considera más un
programa de formación para el trabajo que una forma inadecuada de
trabajo infantil.
- Posible retención de la gente joven en el campo. El proyecto
genera en los niños una mayor confianza para decidir sobre su vida
adulta y especialmente sobre la profesión a la probablemente que se
van a dedicar.
- En realación a los roles dentro de la familia, se potencia la
participación de los niños en el proceso de toma de decisiones dentro
de la dinámica productiva.
- En relación con las prácticas pedagógicas, Escuela y
Café ha sido diseñado de forma que su desarrollo no supone un proceso
superpuesto a la vida escolar, sino que de hecho se integra como un
elemento más al desarrollo de los contenidos curriculares.
- Posible transferencia a otros sectores productivos. La
metodología empleada ofrece parámetros que pueden fortalecer otros
proyectos productivos en zonas no cafeteras.
El Comité Departamental de Cafeteros de Caldas garantiza los
recursos financieros para la expansión y el futuro apoyo al proyecto.
Los recursos humanos y la infraestructura necesaria en las comunidades
rurales están garantizadas por el estado, ya que este programa
responde a una exigencia de la Ley General de Educación
colombiana (ley 115 de 1994); además, dentro de los planes de
desarrollo del departamento de Caldas, el gobierno departamental se
propone extender y reforzar este proyecto en concreto. Es por todo
ello que la ayuda financiera del estado para continuar y ampliar este
proyecto esta garantizada.
Los conocimientos adquiridos por los niños les serán de utilidad en un
futuro inmediato para crear empresas, tomar las decisiones precisas en
el momento adecuado y asumir y evaluar los riesgos de la actividad
cafetera, entre otros. Además, el proyecto promueve el trabajo
conjunto y cooperativo entre los estudiantes en torno a la producción
cafetera.
El programa Escuela y Café refuerza los valores culturales
y las propias tradiciones de las familias productoras. Especialmente
en este aspecto, el proyecto promueve la identidad y la apropiación de
la actividad económica, con una tradición de más de 100 años en las
regiones cafeteras del país.
El proyecto prepara a los futuros cultivadores de café para lograr las
ventajas de una explotación sostenible de los recursos existentes en
torno a la producción de café. La experiencia promueve el
establecimiento de explotaciones de agricultura ecológica para
aprovechar los subproductos del grano de café como manera de reducir
la dependencia respecto de productos inorgánicos y de eliminar la
contaminación ambiental. La tecnología para la producción de café se
ha desarrollado localmente (a través de CENICAFE); su adopción
y adaptación a las explotaciones rurales se enmarcan en términos de
sostenibilidad, objetivo fundamental del Comité Departamental
de Cafeteros de Caldas.
Después de nueve años de funcionamiento, puede concluirse que esta
experiencia ha sido la mejor estrategia para mejorar de forma dinámica
las escuelas rurales. Se ha hecho evidente que, para mejorar las
relaciones entre las escuelas y la comunidad, el mejor mecanismo es
que la escuela desarrolle proyecto con impacto sobre las comunidades
rurales, ofreciendo soluciones a sus problemas cotidianos (en este
caso, en relación con su actividad productiva).
Escuela y Café ha conseguido que los padres otorguen más
vlaor a la educación de sus hijos. El intercambio de información y
conocimiento sobre la actividad productiva, adquiridos en la escuela
por los niños y heredados de la tradición por los padres, ha animado a
estos últimos a mantener a sus niños en sistema educativo público.
El desarrollo de Proyectos Pedagógicos Productivos innovadores no
puede recaer exclusivamente sobre profesores aislados. Todos los
profesores deben implicarse para que todas las materias escolares
(matemáticas, lengua, inglés, etc.) resulten realmente útiles para la
vida diaria de los alumnos y de los padres. Este proyecto está
planteado como una estrategia de transferencia tecnológica desde la
escuela rural hacia las explotaciones cafeteras.
La lección más importante es que los niños aprender y se apropian en
mayor medida de los contenidos cuando desarrollan por sí mismos y en
sus propias casas los proyectos productivos.
En la actualidad, la metodología de desarrollo del proyecto
Escuela y Café forma parte de la estrategia del Ministerio
de Educación para formular proyectos productivos (Proyecto
de Educación Rural). Por su parte, en el departamento de Caldas, este
proyecto forma parte del Programa de Desarrollo del gobierno para el
periodo 2004-2007.
Desde el punto de vista de la industria cafetera, Escuela y
Café contribuye a los objetivos de la Federación Nacional de
Cafeteros de Colombia, dentro de su programa sobre calidad de la
producción: «comprometidos con un servicio de calidad para una
cultura organizada, sostenible y competitiva de la producción del
café».
Escuela y Café se ha replicado en 11 de los 15
departamentos cafeteros de Colombia (Tolima, Huila, Magdalena, Cesar,
La Guajira, Santander, Antioquia, Cauca, Nariño, Valle y Cundinamarca)
por iniciativa de Federación Nacional de Cafeteros de Colombia.
Para la cultura del café, esta experiencia constituye uno de los
mecanismos clave para garantizar la competitividad a medio plazo y la
sostenibilidad futura de la actividad exportadora de café en Colombia.
La metodología didáctica empleada en el proyecto ha permitido avanzar
y fortalecer los Proyectos Pedagógicos Productivos en otras regiones
no cafeteras del país. Por iniciativa del Ministerio de Educación y
con apoyo del Comité Departamental de Cafeteros de Caldas, esta
metodología se ha adaptado a las condiciones específicas del
departamento de Guaviare, con el fin de promover, desde la escuela
rural, la conversión de los cultivos ilícitos, de amplia presencia en
la región, favoreciendo otras alternativas productivas dirigidas a
garantizar la seguridad alimentaria de la población y la generación de
ingresos en el seno de las familias rurales.
Estos procesos de transferencia del programa ha contado con el
apoyo del Comité Departamental de Cafeteros de Caldas, que ha
compartido su conocimiento y experiencia en la adaptación del programa
alas características de otros sectores. Por otra parte, las
actividades de colaboración horizontal con los comités de otras
regiones ha dirigido el apoyo técnico y pedagógico hacia las
Secretarías de Educación y las escuelas rurales de los diferentes
departamentos para desarrollar las adaptaciones curriculares
pertinentes, ofrecer la formación necesaria a los profesores y editar
los materiales didácticos para los alumnos. Los procedimientos de
apoyo a otras regiones están perfectamente formalizados y en caso de
requerir la transferencia del proyecto a otros contextos, se
aplicarían éstos de acuerdo a los parámetros establecidos.
Organización de Estados Iberoamericanos (marzo de 2004)
«Escuelas que hacen Escuela. Formando para el trabajo en los países andinos»
El Tiempo (25 de febrero de 2004)
«Mejora la equidad: Así llega la educación secundaria»
United Nations Development Program (2003)
«El conflicto, callejón con salida»
en Informe Nacional de Desarrollo Humano, p 7
La Patria (abril de 2003)
«Reconocimiento para Escuela y Café»
La Patria (enero de 2003)
«Asistirán a Congreso Mundial de Educación en China. Exaltan Programa Educativo del Comité de Cafeteros»
La Patria (12 de agosto de 2002)
«Hijos de Cafeteros cultivan más amor por el campo»
La Patria (Agosto de 2002)
«Por los logros obtenidos en Caldas, Escuela y Café recibirá distinción.»
La Patria (Septiembre de 2002)
«Reconocimiento de OEI al programa. Premio educativo con aroma de café.»
Centro Regional de Estudios Cafeteros y Empresariales (2001)
Evaluación de impactos parciales y potenciales de Escuela y Café
Semana (diciembre de 2001)
«Desarrollo Rural Semillas de Paz»
La Patria (noviembre de 2000)
«El Programa Escuela y Café se desarrolla en 98 centros educativos. Caldas forma a los futuros cafeteros.»
La Patria (noviembre de 2000)
«Generación de relevo en Caldas se prepara en el campo. Futuros Cafeteros pasan examen.»
El Tiempo (noviembre de 2000)
«Cambio de mentalidad en los alumnos de escuelas rurales. Niños de palabras mayores»
En la comunidad teníamos miedo de que el programa Escuela y
Café afectase a la calidad del resto de asignaturas. Pero ha
resultado que el programa nos integra más con la escuela, y la calidad
no se ha reducido. Al contrario, creo que esta integración nos ha
ayudado a mejorar la escuela entre todos.
Madre de la comunidad rural de La Trinidad,
municipio de Manizales
Mi marido está muy contento de que nuestra hija esté en ese programa,
poruqe ahora los dos hablan y ella está interesasa en los problemas de
la finca.
Madre de una aluman de Escuela y Café en
la comunidad rural de Ríoclaro, muncipio de Villamaría
Sé que la situación del café es muy seria y mi familia ha sido muy
perjudicada en esta cosecha porque se ha pagado a precios muy bajos.
Pero he estado llevando la contabilidad de los gastos de la cosecha de
mi padre y me he dado cuenta de que algunas cosas le salen más caras
porque no les presta atención. Sé que cuando pueda ayudarle a llevar
la cosecha podremos reducir los costes y tal vez se recupere el
negocio.
Alumna de Escuela y Café en la comunidad
rural de Concharí, municipio de Anserma.