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País/Estado — Chile
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — árida y semiárida
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — gobierno local; gobierno regional; gobierno central.Categorías — Gestión ambiental: reducción de la contaminación; creación de zonas verdes en la ciudad; introducción de criterios ecológicos en el entorno urbano; restauración ambiental; higiene ambiental; sostenibilidad ecológica; indicadores de sostenibilidad. Arquitectura y diseño urbano: diseño eco-lógico y asequible; edificios verdes; paisajismo. Servicios sociales: educación; ocio.
Plaza No. 25 Vallenar, Chile Teléfono: +56 51 61 1320 / 290 Fax +56 51 61 3796
Plaza s/n, segunda planta Vallenar, Chile Teléfono: +56 51 61 1286 Fax: +56 51 61 5508Colaboración financiera.
Los Carrera s/n, 3a. planta Copiapó, Chile Teléfono +56 52 21 7722 Fax: +56 52 21 3337Colaboración financiera.
Esta situación, el hecho de que el río no fuese considerado como un espacio de partipación en la dinámica de la ciudad, sumado a la reconocida falta de espacios para el recreo de la comunidad, como parques y zonas verdes, llevaron a la municipalidad a crear, a mediados de los años 90, un proyecto denominado Paseo Ribereño. El objetivo del proyecto era ganar espacio del río y de su ribera como parte esencial del nuevo desarrollo urbano, favoreciendo la implantación de usos recreativos y la conversión de la ribera en un lugar de encuentro. De esta forma, la imagen de abandono que tanto lastraba a toda esta parte de la ciudad sería eliminada.
La intervención respeta el cauce natural del río y considera el predominio de la zonas verdes sobre las construidas, empleando materiales como la piedra, la arena, la grava y la chépica (un tipo de césped). De este modo predomina el aspecto natural del paisaje, cuyos principales protagonistas con el río y el paisaje que modela.
La materialización del proyecto se consigue gracias a una alianza estratégica entre los gobiernos local y central para reunir recursos económicos y para emplear el capital humano de la ciudad, paliando el alto nivel de desempleo. El apoyo de la municipalidad ha sido muy importante para la gestión directa de los recursos económicos y humanos a través de programa de creación de empleo.
El proyecto se ha visto avalado por sus brillantes resultados: el uso estructurado y espontáneo, por parte de grupos y de particulares, de los nuevos espacios.
La realidad local mostraba un alto nivel de desempleo y escasas posibilidades de encontrar un puesto de trabajo, de forma que el gobierno central estaba desarrollando diversas iniciativas para absorber la fuerza de trabajo.
En cuanto a la administración local, el alcalde ha actuado como coordinador general del proyecto, implicando a los arquitectos que han generado la idea y el diseño como resultado de un taller conjunto de trabajo con algunos vecinos.
El desarrollo técnico y arquitectónico ha estado a cargo de los arquitectos Jorge Lobiano y Renato Araya, creadores de esta iniciativa. El alcalde, Juan Santana, coordinador general, ha actuado como enlace entre las áreas de diseño, ejecución y financiación y ha promovido la posteriores actividades comunitarias al aire libre a través del programa Ciudad Educadora.
Los recursos económicos se han obtenido a través de programas especiales de generación de empleo que incluían la contratación de desempleados, hombres y mujeres, principalmente personal no cualificado, para las obras de construcción. Por esta razón, y debido a la simplicidad del proceso de construcción, que empleaba los elementos que aportaba el propio río (rocas, chépica, grava y arena), la mayor parte de los recursos se han destinado a pagar los salarios.
Gracias al éxito de la primera fase, y ante la escasez de recursos, el proyecto se dividió en diferentes fases con el objetivo de obtener la financiación de forma gradual.
Al comienzo, la comunidad participó a través de encuestas llevadas a cabo por los arquitectos. Según se fueron materializando las sucesivas fases, la participación fue haciéndose más intensa. La gente expresaba sus preocupaciones y necesidades directamente a la municipalidad, por medio del alcalde o del departamento de edificación.
Las personas desempleadas conseguían, por una parte, un trabajo, y por otra, construir un proyecto dedicado a todos los habitantes de la ciudad, mejorando los sectores económicos y sociales.
A pesar de que la ribera del río había sido ganada como espacio de recreación para la comunidad, la ciudad seguía de espaldas a este espacio. Por este motivo era necesaria la construcción de un borde urbano y de una calle que bordease la zona, con el objetivo de lograr la integración urbana y social.
El resultado es que la gente ve reflejado en el Paseo Ribereño el principio de igualdad de oportunidades que todos los habitantes deben disfrutar en temas como su educación y su desarrollo personal, sobre la base de un equipamiento apropiado y del uso de los espacios públicos.
Desde su puesta en marcha, esta iniciativa ha permitido desarrollar actividades que favorecen la vida al aire libre (los días de lluvia no son muchos) y el contacto con la naturaleza en la proximidad de las viviendas de la gente. También ha creado un espacio recreativo local junto al río con piscinas naturales que un importante número de personas disfrutan durante los fines de semana y las vacaciones de verano.
Por otra parte, ha permitido que algunas escuelas desarrllen sus clases de educación física en diferentes pistas deportivas situadas a lo largo de 2,5 kilómetros de ribera que también están disponibles gratuitamente para el resto de la comunidad. Gracias a un sistema apropiado de iluminación artificial, la gente puede usar este espacio no sólo durante el día, sino también por la noche.
En cuanto a los aspectos urbanos, el paseo ha incrementado el valor de una parte moribunda de la ciudad, de forma que se está reconsiderando la renovación del conjunto de la zona para que este esquema urbano comience a cambiar y se adapte a la nueva situación en la que el río es un elemento principal de la ciudad.
En cuanto al aspecto financiero, a pesar de que el coste del proyecto ha sido elevado, no afecta a su mantenimiento ya que el parque es regado con agua del propio río, logrando un equilibrio dinámico con el ambiente.
Desde el punto de vista social y económico, además de convertirse en un elemento físico de integración de la ciudad, el paseo se ha convertido en un integrador social, ya que no hace distinciones derivadas de la clase social, la creencia religiosa o la condición política; favorece a todos los sectores y el acceso es totalmente libre, característica que lo convierte en un espacio de todos para todos.
En cuanto al aspecto cultural, el paseo continúa la tradición de utilizar el río como elemento de relajación y recreo, como refleja el uso masivo de las piscinas naturales y las zonas verdes. Del mismo modo, promueve las excursiones a pie y otras actividades al aire libre que se llevan a cabo con facilidad gracias al tamaño y a la escala de la ciudad.
Por último, existe un equilibro ambiental que se refleja en el uso más adecuado del agua, sin el empleo de avanzadas tecnologías de alto coste operativo. Las zonas verdes son irrigadas directa o indirectamente con agua del mismo río. Además, el proyecto tiene en cuenta el clima árido o semi-árido de la región y crea un microclima que permite el control de las condiciones higrotérmicas y del aspecto paisajístico.
El papel de regulador bioclimático promueve el desarrollo de actividades al aire libre, valoradas por la población local y por los visitantes, que pueden disfrutar de un espacio agradable, fresco y confortable. Esto ha servido, más que como lección a aplicar a este proyecto, como ejemplo a otras ciudades con similares condicionantes.
Esta experiencia, por su parte, ha servido como ejemplo para replicar en la extensa red de canales de irrigación, ya que su situación es muy similar a la que sufría el propio río antes de la intervención. Hay una necesidad de complementar estas actividades con el objetivo de disponer de una red de espacios públicos naturales que actúen como reguladores bioclimáticos e integradores sociales.
Las políticas de desarrollo en torno al río Huasco y al gran número de pueblos ribereños permiten pronosticar un desarrollo similar a esta experiencia, recuperando el valor del agua y del paisaje natural, diversificando las actividades y promoviendo el río como el gran eje que crea la vida en el valle.
El éxito del proyecto está relacionado con la recuperación y la promoción de actividades culturales que son típicas de los habitantes de este valle, frente a la imposición de costumbres foráneas.
También es importante resaltar la alianza establecida por los distintos organismos públicos para hacer prevalecer el bien común frente a los intereses privados. Esto beneficia directamente a todos los habitantes de la comunidad, facilitando el uso y la apropiación de los espacios públicos.
Esta situación se mantiene en Copiapó, pero en estos momentos se está desarrollando un proyecto para crear un paseo fluvial con equipamientos recreativos y deportivos, incluyendo una piscina artificial como medida alternativa a la falta de agua superficial.
Alto del Carmen, un pueblo situado en la región montañosa donde nace el río, está desarrollando una iniciativa similar que intenta controlar las crecidas del río y crear piscinas naturales de carácter popular como alternativa a promover una gran instalación turística en la zona.
Esta experiencia, a pesar de obtener el primer premio en la primera edición del concurso nacional de Buenas Prácticas Urbanas (2002), no ha conseguido una mayor difusión por el resto del país; los habitantes de Vallenar y los turistas que visitan la región son los únicos que promocionan esta experiencia. Es por ello que se hace necesario crear nuevas alianzas que incluyan el intercambio de las bases del proyecto, el conocimiento de los procesos que lo han hecho posible y los medios de preservarlo y fortalecerlo a lo largo de los años. En este sentido, la ciudades o las comunidades interesadas pueden replicar la experiencia, identificar la realidad local y adaptarlo a ella.
Diario Atacama (25-05-1999) «Siguen obras en Paseo Ribereño»
Diario Atacama (07-02-1994) «Avanzan rapidos trabajos de paseo ribereño en vallenar»
Diario Atacama (23-02-1999) «Comunas/balneario popular»
La Nación (22-11-2002) «Vallenar y vicuña ganaron Concurso por el mejoramiento de Zona urbana»
Diario Atacama (07-10-2002) «Paseo Ribereño, el orgullo de los Vallenarinos.»
Diario Atacama (21-11-2002) «Paseo Ribereño obtuvo premio nacional de buenas practicas urbanas»
Ciutats educadores (2001) Recuperació i integració del riu Huasco a la ciutat de Vallenar, xile, Secreatria de l'associació international de ciutats educadores, pp 26 y 27.
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