Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2004 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/04/bp2563.html |
País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — alta meseta
Ámbito de la actuación — nacional
Agentes — institución académica o de investigación; fundación; instituciones filantrópicas; organización de base comunitaria (OBC).Categorías — Servicios sociales: educación; salud y bienestar. Equidad de género e inclusión social: eliminación de trabas a la igualdad de género (medidas de discriminación positiva); integración. Participación ciudadana y riqueza cultural: educación cívica; artes; respeto a la diversidad cultural.
Campus Universitário - Bairro Monte Alegre Ribeirão Preto, São Paulo CEP: 14048-900 Brasil. Teléfono: +55 (16) 602-2393 +55 (16) 602-2344 Fax: +55 (16) 602-2344E-mail: classehospitalar@hcrp.fmrp.usp.br
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Campus Universitário. Monte Alegre Ribeirão Preto, São Paulo CEP: 14048-900 Brasil Teléfono: +55 (16) 602-2393 Fax: +55 (16) 602-2344Colaboración financiera.
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Dentro de una visión humanística, teniendo en cuenta que la hospitalización implica un cambio en la rutina, una separación de la familia, los amigos y los objetos significativos, una sujección a procedimientos invasivos y dolorosos y una experiencia del miedo a la muerte, la clase hospitalaria contribuye a minimizar estos efectos negativos de la hospitalización, mejorando la auto-estima de niños y adolescentes, acelereando el proceso de cura, reduciendo el tiempo de hospitalización y preparando a los niños para la reintegración en su escuela de origen y en su ambiente social y familiar. Otro objetivo de este proyecto es servir como referencia para la implantación de este tipo de trabajos en otros hospitales.
El reconocimiento del esfuerzo realizado por el hospital universitario y por la secretaría estatal de educación ha permitido la apertura de una clase más, con un total en la actualidad de tres clases hospitalarias. La creación de un espacio físico, con material didáctico proporcionado a los alumnos por los profesores, y el interés, la presencia, la satosfacción y la participación de los padres en las clases proporcionan seguridad y favorecen una recuperación más rápida. Por otra parte, los padres desarrollan un espíritu crítico, aprendiendo a tomar una posición como ciudadanos, conscientes de sus deberes y sus derechos respecto a la educación y la salud; también reciben asesoramiento de los profesores para que exijan educación domicilaria, un derecho garantizado a los niños que no pueden desplazarse a la escuela.
La vuelta a la vida escolar de un paciente apartado de sus estudios durante tres años, y la conclusión de la educación secundaria por parte de otro paciente hospitalizado durante un año son ejemplos de la validez de este esfuerzo.
A los padres no se les permitía permanecer en planta, lo que provocaba inseguridad y miedo en los pacientes. En algunas especialidades médicas los niños compartían las salas con pacientes adultos.
No había ningún tipo de actividad educativa o recreativa. La inactividad y la falta de motivación favorecía la baja auto-estima; la prioridad era el tratamiento médico.
Con la vuelta a la escuela, los niños y adolescentes se encontraban con obstáculos que provocaban la repetición de curso y el abandono de los estudios.
Con la implantación del servicio social médico, los niños y adolescentes hospitalizados comenzaron a ser vistos como seres sociales completos y, puesto que la escuela es la base de la formación y el primer contacto de los niños fuera de la familia, surgió la idea de llevar la escuela al hospital.
Las prioridades se establecieron sobre la base del derecho de los niños a aprender y a tener acceso a la educación básica, tal y como es contemplado, por ejemplo, en el artículo 214 de la constitución brasileña.
Dado que el número de niños y adolescentes enfermos es muy alto y que el periodo de hospitalización es a menudo largo, el equipo del hospital asumió el esfuerzo por integrar a estos niños en el proceso educativo y humanizar el tratamiento hospitalario.
El hospital universitario proporciona las instalaciones y coordina el proyecto a través de su departamento de servicios sociales. La fundación que tiene la institución --FAEPA-- y una asociación filantrópica --Liga de Assistência ao Paciente-- proporcionan los medios materiales para el proyecto.
El proyecto es ampliamente aceptado entre las organizaciones participantes, que no tienen ningún problema en su mutua relación; las actuaciones individuales son coordinadas por personas que asumen las funciones de gestión y ejecución en representación de las instituciones participantes.
Otro obstáculo fue la falta de espacio para la clase hospitalaria, ya que sólo había una sala disponible y también era empleada como sala de juegos para los niños de la planta de pediatría.
Para superar estos obstáculos hubo que recurrir a numerosas sustituciones de profesores hasta encontrar los perfiles apropiados al proyecto; por otra parte, el espacio necesario para las clases se consiguió una vez que se reconoció la importancia de este programa para la clientela del hospital.
Estos obstáculos ya no son tales gracias a la existencia de una estructura adecuada para llevar adelante el proyecto.
En términos cuantitativos, un total de 1.059 niños y adolescentes han sido atendidos por este programa en 2003.
La iniciativa produce mejoras durante la hospitalización, ofreciendo actividades educativas, mejorando la auto-estima y, en consecuencia, favoreciendo una mejoría rápida.
También se ha producido una mejor integración entre el personal laboral y la coordinación de las instituciones colaboradoras con el proyecto.
Social y económica: la clientela del hospital universitario es muy diversa desde el punto de vista cultural. Por ello, los niños y adolescentes atendidos por este hospital pertenecen a diferentes culturas, debido a la cobertura que hace el hospital de todos los estados brasileños.
La calse hospitalaria comienza a ser vista como parte integral de su cura. El hecho de que haya escuela dentro del hospital representa una esperanza de recuperación. Se ha observado que los niños valoran esta actividad formativa durante la hospitalización.
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