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País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — alta meseta
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno central; gobierno local; paraestatal; sector privado; organización no gubernamental (ONG); fundación.Categorías — Servicios sociales: salud y bienestar; acceso igualitario a los servicios sociales (especialmente para las mujeres). Buena gestión urbana: fomento de la colaboración pública y privada; colaboración con la sociedad civil; transparencia y responsabilidad. Infancia y adolescencia: de 0 a 9 años; educación y formación profesional, cuidado de día y cuidados fuera de horario escolar; programas ambientales dirigidos a los jóvenes.
Rua Eduardo Sprada, 4.540 81270-010 Curitiba Paraná Brasil Teléfono: (55)(41)350-3519 Fax: (55)(41)373-6933E-mail: leticia@ipcc.curitiba.pr.gov.br
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Avenida Cândido de Abreu, 817 80530-908 Curitiba Paraná Brasil Teléfono: 55-041-350-8122Colaboración financiera.
Colaboración financiera.
Colaboración financiera.
Colaboración financiera.
Colaboración financiera.
Colaboración financiera.
Colaboración financiera a través de las penas alternativas.
El objetivo del Instituto Pro-Ciudadanía es llevar a cabo actuaciones que integren los diversos sectores de la sociedad, especialmente a las ONGs con los Poderes Públicos, de forma que se puedan obtener resultados más concretos en la lucha contra las desigualdades sociales.
La familia constituye el principal ámbito de actuación, la asistencia se realiza sobre todos los grupos de edad, desde los niños hasta los mayores, integrándose acciones que fortalecen las comunidades.
Entre todas las actuaciones realizadas, hay que destacar la construcción de centros de día, el desarrollo de programas de asistencia en emergencias, y la organización de distintos tipos de donaciones, bazares y campañas dirigidas a abastecer las necesidades de las comunidades más desfavorecidas.
Siendo la meta del proyecto una asistencia completa y eficaz, se desarrollan diversas actividades en los ámbitos del medio ambiente y de la salud.
A través de una alianza con los Poderes Públicos casi un millar de Agentes de Salud Comunitaria trabajan a pie de calle desarrollando actuaciones preventivas, principalmente dirigidas a combatir epidemias y prevenir enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
A través de la gestión de la Unidad de Separación de Residuos se proporciona por un lado soporte a actuaciones vinculadas a la conservación de la naturaleza y por otro lado se recaudan recursos destinados a los programas de desarrollo social. Este campo de actividad atrae a unos veinte mil usuarios anuales que reciben clases sobre la importancia y la forma correcta de separar los residuos así como del destino de las basuras y las consecuencias de éstas sobre el entorno.
El objetivo de todas estas actuaciones es ayudar a las personas más necesitadas del municipio; se les facilitan bienes de primera necesidad e información sobre temas relacionados con la salud, la higiene y el medio ambiente. Se trata de garantizar que estas personas accedan a oportunidades de desarrollo social y humano, mejorando con ello la calidad de vida de los barrios más desfavorecidos.
Para alcanzar estos objetivos se han puesto en marcha diversos instrumentos de planificación y gestión. Con el establecimiento de objetivos y planes de actuación concretos y con el reconocimiento de las amenazas y las oportunidades presentes, se pueden realizar trabajos más consistentes en las comunidades.
El establecimiento de alianzas con entidades que trabajan directamente en la comunidad, con empresarios que hacen posibles las donaciones y con el gobierno, permite alcanzar resultados integrados con los programas oficiales.
Para asegurar la estabilidad y la continuidad de las acciones se han desarrollado proyectos dirigidos hacia la autosostenibilidad: puestos de artesanía y pequeños bares que generan unos 29 puestos de trabajo directos.
La tasa de crecimiento de la población se sitúa en el 1,83% anual y la tasa de desempleo dentro del Área Metropolitana --según el Instituto de Desarrollo Económico y Social de Paraná (IPARDES)-- alcanzaba en enero de 2004 el 7,1%. El salario medio de las personas con empleo alcanza los 818,30 reales.
La tasa de analfabetismo en la ciudad de Curitiva era del 5,5% en 1991 y del 3,3% en el año 2000.
Aparte, se puede destacar la siguiente información general sobre la ciudad:
El Instituto Pro-Ciudadanía encabezó un proceso destinado a hacer posible la creación de alianzas entre las organizaciones civiles, los poderes públicos y la iniciativa privada, de tal forma que las actuaciones se hicieran más ágiles y que sus resultados fueran más satisfactorios para las personas a las que iban dirigidas.
En un primer momento fue necesario conocer tanto las necesidades como las propuestas de las comunidades, para ello se estableció una alianza con el gobierno municipal y se iniciaron estudios estadísticos y catastrales dentro de las comunidades de tal forma que los planes de acción tuvieran un soporte y que se alcanzara el éxito de las actuaciones emprendidas.
Puesto que las actuaciones debían ser estables y continuas se establecieron los instrumentos precisos para garantizar la autosostenibilidad del proyecto: cinco establecimientos de artesanía y tres cafeterías.
En cualquier caso, resultaba indispensable establecer un canal que hiciese posible el conjunto de actuaciones.
También se han formalizado alianzas con los Poderes Públicos (21,36% del presupuesto) y se conservan las fuentes de ingresos autosostenibles que representaron durante 2003 el 72,02% del presupuesto y que incluyen cinco establecimientos de venta de artesanía, tres cafeterías, la comercialización de residuos reciclables y varios bazares de productos variados obtenidos a partir de las donaciones de la Secretaría de Finanzas Públicas.
Los recursos técnicos empleados en los programas proceden de acuerdos con la administración pública y con otras organizaciones no gubernamentales.
Los recursos humanos los aporta el propio Instituto, que contrata a sus empleados respetando todos los derechos contemplados por la legislación laboral.
A través del acuerdo con el gobierno local, que puso a disposición del proyecto a un equipo de trabajadores sociales, se estudiaron las situaciones experimentadas por las familias más desfavorecidas y se identificaron las zonas con más necesidades con el objeto tanto de poder establecer las prioridades en la construcción de equipamientos sociales como de poner en marcha actuaciones de emergencia. Se señalaron aquellos grupos con problemas más apremiantes y se identificaron sus necesidades a la vez que se enseñaba en las comunidades la forma en que podían ser utilizados los recursos sociales existentes.
Aparte de los trabajadores sociales, los Agentes de la Comunidad Sanitaria acercan a las personas desfavorecidas información sobre higiene y salud, indicando la forma de acceder a los servicios disponibles en la Red Pública de Salud. Entre los servicios de asistencia más demandados se encuentra la prevención de embarazos no deseados y el seguimiento de los embarazos, beneficiándose de esta forma sobre todo a las mujeres más necesitadas.
En la planta de reciclaje de residuos se hace una presentación del proceso de separación de basuras, de forma que los visitantes, la mayoría de ellos estudiantes de la Red Pública de Educación, aprenden cuáles son los procedimientos correctos de separación en el hogar; así se contribuye a que la separación de residuos no sea un hecho aislado, sino una práctica cada vez más habitual entre la población.
Esta forma de concienciación se complementa con las actuaciones del gobierno local, puesto que Curitiba es conocida internacionalmente por su preocupación por el medio y por su incentivación de la gestión correcta de los residuos.
Cuando se comercializan los materiales reciclables, se hace posible la mejora de los programas sociales.
El mantenimiento de estos programas se realiza gracias a la participación de sus beneficiarios. Para la gestión de los centros de día, por ejemplo, se escogen las entidades que actúan ya en la comunidad. En los casos en que no hay entidades con capacidad o interés, el gobierno municipal asume el mantenimiento y la gestión del centro de día.
Se han adoptado herramientas de planificación y gestión que ayudan al desarrollo de las actuaciones, evitándose así que los programas y actuaciones resulten más costosas de lo que es necesario y que su duración se prolongue más allá de los periodos previstos, lo que comprometería los objetivos del Instituto.
Los estudios estadísticos y catastrales con la población necesitada de la zona y con aquellos que pueden ayudar asegura los resultados. Estos estudios son herramientas estratégicas que permiten la planifiación correcta de las actuaciones a realizar en las zonas más pobres.
La interconexión de estos proyectos garantiza una asistencia completa para las personas más necesitadas. Las ayudas van desde la satisfacción de las necesidades más básicas, con donaciones de bienes de primera necesidad, hasta la consolidación de la ciudadanía y el rescate de la dignidad.
La fase de evaluación incluye el análisis de las conexiones entre las distintas actuaciones realizadas, así como la verificación de la implicación directa de la comunidad en las distintas fases del programa. Cuanto mayor es el grado de participación comunitaria, mejores son los resultados alcanzados, puesto que esta implicación permite la verificación de la eficacia de las actuaciones, pudiéndose así juzgar el aprovechamiento realizado de los recursos invertidos. La participación comunitaria también ofrece la orientación necesaria para trabajar en futuras correcciones o para hacer evidente la necesidad de nuevas actuaciones.
El establecimiento de centros de día en estas zonas beneficia especialmente a las mujeres con menos recursos, permitiéndoles incorporarse al mundo profesional, lo que les posibilita contribuir a la mejora de la calidad de vida de sus familias.
En Curitiba viven 181.491 niños menores de 6 años, el 66% procede de familias cuyos ingresos no superan tres veces el salario mínimo (250 dólares EEUU) y el 7% procede de familias cuyos ingresos no alcanzan el salario mínimo de 83,34 dólares EEUU (las fuentes consultadas son el Censo Demográfico realizado por el Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística (IBGE) en 1991 y el Estudio de Proyección de Población Total por Municipios realizado en el año 2000 por el IPARDES). A través de la creación de los centros de día, el Instituto Pro-Ciudadanía ha beneficiado a cerca del 3,95% de los niños más necesitados del municipio.
Desde 1997 se han donado 591.483 kg de alimentos, 26.831 latas de leche en polvo, 6.942 cestas de alimentos básicos, 530.759 prendas de vestir y 64.679 juguetes, beneficiándose de ello aproximadamente 50.000 familias, unas 230.000 personas.
Sólo durante el año 2003 se realizaron 1.191 donaciones destinadas a familias desfavorecidas (Programa de Asistencia Familiar). De esta cantidad, 679 donaciones fueron solicitadas por mujeres, lo que representa el 57% de los procesos de asistencia.
Desde 1998, la planta de separación de residuos ha recibido 82.442 visitas. Durante este periodo se han procesado unas 11.990.176 kg de residuos, y sólo durante los últimos dos años se han vendido 5.419.500 kg.
Los Agentes Comunitarios de Salud garantizan su asistencia en las regiones más desfavorecidas, en las que se benefician alrededor de 275.000 familias cada año (cerca de 825.000 personas), cifra que supone el 50,1% de la población total del municipio.
En un primer momento, las personas en una situación social de riesgo y las personas más desfavorecidas (las víctimas de desastres o aquellas cuyas condiciones socio-económicas no alcanzan los estándares más básicos al encontrarse los ingresos familiares por debajo del salario mínimo, de 83,34 dólares EEUU) reciben las donaciones necesarias para cubrir sus necesidades más básicas. Pero el trabajo con este sector social se desarrolla más allá, puesto que se ponen en marcha otras actuaciones con las que se pretende ayudarles a encontrar sus propios medios para alcanzar una mejor calidad de vida.
Se puede tomar como ejemplo el programa Bazar de Solidaridad. La propia comunidad dona los bienes que considera inservibles, con lo que se evita que acaben contaminando el medio. Los estudiantes del curso de Restauración de Muebles, organizado desde la administración, recuperan y restauran esos bienes como parte de su proceso de formación profesional. Finalmente, los bienes vuelven de nuevo a la población más desfavorecida que puede adquirirlos a precios acordes con su realidad socio-económica.
Así pues, los patrones de mejora de la calidad de vida son notables, puesto que se proporcionan oportunidades de inclusión social a través de la igualdad de condiciones para todas las personas involucradas sean hombres o mujeres, niños o mayores, personas en situación de riesgo social o con necesidades especiales.
Desde la construcción de los centros de día hasta la asistencia a las necesidades de los mayores, las actuaciones se llevan a cabo respetando los propios deseos de la comunidad. Los proyectos se desarrollan de forma conjunta a través de acuerdos con otras organizaciones no gubernamentales, el trabajo conjunto contribuye al incremento del crecimiento socio-económico.
La interconexión de actuaciones con la vista puesta en el incremento de la eficacia de las actuaciones dirigidas hacia los menos favorecidos tan sólo es posible si se ponen en marcha las herramientas de planificación y gestión adecuadas y se conocen las necesidades y deseos de las comunidades, así como sus oportunidades de tal forma que se pueda trabajar con ventaja desde una realidad concreta ya existente sobre la que se construyen las nuevas actuaciones que necesiten ser desarrolladas.
También es importante que las comunidades con menos ingresos sean conscientes de la seriedad de los programas que se pongan en marcha, de forma que se incentive una participación tan amplia como sea posible. Esto se puede conseguir a través de alianzas con asociaciones de vecinos o con clubes de madres, puesto que el ser parte de la comunidad hace a estas entidades conocedoras de las necesidades reales de las personas y pueden además animar la participación comunitaria.
Por último, pero no por ello menos relevante, es la importancia de implicar a la sociedad civil como un todo, intentando acercarla a la realidad de las regiones más pobres, estimulando la puesta en marcha de actuaciones sociales hacia las personas más necesitadas. Este acercamiento se puede llevar a cabo, por ejemplo, en los momentos en los que se reparten las donaciones, puesto que si se encuentran presentes todas las personas implicadas, pueden constatar que los esfuerzos de los donantes se dirigen realmente hacia las comunidades que tienen necesidades y que no se pierde nada debido a los excesos burocráticos o a una estructuración pobre de programas que no cuentan con la participación directa de los ciudadanos.
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Socio -- Año | 2001 | 2002 | 2003 |
| Ayuntamiento de Curitiba | 16,65% | 14,81% | 15,43% |
| Robert Bosch Ltda. | 0,00% | 0,28% | 2,53% |
| Cotrans | 0,71% | 0,46% | 0,64% |
| Consejo Municipal de Curitiba | 1,98% | 1,28% | 1,96% |
| Minauro Informática | 0,52% | 0,34% | 0,56% |
| Peróxidos do Brasil | 0,00% | 0,07% | 0,14% |
| Poder Judicial | 0,80% | 0,42% | 0,81% |
| Urbaniçacão de Curitiba S/A (URBS) | 6,60% | 6,38% | 5,93% |
| Ventas de material reciclable | 12,76% | 13,13% | 17,84% |
| Ingresos procedentes de los establecimientos Leve Curitiba, los bazares de Importaciones y las cafeterías | 59,98% | 62,86% | 54,18% |
| Persupuesto total (dólares EEUU) | 1.199.433,00 | 1.241.647,00 | 1.112.707,00 |
Instituto Pro-Ciudadanía (2003) Balance Social del Instituto Pro-Ciudadanía de Curitiba Publicación del propio Insituto Pro-Ciudadanía
| Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2004 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/04/bp2532.html |