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País/Estado — Brasil
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — árida y semiárida
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local; sector privado; organización de base comunitaria (OBC); instituciones filantrópicas.Categorías — Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo. Infancia y adolescencia: salud y nutrición; programas ambientales dirigidos a los jóvenes; programas de apoyo comunitarios (protección frente a abusos, abandonos, violencia y delincuencia). Agua y saneamiento: gestión del suministro y la demanda de agua; servicios para los pobres urbanos; acuerdos de colaboración pública, privada y comunitaria.
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El análisis deberá incluir el estudio de documentos, la exploración in situ de las condiciones geográficas y testimonios de indivíduos, de organizaciones sociales y de las autoridades reconocidas. Aun asumiendo la corrección de todos los pasos descritos, la fase de análisis se verá siempre distorsionada por las ideas preconcebidas del observador y por la forma concreta en que se organizen las entrevistas con las personas individuales.
A pesar de estas limitaciones, parecía claro que el objetivo de este proyecto concreto debería ser la creación de unas condiciones que permitieran a la población desarrollar su propio trabajo y establecer un hogar a través de iniciativas que incentivaran el desarrollo humano y la sostenibilidad económica. Así pues, se adoptaron tres puntos clave como forma de arrancar el desarrollo de este proyecto:
Aunque el Programa Hambre Cero concentra en estos momentos sus esfuerzos en incrementar la oferta de alimentos para aquellos con necesidades, el círculo vicioso del hambre sólo se podrá destruir a través de iniciativas que generen empleos e ingresos, que incentiven más cultivos y menos alimentos costosos.
La tasa de Índice de Desarrollo Humano es de 0,389 y la tasa de crecimiento de la población es de 38,62 muertes por cada 1.000 nacimientos.
La precipitación anual es de 841,2 mm. Sin empleo ni ingresos, los ciudadanos buscan la supervicencia emigrando en busca de trabajo. Dada la incapacidad de estructurar una fuerza de trabajo estable, el desarrollo no se produce, y la situación de pobreza se perpetúa.
Como resultado del trabajo en grupos surgieron las prioridades expuestas en el apartado anterior que debían ser desarrolladas en función de los recursos financieros movilizados.
Estos recursos procedían de donaciones de empresas que se dieron cuenta de la existencia del proyecto. Algunos de los agentes donaron cierta cantidad de dinero, mientras que otros prefirieron hacerse cargo de un capítulo completo como por ejemplo la donación de la ambulancia o la construcción del matadero.
Los recursos humanos se distribuyen según se detalla a continuación:
En el momento en que se inició el proyecto hubiera sido más sencilla la donación de cantidades de dinero al Programa Hambre Cero en lugar del desarrollo de proyectos no acometidos hasta el momento. Pero tras una visita a Itinga, todos los actores implicados decidieron ayudar a los habitantes de esta localidad y CONIB aceptó gestionar el proyecto, lanzando la propuesta de esta buena práctica.
El desarrollo del proyecto contó con el análisis de documentos, visitas a consultores, reuniones y entrevistas con indivíduos, con organizaciones sociales y con las autoridades locales reconocidas.
Uno de los escollos que ha encontrado el proyecto es el de la financiación. El proyecto arrancó con una determinada cantidad de dinero, pero es necesario encontrar una nueva ronda de ingresos que permita acometer las tareas aún pendientes. Hoy hay el proyecto es conocido, la prensa publica notas sobre el tema y el gobierno federal tiene conocimiento de los resultados y desde CONIB se intentará lograr un incremento en la cantidad de fondos recaudados.
Hubo momentos en que los líderes políticos intentaron interferir con el desarrollo del proyecto, intentando favorecer a su base electoral, la oposición al alcalde intentó demostrar que éste utilizaba el proyecto como si fuera una realización personal. El apoyo prestado por la comunidad fue fundamental para evitar que el proyecto se viera afectado por estos rumores.
Siempre que fue posible se difundieron encuestas que permitieran medir el grado de satisfacción de los beneficiarios en relación a los resultados esperados. De las evaluaciones se deducía que los instrumentos más valorados fueron las cestas básicas de alimentos, los tanques de agua, las evaluaciones nutricionales, la incorporación de las familias a la fase de análisis y los datos obtenidos acerca de la pervivencia de la anemia y la desnutrición. Se envió un informe a la Secretaría de Salud basado en los datos elaborados por la evaluación nutricional. Los socios del proyecto y los suministradores conocen las opiniones de los beneficiarios, y los líderes comunitarios informan de forma habitual al ayuntamiento del desarrollo del proyecto, actualizando las prioridades.
Aunque el proyecto se diseñó específicamente para Itinga, basándose en su realidad local y con el apoyo y el acuerdo de la comunidad, este aprendizaje puede utilizarse, en conjunto más que en los detalles, permitiendo el cambio de orientación de proyectos como los ciclos PDCA, y ofreciendo una forma de lograr una mejora continuada de los beneficiarios respetando la cultura local.
El impacto de los objetivos 1, 2 y 3 se ha podido evaluar a través de la encuesta de satisfacción. Los datos demuestran que 6.556 personas recibieron cestas de alimentos básicos y/o bidones de agua, esto representa al 47% de la población de Itinga. Las respuestas a la encuesta muestran una satisfacción del 100% hacia la calidad de los productos repartidos.
La evaluación nutricional arrojó a la luz los siguientes datos: se encontró que el 46,2% de los niños de menos de seis meses, el 73,6% de los niños de entre 6 y 23 meses, el 38% de los niños de entre 24 y 35 meses y el 32,8% de los niños de entre 36 y 60 meses padecía anemia. Se constató que el 19,6% de la población infantil presentaba problemas de malnutrición ligera, el 3,0% de los niños sufría de malnutrición moderada y el 0,4% se encontraban en el caso de malnutrición seria. Cuando fue necesario, los niños recibieron la medicación específica. Se desarrollará una nueva evaluación en marzo de 2004.
El proyecto respeta la vocación agrícola de la población, genera empleos e ingresos y se espera que pueda despertar otras iniciativas que tomen la misma dirección. La posibilidad abierta por la maquinaria donada con respecto a la obtención de agua transformó completamente la realidad de los habitantes de esta localidad completamente, permite consolidar el proyecto y la aparición de réplicas a esta iniciativa, siempre con el apoyo de los líderes locales y con su participación directa en la decisión de las prioridades a seguir.
En cuanto a la sostenibilidad del proyecto desde los puntos de vista cultural y ambiental, podemos destacar las siguientes iniciativas: la protección de arroyos, el desarrollo de la técnica minera, la expansión de la agricultura y de la ganadería entre otros. Todos estos aspectos del proyecto dependen fuertemente de la obtención de nuevas fuentes de recursos. Se están impulsando las medidas necesarias para resolver este problema y que estos proyectos tengan continuidad.
El ayuntamiento de Diadem ofrecerá el asesoramiento necesario para adoptar los instrumentos legales que permitan proteger el medio con el menor coste económico y social.
Se espera un acuerdo entre el ayuntamiento de Itinga y los dueños del hospital. Una vez se obtenga este acuerdo, el Hospital Israelita Albert Einstein podrá diseñar un perfil de asistencia para la unidad que disminuya la dependencia de servicios del exterior permitiendo que los pacientes puedan permanecer cerca de sus familias, proporcionando así las mejores condiciones posibles para la recuperación.
Según desvelaron los estudios previos, existía la posibilidad de suministrar agua a las zonas rurales. La Universidad de Ceará desarrolló el programa de perforación de pozos. CONIB adquirió la maquinaria que hacía posible este proceso. En 30 días se perforaron nueve pozos, extrayéndose en este plazo agua de seis de ellos; cuatro de ellos producían agua suficiente para abastecer a 85 familias y dos de ellos producían agua suficiente para 55 familias, aparte de generar el agua suficiente para regar los huertos comunitarios de 1,6 hectáreas de superficie.
A través de un acuerdo con una especializada compañía agrícola, la comunidad local adquirió el terreno necesario para el huerto; CONIB adquirió las semillas y lo básico para comenzar los riegos y para dotar al suelo de unas condiciones productivas.
Finalmente, según el acuerdo alcanzado, los productos obtenidos del huerto se distribuirán gratuitamente entre las familias excluidas de los programas gubernamentales; el ayuntamiento adquirirá hasta el 20% de lo cosechado destinándolo a los comedores de los colegios públicos y el 10% de la cosecha se reinvertirá en el propio programa.
Durante la realización de este proyecto aprendimos a escuchar a las comunidades locales y a respetar la cultura y las habilidades locales. Aprendimos también que el proyecto puede modificarse a lo largo de su dearrollo y que se obtienen mejoras cuando las actuaciones basadas en el reparto de cosas se abandonan por otras actuaciones que impliquen en mayor grado a los beneficiarios.
Con la participación de todos los agentes implicados se pueden labrar acuerdos que garanticen la sosteniblidad del proyecto y la generación de ingresos que permitan a las personas excluidas el acceso a la alimentación; podemos contrastar que con la herramienta de la participación las personas que reciben el dinero público para la adquisición de alimentos podrían lograr el mismo resultado en mejores condiciones, obteniendo más alimentos con un coste menor.
Aprender a escuchar, a respetar la cultura local y a adaptar las soluciones propuestas a la atmósfera concreta del lugar es una meta a alcanzar, ésta es una herramienta que aumenta las posibilidades de conseguir los objetivos propuestos. La implicación de la comunidad puede ser fundamental para evitar la interferencia de la esfera política y de los políticos.
Se deberían evitar los proyectos a largo plazo basados tan sólo en donaciones. Hacen a las poblaciones dependientes de los beneficios prometidos y no mejoran las condiciones de vida de una forma sostenida. Las actuaciones de medio y largo plazo que impliquen procesos formativos y que generen empleo pueden retrasar la aparición de resultados inmediatos, pero aún así son el único tipo de actuación que puede marcar una diferencia en la vida de las personas beneficiadas.
Una medida importante fue la difusión del proyecto completo entre las comunidades. Fue fundamental mostrar cómo entendíamos los problemas y cómo pretendíamos aplicar las soluciones para las necesidades expresadass por los habitantes, fue la única forma en la que se evitó que malentendidos condujeran hacia actuaciones poco adecuadas. Una vez consensuado el documento de proyecto, llegar a los objetivos planificados se hace más sencillo.
Una contrapartida de la difusión del documento de proyecto es la creación de falsas esperanzas de que todo lo consignado en él se hará realidad. Cuando el proyecto no logra conseguir la totalidad de los recursos financieros esperados se puede crear la sensación de que se ha llevado a cabo un trabajo inacabado. Para que siempre queden claros los recursos con los que se cuenta y para decidir la distribución de los recursos obtenidos entre las prioridades establecidas es muy útil que la comunidad siga el día a día del proyecto.
Socio | Aportación en 2003 | Porcentaje |
Hospital Israelita Albert Einstein | 102.552 | 59,4% |
Bueninvest | 45.752 | 26,5% |
Porto Seguro Seguros | 16.574 | 9,6% |
Casas Bahia | 7.769 | 4,5% |
Presupuesto total | 172.647 |
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