Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como
GOOD.
(Best Practices Database)
País/Estado — Argentina
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local; sector privado; fundación.
Categorías —
Ordenación territorial: planeamiento y calificación del suelo; incentivos al desarrollo; urbanización y desarrollo de suelo; gestión inmobiliaria.
Buena gestión urbana: gestión y administración públicas; legislación; políticas públicas; descentralización; reforma institucional; apertura y transparencia;
responsabilidad; colaboración con la sociedad civil.
Procesos de planificación urbana y regional: proceso consultivo; planificación de la conservación del patrimonio cultural; normativa de planeamiento.
Contacto Principal
DeSuR-PDR Offices (Plan Estratégico de Desarrollo Sustentable) — gobierno local
José Luis Guerra [joseluisguerra@infovia.com.ar]
Paola Alejandra Carbonell [pcarbonell@uol.com.ar]
Gelonch, 1296 (esq. Santa Cruz).
8332 General Roca.
Rio Negro, Argentina.
Teléfono: 0054-2941-431418/420879/420971
Web: http://www.desur.gov.ar
Organización Nominadora
Fundación para el Desarrollo Humano Sustentable de la Patagonia (FDHSP) — fundación
Mauro Cesetti Roscini
Avenida L. Alem 639, piso 2 - oficina 5.
1001 Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Argentina.
Teléfono: 0054-11-43133157 / 9162
E-mail: patagoniasus@infovia.com.ar
También han participado:
- Municipalidad de General Roca,
Mitre 710.
Darío Funes
- Comisión de Gas Rural,
Chacra 121.
Lorenzo Valdez
- Asociación Nietos y Bisnietos de Pioneros,
Tucumán 140.
Carlos Fontela
- Cámara de Productores,
Av. Roca 1185.
Osvaldo Calvo [estudiocalvo@neunet.com.ar]
- Pastoral Social del Alto Valle,
Arturo Godoy.
Claudio Faivre Duboz
- Asociación Rionegrina de Teatro,
Villegas 240.
Concepción Roca [conceroca@hotmail.com]
- Cámara de Agricultura, Industria y Comercio,
Tucumán 552.
Edgardo Hazán [tiendaelcoloso@ciudad.com.ar]
- Colegio de Arquitectos de Río Negro,
Maipú 1124.
Jorge Santos [carnroca@neunet.com.ar]
- Departamento Provincial de Aguas.
Federico Carnevalli
- Consorcio de Riego.
Marcelo Spámpani
- Mujeres en Lucha.
Susana García
- Colegio de Agrimensores.
Jorge Catuzzi
- Consejo Profesional de Ingenieros Agrónomos.
Aldo Segatori
En diciembre de 1999, la Municipalidad de General Roca promovió un
nuevo modelo para las políticas públicas, abierto a la participación
de las organizaciones de la sociedad civil que cuentan con una visión global de los problemas de la ciudad.
En mayo de 2000, comenzó el proceso participativo para la formulación
de DeSuR, un plan estratégico destinado al desarrollo sostenible de Roca.
El Ayuntamiento solicitó el 20 de junio de 2000,
mediante la ordenanza número 3216/00, establecer un consenso sobre el
Plan Director de Roca (PDR) en el marco de DeSuR. De este
modo, comienza la iniciativa para mejorar la calidad
del hábitat, partiendo de una estructura más equilibrada entre el área
urbana y el área rural, y entre el sector norte (donde se encuentran los sectores excluidos) y
el sector sur de la ciudad, separados por el canal de abastecimiento
de agua principal; y con el propósito de implantar políticas para los
sectores populares y para el crecimiento sostenible de la periferia,
dando prioridad a la integración con la región. Para ello, se decidió
desencadenar un proceso de participación destinado a definir un marco
legal y de consenso desde el que establecer una administración pública participativa del hábitat de General Roca.
Los participantes en los catorce talleres sobre el uso del suelo, en
las reuniones de trabajo y en las entrevistas, acordaron que la ciudad debía contar con una fuerte conciencia de comunidad y de igualdad en el uso de su hábitat.
La iniciativa del PDR consiguió establecer un proceso técnico
participativo para controlar el ordenamiento territorial, dotar a los
actores involucrados de capacidad de decisión y desarrollar un
instrumento (plan y normativa) para un planeamiento del hábitat público y
participativo.
El PDR es el instrumento básico, normativo y administrativo, que permite decidir lo que se puede construir y lo que no en cada suelo, ya sea urbano o rural. Determinar lo que se puede hacer en cada parcela en términos de uso y de densidad de construcción implica la decisión legal de restringir el derecho a la propiedad del suelo que tienen todos los ciudadanos.
Dentro del PDR, las rentas estatales se redistribuyen, razón por la cual es preciso regular el mercado del suelo en beneficio de los sectores desfavorecidos, que son quienes tienen obstaculizada la posibilidad de acceder al suelo legalmente.
- 16 de junio de 2000 — Se aprueba la Ordenanza Transitoria Número
3216, que prohíbe la división en parcelas de áreas productivas de
regadío y que solicita la elaboración de un plan de gestión en el
marco de DeSuR.
- De julio de 2000 a noviembre de 2001 — Se celebran 14
talleres sobre el uso del suelo con la participación de 27
organizaciones y 60 ciudadanos, así como entrevistas con 22 actores
clave relacionados directamente con el mercado del suelo.
- 27 de febrero de 2003 — Tras siete meses de retraso en la
consideración de la ordenanza del PDR, los miembros del Ayuntamiento
se reúnen a petición de las organizaciones participantes en el mismo, que demandan su
consideración urgente. Un mes después, se aprueba la ordenanza
por unanimidad (Ordenanza sobre el Plan Director de Roca, número 3641/03).
- 23 de septiembre de 2003 — El alcalde, ante una tormenta de
críticas por parte de las entidades que conforman la Comisión
Municipal de Gestión Territorial (CMGT),
que controla el PDR, anula su
decisión anterior y no permite la instalación de una fábrica en una
zona prohibida por la normativa.
- 12 de febrero de 2004 — En la audiencia pública sobre
presupuesto, convocada por la nueva administración municipal, las
organizaciones relacionadas con DeSuR y con el PDR destacan la validez
de los 4 años del proceso participativo y señalan la necesidad de que
continúe y de que se destinen partidas presupuestarias que aseguren su
capacidad de actuación.
Hasta 1999, la ciudad de General Roca no contaba con una normativa
sistematizada para ordenar el uso del suelo urbano y rural. Por ello,
la década de los noventa se caracterizó por el crecimiento de barrios marginales
hacia el norte del canal de abastecimiento de agua principal, en áreas
geomorfológicamente inestables y poco rentables para su cobertura con
servicios básicos e infraestructuras. Sus habitantes procedían de
sectores de bajos ingresos a los que se negaba el derecho a un
hábitat de calidad. Este problema se extendía también en pequeños
núcleos dispersos a expensas de áreas agrícolas, con la pérdida de
tierras productivas resultante, el aumento de los conflictos entre
sectores productivos y residenciales y el abandono de áreas rurales
por las expectativas de la especulación inmobiliaria.
La fórmula de participación del PDR cuenta con dos prioridades, que guían el proceso en sí y el producto que se persigue:
- Ordenar el hábitat y el crecimiento de la ciudad,
superando los conflictos derivados de la tensión entre la actividad
productiva, el uso residencial y la especulación inmobiliaria, y de la
desigualdad en el acceso legal al suelo por parte de los sectores
desfavorecidos.
- Generar herramientas para la administración participativa del hábitat y el desarrollo de la ciudad.
Estas prioridades se establecieron en un diálogo entre la
administración municipal, equipos técnicos e instituciones de la
ciudad, diálogo que se enmarcó en un proceso participativo de planificación
para el desarrollo local,en el marco del programa Desarrollo
Sustentable para Roca (DeSuR). Aunque la iniciativa de la convocatoria de
este proceso partió de la Municipalidad, su desarrollo ha llevado al liderazgo creciente de las instituciones en el mantenimiento de sus prioridades.
El objetivo de esta iniciativa (práctica) fue desencadenar
un proceso participativo que llevara a definir un marco legal y de
consenso para ordenar el crecimiento de la ciudad, así como regular desde planteamientos de justicia y cuidado del medio ambiente la administración pública participativa del hábitat de General Roca.
La iniciativa surgió con el propósito de mejorar la calidad del
hábitat partiendo de una estructura más equilibrada entre el área
urbana y el área rural, y entre el sector norte (donde se encuentran
los sectores excluidos) y el sector sur de la ciudad; así como para implantar políticas para los sectores populares y para el crecimiento sostenible de la periferia, dando prioridad a la integración con la región.
La estrategia de implantación se basó en activar y articular esta
iniciativa, en el marco de un proceso más amplio de definición
participativa de los ejes del desarrollo integral de la ciudad
(DeSuR). Dentro de este marco, se sometieron a debate los
problemas del hábitat, del crecimiento económico y la justicia social, para definir orientaciones que permitieran el desarrollo local sostenible.
De esta forma, si bien la iniciativa partió de la administración
municipal, la articulación con el proceso de DeSuR trajo consigo otro
aspecto estratégico clave: el Foro de DeSuR, espacio integrado
por más de 30 entidades públicas y privadas de referencia para
DeSuR, que adoptaron como propia la tarea de formular el PDR, con una fuerte participación.
Por último, se dio mucha importancia a que la coordinación de la
iniciativa estuviera en manos de equipos técnicos de Roca y no de
otros municipios, con el fin de fortalecer las capacidades locales, con la
ayuda externa de un experto. La participación de una ONG regional de
apoyo al desarrollo, la Fundación para el Desarrollo Humano
Sustentable de la Patagonia (FDHSP), fortaleció la iniciativa desde un punto
de vista tanto técnico como participativo.
Los recursos técnicos involucrados en la iniciativa fueron: el equipo
técnico del plan estratégico DeSuR, técnicos del ejecutivo municipal y
del Ayuntamiento, la Asociación de arquitectos, inmobiliarias,
fabricantes, el Departamento Provincial de Aguas, la Universidad Nacional
del Comahue, el Catastro Provincial, la Secretaría Provincial de
Fruticultura, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA),
La Asociación de topógrafos y la Cámara de Agricultura,
Industria y Comercio.
La propuesta se enriqueció con la contribución de capital humano de
numerosas organizaciones: Cámara de Productores, Asociación
Nietos y Bisnietos de Pioneros, Mujeres en Lucha, Comisión de
Gas Rural, Consorcio de Aguas, Pastoral social, Un Techo para Mi
Hermano, Asociación de defensa del consumidor, Ecoclub,
Asociación de ecologistas, Casa de la Cultura, medios de
comunicación,Unión de Trabajadores de la Educación de Río
Negro (UNTER), 11 escuelas y ciudadanos en general.
Los recursos económicos se obtuvieron del presupuesto municipal y de
la FDHSP; los primeros se dedicaron al equipo técnico local y ambas fuentes se complementaron para la asistencia técnica externa.
La contribución de las organizaciones de la sociedad civil a la formulación del PDR se estimó en 145 horas de talleres sobre el uso del suelo, además de distintas reuniones de trabajo y entrevistas con actores sociales clave. Para aumentar la conciencia y la formación en relación con el PDR, se utilizaron folletos y transparencias en las escuelas y se publicaron once gráficos con los temas clave en medios de comunicación escritos.
La formulación participativa del PDR supone un cambio en el patrón administrativo, así como conflictos permanentes con las formas tradicionales de planificación y administración públicas, verticales y de asistencia, concebidas y ejecutadas por técnicos que trabajaban aislados de la sociedad.
El proceso participativo implantado para el PDR permitió la
participación directa de organizaciones y vecinos en la administración
pública, lo que originó la reacción en contra
de distintos sectores que lo consideraron una amenaza al
status quo de desigualdad del que se beneficiaban. Algunas empresas y
fabricantes del ámbito inmobiliario siempre se habían beneficiado
de la falta de planificación y de normas legales que regularan el
mercado del suelo de forma justa, así como de los contactos (tráfico de
influencias) como medio para solucionar los problemas. Estos sectores
han desacreditado permanentemente al PDR y a las organizaciones
públicas y privadas involucradas en el proyecto.
El proceso en sí mismo dio la respuesta a esas reacciones: entre las
instituciones involucradas fueron apareciendo miembros que, incluso
sin experiencia previa, asumieron un rol activo en los medios de
comunicación para sacar a la luz pública el debate acerca del hábitat
y para defender los criterios de justicia acordados en el proceso
participativo del PDR (capacidad de autogobierno y de toma de
decisiones).
Además, se llevó a cabo un proceso de difusión del PDR en la
comunidad, implantado a través de las escuelas, coordinado por el
equipo técnico y por la UNTER, que involucró a 32 docentes y 1850 estudiantes.
Las reacciones negativas se dieron también por parte de algunos
políticos y técnicos de la administración municipal, quienes vieron en
las normativas reguladas en el PDR límites para la
arbitrariedad, la ineficacia y las desigualdades. Esto explica el
retraso de la regulación que sufrieron algunos capítulos del
PDR.
Bajo estas circunstancias, se propiciaron iniciativas de formación y
de debate en torno a la norma, especialmente destinadas a esos
funcionarios y técnicos, donde también participaron entidades del
sector público (municipal y provincial) y la sociedad civil,
participantes del Foro de De SuR, que constituyeron la
Comisión Municipal de Gestión Territorial (CMGT), una herramienta de
participación creada por el PDR con el objetivo de garantizar
la transparencia en su aplicación.
La expresión de más impacto de estas reacciones vino, paradójicamente,
del alcalde municipal, promotor original del PDR, que
resolvió, utilizando sus competencias, la aprobación de la instalación
de una fábrica contaminante en una zona prohibida por la norma. Las
instituciones de la CMGT no dudaron en enfrentarse en el
debate con quien había promovido este proceso participativo.
Finalmente, el alcalde renunció a su compromiso con la empresa y apoyó
la posición de la CMGT.
El proceso participativo del PDR ha logrado:
- Mejoras en las condiciones de vida de las personas:
- Se resolvió el conflicto de incompatibilidad entre la cercanía
de viviendas y
el uso de pesticidas para la producción en zonas cercanas.
- Se prohibió definitivamente la construcción de casas en tierras inundables.
- Mejoras en la coordinación y la integración entre distintos sectores, organizaciones e instituciones:
- Se constituyó la CMGT, integrada por 15 entidades
(organizaciones sociales, productivas y culturales, colegios
profesionales, oficinas de la administración provincial y
municipal...), para asegurar la transparencia en la aplicación del Plan Director.
- Se consiguió que el sector de los productores pequeños y
medianos, clave para la economía, pudiera intervenir, en un ámbito
multisectorial, en el debate sobre el ordenamiento territorial.
- Cambios en estrategias políticas y locales:
- Se establecieron dos ideas centrales y complementarias: por un
lado, el estado desempeña un papel en el ordenamiento territorial que
no puede delegar, y por otro, la definición de las políticas y la
administración debe estar sujeta a la participación ciudadana.
- Se fomentó un debate público sobre usos incompatibles del suelo:
uso urbano y áreas rurales de regadío; uso industrial e impacto
medioambiental en sectores rurales y urbanos...
- Mejoras en la capacidad institucional en el ámbito local:
- 970 personas pudieron tomar conciencia y formarse en relación con el ordenamiento territorial y la participación en la administración pública.
- Se formó en la nueva normativa a técnicos de 7 oficinas municipales relacionadas con la administración del hábitat.
- Se constituyó un cuerpo local interinstitucional (CMGT) para garantizar y controlar la aplicación del PDR.
- Cambios en los procesos de toma de decisiones, que incluyeron
dar forma legal a la organización de los vecinos en asociaciones:
- Por primera vez, la toma de decisiones relacionadas con el
hábitat se enmarcó en un plan de gestión que evitaba la ineficacia y la arbitrariedad.
- Se aprobó una norma que estableció la consulta con el cuerpo interinstitucional (CMGT) para la toma de decisiones.
- Se creó una asociación civil (Foro de DeSuR) para
articular los procesos de aprobación, que aglutinó a las instituciones que forman parte de la CMGT y de otras iniciativas de participación.
- Los empresarios valoraron la seguridad legal que la norma ofrece a sus inversiones.
- Cambios en el uso y la asignación de los recursos humanos, técnicos y económicos en el ámbito local:
- La CMGT constituyó una fuente de recursos humanos para
la ciudad puesta a disposición del proceso, para el que resultaba
fundamental el compromiso voluntario de las instituciones que lo
impulsaban.
- A su vez, ese organismo de participación controló la inversión
pública en infraestructuras y contribuyó a su transparencia y eficacia.
- Además, la ciudad se ahorró el coste (alto) de un órgano
técnico histórico dedicado al
ordenamiento urbano, el Consejo de Planificación, que no se implicó en el proceso del PDR ni
trabajó en paralelo con él. Incluso desacreditada socialmente, esta
duplicación fue posible gracias a la protección política. Cuando se aprobó el PDR y se interpoló en ese patrón administrativo, el equipo presentó su renuncia.
- Cambios en el comportamiento y las actitudes de la población:
- Los vecinos y las organizaciones vivieron un proceso de adquisición de capacidad de autogobierno y de toma de decisiones, cuando experimentaron que sus opiniones se tenían en cuenta al tomar decisiones para la ciudad.
- Se determinó que las decisiones de los miembros de la comunidad (vecinos, empresas) relacionadas con el hábitat se debían enmarcar en un plan que fomentara el consenso de modo participativo.
La sostenibilidad de la normativa del PDR se basa en atender
de una forma participativa los problemas sociales, económicos y
medioambientales que afectan al hábitat. Por esta razón, se decidió
involucrar a distintos sectores de la comunidad en la formulación del
PDR a través integración de la CMGT.
- Sostenibilidad económica:
- La formulación participativa del PDR se financió con el
presupuesto asignado por la Municipalidad de General Roca, con
contribuciones de la FDHSP y con el tiempo invertido por los participantes en los talleres.
- Para asegurar la continuidad del proyecto, éste fue asumido por
las áreas municipales relacionadas con el hábitat. Además, las organizaciones de la sociedad civil se han comprometido a participar en su ejecución integrándose en la CMGT.
- Sostenibilidad social:
- El proceso de formulación del PDR se ha guiado por el
objetivo que se definió como principio rector de la normativa: la justicia social.
- Por esa razón, se animó a participar a organizaciones
fuertemente vinculadas a los sectores más pobres: la Pastoral
social, el Club del trueque, Mujeres en lucha, etc., que de hecho han pasado a ser las más involucradas.
- Además, se celebraron talleres en los barrios marginales con el
fin de mantener in situ un diálogo para confrontar el propio proceso con las expectativas de la población.
- Las normas del PDR expresan la búsqueda de la
integración social: la creación de espacios públicos integradores que
generen inclusión social y territorial, así como igualdad de
posibilidades urbanas, para lograr con ello el aumento de la
autoestima y la creación de identidades en el distrito.
- Sostenibilidad cultural:
- El proceso participativo, dada su naturaleza, emerge del aspecto
sociocultural, del respeto y de la tolerancia hacia el otro, lo que ha
permitido la integración de técnicos, agentes políticos,
organizaciones sociales, pequeños y medianos productores y empresarios, que han acordado discutir objetivos y puntos de vista comunes para el desarrollo sostenible.
- La superación de la cultura de la administración pública vertical y la arbitrariedad ha marcado el proceso del PDR.
- Sostenibilidad medioambiental:
- La relación entre el entorno urbano y el entorno rural
productivo se encuentra en el centro de los problemas del hábitat de
General Roca. Para superar la tensión, el proceso del PDR
aseguró la participación de instituciones clave en el uso de esos
entornos: Cámara de Productores, Consorcio de Aguas, Comisión de Gas
Rural, Cámara de Comercio, colegios profesionales, Asociación del
Teatro, entre otros muchos.
- De este modo, el proceso del PDR permitió establecer acuerdos acerca de la valoración del patrimonio
natural y el generado, preservar las tierras productivas de
regadío y los canales de agua (para apoyar la economía agrícola basada en
el cultivo de frutas y verduras), así como disminuir la contaminación
debida a los pesticidas.
- La gestión del hábitat y del espacio público se debe asumir como
un problema de estado. Es fundamental contar con el
compromiso real y el liderazgo de la administración pública, dado que
constituye un factor indispensable para la credibilidad del proceso.
- La articulación entre el estado y la sociedad civil enriquece la
formulación y la administración de políticas destinadas al desarrollo
sostenible.
- Los niveles de participación no se deben medir cuantitativa,
sino cualitativamente: no se debe estar satisfecho con el número de
personas interesadas, sino con involucrar a las personas
afectadas (sobre todo los sectores y actores que participan
directamente, como los
funcionarios y técnicos de la administración que intervendrán
personalmente en los
cambios que se quieren provocar).
- Es fundamental para estos procesos participativos contar con una
estrategia de comunicación. La eficacia de esa estrategia será mayor
si se define asimismo de forma participativa, con la intervención de
comunicadores y periodistas de distintos campos junto con otros
actores clave.
- La creación y continuidad de órganos que integren a varias
instituciones (como el Foro de DeSuR y la CMGT), como ya se sabe, son tareas difíciles. Sin embargo, la organización de los distintos actores, incluso con sus altibajos, ha permitido que se den reacciones rápidas en los procesos de liderazgo colectivo.
- En relación con la ayuda ofrecida al proceso del PDR, se ha aplicado el aprendizaje obtenido de otros procesos participativos de desarrollo local que se han llevado a cabo en la región de la Patagonia.
- Para conseguir que los actores se involucren, es fundamental
hacer que comprendan el impacto que los problemas tratados tienen en
su vida y en su ciudad. Para fomentar la participación, se debe
considerar que si una persona no entiende lo que puede ganar, no se interesa; si no entiende lo que puede perder, no se involucra (convencimiento y conveniencia).
- En relación con el papel clave que desempeñan los actores sociales, es preciso contar con organizaciones dinámicas, abiertas y representativas. Dado que esa condición no se da siempre en todas las organizaciones que intervienen, el proceso debe incluir la promoción del fortalecimiento institucional.
- La iniciativa del PDR se ha extendido a
numerosas ciudades del entorno (Cipolletti, Allen, San Patricio del Chañar, Cinco Saltos, Ingeniero Huergo); del condado (Río Colorado, Choele Choel, San Antonio Oeste) y del país (Comodoro Rivadavia, Neuquén, Rosario, Buenos Aires, Bahía Blanca).
- La microrregión incluye un conglomerado urbano compuesto por 14
ciudades y aproximadamente 550.000 habitantes, donde el PDR ha
supuesto la primera experiencia participativa de planificación urbana
y rural. Ha logrado concienciar a la población sobre la
necesidad de protección de los sistemas de
canales de abastecimiento de agua (en funcionamiento desde hace 85
años), que constituyen el soporte para la principal actividad
económica: la agricultura. Hacia el oeste de la
microrregión, en San Patricio del Chañar, la experiencia se tomó como
modelo y se estableció un acuerdo entre la comunidad local y la
FDHSP
para contar con asistencia técnica para el equipo constituido
localmente.
- En el ámbito del condado, el equipo técnico del PDR
participó en la creación de conciencia colectiva en San Antonio
Oeste, donde la Municipalidad decidió iniciar un proceso
participativo de
planificación urbana. La ayuda externa se obtuvo de la
Universidad de Buenos Aires (UBA), que celebró
reuniones de trabajo con la FDHSP, con la que había
contactado
la comunidad para elaborar un plan
estratégico y acordar planteamientos
comunes que incorporaran el aprendizaje mutuo.
- En el ámbito nacional, los miembros de la CMGT fueron
convocados a un encuentro de ciudades del condado de Chubut,
tras el
interés despertado por una causa que integraba a organizaciones
productivas, sectores excluidos, la administración municipal y
agrupaciones de vecinos. Este encuentro derivó en que en Comodoro
Rivadavia se iniciara una experiencia similar, pero no de ámbito
local, sino para todo el distrito (barrio industrial), como
experiencia piloto destinada a ampliarse a toda la ciudad. Se
estableció un acuerdo de asistencia técnica externa entre la
Municipalidad y la FDHSP.
Socio | Año 2000 | Año 2001 | Año 2002 | Año 2003 | Año 2004 |
Municipalidad de General Roca | 25.000 (92%) | 26.000 (95%) | 4.000
(33%)
| 6.000 (45%) | 500 (11%) |
Fundación para el Desarrollo Humano Sustentable de la Patagonia |
2.000 (8%) | 1.500 (5%) | 8.000 (67%) | 7.300 (55%) | 4.000 (89%) |
Total (en dólares americanos) | 27.000 | 27.500 | 12.000 | 13.300 | 4.500 |
La revista de Roca (2000) «Los roquenses participan en DeSuR», La revista de Roca.
Año 5, no 48, Diciembre de 2000 (p. 14)
La revista de Roca (2000) «Comenzaron los
talleres», La revista de Roca, año 5, no
47, Noviembre de 2000 (p. 14)
La revista de Roca (2000) «Uso de Suelo», La
revista de Roca, año 5, no 46, Octubre
de 2000 (p. 19)
La revista de Roca (2001) «Uso de Suelo», La revista de Roca.
Año 6, no 54, Agosto de
2001 (p. 17)
La revista de Roca (2001) «Plan Director de
Roca», La revista de Roca. Año 6, no
57, Noviembre de 2001 (p. 15)
Río Negro (2000) «Concurso de ideas para mejorar el centro de Roca», Río
Negro, 11 de septiembre de 2000 (p. 17)
Río Negro (2000) «Roca discute sus problemas y cuál será su perfil de
ciudad», Río Negro, House. 28 de mayo de 2000 (p. 2)
Río Negro (2003) «Sarandría firmó el no al polémico aserradero», Río
Negro, Miércoles 24 de septiembre de 2003
Scatareggia, Gustavo (2001) «Abrir el juego», Revista mensual
Aquí Vivimos Río Negro, año I, no 10, Enero de 2001 (pp. 26-28)
Semanario La Comuna (2003) «Estudian cómo aplicar el Plan Director», Semanario La
Comuna, año 2, no 85, Semana del 14 al 21 de abril de 2003 (p. 4)
Semanario La Comuna (2003) «El Plan Director definirá el crecimiento
local», Semanario La Comuna, año 2, no 84, Semana del 7 al 13 de abril
de 2003 (pp. 2-3)