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Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2004 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/04/bp1893.html   
Reconstrucción de la infraestructura residencial dañada por los huracanes Isidore y Lili (Pinar del Río, Cuba)

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como GOOD. (Best Practices Database)
Nota del editor: Existe una versión actualizada de esta experiencia presentada al concurso de 2006.
País/Estado — Cuba
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — isleña
Ámbito de la actuación — provincial/estatal
Agentes — asociación de profesionales; agencia internacional; gobierno central; gobierno regional.

Categorías — Situaciones de emergencia y desastres naturales: reducción de la vulnerabilidad (ordenanzas de la edificación y normativa de la ingeniería); reducción de riesgos; rehabilitación y reconstrucción. Vivienda: vivienda asequible; carencia de hogar, personas sin hogar. Cooperación Técnica e Internacional: cooperación y ayuda multilateral.


Contacto Principal

Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de la Construcción — asociación de profesionales
Alina Azze Mezerene
Sergio García Gutiérrez [sergio@dppf.vega.inf.cu]
Humboldt No. 104 esquina a Infanta
Vedado. CP 10400
Ciudad de La Habana. Cuba
Teléfono: (537) 8704241
Fax:      (537) 8733523
E-mail: inv@ceniai.inf.cu


Socio

Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) — agencia internacional
Bruno Moro
Calle 18 e/ Primera y Tercera, Playa
Ciudad de La Habana, Cuba
Teléfono: (537) 2041513
Colaboración financiera.


Socio

Instituto Nacional de Vivienda — gobierno central
Alina Azze Mezerene
Calle Novena e/ Sexta y Décima, Playa
Ciudad de La Habana. Cuba
Teléfono: (537) 2067183
Colaboración técnica.
Colaboración administrativa.


Socio

Dirección Provincial de Vivienda — gobierno regional
Pablo Veliz Reyna
Calle Martí No. 50 e/ Recreo y Velez Caviedes
Pinar del Río. Cuba
Teléfono: (53082)778060
Colaboración financiera.
Colaboración técnica.
Colaboración administrativa.


Socio

Dirección Provincial de Planificación Física — gobierno regional
Sergio García Gutiérrez
Calle Martí No. 59 Este
Pinar del Río. CUBA
Colaboración técnica.

Resumen

En 2002, la confluencia de dos desastres naturales, los huracanes Isidore y Lili en septiembre y octubre, afectaron la infraestructura residencial más frágil de la zona occidental de la provincia de Pinar del Río.

Las autoridades provinciales y locales han estado haciendo un considerable esfuerzo para resolver los numerosos daños con los recursos asignados por el gobierno nacional, a pesar de las dificultades económicas que atraviesa el país desde 1991.

Teniendo en cuenta la magnitus de la reconstrucción y rehabilitación de la infraestructura residencial, se hizo necesaria la movilización de recursos adicionales provenientes de Naciones Unidas.

Esta práctica incluye el desarrollo de una experiencia integral, participativa y progresiva de construcción de viviendas que se está llevando a cabo simultáneamente en tres localidades de la provincia que fueron afectadas por los huracanes y donde numerosas familias vieron arruinadas sus viviendas.

Se ha otorgado especial importancia a la elaboración de estudios preliminares previos al comienzo de cada proyecto de edificación. Un análisis de los riesgos de desastre ha recomendado la reubicación de algunos de los nuevos asentamientos para reducir los riesgos de inundación. Otro requisito que se estableció fue la evaluación de las condiciones ambientales existentes y la protección de la salud humana de cada emplazamiento.

Los resultados obtenidos han supuesto una reducción de la vulnerabilidad, una mejora de la seguridad, el confort y las condiciones de vida de la población. Otro éxito reseñable es la recuperación de las técnicas tradicionales en el proceso de reconstrucción.

El trabajo conjunto desarrollado en esta iniciativa ha facilitado la tranferencia de conocimientos y ha reforzado los vínculos entre las diversas instituciones provinciales y locales encargadas de la planificación territorial, la protección civil y la vivienda.

La participación de la comunidad y el papel de las autoridades locales han recibido una atención especial a lo largo del proceso, ya que son elementos imprescindibles para garantizar la correcta ejecución y buen fin de todos estos proyectos.

Fechas Clave

Descripción

Situación previa a la iniciativa

Como consecuencia del paso de los dos huracanes se vieron afectadas 75.380 viviendas, de las que 14.905 se desplomaron. La mayor parte de los afectados eran familias de pescadores y agricultores, que en la actualidad viven en casas de vecinos y familiares o en instalaciones temporales facilitadas por el gobierno. La mejora de las condiciones de vida de estas familias constituye en este momento la principal prioridad.

Establecimiento de prioridades

Las principales prioridades han sido:

Estas prioridades fueron establecidas por un comité de coordinación integrado por representantes del Instituto Nacional de Vivienda, de instituciones provinciales y de PNUD-Cuba. En su definición también participaron las autoridades provinciales y locales y los organismos municipales de vivienda.

Formulación de objetivos y estrategias

Los objetivos y estrategias principales han sido:

Teniendo en cuenta las prioridades, el referido comité de coordinación fijó los objetivos y estrategias y seleccionó a los agentes que debía liderar cada uno de los procesos. Por ejemplo, los institutos provinciales de planificación física y de protección civil han sido responsables directos de los estudios de reducción de la vulnerabilidad frente a desastres y de la reubicación de los asentamientos.

Movilización de recursos

El Instituto Nacional de Vivienda es el responsable último de la supervisión de la ejecución de este proyecto. Conjuntamente con PNUD-Cuba es responsable de supervisar la utilización de los recursos financieros recibidos de los gobiernos sueco y belga.

Los organismos provinciales y municipales de vivienda son los encargados de gestionar estos recursos y sus expertos se ocupan de controlar los plazos y la calidad de la ejecución de las obras, así como la adquisición de los materiales de construcción.

La elaboración de los estudios y proyectos ha corrido a cargo de otras instituciones provinciales, como el Instituto de Planificación Física, que han colaborado con los expertos del Instituto Nacional de Vivienda para definir los criterios constructivos.

La ejecución de las obras la están realizando empresas de la provincia, mientras que las autoridades locales controlan periódicamente el cumplimiento de los objetivos previstos.

La participación de la población se ha hecho efectiva, siguiendo criterios de equidad de género, durante el proceso de toma de decisiones y a partir del inicio de las obras. Un aspecto importante es que las familias también han podido aprender nuevas técnicas constructivas.

El comité de coordinación y otros socios, incluyendo a la propia población, está manteniendo reuniones cada tres meses con el fin de evaluar los resultados obtenidos y controlar las directrices financieras, técnicas y políticas que se han definido.

Proceso

Para explicar el proceso es conveniente relatar brevemente cada una de las tres experiencias y describir después los problemas comunes:

El desarrollo de estas experiencias se ha enfrentado a diversos problemas y deficiencias que han requerido la ejecución de una serie de actuaciones.

En general, ha resultado esencial reforzar la actividad inversora, fijando las responsabilidades de cada agente en los niveles provincial y local durante toda la duración del proceso. De hecho ha sido indispensable realizar un enorme esfuerzo, aunque insuficiente hasta el momento, para ofrecer a los técnicos y constructores una adecuada preparación.

Las edificaciones no han alcanzado el nivel de calidad exigido, por lo que resulta indispensable continuar mejorando esta situación con un mayor ahorro de recursos y una máxima eficiencia. En concreto, se ha tenido que realizar un enorme esfuerzo en la fabricación de los elementos prefabricados debido a la parálisis que ha afectado durante muchos años a esta industria.

En los tres casos, las familias han estado participando en las principales decisiones relativas a los estudios de planificación --incluyendo los realizados sobre las zonas de riesgo--, el diseño urbano, el proyecto de las viviendas y el proceso de edificación. Sin embargo, es necesario consolidar esta participación, sobre todo durante las fases de gestión, evaluación y control, y en lo que respecta a las relaciones con las autoridades gubernamentales.

Resultados obtenidos

Ha sido la primera vez que se ha realizado un estudio para reducir el riesgo de desastres en la provincia de Pinar del Río antes de establecer un nuevo asentamiento. En el pasado, la reubicación de las viviendas arrasadas por los huracanes no contaba con esta importante investigación previa. En esta práctica, la reubicación de Cortés e Isabel Rubio sólo supuso un pequeño traslado, pero en el caso de Campo Alegre, el nuevo emplazamiento está a una distancia de cuatro kilómetros del anterior.

La mejora de las condiciones de vida de la población ha sido evidente. Por una parte, en los tres asentamientos se han edificado 290 viviendas que suponen una evolución en la tipología constructiva en relación con las viviendas anteriores. Por otra, las nuevas infraestructuras urbanas, como las redes de saneamiento y de suministro de agua y electricidad, ha supuesto un importante logro. Particularmente, en Cortés e Isabel Rubio, estas infraestructuras han beneficiado también a la población ya existente. Estos resultados han contribuido a la mejora del medio ambiente y a la protección de la salud humana.

En términos de integración entre los agentes provinciales y locales y de participación de la comunidad, los resultados han sido satisfactorios, aunque estos aspectos no han alcanzado todavía las expectativas. Especificamente, la participación de la población, que ha sido muy intensa durante el proceso de construcción, necesita sumir más protagonismo durante el proceso de toma de decisiones.

Por último, en términos de capacitación institucional, las instituciones provinciales y locales se han beneficiado de esta experiencia, viendo reforzada su capacidad de dirigir, controlar y regular el sector de la construcción.

Sostenibilidad

Seguridad y permanencia

Se ha eliminado la incertidumbre que causan los efectos de los huracanes en las familias y en los nuevos asentamientos. Este resultado tiene dos motivos fundamentales:

Garantía de mejores condiciones sociales y económicas de vida

Mejora del medio ambiente

Reforzamiento de la capacidad institucional local

Lecciones aprendidas

La importancia de estudiar los riesgos frente a desastres antes de decidir el emplazamiento de los nuevos asentamientos

Una de las lecciones más importantes ha sido la conveniencia de fortalecer la capacidad local para mitigar y recuperarse de los daños producidos por los desastres naturales. Esta práctica también ha confirmado que debe seguirse el principio básico de no volver a construir en zonas consideradas de alto riesgo de sufrir nuevos desastres naturales. Con estos antecedentes, la creación de las condiciones requeridas de habitabilidad y las necesarias actuaciones de edificación serán más seguras y las inversiones, más sostenibles.

La prioridad de proteger el medio ambiente y la salud humana

Esta práctica, centrada en la reconstrucción de viviendas y en la reducción de la vulnerabilidad, ha confirmado también este punto. En los proyectos no sólo se incluyeron las soluciones habitacionales para las nuevas construcciones, sino que también se hizo necesario evaluar el estado real de las viviendas existentes las proximidades para llevar a cabo las actuaciones necesarias para ofrecerles el mismo acceso a las nuevas infraestructuras urbanas del asentamiento, a pesar del incremento de los costes, tanto materiales como financieros.

El papel decisivo de los agentes locales

En esta práctica, la participación activa de todos los agentes desde la fase incial ha ofrecido la posibilidad de incrementar las capacidades técnicas y constructivas de las instituciones locales para desarrollar soluciones adecuadas. Simultáneamente, esta participación ha contribuido a reforzar la capacidad local de hacer frente a situaciones similares.

Por último, la participación de las familias beneficiarias en la construcción de sus propias viviendas ha exigido, de una parte, la máxima exigencia en el cumplimiento del programa, y de otra, de los mayores niveles de calidad en el proceso.

Transferibilidad

La completa ejecución de estos proyectos ha sido posible gracias a la cooperación y la ayuda multilateral puestas en marcha por la oficina cubana del PNUD, debido a las limitaciones y dificultades que Cuba atraviesa en la actualidad.

En algunos aspectos, esta práctica tiene características específicas que se corresponden con las condiciones políticas, económicas, sociales y culturales de este país. Pero los principales resultados alcanzados tienen su origen en problemas comunes y latentes en todas las zonas vulnerables frente a desastres naturales que existen en multitud de regiones y países. Por esta razón, cualquier experiencia en este campo que combina reducción de riesgos y protección ambiental continen criterios básicos y generales que pueden aplicarse con éxito en otros contextos.

Particularmente, en la propia provincia de Pinar del Río hay otras zonas de riesgo donde ha sido indispensable incorporar las consideraciones sobre el riesgo frente a desastres a las actuaciones de rehabilitación y reconstrucción y de protección del medio ambiente aprendidas en esta práctica, reforzando la capacidad de las instituciones locales, un punto que no debe ser minusvalorado.

Un ejemplo, donde esta práctica está siendo replicada en estos momentos, es la construcción de 143 nuevas viviendas y de las correspondientes infraestructuras urbanas (saneamiento y suministro de agua y electricidad) en el barrio de Mayca, del municipio de Pinar del Río, donde ya existían otras 149 viviendas. Durante la planificación de este proyecto se ha seleccionado la mejor ubicación para reducir el riesgo frente a inundaciones, un estudio técnico que ha sido posible gracias a la experiencia desarrollada por primera vez en los tres proyectos aquí descritos.

El desarrollo de este proyecto de construcción ha sido posible gracias a la cooperación internacional, con financiación de Francia y España, encauzada a través del programa de desarrollo humano local de PNUD-Cuba.

Perfil Financiero


Cuadro 1: Presupuestos de los distintos proyectos

Cifras en dólares EEUU
Año 2003 2004 2005 Total
Proyecto de Cortés
Gobierno sueco & PNUD-Cuba 324.408 134.092   458.500
Dirección Provincial de Vivienda 561.009 240.434   801.443
Proyecto de Campo Alegre e Isabel Rubio
Gobierno belga & PNUD-Cuba 196.339 947.211   1.143.550
Dirección Provincial de Vivienda 1.910.000 407.926 4.092 2.322.018



Edición del 12-07-2004
Traducción del inglés: Carlos Jiménez Romera
Revisión: María Cifuentes Ochoa
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2004 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/04/bp1893.html   
 
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