Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como
BEST.
(Best Practices Database)
Nota del editor: Existe una versión actualizada de esta experiencia presentada al concurso de 2003.
País/Estado — Chile
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — costera
Ámbito de la actuación — barrio
Agentes — organización de base comunitaria (OBC), institución académica o de investigación, gobierno local; gobierno central; sector privado.
Categorías —
Contacto Principal
Taller de Acción Comunitaria (TAC) — organización de base comunitaria (OBC)
Patricia Castillo Iribarren, presidenta
San Enrique 555, Cerro Alegre
Valparaíso, Chile
Dirección Sede Comunitaria
Camino Cintura 3049, Cerro cordillera
Valparaíso, Chile.
Tel: (56) (32) 755288
Fax: (56) (32) 237318
E-mail: tac@vtr.net
Web: http://www.geocities.com/tacvalpo
Socio
Escuela Blas Cuevas ‘Ramón Allende’ — Escuela Pública Municipal
Neif Lavín
Marmolejo no. 7, Cerro Cordillera
Valparaíso, Chile
Tel: (56-32) 217543
Socio
Escuela República El Salvador — Escuela Pública Municipal
Hernán Zúñiga
Castillo no. 669, Cerro Cordillera
Valparaíso, Chile
Tel: (56-32) 212418
Socio
Jardín Infantil ‘Bambi’ — Escuela Pública Municipal
Rosa Escudero
San Francisco no. 660, Cerro Cordillera
Valparaíso, Chile
Tel: (56-32) 251931
Socio
Centro de Capacitación Laboral — Escuela Pública Municipal
María A. Botto y Gladys Aguilera
Montealegre no. 528, Cerro Alegre, Valparaíso, Fono (56-32) 253981
Socio
Universidad Playa Ancha de Ciencias de la Educación — institución académica o de investigación
Rodrigo Villaseñor
Avenida Playa Ancha no. 850, Playa Ancha
Valparaíso, Chile
Tel: (56-32) 500510
Socio
Universidad Católica de Valparaíso — institución académica o de investigación
Juan Mastrantonio
Av. Brasil no. 2950,
Valparaíso, Chile
Tel: (56-32) 274451
Socio
Universidad del Mar — institución académica o de investigación
María T. Almarza
Amunátegui no. 1838, Cerro Placeres
Valparaíso, Chile
Tel: (56-32) 798784
Socio
Consultorio ‘Cordillera’ — gobierno local
Eva Vázquez S.
Chaparro no. 194 Cerro Cordillera
Valparaíso, Chile
tel: (56-32) 257162
Socio
Población Obrera ‘La Unión’ — organización de base comunitaria (OBC)
Yasna Amarales
Castillo no. 773, Cerro Cordillera
Valparaíso, Chile
Tel: (56-32) 755285
Socio
COSEMAR — sector privado
Matías Camacho I.
6 1/2 Oriente, no. 245
Viña del Mar, Chile
Tel: (56-32) 699981
Socio
Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC), Valparaíso — gobierno central
Miguel Ángel Guerra
Melgarejo no. 669, piso 6, Valparaíso
Tel: (56-32) 256040
Somos una organización social comunitaria, instalada en el Cerro
Cordillera (Valparaíso, Chile). Desde 1990 trabajamos en este lugar que,
por sus características geográficas e históricas, reúne condiciones que
facilitan la inserción territorial de nuestra intervención: identidad
local, permanencia territorial de sus habitantes, tradición organizacional
obrera y portuaria, presencia de hitos patrimoniales tangibles e
intangibles, espacio que facilita el encuentro (lugar accesible y de
confluencia desde otros cerros).
Estas características fueron intencionalmente buscadas, pues nuestro
propósito era desarrollar un trabajo de promoción, en el que se
reconstruyeran/densificaran vínculos y sentidos colectivos, como un primer
paso a la participación comprometida de la comunidad en su propio
desarrollo: ser actores de las decisiones, protagonistas de su historia.
Desde los inicios hasta la fecha, nuestra apuesta ha sido: «A partir de
cambios concretos, visibles, crear cimientos más profundos que apunten
hacia la construcción de valores compartidos que faciliten estilos de vida
más humanos, más justos, con mayor igualdad de oportunidades, más
solidarios, más democráticos, donde sea posible seguir soñando...» Ello se
ha transformado en la mística del trabajo, manifestándose en el tiempo en
logros visibles e invisibles:
- Juntos Construyendo una vida Mejor:
rearticulación de actores que no se
vinculaban entre sí, construyendo espacios significativos de encuentro:
Territorio, sueños colectivos, identidad, redes con rostro, reconquista de
espacios públicos, prácticas cotidianas inclusivas.
(Sentidos colectivos, identidad.)
- Podemos ver más allá de nuestras diferencias
(asociatividad):
«El otro, como parte de un nosotros».
Construcción de una red de actores que mantienen su
compromiso más allá de proyectos puntuales (cerca de 40 organizaciones
públicas y privadas la conforman: universidades, organizaciones de base,
servicios públicos, establecimientos educacionales, organizaciones de la
sociedad civil, grupos voluntarios, entre otros).
- Transformar para Transformarse
(reapropiación de espacios publicos):
intervención del hábitat cotidiano en
la acción colectiva. Nos hacemos responsables en la práctica de mejorar
nuestro entorno. Innumerables espacios físicos e intangibles han sido
recuperados para su uso público: tenemos plaza, anfiteatro, murales,
sentidos colectivos revitalizados en el rescate de la memoria colectiva.
- Sueños Colectivos, Voluntades en la Acción
(acción voluntaria): más de 3.000 voluntarios han
pasado por el TAC, pertenecientes a la localidad, a la ciudad, de otras
ciudades y países. Ellos han sido, junto con la participación Local y la
Asociatividad, un eje fundamental para la continuidad y sostenibilidad de
logros e impactos. Más allá de los números, la experiencia se re-crea
permanentemente en cada voluntario que llega, como en aquel que parte y
lleva la semilla a nuevos escenarios.
- Actores hoy, no mañana
(educación en la accion):
niños y jóvenes han sido los protagonistas de
las transformaciones. Más de 10.000 son testimonio de que «es posible».
Transformar forma parte del proceso educativo que vivimos día a día, son
más de 700 niños que semanalmente hacen del TAC una historia con sentido y
proyección.
- Saber que fuimos parte de esta historia
(densificacion memoria colectiva): permanencia temática y
territorial han permitido afianzar y crear lazos que han cambiado el rostro
del cerro y la biografía de quienes somos participantes de esta
experiencia. Los antiguos niños lideran hoy en el TAC y en sus comunidades
procesos de mejoramiento. Los logros crecen, se multiplican y replican.
El mayor impacto ha sido el intermediar/canalizar voluntades, esperanzas,
sueños, energías, de diversos actores --del territorio y fuera de él-- que
han compartido en la acción, el desafío de Construir Juntos una Vida Mejor.
- 1990 — Llegada a Cordillera: apuesta a un trabajo distinto «desde el cerro y en el cerro»;
ser parte, respetar ritmos y reconocer la propias capacidades de la comunidad
- 1991 — Acción Voluntaria. La permanencia: fin de aporte de ONG. El
trabajo se sostiene y crece desde entonces a través de los voluntarios locales y externos
- 1994 — Reconstrucción de confianza. Redes: fortalecimiento del sentido
comunitario, sienta las bases de la actual. Rol central de
organizaciones locales, establecimientos educacionales y Consultorio de Salud
- 1998 — Reconquista de sentidos colectivos: construcción del Anfiteatro
para más de 600 personas, emplazado en antiguo basural. Participan
más de 1.000 personas en su construcción
- 1990-2004 — Consolidación y Proyección Trabajo TAC: formalización
convenios con universidades nacionales y extranjeras; participación en
seminarios y encuentros; reconocimiento a través de premios nacionales e
internacionales; pasantías al TAC; réplica de la experiencia
En el año 1990, uno de los desafíos que aparecían desde nuestra mirada, era
la reconstrucción de vínculos comunitarios y desarrollo de confianzas. El
contexto social y político había generado un proceso de replegamiento a los
espacios privados y atomización de la participación social.
Junto con ello, en el proceso de autodiagnóstico, se identifican los
siguientes problemas: deterioro y pérdida de espacios comunes (calles,
quebradas); carencia de mecanismos recolectores de basura; baja
participación y desconfianza en los liderazgos existentes; apatía y
desesperanza aprendida.
Las condiciones de empleo y habitabilidad eran deficientes, falta de
equipamiento e infraestructura comunitaria. Aún así, Cordillera no se
presentaba como un cerro deprivado, pues existían condiciones que permitían
pensar en políticas de promoción y desarrollo (no asistencial).
El lugar en que se emplaza el Tac en 1990, es una quebrada convertida en
basural por más de 40 años.
Nuestro ejercicio inicial de priorización nace en el Primer Seminario
Poblacional (1989), donde participaron mujeres, dirigentes, pobladores y
organizaciones de base, para identificar las fortalezas y debilidades del
barrio. Este ejercicio marcaría un estilo de trabajo que se mantiene. Las
prioridades que hemos tiempo son:
- Generar condiciones que faciliten el encuentro: sentarse juntos, mirar,
pensar en común, reestableciendo confianzas, dando espacio a la
participación en procesos de desarrollo local
(generar espacio de confianza).
- Demostrar, en la acción concreta en el territorio, posibilidades de
transformación (visibilizar potencia de accion colectiva).
- Reconocer y valorar el espacio local
(fortalecer identidad colectiva y vinculos territoriales).
- Incorporar a los niños como actores en el proceso de mejoramiento del
entorno, a partir de sus propias potencialidades y las de su entorno
(promover participación comunitaria como practica cotidiana, niño como
actor clave en re-creacion de practicas).
Entendemos el liderazgo como un proceso de intermediación entre distintos
mundos. Universidad, Escuela, Iglesia, Organizaciones de Base,
Agrupaciones de la Sociedad Civil, Servicios Públicos, Voluntarios,
Habitantes del Sector, Niños, Jóvenes, Profesionales, Estudiantes,
Artistas, se encuentran en un nuevo espacio con nuevas reglas.
Reglas consensuadas en el tiempo y validadas por la comunidad a partir de la
coherencia y la transparencia del TAC.
En este proceso ha sido fundamental el liderazgo permanente de la directora
del TAC, quien fue gestora de la iniciativa y se ha mantenido en el tiempo
contagiando el espíritu del trabajo a las nuevas generaciones de
voluntarios que pasan por el TAC.
Nuestra gestión y planificación descansa sobre un modelo de alta
flexibilidad, que incorpora permanentemente en el proceso de decisiones a
todo actor que se involucre directamente en la intervención, teniendo en
cuenta el respeto por los procesos comunitarios, la coherencia en la
manera de hacer, y la transparencia en la gestión.
Objetivos:
- Desarrollar planes educativos para el traspaso de herramientas y métodos
que contribuyan a la construcción de prácticas de valoración, recuperación
y mejoramiento del entorno.
- Fomentar del protagonismo de niños y jóvenes en la revaloración del
entorno natural, cultural y social de los Espacios Locales.
- Recuperar y mejorar espacios públicos significativos con la participación
activa de las comunidades vecinales y educativos.
- Fortalecer la red de trabajo en la ejecución de acciones colectivas.
- Promover la expresión artística y cultural del Cerro.
- Revitalizar la historia e identidad local del Cerro.
- Visibilizar de las capacidades locales en la recuperación de espacios comunes.
Estrategias:
- Aprender Haciendo.
- Relaciones Horizontales.
- Participación comunitaria en todos los procesos de intervención.
- Permanencia Territorial y Temática.
- Uso de herramientas lúdicas, artísticas, culturales, como así también
estrategias de comunicación para sensibilizar y emprender acciones.
- Implementación de talleres y jornadas con la representación de
distintos actores de la red.
- Desarrollo de una cultura de vínculos en la que nos hemos
o se ha habituado el encuentro, intercambio y la diferencia.
- Apropiación y uso del espacio público como puente entre la apatía
y la verdadera participación.
Existe asistencia técnica financiera de parte del equipo de profesionales
voluntarios de TAC y una contadora responsable cuando hay proyectos
financiados. Todo proyecto en su formulación indica con toda claridad
cómo serán invertido los recursos (además cada fuente de financiamiento
tiene sus propias normas para la distribución en las partidas), lo que hace
que las rendiciones sean fáciles y transparente.
La procedencia de los recursos ha correspondido a entidades indicadas en
la tabla siendo el Fondo de las Américas el más importante en el tiempo.
Cabe destacar que en 15 años de funcionamiento, hemos tenido proyectos
puntuales alternados en el tiempo (promedio de uno cada dos años). Cuando han
sido adjudicados, cabe señalar que la cobertura es siempre menor que las
necesidades.
En este escenario, no hay duda que los actores claves en la movilización
de recursos han sido, son y seguirán siendo los voluntarios.
Aspiramos a poder consolidar, en algún momento de nuestra historia, un
financiamiento estable que permita financiar gastos de operación y, al
mismo tiempo, dejar que el equipo descanse de esa responsabilidad
adicional.
Aportaciones externas | 1999 | 2000 | 2001 | 2002 | 2003 |
CONAMA | - | - | 6.150 | - | 5.000 |
Fundación Carlsson | - | - | - | 2.000 | - |
Fundación Ford | - | - | - | 7.500 | - |
FONADIS | - | 11.650 | - | - | - |
Fondo de las Américas | 46.551 | - | - | - | - |
Total (dólares EEUU) | 46.551 | 11.650 | 6.150 | 9.500 | 5.000 |
% del presupuesto | 31,8% | 7,9% | 4,2% | 6,5% | 3,4% |
La mayor dificultad es hacer creíble que es posible... vencer el
escepticismo, creer en ellos mismos, cambiar las lógicas: de desarrollar a
proponer, de beneficiario a actor. Eso implica asumir responsabilidades: un
barrio, una comunidad limpia, no es sólo un problema del municipio.
«Soy responsable más allá de mi propio espacio, el entorno, lo público,
me es común...» Entonces, el mayor desafío y la mayor dificultad será la
recuperación de confianzas de los habitantes en sus propias capacidades, en
sus propias propuestas, en sus sueños y esperanzas. Entonces, previo a la
recuperación de espacios, a la asociatividad, previo a todo avance es
creer que con otros podemos y que ese
otro puede ser y es distinto y ello es
aporte. Así desde siempre la diferencia era y es un aporte (o ganancia).
Debemos ser capaces de generar espacios basados en el protagonismo desde
los distintos actores del barrio y el respeto a la heterogeneidad --vincular
a quienes por años no se habían vinculado entre sí. La búsqueda de los
problemas comunes de un barrio, que afectan a todos sus habitantes más allá
de su condición ideológica, de género o edad.
Desde el comienzo, se realizan acciones orientadas hacia diversos actores,
indistintamente de su grado de participación en organizaciones. Así niños,
niñas, jóvenes, mujeres, vecinos, centro de padres y apoderados, una
escuela, junta de vecinos, consultorio de salud, serían los primeros en
integrarse. Fundado en la premisa más vigente:
nadie sobra y todos podemos aportar.
Así se va construyendo el proyecto local de intervención, abierto
a todos quienes quieran o quisieran ser parte activa de él.
La personas e instituciones sienten que en esta propuesta
no cerrada, hay una invitación a creer y a
crear juntos. Tenemos como base un lugar con
historia y tradición organizacional, algo olvidada, pero no perdida.
Podíamos apelar aquello que estaba... entonces nuestro rol fue y será el de
facilitador --crear puentes que nos permitan a todos transitar desde
distintos lugares a uno común. Este encuentro con diversos actores permite
y posibilita «ser capaces de sentarse con quienes piensan distinto, sin por
ello renunciar a sus propias convicciones, en un momento difícil de nuestra
historia como país». En el encuentro está la posibilidad de
desprejuiciarse, recordar, ver, mirar, conocerse,
re-conocerse, dando paso a la posibilidad de imaginar-soñar.
Tenemos algo en común, este es un punto de encuentro.
Aquello que estaba, elementos identitarios que eran y son parte de la
memoria colectiva, lugares, personajes, mitos, recrean la historia de la
localidad. Entonces, recuperamos la historia enclavada en la memoria
colectiva, reforzamos el sentido comunitario desde la pertenencia y... al
descubrirnos, reconocernos, hacernos parte, permitimos en adelante no
sólo promover relaciones de sociabilidad, sino la capacidad de articularnos
e intervenir en problemas locales (basura, falta de espacios públicos,
prevención, etc.) transformando éstos en oportunidades.
- 10 huertos comunitarios
- 40 murales que dan cuenta de la realidad y sueños de Cordillera y sus habitantes.
- 1 Anfiteatro asentado en un antiguo basural, con capacidad para 630 personas.
- 1 pequeño invernadero para plantas y reproducción de árboles nativos.
- 1 centro demostrativo en la sede comunitaria.
- 8 Espacios de Encuentro y Recreación, plazas y juegos.
- 40 organizaciones asociadas a la red.
- 500 personas de diversas organizaciones visitan anualmente la experiencia (replicabilidad).
- Participación activa de más de 200 jóvenes voluntarios y 1.300 niñas y niños al año.
- 5 universidades de la región incorporan en su currículum el trabajo del TAC (140 jóvenes universitarios participantes).
- 15 años de trayectoria.
- Experiencia Premiada por más de 10 Instituciones Regionales, Nacionales e
Internacionales durante los últimos 3 años: Premio Municipalidad Valparaíso 2001;
Premio Fundación Nacional de la Superación de la Pobreza otorgado por el
Programa de Ciudadanía y Gestión Local y del Centro de Políticas Públicas de la Universidad de Chile;
Reconocimiento por el Compromiso con la labor de Superación de la Pobreza
por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social del Gobierno de Chile;
Premio a la Innovación en el Area Ambiental 2002 por la Fundación FORD Internacional;
Reconocimiento Buenas Prácticas Urbanas 2002 por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo Chile;
Premio Primer Lugar Regional Buenas Prácticas Comunitarias en Prevención de Consumo y Tráfico de Drogas 2003
por la Comisión Nacional de Control de Estupefacientes;
Premio Primer Lugar Regional en Medio Ambiente por la Comisión Nacional del Medio Ambiente de Chile,
entre otros.
- Revitalización de la historia y memoria colectiva.
- Modelo de intervención legitimado en lo comunitario, en el ámbito educativo, gubernamental y en el mundo académico.
- Continuidad y permanencia de un trabajo en red.
- Sostenibilidad territorial y temática de la experiencia.
- Contribución a la formación de una sociedad civil proactiva.
- Conciencia ambiental vivida desde el ejercicio de mejorar y hacerse responsable del entorno.
- Revalorización del territorio, fortalecimiento de los vínculos comunitarios e identidad local,
construcción y fortalecimiento de prácticas de tolerancia, solidaridad e integración en la diferencia.
- Desarrollo de relaciones de confianza entre los organismos públicos y comunitarios
- Visibilización del espacio local como escenario concreto para el
desarrollo cotidiano de una ciudadanía activa y comprometida.
Estos resultados (cuantitativos y cualitativos) han incidido directamente
en la mejora de la calidad de vida de los distintos actores involucrados,
pues ha permitido no sólo mejoras materiales del entorno, sino el
establecimiento de nuevas prácticas y formas de relación que han redefinido
los límites de lo posible. Una muestra de ello, es la creciente capacidad
propositiva de los actores de la localidad, quienes no sólo desarrollan
acciones, sino que se vinculan de manera horizontal con las instituciones
del Estado.
Dada la legitimidad y permanencia de la experiencia, se ha logrado impactar
la política pública, incidiendo en la áreas de Educación, Medio Ambiente,
Infancia y Vivienda, a nivel comunal y regional. Ejemplo de esto, es el
reconocimiento de las Corporación Municipal de Educación del aporte
efectivo y pionero de TAC en el proceso de la Reforma de Educación, tal
como lo señalan directores de escuelas y profesores. En sus propias
palabras: la reforma comienza en el TAC.
Nuestra apuesta habla de actores por sobre beneficiarios, en este sentido
la experiencia facilita espacios para que las personas desarrollen sus
propias capacidades. Así, todos quienes forman parte de la experiencia se
benefician de sus propias acciones.
Más allá de todos los logros materiales, insistimos que lo esencial es
invisible a los ojos, siendo la mayor contribución de la experiencia la
restitución de confianzas básicas, que permiten crear y creer con otros
Operamos con un modelo de gestión y movilización de recursos sencillo,
transparente y operativo.
Luego del diseño y planificación de las actividades a realizar, nos
abocamos a la tarea de la búsqueda y distribución de los recursos. En este
proceso es primordial la autogestión y coordinación con los organizamos de
la red, vale decir que nuestra gestión financiera --su eficacia y eficiencia--
se relaciona directamente con el Capital Social que convierte al TAC en
una experiencia viva y en movimiento.
Somos una organización que no cuenta con financiamiento estable;
ocasionalmente, nos adjudicamos algunos proyectos, como también hemos
recibido distinciones por la trayectoria y coherencia de la experiencia. En
ambos casos, dichos aportes constituyen una mínima parte de los
requerimientos para la gestión.
Más que hablar de inversiones y recuperación de costos desde el punto de
vista financiero, nuestra experiencia da cuenta de un impacto social no
cuantificable.
La obtención de recursos financieros se basa en, principalmente, en la
adjudicación de proyectos concursables y premios, los cuales cubren menos
del 20% de los costos de operación. El resto se obtiene a través de la
autogestión.
Es así que consideramos que nuestro mayor recurso son las personas, quienes
han colectivizado su capacidad creativa y de autogestión:
asociatividad, accion voluntaria, participación local,
proceso que se han traducido en el
desarrollo de prácticas sociales que construyen espacios de igualdad, de
dignidad, de reconocimiento e intercambio de saberes.
Esto ha sido y es posible gracias a una cultura de encuentros inherente
en nuestra forma de trabajar, así potenciamos los vínculos con el sector
público, universidades y organizaciones internacionales, organizaciones de
base, instituciones religiosas, como también entre actores que
tradicionalmente no se encuentran, por ejemplo: docente universitario-
dirigente social, artista-niños, profesor-voluntario, extranjero-poblador.
Nuestra experiencia se sustenta principalmente en el trabajo voluntario,
donde jóvenes, estudiantes secundarios, universitarios, profesionales,
habitantes del sector, empleados públicos, extranjeros, entregan su tiempo,
capacidades, energía, creatividad. Durante un año promedio, más de 200
voluntarios y voluntarias dan vida a las actividades del TAC. Los
voluntarios, cada vez más, no sólo aportan con sus habilidades y destrezas,
sino que deben ingeniarse para obtener materiales que permitan llevar a
cabo las actividades diarias.
A la fecha ya han participado más de 10.000 niños y jóvenes en la
experiencia, los cuales han sido actores de las transformaciones de su
cerro; a su vez son testimonios y trasmisores de los aprendizajes en sus
familias, comunidades educativas y barrio. Ellos han sido pieza clave en la
sostenibilidad, pues mantienen viva la vigencia de la apuesta de trabajo:
juntos construir una vida mejor.
Por otra parte, la red compuesta por más de 40 instituciones de la más
diversa naturaleza, ha permitido sostener desafíos que han crecido con el
paso del tiempo. Hoy, somos más los responsables de promover y mantener
desafíos en pos del mejoramiento de la calidad de vida, enfatizando
elementos que trascienden las diferencias, respetando la diversidad,
plasmando la capacidad de trabajar juntos hacia objetivos comunes, donde
nadie sobra.
En este sentido, la experiencia se ha sostenido por la construcción de
prácticas ciudadanas de responsabilidad comunitaria, que han sido
finalmente las que han convertido un resultado en un impacto de largo
alcance.
La valoración del territorio, la densificación de los vínculos
comunitarios, el fortalecimiento de la identidad, la revitalización de los
sueños colectivos, el establecimiento de un nuevo tipo de relaciones en
torno al territorio, el compromiso de universidades en el desarrollo local,
el acercamiento del mundo público a la sociedad civil, la mejora en las
condiciones del barrio a partir de la acción colectiva, se constituyen en
algunos indicadores que han dado sostenibilidad a la experiencia, en tanto
podemos hablar de transformaciones profundas en las maneras de relación
entre actores, y entre estos y su entorno (barrial, organizacional,
interinstitucional).
En el ámbito ambiental, la experiencia ha sido sostenible gracias a la
activa incorporación de niños y escuelas, permitiendo un efecto
multiplicador en la comunidad. A través de su aprendizaje han traspasado a
los adultos nuevas y mejores formas de relacionarse con el entorno. En este
sentido, creemos que lo que sostiene a la transformación o mejoramiento del
entorno es la transformación de las personas que lo habitan, quienes han
revalorado el sentido e importancia de los espacios comunes.
- Respetar los tiempos de las comunidades: cualquier trabajo de desarrollo,
requiere de un proceso que permita valorar conocimientos, habilidades y
capacidades de los actores locales. De esta forma se logran resultados que,
por acumulación, podrán servir tanto a la experiencia, como a otras. Hoy
esto se traduce en una planificación y ejecución conjunta de las acciones
emprendidas con los distintos actores involucrados.
- Tener nuestros sueños y utopías siempre vivas: lo que permite que una
acción se proyecte, permitiendo avanzar y trascender el aquí y ahora, es el
compartir sueños más allá de las diferencias. Desde los sueños, las utopías
--Juntos construyendo una vida mejor-- hemos tomado un camino
y no vemos
ni buscamos el límite de éste. Este aprendizaje se traduce en un permanente
encuentro de reflexión en la acción entre los actores de la experiencia,
donde renovamos los sentidos que nos mantienen como colectivo; a su vez
trasmitimos este mensaje en los distintos espacios de encuentro con otras
experiencia: es posible, juntos podemos, nadie sobra.
- Construir redes con rostro y promover la construcción de confianzas: al
asociarnos y crear redes con otros afirmamos lo que somos y aprendemos de
otras experiencias. Construir alianzas reales, que fortalezcan procesos por
sobre resultados. Esto es posible a través de construcción de vínculos
basados en la confianza y relacion cara a cara. Esta concepción de red ha
ido impactando no solo la gestión del TAC, sino de todos los involucrados,
generando aperturas y flexibilidad en las instituciones que la conforman.
- Promover protagonismo de niños y jóvenes asumen en el TAC, escuelas y
entorno: los niños y jóvenes se han convertido en actores de su propia
historia, asumiendo tareas de mejoramiento y recuperación de los espacios
públicos, creando sentidos de pertenencia y fuerte identidad, mostrándose
--y mostrando a otros-- que es posible juntos construir una vida mejor.
Los niños hoy son un referente para los demás actores comunitarios, se
convierten en agentes multiplicadores al interior de sus comunidades
educativas y vecinales.
- Permear formas, modos y estilo de trabajo en la acción: el aparato
público, escuela, universidades, han descubierto el valor de aprender
haciendo, generando en terreno un encuentro de distintos saberes. Ello ha
sido posible al través de un encuentro real en las acciones diarias
desarrolladas por el TAC. El aprendizaje real se construye en la acción.
- La acción voluntaria es mas que trabajo: ser voluntario es aportar
dedicación, esfuerzo, tiempo, creatividad, compromiso, convirtiéndose en
una energía transformadora. Ello sostiene nuestro quehacer, pues incorpora
un recurso que trasciende lo instrumental: son reservas de sentido,
energías capaces de transformar, evidencias que es posible con otros.
Este aprendizaje, a su vez, ha generado generaciones de jóvenes y
profesionales con una disposición distinta: con compromiso social y
ciudadano, con valores solidarios y de tolerancia, con esperanzas y
desafíos.
Las instancias que han facilitado la replica son:
- Sistema de pasantías y visitas educativas: A través de ellas
organizaciones, instituciones y grupos han tomado aspectos de la
intervención del TAC para sus propias experiencias. Han participado
personas, organizaciones e instituciones del mundo público y de la sociedad
civil, tanto del país como extranjeros.
- Trabajo permanente con jardines infantiles, escuelas básicas, especiales e
integradas. Hoy más de 10 comunidades educativas forman parte de la red
permanente de trabajo. Asisten, semanalmente, niños y profesores a los
talleres temáticos en el TAC (o el TAC asiste a los establecimientos). A
través de esta estrategia, las comunidades educativas han incorporado este
trabajo al currículum formal de sus programas.
- Itinerancia de equipo del TAC a distintos puntos del país: hace 5 años, y
de forma creciente, el TAC se ha proyectado al país, participando en
seminarios, jornadas, encuentros --de carácter nacional e Internacional--,
presentando su experiencia. Ha participado en el ámbito académico y
universitario, gubernamental, no gubernamental, municipal, de la sociedad
civil, cooperación internacional, empresarial, entre otros. Podemos decir
que somos un modelo de intervención legitimado.
- Experiencia de niños y jóvenes de transformar en la acción: en los años
de trabajo los niños y jóvenes participantes han ido traspasando los
aprendizajes a sus comunidades. Muchos hoy son dirigentes o lideran
naturalmente organizaciones y procesos en sus localidades. Creemos que en
ello ha incidido la manera de hacer del TAC, la cual se basa en el
aprender haciendo, en el transformar con los otros.
- Incorporación de universidades al trabajo del TAC como parte del proceso
de formación académica de sus alumno: permitiendo el aumento y reflexión
entre estudiantes de muy diversos lugares y de realidades muy distintas.
Ejemplo de ello son los estudiantes de la Universidad de Oldenburg,
Alemania y Universidad de Valencia, España, como parte de su formación.
- Difusión de aprendizajes y aciertos de la experiencia en diversos medios:
en los años de trabajo hemos gestado diversos materiales que dan cuenta de
la experiencia, los cuales han sido difundidos pos nosotros, como también a
través de diversas redes de las que somos parte. Existen publicaciones
gráficas, audiovisuales y multimediales que son
accesibles a todos quienes han manifestado interés por la experiencia (vía
presencial, a distancia o virtual). La réplica es hoy incentivada desde
distintos agentes (UNESCO; Fundación Nacional Para la
Superación de la Pobreza de Chile, Ministerio de la Vivienda de Chile,
Comisión Nacional del Medio Ambiente de Chile; UNICEF, entre otras).
Ejemplos de experiencias que han visitado y/o trabajan con el TAC, que han
incorporado algún elemento, de nuestro modelo de Intervención, a su
gestión:
- Inserción curricular: al menos 5 establecimientos educacionales
pertencientes a la Red, incorporan en sus programas educativos formales el
trabajo con el TAC.
- Experiencia locales de réplica: organizaciones pertenecientes a la red
local gestionan sus propios proyectos, potenciando sus propias
organizaciones y la red. (Caso Población Obrera: grupo de jóvenes
organizados, antiguos niños del TAC, lideran el mejoramiento del edificio
en el que habitan. Así como éste se repiten, con mayor frecuencia, casos en
los últimos 5 años.)
- Visita educativa nacional: 30 Organizaciones de la sociedad civil y
estatales de la 4a Región (2003)
- Visita educativa internacional: 40 profesores brasileños, participantes
en encuentro sobre educación UNESCO (2002)
- Visita educativa nacional: 40 funcionarios pertenecientes a diez
municipios de la 11a Región de Chile (2001)
- Pasantías nacionales: 500 estudiantes (chilenos) de diversas carreras,
participan de las distintas actividades del TAC como parte de su formación
académica (2000-2004)
- Pasantías internacionales: 260 jóvenes universitarios de diversas casas
de estudios extranjeras, participan a través de programa
International for School Training y, el programa
Intercambio Universidad Academia de humanismo
Cristiano Chile, en el contexto de su formación profesional (1999-2004)
Pasos para la Réplica
- Creer en el trabajo que se desarrollará, y que éste tenga una proyección más allá de lo instrumental.
- Valorar las capacidades y recursos de los diversos actores con los que se trabaja. Creer en los otros.
- Ser capaces de escuchar y observar antes de emitir juicios expertos.
- Reconocer la historia que existe: actores relevantes, hitos, costumbres, organizaciones, rituales, etc.
- Promover la participación desde los inicio de la experiencia (diagnóstico, planeación).
- Apostar a la formación de relaciones de confianza y cooperación mutua, como primer y permanente paso para las demás acciones.
- Proponerse metas susceptibles de cumplir con el tiempo, recursos y personas disponibles,
y en la medida de su cumplimiento ir proponiendo nuevas.
- Reconocer que la realidad es quien orienta la intervención, no a la inversa.
- Basar la sostenibilidad de la experiencia no en recursos financieros,
sino en la creatividad, el compromiso, la mística, la autogestión.
- Apostar a las energías sociales como principal recurso: participación local, asociatividad y accion voluntaria.
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