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País/Estado -- Rusia
Región según Naciones Unidas -- Asia
Región ecológica -- continental
Ámbito de la actuación -- ciudad
Agentes -- organización de base comunitaria (OBC); organización no gubernamental (ONG); fundación; institución académica o de investigaciónCategorías -- Servicios sociales: salud y bienestar; seguridad ciudadana. Gestión ambiental: reducción de la contaminación; creación de zonas verdes en la ciudad; introducción de criterios ecológicos en el entorno urbano; higiene ambiental. Situaciones de emergencia y desastres naturales: sistemas de supervivencia.
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Flat 20, Moskvorecje St 115409, Moscú RusiaColaboración técnica.
La ONG Debemos proteger el futuro se dedica al problema del alojamiento en viviendas insalubres en Novokuznetsk.
Desde principios de los años 90, hay viviendas habitadas construídas con paneles y prefabricados que liberan sustancias tóxicas peligrosas. Fue tras una inspección sanitaria de la administración local cuando se reconoció la insalubridad de estas viviendas, prohibiéndose su uso residencial, y se hizo patente que en Novokuznetsk se había llevado a cabo la construcción masiva de viviendas con este grave problema de habitabilidad.
Como resultado del trabajo de la ONG Debemos proteger el futuro, y de acuerdo con una sentencia del juzgado del distrito de Zavodski, se ha realojado a 93 familias en viviendas ecológicamente adecuadas, y se ha prohibido a otro centenar que habiten sus viviendas insalubres.
Esta ONG asesora a los habitantes y a las empresas de la ciudad que están implicadas en el intercambio, venta o compra de una vivienda. Por el momento se ha conseguido un veredicto judicial para 16 familias que viven en la calle Aviadores, 95, en un edificio ecológicamente peligroso.
La ONG ha contabilizado la existencia de 200 edificios construídos con materiales peligrosos. Los objetivos de su trabajo son la ayuda para los residentes en estas viviendas tóxicas, a fin de que puedan trasladarse a otras ecológicamente adecuadas; el cese de la construcción de viviendas con este problema; y la identificación de estas viviendas inadecuadas para su función. Se han establecido contactos con el Consejo de Europa y con la Corte Europea de Derechos Humanos. Por otra parte, Debemos proteger el futuro aprovecha además la influencia en la opinión pública que proporcionan los medios de comunicación, así como contacta con científicos de la Universidad de Perm para analizar la utilización de materiales que contienen fenopoliestirol en el aislamiento térmico de muros.
Gracias a la ONG Debemos proteger el futuro se ha llevado ante un tribunal penal un caso de construcción residencial. También se demostró la insalubridad del edificio donde se situaba un escuela para niños ciegos y deficientes visuales, escuela que ha debido reubicarse en un nuevo edificio.
Tras el establecimiento de contactos con el Consejo Europeo y otros organismos y fondos internacionales, Kudryavtseva Lyudmila Alexandrovna se vinculó a los trabajos como intérprete y persona de referencia para las relaciones con organizaciones no gubernamentales.
Todos los miembros son voluntarios.
Como prioridad de esta ONG está el cese de la utilización de materiales con fenopoliestirol como aislantes en muros de edificios residenciales. Para ello se colabora con científicos y expertos de la Universidad de Perm.
Gracias al trabajo de la ONG se han abierto dos causas civiles y una penal. Una inspección sanitaria determinó la insalubridad del edificio sito en la calle Mir, 40, y por tanto, su no aptitud para uso residencial. En enero de 1994, se abrió la causa civil y se planteó el realojo de los residentes de este bloque de viviendas. Tras el resultado del examen de gases producidos por los materiales de construcción, se presentaron las demandas ante el tribunal en enero de 1997, con la ayuda de la abogada Yakovleva del Colegio de Abogados de Moscú. El juicio no se ha fallado todavía.
Debido al incumplimiento de las garantías judiciales, la Oficina del Procurador General abrio el caso por lo penal. Para la protección de los derechos civiles y constitucionales, se ha contactado con el Consejo de Europa, con el Tribunal Europeo de Derechos Humanos y con el Representante para los Derechos Humanos en Rusia.
La ONG Debemos proteger el futuro asesora y ayuda a los ciudadanos y empresas en el intercambio, venta y compra de viviendas, además de colaborar en la organización de las inspecciones de las viviendas e informar sobre la salubridad de las mismas.
Los habitantes de Novokuznets piden ayuda ante los malos olores de sus pisos y el empeoramiento de su estado de salud. Cuando realizan sus consultas se les ofrece asistencia para la realización de las inspecciones sanitarias para determinar si su vivienda es adecuada para vivir en ella. También se presiona para que cese la construcción de viviendas con estas deficiencias.
En estos momentos se trabaja para poner en marcha un laboratorio capaz de relalizar estos análisis en Novokuznetsk.
Este trabajo se traduce además en la formación de la opinión pública a través de los medios de comunicación, la instalación de piquetes informativos y diversas acciones civiles.
Los recursos materiales y técnicos de la ONG son un ordenador, una impresora, un xerox, un fax, una conexión a internet y una cuenta de correo electrónico.
Se cuenta con la ayuda y el apoyo de todos los miembros de Ecoline, Khotuleva M. V., de Moscú, de Yakovleva O. A., directora del centro de asesoría legal sobre temas de ecología Rodnik, también de Moscú, y de los miembros de InEcA de Novokuznetsk.
Además, la ONG Debemos proteger el futuro recibe la asistemcia de Fitin A. F., biólogo, director científico del Centro Científico de Toxicología Ecológica de Moscú, de Ketov A. A., catedrático de la Universidad Industrial Estatal de Perm, y de Yablokov A. B., representante de Derechos Humanos.
Con ayuda de la ONG, el edificio de la escuela para niños ciegos y deficientes visuales fue declarado no apto para su función; con el apoyo de un comité de ancianos y tras varias reuniones y acuerdos entre las partes, se propuso a la administración local el traslado de la escuela a un nuevo edificio.
El trabajo que desarrolla la ONG se ha enfrentado a numerosos problemas.
Siguiendo la resolución judicial del 10 de enero de 1995 sobre el realojo de los residentes, se ofreció el edificio de la calle Aviadores, 95, pero la construcción de éste no había sido completada todavía. Los miembros de la ONG se esforzaron como pudieron para que acabase de construirse y acondicionarse interiormente, a pesar de los problemas económicos. Con la ayuda del presupuesto del Gobierno Regional de Kemerovo, las obras finalizaron en febrero de 1995 y en septiembre los residentes estaban preparados para mudarse.
Pero aún así, en la contrucción de este edificio se usaron los mismos materiales constructivos tóxicos que habían sido prohibidos para uso residencial. En otras palabras, los nuevos pisos eran tan poco aptos para ser habitados como los anteriores. La situación se complicó porque en Rusia la inspección de las condiciones de salubridad de edificios residenciales es competencia exclusiva del cuerpo de inspectores al efecto, y la inspección oficial no confirmaba que el contenido de substancias peligrosas en el aire de las nuevas viviendas estuviese por encima de los límites. La ONG Debemos proteger el futuro relaciona este resultado favorable de la inspección oficial con un procedimiento analítico incorrecto y una interpretación de los resultados inadecuada. De hecho, un miembro de la ONG, Feoktistova A. I., técnico químico profesional, estaba presente en la toma de muestras de la inspección sanitaria oficial, y observó la violación de las técnicas y protocolos establecidos para la toma de dichas muestras. La ONG no cree que puedan ser casuales los errores metodológicos ni la incorrección de los resultados, más bien los considera producto de la presión ejercida sobre los inspectores por las organizaciones de empresas constructoras, que continúan utilizando los mismos materiales tóxicos o similares en la construcción.
Con la ayuda de Khotuleva, de la ONG Ecolin, se organizó una inspección para el reconocimiento del aire de los nuevos pisos, cuya financiación se asignó por decisión judicial a la Corporación del Acero de Siberia Occidental. Durante dos años, la ONG Debemos proteger el futuro ha presionado a dicha corporación responsable para que pagase. Se ha recurrido al Alcalde de Novokuznetsk y al Gobernador de la región de Kemerovo, pero el problema de los habitantes de la calle Aviadores, 95 no ha sido resuelto todavía.
En 2000, Debemos proteger el futuro recurrió al Presidente de Rusia y al Gobernador de la Región de Kemerovo.
En 2003 se hizo otro examen del edificio, que confirmó la violación de los límites oficiales. La causa penal relativa al edificio de la calle Aviadores, 95 se reabrió.
En 2004 se emitió la sentencia y se comenzó el realojo de los residentes en pisos nuevos.
En 2000, Debemos proteger el futuro determinó que la salubridad de la escuela para niños ciegos y deficientes visuales no garantizaba los mínimos exigibles, y como resultado de su trabajo, en 2003 se consiguión un nuevo edificio para la escuela.
El cumplimiento de la sentencia judicial permitirá que 90 familias soliciten el realojo en pisos adecuados.
La ONG también asesora a las empresas que intervienen en el intercambio, compra y venta de pisos y a habitantes de otras ciudades de la Región de Kemerovo, como Kisselevsk, Prokopievsk, Ossinniki... que viven en casas no habitables.
A nuestra iniciativa se han hecho análisis en los edificios de las calles Aviadores, 95, 91, 69, 63, 65, 61, Kosigin 13 y Chernishov, 2. El laboratorio independiente del Instituto Científico de Investigaciones (NIHFI) de Novokuznetsk repitió las pruebas y confirmó los resultados.
En marzo de 1995 se organizó y llevó a cabo una concentración delante del edificio del Gobierno de Novokuznetsk, con el objetivo de poner fin a la asignación de inquilinos para los edificios no habitables.
El Presidente de Rusia y el Gobernador de la Región de Kemerovo saben de la construcción de dichos edificios; una comisión especial del Gobernador estudia el realojo bajo el control del Presidente, pero la construcción de viviendas insalubres continúa. Por ello se han reunido unas 15.000 firmas dirigidas al Presidente para que ponga freno a la construcción con materiales tóxicos de dichas viviendas. Este llamamiento se ha difundido a través de los medios de comunicación y de internet.
Se abrió la causa penal y se ordenó una inspección en la calle Aviadores, 95. Tras llevarse a cabo, se emitió sentencia y comenzó el realojo de los vecinos.
La directora de la ONG Debemos proteger el futuro, Shipulina Tatyana fue condecorada con la medalla «A la Fe y el Bien» por su actividad en el tema de la salubridad de los edificios residenciales.
Se consiguió apoyo financiero procedente de los siguientes fondos: ISAR/AID (ayuda puntual de 500 dólares estadounidenses) para una revisión de substancias nocivas en los materiales constructivos; Milliokontact OOST-EUOROPA (2.200 dólares) para la visita de la abogada de Moscú y para el proceso judicial del edificio de la calle Aviadores, 95; IPF SCISC (1.000 dólares) para apoyo técnico y organizativo.
Para la consecución de los objetivos fueron también necesarios los fondos personales y el trabajo voluntario de los miembros de la ONG; en total 25.000 rublos, de los cuales 15.000 los aportó Shipulina T. V.
Además se contó con el apoyo de Yakovleva O. A., abogada de Moscú, de Khotuleva M. V., directora de la ONG Ecolint, también de Moscú, de los empleados de InEkA de Novokuznetsk y de Bezdenezhnih O. A., coordinador de IPF SCISC de Novossibirsk.
Los habitantes de Novokuznetsk también apoyan a la ONG Debemos proteger el futuro. Colaboran en los piquetes informativos junto al edificio del Ayuntamiento de la ciudad y en la recogida de firmas pertenecíara las reclamaciones al Presidente de Rusia y al Gobernador de la Región de Kemerovo.
Actualmente, la ONG está estableciendo contactos con La administración local de Novokuznetsk para resolver el problema de la toxicidad y peligrosidad de los edificios residenciales para la salud de sus habitantes.
Así, entre el 4 y el 6 de abril de 1997, Shipulina Tatyana, líder del grupo de inquilinos afectados de la calle Mir, 40, mientras tomaba parte en el seminario «Organización y desarrollo de ONGs ecologistas» (prof. V. Yakimets), se convenció de la necesidad de crear una ONG que se enfrentase a los problemas que plantea en Novokuznetsk la construcción de viviendas tóxicas. Hay detalles en el libro Organizaciones ambientalistas en Rusia: status y problemas de desarrollo (páginas 100-102). El 14 de julio de 1997 el grupo inicial se registró en el Departamento de Justicia de la región de Kemerovo, como ONG denominada Debemos proteger el futuro.
Entre el 25 y el 27 de abril de 1998, se celebró en Moscú la Conferencia Internacional «Derecho ecológico de protección del interés público», organizada por Ecojuris. El trabajo de Debemos proteger el futuro sirvió de ejemplo. Se sumunistró información a los residentes en casas construídas con materiales con fenol en Moscú, y su utilización fue prohibida. Shipulina Tatyana recopiló información relativa y resolvió la financiación de la revisión judicial, que confirmó la presencia de materiales de construcción nocivos que desprenden sustancias tóxicas para los humanos. La conclusión de la revisión apoya la propuesta de prohibir la contrucción de viviendas con estos materiales.
Shipulina T. V. tomó parte, además, en el seminario «Relaciones públicas para ecologistas» en Novossibirsk, durante diciembre de 1999 y enero de 2000. Este seminario le sirvió a la hora de recoger las firmas para reclamar al Presidente de Rusia y al Gobernador de la Región de Kemerovo el cese de la construcción de viviendas tóxicas.
En 2000 T. Shipulina estudió en el Centro para el Desarrollo de la Democracia y los Derechos Humanos de San Petersburgo, participando en el seminario «Organización de actividades en ONGs para la defensa del interés público». Esta experiencia fue útil en los juicios tanto de causas civiles como penales.
Actualmente la organización trabaja en contacto con científicos de la Universidad Industrial Estatal de Perm con el objetivo de poner freno a la utilización de materiales con penopoliestirol-fenopoliestirol como aislamiento de muros de edificios residenciales.
La ONG Debemos proteger el futuro promueve la solución de este problema a través de la formación de la opinión pública, utilizando la ayuda de otros organismos públicos y de diferentes fondos.
| Año | ISAR/AID | Miliukontakt OOST-EUROPA | IPF SCISC | Open Society |
| 1997 | 0,5% | 5% | - | - |
| 1998 | - | - | - | - |
| 1999 | - | 5% | - | - |
| 2000 | - | 5% | 2% | - |
| 2001 | - | - | 2% | - |
| 2002 | - | - | - | 15% |
| 2003 | - | - | - | 15% |
Pokrovskaya Sasha (15 agosto 2003) «En una casa natural, las paredes... matan?», Semanario "Pyatnitsa" de Perm, no. 14, pág. 1
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Stakhovich M. (4 febrero 1999) «La ley que carece completamente de una reflexión sobre el bosque denso», Kuznetski Rabochi, no. 24,
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