Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas
patrocinado por Dubai en 2004, y catalogada como
AWARD.
(Best Practices Database)
País/Estado — Argentina
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — continental
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno local; organización no gubernamental (ONG); organización de base comunitaria (OBC); institución académica o de investigación.
Categorías —
Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo.
Gestión ambiental: reducción de la contaminación; creación de zonas verdes en la ciudad; introducción de criterios ecológicos en el entorno urbano; higiene ambiental; sostenibilidad ecológica; gestión de recursos.
Ordenación territorial: planeamiento y calificación del suelo; sistemas de información geográfica (SIG)conservación de espacios libres; urbanización y desarrollo de suelo; igualdad de derechos de propiedad y herencia (especialmente para las mujeres).
Contacto Principal
Municipalidad de Rosario — gobierno local
Antonio Lattuca [lattucario@arnet.com.ar], Ingeniero Agrícola y Coordinador del Programa de Agricultura Urbana
C/Santa Fe, 638
Rosario (Santa Fe) 2000
Argentina
Tlf.: 54-341-480-2444 ext.110 ó 131
Tlf.: 54-341-438-6897
E-mail: agr_urb@rosario.gov.ar
cepar@arnet.com.ar
Organización Nominadora
Centro de Estudios de Producciones Agroecológicas — organización no gubernamental (ONG)
Raúl Terrile
Tucumán, 2668
Rosario (Santa Fe) 2000
Argentina
Tlf.: 54-341-4331736
E-mail: cepar@arnet.com.ar
Socio
Secretaría de Promoción Social, Municipalidad de Rosario — gobierno local
Pedro Pavicich [ppavici0@rosario.gov.ar]
C/Santa Fe, 638
Rosario (Santa Fe) 2000
Argentina
Tlf.: 54-341-480-2444
Colaboración administrativa.
Colaboración financiera.
Colaboración política.
Socio
Ñanderoga, chicos con desventajas sociales — organización de base comunitaria (OBC)
Custodio Lemos, Presidente
C/Vera Mujica, 595
Rosario (Santa Fe) 2000
Argentina
Tlf.: 54-341-439-5615
Colaboración financiera.
Colaboración técnica.
Colaboración Logística.
Socio
Programa Pro-Huerta del Instituto Nacional de Tecnología Agropercuaria Regional Santa Fe — institución académica o de investigación
Marta Rossini [intarroyo@arnet.com.ar], Coordinadora
C/San Martín, 528
Arroyo Seco (Santa Fe) 2128
Argentina
Colaboración financiera.
Colaboración técnica.
El Programa de Agricultura Urbana (PAU) de la ciudad de
Rosario, surgió a partir de la crisis económica sucedida en la
Argentina en diciembre de 2001 que en Rosario se manifestó con niveles
de pobreza del sesenta por ciento con el fin de responder a esta realidad con una
propuesta productiva.
El objetivo es promover un proceso de construcción de desarrollo
endógeno, a partir de estrategias participativas y formas solidarias
de producción, transformación, comercialización y consumo de alimentos
sanos.
Se pueden destacar los siguientes impactos:
- El reconocimiento de las familias pobres como actores en el
proceso favoreciendo así su propia inclusión. Especialmente las mujeres.
- La instalación y funcionamiento de 791 huertas comunitarias.
- La mejora del paisaje barrial urbano y las condiciones de vida
de sus habitantes.
- La vinculación directa de más de 10.000 familias a la
producción de hortalizas orgánicas, que supone al menos el auto
abastecimiento con verduras de 40.000 personas.
- La creación de un circuito de economía solidaria que incluye
342 grupos productivos. Cada grupo participa durante la semana en tres de
las ferias instaladas alcanzando ingresos equivalentes a 40 US$
mensuales como mínimo, llegando hasta 150 US$ (la línea de indigencia
es de 90 US$).
- La alta valoración social de la calidad de los productos que
se comercializan en las ferias y por todas las actividades del PAU
que lo legitima como actividad.
- El desarrollo de una planificación productiva para abastecer
además a comedores comunitarios y escolares en el marco de una red
social solidaria.
- La posibilidad de acceso a la tenencia segura de los terrenos
productivos por parte de los pobres urbanos.
- La institucionalización de la Agricultura Urbana (AU)
como política pública del gobierno local.
- Febrero de 2002 — Inicio del programa; momento que se inicia el
proceso.
- Setiembre de 2002 — Inicio de la primera feria semanal de
comercialización verduras donde las familias productoras acceden a un
espacio propio de comercialización.
- Noviembre de 2002 — Inicio del proyecto Optimización del Uso del
Suelo Vacante para la Agricultura Urbana, coordinado por el Programa de
Gestión Urbana de Naciones Unidas por el cual se avanzó hacia una
tenencia segura de los terrenos libres por parte de los grupos
productivos.
- Mayo de 2003 — Inauguración de la primera agroindustria social
urbana por la cual grupos organizados y capacitados pueden dar valor
agregado a su producción.
- Diciembre de 2003 — Inicio de una nueva gestión municipal y
sostenimiento del programa, hecho que posibilita profundizar los
alcances logrados.
En Rosario, desde los años ochenta, se viene produciendo el quiebre de
gran parte de las industrias y la desaparición de las pequeñas y
medianas empresas, importantes tomadoras de mano de obra. La zona
periurbana se transformó así en asentamientos irregulares, habitados
por familias desocupadas de la región y de inmigrantes de las
provincias del norte del país. Los mas afectados son las mujeres,
personas mayores y jóvenes con mayores desventajas de lograr trabajo
formal.
Las siguientes prioridades fueron establecidas entre la municipalidad
y las organizaciones responsables del PAU. En la ejecución de las
actividades se desarrolló un proceso participativo liderado por las
mujeres huerteras.
- Atender a la seguridad alimentaria de las familias pobres
urbanas de la ciudad a partir de la puesta en producción de los
terrenos vacantes y su tenencia segura.
- Establecer un sistema de producción de alimentos de rápido
crecimiento (hortalizas), que no creará dependencia de recursos, que
sea de fácil adopción por los pobres urbanos.
- Producir alimentos sanos de alto valor biológico, con el fin
de atender a la necesidad de vitaminas y minerales de las familias
pobres.
- Establecer un sistema de comercialización directa, ubicado en
espacios públicos en lugares estratégicos de la ciudad.
- Promover la sostenibilidad de la iniciativa a partir de la
institucionalización de la Agricultura Urbana como política pública.
Promover emprendimientos productivos de carácter comunitario que
atiendan a posibilitar la seguridad alimentaria de los pobres urbanos
a partir de la generación de ingresos genuinos, y mejorar el paisaje
barrial al transformar los terrenos baldíos en espacios productivos.
- El protagonismo de las familias productoras mediante un
proceso participativo de motivación, capacitación y acompañamiento
técnico en todas las etapas.
- La aplicación de tecnologías apropiadas y ecológicas que
posibilita lograr márgenes crecientes de libertad a través del
aprovechamiento productivo de los recursos disponibles y la
independencia de recursos externos.
- El trabajo integrado con organizaciones populares, institutos
de investigación y otras áreas municipales con las cuales se trabaja
de manera transdisciplinaria las prioridades establecidas.
- La incorporación de la AU como política pública.
Las metas han sido propuestas por los responsables del programa de AU.
Luego fijadas en talleres participativos con la población
beneficiaria. La ejecución de las actividades se realiza de manera
participativa con un fuerte protagonismo de las mujeres.
El programa de Agricultura Urbana constituye una alianza entre el
gobierno local que aporta recursos financieros, logísticos e
infraestructura, y las organizaciones como CEPAR,
Ñanderoga y Prohuerta que aportan recursos técnicos
especializados y sus vínculos con organismos de financiamiento
internacional.
Así ha sido importante la gestión del CEPAR en articular con
organismos de cooperación internacional para lograr financiamiento
extra para proyectos complementarios. Fue seleccionado por el
Programa de Gestión Urbana de Naciones Unidas para ejecutar el proyecto de
Optimización del uso del suelo urbano
por el cual se ha trabajado
en la regulación y la tenencia segura de los terrenos. De parte de una
ONG española (Organización andaluza por la paz (ASPA)) se logró
financiar la fabricación de herramientas.
La municipalidad aporta insumos, herramientas, infraestructura básica
para desarrollar el proceso de producción, transformación y
comercialización en ferias.
El Programa Nacional de Seguridad Alimentaria, Prohuerta aporta semillas.
La mayoría de los beneficiarios --el setenta por ciento-- reciben,
por cuatro horas diarios de trabajo, un subsidio por desempleo
equivalente a 52 US$ por mes, de parte del gobierno nacional.
- Conocimientos técnicos productivos por parte de los
beneficiarios: Dado que muchos de los desocupados provienen de otras
ramas de la economía (metalúrgica, construcción), se desarrolló un
plan de capacitación teórico práctico. Esta apoyado por asistencia
técnica en terreno por parte de los técnicos y promotores del programa
y organizaciones socias. La población participó masivamente, algunos
aportando sus conocimientos populares y cumpliendo un rol como
promotores y educadores hacia sus pares.
- Acceso a una tenencia segura de los terrenos por parte de las
familias productoras: En talleres participativos con los beneficiarios
se planteó la problemática, se delinearon estrategias y se acordaron
propuestas de regulación de los espacios públicos y privados. En otros
talleres realizados con las áreas municipales que se ocupan de
gestionar el suelo urbano (Direcciones de Planeamiento, Catastro,
Servicio de la Vivienda, Parques y Paseos) se analizaron las
propuestas y se elevaron al Concejo Deliberante para su legislación.
En consecuencia se elaboraron modelos de convenios de cesión que se
están practicando. Se inició con los espacios públicos de propiedad
del municipio y privados que manifestaron por nota la voluntad de
ceder su terreno. Queda por delante avanzar con la regulación de todos
los espacios en producción. Por su parte, docentes de la Facultad de
Arquitectura de la UNR elaboraron un relevamiento de espacios vacantes
para incorporar a una base GIS que servirá para una mejor gestión del
programa.
- Comercialización de los productos obtenidos en las huertas
comunitarias. Como hasta el año 2001 no existían mecanismos de ventas
en feria, fue necesaria instalarlas y validarlas por la población.
Aquí fue fundamental:
- El protagonismo de los grupos productivos con
la calidad de sus productos, su presentación y su continuidad.
- El
rol de la Municipalidad con la instalación, habilitación y
reconocimiento político.
- Los medios de comunicación con su difusión
y la población ejerciendo un consumo solidario y responsable.
- Cambio de escala de producción en función de los resultados
positivos de comercialización y la necesidad de atender a mayores
demandas de productos. Para atender a esta problemática se está
trabajando en varios frentes.
- La regulación de los terrenos y el
establecimiento de convenios con los grupos productivos con el fin de
brindar seguridad y una planificación a largo plazo (promovida por el
equipo técnico del programa de AU y los grupos productivos negociando
con los propietarios).
- Planificación productiva a corto plazo en
base a rotación de cultivos y escalonamiento para disponer de una
producción sostenida a lo largo del año. Desarrollado por los
técnicos, promotores, y familias productoras en base a capacitaciones
y asistencia en terreno.
- Mejoramiento de la condición de vida de los pobres urbanos a partir de
la producción de alimentos de alto valor biológico y la generación de
ingresos genuinos. También dado por el mejoramiento del paisaje
barrial al transformar potenciales basurales en espacios productivos.
Fuentes de verificación: Se han registrado en el Programa de AU 791
huerteras y 342 emprendedores feriantes. A través de encuestas se han
relevado los niveles de resultados económicos (entre 40 y 150 US$
mensuales) y un buen grado de satisfacción por los resultados
alcanzados.
- Mejoramiento de la condición y posición de las mujeres: A
través de una encuesta realizada en 400 huertas, se diagnosticó que
un 92% de las mujeres huerteras --62% del total de los trabajadores--
considera la huerta como su fuente de trabajo, y un 93% que mejora la
alimentación. El 70% de las mujeres cumple el rol de coordinadora de grupos
productivos, y el 50% logra por medio de este emprendimiento el
acceso a manejo de dinero.
- Acceso a una tenencia segura de los terrenos: se ha logrado en
el 2003 a partir del protagonismo de las familias productoras en
talleres definir en función de sus necesidades los criterios para
elaborar los instrumentos legales. En consecuencia se han elaborado y
sancionado las ordenanzas y convenios de cesión por parte del
ejecutivo y legislativo municipal. En el 2004 se han realizado diez
convenios y se prevé llegar al menos a cien.
- Valoración de los productos comercializados por parte de la
comunidad. Percibida por:
- Encuestas realizadas en las ferias a los consumidores,
quienes destacan la calidad de los productos por su mayor
sabor, conservación y presentación.
- Recepción una mayor demanda de los productos por parte
de grandes consumidores (fábrica de pastas, comedores
escolares).
- Solicitud de apertura de nuevas ferias en la ciudad.
- Cantidad de artículos en los medios de prensa local
destacando los alcances logrados por los emprendimientos
vinculados al programa.
Dada el nivel de pobreza e indigencia de los
beneficiarios, para su inicio fue necesario subsidiar el componente de
infraestructura e insumos, a todos los grupos hasta que alcanzaran un
nivel productivo que les permita reinvertir en su emprendimiento. Los
grupos están progresivamente alcanzando este nivel que les posibilita
disponer de capacidad de pago para la compra de los insumos y acceder
a sistemas de microcréditos.
El programa esta focalizado a beneficiar a
todos aquellos marginados de los sistemas formales de trabajo
(desocupados, mujeres, jóvenes, ancianos, discapacitados). Para el
caso de las mujeres se trabaja en forma conjunta con organizaciones
especializadas y el Área de la Mujer con la que cuenta la propia
Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad.
La inclusión de estos sectores al sistemas de ferias constituyó un
instrumento de mejora de su autoestima, valoración social de su
trabajo por parte de la sociedad. Son además, al estar las ferias en
lugares céntricos de la ciudad, un espacio de relacionamiento y de
reconocimiento por personas de otros niveles económicos de la
sociedad.
Se ha comprobado que los ingresos generados por los beneficiarios se
reinvierten luego en sus respectivos barrios movilizando así los
recursos en beneficio de otros pequeños comerciantes.
La mayoría de los beneficiarios del Programa provienen
de ciudades del norte del país, quienes conservan la cultura de sus
pueblos. Entre ellos existen descendientes de indígenas. Se promueve
el respeto por cada una de ellas. Se valoran y rescatan los saberes
populares de quienes poseen conocimientos aplicándolos a los sistemas
de cultivos. Está programado para el presente año una fiesta de
comidas presentadas por representantes de cada región migrante. Se
organizan también ferias de intercambio de semillas que cada uno posee
de sus lugares de origen.
Se ha promovido la agroecología como tecnología de
producción con el fin de no depender del uso de recursos externos
(insumos) y el aprovechamiento de los recursos locales (residuos para
elaborar abonos, etc.).
Las ferias constituyen el único lugar de la ciudad en la cual los
habitantes de la ciudad pueden acceder a verduras orgánicas.
Para los pobres constituyó un cambio de dieta al incorporar los
vegetales (sin pesticidas) a la misma.
- Que es posible construir políticas públicas inclusivas cuando
se brinda un espacio de participación real basado en: la confianza de
sus actores; la voluntad política del gobierno local de viabilizar las
propuestas; una convocatoria amplia a fin de sumar esfuerzos y
experiencias de cada organización e institución; el compromiso
conjunto (decisores políticos, técnicos, beneficiarios) por lograr el
objetivo final. De esta manera se han integrado mas de doscientas
organizaciones de base al Programa: la universidad, otras áreas
municipales, ONGs de apoyo técnico. Todas a partir de la ejecución de
proyectos específicos e interdisciplinarios.
- Que es posible generar emprendimientos productivos en
beneficios de los pobres urbanos, poniendo en circulación los
numerosos recursos ociosos que tienen las ciudades. (Ejemplos: el uso
productivo y regulado de los terrenos vacantes, el reciclaje de las
cañas y ramas disponibles para fabricar cercos, de los residuos para
elaborar abonos, de plantas silvestres para elaborar insecticidas). A
estos se suma las capacidades humanas para su manejo.
- Que los pobres urbanos son capaces de producir y vender
productos de excelente calidad y que es conveniente agregar valor a la
producción a través de la transformación de los mismos. Esta lección
se ha incorporado de la experiencia del Programa de
Verticalización (PROVE) de Brasil. De esta manera se ha prestado especial atención a
la calidad de los productos, su seguridad bromatológica y su
presentación para lograr una buena aceptación por parte de los
consumidores.
- Que es posible construir una economía inclusiva a partir de
relaciones directas entre productores y consumidores. Para lograrlo se
deben ejercer acciones tendientes a un consumo responsable, precios
justos y una articulación de actores con fines comunes (sindicatos,
gremios, comedores comunitarios, pequeños emprendedores). La
Secretaria de Promoción Social en consecuencia y con el fin de
promover este tipo de iniciativas creó recientemente la subsecretaría
de Economía Solidaria de la cual depende actualmente el Programa de
Agricultura Urbana.
En cuanto a los que se han beneficiado con la iniciativa, además de
las familias productoras y consumidores (individuos y centros
comunitarios), habría que agregar a otros actores como los
emprendedores de actividades relacionada a la Agricultura Urbana:
fabricantes de herramientas, de postes de cementos, de abonos, que
trabajan como proveedores de la AU.
Hay que tener en cuenta que la iniciativa cumple dos años y recién
ahora se pueden mostrar los impactos positivos de manera integral.
Hemos recibido la visita de numerosas ciudades para tomarla como
referencia. Entre ellas, la ciudad de Mar del Plata (Argentina) que
hasta el momento lo tiene planteado como un programa de Autoproducción
de Alimentos y programan para el presente año el cambio de escala con
el componente de comercialización a semejanza de la experiencia de
Rosario.
Otras ciudades argentinas que se han interesado en nuestra experiencia
son: Localidad de Moreno, 9 de Julio (Pcia. de Buenos Aires), Camilo
Aldao (Córdoba).
En Brasil al proyecto lo han tomado como modelo las ciudades de
Gobernador Valladares. En las de Porto Alegre, Santa María, Viamao,
Caxias do Sul se está desarrollando una asesoría para su adopción en
el marco del Programa Federal de Hambre Cero.
Para replicar la iniciativa por otras ciudades es importante a
nuestro entender tener en cuenta:
- Interesar a los decisores políticos, gobierno local para
aplicar el programa de AU en el marco de una estrategia de desarrollo
local integral. Convocatoria amplia de todos los sectores a
participar.
- La participación conjunta de gobierno local e institución
técnica de apoyo como responsable conjuntos de su aplicación.
- Anclaje en actores de base para su rápida adopción.
- Mecanismos de participación e involucramiento de las familias
productoras como partes del proceso.
- Acompañamiento a las familias productoras con el fin de
complementar el componente de capacitación y motivación.
- Desarrollar desde el principio estrategias de comercialización
directa.
- Institucionalización de la AU como política local con el fin
de brindar seguridad jurídica y sostenibilidad en el tiempo.
Asociado | 2002 (US$) | % del
presupuesto | 2003 (US$) | % del presupuesto |
CEPAR | 11.000 | 26 | 28.000 | 28 |
Municipalidad de Rosario | 24.000 | 57 | 66.000 | 65 |
Ñanderoga | 1.200 | 3 | 1.200 | 1 |
Pro-Huerta | 6.000 | 14 | 6.000 | 6 |
Presupuesto total
US$ | 42.200 | 101.200 |
- CEPAR. Propios en especies (movilidad, computadoras, técnicos) y
provenientes de financiamiento externo. Se recibieron fondos de la
ASPA para un emprendimiento de fabricación
de herramientas y del Programa de Gestión Urbana de Naciones
Unidas
para la ejecución del proyecto Optimización del uso del suelo vacante
para la AU.
- Municipalidad de Rosario. Fondos propios afectados a pago de personal,
infraestructura, insumos, instalación de ferias y su mantenimiento.
Construcción y equipamiento de agroindustria.
- Ñanderoga. Aporta en especies un Centro de Experimentación y
Capacitación.
- Programa Prohuerta INTA. Técnicos e insumos.
Diario La Capital (23 de diciembre de 2003) «Editorial
Sostener la Economía Solidaria», Diario La Capital, p. 2
Diario La Capital (2 de noviembre de 2003) «Editorial El
Valor de las Huertas», Diario La Capital, p. 2
Tessa, S. (octubre de 2003) «El Centro de Rosario recuperó
la tradición de la Feria», Revista Otras Voces, p. 8
Bifarello, M. (abril de 2003) «Se amplia el Programa
de Agricultura Urbana - Optimización del Uso del Suelo
Vacante», Revista Info Per --Plan Estratégico Rosario, Número 11; p.
2
Diario La Capital (17 de diciembre de 2002) «Procopio. Jornadas nacionales de
Agricultura - Rosario se convirtió en la ciudad líder de las Huertas
Urbanas», Diario La Capital, p. 12
Canepa. V. (noviembre de 2002) «La Feria de Verduras
inauguró y ya cosechó elogios», Diario El Eslabón, p. 20
Bilsky, Pablo (29 de septiembre de 2002) «Alegría en un
sábado de Feria», Diario El Ciudadano y la Región de Rosario, p. 6
Baraldi (25 de septiembre de 2002) «Arranca el sábado la
feria de verduras en Corrientes y el Río», Diario La Capital, p. 13
Roullier (30 de mayo de 2002) «Hay un crecimiento explosivo
de las huertas orgánica por la crisis», Diario La Capital,
Mariani S., Terrile R. (2002) Algunas estrategias de lucha
contra la inseguridad alimentaria
, En Módulo II Curso
Desarrollo Rural Humano y Agroecología. Año 2002.
CEPA-CET-CEAV-CLADES
Lattuca, Mariani ,Terrile (2002) «Agricultura Urbana
Orgánica: Una estrategia de desarrollo local para sectores de bajos
recursos», Revista Agricultura Urbana, Número 6