Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2002 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/02/bp570.html |
País/Estado — País
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — árida y semiáridacontinentaltropical y subtropical
Ámbito de la actuación — nacional
Agentes — organización no gubernamental (ONG)Categorías — Servicios sociales: educación. Gestión ambiental: creación de zonas verdes en la ciudad; introducción de criterios ecológicos en el entorno urbano; sostenibilidad ecológica; gestión de recursos. Infancia y adolescencia: educación y formación profesional, cuidado de día y cuidados fuera de horario escolar; programas ambientales dirigidos a los jóvenes; desarrollo de la capacidad de participación y del liderazgo en niños.
Pasaje Manuel Banegas 2837 - Barrio Colón - (5000) Córdoba - Argentina Teléfono y fax: (54) (351) 4553983E-mail: acude@onenet.com.ar
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Salta 1054, San Salvador de Jujuy Provincia de Jujuy, Argentina Teléfono: 0388 4224914 Fax: 0388 4227305E-mail: avesjuy@jujuy.com
Irigoyen esquina Santa Marta, Villa Cabecera, Lavalle Dpto. Lavalle, Provincia de Mendoza, Argentina Teléfono: 0261 4317869E-mail: muba@arnet.com.ar
Av. Los Pioneros 2800. Barrio Las Vertientes San Carlos de Bariloche, Provincia de Río Negro, Argentina Teléfono: 02944 441133 / 3158 / 3159E-mail: school@bariloche.com.ar
Figueroa Alcorta 318, Villa Allende Provincia de Córdoba, Argentina Teléfono: 03543 436181E-mail: german.castellanos@avina.netg
Supervisión Región Norte, Gutiérrez 384 Capital, Provincia de Mendoza, Argentina Teléfono: 0261 4232857Colaboración administrativa.
Chacabuco 1160 Córdoba, ArgentinaColaboración financiera.
Tagle 2828 Buenos Aires, ArgentinaColaboración financiera.
Rue de la Loi 20 Bruselas, BélgicaColaboración financiera.
Pizzurno 935 Buenos Aires, ArgentinaColaboración financiera.
Av. 9 de Julio 1925, Piso 17 Buenos Aires Teléfono: 08003333800Colaboración financiera.
Colaboración técnica.
El Programa Educar Forestando consiste en la capacitación en educación ambiental y forestal dirigida a docentes de nivel inicial y primario, aunque también participan de nivel medio, especial y ONGs. Desde 1990 es el Programa de educación ambiental más grande de Argentina, con 2.381 maestros capacitados; 95.200 alumnos y 97.500 familiares y vecinos involucrados; 822 instituciones que realizaron un vivero forestal, en 492 localidades y comunidades rurales de cuatro provincias (Córdoba, Jujuy, Mendoza y Río Negro); 508.407 árboles producidos en viveros escolares y 202.272 árboles plantados comunitariamente.
El objetivo del Programa es fortalecer valores en niños y docentes que permitan un desarrollo sostenible, a saber: respeto por la naturaleza, participación, tolerancia, solidaridad y visión de futuro. Esto estimula conductas cooperativas y se logra con éxito coordinando a las personas e instituciones en el trabajo para el bien común, sin distinciones políticas ni de género. Asimismo, permite canalizar conductas agresivas. Además, los árboles plantados satisfacen necesidades como las de leña, postes, sombra, fruta y protección de vientos.
La estrategia es contribuir al sistema educativo, alcanzando una gran escala a través de la capacitación docente, tomando al árbol como medio para concienciar y haciendo coincidir esto con el trabajo habitual de los docentes. Para ello, se imparte un curso de dos años que incluye visitas de asistencia técnica a las escuelas involucradas. Cuenta con libros para docentes y cuadernillos para niños.
En 1999 se inicia su transferencia a tres provincias de Argentina, comprobando que es perfectamente transferible a áreas geográficas distantes con culturas y ambientes diferentes.
Existe un empobrecimiento progresivo de numerosas localidades y comunidades rurales debido principalmente al incorrecto uso de los recursos naturales, que está regido por pautas culturales inadecuadas que es necesario revertir. Esto genera problemas ambientales como erosión, incendios, contaminación, caza indiscriminada, disminución de biodiversidad, mal uso del agua y deforestación.
Paralelamente, hay una crisis de valores en la comunidad que no propicia el desarrollo sostenible.
Generar una actitud de respeto, fortaleciendo los siguientes valores: respeto por la naturaleza, participación, tolerancia, solidaridad y visión de futuro.
Trabajar con niños, porque están en una etapa crítica de su formación, siendo muy receptivos. Además, ellos influyen notablemente en sus padres.
Trabajar en escuelas primarias, porque allí están los niños y poseen una distribución geográfica amplia.
Capacitar a los docentes, porque son la vía para llegar a los niños y porque son multiplicadores y agentes de cambio social.
Trabajar a gran escala, porque es necesario generar un cambio de conducta en el mayor número de personas, en el menor tiempo posible.
Capacitar a los docentes sobre la problemática ambiental y la producción y plantación de árboles, lo cual también podrán usar para enseñar contenidos curriculares.
Involucrar a la comunidad desde las escuelas.
Involucrar a supervisores y otras autoridades educativas.
Las prioridades, objetivos y estrategias fueron fruto de la maduración del equipo de trabajo, en base a experiencia y errores, intercambiando observaciones, inquietudes y logros con docentes y niños.
Entre 1985 y 1989 trabajó ad honorem, lo que permitió generar un know how y formar recursos humanos en los que se basó el Programa Educar Forestando. Además, se contó con experiencia en vivero de dos de sus miembros.
Los recursos financieros fueron movilizados con dedicación de tiempo, dinero, empeño y convencimiento. Al inicio del Programa (1990-1994), los recursos se consiguieron gracias a la asociación con la Fundación Banco de Córdoba, cuyos contactos permitieron el apoyo del gobierno provincial.
Luego apoyaron económicamente las siguientes instituciones: Comunidad Europea; Embajadas de Canadá, Real de los Países Bajos, Australia y Alemania; Ministerio de Educación de la Nación; Fundaciones AVINA, Banco Provincia de Córdoba, Juan Minetti, ARCOR, InterAmerican y Desarrollo del Este Cordobés; Municipalidades de General Deheza, General Cabrera, Carnerillo, Villa del Rosario, Villa Allende, Malagueño, Marcos Juárez; Cooperativas Agrícola Regional y COTAGRO de General Cabrera; Sindicato Petrolero de Córdoba, y empresas como Tarjeta Nevada, Muebles Platinum y Unifón. Lo conseguido en efectivo superó los $1.260.000.
Esto permitió consolidar un equipo profesional que contó con entre tres y siete personas, dedicado a la docencia, planificación y elaboración de materiales pedagógicos. Su trabajo movilizó un promedio anual de 325 docentes, 25.000 alumnos y 150 escuelas.
La obtención de recursos económicos es un problema aún sin resolver. No está asumida por la sociedad la necesidad de apoyar económicamente a proyectos que aporten a la educación y a la formación de valores. Por ello, a la hora de buscar recursos para iniciativas innovadoras como ésta, existen dificultades. Se han acortado de tres a dos años la capacitación y la formación para reducir costos (y se hará aún más). Se está analizando la incorporación de nuevas tecnologías virtuales para el desarrollo de la iniciativa.
La existencia de docentes relajados en un sistema educativo laxo fue un problema que se resolvió planteando los requisitos de aprobación con gran detalle y haciéndolos cumplir; insistiendo en la condición de becarios de los alumnos, lo que ayuda a que valoren la capacitación que se les brinda, que es gratuita y voluntaria; a su vez, los docentes valoraron la seriedad del trabajo y lo asumieron también de esa forma.
El problema de cómo llegar a miles de niños se resolvió trabajado con sus docentes y elaborando publicaciones infantiles (hasta el momento se han impreso cerca de un millón de ejemplares).
No se ha resuelto en parte el cómo llegar a miles de padres y familiares. Son convocados por los docentes a participar de las actividades prácticas, como la plantación de árboles. También participan a través de una página en las publicaciones infantiles en la que deben expresar su opinión sobre el tema ambiental abordado.
Hay falta de interés por parte de algunas autoridades políticas, lo cual impide la institucionalización de la propuesta.
La movilidad de docentes, directivos y supervisores, por jubilación, cambio de lugar o deserción se soluciona con nuevos interesados.
El Programa se desarrolló en 822 instituciones educativas ubicadas en 492 localidades y comunidades rurales de cuatro provincias. Con esta amplia cobertura, se promovió la coordinación de los docentes con los padres de los alumnos y vecinos de las escuelas, especialmente a través de las acciones concretas de plantación y producción de árboles. Se estiman en 97.500 los padres y vecinos involucrados.
Se ha promovido que las escuelas organicen la planificación y ejecución de acciones con al menos otra organización de la comunidad, como municipalidad, comuna, centro vecinal, centro de jubilados, bomberos, ONGs, otras escuelas, medios de comunicación locales, policía.
Las organizaciones que actuaron como referentes locales en Jujuy, Mendoza y Río Negro participan en el desarrollo local del Programa y en la búsqueda de fondos.
El Proyecto es sostenible tras el apoyo financiero para impartir la capacitación, ya que su continuidad no depende de recursos económicos sino del compromiso de los docentes, el cual se fomenta a lo largo del proyecto. El Programa no solamente puede continuar en la escuela sino también crecer, ya que numerosos maestros tienen una actitud activa para multiplicar la experiencia fuera de la escuela y coordinarse con otras instituciones de la sociedad.
Además, el sistema educativo tiene la gran ventaja de ser un sistema estable con financiación asegurada.
También es importante en la sostenibilidad del proyecto su institucionalización, al ser incorporada en el Proyecto Educativo Institucional de cada escuela.
Por otra parte, el Programa es de inclusión total, ya que cualquier miembro de la comunidad puede participar junto a niños y docentes en las actividades.
Con relación a la presencia de la mujer, tanto en niños y familiares que participan, es alrededor del 50%, mientras que el porcentaje de mujeres en el conjunto de los docentes capacitados supera el 90%. Cabe mencionar que en algunos casos la participación en el Programa ayudó a su reconocimiento y posicionamiento en la comunidad como referentes en el tema ambiental.
Otro aspecto es el nivel socioeconómico de las escuelas involucradas: 60% bajo, 35% medio, 5% medio-alto, siendo su éxito transversal a distintas clases sociales. Además, se han realizado numerosas actividades conjuntas entre escuelas comunes e instituciones para discapacitados.
También existen cambios en las pautas culturales de consumo y de uso de los recursos naturales. Se promueve la forestación y aumenta su supervivencia (el porcentaje de supervivencia de los árboles plantados por los niños y en forma comunitaria ronda el 85%). También se instala la necesidad del uso racional del agua, la prevención de los incendios rurales, y la disposición correcta de los residuos incluyendo su reutilización.
Es fundamental considerar a los docentes como "socios" en la tarea de generar en los niños una actitud de respeto hacia la naturaleza y las personas.
Si se trabaja seriamente y se cumple lo prometido, los docentes respetan y trabajan denodadamente.
Es importante observar personalmente el trabajo en cada institución lo que motiva notablemente a docentes y niños.
Es necesario tener mayor presencia en los medios de comunicación; esto ayuda a introducir el tema en la sociedad y conseguir patrocinadores.
Es posible que un pequeño equipo, trabajando sistematizadamente, pueda generar cambios de conducta a corto plazo en un gran número de personas.
Es factible desde la escuela, con el trabajo de maestros y alumnos, lograr modificar pautas culturales inadecuadas.
Se ha verificado la validez de trabajar con seres vivos, y en especial con el árbol, como medio para sensibilizar, lo cual da resultados a la hora de generar cambios de conducta. Además, el árbol permite desarrollar la visión de futuro y establecer vínculos entre el niño y el ambiente, entre los niños, entre los docentes, entre la escuela y la comunidad.
Al menos mil de los docentes que han sido ya capacitados influye diariamente en unos 20 niños, quienes inciden sobre otros 20.000 familiares, logrando un impacto importante, y sin mediar presencia de ACUDE.
Además, en el caso de Jujuy, la experiencia es multiplicada en esa Provincia por un grupo docentes quienes ya imparten el curso a otros docentes de forma voluntaria.
En 1992 se viajó a Ecuador y Perú para visitar programas que hicieran educación ambiental y forestal en gran escala. Existía la necesidad de intercambiar experiencias, ya que en Argentina no había ningún otro proyecto de envergadura. A partir de esto decidió incorporar un trabajo de modo sistemático con la comunidad.
En 1999 se inició la multiplicación del Programa a la Provincia de Jujuy, a 1.500 km al norte de Córdoba y con una cultura andina. El objetivo era transmitir la experiencia a organizaciones locales y a docentes, y así promover que éstos se organizasen; se trabajó con la Fundación AVES, que ya está impartiendo el Programa a otros docentes de Jujuy. En el año 2000 se continuó con la Provincia de Mendoza, a 700 km al oeste, árida y culturalmente similar a Córdoba, con la Fundación Solidaridad; también con la Fundación Educativa Woodvilley en la Provincia de Río Negro, a unos 2.500 km al sur, ambientalmente distinta a todas las áreas trabajadas anteriormente por las bajas temperaturas y culturalmente influenciada por una enorme inmigración urbana de otros sitios del país. La experiencia demostró que el Programa es perfectamente reproducible en áreas geográficas distantes con culturas y ambientes diferentes, tanto urbanos como rurales.
Para facilitar la réplica se ha elaborado un "Manual de transferencia". Esto se suma a los tres libros para docentes y los siete cuadernillos para niños ya editados (algunos adaptados a los ecosistemas distintos en los que se ha trabajado). Además, se ha acortado el pperiodo de formación y de transferencia para reducir costos y poder reproducir la experiencia a mayor escala.
Se está analizando incorporar las nuevas tecnologías virtuales.
Se tiene la plena disposición a transmitir toda la experiencia acumulada.
El Programa tiene una metodología que:
Diario El Cordillerano (10-77-2001) «Testimonios de una experiencia vital», Diario El Cordillerano, pp. 8 y 9; San Carlos de Bariloche, Río Negro
Guillén, Oscar (2-9-2000) «El desarrollo de valores a través de la forestación», Diario UNO, p. 11; Mendoza
Diario Pregón (23-11-1999) «Avanza el Programa Educar Forestando», Diario Pregón, San Salvador de Jujuy, Jujuy
Henestrosa, Guadalupe (26-9-1999) «Verde que te quiero verde», Revista Nueva, 428; p. 54; Buenos Aires
Brondo, Hector (27-9-1998) «Crecer desde el pie», Diario La Voz del Interior, Suplemento Temas, Sección F; p. 3; Córdoba
Tognarelli, Sergio (3-11-1997) «Los viveros escolares educan a 30.000 niños junto al ambiente», Diario La Mañana de Córdoba, p. 15; Córdoba
(9-2-1996) «Financiación europea para la educación forestal», Diario La Voz del Interior, Sección C; p. 8; Córdoba
Revista Gente (23-5-1996) «Ecología», Revista Gente, 1609 (año XXX); p. 97; Buenos Aires
Finoli, Horacio (31-10-1993) «Gracias por el verde», Revista Noticias, 879 (año XV); p. 142; Buenos Aires
Diario La Voz del Interior (28-11-1992) «Campaña de Forestación a través de las escuelas primarias», Diario La Voz del Interior, Semanario del Interior; p. 27; Córdoba
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2002 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/02/bp570.html |