Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2002 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu02/bp554.html |
Fecha de referencia: 26-06-2002
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2002, y catalogada como BEST.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Brasil
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: alta meseta
Ámbito de la actuación: ciudad
Instituciones: gobierno local, agencia internacional multilateral,
organización no gubernamental (ONG)
Categorías = Igualdad y equidad de género: acceso a los recursos;
funciones y cometidos por razón del género; necesidades por razón
del género; eliminación de trabas a la igualdad de género
(medidas de discriminación positiva); integración. Erradicación
de la pobreza: acceso a créditos; generación de ingresos;
creación de puestos de trabajo; formación profesional. Buena
gestión urbana: recursos humanos y formación de dirigentes;
apertura y transparencia; fomento de la colaboración pública y
privada; gestión y administración públicas; políticas públicas;
movilización de recursos.
Contacto principal:
Joao Avamileno
Municipalidad de Santo Andre
Praca IV Centenario, 1 - 1 andar
Santo André, São Paolo 09015-080
Brazil
Tel: (5511) 4433-0614/ 55 (5511) 4433-0528
Fax: (5511) 4433-215
e-mail: tfmjoares@santoandre.sp.gov.br
plsouza@santoandre.sp.gov.br
Gobierno local
Organización nominadora:
Caixa Economica Federal
Avenida Industrial, 600 - sala 101
Santo André, São Paolo 09080-511
Brazil
Tel/fax: (5511) 4979-5344
e-mail: elaine.mascarenhas@caixa.gov.br
Socio:
Comisión Europea
Joel Felipe/
Jean Claude Buchet
Praca IV Centenario, 1 - 5 andar
Santo André, São Paolo 09015-080
Brazil
Tel: (5511) 4433-0418
Agencia Internacional (Multilateral)
Colaboración financiera, técnica y administrativa
Socio:
Programa de Asentamientos Humanos de las Naciones Unidas
UN-HABITAT
Yves Cabannes
Programa de Gestión Urbana (Urban Management Program,
UMP)
Casilla 17-01-2505
García Moreno, 120, Mejia
Quito, Ecuador
Tel: (593-2) 282-361
Agencia Internacional (Multilateral)
Colaboración financiera
Socio:
ABC Instituto para la Gestión y la Ciudadanía
Ivone de Santana
Rua Santo Andre, 536
Santo André, São Paolo 09020-230
Brazil
Tel: (5511) 4436-7483
Organización No Gubernamental ONG
Colaboración técnica y Administrativa
Otros socios:
Socio:
Instituto de Estudios Especiales (IEE)
Universidad Católica de San Pablo (PUC-SP)
Mariangela Belfiore Wanderley
Rua Ministro Godoy, 1231
Sao Paulo, Sao Paulo 05015-001
Brazil
Tel/Fax: (55 11) 3871-4429
Institución académica/ de investigación.
Socio:
Secretariado Especial para el Desarrollo Urbano
(SEDU)
Ovidio Antonio de Angelis
Esplanada dos Ministerios, Bloco A
Brasilia, Distrito Federal 70054-900
Brazil
Tel/Fax: (55 61) 411-2128
Gobierno central
Socio:
Ministerio de Salud
Jose Serra
Esplanada dos Ministerios - Bloco G - 5 andar
Brasilia, Distrito Federal 70058-900
Brazil
Tel: (55 61) 315-2392 Fax: (55 61) 224-8747
Gobierno central
Socio:
Caixa Economica Federal
Elaine Mascarenhas
Av. Industrial, 600 - sala 101
Santo Andre, Sao Paulo 09080-511
Brazil
Tel/Fax: (55 11) 4979-5344
Gobierno central
Socio:
Secretariado Estatal para la Asistencia Social y el
Desarrollo
Nelson Guimaraes Proenca
Rua Bela Cintra, 1032 - 11 andar
Sao Paulo, Sao Paulo 01415-000
Brazil
Tel/Fax: (55 11) 3218-3000
Otros (Gobierno Estatal)
Socio:
Núcleo para la Seguridad Social y la Asistencia
Universidad Católica de Sao Paulo (PUC-SP)
Aldaiza Sposati
Rua Monte Alegre, 984 - 4 andar
Sao Paulo, Sao Paulo 05015-000
Brazil
Tel/Fax: (55 11) 3670-8512
Institución académica/ de investigación
Socio:
Instituto Brasileño para la Administración Municipal
(IBAM)
Maria Veloso
Largo IBAM, n 1 - Humaita
Rio de Janeiro, Rio de Janeiro 22271-070
Brazil
Tel.: (55 21) 537-7595 Fax: (55 21) 537-1262
Organización No Gubernamental
El Programa se basa en la idea de que la exclusión social tiene
un carácter multidimensional, lo cual implica que existen
factores económicos, sociales, urbanos, culturales y políticos
articulados entre sí y que se refuerzan mutuamente.
Por tanto, para hacer frente a la cuestión de la exclusión social
se requiere una estrategia que abarque iguamente todos los
aspectos del problema, para lo cual se ha establecido un proceso
que parte de la definición de los programas de intervención y
de una gestión de tipo matricial, y que concluye en la
realización de una serie de actividades conectadas entre sí que
fomenten las posibilidades de inclusión social de las familias
de la comunidad. Los programas de intervención se han definido
teniendo en cuenta tanto las dimensiones urbanas como económicas
y sociales del problema y pretende, en efecto, ir más allá del
aspecto material, puesto que se considera que tan importante como
los factores anteriores es el fomentar la autoestima, la
sensación de formar parte de la comunidad y la conciencia del
género y de la ciudadanía.
Además, el programa de Género y Ciudadanía, integrado en el PIIS,
parte de la consideración de que las diferencias de género
conducen habitualmente a conflictos y violencia en las relaciones
sociales y afectivas, dado que hombres y mujeres viven de forma
muy diferente su relación con la casa y con la sociedad. Es por
esto que la propuesta intenta, por una parte, fomentar la
conciencia del propio género, haciendo explícitas las diferencias
biológicas, psicológicas, culturales y sociales entre sexos, y
por otra, estimular el desarrollo y la experiencia colectiva de
nuevas conductas y medidas institucionales que ayuden a reducir
los conflictos existentes. Consecuentemente, el Programa de
Género y Ciudadanía ha resultado fundamental en el
fortalecimiento del papel de la mujer en los procesos de toma de
decisiones y en las relaciones familiares, tanto en el ámbito de
la comunidad y como en el de la ciudad.
Finalmente, cabe destacar que el Programa Integrado para la Inclusión Social ha beneficiado a unas 3.600 familias, mejorando su calidad de vida y su capacidad de acceder a los servicios sociales, a la oferta laboral y a los recursos económicos, y favoreciendo especialmente la posibilidad de alcanzar sus derechos como ciudadanos. En lo referente a la gestión, el éxito principal del Programa ha sido la integración intra e interinstitucional, que ha contribuido a la consolidación de esta metodología de trabajo y a la colaboración entre los distintos equipos, aumentando consecuentemente la eficacia de la intervención.
Situación previa a la iniciativa
La ciudad de Santo André está situada al suroeste del área
metropolitana de São Paulo, en Brasil y según el censo del año
2000, tiene unos 648.433 habitantes.
Desde el punto de vista económico, Santo André está atravesando
un período de transformación de su pasado industrial al momento
actual, en el que se combinan las actividades de algunas de las
viejas industrias con un sector terciario (comercio y servicios)
en expansión. A pesar de que la ciudad presenta unos indicadores
de nivel de vida razonables, también en ella se reproduce la
constante de la sociedad brasileña respecto al gran contraste
entre los segmentos ricos y pobres de la población. La exclusión
social, heredada del modelo de desarrollo del Brasil de los años
ochenta y noventa, afecta aún a Santo André, donde el 16% de la
población viven en asentamientos marginales y el 6% de las
familias tiene una renta per cápita inferior a 40 dólares EEUU.
En el período 1997-2000, el Gobierno de Santo André elaboró el
PIIS basándose en un proyecto piloto que abarcaba cuatro
áreas marginales (Tamarutaca, Sacadura Cabral, Quilombo II y
Capuava) y que afectaba a un 20% de la población, es decir, a un
total de unas 16.000 personas.
Algunos de los datos de la situación de partida son:
Establecimiento de prioridades
En 1997 el gobierno local definió la inclusión social como una
prioridad principal en la política municipal. Para afrontarlo,
estableció un nuevo enfoque en la gestión de los programas
sociales, seguido de una acción conjunta entre los programas de
cuatro áreas de la ciudad que presentaban graves indicadores de
exclusión social. Los trabajos comenzaron en noviembre de 1998,
con el objetivo de proporcionar a esas zonas marginales nuevas
infraestructuras, mejoras en las viviendas, atención sanitaria
y nuevas actividades que generasen a su vez ingresos y puestos
de trabajo. Para la definición de estas últimas, los criterios
adoptados fueron principalmente un proceso de urbanización global
y apoyo económico para su desarrollo. Además, se organizaron
talleres sobre género y ciudadanía en los que participaron
miembros de los equipos de trabajo de cada uno de los programas,
con el objetivo de incluir ambos temas como conceptos principales
en el funcionamiento de los servicios públicos.
Formulación de objetivos y estrategias
El Programa Integrado para la Inclusión Social tiene como
objetivo fundamental el desarrollo de una estrategia sostenible
de inclusión social aplicable a áreas urbanas marcadas por
procesos de exclusión, mediante la cual se consiga aumentar la
capacidad de las familias de alcanzar su propia autonomía.
Por otra parte, el programa de Género y Ciudadanía se centra en
fomentar la conciencia ciudadana acerca de los problemas de
género, de la violencia doméstica y sexual, y de la planificación
familiar mediante la creación de unos talleres periódicos en los
que participen de igual forma los miembros del programa y los
propios residentes de la comunidad, tanto hombres como mujeres.
Para materializar estos objetivos, la estrategia seguida se basa
en una combinación de actividades y recursos públicos en una
misma área geográfica, aumentando de esta forma la capacidad de
los fondos públicos para conseguir la transición de la exclusión
a la inclusión social gracias a la participación continua de la
comunidad en la toma de decisiones y en el proceso de desarrollo.
En definitiva, la acción experimental del Programa de Género y
Ciudadanía pretende fomentar la inclusión social aumentando la
participación de hombres y mujeres en programas enfocados hacia
tres dimensiones: la urbana, la económica y la social.
Movilización de recursos
Los recursos financieros para la realización del PIIS
proceden de tres fuentes fundamentales: por una parte, del
Presupuesto Municipal, que aportó una totalidad de 2.4 millones
de dólares EEUU (51% del total), de la Comisión Europea (0,8
millones de EEUU, 23,8%), del Gobierno Central mediante el
Banco Inter-Americano de Desarrollo (IADB) y la
Caixa Económica Federal ( 2,1 millones de EEUU, 23,7%), lo
cual suma un total de 5,3 millones de dólares EEUU repartidos en
las cuatro áreas marginales y destinadas a infraestructuras y
equipamientos.
La financiación del programa de Género y Ciudadanía procede en
su totalidad de la Comisión Europea.
Los recursos técnicos (personal del Ayuntamiento de Santo André
y de las instituciones colaboradoras) han aumentado notablemente
gracias a un diálogo continuado con las universidades, con las
agencias internacionales y con las ONGs locales, mientras
que los recursos humanos proceden en parte de la unión de
diversos equipos dependientes del Ayuntamiento de Santo André y
en parte del propio desarrollo del método de trabajo del
Programa. Además de sustentar las decisiones del cuadro
directivo, la estructura de tipo matricial del PIIS ha permitido
la creación de ONGs, movimientos sociales y otras
organizaciones para la realización de actividades, y la
participación de la comunidad se produce tanto en los foros de
toma de decisiones, como en la contratación de vecinos para el
desarrollo de algunos programas.
El programa de Género y Ciudadanía es el resultado de un acuerdo
de colaboración entre el Ayuntamiento de San André y el
Centro de Estudios de Salud(CES), asociación que
forma la base sobre la cual trabajan los expertos en género y
salud bajo la supervisión municipal.
Proceso
Una vez definidos los objetivos, la estrategia global y el diseño
preliminar del PIIS, los principales retos que se
plantearon fueron, por una parte, la escasa conexión entre los
distintos programas de índole pública, y por otra parte el bajo
nivel de ocupación de la comunidad.
Durante el proceso de realización del Programa de Género y
Ciudadanía salió a la luz el hecho de que la mayoría de los
programas específicos desarrollados hasta el momento no habían
tenido en cuenta la cuestión del género al llevar a cabo sus
correspondientes actividades, lo cual subrayaba la urgente
necesidad de concienciar tanto a los directores como a los
miembros de los grupos de trabajo sobre esta cuestión, con el
objetivo de efectuar una reorientación adecuada de las acciones.
Con el fin de superar las limitaciones de los tradicionales
enfoques sectoriales, probablemente causantes de la indeseada
situación de exclusión social, se definió un nuevo tipo de
organización matricial como forma de coordinación intersectorial
del programa, compuesta por todos los secretarios municipales
implicados en el programa y apoyada a su vez por una unidad de
coordinación técnica de carácter igualmente intersectorial. Por
último, en cada una de las áreas marginales en vías de desarrollo
se establecieron equipos de trabajo locales con cometidos de tipo
operacional y de activación de los programas, con el objetivo de
conseguir que los participantes, tanto gubernamentales como no
gubernamentales, se involucraran en el proyecto y de fomentar la
participación de la comunidad en el mismo.
El mayor desafío fue, como se ha citado previamente, el de actuar
en una sociedad culturalmente tendente a abordar los problemas
de los ciudadanos de un modo compartimentado. Las estrategias
seguidas para superar esta situación pueden resumirse en una
política de superación de barreras a la integración en el mismo
momento en que sean localizadas, una propuesta de planeamiento
estratégico construido colectivamente y una evaluación
sistemática de cada una de las fases del Programa.
En el ámbito del Programa de Género y Ciudadanía, las acciones
se basaron fundamentalmente en la asociación con el Programa
Municipal de Renta Mínima, de forma que fuera posible una acción
económica directa sobre las familias. Con el desarrollo del
programa, y según las actividades fueros adaptándose y cambiando
al ritmo de la comunidad, el Programa evolucionó progresivamente
hasta proponer una perspectiva radicalmente diferente a la del
resto de programas dependientes del PIIS, especialmente en
lo referente a vivienda, salud, iniciativa empresarial popular,
microcréditos y organización de cooperativas.
La gestión y el desarrollo de los programas locales ha sido
realizada bien directamente por el Ayuntamiento correspondiente
o bien mediante asociaciones con organizaciones filantrópicas no
gubernamentales. Por otra parte, la Comunidad misma ha
participado activamente en ambos procesos, ya que los agentes
encargados de las áreas de salud, recogida de residuos urbanos,
alfabetización de la población adulta y espacios de recreo para
niños y niñas han sido seleccionados por los propios residentes
(de hecho, la proporción de agentes comunitarios es casi de un
50% del total de individuos implicados en la realización del
Programa).
El resultado de la aplicación de esta metodología ha resultado
muy positivo puesto que, además de proporcionar puestos de
trabajo e ingresos a los residentes locales, y en especial a las
mujeres, ha favorecido notablemente la aproximación entre los
propios programas y las necesidades reales de cada Comunidad.
Es destacable además el hecho de que tanto las organizaciones
asociadas como los agentes comunitarios participen activa y
directamente en la gestión del Programa Integrado para la
Inclusión Social. En el caso del proceso de urbanización, por
ejemplo, se desarrolló la totalidad del proceso en colaboración
con los residentes de los barrios marginales, determinando de
forma colectiva los problemas existentes y las necesidades, desde
las programaciones generales de los trabajos hasta los nombres
de las calles.
La evaluación del programa se ha realizado mediante estudios
tanto cualitativos como cuantitativos llevados a cabo por los
correspondientes departamentos, organizaciones y agencias
implicados, muy a menudo en colaboración con Universidades y
otras instituciones y haciendo especial énfasis en el Estudio
Participativo, mediante el cual la Comunidad puede tomar parte
en la totalidad del proceso de seguimiento. Este planteamiento,
sin embargo, requiere una mayor implicación de los residentes en
la definición y elaboración de indicadores adecuados para evaluar
los índices de inclusión y exclusión social y los resultados
obtenidos por el Programa.
Resultados obtenidos
Los estudios han indicado que del total de los 16,000 residentes
participantes en el PIIS, un 66% de las familias
involucradas en el Programa de Renta Mínima viven mejor en la
actualidad, mientras que un 89% expresaron que sus relaciones
familiares han mejorado.
Una porción significativa de la población declaró que su
autoestima ha aumentado y que sienten un mayor sentimiento de
pertenencia al lugar de residencia, asumiendo gradualmente un
mayor número de roles en la construcción de su propio futuro y
del de la globalidad de la ciudad.
En el marco del programa se crearon un total de 112 grupos de
discusión, cursos sobre la conciencia del propio género y
campañas para frenar la violencia hacia las mujeres, en los
cuales participaron alrededor de 6.000 personas. Estas
actividades condujeron también a la reflexión sobre el problema
del género en el ámbito del PIIS, fomentando la interacción entre
los miembros de los equipos de trabajo y la comunidad, gracias
a una nueva perspectiva al afrontar las relaciones entre hombres
y mujeres.
También en otras áreas se ha observado un progreso notable, como
en la consecución de los derechos de propiedad de los terrenos
y de las viviendas y el crecimiento del número de títulos de
propiedad registrados a nombre de mujeres o en el aumento de la
cobertura prenatal de hasta un 95% en los gastos y de un 93% en
la asistencia durante la cría de los 0 a los 3 meses de edad del
recién nacido.
Dentro del programa de creación de puestos de trabajo y
generación de ingresos, se fundó una pequeña cooperativa de
confección de tejidos cuya plantilla estaba formada
exclusivamente por mujeres. En el mismo contexto se creó, en
colaboración con el Banco do Povo (Banco del Pueblo), una
línea de micro-créditos para la inclusión social que concedió un
total de 60 préstamos durante los primeros seis meses de
funcionamiento dirigidos a microempresarios procedentes de las
áreas de actuación del PIIS, de los cuales el 46% eran
mujeres.
Por último, se ha hecho evidente un fortalecimiento de los
dirigentes de la comunidad gracias a una participación cada vez
mayor de los residentes en los foros de debate y de toma de
decisiones de la ciudad, destacando además que las decisiones
tomadas por los representantes comunitarios comienzan a tener
cada vez más en cuenta la cuestión del género.
Sostenibilidad
Desde el punto de vista financiero, los resultados logrados por
el Programa Integrado de Inclusión Social desde la puesta en
marcha del proyecto piloto hasta la actualidad han garantizado
la viabilidad política de un continuo crecimiento de la
inversiones durante su realización.
Todavía no ha sido posible evaluar los recursos ahorrados gracias
a la sustitución del tradicional enfoque correctivo y de reacción
en caso de emergencia por un nuevo planteamiento integral y
preventivo, pero es seguramente el área en la cual el impacto de
la realimentación de los recursos hacia la propia comunidad y el
Ayuntamiento ha sido más efectivo, no sólo porque ha permitido
que se realizaran intervenciones de bajo coste, sino además
porque ha favorecido una mayor eficacia de las acciones llevadas
a cabo.
En el campo de la exclusión social, el planteamiento basado en
la búsqueda de una mayor igualdad, conseguida gracias al
incremento de la ocupación en los sectores más vulnerables de la
sociedad, ha favorecido la creación de nuevos bienes sociales
capaces de generar transformaciones socioeconómicas surgidas de
una mayor iniciativa de los residentes, de un nuevo sistema
organizativo aplicado a las comunidades, de una pujante economía
familiar e individual y de unos niveles decrecientes de violencia
y discriminación contra las minorías. Los efectos de estos
factores en los patrones de producción y consumo, la mayor
accesibilidad a la información y a la tecnología y la mayor
circulación de bienes materiales y simbólicos han favorecido la
creación de medidas duraderas basadas en un ampliado rango de
oportunidades y en el acceso a un estándar de habitabilidad con
mayor dignidad.
El principal centro de atención del Programa de Género y
Ciudadanía es el aspecto cultural de la sociedad, afrontado con
una propuesta basada en acciones orientadas a modificar las
relaciones cotidianas, de modo que se favorezcan nuevos hábitos
de comportamiento entre hombres y mujeres. Por otra parte, se ha
intentado a su vez transformar los arraigados valores culturales
especialmente conservadores de la sociedad brasileña, para lo
cual la gran participación predominantemente femenina de los
miembros de la Comunidad en la gestión y en la materialización
del proyecto ha resultado un factor fundamental, haciendo posible
que la Comunidad hiciera propios, de manera gradual y constante,
las metodologías y los contenidos del proceso de movilización y
el control sobre las políticas urbanas, sociales y económicas.
Un elemento clave del proceso ha sido también la definición de
nuevos sectores territoriales construidos y, en algunos casos,
reconstruidos por sectores de población anteriormente excluidos.
Por otra parte, el hecho de llevar a cabo el proceso de
urbanización con la participación permanente y directa de la
Comunidad ha fomentado la integración de la zona residencial en
la dinámica de la ciudad como conjunto, de la misma forma que la
educación ambiental ha favorecido la aparición de nuevas formas
de relación de los ciudadanos con el espacio urbano.
Lecciones aprendidas
Multidimensionalidad, gestión matricial y participación.
La integración de los diversos programas mediante la gestión de
tipo matricial y la realización de las actividades ha sido
posible gracias a la conexión entre los agentes implicados, lo
cual ha permitido a su vez la formación de un grupo de
coordinación colectivo como espacio para el diálogo, la
cooperación y el intercambio de experiencias. Para ello ha sido
necesario establecer un proceso de aprendizaje a nivel
institucional, centrado en la importancia de llegar a soluciones
consensuadas como método para fomentar el uso de los bienes
públicos y sociales, para generar economías de escala y para
evaluar los resultados, con el fin de garantizar una mayor
eficacia de las acciones emprendidas.
Formación técnica, organización sistemática, reflexión y
supervisión de las acciones.
La colaboración con las universidades ha sido el germen para el
desarrollo del marco de trabajo conceptual y metodológico
necesario para la creación de una formación técnica y unas
herramientas de control, evaluación y reorientación adecuadas a
las actividades desarrolladas, gracias a lo cual la
realimentación del programa según a las inversiones efectuadas
queda garantizada. Por otra parte, la formación en cuestión de
género ha ayudado a aumentar la conciencia, tanto de los miembros
del programa como de los propios residentes, sobre la dimensión
subjetiva de la inclusión social.
La estrategia de género en la lucha contra la exclusión social.
Se ha comprobado que la estrategia adoptada para solucionar los
problemas de exclusión social ha sido la adecuada, ya que se ha
fortalecido el papel de las mujeres en los procesos de toma de
decisiones y en las relaciones familiares y comunitarias y se han
integrado favorablemente en las actividades productivas.
Trabajo con grupos de discusión formados por hombres y mujeres.
Los grupos de discusión son espacios creados con el objetivo de
integrar las cuestiones físicas del ser humano, la subjetividad
y las relaciones interpersonales en un ámbito de intercambio y
reflexión a través de la solidaridad y el acercamiento a las
cuestiones cotidianas, temas que son habitualmente dejados a un
lado o simplemente no salen a la luz o no se discuten. El proceso
de reflexión comprende actitudes ,conductas y diálogos que actúan
como estímulos recíprocos entre los participantes y contribuyendo
a la igualdad entre géneros. Para conseguir que estas actividades
de grupo tengan éxito es imprescindible establecer un contexto
de confianza en el cual cada persona se sienta capaz de
participar y pueda mostrar con seguridad sus emociones y
sentimientos. Las campañas informativas han sido fundamentales
en este proceso para evidenciar el problema de la violencia
contra las mujeres, y a su vez el compromiso y la participación
de muchos hombres en este tipo de actividades ha alentado a otros
a unirse a los grupos de discusión.
Transferibilidad
Un ejemplo de la repercusión de esta metodología integradora y
participativa en otros programas es el proyecto GEPAM (GE
Private Asset Management, Participatory River Basin
Management),que afecta al 53% del territorio del municipio. En
asociación con el IEE/PUC-SP (Instituto de Estudios
Especiais/Pontificia Universidade Católica-São Paulo) se está
desarrollando actualmente un software para la evaluación de las
políticas de aportación de capital que pueda ser aplicado a
cualquier población brasileña interesada en el proyecto. Para
ello, la toma de datos de ha centrado principalmente en las
cuestiones referentes a las mujeres en sus diversos ámbitos de
relación.
La gran innovación que ha suscitado el interés por el Programa
de Género y Ciudadanía es el hecho de que funcione también desde
el punto de vista de la conciencia masculina. Este aspecto debe
tenerse en cuenta al transferir el modelo a diferentes contextos,
ya que el enfoque que plantea adquiere un significado especial
si se considera la herencia cultural, de acuerdo con la cual el
hombre juega el papel de proveedor de recursos en la familia, un
legado que ha generado históricamente conflictos de identidad en
un contexto de alto grado de desocupación y de incapacidad
laboral masculina.
El Programa para la Gestión Urbana UN_HABITAT ha dirigido
un proceso de evaluación continuo del PIIS que ha
contribuido a divulgarlo. El concepto del programa y su diseño
operacional se ha difundido ampliamente gracias a las
invitaciones recibidas para participar en diversos foros de
diálogo tanto, en Brasil como a nivel internacional.
El Programa ha recibido también los siguientes reconocimientos:
Perfil financiero
Año | Presupuesto total | Ayto. de Santo André | Comisión Europea |
Caixa *** |
Gobierno Estatal | UN/ UPM |
Total 1998-2001 |
10.806.145 100% |
5.351.973 53,5% |
2.349.181 22,6% |
2.899.644 22,5% |
178.266 1,3% |
27.121 0,1% |
1998*
|
1.490.077 100% |
417.184 29,1% |
0 |
981.758 64,8% |
64.014 4,2% |
27.121 1,9% |
1999*
|
792.248 100% |
276.387 43,5% |
0 |
473.849 51,9% |
42.012 4,6% |
0 |
2000*
|
1.563.960 100% |
1.014.710 69,1% |
328.611 18,5% |
181.206 10,2% |
39.433 2,2% |
0 |
2001**
|
6.959.861 100% |
3.643.692 53,8% |
2.020.571 28,1% |
1.262.831 17,6% |
32.767 0,5% |
0 |
Referencias
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