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Iniciativa de Colaboración para el Apoyo a las Comunidades, Quebec (Canadá)

Fecha de referencia: 26-06-2002

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2002, y catalogada como BEST. ( Best Practices Database.)
País/Country: Canadá
Región según Naciones Unidas: América del Norte
Región ecológica: continental
Ámbito de la actuación: nacional
Instituciones: fundación, gobierno central, ONG
Categorías = Igualdad y equidad de género: legislación. Vivienda: personas sin hogar. Buena gestión urbana: recursos humanos y formación de dirigentes; legislación; evaluación; fomento de la colaboración pública y privada; gestión y administración públicas; políticas públicas, visión de futuro.

Contacto principal:
Bill Cameron
165 rue Hotel de Ville Street, 8th Floor
Gatineau, Quebec, K1A 0J2
Canada
Tel: +819-994-7941
Fax: +819-997-9957
E-mail: homelessness-sansabri@hrdc-drhc.gc.ca
Gobierno central.

Socio:
Calgary Homeless Foundation (Fundación de Calgary para las personas sin hogar).
Terry Roberts
City of Calgary
Executive Director
Tel: (403)262-2919
E-mail: roberts@calgaryhomeless.com
Fundación.

Socio:
Whitehorse Planning Group on Homelessness (Grupo de planificación de Whitehorse para abordar el problema de la carencia de hogar).
Ross Findlater
City of Whitehorse
Tel: (867) 667-7563
E-mail: randsfindlater@yukon.net.
Organización No Gubernamental.


R E S U M E N

El gran número de proyectos locales existentes antes de la puesta en marcha de la Iniciativa de Colaboración para el Apoyo a las Comunidades ((SCPI), Supporting Communities Partnership Initiative) muestra claramente que son las propias comunidades las que se encuentran en una posición preferente para proponer estrategias efectivas, tanto para prevenir como para reducir el problema de la carencia de hogar. El reto de planificar y llevar a cabo estrategias integradoras, que implicaran a todos los agentes participantes y proporcionaran un uso más efectivo de los recursos disponibles, ofreció al gobierno la oportunidad de colaborar con la iniciativa. Los fondos movilizados, 191 millones de dólares EEUU (305 millones de dólares canadienses) se emplearon en proporcionar a las comunidades las herramientas y los recursos adicionales necesarios para que pudieran establecer sus propios criterios de lucha contra el problema de la carencia de hogar.

El 80% de los fondos de la SCPI han sido dirigidos a diez comunidades de Canadá con un índice de carencia de hogar significativo. El 20% restante se ha destinado a comunidades más pequeñas con el mismo problema. En cada comunidad participante se ha promovido la realización de un proceso consultivo e inclusivo que está ayudando a reunir a los agentes y conseguir que éstos se impliquen en los procesos de planificación y en la toma de decisiones mediante un sistema sin precedentes. Todos ellos, comprendiendo ONGs, organizaciones del sector privado y gobiernos municipales, provinciales y territoriales, están representados en los 560 socios participantes en las coaliciones creadas a nivel local a lo largo de todo el territorio de Canadá.

La totalidad de las 61 comunidades han respondido positivamente ante la oportunidad ofrecida por la SCPI. Cada una de ellas ha proyectado su propio plan para combatir la carencia de hogar y están actualmente llevándolos a cabo. La iniciativa les ha ayudado a su vez a establecer una jerarquía en necesidades y prioridades de la comunidad. Además, gracias al apoyo de estos planes, a los convenios de colaboración surgidos, a los programas de gobierno y a los servicios de la propia comunidad, han sido capaces de identificar las necesidades concretas de la población sin hogar. A fecha de marzo de 2002, más de 156 millones de dólares EEUU (250 millones de dólares canadienses), procedentes de los fondos federales, habían sido destinados a 750 proyectos para combatir la carencia de hogar en todo el país. A su vez, las coaliciones locales, mediante un sistema de contribución colectiva, habían recaudado otros 282 millones de dólares EEUU ( 450 millones de dólares canadienses) para la causa.



Fechas clave


Marzo 1999: La ministra Claudette Bradshaw es nombrada coordinadora del Departamento de Carencia de Hogar del Gobierno Federal de Canadá.
Verano 1999: La ministra Bradshaw emprende un ciclo de visitas a veinte comunidades para consultarles su punto de vista sobre el problema de la carencia de hogar.
Diciembre 1999: El Gobierno de Canadá realiza una aportación de 472 millones de dólares EEUU (753 dólares canadienses) destinados a la Iniciativa Nacional para la Carencia de hogar.
Junio 2000: Después de llevar a cabo un exhaustivo proceso consultivo, se pone en marcha la Iniciativa de Colaboración de Apoyo a las Comunidades ((SPCI)), que cuenta con unos fondos de 191 millones de dólares EEUU (305 millones de dólares canadienses).
Marzo 2002: Se aprueba el último de los 61 planes comunitarios de la SCPI.



D E S C R I P C I Ó N

Situación previa a la iniciativa

El aumento del índice de carencia de hogar en 1999 presenta un marcado contraste con la reputación de Canadá como sociedad que se preocupa por el bien de los ciudadanos. En aquel momento, diversos estudios mostraban que la población sin hogar de los centros urbanos estaba creciendo tanto en número como en diversidad. Por ello, distintas organizaciones regionales, nacionales e internacionales hicieron un llamamiento al Gobierno de Canadá para que tomara medidas inmediatas para combatir el problema.

Establecimiento de prioridades

Aprovechando su cita como Coordinadora Federal del Departamento de Carencia de Hogar en marzo de 1999, la ministra Claudette Bradshaw y los funcionarios federales consultaron ampliamente con los ministros provinciales, con sus homólogos provinciales y con la población canadiense la manera más adecuada de afrontar el problema.

Atendiendo a los datos obtenidos, a las investigaciones llevadas a cabo y a la experiencia pasada, parecía claro que era necesario dar un enfoque integrador al problema para encauzar acertadamente la cuestión de la carencia de hogar. Las soluciones a largo plazo debían, por tanto, incluir el establecimiento de un proceso continuado de ayudas coordinadas, que permitieran conocer todos los aspectos de las necesidades de las personas sin hogar, especialmente las de aquellas en mayor situación de riesgo, con el fin de proporcionar a cada persona ayudas específicas en función de su situación.

La SCPI se creó bajo la creencia de que eran las propias comunidades las que gozaban de la situación más favorable para localizar y remediar las carencias existentes en los planes de ayudas vigentes. Su prioridad fundamental era ayudar a todas las comunidades del territorio nacional a construir sus propios planes para abordar el problema de la carencia de hogar, a partir de su propio esfuerzo y contando con la aportación de los recursos adicionales necesarios.

Formulación de objetivos y estrategias

El objetivo principal de la SCPI es proporcionar a las comunidades un medio flexible para que puedan planificar y materializar sus propias estrategias integradoras para mitigar el problema de la carencia de hogar a nivel local. Para resultar eficaces, estas estrategias requieren la participación de diversos agentes, así como la cooperación y la colaboración de todas las partes implicadas.

Las prioridades de la SCPI son:

  1. Asegurarse de que no haya personas que tengan que habitar en la calle involuntariamente. Esto se consigue garantizando que existan los refugios suficientes y que se proporcionen los sistemas de apoyo adecuados.
  2. Reducir el número de personas que necesiten alojarse en los refugios de emergencia y en las viviendas de estancia transitoria.
  3. Ayudar a las personas sin hogar a evolucionar hacia la auto-suficiencia, en la medida de lo posible.
  4. Proporcionar ayuda a las comunidades para mejorar su capacidad para determinar las necesidades específicas de la población sin hogar.
  5. Aumentar el patrimonio sanitario, social y económico de las personas sin hogar.

Movilización de recursos

A la hora de definir una iniciativa para combatir el problema de la carencia de hogar, el Gobierno de Canadá tuvo que asumir el reto de conseguir la colaboración de los gobiernos provinciales y territoriales, que tienen la responsabilidad jurisdiccional primaria tanto para prevenir del problema como para administrar los servicios destinados a la gente sin hogar.

El diseño integrador de la Iniciativa de Colaboración para el Apoyo a las Comunidades (SCPI)fue posible gracias a que todas las provincias, municipalidades y ONGs implicadas en el problema fueron invitadas a participar en una mesa conjunta de discusión, convocada por la propia Iniciativa Nacional para combatir la Carencia de Hogar, creada por el Gobierno de Canadá.
Una vez bajo la tutela de laSCPI se movilizaron 191 millones de dólares EEUU (301 millones de dólares canadienses) procedentes de los fondos federales para colaborar tanto con coaliciones de reciente creación como con las ya existentes.

Estas coaliciones estaban formadas por grupos de voluntarios, organizaciones municipales, fundaciones y consorcios, que sugirieron la creación de un plan de apoyo continuado con el fin de delimitar el problema de la carencia de hogar en sus comunidades.

El plan parte de los siguientes principios:


En lo referente al desarrollo, los planes de acción deben ser revisados y aprobados por la totalidad de los socios, que posteriormente definen su grado de implicación con la iniciativa y la contribución económica que quieren efectuar. Llegados a este punto se produce la aportación de los fondos federales, que cubren hasta el 50% de los requisitos económicos de cada proyecto. Por otra parte, también es necesario recaudar fondos adicionales procedentes de otras fuentes, como el gobierno provincial, el territorial, la municipalidad, o donantes públicos y privados. Los fondos federales se destinan a cubrir las necesidades de ingresos que se generan, bien a corto plazo, o bien durante el desarrollo del proyecto a lo largo de los tres años de duración de la SCPI. La totalidad de los proyectos iniciados bajo la supervisión de la SCPI son objeto de un proceso de evaluación continuado hasta su completa finalización.

Proceso

A la hora de enfrentarse al problema de la carencia de hogar, las comunidades canadienses deben afrontar cada una sus propios retos, recursos y prioridades. Cuando se creó la SPCI, el Gobierno de Canadá intentó ayudar a los socios de cada comunidad a encontrar sus propias respuestas, efectivas y flexibles, al problema de la carencia de hogar.

El primer paso de la SPCI se centró en reunir a los gobiernos, los grupos comunitarios y la población sin hogar mediante el establecimiento de coaliciones locales formadas a partir de los grupos de agentes implicados. Estas coaliciones eran las responsables de crear planes comunitarios individualizados, basándose para ello en la delimitación de los recursos y las necesidades existentes en su propio sistema vigente de apoyo a las personas sin hogar. Llegados a este punto, la coalición debía emitir una declaración de intenciones a la comunidad, a partir de la cual se asignaban los fondos a cada uno de los proyectos, en función de su capacidad para satisfacer las necesidades señaladas en el plan comunitario. Dependiendo de su capacidad y de los recursos locales, cada coalición comunitaria podía decidir si deseaba delegar en el gobierno la administración directa de los fondos de la SCPI, o bien prefería asumir esta responsabilidad por sí misma.

La SCPI ha demostrado haber actuado como un eficaz catalizador para reunir a los agentes implicados en la cuestión de la carencia de hogar, tanto a la hora de planificar nuevas actividades como para la coordinación de los recursos existentes. Sin embargo, queda todavía bastante que mejorar. En algunos de los casos, ha sido difícil alcanzar y mantener la máxima participación de los agentes y de los grupos de desarrollo. Actualmente se están intentando identificar estas y otras carencias a través de un proceso de evaluación y unas estrategias de intercambio de información descritas a continuación.
La Iniciativa Nacional para combatir la Carencia de Hogar (National Homeless Initiative), en cooperación con sus numerosos socios -comunitarios, provinciales y federales-, ha desarrollado una estrategia de evaluación de resultados para ayudar a determinar los beneficios generados por las inversiones realizadas hasta la fecha. En lo referente a la SCPI, se han puesto en marcha una serie de casos prácticos comunitarios con el fin de analizar el proceso completo, es decir, desde la puesta en marcha del plan comunitario, analizando también los proyectos que han ido surgiendo de forma paralela a la iniciativa. Estos casos prácticos han sido diseñados para proporcionar a los agentes implicados información relevante para posibles mejoras futuras. Las coaliciones locales son responsables, igualmente, de informar al público sobre los resultados de los proyectos y sobre el progreso de los planes comunitarios. Además, con el fin de facilitar la comprensión y la comparación del gran flujo de datos obtenidos, se ha elaborado una plantilla base donde cada comunidad debe reflejar los resultados obtenidos. Para facilitar su uso, se ha distribuido un equipo de herramientas, y se ha proporcionado formación al respecto a representantes de las 61 comunidades participantes en la iniciativa. Paralelamente, se está elaborando una guía de apoyo para capacitar a las comunidades para llevar a cabo su propio proceso de evaluación al final del desarrollo de la SCPI.

Actualmente, se están elaborando una serie de herramientas de información para permitir a la población beneficiarse del conocimiento adquirido durante el desarrollo de la iniciativa. La mayoría de ellas estarán disponibles en la página web interactiva del proyecto que, progresivamente, irá aportando a los socios comunitarios y a la propia población información acerca del problema de la carencia de hogar, de los resultados de los proyectos, de las lecciones aprendidas, de las conclusiones de las evaluaciones, de los esfuerzos realizados por la comunidad y de los intentos de acceder a un rango cada vez mayor de socios.

Resultados obtenidos

Desde la puesta en marcha de la SCPI, las 61 comunidades seleccionadas en Canadá por tener los problemas de carencia de hogar más graves, han desarrollado planes integradores locales para identificar los aspectos más conflictivos de la situación. Más de 560 ONGs, empresas del sector privado y socios gubernamentales han participado en estas iniciativas, movilizando un total de 282 millones de dólares EEUU (450 millones de dólares canadienses) para su desarrollo. La población que habita en estas comunidades representa el 76% de la población total de Canadá, lo cual supone que la calidad de vida de una gran mayoría de la población se está viendo influida positivamente por la iniciativa.

Hasta la fecha se han destinado más de 156 millones de dólares EEUU (250 millones de dólares canadienses), procedentes de los fondos de la SCPI, a unos 800 proyectos de todo el país. Para conseguir las aportaciones económicas, los proyectos deben demostrar que asumen los parámetros fundacionales de la SCPI, y que se cumplen los objetivos propuestos por la iniciativa. Durante el proceso se han creado más de 5000 nuevas camas en refugios de acogida y viviendas de estancia transitoria. Alrededor de 100 centros de asistencia, como puntos de distribución de comida y locales de estancia temporal, han podido abrir o renovar sus instalaciones, y más de 200 proyectos de prestación de servicios han recibido aportaciones económicas que les han permitido ofrecer una mejor asistencia a la población carente de hogar y especialmente a aquéllos cuya situación comprende mayor riesgo.

Probablemente el aspecto más relevante de la SCPI ha sido el papel de catalizador que ha desempeñado en el proceso de construcción de nuevos y fortalecidos convenios de colaboración entre los agentes de cada comunidad. Previamente, los agentes proveedores de servicios se veían obligados a competir entre ellos para conseguir las aportaciones económicas, lo cual provocaba que el diálogo y el intercambio de información entre ellos fueran mínimos. Por el contrario, la SCPI ha promovido la cooperación entre los agentes para la creación un plan de acción global en las comunidades solicitantes. Para ello se ha potenciado especialmente la función de los convenios de colaboración, facilitando a las comunidades las herramientas necesarias para poder llevar a la práctica sus propias metas, y establecer de esta manera soluciones a largo plazo para el problema de la carencia de hogar.

Sostenibilidad

La sostenibilidad es uno de los objetivos principales de las comunidades participantes en la SCPI, especialmente aquéllos aspectos relacionados con la continuidad a largo plazo de la participación ciudadana en las tareas de identificación de las necesidades de las personas sin hogar. La iniciativa también ha abordado otros aspectos de la sostenibilidad al desarrollar el diseño global del plan de actuación.

Sostenibilidad financiera.
Las contribuciones que la SCPI proporciona a las comunidades se hacen en forma de fondos apalancados, de modo que las propias comunidades son las responsables de encontrar los fondos equivalentes en efectivo o en forma de recursos. Entre las posibles fuentes de financiación se encuentran los ayuntamientos, los gobiernos provinciales, las ONGs o el sector privado. Las buenas relaciones que se han creado entre las entidades financieras y los proveedores de servicios aumentan la probabilidad de futuras colaboraciones.

Sostenibilidad social y económica.
El proceso de planificación de la Iniciativa de Colaboración incluye una evaluación exhaustiva de las ayudas comunitarias ya existentes con el fin de favorecer la identificación de las ventajas y carencias del sistema vigente y de determinar la dirección en que deben dirigirse las ayudas en un futuro. Los grupos denominados como "la nueva cara de los sin techo" están compuestos por jóvenes, familias (especialmente las formadas por madres solas con hijos) e inmigrantes. La reducción del perjuicio causado por la carencia de hogar y la prevención de este fenómeno en los grupos más vulnerables favorecerá, previsiblemente, una mayor cohesión social y una creciente movilidad social y económica.

Sostenibilidad cultural.
Se ha intentado, en la medida de lo posible, involucrar a las personas sin hogar en la planificación y el desarrollo de la SCPI con el fin de conseguir la máxima adecuación cultural del proyecto. Por otra parte, existen otros programas relacionados con la iniciativa centrados en la población joven y aborigen y diseñados teniendo en cuenta las necesidades específicas de estos sectores.

Sostenibilidad ambiental.
Si bien es cierto que los aspectos ambientales no son el objeto principal de la iniciativa, incitar a los agentes participantes a trabajar en grupo favorece una perspectiva más global de los factores principales del problema de la carencia de hogar. La colaboración aumenta la capacidad de las comunidades de dirigir de forma efectiva las ayudas, con el consecuente ahorro de tiempo, energía y recursos.

Lecciones aprendidas

Las lecciones aprendidas más importantes están relacionadas con objetivos como el tiempo, la gestión comunitaria y la responsabilidad en las colaboraciones entre el gobierno y la comunidad. Todos agentes implicados en los convenios de colaboración entre las comunidades y las agencias gubernamentales, tanto federales como provinciales, pueden obtener enseñanzas muy valiosas de los conocimientos obtenidos hasta la fecha gracias a la experiencia.

Tiempo suficiente.
Para conseguir que los esfuerzos locales realizados proporcionen el máximo beneficio para la propia comunidad, es importante conceder al proceso el tiempo suficiente para que se produzca el establecimiento progresivo de la iniciativa en cada una de las comunidades participantes. De ello dependen factores tan importantes como la creación de acuerdos de colaboración efectivos, la integración social de los grupos privados de sus derechos civiles y el desarrollo de planes estratégicos y mecanismos de inversión basados en una amplia aceptación popular.

Gestión comunitaria.
Para favorecer una gestión comunitaria efectiva es fundamental permitir que los modelos de actuación evolucionen al ritmo de las variaciones de las condiciones y capacidades locales. Es crucial que el programa cuente con un amplio rango de modelos adaptables al contexto de cada una de las comunidades participantes, teniendo en cuenta sus posibilidades y prioridades en todo momento.

Responsabilidad.
Para mantener el alto grado de responsabilidad de cara al público, el uso de los fondos públicos demanda una alto grado de coherencia y racionalidad al determinar las necesidades de cada grupo de la comunidad. No obstante, la responsabilidad supone un desafío en la distribución de resultados, ya que es difícil atribuir la parte adecuada de los resultados colectivos a la contribución particular de cada uno de los participantes. Es necesario contar con una gran dosis se flexibilidad para que, ni los resultados ni los informes sobre los mismos se vean comprometidos.

Lecciones aprendidas de otras iniciativas.
La SCPI ha aprovechado las enseñanzas de otras iniciativas relacionadas con el problema de la carencia de hogar, especialmente de las referentes al concepto de apoyo continuado, inspirado en iniciativas procedentes de Gran Bretaña y de los Estados Unidos. Este concepto se basa en vincular al desarrollo de la comunidad una serie de ayudas, desde servicios de emergencia a viviendas transitorias, para reducir el perjuicio que sufren estas personas y, en última instancia, para prevenir el problema.

Aplicaciones futuras.
En este momento, en que el período de tres años previsto para la Iniciativa de Colaboración está llegando a su final, las lecciones aprendidas durante el proceso están desempeñando un papel fundamental en la previsión de acciones futuras. Para ello, se están teniendo en cuenta las enseñanzas de cada una de las cuestiones discutidas, especialmente de las relacionadas con el papel tan positivo que puede representar el gobierno central en la asistencia a los grupos locales para que construyan su propia capacidad de gestión y planificación.

Transferibilidad

La filosofía de apoyo continuado desarrollada por la SCPI, relacionada con la coordinación de los servicios fundamentales necesarios para la vida independiente, está basada en otras iniciativas recientes desarrolladas en América y Gran Bretaña. Siguiendo el ejemplo de estas experiencias internacionales, los expertos de las comunidades canadienses se reunieron en un foro de intercambio de conocimientos para colaborar en la creación de la Iniciativa de Colaboración para el Apoyo a las Comunidades.

A nivel comunitario, el punto fuerte de la Iniciativa es su capacidad para forjar vínculos estratégicos entre los agentes involucrados en la asistencia para la erradicación del problema de la carencia de hogar. De hecho, la materialización de los planes de actuación es posible gracias al apoyo de numerosas agencias y grupos comunitarios, de forma que el propio diseño del proceso facilita el intercambio de conocimientos, habilidades y experiencias.

Cada una de las comunidades participantes cuenta también con el apoyo de un representante de la (HRDC) (Human Resources Development of Canada, Desarrollo de los Recursos Humanos de Canadá), que actúa como asesor comunitario. Los agentes son personas muy capacitadas, especializadas en la transferencia de conocimientos, tanto entre las propias comunidades como entre las comunidades y el (NSH) (National Secretariat on Homeless, Secretariado Nacional para la Carencia de Hogar).

A nivel nacional, el NSH está centrando sus esfuerzos en garantizar que las comunidades puedan, en un futuro, beneficiarse de las experiencias de otras comunidades. Para ello, se ha diseñado una serie de casos prácticos de apoyo para el desarrollo de la SCPI en las comunidades de todo el país, para la evaluación de los resultados preliminares y del impacto de los mismos en el índice de carencia de hogar y para la identificación de nuevos enfoques que permitan una aplicación más amplia, que pueden ser de gran interés y utilidad para las comunidades participantes. Por otra parte, el Secretariado ha creado una página de uso público en internet que proporciona a los usuarios una gran variedad de información referente al problema de la carencia de hogar en Canadá, además de una visión global de las actividades del NSH y vínculos a otras páginas correspondientes a los planes y proyectos de las comunidades participantes.

En la actualidad, el HRDC está considerando la viabilidad de la Iniciativa de Colaboración para el Apoyo a las Comunidades como modelo de apoyo a las comunidades con fines diferentes al de la carencia de hogar. Debe señalarse para futuras aplicaciones de la iniciativa, que es fundamental conceder al desarrollo de la propuesta el tiempo suficiente para que se establezcan los convenios de colaboración necesarios para sustentar el esfuerzo local de manera integradora y sostenible. Por otra parte, la SCPI ha demostrado que el compromiso del gobierno con la iniciativa puede suponer un factor fundamental para incitar a las comunidades a enfrentarse a los retos sociales y aumentar así su calidad de vida.

Perfil financiero

Año
2000-2001 2001-2002
Presupuesto total (millones de dólares EEUU) 465,3 185,5
Fondos del NHI,SCPI (%) 27,6 47,1
Gobierno de Canadá (%) - 1,3
Gobiernos provinciales y territoriales (%) 32,6 8,1
Gobiernos municipales (%) 25,1 8,9
Sector privado (%) 1,9 0,9
Sector sin ánimo de lucro (%) 4,5 10,7
Otros (%) 8,3 23,0

Referencias

Prof. Sue Ruddick (University of Toronto) (2001) Supporting Communities: How Halifax and Edmonton Mobilized to Fight Homelessness (National Secretariat on Homelessness, November, this document can be downloaded at: www.hrdc-drhc.gc.ca/homelessness under "Publications")

Public Policy Forum (2002) Supporting Communities Partnership Initiative: What we heard - Community Workshops and Web Discussion (This document can be downloaded at: www.ppforum.com/english/homelessness/WhatWeHeard.pdf)


Angela Bishop (2002) No one should ever have to sleep on the street Halifax (Chronicle-Herald, 5 February, page C2)

Stephanie Waddell (2001) Groups funded to fight homelessness (Whitehorse Star, 12 April, page 6)

Andrew Chung (2000) City develops homeless plan; 40% of Ottawa's $53 million to cover transitional housing (Toronto Star, 8 September, page B2)

Linda Gyulai and Nicholas Van Praet (2000) A hand for homeless: Shelters give cautious thumbs-up to $38.4 million in federal assistance (Montreal Gazette, 3 June, page A)

Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Carmen Orgaz Tejedor.

Revisado por María Cifuentes.

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