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San Cayetano un Nuevo Amanecer(Colombia)
País/Estado — Colombia
Región según Naciones Unidas — América Latina
Región ecológica — montañosa
Ámbito de la actuación — ciudad
Agentes — gobierno central; gobierno regional; gobierno local; sector privado; organización no gubernamental (ONG).Categorías — Servicios sociales: educación; salud y bienestar; seguridad ciudadana; reducción y prevención del delito. Vivienda: vivienda asequible; carencia de hogar, personas sin hogar; propiedad del suelo y seguridad; acceso a la financiación de la vivienda; industria de la construcción; diseño eco-lógico.
International Cooperation Office Bogotá Calle 26 Nº 47-73 Torre Central Piso 3 Cundinamarca, Colombia Tel:(57-1) 426-1793 (57-1) 426-1048 (57-1) 426-1275 Fax: (57-1) 426-1048 (57-1) 426-1277E-mail: musola@cundinamarca@gov.co
Ciudad de San Cayetano Cundinamarca Ubicación actual: Asentamiento Temporal Tel: (57-1) 8549425 (57-1) 8549450Colaboración financiera.
Ciudad de San Cayetano Cundinamarca Ubicación actual: Asentamiento TemporalColaboración política.
En la actualidad, 5.500 campesinos de san Cayetano están viendo cómo su pueblo se viene abajo; ahora tienen la oportunidad única de construir un nuevo asentamiento. Todos ellos pudieron salvar su vida gracias a un proceso de evacuación preventiva que se realizó en el momento adecuado. Con el tiempo, han aprendido a tratar con el riesgo continuo en el que viven debido a las condiciones físicas del terreno en el que se asienta su pueblo y se han convertido en un ejemplo viviente de una cultura preventiva local.
Hace treinta y tres meses que empezaron a preparar el nuevo pueblo desde un asentamiento temporal que les ha acogido. Este trabajo no debía limitarse a ayudar a los habitantes afectados, sino que se estableció como objetivo primordial reforzar su autonomía para superar sus debilidades: la inexistencia de una cultura organizativa y participativa, su ubicación en una zona que ha sido escenario de conflictos bélicos en el pasado reciente y su asilamiento cultural y geográfico (la ciudad más cercana está a dos horas del pueblo).
Además, San Cayetano no está integrado en la política regional, es el decimo tercer pueblo más pobre del Departamento de Cundinamarca y su principal actividad es la agricultura de subsistencia. La reconstrucción constituye un proceso integral que implica: un diseño urbano participativo y ecológico; una planificación territorial en la que se contemple el factor riesgo; una reconstrucción que tenga en cuenta aspectos sociales, culturales y simbólicos; la creación de empleo y la erradicación de la pobreza, así como la mejora de la asistencia médica y otras infraestructuras. La alianza establecida entre el pueblo y el Departamento ha permitido replantear la forma de vida en el entorno rural. Se ha querido establecer un nuevo modelo de vida en el marco de una comunidad autosuficiente con capacidad para tomar decisiones y una sólida participación ciudadana.
Dado que se trata de una comunidad que lleva más de cincuenta años viviendo en estado de alerta por posibles catástrofes, ésta supo evacuar el pueblo de forma rápida y eficaz y prepararse para su reconstrucción.
Tras la emergencia, en respuesta a las peticiones de la comunidad y como herramienta para su participación, los consejos de representantes de la comunidad junto con los coordinadores locales establecieron las siguientes prioridades.
En el desarrollo de las prioridades establecidas en el apartado anterior y como resultado de los talleres semanales de los consejos, se establecieron tres objetivos y las estrategias necesarias para cumplirlos.
La principal dificultad que, en cierta medida, se ha superado, pero que aún es motivo de preocupación, es el proceso de aprendizaje de la participación, debido a la débil organización cultural de una comunidad aislada como San Cayetano. La única vía de acceso al pueblo se está reparando en estos momentos y se han proporcionado todos los servicios institucionales necesarios. El Departamento de Cundinamarca tiene programadas visitas cada dos semanas con objeto de evitar que se rompa el orden y el ritmo local. La comunidad ya ha empezado a organizarse para llevar a cabo algunas tareas concretas. Dado que la comunidad está resignada a no tener casi nada, parece que va a ser difícil conseguir que tengan aspiraciones de mejorar su calidad de vida. Además, una vez alcanzados los objetivos establecidos, su falta de aspiraciones puede dar resultados negativos como que las mujeres no quieran dedicar algún tiempo a pensar qué va a ser de su futuro. Las nuevas ofertas de las instituciones han creado la necesidad de aportar información siempre y cuando no interrumpa las tareas cotidianas como las charlas en las cocinas comunitarias. Además, la organización de la comunidad, sigue teniendo un componente de temporalidad que hace que el concepto de un pueblo nuevo y de un planteamiento económico y social a largo plazo no se encuentra entre las prioridades de la comunidad.
Durante los primeros meses, la autoridad local perdió su legitimidad debido a su negativa a instalar sus oficinas en el asentamiento temporal alegando motivos de seguridad e intimidad. Sin embargo, la Gobernación de Cundinamarca evitó la aparición de brotes inconformistas y de autoritarismo gracias a su permanente presencia en el lugar. Finalmente, en diciembre de 1999, las autoridades locales se instalaron en el asentamiento temporal y han asumido su papel de liderazgo.
El posible exceso de intervención y de paternalismo por parte de la Gobernación de Cundinamarca y de otros organismos nacionales hace necesaria la evaluación constante del Plan de Actuación y de sus prioridades.
No ha sido sencillo materializar el componente participativo de la iniciativa ya que esta conducta ha tenido que ser inducida hasta tal punto que las autoridades locales forman el consejo de representantes junto con la comunidad sin que los propios miembros del consejo comprendan su importancia en el proceso. A pesar de esto, todos tienen claro que las decisiones que toma el comité deben llevarse a cabo.
El primer objetivo establecido en cuanto a la organización de la comunidad, teniendo en cuenta su temporalidad y pese a las mencionadas dificultades, sigue en marcha y está casi concluido. En lo concerniente a las condiciones de vida, éstas han sido buenas y se ha garantizado en todo momento la dignidad de las personas. Además, se han mejorado algunos de los indicadores de pobreza.
En cuanto al segundo objetivo, se ha completado el diagnóstico sobre la comunidad y sus interacciones. En la actualidad se está trabajando en la elaboración de proyectos para la concepción del futuro asentamiento que está a punto de fundarse. Este es un ejercicio de constante aprendizaje que se sistematiza mensualmente y es lo suficientemente flexible para permitir su ajuste en función de las necesidades que vayan surgiendo. Para lograr este segundo objetivo, ha sido de vital importancia la coordinación interdisciplinar e interinstitucional.
En relación a la reconstrucción física del pueblo, los estudios técnicos empezaron en 1999 y se empezó la formación de la población. Durante el transcurso del proceso de la toma de decisiones sobre dónde y cómo hacer la reconstrucción, tanto la comunidad como la autoridad local han salido fortalecidas. En la actualidad, es posible contar con una comunidad más activa y con una mejor perspectiva de futuro.
La empresa INCOPLAN es la encargada de auditar los trabajos realizados junto a un equipo de supervisores de la Gobernación de Cundinamarca. Dichas auditorías constatan que se han realizado el 70% de los trabajos de urbanización, servicios públicos y viviendas, mientras que, por otra parte, las labores institucionales sólo han avanzado un 30%.
En términos financieros, contamos con los recursos necesarios para llevar a cabo la reconstrucción así como los programas de reestructuración social. La cofinanciación nacional se mantendrá hasta la completa ejecución del proyecto, que proseguirá con su desarrollo independiente de los cambios de política que puedan estimar las autoridades locales y departamentales.
La intervención social se centra en la erradicación de la pobreza, siendo los líderes locales los encargados de establecer los indicadores que consideren más adecuados. En la actualidad, los líderes se han establecido de forma informal y los objetivos se han elaborado mediante un sistema de autodiagnóstico de las necesidades. Los proyectos desarrollados a este fin ya tienen asignado un presupuesto estable. Se ha querido poner especial énfasis en que la reconstrucción sea una experiencia sólida, no traumática, y que las ruinas del antiguo asentamiento se mantengan de forma simbólica como patrimonio histórico. La propia comunidad afirmó en una encuesta que el principal problema de su antiguo poblado era lo que ellos llama «el deslizamiento».
El factor ambiental ha jugado un papel primordial en el proyecto. Por ello, se está realizando una campaña para desechar el uso de la madera como combustible, práctica muy habitual en la actualidad, y evitar así la deforestación. Gracias a la colaboración de la Gobernación de Cundinamarca desde 1999, a través de los ministerios de Agricultura, de Desarrollo Económico y de Desarrollo Social, junto con el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y de las autoridades locales de San Cayetano se ha trabajado en una serie de programas destinados a la mejora social, económica y productiva de la comunidad de San Cayetano con objeto de mejorar la calidad de vida de los habitantes durante el proceso de reconstrucción.
Gracias al convenio establecido con la Red de Pueblos
Indígenas Misión Rural
, hemos podido dar
servicio y formar a emprendedores en el desarrollo de
proyectos viables para la creación de cooperativas de
trabajadores. Entre ellas cabe destacar: Lácteos San
Cayetano, Horfrusab y Monte Mora. Para la
cooperativa de lácteos, se consiguió un tanque de
refrigeración conseguimoara almacenar más de 5.000 litros diarios de leche; para las otras dos cooperativas, se supervisó la plantación de 12.000 arándanos, tomates de árbol, granadillas (fruta de producción local), guisantes, tomates, judías, judías verdes y otras plantas que beneficiarán a más de sesenta familias. Del mismo modo, se está trabajando en la construcción de un molino comunitario de azúcar de caña con objeto de mejorar un proceso de producción del que obtienen ingresos treinta familias.
El SENA y la Secretaría para el Desarrollo Social han sido los responsables de la formación de muchos hombres y mujeres jóvenes que en la actualidad están trabajando en viveros forestales, en la siembra de plantas aromáticas y en la producción artesanal. Se ha creado un sistema de almacenaje comunitario para los productos obtenidos de estas actividades y se está trabajando en su comercialización directa. La ONG Asociación de Productores de San Cayetano (ASOPROSAN) desarrolla está actividad, iniciada el seis de junio de 2001. Esta organización funciona como red de cooperación local con más de cien productores y tres empresas asociadas en este momento.
Un proceso de reconstrucción cuya gestión permanezca ajena a los afectados y a la comunidad beneficiaria de esta constituye un fracaso seguro. El pueblo de Guatavita constituye un claro ejemplo de lo que no debe hacerse ya que se desarrolló un diseño de pueblo moderno sin tener en cuenta las costumbres y los gustos de sus futuros habitantes, los cuales no están satisfechos con el resultado. Para evitar cometer el mismo error, se ha querido institucionalizar la participación ciudadana en la toma de decisiones, así como en el proceso físico de la reconstrucción.
El proceso de reconstrucción de un pueblo tras una catástrofe debe entenderse como un proceso de gestión del riesgo. Por primera vez en Colombia, se ha tenido en cuenta el componente de gestión del riesgo desde el inicio del proceso de reconstrucción. Esto ha permitido concienciar a la comunidad de que si no aprenden a gestionar el factor riesgo podrían sufrir una nueva catástrofe y, en consecuencia, un nuevo proceso de reubicación del pueblo. El principal objetivo es crear en San Cayetano un pueblo piloto en la prevención de desastres y en la gestión del riesgo. Esta es la razón por la que hemos trabajado en fomentar una cultura preventiva entre la población, de forma que puedan asumir la gestión del uso correcto de la tierra controlando así el riesgo. La Oficina Nacional de Prevención y Atención de Desastres ha establecido esta metodología como política de reconstrucción. Como consecuencia de los resultados mencionados, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) premió a la Gobernación de Cundinamarca por su Modelo de Evacuación Preventiva.
Esta experiencia ha enseñado tanto al c (Departamento de Cundinamarca)omo a toda su administración que mitigar la vulnerabilidad de una comunidad afectada por un desastre no es justificación para un exceso de intervencionismo o de paternalismo propio de los gobiernos centrales. Por ello, resulta muy diferente interferir en el desarrollo del nuevo asentamiento desde una posición centralizada que atender una emergencia para evitar la pérdida de vidas. Tampoco parece adecuado definir los aspectos más importantes de la vida diaria de una comunidad desde un despacho. Resulta difícil definir los límites de las competencias de cada entidad; es decir, hasta dónde puede llegar el gobierno central para reducir la vulnerabilidad de la comunidad sin asfixiar a los líderes locales y sin interrumpir el desarrollo normal de la dinámica local.
El fenómeno geológico presente en San Cayetano no es único en Cundinamarca. El pueblo de Paime está ubicado en la misma falla geológica de Rio Negro y en la actualidad presenta signos serios de inestabilidad en sus tierras. San Cayetano es un ejemplo de cultura preventiva local que ha servido para concienciar a los consejos locales de prevención de pueblos cercanos. Ha sido un ejemplo práctico de la adecuada gestión de la cuenca hidrográfica así como de un planeamiento territorial adecuado en el que se ha tenido en cuenta el factor riesgo.
En 1999, el pueblo La Sierra, en el Departamento de Cauca, sufrió un desastre similar obligando al reasentamiento de la población. Aunque queda constancia de que consultaron el caso de Cundinamerca, nose ha vuelto a tener noticia de dicho proyecto. Desgraciadamente, es muy habitual en Colombia no recordar la historia, quizás porque no está escrita o para evitar cometer los mismos errores. Para que no vuelva a ocurrir esta situación se está haciendo un gran esfuerzo en la sistematización del proceso, así como en la constante publicación de resultados parciales y definitivos.
En caso de tener que ayudar en otro caso similar, se haría mucho hincapié en la necesidad de contar con apoyo técnico externo y la colaboración del equipo del gobierno central. También sería deseaqble subrayar la importacia de mantener la integridad de la comunidad, ya que es muy habitual que todos los esfuerzos se centren en la reconstrucción física del asentamiento, dejando de lado el componente social imprescindible para el correcto desarrollo de la comunidad. Por este motivo deben participar todas las entidades, pero sus competencias deben definirse desde la autoridad local para que la comunidad sea la que forje su propia historia.
(22 de diciembre de 2001) «Renace San Cayetano», El Tiempo-Cundinamarca, 301; pp. 1 y 6
(25 de septiembre de 2001) «San Cayetano Listo para Navidad, Trabajemos Juntos por Cundinamarca», Trabajemos Juntos por Cundinamarca, 28; pp. 1 y 3
(22 de septiembre de 2001) «Avanza San Cayetano», El Nuevo Siglo, p. 14
(21 de mayo de 2001) «Avanza San Cayetano», El Tiempo-Cundinamarca, p. 4
(8 de mayo de 2001) «San Cayetano sigue por buen camino, Trabajemos Juntos por Cundinamarca», Trabajemos Juntos por Cundinamarca, 8; pp. 1 y 3
(8 de marzo de 2000) «San Cayetano La Red de Juego», Cundinamarca El Futuro en Marcha, 94; p. 1
(31 de enero de 2000) «Cambio de Clima», Semana, pp. 40 y 41
(16 de octubre de 1999) «Revive», El Tiempo-Cundinamarca, p. 7
(16 de octubre de 1999) «Cundinamarca ha dado ejemplo», El Tiempo-Cundinamarca, p. 6
(24 de mayo de 1999) «Listo el Plan de Acciones en San Cayetano», El Tiempo-Cundinamarca, p. 13
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