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Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp852.html

Desarrollo sostenible de zonas costeras afectadas por el cambio climático. Cuba

Fecha de referencia: 05-07-2000

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Cuba
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: costera
Ámbito de la actuación: provincial/estatal

Categorías = Situaciones de emergencia y desastres naturales: planificación para casos de emergencia; reducción de riesgos; reducción de la vulnerabilidad; rehabilitación y reconstrucción; evaluación de riesgos. Procesos de planificación urbana y regional: planificación comunitaria; proceso consultivo; planeamiento regional. Gestión ambiental: sostenibilidad ecológica; seguimiento y control.

Contacto principal:
Carlos Rodríguez Otero, Lic. Rara S. Carreras Armamenteros
Instituto de Planificación Física y dirección provincial de planificación física
Lamparilla N. 65 entre San Ignacio y Mercaderes, Habana Vieja
Cuba
Provincia: Ciudad de la Habana, Cuba
Teléfono: 62 2674
Fax: 33 55 81
e-mail: ipf@ceniai.inf.cu


Socio:
Instituto de Meteorología
Isidro Salas García, Rafael Parrado y Omar García
Apartado 17032, Habana 17, Cuba.
Tio de organización: Institución Académica y de Investigación
Colaboración: colaboración técnica

Socio:
Oficina del PNUD en la Habana, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Tipo de organización: Agencia internacional (multilateral)
Colaboración: colaboración técnica y financiera

Socio:
UNESCO
Tipo de organización: Agencia internacional (multilateral)
Colaboración: colaboración técnica y financiera


R E S U M E N

A través de colaboraciones internacionales, Cuba ha llevado a cabo la evaluación a nivel nacional del impacto de la variabilidad climática y del cambio climático en la situación actual y futura de sus costas.

Los estudios realizados han determinado que las mayores variaciones en el nivel del mar del ecosistema costero del sur de la Provincia de La Habana, (143 km de costa, 33 asentamientos y 25.000 habitantes) se presentan en situaciones de fenómenos meteorológicos severos y debido a cambios climáticos previstos a largo plazo. Las inundaciones periódicas que en varias ocasiones han sobrepasado el metro de altura, ocurren anualmente llegando a anegar hasta 5 km hacia el interior, lo que implica la frecuente evacuación de la población.

Como consecuencia de estos desastres, se han realizado estudios locales en torno a los asentamientos costeros, financiados fundamentalmente por instituciones internacionales y nacionales. Se han tomado en consideración aspectos socioeconómicos y ambientales además de la participación de las comunidades.



Fechas clave







D E S C R I P C I Ó N

Situación previa a la iniciativa

La ciudad de San Cristobal de La Habana se fundó en el siglo XVI en el lugar objeto de estudio trasladándose posteriormente a la costa norte tras aparecer condiciones climáticas adversas para el hábitat. La zona costera estaba permanentemente embarrada y su equilibrio ecológico presentaba una gran fragilidad. El proceso natural de erosión y las inundaciones periódicas han sido las responsables del deterioro de la base económica, del hábitat y del medio ambiente.

No se tuvieron en cuenta ni en la ordenación ni en la gestión del territorio, las características específicas de la zona y se limitaron tanto la participación local en la toma de decisiones como la realización de actuaciones mitigadoras de los problemas.

Establecimiento de prioridades

La iniciativa ha otorgado prioridad a la actuación en los primeros mil metros de línea costera de mayor riesgo de inundaciones: se trata de un espacio de condiciones físicas y geográficas adversas al desarrollo de actividades socioeconómicas en el cual existen siete asentamientos, 7648 habitantes y 2503 hogares. El objetivo ha consistido en aumentar la calidad de vida de la población reduciendo su vulnerabilidad a los desastres naturales mediante la adaptación y mejora de las viviendas, la resolución de problemas de drenaje y otras infraestructuras. Además, se busca la recuperación económica mediante el fomento de la pesca, la cría de ganado, la silvicultura y el cultivo del arroz. Por otra parte, se concede especial importancia a la participación femenina.

Las prioridades se establecieron mediante estudios técnicos y socioeconómicos realizados con la colaboración de grandes instituciones científicas y de planeamiento, así como de la comunidad y los gobiernos locales.

Formulación de objetivos y estrategias

El principal objetivo consiste en mejorar la calidad de vida de la población y potenciar un desarrollo equilibrado con el entorno con la participación de la comunidad y del estado. Se ha recurrido a las ordenanzas territoriales de las zonas costeras así como a otros nstrumentos de gestión y control territorial, para articular medidas mitigadoras que permitan la recuperación, la regulación, la dirección y el control del uso y las transformaciones de la zona y del sistema de asentamiento de la población. Estas políticas son el resultado de una fase previa de evaluación y diagnóstico aprobada por el gobierno.

Movilización de recursos

El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, PNUMA y el Centro para la Investigación Internacional del Clima y Medio Ambiente - Oslo, (Cicero)[1], financiaron la etapa de investigación con 45,0 millones de dólares norteamericanos. Se analizó el impacto de la variabilidad del clima y de los cambios climáticos y se facilitaron los medios para adaptar los estudios a todo el país. A través del programa internacional: "Década Internacional para la Reducción de Desastres Naturales"[2], el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, PNUD, proporcionó 260,0 millones de dólares norteamericanos para el estudio de las inundaciones costeras causadas por la subida de la marea y la mitigación de sus efectos. Como consecuencia de estos estudios y los resultados obtenidos, la zona costera del sur de La Habana se ha convertido en punto de atracción para evaluaciones locales con financiación nacional e internacional. La financiación internacional proviene de la provincia alemana de Bremen, que ya ha obtenido de 12,0 millones de dólares norteamericanos de la UNESCO.

Estos estudios han sido elaborados por especialistas nacionales de diferentes instituciones y han sido revisados por las instituciones contribuyentes. Por otra parte, el estado de Cuba ha costeado con moneda nacional los gastos de investigación y de puesta en práctica de las medidas necesarias.

Proceso

El mayor problema del proyecto está relacionado con los limitados recursos financieros disponibles para llevar a cabo las inversiones y las complejas y costosas medidas a tomar que precisan de la intervención del estado y de otras entidades nacionales e internacionales.

La participación ciudadana ha estado presente en todas las etapas del trabajo, identificando problemas, proponiendo medidas y acciones y estableciendo el orden de prioridades en que éstas debían llevarse a cabo. Los ciudadanos han sido los primeros en poner en práctica aquellas medidas que estaban a su alcance.

Los propios habitantes se responsabilizaron de la construcción y rehabilitación de las viviendas. En el caso de aquellos asentamientos con una sólida base económica que garantiza su permanencia, el gobierno facilitó los prestamos para la construcción de viviendas aterrazadas de dos alturas así como para la rehabilitación de las viviendas y de las infraestructuras en los casos en que fueran necesarias (ver figuras 8 y 9). En los demás asentamientos las intervenciones se realizan de manera individualizada, dependiendo en los recursos personales. Esto se refleja sobre todo en la construcción de una segunda planta e incluso de áticos (ver figuras 10 y 11).

Debido al arraigo cultural de la población, los habitantes no aceptan fácilmente el traslado de asentamientos a pesar de ofrecerles una mejora de las condiciones de vida en un medio rural. Esto ha obligado a limitar el desarrollo de estos asentamientos mediante normativas territoriales aprobadas por el gobierno en 1998.

Con la construcción de diques locales (ver figuras 12 y 13) se protegen los asentamientos frente al retroceso de la línea costera y a las inundaciones periódicas. Por una parte, los diques han detenido realmente el retroceso de la línea costera, pero a la vez han contribuido a la destrucción de la playa y al aumento del tiempo de evacuación del agua, lo que hace imprescindible nuevos estudios técnicos que perfeccionen su funcionamiento.

La población es consciente de la necesidad de evacuar los asentamientos pero se muestran reticentes a ello, porque no pueden llevarse sus pertenencias. La mejora de los pronósticos permite reducir el número de evacuaciones anuales y minimizar las molestias y los gastos de la población.

El papel desarrollado por el Sistema de Planeamiento Físico ha consistido en el arbitraje y la ejecución de las medidas territoriales, junto con las organizaciones estatales y de la administración, así como en facilitar el proceso de inversión. El apoyo de las organizaciones estatales consiste en la realización de estudios especiales y proyectos técnicos, así como en la formaciónde equipos dedicados al proceso de materialización de las inversiones dirigidas a resolver el sistema de drenaje, la protección costera, la urbanización y la construcción de viviendas.

Resultados obtenidos

El objetivo consiste en garantizar la permanencia de la población mediante una estrategia dirigida a mejorar la calidad de vida de los habitantes. Se concede prioridad a los asentamientos y territorios en equilibrio con el medio ambiente y, por tanto, con mayor capacidad para afrontar los efectos de la variabilidad y el cambio climático.

Las soluciones masivas adoptadas en Surgidero de Batabanó, el asentamiento de mayor riesgo, debido a su alta densidad de población y a su desarrollo industrial y portuario incluyen la construcción de 289 viviendas adaptadas a la zona y la rehabilitación de 1046 viviendas. Esta cifra corresponde al 61% del total de las viviendas en mal estado ya existentes en la zona (ver figuras 14 y 15). También se ha procedido a la mejora del sistema de drenaje zonal e individual y de las condiciones higienicosanitarias. Estas actuaciones suponen la creación de 1400 puestos de trabajo.

El aumento deo conocimiento sobre las dinámicas de la penetración del mar en la tierra y sus efectos hacen posible la toma de decisiones conjunta y el intercambio de criterios entre el organismo de Defensa Civil, las instituciones científicas y el gobierno antes de que se produzcan los desastres. Los gobiernos locales tienen más competencias en la toma de decisiones, al apoyarse en las políticas y regulaciones territoriales aprobadas en el ámbito provincial.

Se han observado cambios en la conducta de la población ya que tienen un mayor conocimiento de la situación de la zona residencial y de los beneficios que la construcción del dique sur supondrán para el resto de la provincia en cuanto a la calidad y cantidad de agua, a pesar de ser una actuación negativa para la costa, y, en particular, en cuanto a los efectos producidos por las inundaciones en el asentamiento. Han aprendido a convivir con el peligro y a protegerse de él.

En los asentamientos propuestos para el realojo, la población ha modificado sus criterios de enraizamiento debido a la gravedad y frecuencia de los desastres como ocurrió en la playa de Rosario tras los daños provocados por el huracán Irene en octubre de 1999.

Sostenibilidad

El desarrollo sostenible ha estado presente en todas las etapas de trabajo, investigación, formulación de estrategias y puesta en práctica de las soluciones.

Los recursos que anteriormente estaban destinados a la identificación y realización de soluciones se han destinado prioritariamente a la investigación en general (meteorología, social, economía del territorio, etcétera). La etapa de investigación meteorológica mediante modelos matemáticos de los fenómenos es muy útil en las primeras etapas de alerta de inundaciones, previas a los fenómenos meteorológicos severos. Los resultados de estos estudios contribuyen a la preservación de la población y al bienestar del país amenazado. Por otra parte, constituyen una forma de recuperación de las inversiones iniciales y de la actividad económica, y contribuyen a la creación de puestos de trabajo, al fomento de la realización de obras de infraestructura de saneamiento, y a la construcción de viviendas, entre otros muchos beneficios.

La política del territorio propuesta ha conseguido aunar los intereses económicos, sociales y ambientales, identificando regulaciones que han permitido la recuperación y la mitigación de los efectos de estos fenómenos climáticos sobre una población arraigada en el territorio, adaptada a los peligros y cuyas costumbres y actividades se basan en el sistema costero. Las soluciones han redundado en el beneficio de la población en general y de las mujeres, niños y ancianos en particular.

Las acciones están dirigidas a mejorar el medio y la calidad de vida de la población, cuyas costumbres, tradiciones y modo de vida se ha visto afectado progresivamente. Se ha incorporado a la transformación todo el espectro social, asumiendo gastos, esfuerzos y beneficios.

La totalidad de las actuaciones se pretenden integrar de forma armoniosa en la vida del territorio, preservando el entorno existente (costero húmedo) y haciendo uso de los recursos básicos evitando la introducción de tecnologías agresivas para con el el medio ambiente.

El desarrollo interdisciplinar, nacional e internacional de proyectos de investigación que tratan sobre la variabilidad, el cambio climático y el manejo de la zona costera, ha permitido elaborar conclusiones conceptuales y metodológicas con el propósito de identificar y clasificar los peligros, la vulnerabilidad y el riesgo a escala nacional. Además, este desarrollo ha permitido establecer el tipo de investigaciones locales necesarias, y ha confirmado la validez de las técnicas de trabajo social como estrategia de la propuesta. Ha supuesto un paso previo a la toma de decisiones de las acciones e inversiones a realizar en el territorio afectado, buscando un papel activo de la población residente y de otros agentes relacionados con el territorio.

Lecciones aprendidas
Se ha aprendido que las dificultades materiales y financieras hacen necesaria la evaluación de gastos y precisan establecer un orden de prioridades y técnicas a emplear en cada caso para los comienzos de los trabajos de recuperación y protección.

Es de vital importancia incorporar a la sociedad a la realización de aquellos proyectos y actuaciones que redunden directamente en la calidad de vida de la población. De este modo se asegura la reducción de su vulnerabilidad frente a las amenazas naturales y se cotribuye a la rehabilitación de las actividades productivas tradicionales relacionadas con la pesca, la agricultura, la silvicultura y los recursos para la reconstrucción.

Se ha aprendido igualmente que, al informar con antelación sobre las causas de desastres naturales y al dar cuenta de los recursos y de la población existente, Defensa Civil facilita la ejecución de planes de emergencia frente a los frecuentes periodos de retorno y a las inundaciones costeras. Entre esos planes, se incluyen los de evacuación y los de protección de las localidades costeras.

Con sus cuarenta años de experiencia, el planeamiento cubano ha conseguido proporcionar de manera integral y participativa (técnicos territoriales y sectoriales, población y gobierno), soluciones a los problemas territoriales desde su concepción original hasta la realización de estas una vez aprobadas en el gobierno. Además se han gestionado y controlado las Políticas sobre Ordenanzas Territoriales y la Normativas Territoriales y Urbanas aprobadas por el Consejo Administrativo del Gobierno Provincial, en las que la educación de la población ha sido un elemento de fundamental importancia.

Los estudios de ordenanzas costeras en Cuba y España han servido como objeto de consulta y adaptación al territorio estudiado. Al mismo tiempo, todas las lecciones aprendidas han sido tomadas en consideración para la elaboración de estrategias, planes y políticas del territorio.

Transferibilidad

Durante el periodo de investigación, los miembros han iniciado la divulgación del proyecto, cada vez que han considerado representativos los resultados obtenidos, tanto a nivel nacional como internacional a través de la presentación de sus experiencias en universidades, eventos internacionales en Cuba y fuera de ella.

Esta iniciativa se ha extiendo al resto de las zonas costeras del país, en las cuales el riesgo de penetración del mar es menor. Estas zonas cuentan con las mismas investigaciones meteorológicas, sociales y económicas a escala nacional, con el fin de contribuir con la experiencia local a temas como la investigación socioeconómica.


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Ana Clavería Gil.

Revisado por Carlos Verdaguer.

1: Center for International Climate and Environmental Research - Oslo
2: International Decade of Natural Disaster Reduction (IDNDR).

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