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Fecha de referencia: 5-07-2000
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como BEST.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Cuba
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: nacional
Instituciones: gobierno central, gobierno local, institución académica
o de investigación, organizaciones de base comunitaria.
Categorías = Vivienda: acceso a la financiación de la vivienda;
vivienda asequible; personas sin hogar. Buena gestión urbana:
descentralización; políticas públicas; movilización de recursos.
Contacto principal:
Cirico Cid Sands,
Sergio García Gutiérrez,
Alina Azze
Mezerene
Instituto Nacional de la Vivienda (gobierno central)
Calle 21 No. 759 e/ Calle 2 y Paseo
Vedado. CP 10400
Ciudad de la Habana
Cuba
tel.: 537 322585
fax : 537 553922
e-mail: inv@ceniai.inf.cu
Socio:
Ministerio de la Construcción (gobierno
central)
José Santana Su Rez
Ave. Carlos Manuel de Céspedes y calle 35
Plaza de la Revolución
La Habana
tel. : 537 813865
fax : 537 555303
Colaboración técnica y financiera
Socio:
Ministerio de la Agricultura (gobierno central)
Germán Romagoza Muñoz
Ave. Independencia esquina a Santa Ana
Plaza de la Revolución
La Habana
Autoridades Locales de los 169 Municipios del País (gobierno
local)
Vicepresidentes
Colaboración política
Este programa se basa en el uso de técnicas y sistemas
constructivos de bajo consumo energético y en el uso de
materiales de bajo costo, que se están utilizando en la
reconstrucción de viviendas existentes, así como en la
construcción de nuevas unidades y en su urbanización.
También se ha desarrollado un amplio proceso para la producción
de materiales a nivel local, mediante el apoyo económico y
técnico y unos controles de calidad adecuados.
El programa incluye la descentralización de la aplicación de la política de vivienda y promueve la participación ciudadana en la solución a la problemática de la vivienda, concediendo prioridad a la conservación y a la rehabilitación de las viviendas existentes mediante los controles y asistencias gubernamentales precisos.
Situación previa a la iniciativa
Desde 1991, Cuba se haya inmersa en una profunda crisis
económica, que ha tenido considerables repercusiones en el campo
de la vivienda, cuyo desarrollo está basado en las tecnologías
e inversiones ligadas a la obtención de recursos. Esto ha llevado
a un detrimento de los tipos de construcción en relación con años
anteriores.
Establecimiento de prioridades
Las prioridades de este programa son las siguientes:
Formulación de objetivos y estrategias
Los principales objetivos del programa, obtenidos tras un
exhaustivo proceso de amplia participación y una evaluación
metódica de experiencias realizadas a lo largo de estos años, son
los siguientes:
Movilización de recursos
Los ingresos obtenidos se distribuyen entre las Unidades
Provinciales de Inversión de Vivienda, que son quienes
elaboran los planes de construcción para las ciudades, núcleos
urbanos y áreas rurales incluidas en sus territorios.
Cuando la explotación de los centros técnicos de materiales se
fortalezca, la producción local de materiales crezca, la
participación de la población esté mejor organizada y el uso de
los recursos locales sea más eficiente, se alcanzarán las metas
propuestas en cuanto a la construcción de viviendas.
El apoyo técnico se ha difundido por los diversos territorios a
través de una mayor presencia de técnicos y expertos en las
oficinas de proyecto, en los centros de producción de materiales
y en los trabajos a pie de obra.
Proceso
Generalizando, era necesario fortalecer la actividad inversora,
definir claramente las competencias de cada agente dentro del
proceso y realizar un esfuerzo en la educación y formación de los
profesionales de la construcción, los técnicos y los obreros, un
proceso que todavía queda lejos de completarse.
Hay una tendencia al uso inapropiado del suelo debido
principalmente al predominio de las viviendas de una sola planta
y la falta de disciplina en el planeamiento de nuevos núcleos
urbanos, junto a las limitaciones de la gestión local y la
participación ciudadana. Por esta razón, los esfuerzos se han
centrado en descentralizar las estructuras administrativas
mediante el establecimiento de Consejos Populares que facilitan
el fortalecimiento de los vínculos entre la población y las
estructuras gubernamentales y permiten descentralizar las tareas
de planeamiento. Así mismo se relega el planeamiento del nivel
provincial al municipal, fortaleciendo su carácter regulador y
coordinador y consolidando su participación en la gestión, la
evaluación y el control del planeamiento general y el parcial,
especialmente en temas relacionados con la vivienda.
También se ha llevado a cabo, en la medida de lo posible, la
compactación y la densificación de las áreas urbanas existentes
para obtener grados de ocupación mayores que mejoren estas zonas,
evitando la expansión incontrolada de las ciudades, los flujos
de personas y las grandes inversiones en redes técnicas y de
transporte.
Aunque todavía no hemos alcanzado los niveles perseguidos en la
calidad técnica de la construcción, con el consiguiente ahorro
de recursos mediante un uso más eficiente de los mismos, el país
ha experimentado ciertamente una disminución en el número de
viviendas rurales hechas con materiales de escasa duración.
Esto ha sido posible mediante un cambio progresivo de los métodos
de diseño arquitectónico y de planeamiento urbano a los que se
ha conferido una nueva orientación basada en las nuevas técnicas
y los nuevos materiales.
También se han revisado las normativas en vigor relacionadas con
el diseño y los materiales de construcción introduciendo
criterios más rigurosos a través de la aplicación de índices de
calidad en cuanto a costes y consumo de materiales.
Otra cuestión es el estudio emprendido para la reconversión de
las fábricas de prefabricados para viviendas, implantados en todo
el país durante las tres últimas décadas, lo cual supone un gran
reto tecnológico. Se está estudiando la posibilidad de su uso
para la producción de elementos o componentes de cubiertas y
forjados principalmente, de acuerdo con la demanda en cada zona,
dando prioridad a su adaptabilidad a los nuevos tipos de
construcción.
Durante estos años, el Instituto Nacional de la Vivienda
ha contado con el apoyo de algunos centros de
investigación, universidades nacionales, autoridades locales y
organizaciones de base, habiendo contribuido todos ellos a la
iniciativa en gran medida.
Resultados esperados
Se ha iniciado un proceso de recuperación en la construcción de
viviendas, que en 1996 alcanzó una cifra de producción de 50.000
unidades, un nivel superior a la media anual previa a la crisis
económica.
Aparte de esto, el programa ha facilitado el desarrollo de una
importante fuente de producción de materiales a nivel local.
Producción de Materiales Locales en Proporción con la Capacidad
Estatal
1992 | 1999 | |
Tejas de microcemento | 250.000 | 15.000.000 |
toneladas de cemento puzolánico | 20.000 | 120.000 |
metros cuadrados de bloques | 48.571 | 3.400.000 |
toneladas de cal | 2.000 | 14.000 |
litros de lechada de cal | 60.000 | 12.000.000 |
Se han establecido Unidades Provinciales y Municipales de
Inversión en Vivienda, que cuentan con 1.500 técnicos y
expertos en los puestos de dirección, control y regulación del
programa.
En 1995 se puso en práctica un plan de conservación y
rehabilitación dirigido a frenar o paliar el deterioro en las
viviendas existentes, con un incremento progresivo en la venta
de materiales y productos, así como en la asistencia técnica y
en la colaboración por parte de los organismos estatales.
Quizás el aspecto más digno de mención de esta experiencia sea
la gran capacidad del modelo adoptado, implantado de una forma
ciertamente modesta, y válido incluso con restricciones
económicas muy severas.
Sostenibilidad
Lecciones aprendidas
Los resultados obtenidos por este programa demuestran que es
posible hacer más con menos, al poner en práctica una política
basada en un claro establecimiento de metas.
También se ha verificado que, por regla general, y más en
situaciones económicas duras, desde el punto de vista social,
económico y técnico es más razonable optar por conservar y
rehabilitar las viviendas existentes en combinación con la
construcción de nuevos edificios integrados en las mismas áreas.
De este modo se produce un crecimiento de la capacidad
ocupacional de estas áreas, sin las altas inversiones necesarias
para despejar y preparar nuevas áreas de desarrollo urbano,
construir nuevas redes y cubrir los gastos de transporte.
Por esta razón, para los próximos años, proponemos mantener los
niveles actuales de construcción de nuevas viviendas y concentrar
cualquier posible crecimiento que el país pueda experimentar en
cuanto a materiales o recursos económicos, en consolidar el
programa de conservación y rehabilitación.
Este programa para el desarrollo de la vivienda, enfocado a
solucionar la problemática actual, ha sido llevado a cabo dentro
de las limitaciones, dificultades y escaseces características de
un país en desarrollo.
En muchos casos ha adoptado rasgos propios, adaptados a las
características socioeconómicas y culturales y a los principios
éticos de nuestro país; pero en general, sus principales aspectos
y resultados coinciden en gran medida con los principios y
directrices establecidos por la comunidad internacional para el
desarrollo sostenible de las viviendas y los asentamientos
humanos.
La magnitud y la complejidad de las tareas a abordar para
asegurar una vivienda digna para todos, nos llevó a considerar
la necesidad de establecer nuevas formas de cooperación, cuyo
papel fundamental debería ser apoyar la acción nacional basada
en las políticas y prioridades establecidas por cada país.
Las pautas deberían ser las siguientes:
Referencias
AA. VV.(1999)40 años de la vivienda en Cuba (La Habana.
Octubre de 1999. 23 páginas)
Cid Sands C.(1999)Reseña de la evolucion de las politicas
habitacionales en Cuba (Publicado en: "Hacia un diagnóstico de
la vivienda popular en Iberoamérica". CYTED. Asunción, Paraguay.
Octubre de 1999)
Como hacer una vivienda mejor. Reportaje en la revista Obras, la
revista cubana de la construcción. Año 1. No. 1. 1997
Hernández E. y otros(1994)Cuba: programa de viviendas de bajo
costo (La Habana. 83 páginas)
AA. VV.(1992)Politica de vivienda en Cuba (La Habana. Febrero
de 1992. 86 páginas)
En los diarios provinciales y nacionales se publican frecuentemente comentarios y reportajes sobre la construcción de viviendas en el país.
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