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Fecha de referencia: 05-07-2000
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: México
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: alta meseta
Ámbito de la actuación: ciudad
Instituciones:
Categorías = Modelos de producción y consumo: conservación de
recursos; reciclaje y reutilización de residuos. Erradicación
de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de
trabajo; formación profesional. Desarrollo económico:
capacidad empresarial; fomento de la inversión; formación.
Contacto principal:
Prof. Jorge F. De La Vega Membrillo, Alcalde de Texcoco
Dos de Marzo No. 300, San Juanito
Código postal 56110
Texcoco, Estado de México, México
Telefax: +595 4 84 95
gabher@prodigy.net.mx
Tipo de organización: autoridad local
Socio:
Ayuntamiento de Texcoco. Departamento para el desarrollo
rural
Prof. Jorge F. De La Vega Membrillo, Alcalde de Texcoco
Dos de Marzo No. 300, San Juanito
Código postal 56110
Texcoco, Estado de México, México
Telefax: +595 4 84 95
gabher@prodigy.net.mx
Tipo de organización: autoridad local
Socio:
Secretaría de Desarrollo Agropecuario del Estado de
México, SEDAGRO
Ing. Carlos Espinoza Viana
Calle Emiliano Zapata s/n, col. Santa Úrsula
Código Postal 56100, México
Teléfono: (595) 4-00-73
Tipo de organización: Gobierno Central
Colaboración: financiera
Socio:
Secretaría del Trabajo y Previsión Social, Programa
de Calidad Integral y Modernización, CIMO
Alberto Villaseñor Guerrero
Av. Del Trabajo No. 11, esquina calle con Aldama 1er piso
Los Reyes la paz, centro
Código postal: 56400
Estado de México, México
Teléfono: (595) 5-85-53-300
Tipo de Organización: Gobierno Central
Colaboración: financiera
Socio:
Universidad Autónoma Chapingo, Coordinación de Servicio
Social
M.C. Pedro Mendoza Castellan
Km. 38.5 de la carretera de México
Texcoco, Chapingo, Estado de México, México
Teléfono: (595) 2-15-00 extensión 5766
Tipo de organización: investigación académica
Colaboración: técnica
El Programa de Desarrollo Rural de Texcoco se ha creado
con el objetivo general de generar empleo y, al mismo tiempo,
garantizar el suministro de alimentos a la población del
municipio, promoviendo un desarrollo racional de la
agricultura, el ganado, los bosques y el sector agropecuario.
Con ello se posibilita la conservación y recuperación de los
recursos naturales del municipio, evitando la acelerada
transformación del suelo rural en suelo urbano.
El programa inaugura un nuevo enfoque político en relación con
el medio ambiente rural y con las actividades productivas: se
reconoce la función urbana de la agricultura, que merece el
apoyo institucional del gobierno local.
Al comienzo de su legislatura, el ayuntamiento creó el
Departamento para el Desarrollo Rural, que generó las
primeras políticas para la promoción de las actividades
agrícolas, ofreciendo microcréditos a las actividades
productivas, formando a los productores, apoyando a las
organizaciones productoras, promoviendo la comercialización e
integrando la "cultura rural" en la vida urbana diaria. Así
mismo, se prestó especial atención a la integración de las
mujeres en el programa.
Las principales repercusiones del programa han sido las
siguientes:
Situación previa a la iniciativa
La producción agrícola dentro de las áreas periurbanas se
concebía como un resto del pasado destinado a desaparecer;
generalmente los gobiernos locales promovían la industria y
los servicios. La localización de Texcoco, próxima a México,
marcaba su destino hacia su completa urbanización. En todos
los demás municipios mejicanos, el estado asistía a los
productores agrícolas, de forma que sólo en Texcoco se habían
descentralizado las responsabilidades estatales.
Establecimiento de prioridades
Las actividades del Departamento para el Desarrollo
Rural, DDR se desarrollan atendiendo a las siguientes
prioridades:
Formulación de objetivos y estrategias
El programa define los siguientes objetivos específicos:
Movilización de recursos
La mayor parte (el 30%) de los recursos económicos empleados
para apoyar los proyectos de producción provienen de los
fondos federales, asignados a cada gobierno local dentro del
Distrito Federal de México. Aunque estos fondos están
destinados principalmente a pequeños trabajos, como drenaje,
pavimentación e infraestructuras, el gobierno de Texcoco ha
apartado un 15% para apoyar de forma permanente el Programa
para el Desarrollo Rural. Dicho apoyo se realiza mediante un
fondo rotatorio permanente que ha recuperado un 40% en
devolución de préstamos a finales de 1999. El Consejo de
Desarrollo Municipal, formado por representantes de la
comunidad y del gobierno local, distribuye la asignación de
los fondos a los beneficiarios.
El 20% de los recursos totales del programa provienen de los
impuestos municipales. Del total de los impuestos, el 80%
refluye al Estado Federal, el 15%, al Estado Central y sólo el
5% permanece en el propio municipio. Éstos recursos propios se
emplean fundamentalmente para actividades de formación y para
subsidios que refuerzan las actividades agrícolas
económicamente fuertes (productos lácteos y floricultura).
El ayuntamiento trabaja con empleados cualificados (sociólogos
rurales, veterinarios, zoólogos y agro-ecólogos), pero también
establece acuerdos de trabajo con instituciones que ofrecen
apoyo técnico ((como el CNA).
Además, para poder acceder y ofrecer más formación al menor
coste, se han establecido acuerdos de cooperación con la
universidad de Chapingo y con la Red de Acción sobre
Plaguicidas y Alternativas en México,RAPAM.
Proceso
Al inicio del proceso, debido a la inexistencia de políticas
locales previas que promovieran, en particular, las
actividades productivas y, en general, el propio desarrollo
municipal, se generó cierto recelo entre los funcionarios
municipales y fue la causa de la carencia de conocimientos de
los productores sobre el Programa para el Desarrollo Rural.
Por ello se promovió la participación de los funcionarios
municipales y de los representantes de la comunidad en
reuniones organizadas por el Consejo Municipal para el
Desarrollo, de forma que los propios productores pudieran
explicar la importancia de sus actividades en nuestro
municipio en vías de urbanización y discutir sus necesidades
de cara a obtener apoyo en sus futuras actividades. Cada año
tienen lugar ferias comerciales en las que los productores
periurbanos exponen sus productos y las organizaciones
participantes exponen su trabajo, para difundir las
actividades del programa y para llamar la atención sobre su
importancia.
Al mismo tiempo se han puesto en práctica mecanismos para
ofrecer apoyo económico (microcréditos) asegurando su
recuperación, con el fin de apoyar los distintos proyectos de
producción agrícola: la instalación de empresas de productos
agrícolas orgánicos y de jardinería, proyectos de compostaje y
una planta de tala para favorecer la reforestación, entre
otros (ver anexo 1 para obtener una lista de los proyectos en
apoyados).
En México, como consecuencia de los anteriores programas de
desarrollo y de las crisis económicas, frecuentemente surgen
problemas para recuperar los fondos -especialmente los
gubernamentales-. La estrategia municipal para asegurar la
devolución de los fondos incluye:
Resultados obtenidos
Uno de los principales resultados obtenidos es la
institucionalización del Programa para el Desarrollo Rural,
mediante la creación del Departamento para el Desarrollo Rural
y la inclusión del programa en el "Bando Municipal". Los
funcionarios municipales, los habitantes y las organizaciones
educativas están considerando, cada vez más, la agricultura
como una función urbana, con lo que se incrementa el apoyo a
las actividades agrícolas municipales.
Se ha conseguido articular de forma creciente al gobierno de
Texcoco con los agentes urbanos locales y con el gobierno
central y el federal, mediante su cooperación directa con
organismos estatales (SEDAGRO, la Secretaría de Trabajo
y el programa nacional sobre el agua) y con organizaciones
civiles (RAPAM y la universidad).
Debido al impulso dado al desarrollo económico local, entre
1997 y 1999 se ha generado empleo mediante 78 proyectos de
grupo (beneficiando a un total de 824 productores, entre ellos
cien mujeres). Los proyectos presentados en el anexo 1 han
continuado en funcionamiento a lo largo de los años. De los
824 productores a los que se ha prestado apoyo, el 61% (498
personas) tienen un empleo estable. El apoyo prestado a la
organización social y jurídica de los productores ha dado
lugar a una mejora en las capacidades de autogestión, así como
en la autoestima y la integración en la comunidad.
Los 640 productores que han recibido formación especializada,
han aumentado su producción o han disminuido los costes de
producción.
Cien familias se han beneficiado directamente del suministro
de productos de alimentación saludables (principalmente
legumbres) proporcionado por las empresas de productos
orgánicos. En general, el aumento de la producción local de
alimentos contribuye a disminuir la contaminación ambiental
(reducción del transporte, del embalaje y del almacenamiento).
Todo lo anterior ha contribuido a la disminución de las ventas
de terrenos agrícolas para su urbanización, así como a la
conservación de los recursos municipales naturales y a la
mejora de su medio ambiente.
Sostenibilidad
La recuperación del apoyo económico ofrecido (microcréditos)
es fundamental para asegurar la sostenibilidad financiera del
programa. Este es el motivo de que se establezcan distintos
mecanismos para garantizar la devolución mediante un programa
permanente de fondos rotatorios. Se ha insistido en demostrar
que, tanto para el gobierno local como para el público, el
programa no es un fracaso, sino que, por el contrario, es
viable y cumple su objetivo de apoyar un número creciente de
actividades cada año. Texcoco es en la actualidad el único
municipio que ha sido capaz de recuperar una gran parte de los
fondos federales empleados en los microcréditos (el 40% por el
momento). Más aún, ha logrado recuperar el 98% de los fondos
procedentes de los impuestos municipales destinados al
programa dentro de los siete primeros meses después de haber
gastado sus propios recursos.
La institucionalización y la incorporación del programa a la
ley "Bando municipal", que regula la vida diaria, garantiza
una cierta sostenibilidad política, ya que ni siquiera un
cambio de gobierno podría obviar la ley. Cuando la asistencia
directa del gobierno desaparece, el apoyo prestado a la
organización de productores también contribuye a la
continuación del programa. El programa ha generado simpatía
entre la población y las organizaciones que actualmente no
están directamente implicadas en él, y ha dado lugar a un
compromiso creciente para continuar con sus actividades (como
las relacionadas con la educación agro-ecológica de los niños
y de los jóvenes), incluso considerando la posible disminución
del apoyo financiero municipal.
En el caso de la producción en el campo de la horticultura y
la floricultura, está creciendo el empleo de técnicas de
producción orgánica, como el uso de compost, y el recurso a
los biofertilizantes y los bioinsecticidas. También se está
promoviendo la irrigación por goteo, que supone una menor
presión hacia el uso de los recursos no renovables.
Lecciones aprendidas
Las principales lecciones aprendidas tienen que ver con la
importancia de crear espacios para la participación ciudadana
en el reparto de los recursos, ya que permiten a los
ciudadanos asumir la responsabilidad de generar desarrollo
local en un municipio por medio de sus propias actividades.
El gobierno local tiene la responsabilidad de garantizar la
calidad de vida de sus ciudadanos creando empleo y asegurando
el acceso a y el suministro de alimentos saludables. El
suministro seguro de alimentos a las ciudades debería ser una
preocupación de los municipios urbanos y por ello todas
aquellas estrategias encaminadas a apoyar la producción local
de alimentos, su transformación y su comercialización merecen
el apoyo gubernamental.
Es importante generar programas de apoyo relacionados que se
basen y tomen en cuenta la heterogeneidad de sus beneficiarios
y la realidad de sus vidas cotidianas (como la articulación de
programas de reembolso a los ciclos agrícolas productivos)
como un factor importante para asegurar el éxito del programa.
Es importante también alcanzar la sostenibilidad financiera de
los programas, aportando mecanismos basados en los incentivos
económicos (descuentos a reembolsos rápidos) y en la identidad
colectiva (articulación consciente entre la puesta en marcha
de nuevos proyectos y la liquidación de los anteriores).
En relación con la sostenibilidad financiera y política del
programa, es fundamental que los gobiernos locales establezcan
en su cuerpo jurídico leyes, normas y regulaciones que
reconozcan la importancia de las actividades emprendidas,
modernizándolas en el contexto global del desarrollo urbano.
La consolidación de las organizaciones de productores permite
diseñar las actividades del programa de acuerdo con las
necesidades de los participantes, promoviendo su participación
en la toma de decisiones.
La colaboración entre los distintos tipos de organizaciones
(gobierno local, gobierno central, apoyo técnico e
instituciones educativas) permite un mayor apoyo financiero,
promueve la eficacia y puede contribuir a la disminución de
los costes (como la incorporación de actividades específicas
dentro del programa de actividades educativas diarias).
Transferibilidad
Por el momento, el municipio de Texcoco no se ha implicado
directamente en la promoción directa de los Programas para el
Desarrollo Rural en otras localidades. Sin embargo en dos
municipios próximos, Papalotla y Nezahualcoyotl, se emplearon
fondos federales por primera vez en 1999 para apoyar proyectos
productivos, como respuesta a la demanda de los productores
locales, quienes conocían la experiencia de Texcoco.
Parece necesario repetir la experiencia de Texcoco para
asegurar el desarrollo local y mejorar la seguridad
alimentaria, la salud, el medio ambiente urbano y las
posibilidades recreativas. Para ello es imprescindible crear
espacios compartidos entre los municipios mejicanos para la
reflexión, la participación ciudadana, la articulación entre
los distintos agentes urbanos y el diseño de estrategias
adaptadas a la realidad local de cada municipio.
La cultura de los ciudadanos debería ser un parámetro básico
para generar instrumentos de apoyo y mecanismos para asegurar
la sostenibilidad del programa a largo plazo, mediante la
recuperación de los fondos y la diversificación de los
recursos. Un grupo de profesionales podría iniciar un
diagnóstico participativo en las comunidades periurbanas, para
establecer las necesidades y diseñar las actividades del
proyecto. En un principio estos profesionales deberían ser
pagados por los gobiernos locales, aunque en un segundo
estadio deberían ofrecer sus servicios en forma de formación y
de asistencia técnica, pagados por los productores.
Perfil financiero
1997/1998/1999 333.336,54 dólares EEUU
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