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Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp743.html

Haciendo realidad los sueños de 32 familias de Medellín (Colombia)

Fecha de referencia: 05-07-2000

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Colombia
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: montañosa
Ámbito de la actuación: barrio
Instituciones: organización no gubernamental (ONG); organización de base comunitaria (OBC)
Categorías = Procesos de planificación urbana y regional: elaboración de presupuesto; programación de la inversión del capital; aplicación local de la Agenda 21, realización de Agenda 21 Local. Vivienda: acceso a la financiación de la vivienda; vivienda asequible; carencia de hogar, personas sin hogar

Contacto principal:
Elizabeth Campos Ramírez
Calle 56 No. 46-16 Torre Argos
Medellin
(57-4) 2163837
(57-4) 2512626


R E S U M E N

La comunidad de El Raizal está constituida por un grupo de 32 familias que, tras obtener una parcela libre para sus viviendas, han tardado seis años en construirlas. En un principio, carecían de cualquier posibilidad de acceso a un crédito hipotecario, puesto que no podían contar con los avales necesarios. El grado de desmotivación de la comunidad era tal que, en 1998, llegaron a plantearse la posibilidad de ocupar los terrenos y autoconstruirse viviendas provisionales con chapas y placas de zinc.

La Asociación Hábitat es una organización sin ánimo de lucro que apoya económica y técnicamente procesos de construcción de viviendas. Durante el proceso de preselección de lo que iba a ser su proyecto piloto en la región de Antioquía, observó que las condiciones de esta comunidad se adaptaban perfectamente a la líneas maestras de su estrategia, por lo que decidió apoyar la iniciativa. Las familias respondieron positivamente, de forma que Hábitat se puso a trabajar junto a los vecinos con dos objetivos fundamentales: proporcionar una vivienda asequible y sencilla pero acogedora a cada una de estas familias y llevar a cabo todos los trámites administrativos para lograr que las viviendas dispusieran de todas las infraestructuras y los servicios públicos necesarios. En apenas un año, se demostró que, con la colaboración del sector privado, las instituciones, la voluntad de los vecinos y la labor de una organización como Hábitat, el sueño de estas 32 familias de tener una vivienda y un hogar donde descansar se podía hacer realidad. Pero, por encima de todo esto, tras observar cómo se ha desarrollado todo el proceso de formación y de autoconstrucción, se puede decir que no sólo se han construido las viviendas, sino que se ha creado una comunidad que en el futuro puede hacer frente a cualquier reto que se le presente; y ésta es una buena razón para la satisfacción y un elemento para la reflexión de forma que esta experiencia pueda extenderse a otros ámbitos.



Fechas clave

Octubre de 1997-octubre de 1998: Primeros contactos de Hábitat con un comité de técnicos voluntarios para poner en marcha la Oficina de Hábitat.
Noviembre de 1998-marzo de 1999: proceso de selección y de formación de la comunidad beneficiaria.
Abril de 1999-abril de 2000: construcción de 32 viviendas nuevas para las familias miembras de la Junta Comunitaria de Vivienda de El Raizal.



D E S C R I P C I Ó N

Situación previa a la iniciativa
La Junta Vecinal se constituyó como organización con el objetivo de comprar una parcela y gestionar la construcción de sus viviendas. La situación económica, la recesión que sufría el país y el alto índice de desempleo en los estratos sociales más bajos hacían prácticamente imposible obtener algo más que la mera parcela. Las familias, cansadas de no ver una solución próxima, estaban decididas a instalarse en el terreno sin urbanizar. En esta misma época, Hábitat iniciaba sus actividades en Medellín y, tras conocer esta iniciativa, decidió apoyarla. Una de las principales dificultades del proyecto era la pronunciada pendiente de la zona donde se encontraba la parcela, muy característica de esta región de Antioquía, y que hacía muy urgente la urbanización.

Establecimiento de prioridades

  1. Proporcionar una solución viable al problema de la comunidad; en este caso la necesidad más patente era el acceso a la vivienda, aunque en torno a este problema se podían plantear otras alternativas que permitiesen el desarrollo integral de la comunidad.
  2. Negociar la conexión de las viviendas a los servicios públicos básicos.
  3. Trabajar en pro de la construcción de la comunidad, poniendo especial énfasis en el desarrollo de relaciones efectivas, mecanismos de resolución de conflictos, ayuda mutua y trabajo en equipo.

El comité local de Hábitat, del que forman parte las familias de la comunidad de El Raizal, se encargó de definir estas prioridades.

Formulación de objetivos y estrategias

Se elaboró un resumen donde se detallaban los principales objetivos, las estrategias de la iniciativa y los destinatarios de estos esfuerzos, así como la forma de definir cada uno de estos aspectos.

Objetivos


Estrategias

Dinamización de los procesos comunitarios para promover el liderazgo:


Movilización de recursos

Recursos técnicos

El objetivo fundamental consistía en adecuar los medios técnicos y el proceso de construcción a la disponibilidad de las familias. Se recurrió a una consultoría técnica por parte de personal voluntario procedente de empresas tanto públicas como privadas. Un porcentaje mínimo del presupuesto se dedica al salario del maestro de obras, encargado de coordinar todos los trabajos, y a la mano de obra especializada, requerida para algunos trabajos específicos.

Recursos humanos

Aparte de las cuadrillas de trabajadores voluntarios, también se contó con los esfuerzos de los propios vecinos, a través de la autoconstrucción y de la ayuda mutua, ahorrando el máximo posible en los gastos de personal.

Recursos financieros

Hábitat para la Humanidad prestó seis millones de pesos (aproximadamente 3.000 dólares EEUU) a cada familia para la construcción de su vivienda. Este préstamo tiene un plazo de amortización de diez años (un total de 120 cuotas), sin intereses, que retorna a un fondo rotatorio para permitir la construcción de otras viviendas destinadas a familias en su misma situación. Este dinero se dedica a la adquisición de materiales y el pago de la mano de obra especializada.

Proceso

Los problemas encontrados en el desarrollo del proyecto fueron los siguientes:

  1. Falta de credibilidad hacia la organización por parte de las familias, cuyos antecedentes y desmotivación limitaba su confianza en este proyecto. El proceso de información, la velocidad en que se puso en marcha la iniciativa y la efectividad lograda permitió cambiar esta primera impresión.

  2. Aún está por resolver los trámites para la subdivisión de predios y la escrituración individual con el objeto formalizar la hipoteca y garantizar así la devolución de los créditos. Esto es debido a la dificultad de cumplir todos los requisitos y normas requeridos; por otra parte, hay que sumar el importante coste de estos trámites, cuyo importe fue difícil de reunir entre los vecinos.

  3. Otro problema importante fue la dificultad de implicar a los organismos municipales en el proyecto. Las entidades gubernamentales retrasaban y dificultaban el inicio de las negociaciones y los compromisos claros. Todas estas dificultades se superaron gracias al entusiasmo de las personas participantes, que facilitaron la presentación del proyecto y promovieron el compromiso entre las autoridades.

  4. Problemas de territorialidad en parte del vecindario. En un barrio tan golpeado por problemas sociales tan graves como la violencia, la ausencia de soluciones visibles a las mínimas necesidades básicas, no era nada fácil la aceptación de la presencia de un grupo de familias que disponía de viviendas sólidas y agradables, en contraste con el resto de las existentes. La envidia, la rivalidad y la obstaculización del proceso eran las únicas medidas posibles de protesta por esta situación. Otro aspecto añadido a este problema era la presencia de bandas armadas al margen de la ley que imponían su propias reglas y decidían quién podía acceder a las zonas que controlaban. Hacer frente a esta situación implicaba el diseño de un sistema de comunicación e información, así como una integración mayor con el fin de conseguir la aceptación del entorno y terminar con las rivalidades. En cualquier caso, es preocupante la ausencia de una solución de mayor calado que, al menos en este barrio, responda a la necesidad de mejorar la calidad de las viviendas y de las condiciones de vida en general.

Resultados obtenidos

Teniendo en cuenta los objetivos planteados al poner en marcha el proyecto, se ha resuelto principalmente el problema de la vivienda, con la construcción de 32 unidades siguiendo la metodología propuesta por Hábitat y sin olvidar el apoyo de organismos públicos y privados. Se ha realizado un constante seguimiento cualitativo de todo el proceso, tanto desde el punto de vista técnico como social, contribuyendo a la resolución de los problemas según iban surgiendo y buscando un desarrollo y un fortalecimiento de los lazos y las relaciones en el seno de la comunidad beneficiada y con el resto del barrio. Más que por sí mismos, los resultados de este proyecto cobran una mayor importancia si se plantea esta iniciativa como prototipo aplicable a mayor escala.

Los recursos para la construcción de las viviendas fueron gestionados en su totalidad por Hábitat, que no sólo contaba con una estructura administrativa para llevar a cabo esta labor, sino que también había aportado el mayor porcentaje de estos fondos. El dinero aportado por Hábitat se empleó en la adquisición de los materiales de construcción y en el pago de la mano de obra especializada; para su devolución se estableció un máximo de 120 cuotas (a pagar en diez años), de forma que las cantidades devueltas se incorporaran a un fondo rotatorio que sirviese para la construcción de nuevas viviendas en la región.

El préstamo estaba garantizado por una hipoteca sobre el patrimonio familiar. De igual manera, hay que señalar que, en paralelo, la familia firmaba un compromiso para trabajar en la construcción de su vivienda bajo la dirección de Hábitat. Los equipos voluntarios de trabajo y de asesoría técnica que proporcionan Hábitat y otras organizaciones colaboraban en la realización del proyecto, pero no suponían ningún coste para los vecinos. Los costes del suelo, la escrituración, la conexión a las redes de servicios públicos y la mano de obra no cualificada fueron asumidos por la junta comunitaria, a través del pago directo o de la financiación proporcionada por la compañía prestadora de servicios, con un plazo de amortización en torno a los ocho años.

La filosofía de trabajo de Hábitat está basada en la equidad y busca ofrecer a cada uno de los actores, a cada uno de los miembros de cada familia y al conjunto de la comunidad la oportunidad de participar sin ningún tipo de favoritismo ni discriminación por razones de sexo, raza, credo o filiación política. Hábitat considera que proporcionar una vivienda digna a una familia necesitada implica el reconocimiento de que la vivienda es un derecho para todos y que proporcionar este derecho es una posibilidad real que debería generalizarse.

Cualquier proyecto desarrollado con grupos humanos debería reconocer el origen, las costumbres, los usos y los patrones culturales que marcan la diferencia entre una región y otra. Partiendo de estos principios, se descubre que, en cualquier caso, se debe realizar un diagnóstico antes de buscar una solución a un problema. El proyecto de El Raizal ofreció y promovió el respeto hacia las opiniones diferentes y hacia el diálogo. Cada proyecto que lleva a cabo Hábitat intenta compatibilizar estos principios con las necesidades de cada situación.

Sostenibilidad

Para garantizar la sostenibilidad ambiental del proyecto se ha procurado reducir la dependencia de recursos no renovables (aire, fluidos, suelo, energía, etcétera) y cambios en el sistema de producción, en el modelo tecnológico y en los patrones de consumo. Un intento de llevar a cabo este modelo consistió en la instalación en las viviendas de un punto de acceso a la red de gas natural, considerado en Colombia la alternativa energética para proteger los recursos naturales. Las 32 viviendas cuentan con esta instalación y se espera a que la compañía prestadora de servicios instale la red externa para poder hacer uso de este servicio.

Lecciones aprendidas

  1. En proyectos de viviendas realizados junto a organizaciones de base comunitaria se debe garantizar el acceso previo de las viviendas a los servicios públicos; todas las obras relacionadas con este asunto deben ser realizadas antes de iniciar la construcción de las propias viviendas. En el proyecto de El Raizal, estos trabajos se realizaron en la fase final y afectaron a la dinámica del proyecto tal y como la había planteado Hábitat.
  2. Todo el proceso de reasentamiento debería contar con una estrategia de promoción, información y/o difusión del mismo. Los actores y las fuerzas vivas de la comunidad o del barrio deberían participar en el proceso y no sólo como observadores pasivos. Si se busca la integración comunitaria, ésta debería comenzar por la implicación de estos agentes.
  3. El éxito del trabajo reside en la planificación, en una ejecución ordenada y en un seguimiento del proceso. De esta manera, puede realizarse una evaluación cualitativa y decidir si los resultados alcanzados son positivos; sin embargo, para medir el impacto de forma cuantitativa, deberían diseñarse otras estrategias.

Transferibilidad

Diversas organizaciones similares a Hábitat han replicado este modelo en otras regiones de Colombia e incluso a nivel internacional. Por otra parte, sólo en el Departamento de Antioquía, más de quince comunidades en condiciones similares están trabajando para conseguir el apoyo de Hábitat para desarrollar su proyecto de vivienda. Para ello, la organización necesita una estructura administrativa que no es posible mantener a nivel nacional, por lo que se está buscando una alternativa para difundir la metodología que permita replicar la experiencia en colaboración con otras comunidades. En base a la experiencia adquirida y a las lecciones aprendidas, Hábitat asesora exhaustivamente a aquellas comunidades que aspiran a obtener algún día la ayuda de Hábitat, procurando evitar los mismos errores del programa piloto.

A continuación se enumeran algunas de las comunidades que se han incorporado a una base de datos de posibles proyectos a realizar en el futuro en municipios del departamento de Antioquía:


Para replicar esta iniciativa, la organización impulsora debería empezar por definir con claridad los objetivos fundamentales, las estrategias, las actividades, los recursos y las alianzas estratégicas para alcanzar los objetivos.

La planificación y el desarrollo sistemático del proceso, desde la selección, la formación y la asesoría hasta el seguimiento técnico, así como la definición de las responsabilidades y la transparencia total en el proceso garantizan la efectividad y, en gran medida, el éxito de la iniciativa. Un ingrediente adicional está relacionado con la necesidad de `creer' en el proyecto. Los seres humanos están llamados a poner en práctica las enseñanzas de dios y todo aquello que nos predicó a través de jesucristo en actuaciones sensibles y reales en favor de todos aquellos que tienen necesidades vitales. Este es el sentimiento que empuja a Hábitat para la Humanidad a asociarse con grupos de familias y a imaginar y a `hacer realidad los sueños'. Uno de los beneficiados por esta iniciativa comentó: `esto supera a todo lo que habíamos soñado', a lo que se le podría contestar `soñar vale la pena'.

Perfil financiero
Año 1999-2000:
286.023 dólares EEUU.
103.384 dólares EEUU.
86.486 dólares EEUU.
10.566,71 dólares EEUU.
85.586,63 dólares EEUU.

Referencias


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Carlos Jiménez Romera.

Revisado por Carlos Verdaguer.

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