Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp706.html |
Fecha de referencia: 05-07-2000
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Argentina
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: continental
Ámbito de la actuación: barrio[1]
Instituciones: organización no gubernamental, sector privado, fundación.
Categorías = Erradicación de la pobreza: acceso a créditos. Vivienda:
propiedad del suelo y seguridad. Ordenación territorial:
planeamiento y calificación del suelo; urbanización y desarrollo
de suelo; remodelación urbana y suburbana.
Contacto principal:
Programa Social de Urbanización (PSU) (ONG[2])
Jorge Newbery 2015 (1643) Beccar - Provincia de Buenos Aires.
Argentina.
Ezequiel Zapiola (Presidente) (arquitecto)
Hugo Mora (arquitecto)
Teléfono: (54-011) 4723-5334
Fax: (54-011-723-6295)
E-mail : ezapiola@overnet.com.ar
Socio:
Interamerican Foundation (I.A.F.) (Fundación
Interamericana) (fundación)
Anne B. Ternes
901 N. Stuart Street, 10th Floor, Arlington, Virginia, 22203,
Estados Unidos de América
http://www.iaf.gov
Colaboración financiera para la infraestructura de servicios y
parte de la estructura de trabajo.
Socio:
Banco de la Provincia de Buenos Aires (sector privado)
Gerencia de Crédito Social, Sucursal Buenos Aires
Amadeo Eduardo
San Martín 137, Capital Federal
Argentina
Teléfono: (54-011) 4331-2561
Colaboración financiera para la compra de los tres terrenos.
(aproximadamente 40 hectáreas)
Cuatro ONGs de vivienda se unieron en 1988 y concibieron un
Programa de Lotes y Servicios a los que tuvieran acceso, al
costo, esas poblaciones desarraigadas. Debido a la situación
económica de los años 1989-1990 que hizo caer al gobierno del
Presidente Alfonsín, el Programa debió ser redimensionado,
ejecutándose 936 lotes. Este Programa fue el mayor realizado en
Argentina desde el sector no gubernamental.
Los rasgos remarcables del Programa son:
Situación previa
(ver Resumen)
Después de las inundaciones que se produjeron en varias zonas del
Gran Buenos Aires y por iniciativa de una organización no
gubernamental (Fundación Vivienda y Comunidad) se organizó
una Campaña de Ayuda a los Inundados bajo el auspicio de
Cáritas Nacional, denominada "Construyamos Con Esperanza".
Esta campaña reunió a varias entidades y durante alrededor de
un año y medio produjo ayudas en materiales y dinero que
colaboraron para que más de 800 familias pudieran reconstruir
sus casas destruidas por el agua. Las entidades que
trabajaron en esta Campaña quedaron en cierto modo ligadas a
través de la tarea emprendida y dos años después se
autoconvocaron con un objetivo de mayor escala. Al entender que
las poblaciones afectadas, más que materiales o dinero
necesitaban tierras aptas para asentarse, cambiaron la
finalidad de la iniciativa y decidieron la generación de un
programa de lotes con infraestructura. Prioridades: de un primer
estudio realizado en el área y considerando las posibilidades
reales de obtener recursos, las cuatro entidades que
finalmente resolvieron dedicarse a esta tarea, diseñaron
un proyecto para producir 4.000 lotes en un período de tres
años.
La formulación de estrategias
El diseño del proyecto, la identificación de las posibles
fuentes de recursos, los contactos con los probables
aportantes, la integración de las cuatro entidades en un solo
organismo ejecutor, la identificación de las poblaciones
potencialmente participantes y la puesta en marcha del proyecto
ocuparon un lapso de tiempo de alrededor de un año y medio.
En ese tiempo se entablaron negociaciones con la Fundacion
Interamericana, se envió un proyecto para obtener fondos para
la ejecución de la infraestructura en tres predios (Benavidez,
Merlo y Moreno) que sumaban 40 hectáreas y permitían producir
alrededor de 950 lotes como etapa inicial del Programa.
La movilización de recursos
El PSU, había tenido la intención de realizar esta etapa en un
solo predio pero se tuvo que abandonar la idea ante la
negativa de sus propietarios (el Arzobispado de Buenos Aires) de
venderlo a un precio acomodado. Por tal motivo el PSU decidió
la compra de tres lotes menores y estableció que cada entidad
tomara a su cargo el desarrollo de las obras pertinentes (En
el caso de Benavidez el plan quedó a cargo de la Fundación San
Juan Bosco y APAC). La Fundación Interamericana supeditó su
aporte a que se involucrara al Estado en el proyecto. Esto se
logró luego de casi un año de tratativas con el Banco de la
Provincia de Buenos Aires que aprobó un crédito por u$s
284.000 dólares EEUU en octubre de 1988. Se compran los tres
predios y esto destraba el aporte de la I.A.F., (unos 760.000
dólares), comenzándose las obras en enero de 1989.
El proceso
Aunque el proyecto operaba en tres predios, la dirección del
mismo era en común a través de una estructura de trabajo que se
conformó de la siguiente forma: se estableció un Consejo
Directivo, formado por dos representantes de cada una de las
entidades que integraban el PSU. Este Directivo fijaba las
políticas, estrategias, manejaba las relaciones tanto externas
con los organismos financiadores como internas con las
áreas operativas nucleadas en el Consejo Ejecutivo. Este último
era el encargado de formalizar la ejecución de las obras a
través de una planificación concertada que se materializaba
mediante: diseño de los barrios, gestiones ante las
municipalidades, definición de las obras a ejecutarse en
cada caso, establecimiento de plazos, licitaciones de las
obras, control y seguimiento de los trabajos, pagos a los
contratistas, pago de sueldos al personal rentado
(arquitectos, abogados, asistentes sociales, contadores,
secretarias, etc. En el momento de mayor actividad la estructura
de trabajo llegó a contar con 18 personas).
El proceso de desarrollo del PSU sufrió un serio problema
operativo puesto que el proyecto se ejecutó durante la más
grande crisis económica sufrida por Argentina entre los años
1989 y 1990, con un pico máximo en julio de 1989 cuando se
produjo, por efecto de la hiperinflación una variación en el
costo de la construcción del 228,4% lo que obligó a
replantear el cronograma establecido y reprogramar obras puesto
que para varias obras las empresas proveedoras se negaban a
fijar precios. En otros casos en que las obras debían ser
ejecutadas por entes estatales, caso redes eléctricas, los
gremios se oponían a que las obras se ejecutaran por empresas
privadas, llevando a largas tratativas hasta conseguir
destrabarlas. Pese a ello el proyecto continuó desarrollándose
con diferentes grados de avance en los distintos predios. Por
otra parte y dado que el Programa estaba dirigido a poblaciones
en estado de emergencia habitacional, se comenzaron a sentir
las presiones de los grupos de pobladores, que veían demorado
su acceso a los lotes. En varios casos el PSU tuvo que
autorizar a familias desalojadas el asentamiento precario aún
antes de que se hubieran finalizado los trabajos. Las obras
tomaron otro ritmo a medida que disminuían los índices de la
hiperinflación, aunque todavía estos se hacían sentir en 1990.
Las obras que proveyó el PSU consistieron en los tres predios en:
Esto produjo en las poblaciones no solo una notable mejoría en
su habitat físico sino también enormes cambios en cuanto a los
aspectos sociales tales como la recuperación de la
autoestima, la identidad ciudadana, el reconocimiento
social, etc. De vivir en lugares degradados pasaron a formar
parte de barrios integrados a la trama urbana y provistos
de servicios básicos esenciales.
La iniciativa del PSU fue rápidamente adoptada por
los niveles gubernamentales de la Provincia y sus instrumentos
fueron incorporados a las operatorias alternativas de vivienda.
En este caso la Provincia creó un programa de rasgos similares
que denominó Plan Pro-tierra y que, con distintos
resultados, operó en diversas localidades de la Provincia.
El Programa sirvió también de ejemplo para la creación de uno
de carácter nacional que lleva a cabo la Secretaría de
Desarrollo Social de la Nación (hoy Ministerio de Desarrollo
Social y Medio Ambiente) que cuenta con financiación del
Banco Interamericano de Desarrollo y del Estado Nacional . Este
Programa se denominó inicialmente "Programa de Lotes y
Servicios" lo que indica claramente su inspiración en el
Programa Social de Urbanización que relatamos y que se
desarrolló varios años antes. Actualmente el Programa
nacional se denomina "Programa de Mejoramiento Barrial y Lotes
y Servicios" pero hasta el momento no ha comenzado a ejecutarse
concretamente en obras. (Ver también:
replicabilidad-transferibilidad)
La sustentabilidad del PSU se resuelve por la existencia
de barrios integrados a la trama existente. Cada vecino es
propietario de su lote y como tal se hace cargo del pago
de los impuestos y tasas municipales. También contribuye,
mediante el pago de una cuota mensual al mantenimiento del
sistema de captación y distribución del agua potable, para lo
cual se creó desde el comienzo del asentamiento una
Comisión en cada barrio encargada de la recaudación y la
atención del servicio.
La compra de los lotes por sus actuales propietarios se hizo
a través de créditos personales (no hipotecarios) otorgados
por el Banco de la Provincia de Buenos Aires es decir que,
al momento de la firma del boleto de compra-venta entre el
comprador y el PSU el Banco saldaba la deuda por el valor del
lote y traspasaba el crédito original otorgado al PSU a cada
propietario a pagar en 10 años de plazo. En el momento del
traspaso del crédito el valor de las cuotas alcanzaba a los 20
dólares y el precio de los lotes oscilaba, según cada barrio,
entre 900 dólares en Merlo y 1.300 en Benavidez, debido a los
distintos precios de la tierra.
Las lecciones aprendidas de otras iniciativas son relativamente
pocas, dada la casi nula cantidad de programas similares
desarrollados en Argentina.
Algunas de las lecciones aprendidas con el desarrollo del
Programa fueron:
Perfil financiero
Año | Presupuesto total | Asociada 1 (%) | Asociada 2 (%) |
1 | 1.100.000 dólares EEUU | 24% (253.000) | 27% (284.000) |
2 | 24 % (253.000) | ||
3 | 24 % (253.000) |
Barrio 2: Barrio Unión, Zequeira y Sinclair, Libertad (Merlo),
Provincia de Buenos Aires.
Barrio 3: Barrio Ayelen, Cuartel V, Ruta 25 y M. Paz (Moreno)
Provincia de Buenos Aires.
Asociación Para Apoyo A Comunidades (APAC) -
Ezequiel
Zapiola
Fundación Vivienda y Comunidad -
Carlos Casanova
Asociación Madre Tierra -
Daniel Rodriguez
Fundación San Juan Bosco -
María Antonia Fitte
Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp706.html |