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Fecha de referencia: 05-07-2000
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Argentina
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: Tropical/Subtropical
Ámbito de la actuación: Pueblo
Categorías = Equidad e igualdad de género: funciones sociales yy
responsabilidades según el género; necesidades específicas según
el género; integración social. Vivienda: acceso a la vivienda;
personas sin hogar; propiedad del suelo y seguridad. Compromiso
social y vitalidad cultural: educación cívica; participación de
la población; expresión y animación, vitalidad social y
cultural.
Contacto principal:
Profesor
Víctor Hugo Debloc
S. Iriondo, 789. Romang.
3555 Santa Fe, Argentina.
Tlfno/Fax: 03482-496200/496300/496011
Tipo de organización: Autoridad local.
Socio:
Asociación Vivienda Económica (A.V.E.)
Aurelio Ferrero (Arquitecto)
Boulevard del Carmen, 680
5003, Villa Siburu, Córdoba (Argentina)
Tipo de organización: Organización no gubernamental.
Tipo de colaboración: Técnica
El proyecto "Viviendas Sociales en Romang" nació como respuesta
a la precaria situación de las viviendas de las personas con
escasos recursos económicos. El objetivo general era modificar,
reconstruir o reparar las viviendas para asegurar que todas ellas
alcanzaran las mínimas condiciones de salubridad y confort que
marcan los estándares internacionales. A través de la vivienda
se abría un camino para mejorar las condiciones de salud y
bienestar de las familias. Este objetivo general se alcanzó a
través de otros más concretos que pasamos a enumerar.
Situación previa a la iniciativa
Era especialmente preocupante la escasez y la precariedad de las
viviendas de las familias menos favorecidas. Esta situación se
debía a varios factores:
Establecimiento de prioridades
Formulación de objetivos y estrategias
Estrategia principal: mejora del empleo, la vivienda y la
situación social.
Estrategias:
Movilización de recursos
Proceso
El proyecto se llevó a cabo en las siguientes fases: elavoración
del proyecto, designación de las familias beneficiarias,
delimitación del área geográfica, elección del momento adecuado
para desarrollar el proyecto, aprobación del proyecto presentado,
notificación del resultado a las familias seleccionadas,
localización en el ámbito de actuación de cada una de las
familias, identificación de los elementos característicos que
rigen la vida del grupo, concreción de las funciones que va a
desempeñar cada uno de los participantes (beneficiarios,
instituciones, proveedores, etc).
La participación activa de los distintos colectivos fue posible
gracias a una eficaz movilización de recursos, a una fuerte
motivación por parte de todos y, fundamentalmente, a la fluidez
de la comunicación entre los participantes. Estos primeros
objetivos se consiguieron con relativa faciidad debido a que, en
su definición, se cuidó que fueran realmente viables.
En lo que se refiere al traslado del asentamiento a un lugar más
seguro, surgieron ciertas dificultades. La población se resistía
a abandonar el lugar donde habían vivido tantos años, no querían
tener que comenzar desde el principio en un sitio nuevo. Les
costaba separarse de sus vecinos y amigos y, sobre todo, alejarse
del pueblo que ellos mismos o sus antepasados habían construido.
Para hacer frente a estas dificultades, se aplicó una metodología
específica que, mediante conversaciónes, hizo posible que se
llegara a acuerdos materializados por escrito.
Además de los inconvenientes antes mencionados, se debía añadir
el coste económico de los terrenos y las viviendas en sí. Esto
suponía tener que trabajar con variables legales, como derechos
y obligaciones, y tener muy claro que las decisiones que se
tomaran llevarían consigo una responsabilidad importante.
Los aspectos técnicos y sociales del proyecto se transmitieron
a la población en una serie de reuniones en las que se reservaban
unos minutos para la explicación teórica y luego se pasaba a
realizar demostraciones prácticas. En un principio, el proyecto
no contó con credibilidad alguna por parte de las familias y ,
por otro lado, los propios organizaadores carecían de experiencia
previa. Finalmente se consiguieron el apoyo y la participación
de la población realizando un buen trabajo de coordinación entre
las instituciones y los beneficiarios.
Entre la población existían serios problemas sociales, de
vivienda, culturales y económicos que habían degenerado en un
proceso de degeneración de sus propios conocimientos y valores
y en una profunda hostilidad y desprecio hacia el sexo femenino.
El proyecto quiso en todo momento asegurar que, en paralelo al
proceso de autoconstrucción, se produjera un proceso de
modificación de estos hábitos.
Si bien en un principio hubo serias dificultades para conseguir
la participación de la población, ésta se logró
satisfactoriamente mediante la implantación de una metodología
de aprendizaje desarrollada por el equipo técnico.
La realización de estos proyectos supuso grandes cambios sociales
en la comunidad. Algunas comunidades cercanas con problemas
similares se interesaron por el modelo de autogestión y
autoconstrucción. Aunque anteriormente estas poblaciones no se
hubieran planteado poner en práctica un modelo similar, la
experiencia de Romang les alentó a hacerlo. De hecho, haber
conseguido desarrollar el núcleo habitacional para las familias
sin recursos mediante procesos de autoconstrucción sienta un
importante precedente para las comunidades vecinas.
Resultados obtenidos
Los objetivos antes mencionados superaron con creces las
expectativas del gobierno local. El criterio de valoración
principal es el número de viviendas construidas, 116 en este
caso. También se tiene muy en cuenta la accesibilidad a los
servicios básicos como son el agua potable, la energía eléctrica,
la recogida de basuras, el mantenimiento de las calles, el
alumbrado público, etc.
Los que iban a ser nuevos propietarios se constituyeron también
en los nuevos gestores. Para ello se les formó en temas como la
autogestión de la infraestructura comunitaria y el desarrollo
social. Los planes, que se llevaron a cabo en colaboración con
otros organismos no gubernamentales como Cáritas y
AVE, sirvieron para ampliar los puntos de vista. De este
modo se definieron planes más abiertos e innovadores en lo que
a las técnicas de autoconstrucción se refiere.
Considerando, por tanto, que los cambios urbanos son
esencialmente sociales, son estos cambios físicos los que
transforman la comunidad.
Sostenibilidad
Financiera:
Las ayudas a fondo perdido que aportaron las instituciones se
destinaron en su mayoría a materiales de construcción. La
Unidad Ejecutora Local, UEL, no tuvo, por tanto,
que realizar ninguna devolución. El 70% de los fondos se
emplearon en la compra de materiales y el 30% restante se
invirtió en recursos del gobierno local (transportes, terrenos
y equipo técnico).
Las instituciones ven este gasto como una inversión a largo
plazo, ya que el proyecto va a suponer una reducción importante
de los gastos destinados a paliar los efectos de las lluvias
torrenciales sobre los asentamientos situados en las zonas
inundables. Podemos decir, por lo tanto, que proyectos como éste
solucionan los problemas de fondo, no se quedan en la reparación
momentánea de la emergencia climática.
Económica y social:
La ejecución del proyecto ha sido eficaz gracias fundamentalmente
a la colaboración de varias instituciones y a una impecable
administración de recursos por parte del gobierno local en cada
una de las fases.
Estos proyectos de viviendas económicas se basan en la
autoconstrucción y en la multiplicación de los recursos humanos,
técnicos, financieros y materiales.
Se han producido cambios en las estructuras familiares y en los
papeles desempeñados por los miembros de éstas. En las viviendas
se ha cuidado que tanto las parejas como los niños tengan sus
propios espacios. De esta manera, se han establecido nuevas
relaciones entre ellos.
El hecho de estar establecidos en un lugar de forma segura hace
que las personas se comporten de manera diferente. Esa sensación
de seguridad les permite profundizar en su cultura, expresar y
transformar sus conocimientos. Del mismo modo, al fomentar el
trabajo en equipo, se consigue mejorar la comunicación, la
organización y la capacidad de negociación de la población.
Entre la población de Romang se valora positivamente el hecho de
ser hombre, mientras que las mujeres quedan relegadas a una
categoría inferior. En el proyecto que nos ocupa se insistió en
que tanto hombres como mujeres participaran y colaboraran en la
misma medida. Si bien es cierto que la participación de las
mujeres fue menor, podemos asegurar que ésta fue intensificándose
a lo largo del tiempo, tanto en lo que a los sistemas de
producción se refiere como a la propia organización.
Cultural:
La cultura y los valores de esta población quedan reflejados en
la relación que establecen con su entorno. Lo que se ha
pretendido desde el proyecto es que, al trasladar ligeramente el
asentamiento fuera del alcance de los efectos de las
inundaciones, no se pierda un absoluto esta relación, para poder
conservar intacta su identidad y su sensación de pertenencia al
grupo.
Ambiental:
La falta de infraestructuras básicas estaba causando serios
problemas tanto al medio ambiente como a la salud. Romang carecía
de una red de alcantarillado enterrado, por lo que las aguas
residuales circulaban por canalizaciones en contacto con el aire.
Por otro lado, los aparatos sanitarios, como inodoros y letrinas,
no estaban equipados con cierres hidraúlicos, por lo que los
olores de las redes de desagüe no encontraban obstáculo para
penetrar en las viviendas. Otro problema importante para la salud
era que el agua destinada al consumo humano se bombeaba
directamente a las viviendas sin atravesar ningún proceso de
depuración o potabilización. Esta contaminación del agua, sumada
a la del aire y a la del propio suelo, estaba causando serias
enfermedades víricas en la población.
Partiendo de esta situación, y con el objetivo de mejorar tanto
la salud como la calidad del medio ambiente, se ha conseguido
canalizar las aguas residuales de las viviendas a través de
tuberías estancas que transportan el agua a unos pozos
registrables. Desde estos pozos se canaliza el agua hacia una
central depuradora.
Lecciones aprendidas
Lecciones aprendidas de nuestra experiencia:
La negociación entre varias asociaciones que se ha incorporado
al proyecto parte de la experiencia de una iniciativa previa.
Es competencia del gobierno central aprobar las subvenciones para
todos aquellos proyectos en los que participen varias
asociaciones. Debido a ello, desde esta institución se ha seguido
muy de cerca el desarrollo del proyecto de Romang.
El gobierno local también estimula y subvenciona aquellos
proyectos en los que se fomente la negociación entre distintas
asociaciones, así como la participación ciudadana.
Otra de las lecciones aprendidas que se está incorporando a los
nuevos proyectos se refiere a los aspectos morfológicos de la
viviendas. Se entiende que la forma se debe adaptar en la mayor
medida posible a las costumbres domésticas de las propias
familias y para ello se han reajustado los diseños genéricos que
se trazan a escala nacional. Por ejemplo, en el prototipo SUPCE,
se han incorporado el fregadero y el fogón a la galería, mientras
que en el prototipo AVE se ha separado el aseo personal del
lavado de ropa dejando un lavabo en el aseo y dejando una pila
exterior.
Transferibilidad
Consideramos que la autoconstrucción y el apoyo recíproco entre
la población y las instituciones ha sido esencial para que se
pudiera llevar a cabo el proyecto. En Romang se consiguió
trabajar en equipo con los propios beneficiarios, para lo cual
hubo que estudiar detenidamente tanto sus características
culturales como sus modos de vida. Tras varias reuniones, se
llegó a un consenso en lo que se refiere a cómo debería ser la
tipología de la vivienda. Una vez aclarados los puntos
fundamentales, se definió el proyecto arquitectónico.
Para la elección de los materiales de construcción, se observó
detenidamente cuáles eran los predominantes en la zona y de qué
manera los utilizaban. Puesto que las viviendas las iban a
construir los propios beneficiarios, fue necesario formarles
mínimamente en las características de los materiales y el modo
de ejecutar la obra. Esta formación se llevó a cabo en varias
reuniones dirigidas por el jefe de obra (propuesto por el
gobierno local) que es la persona encargada del contacto
permanente con los beneficiarios durante todo el proceso. Él será
responsable de guiarles y de transmitirles las instrucciones de
los técnicos constructores. La formación en albañilería fue
particularmente extensa y minuciosa, ya que se pretendía que no
sólo sirviera para la construcción de su propia vivienda, sino
que también les ayudara a realizar ampliaciones y reparaciones
posteriores en ésta y que supusiera así para ellos una base
sólida de cara a un futuro empleo.
Esta práctica se ha repetido en planes similares llevados a cabo
en colaboración con distintas ONG como CÁRITAS y AVE.
Esta experiencia puede ser muy útil para otros proyectos.
Únicamente habría que mantener varias reuniones para explicar al
nuevo equipo las metodologías empleadas y adaptar éstas al nuevo
ámbito, a su cultura, costumbres y técnicas constructivas.
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