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Fecha de referencia: 5-07-2000
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como AWARD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Angola
Región según Naciones Unidas: África
Región ecológica: árida y semiárida
Ámbito de la actuación: global
Instituciones: gobierno central, gobierno local, sector privado
(incluidas instituciones financieras, bancos, empresas de
producción, comerciales y de información)
Categorías = procesos de planificación urbana y regional: remodelación
urbana. Arquitectura y diseño urbano: diseño comunitario
sostenible. Vivienda: personas sin hogar.
Contacto principal:
Sr.
Claudio Melo Filho
Estrada do Futungo-Golfe
S/N, CS-2 (EDURB) Sector Talatona
Luanda
Angola
tel: 2442 398-001, 399-392/394
fax: 2442 503-561
e-mail: cmelof@ao.odebrecht.com
Compañía de propiedad pública/privada.
Socio:
Empresa de Desenvolvimento Urbano Lda.
(EDURB)
(Compañía de propiedad pública/privada)
Sr.
Claudio Melo Filho
Estrada do Futungo-Golfe
S/N, CS-2 (EDURB)
Luanda
Angola
tel: 2442 398-001, 399-392/394
fax: 2442 503-561
e-mail: cmelof@ao.odebrecht.com
Socio:
ODEBRECHT Serviços no Exterior
Ltd. (sector privado)
Sr.
Claudio Melo Filho
Estrada do Futungo-Golfe
S/N, CS-2 (EDURB)
Luanda
Angola
tel: 2442 398-001 ext. 1500 o (2449) 501-912
fax: 2442 503-561
e-mail: cmelof@ao.odebrecht.com
Socio:
Prado Valladares Participaçoes (sector privado)
Lourenço Prado Valladares
Estrada do Futungo-Golfe
S/N, CS-2 (EDURB)
Luanda
Angola
tel: 55 71 276-4545
e-mail: pvgroup@svn.com.br
Colaboración técnica.
El programa es el resultado de una colaboración sinergética entre
organismos gubernamentales (EDURB), el sector
privado (Odebrecht y Prado Valladares) y la población (clientes
particulares). En 1994 se puso en marcha un proyecto piloto para
construir la infraestructura urbana en tres barrios de Luanda:
Talatona, Novos Bairros y Morar. Tres experiencias distintas que
perseguían un mismo objetivo: proporcionar alojamiento de calidad
a una parte importante de la población expulsada por la guerra
hacia la capital angoleña.
Los objetivos principales del gobierno de la provincia de Luanda, se basan en facilitar las inversiones en el suelo mejorando su disponibilidad, y de este modo, conseguir mejoras autofinanciadas en diversos barrios, y dar respuesta a las grandes necesidades humanas presentes en la capital. Por el momento, Luanda Sul ha construido 70 km de conductos de agua potable, 23 km de un sistema de recogida de aguas pluviales y de drenaje, 12 km de líneas eléctricas y 290.000 m2 de carreteras asfaltadas. Los particulares han llevado a cabo la construcción de 2.210 casas, de las cuales 1.500 son viviendas colectivas que albergan a un total de 16.702 personas. Mediante la creación ordenada de áreas de expansión, Luanda Sul contrarresta la actual tendencia a la dispersión urbana.
Situación previa a la iniciativa.
La ciudad de Luanda fue proyectada para albergar a 400.000
habitantes. Su población ha experimentado un aumento
considerable, al pasar de 470.000 habitantes en 1975, a más de
3 millones en la actualidad, que viven en condiciones
infrahumanas. Gran parte del problema estriba en la degradación
que está teniendo lugar, y que no va acompañada de las
correspondientes acciones de rehabilitación de los elementos
urbanos; esto va unido a una incapacidad crónica de dar solución
a la cuestión. Con un crecimiento de la población del 7% anual
Luanda demanda 50.000 viviendas al año, hasta el 2010.
Establecimiento de prioridades.
El proyecto se basa en la colaboración sinergética entre los
sectores públicos y los privados, que conjuntamente han
establecido como prioridades:
Formulación de objetivos y estrategias.
El gobierno pone a disposición pública el suelo, quedando listo
para su comercialización, de modo que se va configurando en
parcelas autofinanciadas que darán respuesta a las necesidades
humanas de vivienda. El empresario responde a la confianza por
parte del gobierno invirtiendo en proyectos de infraestructuras.
Los particulares invierten sus ahorros para la obtención de las
escrituras de las fincas ya urbanizadas y dotadas de la
infraestructura necesaria para su uso colectivo.
La estrategia se basa en constituir, con las contribuciones de
estos agentes, un Fondo de Adquisiciones para
financiar los importes a devolver a los inversores, y también los
trabajos de infraestructura urbana llevados a cabo por el
gobierno.
Movilización de recursos.
Luanda Sul opera a través del Fondo de Adquisición y Gestión,
cuyos recursos proceden del suelo público regularizado y puesto
a disposición pública mediante la concesión de derechos. Así
pues, los recursos financieros emanan de los clientes, del
intercambio de bienes y servicios, y de los ingresos adicionales
por parte de Odebrecht. Con estos elementos, los
administradores llevan a cabo el desarrollo de los proyectos y
las infraestructuras.
El programa se autofinancia al 100% a través de un sistema
económico en efectivo. EDURB negocia con los clientes la
concesión de derechos y contrata la ejecución de los trabajos de
infraestructura. Los recursos que aporta el sector privado pasan
a ser previsiones para posibles contratos futuros.
Los recursos técnicos y humanos los aporta un equipo de técnicos
competentes en planeamiento urbano e infraestructuras, con
especial hincapié en la investigación de los medios y en las
técnicas de costes y beneficios, fundadas en un principio de la
tecnología empresarial de Odebrecht: "planifica el futuro y
programa el presente". Cada uno de los acuerdos firmados es
llevado a cabo y puesto al día. El éxito estriba en la
compenetración de todos los participantes a lo largo del proceso;
el gobierno de la provincia de Luanda, que es quien subvenciona
el uso de las propiedades públicas, colabora con las oficinas
técnicas de EDURB. El personal de EDURB dirige el programa
orientado hacia la consecución de beneficios públicos,
persiguiendo metas sociales y urbanas y haciendo uso de las
técnicas propias del sector privado. Odebrecht brinda su valía
en la elaboración y resolución de ecuaciones financieras,
estudios de valores y logísticas especiales para construir
ciudades garantizando el cumplimiento de cada acuerdo.
Proceso.
El reto prioritario en la realización del programa ha sido la
legalización del suelo. Los requisitos para la puesta en marcha
del mismo eran el factor diferenciador y las garantías de
calidad. La situación existente de ausencia total de legislación
en cuanto a las propiedades del estado debido al régimen político
socialista vigente en Angola hasta 1990, se sobrepuso a través
de diversas gestiones que desembocaron en algunas modificaciones
legales e institucionales y de una labor intensiva de
identificación de los propietarios del suelo. Los propietarios
identificados como tales disponen de sus tierras sabiendo que
todo trabajo invertido en ellas las revalorizará.
Los dos primeros clientes fueron: Sonangol, la
compañía petrolera estatal angoleña, y Cabigoc, un
consorcio petrolero internacional liderado por
Chevron. Ambas empresas tenían el mismo objetivo:
introducir en Luanda a sus técnicos cualificados, sus
especialistas y otros profesionales, asentándolos en barrios y
en viviendas decentes. Sonangol, depositando su confianza en
Luanda, adelantó 30 millones de dólares EEUU. Por el contrario,
Cabigoc invirtió sólo después de haber examinado y aprobado las
garantías legales, la viabilidad y los movimientos financieros
asegurados por el socio operativo Odebrecht. Ambos proyectos han
supuesto el impulso inicial necesario para poner en marcha el
programa en Luanda Sul.
El factor diferenciador ha sido la mera presencia del agua
potable. Simultáneamente a la culminación de los acuerdos con
Sonangol y Cabigoc, Odebrecht aceptó un ingreso complementario
de 14 millones de dólares EEUU necesarios para la recogida, el
tratamiento y la distribución de agua en cada uno de los sectores
principales del programa, y más concretamente en Morar, Novos
Bairros y Talatona, a través de una conducción de una longitud
total de 25 km; así como para los trabajos globales y locales de
drenaje de las aguas pluviales, la red de alcantarillado
sanitario, las líneas de conducción eléctrica y los accesos
rodados.
El resultado de todo ello es la existencia de parcelas de suelo
regularizado y con la infraestructura urbana necesaria
garantizada. El planeamiento urbano se manifiesta a través de los
planes de regularización del suelo, en los que se van definiendo
las dotaciones necesarias: colegios, comercios, industrias y
hospitales se van ubicando en los puntos estratégicos desde que
se ha liberalizado el uso del suelo.
Otro asunto todavía pendiente de resolver es la concienciación
de la población respecto a la liberalización del suelo. La
mayoría de las personas todavía no son conscientes del conjunto
de acciones e inversiones que se han de emprender para
proporcionar líneas eléctricas, subestaciones eléctricas,
maquinaria, plantas depuradoras, estaciones de tratamiento de
residuos, etc., que hagan posible la salida de agua potable por
sus grifos. Este problema fue parcialmente resuelto con la
satisfactoria operación de realojamiento de 850 familias que
vivían en condiciones precarias en áreas propensas a sufrir
desastres naturales y en barrios de seguridad nacional en el
centro de la ciudad de Luanda, dentro de una primera fase de
actuación del programa de Morar.
También es necesario captar los ahorros de aquellos que los
tengan, así como favorecer la formación de nuevos ahorros
mediante condiciones financieras favorables. Otro de los
objetivos es consolidar entre los dirigentes una actitud y una
motivación hacia la atención y el mantenimiento del patrimonio
en buen estado, reembolsando las inversiones realizadas y
evitando riesgos financieros futuros.
Resultados obtenidos.
Se ha proporcionado alojamiento a 2.700 familias. Se han incluido
en los Fondos de Reemplazo los presupuestos públicos del
suministro de agua y energía. Se ha urbanizado íntegramente un
área de más de 8 millones de m2, con 121 km de líneas eléctricas
y 71 km de tuberías de conducción de agua, 3 estaciones de
depuración de aguas residuales y otra de tratamiento de agua
potable, capaz de procesar 335 litros por segundo sólo en su fase
inicial. Hasta diciembre de 1999, entraron 85.646.000 $EEUU en
inversiones de infraestructuras de los cuales 16.402.000 $EEUU
fueron destinados a programas sociales. En Luanda Sul han
irrumpido microeconomías de productos y servicios destinados a
la industria de la construcción civil y a un mercado estatal
activo, algo prácticamente inexistente en Angola hasta la fecha.
Se ha incrementado el número de puestos de trabajo, con 4000
nuevos puestos hasta la fecha, y también el cobro de impuestos.
Por otro lado, ha cambiado la mentalidad de la población en
cuanto a la tenencia de la tierra; también ha mejorado la
estrategia para rehabilitar espacios públicos gracias a la
creación de lugares para reconstruir áreas del casco urbano
aliviando de este modo la tensión que provocan las grandes
concentraciones de personas.
Este proyecto ha sido incluido íntegramente por el Banco Mundial
en el plan director de Luanda en 1996-1997. Como experiencias
modelo en la legalización y en la dotación de infraestructuras,
los programas gubernamentales de Angola (el de Nova vida para el
personal militar desmovilizado y un programa para los
funcionarios) han originado un cambio de mentalidad entre los
políticos y entre los funcionarios, mejorando además la capacidad
institucional a nivel local y nacional.
También han tenido lugar cambios en el proceso de toma de
decisiones, con la determinación conjunta del gobierno y del
sector privado de destinar el superávit financiero a la creación
de infraestructuras sociales.
Sostenibilidad.
Comenzando con los ahorros acumulados por algunos clientes, los
recursos iniciales se destinaron a la construcción de
infraestructuras para ellos. Los intereses generados dieron
respuesta a la demanda generada por aquellos que no poseían
cuentas de ahorro. Los socios inversores corren con las
inversiones complementarias necesarias para llenar los huecos
generados por la diferencia entre lo atraído y lo utilizado.
La existencia de un negocio en expansión, el ciclo de
recuperación de las inversiones y los excedentes económicos
aplicados a las áreas públicas son las claves maestras de la
conducción del programa hacia la sostenibilidad financiera.
El programa de Luanda Sul es idóneo para acceder a los préstamos
internacionales, debido a las garantías que ofrece.
Indirectamente el programa también ofrece respuesta a la demanda
de dotaciones y espacios urbanos con la creación de nuevas
viviendas, comercios e industrias. El Plan de Ordenación Urbana
en el que se inserta el programa de Luanda Sul está estrechamente
vinculado a los valores culturales y espaciales de la sociedad;
Un centro comercial, el área de comercio, el mercado y la ya
culturalmente aceptada distancia entre el hogar y el colegio
fueron asuntos tomados en consideración desde el punto de vista
cultural en el proceso de urbanización.
Se ha dado una confluencia de unos estándares mínimos de consumo
adaptados a la demanda local de confort en el hogar, con un
crecimiento experimentado en la demanda local de energía y
consumo. Más energía estimula la adquisición de más
electrodomésticos caseros. También están presentes actitudes de
respeto y consideración y patrones de comportamiento y herencia
cultural.
La ocupación de Luanda de un modo caótico y desordenado
constituye una agresión al ambiente: provoca la formación de
barrancos, la erosión, la impermeabilización de la superficie del
suelo e incrementa la velocidad de las aguas con la consiguiente
destrucción de las casas construidas en estas áreas. La
urbanización ordenada promovida por el Programa de Luanda Sul
posibilita la definición previa y la protección de los cursos de
agua, antes de iniciar cualquier tipo de construcción. Los suelos
disgregados protegen las áreas arboladas.
Dentro de un ciclo cerrado, el programa de Luanda Sul recoge el
agua del Río Kwanza y lo conduce hasta una altura de 200 m donde
recibe tratamiento para su uso urbano. Posteriormente el agua
vuelve a ser vertida a la naturaleza tras ser filtrada,
consiguiendo la recuperación de la vegetación en las áreas
cercanas a los acuíferos.
Lecciones aprendidas.
Hemos aprendido que no es posible imponer en sociedades distintas
soluciones predeterminadas. Por ello hemos efectuado numerosas
variaciones en la línea del programa con el fin de adaptarlo a
la realidad local de una economía inestable y desorganizada en
la que los programas financieros pueden llegar a ser tan frágiles
como construcciones levantadas sobre arenas movedizas.
También hemos aprendido que ubicar las infraestructuras de un
conjunto de dotaciones concentradas a un lado de la parcela es
más eficiente desde el punto de vista económico que ubicar sendas
líneas a ambos lados de una calle; cómo construir sistemas
simples y eficaces de tratamiento de aguas y métodos de
alcantarillado seguros y de bajo coste de mantenimiento.
Hemos aprendido que el fortalecimiento de los vínculos existentes
entre los sectores público y privado sólo es posible mediante un
proceso paulatino de cooperación entre el sector enteramente
público, los órganos de desarrollo y el sector privado. Este
círculo de cooperación está a su vez fortaleciendo el programa
de Luanda Sul.
Con la libre aceptación de las fuerzas especuladoras naturales
como forma de satisfacer a los clientes y de nivelar la calidad
del proceso, Luanda Sul se mueve en la misma dirección que las
fuerzas del mercado en su búsqueda de resultados en cuanto al
beneficio público.
Luanda Sul ha contribuido a despertar un sentido de valoración
de los bienes públicos entre los angoleños. El programa se ha
materializado en la transformación de los bienes públicos en
riqueza pública, con resultados amplios y visibles. En el momento
presente, en que la constitución está siendo sometida a
modificaciones, el programa está abierto a contribuciones
futuras, con la creación de principios y reglas básicas para
gestionar los bienes públicos, así como para conservarlos.
Por otro lado, la clase más elitista, consentida desde años atrás
y trastornada por la suspensión (por voluntad política) de la
posibilidad de recibir tierras a modo de privilegio, ahora va
aceptando el hecho de que comprar la tierra con sus ahorros es
una actitud ejemplar.
De este modo, la práctica de gestionar el suelo público se ha
interiorizado en las mentes de los habitantes del país como un
importante modelo de asentamiento para lograr beneficios sociales
sustanciosos a lo largo y ancho de toda la nación.
Transferibilidad.
Nuestro programa ha demostrado que son totalmente compatibles la
misión y los intereses del gobierno, del sector público, del
sector privado y de la población. Si esto no hubiera sido así,
habríamos tratado de evitar los conflictos derivados de la falta
de entendimiento entre los diversos agentes y la ausencia de un
proyecto capaz de demostrar desde el primer momento su lógica
clara acerca de quienes son los responsables y quienes los
beneficiarios.
Mediante la puesta en evidencia de que en la línea empresarial
que relaciona a los accionistas, los productores y los clientes
capaces de pagar por sus necesidades, hay una comunicación
fluida, Luanda Sul ha demostrado ser un programa fácilmente
transferible al desarrollo de otros proyectos a nivel mundial.
El gobierno de Benguela (la provincia más importante de Angola,
con el mayor puerto marítimo de África, y donde proliferan más
construcciones mar adentro) ha firmado un acuerdo con EDURB para
comenzar estudios de viabilidad en dicha provincia. Los avances
en el desarrollo urbano bajo el control estatal y las
competencias de socios empresarios que posibilitan la
recuperación de las inversiones gracias a sus habilidades y
actitudes pueden suponer la consecución de resultados incluso
mejores de los ya logrados.
Ubicada en uno de los paisajes más afortunados de la costa
atlántica del sur de África, la ciudad de Luanda se consumía en
una lenta agonía; las riquezas naturales: el petróleo y los
diamantes, estaban casi exclusivamente destinadas a la deuda
externa y a los costes de la guerra. No había perspectivas de una
mejora del panorama, sino desesperación y dejadez, hasta que,
mediante un cambio de mentalidad hacia la cooperación entre las
distintas fuerzas de la sociedad, Luanda Sul adoptó un modelo
autofinanciado con viabilidad empresarial y visible en los
resultados sociales obtenidos.
Habiendo bienes naturales, empresarios y voluntad política,
cualquier programa puede constituir una alternativa para aquellas
comunidades víctimas del crecimiento urbanístico caótico o de la
falta de recursos. Mas que una solución particular para Angola,
Luanda Sul se presenta como un modelo para el resto del mundo.
Perfil financiero.
Año | Presupuesto ($EEUU) | Socio A | Socio B | Socio C | Socio D |
1997 | 1.325.744 | 100% | 0% | 0% | 0% |
1998 | 1.497.083 | 100% | 0% | 0% | 0% |
1999 | 1.067.374 | 100% | 0% | 0% | 0% |
2000 | 1.080.000 | 100% | 0% | 0% | 0% |
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2000 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/00/bp619.html |