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Fecha de referencia: 05-07-2000
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Argentina
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: ribera (cuenca hidrográfica)
Ámbito de la actuación: nacional
Instituciones: gobierno central; gobierno local; gobierno provincial
Categorías = Situaciones de emergencia y desastres naturales: reducción
de riesgos; reducción de la vulnerabilidad (ordenanzas de la
edificación y normativa de la ingeniería); rehabilitación y
reconstrucción. Erradicación de la pobreza: creación de puestos
de trabajo; formación profesional. Vivienda: propiedad del suelo
y seguridad.
Contacto principal:
María Beatriz Rodulfo, arquitecta (gobierno central)
Sarmiento 151, planta 5a. oficina 524
Buenos Aires
Código Postal 1000
Argentina
Teléfono: 54-11-4316-2708
Fax: 54-11-4316-2709
E-mail: dingle@miv.gov.ar, rabud@miv.gov.ar,
fnprohab@miv.gov.ar
Socio:
Municipalidad de Goya (gobierno local)
Víctor Juan A. Balestra, Intendente.
Colî .08 (PC: 3450)
Goya
Provincia de Corrientes
Argentina.
Tel: (54-3777) 22267/22212/22030
Fax: (54-3777) 21941
Colaboración política, técnica y administrativa.
Socio:
Colegio Mayor Universitario (ONG)
Atilio Rosso
San Jerónimo 3328 (PC: 3000)
Santa Fe
Provincia de Santa Fe
Argentina.
Tel: (54-342) 4557906
E-mail: sintecho@infovia.com.ar
Colaboración técnica, administrativa, social y legal.
Socio:
Instituto Provincial de Vivienda y Desarrollo Urbano
(gobierno provincial)
Pedro Jorge Planas
Av. San Martín y Don Bosco (PC: 9103)
Rawson
Provincia de Chubut
Argentina
Tel: (54-2965) 81226 Fax: (54-2965) 81828
Colaboración política, técnica, administrativa, social,
financiera y legal.
El Programa de Reconstrucción Habitacional está dirigido a
hogares con necesidades básicas insatisfechas NBI
(indicador compuesto de cuatro características de los hogares que
se pueden obtener de los datos censales:hacinamiento habitacional
crítico, vivienda de tipo precario, asistencia escolar y baja
capacidad de subsistencia). Estas familias, asentadas en las
tierras más expuestas, son las de menor capacidad de recuperación
de lo que tienen, aunque sea poco.
Se propuso constituir una base de apoyo concreta para la
instrumentación de actividades, aceptando la diversidad
territorial y cultural.
Se propuso lograr un sistema de ejecución del Programa que
articulara las acciones con los gobiernos provinciales (la
República Argentina tiene un sistema federal de gobierno, está
integrado por 23 estados provinciales con sus respectivos
gobiernos, más el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y tiene
un gobierno nacional central), municipales y las organizaciones
de la sociedad civil, con el fin de incorporar a los actores
sociales involucrados y la complementación de los recursos.
Logros: Se incorporaron a la iniciativa los actores propuestos,
con sus modalidades: los gobiernos, el sistema científico -
técnico concurrente, las organizaciones de la sociedad civil y
las prácticas comunitarias, sustentando procesos de efectos
perceptibles en lo cuantitativo y en lo cualitativo. Partiendo
de las condiciones locales ( rural y urbano), se desarrollaron
capacidades existentes y se promovió la equidad social, en un
programa habitacional de gran escala.
Como resultado se obtuvo una red social de comunicación entre
actores que permitió la concurrencia de recursos financieros,
humanos, sociales, y otros.
En Abril de 1998 se instaló el Comando de Emergencia en
Reconquista (una de las localidades afectadas) como iniciativa
del Gobierno Nacional para coordinar las acciones operativas
En Mayo de 1998: Declaración de emergencia y/o zona de desastre
en áreas inundadas. Se tomaron medidas para mitigar los efectos
de las inundaciones (postergación de impuestos, refinanciación
de deudas) Creación del CONAREC (Consejo Nacional
para la Recuperación de Zonas en Emergencia Climática) para la
coordinación de todos los organismos actuantes. Se conforma el
Programa para la Recuperación de Zonas Inundadas y Otras en
Emergencia Climática.
Entre Junio y Setiembre de 1998 el Gobierno Nacional firmó
Convenios para la Reconstrucción Habitacional con provincias,
municipios, ONGs, Organizaciones de Base, con la Secretaría de
Ciencia y Técnica - Centro Experimental de la Vivienda Económica,
con Cáritas Nacional.
En Junio de 1998 el Gobierno Nacional firmó el Contrato de
Préstamo con el BID (Banco Interamericano de
Desarrollo) OC-AR 1118.
Septiembre 1998. Creación del Sistema Federal de Emergencia.
Esta inundación dejó secuelas desoladoras: 101.177 evacuados, a
los que se sumaron un 25% más de personas autoevacuadas, sin
hogar, sin trabajo, sin comida; 8.700.000 hectáreas afectadas en
su productividad, calculándose pérdidas de us$ 1.200 millones.
Las tierras para explotación agrícola demandarán dos años para
retomar su aptitud natural.
Establecimiento de prioridades
Estas prioridades fueron establecidas a partir del trabajo social
con los hogares afectados, basándose en la demanda efectiva
canalizada a través de provincias, municipios y ONGs
convirtiéndose éstos, en ejecutores del programa en función de
los principios:
La formulación de objetivos y estrategias del Programa de
Reconstrucción Habitacional se realizó en el marco del Programa
para la recuperacion de zonas inundadas y otras en emergencia
climática en acuerdo con los organismos nacionales participantes
de este último.
Movilizacion de recursos
Económicamente el Programa se sustenta con recursos financieros
aportados por el Gobierno Nacional a través de la Secretaría de
Desarrollo Social. Estos suman $46.314.328.
La transferencia de recursos financieros se canaliza como un
subsidio (no reintegrable) a la demanda para la compra de
materiales, con límite máximo de $5.000 por solución
habitacional.
La mano de obra se financió con los siguientes aportes:
Se cuenta además con aporte de trabajo voluntario de los
beneficiarios, organizados y capacitados por ONGs locales.
Los equipos técnicos que trabajaron territorialmente se
conformaron localmente, con los profesionales y los capacitadores
del lugar.
Movilización de otros recursos, a modo de ejemplo:
Proceso
La etapa de mitigación:
El Comando de Emergencia instalado en Reconquista, provincia de
Santa Fe (localidad comprometida por el fenómeno), coordinó las
acciones operativas. Los medios de comunicación masiva
sensibilizaron a toda la nación, canalizándose el aporte
solidario a través de los organismos gubernamentales y Cáritas,
la Cruz Roja y otras ONGs. Las entidades locales actuaron como
redes capilares en la atención directa, lo que permitió actuar
con rapidez.
El Programa de Reconstrucción Habitacional aprovechó esa
articulación de las instituciones, orientando las tareas hacia
la acción reparadora, generando canales de comunicación y
participación con los beneficiarios, continuando con el apoyo de
los organismos locales actuantes durante la mitigación.
Etapa de reconstrucción:
Entre ambas etapas, Abril - Julio de 1998 se subscribieron
convenios entre la Nación y los gobiernos
provinciales,municipales, comunales, organizaciones no
gubernamentales, con el criterio de que, quienes habían
participado en la atención de la emergencia, se convirtieran en
coejecutores de la Reconstrucción Habitacional.
En Junio del 98 se firmó convenio con la Secretaría de Ciencia
y Técnica SECyT y la organización no gubernamental Centro
Experimental de la Vivienda Económica CEVE, concurriendo el
sistema científico-tecnológico con la aplicación de tecnología
apropiada para construcción de viviendas nuevas, en asociación
con municipios.
Con Cáritas Nacional se suscribieron convenios en Diciembre de
1998, con la asociación de 80 entidades: benéficas, religiosas,
fundaciones empresarias, educativas, organizaciones relacionadas
con el habitat, centros universitarios y otros.
El Programa de Reconstrucción Habitacional se encuadró en la
experiencia que la Subsecretaría de Vivienda aplica desde 1996
en proyectos piloto innovadores con un modelo de gestión
descentralizada.
Tradicionalmente en nuestro país la acción del Estado se ha
focalizado en la gestión fuertemente centralizada a través de los
organismos autárquicos que integran el Sistema Nacional para la
Vivienda.
Esta modalidad se continúa en la mayoría de los proyectos
ejecutados por los organismos del Sistema, incluidos los del
Programa de Reconstrucción Habitacional,y representa
aproximadamente el 45% de los recursos financieros del Programa.
El 55% tiene una modalidad de ejecución totalmente
descentralizada.
En Agosto de 1998 la Nación firmó un convenio con el BID para la
obtención de un préstamo de us$ 40.000.000 para este Programa de
Reconstrucción Habitacional, que incluyó a otras provincias
afectadas por el fenómeno del Niño, con lluvias extraordinarias
y sequía. La ejecución replica las modalidades descritas más
arriba, probadas en la implementación.
Resultados alcanzados
El Programa comprende 391 proyectos para la realización de:
Coejecutores:
La gestión descentralizada fortaleció las instituciones en su rol
protagónico y autónomo; se estrecharon los lazos existentes entre
los actores locales y se abrieron entre los que no existían. El
Plan abrió un amplio abanico de actores participantes, con lo
cual la toma de decisiones se acercó a la base de la sociedad.
Esta participación se dio a través de:
Se lograron los objetivos propuestos, el Programa significa un
mejoramiento de la calidad de vida en lo habitacional superior
a la que se tenía antes del fenómeno y se atendió la diversidad
de las modalidades locales.
Sostenibilidad
El ecosistema de la cuenca del Río Paraná y sus afluentes, tiene
un régimen cíclico de bajas y crecidas, con inundaciones
extraordinarias que si bien producen daños a las explotaciones
económicas de la región, también son razón de su desarrollo, por
los ricos sedimentos que deposita y la propagación de las
especies, contribuyendo a la biodiversidad. Se considera que el
daño producido por las recientes inundaciones y anegamientos por
lluvias, demandará un período de recuperación de dos años para
las tierras cultivadas. Un largo lapso para la población atendida
por el Programa de Reconstrucción Habitacional, que por su
pobreza detenta condiciones de vulnerabilidad económica, y
generalmente habita en las tierras más desfavorecidas y
expuestas. Aguardando la recuperación, las familias rurales no
pueden producir y peligra su subsistencia dependiente de la
tierra. Otro tanto sucede a las urbanas, al estar paralizada la
actividad económica. En ambos casos, el deterioro o destrucción
de su vivienda, aunque sea precaria, empeora su situación. Por
estas razones, se producen las emigraciones con la expectativa
de encontrar condiciones más favorables, a los grandes centros
urbanos del Litoral, zonas menos afectadas, contribuyendo a
engrosar los cinturones urbanos de pobreza, con sus consecuencias
de desarraigo, marginalidad y exclusión. En ese sentido, y con
la concurrencia de planes de autoconsumo, el Programa permitió
disminuir las condiciones de vulnerabilidad y mejorar las
condiciones de vida, con el resultado de incidir en el arraigo
de la población atendida. Asimismo, el modelo de gestión
aplicado, sostuvo la ejecución a pesar de las adversidades
climáticas que se sufrieron durante su transcurso.
La participación comunitaria fortaleció y desarrolló las
capacidades locales en relación con el mejoramiento del habitat,
de manera que se asegure un buen desempeño y capacidad de acción
por parte de los beneficiarios en futuras adversidades
climáticas.
Lecciones aprendidas
Al tomar la demanda habitacional efectiva de inmediato, se pudo
responder con rapidez trasformando ésta, en proyectos
financiables y luego efectivizar la ejecución, apoyada sobre la
capacidad operativa desarrollada durante la atención asistencial
en el momento de máxima emergencia.
Se consiguió la integración práctica y simultánea de decisiones
gubernamentales, población afectada, demandas y recursos en las
unidades de intervención local.
Se implementó una metodología de actuación que involucró los
distintos agentes activos en la construcción del habitat
(pobladores, empresas, entidades no gubernamentales,
profesionales, académicos, agentes gubernamentales y decisores
políticos) articulando todas las fuerzas actuantes sin
discriminaciones ni reduccionismos, involucrándolas en la
responsabilidad de los resultados desde el ejercicio de la
práctica.
Se afrontó la complejidad del problema, en cuanto a la
multiplicidad de sus aplicaciones, tanto rural como urbana, dando
soluciones simultáneas trayendo a la práctica las lecciones
aprendidas del programa de Mejoramiento Habitacional e
Infraestructura Básica aplicado por la Subsecretaría de Vivienda
desde 1996.
El Programa de Reconstrucción Habitacional que se encuentra en
un nivel de ejecución del 70%, no está instalado como un modelo.
Aspira a convertirse en un estímulo que desafíe a la acción
gubernamental en sus distintos estamentos, a instrumentar
políticas que permitan no seguir postergando lo postergado, no
seguir excluyendo lo excluido, que éstas permitan reflejar un
nuevo modo de concebir la acción y la vida de los hombres en el
territorio, que nos permita exponer y construir mancomunadamente
una sociedad más justa.
Transferibilidad
El modelo de gestión aplicado desde el gobierno central por la
Subsecretaría de Vivienda, a través del Programa 17 de
Mejoramiento Habitacional e Infraestructura Básica, implementa
desde 1996 estrategias sectoriales replicables: sistemas de
gestión eficientes, responsables y transparentes en asociaciones
con distintos estamentos de los gobiernos y organizaciones de la
sociedad civil, potenciando los recursos de los actores
intervinientes. Dichas prácticas pueden ser calificadas como
apropiadas desde el punto de sus características normativas,
culturales, financieras y del medio ambiente en el que se
implementan los proyectos, constituyendo una base de apoyo
concreta en la instrumentación de actividades.
Desde su aplicación, distintos organismos han desarrollado en el
país modelos semejantes según la naturaleza de los proyectos.
Este modelo de gestión aplicado en el Plan de Reconstrucción
Habitacional corroboró sus posibilidades y versatilidad. Como
programa en ejecución, su replicabilidad se ha ido probando en
la medida que se ha ido implementando y ampliando, alcanzando una
macroescala.
Participación por entidades en el Programa de Reconstrucción
Habitacional según la distribución del recurso
financiero.Coejecutores del Programa:
Mejorando la calidad de vida y potenciando los recursos humanos
involucrados, el modelo de gestión actúa movilizando la
concurrencia de todo tipo de recursos (tierras, mano de obra,
financieros, de equipos, de gestión, etc.), dejando una
resultante social que se convierte rápidamente en el sostén de
esta replicabilidad.
Por lo tanto, en este marco se pueden encuadrar los proyectos de
reconstrucción habitacional correspondientes al Préstamo del
Banco Interamericano de Desarrollo BID, que se considera una
transferencia de la iniciativa y se aplica tanto en la Cuenca del
Paraná como en otras zonas afectadas por el Niño y la Niña.
Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp615.html |