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Agua y servicios higiénicos en El Salvador

Fecha de referencia: 05-07-2000

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: El Salvador
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: alta meseta
Ámbito de la actuación: pueblo
Instituciones: organización no gubernamental (ONG)

Categorías = Infraestructuras, comunicaciones y transporte: abastecimiento de agua potable.

Contacto principal:
Antonio Rodríguez
Col. Lomas de San Francisco
calle #3 casa #20, San Salvador

#2: Tercera Avenida Norte #9
Barrio Concepción
Santiago de María
Ulusután, El Salvador

Socio:
Club Rotario
Club Rotario de Many, Louisiana
Club Rotario de Taos, Nuevo Méjico
Club Rotario de Ciudad Jardín, San Miguel, El Salvador
CARE International en El Salvador
USAID

Colaboración financiera


R E S U M E N

El programa "Agua y servicios higiénicos en El Salvador" fue concebido y desarrollado conjuntamente por los Clubs Rotarios de El Salvador y de Estados Unidos en 1998. Entre las acuciantes necesidades de la zona se encontraban algunas tan importantes como el suministro de agua potable de confianza y la falta de letrinas.

El Club Rotario de El Salvador trabajó conjuntamente con CARE y USAID para proporcionar la adecuada asistencia técnica para distribuir de forma efectiva el agua potable y construir servicios higiénicos.

Los miembros del Club Rotario (rotarios) ayudaron a los residentes a elegir un comité del agua y una junta directiva; los líderes vecinales administraron el sistema de abastecimiento de agua y recibieron formación en administración y contabilidad. Durante los meses de abril a junio se realizaron las sesiones de formación de tres comunidades sanitarias, y en los seis meses siguientes se organizaron reuniones y clases para desarrollar más actividades sociales y sanitarias en la zona.

Toda la comunidad en su conjunto participó en las actividades del proyecto junto a los rotarios y el CARE. Más de 600 familias estuvieron presentes en cada fase de la construcción de los servicios higiénicos. Al mismo tiempo se estableció un programa de administración de la micro cuenca. Se formaron tres Comités del Medio Natural, para aprovechar la época de lluvias y plantar árboles. También se realizaron talleres de formación en los que se plantaron 30.850 nuevos árboles y se cavaron zanjas para la filtración del agua y la protección de la fuente.



Fechas clave

-Marzo 1998: Comienzo del proyecto
-31 de Diciembre de 1999: La Fundación Rotaria aprueba la concesión de una beca de 487.198 $
-31 de Diciembre de 1999: USAID concede una beca de más de 125.000 $
-Mayo de 1999: Finaliza el proyecto




D E S C R I P C I Ó N

Situación previa a la iniciativa
Los principales problemas en la zona eran la falta de agua potable, la enorme insuficiencia de letrinas y la inadecuada higiene personal y doméstica entre los habitantes. Estos factores habían causado ya y seguían causando la mayoría de los problemas de salud en la zona: diarrea y parásitos, especialmente entre los niños menores de cinco años.

Establecimiento de prioridades
Para combatir y disminuir de forma eficaz estos problemas, los rotarios recomendaron poner en marcha un método participativo, que permitiría guiar y reforzar la práctica de la comunidad en la construcción de letrinas y en sus hábitos de higiene; esto llevaría a la población a un cambio personal de actitud y práctica en el mantenimiento de su salud.

Formulación de objetivos y estrategias
El objetivo inicial de este proyecto fue proporcionar sistemas de agua portátiles para, al menos, 756 familias en las comunidades de EL Papalón, El Jobo y El Rodeo. Fue necesario construir letrinas en cada hogar para que la comunidad aceptara mejor el proyecto y para asegurar la sosteniblidad de la intervención. También fue necesario formar a miembros de tres comunidades en temas de salud, uso apropiado de los sistemas portátiles de agua, letrinas, protección de micro-cuencas, operaciones, mantenimiento y administración.

Movilización de recursos
En 1994, el Consejo Comunitario de San Miguel de El Salvador, comenzó a buscar asistencia técnica y financiera para construir un sistema portátil de agua en la comunidad. En Febrero de 1998, el Club Rotario Ciudad Jardín de San Miguel, USAID y CARE Internacional aprobaron un paquete de medidas de asistencia técnica y financiera para el proyecto comunitario de agua "Salud, Hambre y Humanidad". Así, un total de 18 miembros del grupo de líderes obreros se movilizaron para empezar la construcción de parte del proyecto.

Así mismo, fueron convocadas asambleas generales para mantener involucrada a la población en el desarrollo de las estructuras administrativas y las regulaciones. Los comités se constituyeron con hombres y mujeres de todas las edades, incluidos los estudiantes.

Proceso
Una de las principales dificultades que tuvieron que afrontar los coordinadores del proyecto fue la necesidad de motivar a los miembros de la comunidad y ganarse su confianza; la tarea de los rotarios y la asociación CARE fue volver a centrar las energías de la comunidad en el proyecto según fueron surgiendo los problemas.

El hecho de no encontrar agua a un determinado nivel tras la primera perforación provocó una sensación de desconfianza por parte de la población, que pensó que quizás los promotores del proyecto no sabían como llevarlo a cabo de forma eficaz.

En lugar de detenerse en este incidente, CARE, los rotarios y USAID animaron a la población a formar ocho asambleas en las tres comunidades, con la intención de informar públicamente de lo que había ocurrido, y de los pasos necesarios para que el segundo intento fuera un éxito.

Otro problema, pequeño pero crítico, fue consecuencia de una esperada contribución económica que nunca llegó, lo que obligó a CARE a comprometerse a través de su programa Prosagus, lo cual permitió a la comunidad construir más letrinas con la subvención de USAID.

Los desastres naturales son otro factor imprevisto en el desarrollo de estos proyectos. Durante este, la destrucción provocada por el huracán Mitch ralentizó el trabajo considerablemente. Los promotores del proyecto tuvieron que convencer a la población para que no abandonara y afrontara el desastre avanzando siempre hacia delante. Los miembros del Club Rotario trabajaron en equipo para transportar y repartir los elementos necesarios para mantener en marcha el proyecto y motivar a la comunidad. Este esfuerzo común tuvo lugar en los cruciales meses de Octubre a Diciembre de 1998, y consiguió de nuevo cargar de energías a los participantes, que invirtieron el tiempo extra necesario para recuperar el tiempo perdido.

Resultados obtenidos
Se hizo un balance tanto cuantitativo como cualitativo de los resultados obtenidos. Los beneficios ambientales y de salud fueron evidentes inmediatamente:


Además, cada una de las comunidades participantes tiene ahora un equipo bien preparado de cuidadores de la salud, que pueden enseñar a la comunidad hábitos higiénicos y el uso correcto del sistema de agua. A nivel nacional, nuevos promotores continuarán trabajando junto a los del Ministerio de Salud.

Sostenibilidad
Uno de los principales objetivos fue asegurar la sostenibilidad del proyecto. Los pasos para conseguirlo fueron la protección de la fuente de agua, la organización de una entidad de administración y dirección del proyecto, así como de mantenimiento del sistema, una vez los técnicos de CARE hubieran terminado el proyecto.

Para asegurar su sostenibilidad, los líderes del proyecto pidieron a la población beneficiaria que invirtieran una parte de la cuota mensual del servicio de agua para pagar el salario de un promotor de la salud y para organizar actividades ambientales. Las instituciones locales involucradas en el proyecto formaron una red ambiental con el objetivo de asegurar la sostenibilidad de los recursos de agua através de la protección de la micro-cuenca de agua. Esto aseguró la sostenibilidad del sistema, que permitiría hacer un seguimiento y enfrentarse activamente a cualquier complicación que pudiera surgir.

Los rotarios de San Miguel y Lousiana ayudaron a organizar una Comunidad de Rotarios (RCC) para realizar los objetivos del proyecto. Esta organización, patrocinada por los clubs de rotarios locales y compuesta por miembros de la comunidad, será la responsable de la programación estratégica relacionada con el proyecto y su sostenibilidad.

Lecciones aprendidas
Todo proceso ofrece la posibilidad de aprender y, en el caso de este proyecto, los responsables pudieron sacar extraer lecciones de cada una de las fases de organización, formación e inauguración.


Transferibilidad
Este proyecto fue diseñado para poder ser reproducido en otros lugares, pues se adapta a cualquier ecosistema parecido: mesetario, semiárido y tropical. El diseño del proyecto y las lecciones que de él pueden extraerse contribuirán a que futuros esfuerzos como éste sean cada vez más exitosos. Un proyecto de estas características no puede ser repetido a menos que los coordinadores promuevan y requieran la participación de la comunidad afectada. Mujeres y hombres deben ser tratados igualitariamente y asumir reponsabilidades de forma compartida. Para ello es necesario que los coordinadores establezcan con claridad un plan antes de empezar el proyecto y que, al mismo tiempo, éste sea lo suficientemente flexible como para afrontar los problemas que puedan ir surgiendo.

También es importante destacar la necesidad de respetar y entender que no todas las comunidades tienen las mismas características que las de El Papalón, El Jobo y El Rodeo. Sin embargo, con los recursos necesarios, el ejemplo de las buenas prácticas y los suficientes instrumentos de motivación, este proyecto puede ser repetido y más familias en todo el mundo pueden emprender su camino hacia unas condiciones de vida más sanas.


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Patricia Molina Costa.

Revisado por Carlos Verdaguer.

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