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Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp546.html

Acciones para la Convivencia (Bogotá, Colombia)

Fecha de referencia: 05-07-2000

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Colombia
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: Continental
Ámbito de la actuación: Ciudad
Instituciones: Gobierno local, organizaciones de base comunitaria y sector privado.

Categorías = Buena gestión urbana: gestión y administración públicas, políticas públicas. Participación ciudadana y riqueza cultural: participación comunitaria, expresión y animación, riqueza social y cultural.

Contacto principal:
Sra. Claudia López, directora del DAACD
Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital (DAACD)
Carrera 30, n. 24-90 Piso 14
Bogotá
Colombia.
Teléfono: 57-1-2417900
57-1-2417930
Fax: 57-1-2697295
e-mail: daacd08@openway.com.co
Tipo de organización: Gobierno local.

Socio:
Organizaciones de Base Comunitaria
Sr. Carlos Marulanda
Avenida 7a, n. 157-91
Bogotá
Colombia
Teléfono: 57-1-6692585
Tipo de organización: Organización de Base Comunitaria.
Colaboración: Apoyo financiero.

Socio:
Instituto de Ocio y Deporte de Bogotá
Alicia Arango
Calle 63, n. 47-06
Bogotá
Colombia
Teléfono: 57-1-6303055
Colaboración: Apoyo financiero.

Socio:
Jardín Botánico José Celestino Mutis de Bogotá
María C. Araujo
Avenida 57, n. 61-13
Bogotá
Colombia
Teléfono: 57-1-4377060
Tipo de organización: Entidad pública local.
Colaboración: Apoyo técnico.


R E S U M E N

El programa "Acciones para la Convivencia" es un concurso público organizado por el Ayuntamiento de Bogotá a través de su Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital (DAACD), en el que los sectores público y privado convergen con las organizaciones comunitarias. Los objetivos del programa son la promoción de la participación ciudadana y de los procesos de organización comunal. Se pretende así crear un sentido de cohesión entre los vecinos y una sensación de participación en la construcción conjunta de una ciudad mejor donde las personas puedan convivir. Se busca también la mejora de las condiciones de habitabilidad de los barrios.

Este programa pretende favorecer las alianzas entre las organizaciones de base comunitaria, pero también entre estas organizaciones y las autoridades locales, con el fin de llevar a cabo el proceso de descentralización. Este proceso permite a los vecinos planear, decidir, ejecutar y supervisar las estrategias diseñadas para mejorar sus condiciones de vida de una forma responsable y transparente. Cualquier organización de barrio puede presentarse, siempre que esté interesada en la construcción conjunta de una ciudad habitable. El premio del concurso es la financiación necesaria para el desarrollo del proyecto.

El programa desarrolla nueve líneas de acción: Arte y Cultura, Jardines y Arborización, Seguridad y Convivencia, Desarrollo de Barrio, Mantenimiento del Espacio Público, Comunicación con la Comunidad, Ocio y Deporte, Salud Preventiva y Prevención de Emergencias. Para poder desarrollar estas líneas, se cuenta con el apoyo de diversas entidades públicas locales, como son el Instituto de Turismo y Cultura de Bogotá, el Jardín Botánico, la Secretaría de Estado para Bogotá, y la Secretaría de Educación de la ciudad.

Durante una primera fase Acciones para la Convivencia ofrece formación y consejo, para que los participantes puedan proponer la solución a un problema concreto de su entorno. La propuesta debería convertirse en un proyecto viable listo para su puesta en marcha, con un amplio grado de participación y ajustado al Plan de Desarrollo de la ciudad.

Si el proyecto resulta seleccionado, Acciones para la Convivencia busca un socio para la organización que permita la financiación de la propuesta, a través de la concesión de una cantidad que suele ascender a unos 3.500 dólares EEUU. La comunidad aporta un mínimo del 15% del coste a través de recursos económicos, materiales o trabajo. Además, Acciones para la Convivencia supervisa junto a la comunidad la ejecución y la inversión de los recursos. El programa supone una vía de comunicación entre las organizaciones comunitarias y las entidades públicas interesadas en cada una de las líneas de acción.

Los resultados son mejores áreas de esparcimiento, más programas de formación y concienciación ambiental, bibliotecas comunitarias, campañas de gestión de resíduos, actividades artísticas y campamentos deportivos organizados por las comunidades en más de 900 barrios de la ciudad.



Fechas clave


Septiembre-Diciembre de 1998: Se lanza el programa piloto. Se convoca el primer concurso.
Enero-Junio de 1999: Se convoca el segundo concurso.
Julio-Diciembre de 1999: Se convoca el tercer concurso.
Enero-Diciembre de 2000: Se convoca el cuarto concurso.
Durante cada concurso hay varias fases:



D E S C R I P C I Ó N

Situación previa a la iniciativa

Antes de 1998, dada la falta de información, las comunidades apenas proponían ideas para el desarrollo de sus barrios. No conocían las formas de llegar a las entidades públicas a la hora de resolver sus problemas.

Por otra parte, las autoridades locales no encontraban espacios donde aprender de los ciudadanos y, aunque los recursos económicos estuvieran disponibles, consideraban que sus propuestas eran débiles y en algunos casos inviables.

Establecimiento de prioridades

La construcción, a través del apoyo a las iniciativas de desarrollo social, de una ciudad mejor, donde ciudadanos y organizaciones participen en la mejora del entorno, es una prioridad para el Ayuntamiento de Bogotá.

Por otra parte se busca la transformación de los ciudadanos en promotores, gestores y agentes de ideas que beneficien a la comunidad, concienciando a la sociedad de aquellas actuaciones que mejoran las condiciones de vida. El programa pretende reforzar el compromiso cívico de los ciudadanos, implicándolos en el proceso de desarrollo de la ciudad.

Puesto que los espacios públicos constituyen el escenario apropiado para mejorar las relaciones individuales y comunitarias, su restauración, mantenimiento y uso correcto pueden favorecer una mejor calidad de vida en la ciudad.

Formulación de objetivos y estrategias

Objetivos:

  1. Involucrar a los ciudadanos de Bogotá y al sector privado en la reconstrucción de la ciudad.
  2. Reforzar la habilidad de los ciudadanos de Bogotá para convertirse en agentes de su propio desarrollo a través de la formación y el asesoramiento en la formulación y puesta en marcha de proyectos comunitarios.
  3. La creación de espacios de convivencia y confianza, donde las personas puedan planear cómo satisfacer sus necesidades básicas.

Estrategias:
  1. Unificar los esfuerzos del gobierno local y de las comunidades en la construcción conjunta de una ciudad mejor, incentivando el liderazgo de los ciudadanos en la mejora de sus condiciones de vida.
  2. Promover y favorecer la posibilidad de que las organizaciones participativas lleguen a acuerdos sobre la forma de mejorar los barrios, formulando proyectos. Si ganan, reciben la financiación necesaria para llevar a cabo el proyecto.
  3. La comunidad suministra al menos el 15% de los fondos (económicos, o en forma de materiales o trabajo) y otras entidades gubernamentales contribuyen con la formación y con los recursos económicos restantes.
  4. Ambas, la comunidad y las entidades gubernamentales, controlan la ejecución del proyecto a través de Comités de Supervisión Ciudadana y de contratos de supervisión técnica respectivamente.

Movilización de recursos

Recursos financieros:
Durante la ejecución del proyecto, la comunidad ha contribuido con un 13% del total de los recursos económicos, corriendo otras entidades gubernamentales con el 87% restante. Esto demuestra que el programa supone un incentivo para la participación, el compromiso y la implicación de toda la comunidad.
Acciones para la Convivencia descentraliza y moviliza la gestión de los recursos económicos haciendo a las comunidades responsables de su uso adecuado de acuerdo con las propuestas. Además, las agencias del Gobierno y los ciudadanos pueden vigilar la gestión transparente de estos recursos.

Recursos técnicos:
Cada autoridad local apoya el programa, según una de las líneas de acción, a través del asesoramiento técnico. Esto garantiza que cada proyecto cumple los requisitos técnicos necesarios para su correcto diseño y ejecución. Esta estructura permite que las comunidades se beneficien directamente de los expertos en cada una de las líneas, lo que mejora las condiciones de sus barrios.

Recursos sociales y culturales:
El programa acoge la diversidad cultural de cada comunidad, animando a las organizaciones a que expresen dicha diversidad para poder elaborar un proyecto que incluya los intereses comunes de todos los vecinos. La creatividad se valora como una forma de desarrollar las actitudes comunitarias y los intereses cívicos.

Recursos humanos:
Un equipo multidisciplinar se encarga de formar a las organizaciones y las asesora durante la elaboración y la ejecución de cada proyecto. Durante todo el proceso hay apoyo técnico y social, de forma que el proyecto sea viable, sostenible y esté respaldado por la comunidad.

Recursos administrativos:
Las entidades públicas comparten la gestión responsable de los recursos con la comunidad. Estas entidades ceden a las comunidades autonomía en la gestión de los recursos financieros. De esta forma, es la propia comunidad la que contrata cualquier servicio requerido para poder desarrollar el proyecto.

Proceso

Acciones para la Convivencia está organizado en nueve líneas de acción:

Arte y cultura:
Los esfuerzos conjuntos del Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital y del Instituto de Turismo y Cultura de Bogotá han animado a las organizaciones a identificar nuevas actitudes, creando una identidad cultural en los barrios.
Esta línea de actuación apoya la danza, el teatro, las artes plásticas, la música, la literatura, los acontecimientos culturales y todas aquellas actividades que promuevan la coexistencia.

Arborización y jardinería:
El Jardín Botánico de Bogotá apoya esta línea de trabajo a través de un acuerdo con el programa. La participación comunitaria se fortalece a través del mantenimiento de los árboles y la mejora, el uso apropiado y la sostenibilidad de los trabajos de diseño paisajístico realizados en zonas recreativas y parques.

Seguridad y convivencia:
Esta línea de acción trabaja con los jóvenes que habitan entornos violentos y pretende fomentar nuevas actividades que faciliten la integración con los vecinos. Las organizaciones comunitarias fomentan las propuestas artísticas, deportivas y culturales.

Desarrollo de barrio:
Esta línea ofrece asesoramiento pedagógico a todas aquellas comunidades interesadas en propuestas de mejora de sus condiciones de vida. El programa, junto con la Secretaría de Educación de Bogotá, han asesorado y capacitado Comités de Acción Comunitaria interesados en la gestión de bibliotecas de barrio.

Mantenimiento del espacio público:
Esta línea de actuación encuentra su fuente de propuestas en la implicación de la comunidad en la gestión y el mantenimiento de los parques, avenidas y jardines. Estos espacios se planifican como lugares de interacción entre los vecinos.

Comunicación con la comunidad:
A través de la creación de estrategias y redes de comunicación, se consigue reunir a los vecinos y ponerles al día sobre las noticias relacionadas con sus barrios. Estas redes permiten la transmisión de informacion importante, necesaria para fomentar la participación.

Ocio y deporte:
Se ofrece campeonatos, escuelas deportivas, formación y asesoramiento a todas las organizaciones interesadas en estos temas. El Instituto de Deportes y Ocio de Bogotá apoya esta línea.

Salud preventiva:
A través de esta línea de trabajo se anima a las organizaciones a formular planes formativos y educativos relacionados con la prevención de enfermedades y a organizar actividades relacionadas con la preservación de la salud, excursiones...

Prevención de emergencias:
El objetivo de esta línea de acción se sitúa en una correcta gestión de desastres y en la prevención de emergencias. El Departamento de Prevención y Atención a los Desastres de Bogotá trabaja de forma cercana al programa ofreciendo asesoramiento cualificado.

Dentro de cada línea de actuación, las organizaciones hacen su propio diagnóstico y proponen la mejor manera para resolver cada problema a través de la elaboración de un proyecto. Durante esta fase, Acciones para la Convivencia ofrece asesoramiento técnico, y por lo general visita los barrios donde se desarrollan las iniciativas.

El programa funciona como un concurso, con una serie de reglas que garantizan la transparencia absoluta de todo el proceso. Es la propia comunidad la que selecciona y da prioridad a las propuestas que entiende más adecuadas para un determinado lugar. Como resultado de la fase de formación, una idea o una iniciativa se transforma en un proyecto viable y sostenible, listo para ser financiado.

Las reglas del juego y la firma de acuerdos de cofinanciación durante la fase de ejecución, regulan el compromiso entre la comunidad y el programa. Por lo general, la comunidad recibe, en función de la elaboración del proyecto, unos 3.500 dólares EEUU, y la organización que las representa gestiona estos fondos.
El Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital garantiza que las propuestas de las comunidades que completan el periodo de formación son proyectos viables. Así, el resto entidades públicas o privadas dispuestas a financiar proyectos tienen una garantía de que sus recursos serán utilizados de forma correcta.

El programa, junto con el Comité de Supervisión Ciudadana observa la puesta en marcha de los proyectos sobre el terreno. Se asesora en los temas relacionados con la gestión de los recursos, con la motivación de la comunidad, y con las actuaciones necesarias para hacer sostenible el proyecto.

Problemas encontrados durante la ejecución del programa:
Una de las principales barreras ha sido la falta de confianza entre el gobierno municipal y las comunidades. El problema se ha superado gracias a la transparencia y la eficacia del programa.
También ha sido una tarea considerable superar las dificultades derivadas de la inexperiencia de las comunidades. Muchas organizaciones no se hacían al planeamiento participativo, ni a la gestión y puesta en funcionamiento de los recursos públicos. Durante el proceso de formación y el periodo de asesoramiento sobre el terreno, las organizaciones han superado este obstáculo. También ha sido un logro implicar a ciertos barrios y comunidades que pertenecen a un cierto nivel social y económico, puesto que nunca han estado convencidos de su participación en los procesos de toma de decisiones. Ha sido necesario insistir en la actuación en estos sectores, adaptando la metodología a sus necesidades particulares.

Resultados obtenidos

Durante 1.400 sesiones formativas, y más de 10.000 reuniones de asesoramiento, se ha capacitado a 2.900 líderes comunitarios (1.497 organizaciones) para la elaboración y ejecución de los proyectos.

Además, 3.546 personas han participado de forma indirecta en el proceso de formación y asesoramiento, ofreciendo su ayuda a la comunidad durante el planeamiento y la elaboración del proyecto. Así pues, más de 5.000 personas han estado implicadas en el funcionamiento del proceso.

Junto a la formación técnica, se han producido más de 4.000 reuniones con las comunidades, destinadas a lograr la integración de los niveles vecinal, zonal y local. Durante estos encuentros, los proyectos se hicieron públicos, y se decidieron los órdenes de prioridad. Gracias a Acciones para la Convivencia, 52.400 personas se han beneficiado directamente, participando de forma activa en las actividades propuestas dentro del programa.

Durante 1998, las comunidades elaboraron 56 proyectos que obtuvieron financiación a través del programa. En 1999, se pusieron en marcha 589 proyectos. Durante el año 2000 esperamos poder encontrar fondos para el desarrollo de otros 200 proyectos. Cada proyecto genera como media unos 5 puestos de trabajo, llegando a un total de unos 2.500 nuevos empleos.

El programa implica a 11 entidades públicas, que ofrecen apoyo técnico, económico o material a los proyectos. Acciones para la Convivencia interviene en toda la ciudad y en sus 20 localidades, tanto en las zonas urbanas como en las rurales. 900 barrios han participado a través de sus Organizaciones Comunitarias de Barrio y sus Consejos de Acción Comunal.

Se resumen a continuación algunos de los indicadores comentados:

En estos dos últimos años, a través del programa se han generado nuevos espacios de interacción. Han aumentado la solidaridad y la confianza. Las propuestas se han convertido en una nueva oferta en que la gente puede invertir su tiempo libre, además de generar nuevas ofertas de trabajo. Ha surgido un sentimiento comunitario y de participación en el cuidado de la ciudad. Ahora hay mejores zonas de recreo, más programas de formación y concienciación ambiental, bibliotecas comunitarias, campañas de gestión de resíduos, actividades artísticas y campamentos deportivos organizados por las comunidades.

Los diversos departamentos del gobierno municipal han descubierto un espacio donde identificar de forma directa las necesidades de la comunidad de Bogotá, haciéndose más eficaz la satisfacción de las mismas. Las organizaciones comunitarias se han convertido en un agente importante en la toma de decisiones públicas por consentimiento mutuo, reforzando los procesos descentralizadores. Además, se han producido acuerdos entre las organizaciones que permiten desarrollar proyectos de impacto sobre sus comunidades.

Este programa supone una nueva forma de invertir y gestionar los fondos públicos: es la propia comunidad la que decide dónde invertirlos y está además capacitada para gestionarlos. Esto supone una garantía de transparencia del proceso. La gente se compromete además con la puesta en marcha y la sostenibilidad del proyecto.

Acciones para la Convivencia se ha convertido en un espacio donde las comunidades construyen, discuten y alcanzan acuerdos sobre el modo de utilización de los fondos públicos en la resolución de sus problemas. Supone una apuesta hecha con la mejor voluntad, y una muestra de fe en nosotros mismos como constructores de una ciudad mejor.

Sostenibilidad

El proceso de formación de Acciones para la Convivencia dota a las organizaciones de capacidad para elaborar y gestionar proyectos y para encontrar el apoyo de cualquier tipo de entidad. Se garantiza así la obtención de recursos económicos en el futuro.

Por otra parte, el proceso supone una excusa para reunir tanto a la comunidad como a las organizaciones que la representan, fomentando la construcción de lazos que van más allá de la participación en el propio programa. Aprenden a confiar unas en otras para poder así hacer realidad sus proyectos de desarrollo.

Tan sólo se concede prioridad y financiación a aquellas propuestas sostenibles en el tiempo, es decir, más allá del periodo de formación y puesta en marcha. Además, la participación financiera de las comunidades (15%), garantiza que éstas se implicarán de forma duradera. Es necesario también que la organización incluya en su proyecto una propuesta de sostenibilidad que asegure el desarrollo a largo plazo.

Acciones para la Convivencia opera a través de un equipo de profesionales no sólo relacionados con el asesoramiento social, sino también con expertos en técnicas de financiación y gestión, que ayudan a las organizaciones a encontrar fórmulas viables y sostenibles. A largo plazo, el programa no debería ser ya necesario, puesto que la comunidad aprende y entiende cómo hacer diagnósticos sobre su entorno, cómo proponer soluciones a los asuntos que considere oportunos, cómo colaborar con el gobierno municipal y cómo hacer realidad sus propuestas.

Lecciones aprendidas

La comunidad tiene la capacidad de elaborar propuestas viables según sus necesidades y su propia dinámica social.
La comunidad es capaz de planear, de una forma participativa, los aspectos de puesta en marcha, control y sostenibilidad de proyectos que implican la mejora de las condiciones de vida de los ciudadanos.

La comunidad logra generar su propio desarrollo a nivel local, adaptando y gestionando el espacio público. Utilizando al gobierno como fuente inicial de recursos, se consigue una capacidad de generación de bienes y servicios. Las comunidades han demostrado ser responsables a la hora de gestionar los fondos públicos. Por otra parte, el programa ha generado un espacio donde todas las entidades públicas se coordinan de forma eficaz para ofrecer soluciones y servicios a los ciudadanos de Bogotá.

Existe un compromiso, compartido por la comunidad y las entidades públicas, de construcción conjunta del desarrollo de los barrios, a través de la unión de los recursos humanos y económicos. Estas lecciones han sido de gran utilidad a la hora de llevar a cabo políticas públicas en Bogotá, y otros municipios están empezando a considerarlas como un antecedente muy valioso.

El programa de Encuentros Ciudadanos, desarrollado por el Ayuntamiento, fue un modelo muy útil para Acciones para la Convivencia. A través de estos encuentros, la comunidad tiene la posibilidad, en función de sus necesidades, de hacer propuestas y de influir sobre el presupuesto público.

A pesar de que Encuentros Ciudadanos permite a la gente afectar de forma directa el gasto público, Acciones para la Convivencia supera dos de sus debilidades: capacita a las organizaciones comunitarias para formular proyectos de actuación sobre sus barrios, y facilita su puesta en marcha y su evaluación.

Transferibilidad

Acciones para la Convivencia supone un ejemplo de gestión pública y de planeamiento participativo que mejora las condiciones de vida de cualquier habitante de las zonas tanto urbanas como rurales de la ciudad y que se hace posible cuando los ciudadanos se reúnen en organizaciones que trabajan por el desarrollo futuro de sus comunidades.

Gracias a la voluntad de los ciudadanos de mejorar su calidad de vida con la ayuda del programa, éste se ha desarrollado en todas las localidades (existen veinte localidades en Bogotá), y ha incluido a once entidades locales. El gobierno municipal ha convertido a Acciones para la Convivencia en una herramienta para promover la participación ciudadana, tanto en las regiones urbanas como rurales de Bogotá.

El programa es tan flexible que, con unos ajustes mínimos, se puede introducir en cualquier tipo de comunidad. Tan sólo habría que adaptar la metodología a las condiciones económico-sociales, al nivel de organización, a la disponibilidad de recursos económicos y a la disposición política de las autoridades locales. Una vez evaluados todos estos aspectos, se puede introducir el programa reuniendo a todos los agentes comunitarios y del gobierno local, y explicándoles todos los beneficios administrativos, sociales, culturales y políticos derivados de un verdadero trabajo en equipo.

Perfil financiero

Los recursos económicos proceden del presupuesto asignado por el Ayuntamiento al Departamento Administrativo de Acción Comunal Distrital (DAACD). Desde 1998 y hasta el año 2000 se han invertido un total de 3.058.650 dólares EEUU en el programa. Las entidades públicas han contribuido con 2.659.696 dólares EEUU y las Organizaciones de Base Comunitaria han puesto 398.954 dólares EEUU.

Participación de los colaboradores:


Aportación según los ejercicios:

Tabla Resumen de la partipación económica de los distintos socios. (Las cifras suponen dólares EEUU, los porcentajes se refieren a la participación total).

A B C D E Total
1 21.664 144.425 0 0 0 166.089
2 107.270 497.121 70.847 21.852 125.313 822.404
3 133.855 649.468 219.684 23.215 0 1.026.222
4 136.165 538.847 200.501 0 168.421 1.043.934
T 398.954 1.829.861 491.033 45.068 293.734 3.058.650
13% 60% 16% 1,4% 9,6% 100%

Referencias

Revista/periódico: El Espectador
Título del artículo: Amplían plazo en Accion Comunal
Fecha: 16 Julio 1999
Página(s): 3C

Revista/periódico: El Tiempo
Título del artículo: Premian a gupos comunitarios
Fecha: 5 Agosto 1999
Página(s): 2C

Revista/periódico: BioFontibon
Título del artículo: Proyectos de la Localidad de Fontibon seleccionados en la convocatoria del D.A.A.C.D.
Fecha: 4 Diciembre 1999
Página(s): 4

Revista/periódico: El Tiempo
Título del artículo: Premian 327 proyectos para la convivencia
Fecha: 13 Diciembre 1999
Página(s): 4E

Revista/periódico: El Espectador
Título del artículo: 327 proyectos comunitarios
Fecha: 13 Diciembre 1999
Página(s): D

Revista/periódico: El Espectador
Título del artículo: Premio de $1.800 millones
Fecha: 13 Diciembre 1999
Página(s): 1 y 2D

Revista/periódico: El Espectador
Título del artículo: Creció la Participación
Fecha: 28 Diciembre 1999
Página(s): 2D

Revista/periódico: El Tiempo
Título del artículo: Arborizacion con Enlace Comunitario
Fecha: 30 Enero 2000
Página(s): 4E

Revista/periódico: El Tiempo
Título del artículo: Cómo pinta la Bogotá del siglo XXI
Fecha: 19 Marzo 2000
Página(s): 6 y 7


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Adrián Masip Moriarty.

Revisado por Carlos Verdaguer.

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