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Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp502.html

Manual de Estándares Básicos, Jamaica

Fecha de referencia: 05-07-2000

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD. ( Best Practices Database.)
País/Country: Jamaica
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: Tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: Regional (internacional)
Instituciones: Gobierno central, gobierno local, organizaciones no gubernamentales, organizaciones de base comunitaria.

Categorías = Tecnologías, instrumentos y métodos: tecnologías apropiadas; tecnología infraestructural; formación y capacitación. Vivienda: vivienda asequible; industria de la construcción; propiedad del suelo y seguridad. Ordenación territorial: urbanización y desarrollo del suelo; planeamiento y calificación del suelo; remodelación urbana y suburbana

Contacto principal:
Jacqueline da Costa
Association of Settlement an Commercial Enterprise for National Development, (ASCEND) (Asociación de Asentamientos e Iniciativas Comerciales para el Desarrollo Nacional)
Presidida por el Arzobispo Samuel Carter
Professional Societies Association
Jamaica Building
2 3/4 Ruthven Road
Kingston 5
Jamaica W.I.
Teléfono: 876-968-1358
Fax: 876-929-7349
e-mail: jdacosta@cwjamaica.com


R E S U M E N

Resultaba evidente incluso antes de los años 70 que los patrones de planificación y desarrollo derivados de los modelos coloniales y de la antigua metrópoli no resultaban ni efectivos ni relevantes para la mayoría de los jamaicanos. Esto daba lugar a dos situaciones. Los ciudadanos más prósperos utilizaban por lo general los modelos de construcción legislados, especialmente cuando buscaban financiación institucional. Sin embargo, los bajos ingresos; la incapacidad de las fuentes de financiación local para satisfacer, aun de forma marginal la demanda de alojamiento; los créditos hipotecarios inasequibles y la ocupación insegura de los terrenos conducían a la mayoría de la población a soluciones habitacionales informales e ilegales; asentamientos por lo general faltos de planeamiento, insalubres, saturados y ambientalmente agresivos, con infraestructuras mínimas, con una accesibilidad insuficiente a los servicios públicos básicos, e incapaces de soportar terremotos, huracanes y otros desastres naturales.

Se hizo obvio que la marginación de la mayoría de los ciudadanos, que no encontraba alternativas legales para la obtención de bienes tan básicos como el techo y el suelo, no era el mejor punto de partida para una sociedad democrática que pretendiera alcanzar un desarrollo sostenible y ordenado fomentando la participación tanto en el planeamiento como en la ejecución del mismo.

En 1996, con el apoyo gubernamental, la ONG para el Desarrollo ASCEND respondió a esta situación con la elaboración de un Manual de Estándares Básicos, que incorporaba modelos y patrones de calidad básicos referidos a la planificación, las particiones, las infraestructuras y las instalaciones. El objetivo no era reducir los estándares de desarrollo, sino proporcionar niveles de entrada más asequibles, de forma que se capacitara a la mayor parte de los jamaicanos para convertirse en los protagonistas legales de un proceso planificado que considerara un proceso de mejoras progresivas hasta la consecución de los estándares realmente deseados.

El programa jamaicano de asentamientos para personas con pocos recursos, la (Operación PRIDE), está utilizando este proceso. También se ha incorporado al Manual de Modelos de Desarrollo para los Estados del Este del Caribe del Centro de Naciones Unidas para Asentamientos Humanos, (CNUAH).



D E S C R I P C I Ó N


Situación previa a la iniciativa

Jamaica experimentó un incremento en los costes del sector de la construcción de más del 700% entre los años 1970 y 1986. Los salarios de la mayoría de los jamaicanos mostraron en el mismo periodo un movimiento ascendente mucho más leve. Un estudio de 1987 reveló que al menos el 65% de la construcción de nueva planta se producía sin la aprobación de los órganos reguladores.

Establecimiento de prioridades

En 1996 el Primer Ministro se dirigió al Parlamento para tratar la cuestión del acceso legal y asequible a la vivienda. Hizo énfasis en el compromiso del Gobierno con un mecanismo consultivo y de amplia base participativa, que enfatizara la necesidad de unos estándares básicos realistas. Confirmó el papel del Gobierno como catalizador, e invitó al sector privado, a las ONGs y a otros sectores, a participar en la elaboración de un programa transparente y no partidista.

ASCEND respondió con el desarrollo de un Manual de Estándares Básicos, que incluía contribuciones de las autoridades regulatorias relevantes, de los sectores de la construcción, terciario y de la educación, de las asociaciones profesionales, las OBCs y las ONGs involucradas en temas de habitabilidad básica.

Formulación de objetivos y estrategias
El equipo de ASCEND revisó las regulaciones, los procesos y los asentamientos existentes, se puso en contacto con los agentes principales y con los representantes de los beneficiarios, y decidió priorizar los siguientes aspectos, haciéndolos más asequibles y prácticos:


La utilización de los Estándares Básicos favorece, pues, desarrollos viables y asequibles que minimizan los impactos social y ambiental, refleja las políticas gubernamentales de utilización del suelo, contribuye a conservar los recursos naturales, permite optimizar el uso de los fondos, tanto de los beneficiarios como externos, y favorece la salubridad y la seguridad para los residentes.

Movilización de recursos

La elaboración del manual fue posible gracias a la financiación directa de la Fundación Ambiental de Jamaica (Environmental Foundation of Jamaica), y a la asistencia gratuita del subcomité Técnico de ASCEND, de las autoridades en temas de vivienda y regulación, de las ONGs y de las OBCs.

El Banco Interamericano de Desarrollo ((BID)), contribuyó a la puesta en marcha del proyecto financiando una evaluación en profundidad del Programa de Reubicación y Desarrollo Integrado (Programme for Resettlement an Integrated Developement), (la Operación PRIDE), establecido por el gobierno en 1995 para ejecutar el programa jamaicano de asentamientos básicos.

El programa reconoce que la mayoría de los jamaicanos se encuentra alojada, ilegalmente, en zonas no siempre apropiadas desde el punto de vista ambiental. La Operación PRIDE, diseñada para localizar emplazamientos, ya sean nuevos o existentes y para facilitar a los beneficiarios la propiedad del suelo, anima a la creación de OBCs (organizaciones de base comunitaria) en los asentamientos, y proporciona asistencia en la mejora progresiva de las viviendas y de las infraestructuras hasta consolidar los estándares más adecuados. Los Consejos de las Parroquias Locales asumirían la responsabilidad del mantenimiento de las infraestructuras.

El informe de evaluación, seguido de un Manual de Funcionamiento de la Operación PRIDE, también financiado por el BID, proporcionó las claves para la optimización del proceso. Se incluyeron los procedimientos para poder incorporar paso a paso los Estándares Básicos y para mantener el proceso de mejora progresiva.

El Gobierno corrió con los gastos de funcionamiento de la Operación PRIDE y de la campaña de concienciación sobre educación pública, que incluía la consulta a las OBCs vinculadas a los asentamientos y la ayuda en la creación y desarrollo de las mismas.

Proceso

Como estaba previsto, la puesta en marcha de la nueva iniciativa se encontró con algunos problemas iniciales, que en su mayoría se están resolviendo. Por un lado, muchos de los designados como beneficiarios habían desarrollado síndromes de dependencia durante las décadas previas, y esperaban que una vez involucrado el gobierno en el proyecto, éste proporcionaría de forma gratuita una serie de instalaciones y servicios totalmente acabados. Incluso algunos funcionarios de la Operación PRIDE, previamente involucrados en el desarrollo de Asentamientos y Servicios y otros proyectos, no comprendieron en su totalidad la filosofía del nuevo programa jamaicano de habitabilidad básica. Como consecuencia, pusieron en peligro en algunas ocasiones la Operación PRIDE, proporcionando o prometiendo obras pesadas de ingeniería o infraestructuras para las que el programa no se había diseñado. En algunos casos los beneficiarios pusieron demasiadas esperanzas en el proyecto.

Por otra parte, muchos de los beneficiarios se agrupaban por primera vez en OBCs. Los trabajadores de la Operación PRIDE no fueron capaces de explicar de forma coherente los procedimientos transparentes y democráticos que resultaban indispensables para la eficacia de las OBCs. A causa de esto, algunas OBCs quedaron bajo el control de uno o pocos miembros. Algunos profesionales también lograron obtener remuneraciones de las OBCs, cuando su participación en el proceso debería haberse producido sin coste para los beneficiarios.

Casi todos estos problemas se han resuelto con una serie de cambios y reformas administrativos y de gestión, que han seguido a la revisión del informe de evaluación del programa financiado por el BID. Los altos cargos de la Oficina del Primer Ministro, y algunos funcionarios que comprenden la filosofía y los mecanismos de funcionamiento del programa, han orientado al nuevo personal administrativo y logístico. De la misma forma, también los beneficiarios y sus OBCs se han aprovechado de una orientación más apropiada, y es evidente que las OBCs son ahora más eficaces y están mejor estructuradas.

La cara administrativa del proceso se benefició siempre de la voluntad política positiva que se mantuvo desde el principio y a lo largo de todo el desarrollo de los Estándares Básicos. Además, muchos altos cargos de las autoridades reguladoras y de planeamiento estaban involucrados de forma oficial con ASCEND. O bien estaban directamente implicados, o por lo menos eran conscientes de la necesidad de la preparación del Manual de Estándares Básicos. Ellos mismos han aconsejado a sus empleados logísticos sobre los beneficios a obtener de los Estándares Básicos. Gracias a esto, el concepto no ha encontrado resistencia ni en el Gobierno Central, ni en las instancias reguladoras ni ejecutoras de nivel parroquial.

Resultados obtenidos

Aún no se han obtenido datos empíricos sobre el impacto de los Estándares Básicos, pero sí se ha producido un cambio en cómo los jamaicanos con bajos recursos se perciben a sí mismos: como participantes en la construcción de una nueva sociedad. Por primera vez, se ha otorgado un reconocimiento oficial a las iniciativas y a la determinación que han demostrado al proveerse a sí mismos de alojamiento. También por primera vez se han encontrado con la posibilidad de poseer legalmente el suelo, a través de los precios reducidos para personas con rentas más bajas, y gracias a los razonables planes de pago. En lugar de vivir bajo la amenaza de expulsión por parte de las autoridades, muchos jamaicanos contemplan ahora la posibilidad de convertirse en socios activos del gobierno en el marco de un proceso que legitima su existencia y planea mejoras sucesivas a lo largo del tiempo.
Aparte de la nueva política gubernamental de suelo, los aspectos de los Estándares Básicos que facilitan los asentamientos de las rentas más bajas son los siguientes:

Todo esto, junto con la revisión del saneamiento, los servicios de extinción de incendios y otros estándares, sienta las bases para la consecución de entornos aceptablemente habitables y siempre mejorables.

Sostenibilidad

Los Estándares Básicos desarrollados por ASCEND son sinónimo de sostenibilidad, puesto que, tanto los niveles de entrada como los sucesivos pasos de mejora, se han diseñado de forma que incluso aquellos con menos recursos puedan participar.

Durante el desarrollo del proceso, ASCEND tuvo en cuenta el hecho de que una parte importante de los hogares con menores rentas estaban encabezados por una mujer sola. Teniendo en cuenta la posibilidad de que hubiera un solo adulto ganando un salario reducido en cada parcela, fue necesario prepararse para el mínimo común denominador en términos de generación de recursos.

Además, según se fueron comprometiendo las OBCs en el proceso de recaudación de ahorros de los beneficiarios de cara a la mejora futura de las infraestructuras, se diseñó una estrategia que asegurara que los participantes con menos ingresos, no siendo capaces de contribuir al ahorro con aportaciones regulares, pudieran de cualquier forma satisfacer sus obligaciones comunitarias. La solución apareció bajo la forma de "igualdad a través del trabajo", de forma que los miembros pudieran realizar ciertas tareas a modo de aportación, ahorrando a la OBC el pago de algunos servicios. Los gastos ahorrados se irían acumulando a su contribución incorporándose bien al capítulo de ahorro, bien al desembolso comunitario general.

Otros dos aspectos ayudarán a la sostenibilida de las comunidades que utilicen los Estándares Básicos. En primer lugar, se está animando a las OBCs y a las agrupaciones generales de OBCs para que obtengan los materiales de construcción que necesiten de forma conjunta, obteniendo así de los proveedores precios reducidos.

En segundo lugar, ASCEND está desarrollando una base de datos que incluye a ingenieros, topógrafos, contables... que proporcionarán servicios gratuitos o con importantes descuentos a las OBCs. Además se han logrado acuerdos para facilitar los movimientos de tierras utilizando equipos pertenecientes a las fuerzas armadas, a los Ministerios del Gobierno, a las Compañías de Bauxita... con costes muy bajos o nulos para las OBCs.

Todo esto debería asegurar que la utilización de los Estándares Básicos no encontrará problemas de sostenibilidad.

Lecciones aprendidas

La lección más importante es que los países en vías de desarrollo no tienen que verse necesariamente constreñidos a sistemas y marcos jurídicos heredados o adoptados de las sociedades coloniales o del primer mundo. Podemos imaginar y poner en marcha de modo satisfactorio políticas innovadoras que reflejen las condiciones culturales, económicas y ambientales locales.

Por otra parte, hay que entender que, una vez inventadas las nuevas políticas o los programas, aquellos actores encargados de ponerlas en marcha no tendrán necesariamente la misma amplitud de miras ni el mismo compromiso que los gestores iniciales. Así pues, es imprescindible que, durante los primeros periodos de ejecución del proyecto, se lleve a cabo un proceso de formación exhaustiva de los responsables de la puesta en marcha del proyecto, combinado con un profundo asesoramiento y una supervisión frecuentes.

Además, no podemos presuponer que un grupo de personas, aunque sean de una procedencia étnica, social o económica común, tenga el deseo o la habilidad de reunirse en organizaciones de base comunitaria. Es imprescindible un periodo inicial de asistencia, resolución de conflictos y de preparación para colaborar en estructuras organizadas, además de una clara voluntad de funcionamiento.

Por último, el programa jamaicano de habitabilidad básica, deudor en gran medida de la puesta en marcha de los Estándares Básicos, demuestran que una nueva visión que dé la vuelta al planeamiento no es sólo deseable sino realizable. Las comunidades con ingresos bajos han respondido de forma positiva a la invitación a participar en un proceso de desarrollo progresivo. Están organizando sus propias OBCs, tanto a nivel regional como nacional, se están comprometiendo en el diálogo con el Gobierno, con ASCEND y con indivíduos y grupos del sector privado, también están proponiendo sus propias alternativas para optimizar el proceso de obtención de asentamientos básicos.

Transferibilidad

Durante los años 90, en diversos seminarios y talleres de trabajo que tuvieron lugar en Trinidad y otros lugares del Caribe, los progresos derivados de la experiencia fueron acogidos con bastante entusiasmo. No resultó, pues, sorprendente que, en 1999, ASCEND incorporara el concepto a su manual de "Estándares de Planeamiento e Infraestructuras, incluidos los Estándares Básicos", elaborado para la Organización de Estados del Este del Caribe, financiado por CNUAH.

Sería un error considerar que la reproducción de los Estándares Básicos elaborados en Jamaica debiera limitarse exclusivamente a los países del área del Caribe que comparten sus condiciones culturales, ambientales, políticas y económicas. En realidad, debería considerarse la necesidad de unos Estándares Básicos siempre que una proporción importante de la población de un Estado se vea obligada a buscar su propio alojamiento fuera de las estructuras legales existentes. Si no, estos Estados tendrán que enfrentarse con la marginación progresiva de una parte importante de su población, además del desprecio y la indiferencia que estas personas desarrollarán hacia el sistema legal y los gobiernos.

De cualquier forma, siempre habría que confeccionar los Estándares Básicos a medida de las condiciones culturales, físicas, geológicas, climáticas, políticas y económicas imperantes en cada lugar. La existencia de programas organizados de habitabilidad básica, aun siendo útiles, no tienen necesariamente que constituir un requisito imprescindible para la introducción de los Estándares Básicos. Lo ideal sería que cualquier intento de desarrollar estándares de este tipo y asegurar su aceptación, implicara un amplio proceso participativo, como ocurrió durante la preparación del modelo jamaicano. A ser posible, los representantes de los beneficiarios deben participar en el proceso desde el principio.

Perfil financiero

La elaboración del Manual de Estándares Básicos se financió con contribuciones directas del Centro de Recursos de la Construcción (Construction Resources Development Centre), miembro de ASCEND, la Fundación Ambiental de Jamaica (Environmental Foundation of Jamaica) y la ayuda voluntaria de varios miembros de ASCEND.


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Adrián Masip Moriarty.

Revisado por Carlos Verdaguer.

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