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El Grupo de Iniciativa Común de las Mujeres Agricultoras de Bogso (Camerún)

Fecha de referencia: 05/07/00

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como BEST. ( Best Practices Database.)
País/Country: Camerún
Región según Naciones Unidas: África
Región ecológica: tropical y subtropical
Ámbito de la actuación: global
Instituciones: Organización de base comunitaria, agencia internacional (multilateral), agencia internacional (bilateral), institución filantrópica.

Categorías = Infancia y adolescencia: de 10 años a la edad adulta; salud y nutrición. Erradicación de la pobreza: generación de ingresos; creación de puestos de trabajo. Servicios sociales: educación; salud y bienestar.

Contacto principal:
Mrs. Teclaire Ntomp
Groupe d'Initiative Commune des Paysannes de Bogso (GICPAB)
(ONG)
Bogso
B.P. 128
Eseka
Cameroon
West Africa
Tel: 237-208-657

Organización nominadora:
ver contacto principal

Socio:
Mr. Emmanuel Goued Njayick
United Nations Office of the Special Coordinator for Africa and the Least Developed Countries (OSCAL) (Agencia internacional multilateral)
One UN Plaza
DC1-1030-1048
New York
NY 10017
Colaboración política

Socio:
Ms. Fay Kittleson
Virginia Gildersleeve International Fund for University Women Inc. (Agencia internacional multilateral)
c/o American Association of University Women
111 East 37th Street
New York, NY 10016-3041
Colaboración financiera

Socio:
Ruth Bamela Engo-Tjega
African Action on AIDS, Inc (AAA) (institución filantrópica)
7002 Boulevard East
Suite 12N
Guttenberg
New Jersey
Colaboración financiera

Autora de la versión inglesa:
Bertrade B. Mbom
Women's Studies Program
Lehman College, City University of New York
250 Bedford Park Boulevard West
Bronx, NY 10468-1589
Estados Unidos
E-mail: bertrade@alpha.lehman.cuny.edu


R E S U M E N

En 1992, y con el fin de afrontar la pobreza y la escasez de alimentos reinantes en el poblado Bogso, las mujeres se movilizaron, organizándose en el llamado Grupo de Iniciativa Común de las Mujeres Agricultoras de Bogso (GICMAB), bajo la dirección de Ms. Teclaire Ntomp. Con la firme determinación de aumentar al máximo la productividad y la rentabilidad de los cultivos de yuca (el tubérculo más habitual en la zona), las mujeres reunieron sus recursos humanos, naturales y técnicos mediante el tradicional sistema de yum. Este sistema consiste en que varios miembros de la comunidad se organizan según un calendario establecido para cultivar las parcelas particulares de manera colectiva.
El yum establece un comité organizador dirigido por una presidenta. El comité se responsabiliza de la preparación del calendario de trabajo, así como del seguimiento y evaluación de las tareas a realizar a lo largo de todo el año. Los resultados de esta iniciativa de ayuda mutua han superado con mucho las expectativas de la población en lo referente a la economía, la sanidad, la educación y seguridad de la juventud, la seguridad alimentaria, la creación de ingresos y empleo; y, en general, la calidad de vida. En economía, ha aumentado tanto la producción como el excedente agrícola; se han diversificado los cultivos, mediante la creación de grupos dedicados al aceite de palma, maíz y pimienta; y se ha construido una planta de procesamiento de yuca. En cuanto a la sanidad, se han construido pozos y letrinas, un centro de salud y un puesto de farmacia, y se ha costeado la formación de dos miembros del poblado como médicos de atención primaria. La seguridad alimentaria se refleja en la autosuficiencia alimentaria de la población, así como en el sistema de cocina comunitaria y en el comedor escolar. La educación y la seguridad de los jóvenes, se refleja en la construcción de una pequeña biblioteca y la presencia de una maestra que los tutela y supervisa. Los ingresos han aumentado gracias a la venta de yuca y sus derivados, de aceite de palma, de maíz, pimienta y otros cultivos; además de la venta de los libros de recetas y de la aplicación del sistema de microcréditos. Finalmente, se ha creado empleo gracias a las diversas actividades del GICMAB.

El yum ha fortalecido tremendamente la autoestima de las mujeres, ha aumentado su confianza en sí mismas y ha realzado su capacidad de liderazgo y toma de decisiones, a la vez que ha consolidado a la comunidad de Bogso como entidad. El éxito de las mujeres de Bogso tiene sus raíces en la solidaridad endógena reforzada mediante acuerdos de colaboración sostenibles y regulados con entidades que han apreciado la experiencia de estas mujeres y han otorgado tanto a las instituciones indígenas como a sus prácticas y conocimientos tradicionales el valor que se merecen. El GICMAB ha podido hacerse visible y dar a conocer su opinión, la diversificación y ampliación de sus actividades, el aumento de sus ingresos, la difusión que han llevado a cabo de sus conocimientos tradicionales, así como su trabajo en red, gracias a las aportaciones de los socios de la práctica, que han documentado la experiencia y han facilitado su inclusión en programas nacionales e internacionales.
La selección del GICMAB para la EXPO 2000 refleja que este ejemplo de desarrollo local de las mujeres bogso mediante el yum se está convirtiendo en un modelo global. Iniciativas de este tipo, de ayuda mutua dentro de una comunidad contando con el apoyo de socios nacionales e internacionales, son la clave del desarrollo humano sostenible en los inicios del nuevo milenio.




Fechas clave

1992: Fundación del Grupo de Iniciativa Común de Mujeres Agricultoras de Bogso (GICMAB).
1994: GICMAB pone en marcha un comedor escolar.
1996: Se presenta en la Asamblea General de Naciones Unidas la experiencia del GICMAB. Su informe es seleccionado para la EXPO 2000.
1997: Publicación de un libro que recoge 22 recetas con yuca recopiladas por el GICMAB.
1998: El GICMAB hace una donación de libros a los escolares del poblado.



D E S C R I P C I Ó N


Formulación de los objetivos y estrategias
Durante los años 90 y al igual que la mayoría de los poblados africanos, Bogso experimentó una situación pobreza generalizada, que se reflejó en un empeoramiento de las condiciones de vida, con un aumento de las enfermedades, la desnutrición y el analfabetismo, una disminución de la productividad, un elevadísimo nivel de desempleo, una dependencia creciente de las exportaciones de materias primas y de los mercados extranjeros y unas relaciones internacionales extremadamente vulnerables. Para luchar contra la pobreza y las consiguientes hambrunas, las mujeres del poblado decidieron aumentar la producción de yuca y así reducir el hambre y la desnutrición.
En 1992, las mujeres se pusieron en marcha,organizándose en el GICMAB, con Mrs. Teclaire Ntomp a la cabeza. La iniciativa estuvo motivada por una campaña para conseguir la maximización de la productividad y la rentabilidad del cultivo de yuca. Con el fin de garantizar el desarrollo sostenible de su poblado, las mujeres se dispusieron a unificar sus recursos humanos, naturales y técnicos mediante el tradicional sistema de yum.

Proceso
El yum o labranza comunal consiste en la organización de un grupo de miembros de la comunidad en el que las tareas agrícolas se realizan de manera colectiva en las parcelas particulares pertenecientes a los miembros del grupo. Según un calendario acordado, el grupo organiza "días de azada" en los que se ayuda a sembrar, plantar o, en la época de crecimiento, a quitar las malas hierbas de las parcelas particulares o de las tierras de cultivo comunales. Las mujeres de la aldea Bogso han optado por esta forma de solidaridad haciendo turnos en los que se trabaja para miembros del grupo. El yum consiste básicamente en un comité organizador dirigido por una presidenta. Este comité se responsabiliza de la preparación del calendario de trabajo, así como del seguimiento y la evaluación de las tareas a realizar. Estas tareas se llevan a cabo a lo largo de todo el año de acuerdo con el siguiente calendario: en noviembre/diciembre se despejan los terrenos a cultivar; en enero/febrero se limpian las parcelas; en marzo, tras las primeras lluvias empieza la época de siembra: maíz, cacahuetes, pistachos y hortalizas; a finales del mes se siembran los tubérculos: yuca, batatas y ñame; en mayo termina la época de cultivo; en junio/julio se quitan las malas hierbas y se recolectan los cacahuetes, el maíz y el pistacho; en agosto/septiembre/octubre se cosechan los tubérculos, y se elabora y se vende la producción.

La agricultoras se han dividido en ocho subgrupos de seis miembros cada uno. La jornada laboral dura seis horas (de siete de la mañana a tres de la tarde), y cada agricultora se responsabiliza de una superficie que puede comprender entre una y dos hectáreas. En los días laborables (de lunes a sábado), cada una de las mujeres cuenta con una cuadrilla de apoyo de siete miembros, que les ayuda hasta la época de la cosecha. El método de cultivo en esta zona es de agricultura extensiva, con diversos productos en cada parcela, donde a cada uno se le adjudica una superficie determinada del área total. Los primeros resultados de esta iniciativa de ayuda mutua han superado ampliamente las expectativas.

Impacto y sostenibilidad
Más allá de los objetivos iniciales, el sistema de yum ha fortalecido enormemente la autoestima de las mujeres, ha consolidado al grupo y ha diversificado las actividades del mismo, abarcando otros campos: el económico, el socio-cultural, y el educativo; y temas como la seguridad alimentaria, la atención médica primaria y la seguridad de los jóvenes.
A nivel económico, se ha producido un aumento del terreno cultivable y se ha promovido la diversificación de cultivos mediante la introducción de técnicas de comercialización agrícola. A su vez, esto ha hecho aumentar la producción agrícola, concretamente la cosecha de diversas variedades de yuca. Se ha logrado, por tanto, el primer objetivo, que era asegurar la autosuficiencia alimentaria para la subsistencia de la comunidad, y además se ha producido un excedente con el que comerciar. Cabe destacar que, a diferencia de otras poblaciones africanas, Bogso cuenta con la ventaja de disponer de suministro eléctrico y de vías asfaltadas, lo que facilita el transporte de los productos agrícolas hasta los centros urbanos para su comercialización.
El GICMAB funciona como una cooperativa y por tanto tiene asegurado un mercado local, y ha establecido una relación comercial con mayoristas de centros urbanos y de otros poblados vecinos, que acuden en días concretos a proveerse de alimentos. Se ha construido una pequeña planta para la producción industrial de harina de yuca, que se conserva mejor. La experiencia ha generado un efecto expansivo y ya se están formando nuevos grupos de iniciativa comunal (GICs) autónomos y firmemente estructurados. Estos grupos se han centrado en diversos cultivos, por ejemplo:

Esta diversidad de actividades ha incrementado la obtención de ingresos, produciendo un aumento en el consumo de productos agrícolas y facilitando el acceso a otros alimentos como la carne, el pescado y los cereales.
En el aspecto socio-cultural, el yum ha fomentado el espíritu de cooperación, de emulación y de solidaridad. Ha puesto las bases de una nueva era en la vida de las mujeres de Bogso, que han visto todas cómo sus haciendas han aumentado. Incluso las jóvenes recién regresadas de la ciudad se han integrado en el grupo y han recibido sus parcelas. Todas quieren tener parcelas aún mayores y así aumentar su producción y, consecuentemente, sus ingresos. Se ha conseguido un reparto equitativo de ingresos entre las diversas clases sociales: solteras, casadas, divorciadas, jóvenes y mayores.

Cabe señalar que el GICMAB facilita la recolección y la comercialización de las cosechas, pero no gestiona los ingresos obtenidos por las ventas, que son responsabilidad de cada agricultora propietaria. Se ha establecido cuentas de ahorro en la oficina de correos, y se ingresan depósitos regularmente. Esta redistribución de las ganancias ha sido un gran paso en la recuperación del orgullo, la autoestima, la dignidad y la confianza en sí mismas de las mujeres; valores intangibles que les permiten dar sustento a su comunidad y a su propia calidad de vida.

El yum ha ayudado a combatir no sólo la pobreza material, sino algo más importante, la pobreza espiritual que a veces se manifiesta en la incapacidad de integrarse en una sociedad que sufren algunas personas. El trabajo comunal ha reforzado los lazos sociales, y ha logrado que las tareas se realicen con mayor rapidez y que los resultados se vean antes. También se ha conseguido frenar el éxodo rural, y los jóvenes que habían emigrado se han animado a volver al pueblo.

Otra de las prioridades ha sido la educación: para dotar de libre acceso a la información a todos los miembros del poblado, y de acuerdo con la filosofía del yum, el GICMAB ha abierto una biblioteca local a la que puede acudir todo el mundo. Dentro del grupo se ha designado una maestra responsable de tutelar y supervisar a los jóvenes y niños. Esta especial atención a los jóvenes ha supuesto el regreso de algunos que habían dejado la escuela en la ciudad y la han retomado en el poblado.
El yum supone una estupenda oportunidad de socialización y de creación de vínculos entre las mujeres. Más allá de los cultivos colectivos, su espíritu cooperativo ha sido el fundamento de otras funciones sociales, de un variado conjunto de actividades de ayuda mutua, y de un perfeccionamiento de su capacidad organizativa para enfrentarse a temas ajenos a la agricultura. Las mujeres han aprendido a organizarse mejor y a coordinar las variadas actividades que realizan. Gracias a ello, también se ha progresado en el fomento de actividades artísticas y artesanales. Así, las mujeres han empezado a fabricar jabón, pomada y vaselina (a partir de cenizas vegetales, arena pulverizada y escamas de jabón de Marsella), así como una bebida alcohólica de la zona.
Para mejorar los servicios de salud se ha establecido un centro de salud y un puesto de farmacia; se han construido letrinas para un mejor saneamiento; y también se han excavado pozos para la obtención de agua potable. Gracias a los ingresos generados mediante el yum, el grupo ha podido costear la formación de dos de sus miembros como médicos de atención primaria. Para combatir la desnutrición y lograr la seguridad alimentaria, las mujeres han establecido una cocina comunitaria, provista de los productos cultivados por el grupo. Actualmente se sirve una comida completa al día para cada uno de los 167 alumnos de la escuela local. Las mujeres del grupo se turnan para cocinar gratis, siguiendo un calendario fijado por el GICMAB. Los padres de los niños colaboran aportando cereales y fécula, o bien otros suministros, como la leña. Para aligerar la rutina de las cocineras y mantener los hábitos alimenticios de la región, las mujeres de Bogso han recopilado 22 recetas con yuca. Esta recopilación de recetas se escribió en la lengua local y posteriormente se tradujo al inglés y al francés, y se ha vendido en todo Camerún y en el extranjero. Los ingresos así generados han permitido abrir una cuenta de ahorro del grupo, mediante la cual las mujeres pueden obtener créditos a muy bajo interés. Este sistema no sólo ha ayudado a las mujeres del grupo a resolver su economía doméstica, además ha incrementado el capital de la asociación. El GICMAB expresó su necesidad de formación en lo referente al delicado tema de la movilización y gestión de los ahorros de las agriculturas, especialmente en cuanto a la recaudación. Este aprendizaje resultará muy útil en la organización del sistema de microcréditos.

Acuerdos de colaboración, replicabilidad e intercambios
En los contactos situados al inicio de esta práctica se presenta una selección de los socios del grupo de agricultoras de Bogso, entre los que se encuentran organismos internacionales, ONGs, instituciones académicas, además de los representantes de los sectores público (gobierno central) y privado, así como otras redes de mujeres de la zona. Estos acuerdos de colaboración tan diversos (horizontales y verticales) establecidos principalmente por las mujeres de Bogso han propinado un tremendo impulso a las actividades y los resultados del GICMAB. Los distintos socios han aportado apoyo técnico, político, financiero y formativo.

El proyecto ha adquirido relieve gracias a la documentación e información difundida sobre las actividades y los logros del GICMAB, entre las que se cuentan los siguientes documentos y experiencias: el informe sobre ONGs realizado por UN-NADAF y presentado en la asamblea general de Naciones Unidas; el caso de estudio presentado dentro de las Experiencias Nacionales Seleccionadas preparado por la OSCAL (la Oficina del Coordinador Especial para África y los Países Menos Adelantados); la inclusión del GICMAB entre las 2.000 ONGs inscritas en el futuro Directorio de ONGs Africanas realizado por la OSCAL; la presentación de la experiencia por parte de la African Action on AIDS (AAA) al Comité Internacional de Selección para la EXPO 2000 y su selección como uno de los 513 proyectos de todo el mundo que aparecen en el Libro Mundial de la EXPO 2000, y como uno de los 94 proyectos presentes en el Pabellón de la Nutrición en Hannover, donde se degustaron las recetas; la publicación en la primavera de 1996 de una entrevista con la presidenta del GICMAB en la revista de la World Sustainable Agriculture Association (WSAA) (Asociación Mundial de Agricultura Sostenible); y en 1997 de un caso de estudio en el libro "Agricultura sostenible para todas las generaciones".
La voz de las mujeres de Bogso y sus experiencias, puntos de vista, intuiciones, intereses e inquietudes se han podido escuchar gracias a su participación como ONG en diversos foros regionales, nacionales e internacionales, por ejemplo: en el Comité nombrado por UN-GA para el Avance de Revisión del Cumplimiento de los Nuevos Objetivos de Naciones Unidas para el desarrollo de África; en la presentación de un informe sobre ONGs titulado "El creciente papel de las ONGs en el desarrollo de África" en 1996; la comparecencia de la presidenta del GICMAB como representante por la Defensa de la Seguridad Alimentaria en África en la Asamblea Mundial de Seguridad Alimentaria celebrada en Ottawa (Canadá) en 1995; o su participación patrocinada en el simposio "Femmes, Developpement et Politique Publique" ("Mujeres, desarrollo y política) que tuvo lugar en el Centro Internacional de Formación Golda Meir, en Monte Carmelo, Haifa (Israel), en 1995.
La diversificación y ampliación de las actividades ha sido posible gracias a la adquisición de material educativo, sanitario y agrícola, con el que se ha podido abrir una biblioteca (con donaciones de material de la AAA, además de dos computadoras y una impresora instaladas en 1999 por un técnico que además organizó un taller para iniciar a los niños del poblado en el uso de las computadoras), e imprimir el libro de recetas con yuca (que ha sido financiado por la Virginia Gildersleeve International Fund for University Women (la Fundación Virginia Gildersleeve de Universitarias). Gracias a un productivo acuerdo de colaboración entre una institución académica y la organización de base, una persona miembro de la AAA de la Universidad de Nueva York ha traducido el recetario de la lengua indígena al inglés y al francés. Superar la barrera lingüística ha permitido una mayor difusión del conocimiento más allá de los límites locales, alcanzando un nivel global. Gracias a ello las ventas del libro han crecido muchísimo, aumentando las capacidad de generar ingresos. La traducción también ha supuesto la consolidación de una manera de producir conocimiento, a cuya construcción han contribuido las mujeres de Bogso compartiendo su saber. Este saber indígena puede constituir la base de una forma global de aprendizaje a través del intercambio y la puesta en común de experiencias. Esperamos que, mediante un trabajo en red continuado y con las aportaciones de expertas indígenas de Suramérica, América Central, Asia, África y Oceanía (donde la yuca o mandioca es un producto habitual), se pueda continuar la labor de la fundación de las mujeres de Bogso, y publicar un recetario mundial de platos con yuca. La reciente formación de la Grassroots Women's International Academy (Academia Internacional de Mujeres de Base) durante la EXPO 2000 puede ser un punto de partida para poner en marcha este proyecto global.
El acertado método del GICMAB consiste en trabajar de abajo a arriba, y está basado en procedimientos, habilidades, recursos y conocimientos de las mujeres indígenas, con el apoyo de muy diversos socios. También ha contribuido a su mantenimiento la interacción de aspectos interregionales y multisectoriales que han reforzado la colaboración entre las organizaciones de mujeres y sus redes subsidiarias de ámbito regional y global. Las mujeres de Bogso han sentado las bases para sustentar a sus familias y consolidar su comunidad. Han contribuido a la creación, difusión y evaluación de métodos de observación equiparables para ofrecer asistencia técnica a nivel de base, y para difundir conocimientos e información.

El hecho de mostrar la innovadora experiencia de las mujeres del poblado de Bogso, y su aparición en foros globales anuncia una nueva era de mayor participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones que afectan a sus vidas. Es fundamental difundir las herramientas y organizar los métodos que permitan a las mujeres asumir una mayor variedad de puestos de liderazgo, tanto a escala local y nacional, como internacional. También hay que mejorar la capacidad regional de formar a las mujeres para que sepan sacar partido a herramientas como las Plataformas de Acción, las Agendas 21 y las Agendas Hábitat, y se puedan defender en los campos de la erradicación de la pobreza, la democracia participativa y el desarrollo sostenible atento a las personas.
Esta iniciativa, basada en la solidaridad y sostenida por un valioso patrimonio socio-cultural y por el apoyo internacional, es un buen ejemplo para ser repetido en otros lugares, y/o para aplicarlo a mayor escala. El haber sido seleccionado para la EXPO 2000 es síntoma de que el esfuerzo de las mujeres Bogso por un mejor desarrollo de su poblado mediante el yum puede convertirse en un modelo global.

Lecciones aprendidas
La buena práctica del GICMAB destaca los beneficios de plantear el desarrollo de abajo a arriba, contando con los recursos naturales y humanos de la zona como fuerza conductora. El respeto a la experiencia y a las habilidades indígenas, y la correcta valoración de las prácticas tradicionales, las instituciones locales, las fuerzas endógenas y la sabiduría local, han sido factores fundamentales de su éxito. El punto de vista, las opiniones y las aportaciones de las personas normales, especialmente de las mujeres, son muy importantes en lo que respecta al desarrollo de políticas y programas, así como cierto tipo de conocimiento, fundamentales para la sociedad.

Nuestros esfuerzos intersectoriales no pueden mantenerse por sí mismos, sino que deben tener como base las vidas de aquellos cuya causa defendemos, de aquí la necesidad prioritaria de un discurso más amplio, que incluya a las mujeres como participantes plenas y con voz propia donde puedan tomar parte de la aventura de la vida por derecho propio. El sistema tradicional de labranza de las mujeres de Bogso, el yum, debe ser reconocido, como también debe darse el valor que merece la elección de la yuca como un producto importante. Cabe destacar que la elección de la yuca entre otras especies lleva implícito un potente mensaje feminista, como ha subrayado la escritora nigeriana Flora Nwapa en su "canción de la yuca" (ver el archivo adjunto). La perenne yuca, accesible tanto para los ricos como para los pobres, plantada en cualquier clase de terreno por cualquiera, incluso por mujeres y niños, versátil y utilizada en África y en otras muchas partes del mundo, merece ser homenajeada tanto como el ñame. En este poema burlesco, Nwapa ensalza a la infravalorada yuca como icono de la femineidad, y reclama para ella la complementariedad y paridad que merece según la cosmología africana.
Mediante el sistema de yum, basado en los valores cardinales de la solidaridad, la cooperación, la participación, la inclusión, la ayuda mutua, el cuidado, el compartir, el trabajo en red y la colaboración, las mujeres de Bogso han ganado poder y capacidad de liderazgo, y sus familias y comunidad han salido reforzadas. La innovadora experiencia del cultivo y la transformación de la yuca mediante el yum supone un loable ejemplo de lucha contra el hambre y la pobreza, que puede adaptarse, extenderse, copiarse y/o transferirse a otras comunidades de la región, del país y del planeta. La afortunada historia de las mujeres de Bogso es un claro indicador de hasta qué punto este tipo de iniciativas de ayuda mutua local apoyada por instituciones nacionales e internacionales son la base del desarrollo humano sostenible del nuevo milenio.

Perfil financiero
Presupuesto total = 6.000 dólares EEUU

Referencias

Pauline Biyong & Teclaire Ntomp (1995) "Considerations de genre et apport des associations des femmes" (Symposium, Mont Carmel-Centre International de Formation "Golda Meir", Haifa, Israel. 2-8 avril)

Teclaire Ntomp (1995) "Production alimentaire, l'apres recolte dans les villages, procedes et difficultes pour l'ecoulement des produits des centres ruraux vers les marches urbains" (World Assembly on Food Security. Quebec City, Canada. 8-9 October)

Rose Don Zoa (1996) "La lutte pour le developpement: la lecon de Bogso" (in Le Mouvement Paysan en Marche. Fevrier 1996, p. 19.)

"Toward Sustainable Food Security: Focus on Farmers", in World Sustainable Agriculture Association Newsletter. Spring, 1996, Vol. 5, No. 2, pp. 4-5 & 10.

Veronica Shofftall (1996) "Grow Food Locally, Support Women Farmers, Says NGO Coalition" (One Country Newsletter of the Baha'i International Community. July-September 1996, Vol.8, Issue 2.)

Scott Chaplowe & J. Patrick Madden (1996) "The Group of Common Initiative of the Women Farmers of Bogso (GICPAB)" (in The Emerging Role of NGOs in African Sustainable Development. UN-NADAF. WSAA. 1996, pp. 61-62. Also in For All Generations: Making World Agriculture More Sustainable, 1997)

Teclaire Ntomp "The Group of Common Initiative of the Women Farmers of Bogso (GICPAB): The Fight Against Poverty in Cameroon Through Community Work: The Yum"

Poverty Eradication in Africa: Selected Country Experiences. UN-OSCAL, 1997, pp. 68-72.

Bertrade B. Mbom(ed.) (1998) "Fighting Hunger With Cassava: A Gift of 22 Recipes from the Rural Women of Bogso" (Introduced, edited & translated by Bertrade B. Mbom. African Action on AIDS (AAA))

"Activites du GICPAB de Bogso: Activites champetres et transformation du manioc, soins de sante et securite alimentaire, activites artisanale, environnementale, culturelle et economique. A Photographic Essay". 1999.


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por María Cifuentes.

Revisado por Carlos Verdaguer.

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