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Fecha de referencia: 05-07-2000
Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como GOOD.
(
Best Practices Database.)
País/Country: Perú
Región según Naciones Unidas: América Latina
Región ecológica: árida y semiárida
Ámbito de la actuación: barrio
Instituciones: Asociación de profesionales, gobierno local, organización
de base comunitaria (OBC), organización no gubernamental (ONG)
Categorías = Procesos de planificación urbana y regional: aplicación
local de la Agenda 21. Gestión ambiental: creación de zonas
verdes en la ciudad. Participación ciudadana y riqueza cultural:
participación comunitaria.
Contacto principal:
Verónica Rondon Rodríguez y Michaela Hordijk
Pasaje Solari 121-dto 205, Barranco, Lima, Perú
Teléfono: 00-51-1-4671474
e-mail:ecociudad@computextos.com.pe
Socio:
Municipio de San Juan de Miraflores
Adolfo Ocampo Vargas (alcalde)
Av. De los Héroes, 655
San Juan de Miraflores
Lima, Perú
Teléfono: 00-51-1-2763744
Fax: 00-51-1-2763744
Colaboración política, convenio, materiales, maquinaria, mano de
obra cualificada.
Socio:
Asociación juvenil "Nueva Generación"
Karin Anchelia Jesusi
E-mail:karin_ruth@mixmail.com
Colaboración en el diseño y realización del proyecto
Socio:
Ecociudad
Martha Barreto
Vargas Machuca 408
San Antonio, Miraflores
Lima, Perú
Tel./ fax: 00-51-1-2411488
E-mail:mbarreto@ciudad.org.pe
Colaboración administrativa y técnica
Situación de partida
Pampas de San Juan es una de las numerosas áreas de rentas bajas
del sur de Lima, la capital de Perú. Antes de que el proyecto se
pusiera en marcha (1996), 15 de los 44 barrios que conforman
Pampas de San Juan no contaban todavía con los títulos de
propiedad del suelo individuales, necesarios para solicitar
créditos con los que, a su vez, construir una casa con materiales
duraderos. Los asentamientos situados en colinas muy inclinadas
eran prácticamente inaccesibles, y 8 asentamientos (450 familias)
no contaban aún con abastecimiento doméstico de agua y
electricidad, ni alcantarillado ni recogida de basuras.
Prioridades
Las prioridades se organizaron en una serie de primeros talleres
de diagnóstico con los habitantes de Pampas de San Juan. Los
habitantes expresaron una evidente necesidad de asistencia
técnica, tanto en los procesos de autoconstrucción como en las
tareas de mejora del barrio. La primera prioridad fue resolver
los temas de propiedad del suelo y conflictos de linderos. La
segunda, fortalecer las organizaciones vecinales y mejorar la
coordinación entre ellas. El tercer tema fue facilitar la
cooordinación con los actores externos, presentando una propuesta
de desarrollo del ambiente urbano para 8 de los asentamientos
participantes. En cuanto a prioridades de mejoras físicas,
señalaron el abastecimiento de agua potable, la creación de
parques, pasillos ecológicos y viveros para árboles.
Objetivos del proyecto
El proyecto fue concebido como un esfuerzo por combinar cuatro
tipos de actividades, que deberían estar estrechamente ligadas
y apoyarse mutuamente:
Proceso
El proyecto se puso en marcha (1996) mediante una serie de
talleres participativos sobre las condiciones ambientales de
Pampas de San Juan. Se pidió a los habitantes que dibujaran el
entorno donde habían crecido, sus actuales condiciones de vida
y su sueño para el futuro de su asentamiento. En estos talleres
los habitantes descubrieron que compartían un sueño, y que
juntando sus esfuerzos para realizar esa visión de futuro
compartida podrían superar sus conflictos internos. Los
profesionales que organizaron los talleres también se
sorprendieron al descubrir que una de las principales
prioridades de los habitantes era convertir en zona verde el área
desierta. Incluso en los asentamientos que no contaban aún con
agua potable o electricidad, los habitantes pusieron mucho
énfasis en la importancia de plantar árboles.
Los habitantes pidieron a los profesionales que trabajaran con
ellos. Los métodos aplicados en los talleres participativos les
permitieron crear las organizaciones sociales necesarias para
hacer frente a sus condiciones, y concentrarse de nuevo en
objetivos a medio plazo en lugar de en la superviviencia
cotidiana. Por otra parte, esta metodología aseguraba que fueran
escuchadas las voces de las mujeres y de las generaciones más
jóvenes.
Junto con los líderes vecinales se formuló un proyecto de
propuesta que consiguió apoyo económico de la embajada holandesa.
Esto permitió a los profesionales abrir una pequeña oficina en
la zona, donde poder ser fácilmente localizables por los líderes
vecinales y los habitantes. Así, en 1998, nació los Doctores de
Barrio, un grupo de profesionales integrado por jóvenes peruanos
y holandeses más experimentados (arquitectos, geógrafos urbanos,
urbanistas, topógrafos e ingenieros). Entonces comenzó, en 8
asentamientos donde las familias vivían en la extrema pobreza y
no contaban todavía con un título de propiedad individual, un
proceso de diseño participativo para un plan de desarrollo
ambiental. Primero se organizó una serie de 2 ó 3 talleres por
asentamiento, en los que los habitantes diseñaron un plan para
su barrio, indicando sus principales prioridades. Después se
llevaron a cabo series de talleres con 2 ó 3 asentamientos en una
misma sesión, ya que había muchas reclamaciones sobre la
propiedad del suelo que se solapaban y que había que resolver.
El proceso culminó con la discusión de un plan integrado para los
ocho asentamientos. Estos acordaron levantar las barreras
internas en favor de un espacio más comunal y de instalaciones
compartidas, lo cual es bastante inusual en Lima, donde cada
asentamiento "lucha por sí mismo".
En esta serie de talleres también quedó claro que los habitantes
tenían un sueño mucho más ambicioso a largo plazo. No sólo
querían un entorno inmediato más limpio y sano alrededor de sus
casas, sino también mejorar la situación de la zona en su
conjunto. Aspiraban a desarrollar una infraestructura ecológica
gestionada por la comunidad, donde los pasillos verdes se
combinaran con pequeños jardines y huertos privados. Dada la
escasez de agua en la desértica ciudad de Lima, estos pasillos
verdes y jardines deberían ser regados con agua reciclada. Al
llegar a este estado, los Doctores de Barrio se dieron cuenta de
que el proyecto estaba yendo más allá de la mejora directa del
asentamiento y estaba alcanzando el estaido de formulación
comunitaria de una Agenda 21 Local.
Al mismo tiempo los Doctores de Barrio acompañaron a los líderes
vecinales a muchas reuniones con instituciones gubernamentales
tanto locales como nacionales. Se firmó un convenio con el
gobierno local en el que se acordaba que el municipio aportaría
maquinaria y mano de obra cualificada para la realización de
algunos proyectos piloto del plan de desarrollo urbano. Los
Doctores de Barrio se comprometieron a proporcionar asistencia
técnica y apoyo financiero (del Fondo de Desarrollo Comunitario)
y a contribuir a la capacitación de los líderes de barrio y los
funcionarios municipales. Los asentamientos se comprometieron a
organizar todas las reuniones que fueran necesarias y a
proporcionar el espacio para el desarrollo del proyecto y mano
de obra no cualificada, así como a recaudar fondos por su cuenta.
La agencia de pública del suelo COFOPRI prometió a los líderes
vecinales que su plan de desarrollo del ambiente urbano sería
tomado como base en el proceso de obtención de títulos de
propiedad. En el verano de 1999 se concedieron los títulos de
tierra individuales, de acuerdo con el plan que los habitantes
habían diseñado.
Al mismo tiempo, los Doctores de Barrio trabajaron en un
asentamiento cercano, el "20 de Mayo"(120 familias). Allí una
asociación juvenil perfectamente organizada, llamada "Nueva
Generación", pidió apoyo a los Doctores para desarrollar un
parque en su barrio. Los jóvenes hicieron la mayor parte del
trabajo: realizaron el diseño, lo presentaron a los líderes
vecinales y a la asamblea general y organizaron contactos con
ONGs y afiliados políticos para recaudar fondos. Se formó un
comité del parque en el que la asociación juvenil estaba también
representada. Con la ayuda de un programa gubernamental de
"comida por trabajo", 40 mujeres comenzaron los trabajos de
construcción en octubre de 1999, terminándose la primera fase en
enero de 2000. Un proceso similar fue acometido en el
asentamiento Los Pinos (170 familias). Aquí, el diseño
comunitario incluye un parque, una capilla y centros de día, así
como una cocina, una panadería y un sala comunitarias. Además,
las actividades que tendrán lugar en este centro comunitario
generarán algunos puestos de trabajo. Este proyecto se encuentra
actualmente en fase de recaudación de fondos, mediante
actividades que están siendo emprendidas con éxito por el comité
designado por el barrio, estando previsto que la construcción de
la primera fase comience en unos meses.
Una tercera iniciativa, también un parque, emprendida en el
asentamiento "Trébol Azul" (750 familias), fracasó. Se hicieron
los diseños, pero el proceso de inicio de la construcción se
bloqueó debido a conflictos internos en el barrio. Los Doctores
de Barrio no siempre tienen éxito en su labor como mediadores,
y el hecho de dejar todo el poder de decisión en manos de los
habitantes significa que también deben aceptar el fracaso.
Varios organismos gubernamentales nacionales, entre los que se
incluyen el Departamento de Transporte del Ministerio de
Comunicación, Transporte, y Vivienda y Construcción, la agencia
pública del suelo COFOPRI, la Compañía del Agua y el Ministerio
de la Presidencia, han prestado su apoyo a los primeros esbozos
de la Agenda 21 Local diseñada por los habitantes. Así mismo, han
prestado asistencia específica el ayuntamiento (maquinaria,
materiales de construcción y mano de obra cualificada, tal y como
se había acordado en el convenio), la Compañía Eléctrica, el
programa "comida por trabajo" PRONAA, algunas ONGs peruanas y una
empresa privada.
Resultados obtenidos
Podemos distinguir entre resultados materiales e inmateriales.
Como resultados materiales destacan:
1. Un plan integrado de gestión del ambiente urbano para 8
asentamientos (450 familias), plan que irá mejorándose según se
vaya avanzando.
2. Concesión de títulos de propiedad del suelo individuales en
todos los asentamientos participantes.
3. Un mapa topográfico de la zona, que sirve a los asentamientos
para conectarse a las redes de agua y alcantarillado.
4. Realización de un proyecto piloto de parque.
5. El diseño de un segundo proyecto piloto (centros de día,
cocina, panadería y sala comunitarias), cuya construcción será
comenzada muy pronto.
6. Primer boceto de la formulación de base comunitaria para una
Agenda 21 Local para Pampas de San Juan, que ha recibido el apoyo
de varios actores externos.
Como resultados imnateriales podemos señalar:
1. Mejora de la coordinación entre los líderes vecinales y los
habitantes en 8 asentamientos.
2.Aumento de la participación de los habitantes, que han
comenzado a limpiar su entorno (mediante campañas de limpieza
colectiva) y a plantar árboles.
3. Mejora de la coordinación entre los líderes vecinales de 8
asentamientos que ahora actúan conjuntamente y se consideran
responsables de la realización del plan de desarrollo del
ambiente urbano, considerado como un proceso que va mejorándose
según se va realizando.
4. Fortalecimiento de varias organizaciones de base comunitaria,
incluyendo una asociación juvenil, varios grupos de mujeres y
comités de parque.
5. Aumento de la atención sobre el área de varios agentes
externos.
6. En la Universidad Nacional San Agustín de Arequipa se han
impartido siete cursos sobre "Arquitectura Ecológica" y
"Planeamiento Ecológico en zonas de rentas bajas", uno de los
cuales ha sido impartido en el campo; once alumnos ya se han
graduado en Diseño Ecológico (mayo 1999), y dos han sido
preparados para el trabajo en la oficina de lo Doctores de
Barrio.
Movilización de recursos
Parte de los recursos fueron movilizados de forma tradicional
desde la Embajada Holandesa en Perú -que aportó 15000 U$ entre
1997 y 1998-, y NOVIB (Holanda) -que aportó 5000 U$ entre 1999
y 2000-.
Varias fundaciones privadas europeas costearon los gastos de
viaje de los dos profesionales holandeses y concedieron becas
para que estudiantes peruanos siguieran varios cursos y se
graduaran en Arquitectura Ecológica, aportando 25000 U$ entre
1996 y 2000.
Sin embargo los Doctores de Barrio sólo trabajan en asentamientos
que recaudan su propio dinero. Los asentamientos organizan
numerosas actividades para financiar la realización de sus
proyectos, habiendo recaudado hasta el momento unos 1000 U$ y
grandes donaciones materiales. El municipio les proporciona
maquinaria, mano de obra cualificada y material adecuado,
mientras que la población aporta mano de obra no cualificada.
Gracias a esta metodología se construyó un parque que estaba
presupuestado en 10000 U$ con tan sólo 4000 U$ (gastados
básicamente en materiales): la aportación de maquinaria por parte
del municipio ahorró 3000, U$ mientras que el trabajo de la
población y las donaciones ahorraron el resto.
Los recursos humanos se movilizaron a través de la formación,
(principalmente formación laboral y los cursos impartidos en la
Universidad San Agustín de Arequipa) y trabajando con la
población, la cual recupera la confianza en su propia fuerza y
su capacidad para mejorar la situación existente, así como en la
fuerza de la acción colectiva.
Otros muchos recursos -morales, financieros, políticos y de apoyo
material- se consiguieron consultando a muchos agentes peruanos,
como el municipio (que aportó maquinaria, materiales y mano de
obra cualificada), la población (mano de obra no cualificada),
el programa "Comida por trabajo", empresas privadas (donaciones),
etc.
Lecciones aprendidas
1. La lección aprendida más importante es que el resultado de un
proceso participativo es impredecible. Los Doctores de Barrio no
planeaban empezar un proceso para una Agenda 21 Local, sino que
fue resultado del trabajo. Dentro de los esquemas normales de
financiación de proyectos no hay lugar para la participación
real, que permita al proyecto modificarse durante su realización.
Un proceso participativo requiere mucho más tiempo que la simple
realización del proyecto, pero asegura que éste tenga
"propietarios"; al mismo tiempo, una Agenda 21 Local puede ser
utilizada para dar coherencia y legitimizar las iniciativas
existentes.
2. La segunda lección importante fue el descubrimiento de que
incluso el espacio público necesita tener un "propietario". Son
precisamente las "tierras de nadie" (parcelas vacías, franjas
entre asentamientos) las que se acaban convirtiendo en basureros,
mientras que los espacios que tienen un propietario y un objetivo
se cuidan mucho más.
3. La tercera lección es que los profesionales que se ponen al
servicio de las comunidades de rentas bajas pueden contribuir
considerablemente al proceso de mejora ambiental, ya que motivan
a los habitantes a responsabilizarse de su entorno ambiental más
inmediato, y a asumir más responsabilidades al saberse apoyados.
El Fondo para el Desarrollo Comunitario juega un importante papel
en este proceso, y los Doctores de Barrio actúan como embajadores
y catalizadores de los contactos con los actores externos.
4. Sin embargo, para hacer todo eso, necesitan adaptarse al ritmo
social del asentamiento y al ritmo político de las autoridades
locales, no pudiendo trabajar según ciclos fijos de proyecto. Los
Doctores de Barrio sólo han podido funcionar gracias a donaciones
privadas basadas en la confianza, que cubrieron sus gastos sin
pedir garantías previas, ya que para los donantes europeos sólo
son responsbles una vez que se ha terminado el trabajo. Los
esquemas tradicionales de financiación no sirven como verdadero
apoyo a los procesos paricipativos, por lo que conseguir apoyo
técnico de alta calidad dependerá de los "fondos solidarios".
Parte del dinero se puede recaudar a partir del propio trabajo,
pero la oficina de los Doctores de Barrio será siempre una
empresa social.
Sostenibilidad
Es aún pronto para decir si los cambios sociales (mejora de la
coordinación y una actitud más responsable por parte de los
habitantes) perdurarán. Los Doctores de Barrio llevan dos años
trabajando en la zona y aún tendrán que trabajar durante al menos
cinco años más para asegurar un efecto duradero en las mejoras
sociales y ambientales. Dos años es sólo el tiempo justo para
ganarse la confianza real de los habitantes. Además, el posterior
desarrollo y la realización de la Agenda 21 Local llevará varios
años más. Una vez que esta Agenda sea llevada a cabo, contribuirá
a la sostenibilidad ecológica de la zona, no sólo mejorando el
microclima, sino también contribuyendo a rellenar el acuífero
(mediante el uso de agua reciclada para riego), una importante
prioridad en Lima.
La mayor inversión en la sostenibilidad de la zona ha sido la
formación de jóvenes profesionales peruanos en actitudes de
trabajo diferentes, experiencia que, incluso si se marchan a
trabajar a otras zonas, llevarán consigo.
En términos financieros, debemos saber que los Doctores de Barrio
todavía dependerán de las donaciones europeas durante varios
años. A largo plazo se espera que puedan autofinanciarse
prestando asistencia técnica en algunos proyectos de
autoconstrucción. A este respecto las negociaciones son bastante
prometedoras; pero para tener a arquitectos e ingenieros ayudando
a los habitantes de estas zonas de extrema pobreza a mejorar sus
viviendas y su entorno, se necesita más dinero. Para ello se ha
formado en Europa un grupo que se encarga de la recaudación de
fondos.
Transferibilidad
El concepto de los Doctores de Barrio -una oficina de fácil
acceso en una zona de rentas bajas, donde varios profesionales
ofrecen asistencia técnica para la mejora de las viviendas y el
barrio, y apoyan un proceso de formulación de una Agenda 21 Local
desde su base- es fácilmente transferible a muchas otras ciudades
peruanas y latinoamericanas. Esta idea también puede funcionar
en otras áreas donde existan organizaciones comunitarias activas.
Pero los más importante es que los Doctores de Barrio consideren
sus clientes a los habitantes, no a los donantes.
Los Doctores de Barrio han recibido la oferta de expander su
actividad a otras cinco ciudades más; un municipio incluso se
ofreció a financiar a los Doctores si establecían una oficina en
su ciudad. La verdadera dificultad se encuentra en la formación
de jóvenes profesionales, que requieren una actitud ante el
trabajo muy distinta a la habitual, pues deben trabajar al mismo
nivel que los habitantes sin renunciar a sus capacidades
profesionales.
Los Doctores de Barrio necesitarán algunos años más de
experiencia para ratificar sus métodos. Mientras, esta
experiencia está siendo presentada en diferente foros (incluyendo
el Foro Peruano de Ciudades para la vida, un foro de municipios,
ONGs y universidades que quieren mejorar las condiciones
ambientales urbanas en Perú), lo que asegura que las lecciones
aprendidas sean difundidas.
Perfil financiero
1996 | 2.500 U$ | Preparación de la primera serie de talleres. (Fundaciones europeas y donaciones privadas) |
1997 | 3.500 U$ | Segunda serie de talleres y primeros cursos en la Universidad de Arequipa. (Fundaciones europeas y donaciones privadas) |
1998 | 10.000 U$ | Los Doctores de Barrio, desarrollo del Plan de desarrollo del ambiente urbano. (Embajada holandesa) |
6.000 U$ | Asistencia de un arquitecto holandés, incluyendo 4 cursos, uno de ellos en Pampas de San Juan | |
6.100 U$ | Becas para estudiantes peruanos, 2 para formación laboral, 11 alumnos graduados en Arquitectura Ecológica. (Fundaciones europeas y donaciones privadas) | |
1999 | 10.000 U$ | Doctores de Barrio: realización de proyectos piloto, asistencia técnica en proyectos de agua. (Embajada holandesa y Novib) |
3.000 U$ | Municipio, aportación de maquinaria, mano de obra cualificada y materiales | |
1.000 U$ | Actividades de recaudación de fondos llevadas a cabo por los habitantes | |
5.000 U$ | Asistencia de un arquitecto holandés, incluyendo 2 cursos. (Fundaciones europeas y donaciones privadas) | |
2000 | 12.000 U$ | Doctores de Barrio. (Donaciones privadas) |
Referencias
Buenas Prácticas > América Latina y el Caribe > Concurso Internacional 2000 > http://habitat.aq.upm.es/bpal/onu00/bp144.html |