Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda | Buenas Prácticas | Documentos | Boletín CF+S | Novedades | Convocatorias | Sobre la Biblioteca | Buzón/Mailbox
 
Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2000 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/00/bp112.html

Programa de Gestión Ambiental y Defensa de los Recursos Naturales en Puerto Bantay - Puerto Princesa (Filipinas)


Fecha de referencia: 5-07-2000

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como BEST. ( Best Practices Database.)
País/Country: Filipinas
Región según Naciones Unidas: Asia
Región ecológica: isleña
Ámbito de la actuación: ciudad
Instituciones: gobierno local, organización no gubernamental (ONG), medios de comunicación.

Categorías = situaciones de emergencia y desastres naturales: concienciación y preparación cívica; planificación para casos de emergencia; sistemas de prevención; reducción de riegos; sistemas de supervivencia; reducción de la vulnerabilidad; rehabilitación y reconstrucción; capacidad de reacción. Gestión ambiental: sostenibilidad ecológica; higiene ambiental; restauración ambiental; tecnología ambientalmente responsable; seguimiento y control; reducción de la contaminación; gestión de recursos; creación de zonas verdes en la ciudad. Ordenación territorial: incentivos al desarrollo; sistemas de información geográfica (SIG); planeamiento y calificación del suelo; conservación de espacios libres.

Contacto principal:
Sr. Manuel Romasanta III, coordinador del programa.
Oficina de la Alcaldía Municipal (City Mayor´s Office).
Edificio: New City Hall Building
St. Monica Heights
PO Box 89
5300 Ciudad de Puerto Princesa
Palawan, Filipinas
tel. 063 48 434-2695 / 433-3249
fax. 063 48 433-2028 / 433-2179
e-mail: hagedorn@mozcom.com / colorado@mozcom.com
tipo de organización: gobierno local

Socio:
Environmental Legal Assistance Center (ELAC). (Centro de Asistencia Legal Ambiental).
Gerthie M. Anda, director ejecutivo.
Mendoza Road, Ciudad de Puerto Princesa
Filipinas
tel. 63 48 433 4076
fax 63 48 433 5183
e-mail: elac@pal-onl.com
Colaboración legal.

Socio:
Palawan NGO Network Inc. (PNN). (Red de ONGs de Palawan).
Srta. Cleofe Bernardino, directora ejecutiva
Unidad 3, edificio Zanzibar
Avenida Rizal, ciudad de Puerto Princesa
Filipinas
telefax 63 48 433 5525
e-mail: pnn@pal-onl.com
tipo de organización: organización no gubernamental (ONG)
Colaboración técnica.

Socio:
Department of Environment and Natural Resources (DENR). (Departamento de Recursos Naturales y Ambientales).
Sr. Dennis Navarro, CENRO
calle: Fernández Street, ciudad de Puerto Princesa
tel. 63 48 433 5639
fax 63 48 433 5638
tipo de organización: gobierno central
Colaboración técnica.


R E S U M E N

Protección, rehabilitación y planificación son los puntos clave del Programa. Proteger lo existente, rehabilitar lo que se ha destruido y planificar un uso inteligente de los recursos terrestres y marítimos presentes en la ciudad. Este es el ciclo vital que propone el Programa para alcanzar el desarrollo sostenible de la comunidad.

El Programa de Puerto Bantay ha resultado ser un verdadero éxito, hasta el punto de que todos los métodos de recolección y producción, como la tala de árboles, los cultivos mediante corte y quema y la pesca al arrastre o con dinamita o con cianuro, prácticamente han pasado a la historia. Protección, rehabilitación y un uso inteligente de los recursos han pasado a ser palabras habituales en boca de los puertoprincesanos.

Entre los galardones mas importantes recibidos por la ciudad debido al éxito del programa están: el Earth Day Award (Premio Día del Planeta Tierra), el Macli-ing Dulag Environmental Achievement Award (Premio al Logro Ambiental Macli-ing Dulag), Premio a la Gestión de Desarrollo, Premio al Patrimonio y Premio de la Lista de Honor de la Unep Global 500.

Como consecuencia de los numerosos reconocimientos, la imagen pasada de Puerto Princesa, como morada de prisioneros y de los mosquitos causantes de la malaria, ha cambiado radicalmente, para convertirse en una ciudad modelo en desarrollo sostenible para todo el país. Este cambio de imagen ha conllevado una transformación del tipo de gente que visita y hace de Puerto Princesa su hogar permanente. Lo que antaño era una ciudad a la que acudían desahuciados e inadaptados de otras ciudades y provincias, que únicamente devastaban su frágil ecosistema, es ahora uno de los destinos preferidos por un gran número de turistas de todo el mundo. De hecho, rápidamente se está convirtiendo en la capital del eco-turismo en esta parte del globo.




Fechas clave

Agosto, 1992: se organiza el Programa de Puerto Bantay
Febrero, 1993: se aprueba la ordenanza urbana no. 110-93 "Regulación del transporte de pescado vivo y bogavantes fuera de la ciudad de Puerto Princesa"
Junio, 1993: dirección de la primera pista Y Ang Kagueban (logro del bosque)
Agosto, 1993: se aprueba la ordenanza del cianuro, no. 110-94, también conocida como la "ordenanza del control de incendios



D E S C R I P C I Ó N

Situación previa a la iniciativa.

Puerto Princesa constituía una muestra en miniatura del proceso de degradación ambiental sufrido por Filipinas. Sus bosques y sus mares eran la forma más fácil de hacer dinero rápido para los necesitados y los especuladores, sin consideración con el futuro. Por ello proliferó el descontrol en la tala de árboles, los cultivos por corte y quema y la pesca por voladura, por cianuro o por arrastre.

Establecimiento de prioridades.


Formulación de objetivos y estrategias.

Proteger lo existente, rehabilitar lo que ha sido destruido y planificar un uso inteligente de los recursos terrestres y marítimos presentes en la ciudad, son los objetivos y estrategias claramente definidos en el Programa, resultado de las consultas del alcalde Edward Hagedorn a varios órganos involucrados, ONGs y otros agentes implicados.

Habiendo establecido las metas, y tras elaborar la lista de competencias de los agentes implicados, entre los que se encuentran oficiales municipales y residentes, el ayuntamiento procedió a suministrar la mano de obra, el equipamiento, una red de comunicación por radio y otros elementos de apoyo logístico para asegurar la realización satisfactoria del programa.

Movilización de recursos.

Cuando Hagedorn asumió la alcaldía, en julio de 1992, las arcas municipales estaban prácticamente vacías, con tan sólo unos 1000 dólares EEUU disponibles para proyectos especiales. Pero esto no consiguió disuadir al alcalde de comenzar la realización del Programa un mes después, en agosto. Aunque para ello tuviera que gastar dinero de su propio bolsillo. Así se procuraron radiotransmisores, motocicletas y lanchas motoras a los equipos de guardia forestal y marítima, la mayoría formados por voluntarios, pero debidamente autorizados para la tarea. Las ONGs aportan asistencia técnica y legal, y los funcionarios municipales, incluidos los indígenas, mantienen los ojos y los oídos atentos a sugerencias y peticiones. Los helicópteros fueron proporcionados por el Comando Occidental de las Fuerzas Armadas de Filipinas. Sólo recientemente, el ayuntamiento se hizo con un helicóptero propio con el fin de mejorar su capacidad de supervisión y control. El Departamento de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Policía Marítima han proporcionado su respaldo legal y de vigilancia, además de los juicios emprendidos contra todos aquellos que han sido sorprendidos violando las leyes y las ordenanzas ambientales.

Cada detención se retransmitía asiduamente en los medios de comunicación. Multitud de informes, casi a diario, de arrestos, incautaciones y encarcelamientos, en especial durante la fase inicial, han convencido a los posibles infractores de la importancia de proteger el entorno, hasta el punto de que en 1993, la bahía de Puerto Princesa, la mayor y la más importante de entre las cuatro bahías principales, ha quedado libre de cualquier tipo de delito relacionado con lo marítimo.

Proceso.

Desde tiempos inmemoriales, los agricultores de la ciudad de Puerto Princesa solían desempeñar otros trabajos alternativos o alguna actividad generadora de ingresos extra, mientras esperaban a la recolección de sus cosechas. Lo mas común era dedicarse a la tala de árboles, para venderlos como madera, leña y carbón.

Otra actividad muy extendida fue el cultivo de Kaingin, mediante el procedimiento de corte y quema, ya que la preparación del suelo requerida para ello era mínima. Primero cortaban indiscriminadamente toda la vegetación para después quemarla (desembocando a menudo en grandes incendios forestales). Tras este procedimiento, podía procederse a la plantación del arroz kaingin, una variedad de las tierras altas.

Cuando el ayuntamiento, a través del Programa de Puerto Bantay, comenzó a aplicar estrictamente la ley contra la tala y su política de prevención de incendios, los agricultores fueron los primeros en reaccionar levantando la voz.

Como era predecible, también causó furia entre los pescadores que practicaban las modalidades de pesca por arrastre, o con cianuro y dinamita.

Los sectores de la agricultura y la pesca estaban constituidos por unos cuantos comerciantes, pocos pero poderosos, que se estaban enriqueciendo con el tráfico de los productos obtenidos a costa de la explotación desenfrenada de los recursos marinos y forestales de la ciudad.

Para conseguir el cese de los agricultores en sus actividades destructivas, y ayudarles en el difícil período de transición, el alcalde Hagedorn instituyó:


A los pescadores díscolos se les aplicó estricta y rigurosamente la ley. Durante los dos primeros años del Programa, se incautaron 1657 lanchas motoras y 46 barcos pesqueros por diversas infracciones. Además, se estableció el Test de Laboratorio para la Detección de Cianuro, para poder determinar científicamente cuándo la pesca se realizaba por métodos ilegales.

También se aprobó una ordenanza que prohibía el transporte de peces vivos, cuya captura es perseguida, ya que supone la destrucción de los arrecifes de coral de la ciudad, mediante el uso de cianuro. Por último, se prestó asistencia primaria a las familias afectadas, para poder acceder a fuentes alternativas de obtención de sustento.

Junto a todas las medidas mencionadas, se realizó una campaña intensiva de información y educación respaldada por los medios de comunicación locales y por algunas organizaciones no gubernamentales, con el fin de divulgar la importancia de la buena conservación del ambiente para lograr el desarrollo sostenible.

Estas medidas, y la buena reputación conseguida por el equipo directivo de la ciudad entre los pescadores y los agricultores, a través de programas de apoyo a los necesitados, tales como los Hospitales Satélites y las Bibliotecas Municipales, consiguieron la erradicación de las posturas opuestas al Programa de Conservación.

Resultados obtenidos.

La mayoría de los propietarios de las 1657 lanchas y los 46 barcos pesqueros incautados por el equipo guardacostas, durante la primera fase del Programa, eran residentes en la localidad. Desde 1994, ha disminuido drásticamente el número de pescadores locales involucrados en métodos de pesca ilegal.

De las 84 infracciones de 1999, 56 (66%) correspondían a pescadores de las provincias vecinas, como Batangas, Cavite y Quezon. Una de las naves era incluso de origen vietnamita.

Ahora, con el ecosistema marino capaz de autoregenerarse, dando un respiro al abuso desenfrenado, los pescadores locales obtienen capturas de peces mejores y más abundantes sin tener que recorrer largas distancias.

Como parte del éxito del Programa de Protección Forestal y Reforestación, la superficie de bosques en la ciudad de Puerto Princesa ha aumentado en 2088.3 Ha en un período de 6 años (desde 1992 hasta 1998). Ha sido la única ciudad del país capaz de conseguir tal logro. Gracias al éxito conseguido con el Programa, la imagen de Puerto Princesa ha cambiado radicalmente, para convertirse en la ciudad más limpia y verde de Filipinas, y también en la más galardonada.

Consecuentemente se ha convertido en el destino favorito para numerosos turistas. Las inversiones se han multiplicado: de 14 establecimientos turísticos en 1992, a 204 en 1999. Hay varios proyectos en marcha para instaurar un vuelo directo entre la ciudad de Puerto Princesa y Brunei Darussalam, ya que ha sido declarada puerto de entrada.

Incluso se ha animado a la UNESCO a iniciar un Proyecto de Gestión de Recursos de la Costa y Turismo Sostenible en la ciudad.

El área del Proyecto abarca los alrededores de la franja costera y marítima de Ulugan Bay, una de las bahías semicerradas más críticas desde el punto de vista ambiental en Palawan, que abarca unas 7200 Ha de aguas costeras.

Recientemente el Parque Nacional del Río Subterráneo St. Paul, (ahora merecidamente renombrado como Puerto Princesa), ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es el único Parque Nacional del país cuyo control y gestión han sido desarrollados íntegramente por una unidad de gobierno local. La transmisión de poderes tuvo lugar en el año 1993.

Sostenibilidad.

Desde el punto de vista económico, el Programa de Puerto Bantay es, sin lugar a dudas, sostenible. Del año 1993 a 1999, su asignación de presupuesto ha sido de 1.380.906 dólares EEUU. Por otro lado, el valor de los bienes incautados y requisados a favor del ayuntamiento (maderas, troncos, camiones, sierras mecánicas, barcos pesqueros y equipos varios), asciende a 1.250.000 dólares EEUU. Esto no incluye el valor de los arrecifes de corales, las masas arboladas y los bosques que se han protegido y conservado eficazmente. Aunque se espera que disminuya la cantidad de bienes confiscados, con la disminución del número de infractores, se prevé un aumento del valor del ambiente, por su buena conservación.

El apoyo al Programa proviene de todos los estratos sociales: órganos gubernamentales locales y nacionales; organizaciones civiles, religiosas, medios de comunicación y ONGs; las comunidades tribales que se han ofrecido como guardias forestales voluntarios; las unidades del pueblo; el sector empresarial, en particular el relacionado con la actividad turística e incluso los mismos agricultores y pescadores, ahora que ya han comprendido los numerosos beneficios que conllevan el desarrollo sostenible y la utilización de los recursos existentes en la ciudad.

Las campañas intensivas de información y educación también han contribuido al éxito al inculcar una actitud positiva entre los puertoprincesanos en relación con la rehabilitación y la conservación, conceptos que han adquirido una connotación positivas. Hay un sentido de pertenencia al programa. Con el nivel actual de concienciación ambiental entre los puertoprincesanos es de esperar que ningún líder político presente o futuro se atreva a descuidar este asunto. Según la doctrina de que cada gobierno es tan bueno como lo es la población que gobierna, la sostenibilidad del Programa queda garantizada, si tenemos en cuenta el alto grado de concienciación con el medio ambiente.

Lecciones aprendidas.

En el contexto político de Filipinas nunca había habido un líder nacional o local que abogara por la conservación ambiental como programa político. Predominaba la idea de que la defensa del medio ambiente era una postura políticamente arriesgada. Nunca antes se había puesto en duda esta idea preconcebida, hasta que el alcalde Hagedorn se presentó como candidato para su reelección en 1995.

En 1992 destituyó por vez primera al titular que llevaba casi 30 años en el puesto. Hagedorn ganó con un miserable resultado de 436 votos de un total de 70.000 votos escrutados. En las elecciones siguientes, en 1995, y enfrentándose al mismo oponente, que tachaba su programa de generador de pobreza por las numerosas restricciones que imponía (privaba a los agricultores de su segundo empleo, les impedía seguir desarrollando los cultivos por los métodos de corte y quema, algo que habían estado haciendo durante años, y a los pescadores se les prohibía seguir empleando métodos de pesca destructivos e ilegales, pero por otro lado lucrativos, como la pesca por arrastre o con dinamita o cianuro, añadiendo el hecho de que se confiscaban sus barcos y de que gran parte de ellos acababan entre rejas), el alcalde Hagedorn, ganó en todos los municipios excepto en uno, de un total de 66. Esta aplastante victoria ha pasado a ser el mayor logro en la historia política de Palawam.

Mediante el Programa de Puerto Bantay, el alcalde Hagedorn ha puesto de manifiesto que la defensa del medio ambiente y la seriedad no son incompatibles con la política. Desde entonces, la política filipina se ha volcado en la defensa del medio ambiente.

Otro valioso logro ha sido el hecho de haber conseguido que ahora los filipinos, conocidos por su carácter intratable y poco conformista, respeten y apoyen al gobierno cuando ven que les está llevando en buena dirección. La limpieza y el verdor de la ciudad de Puerto Princesa, sostenibles durante años, atestiguan este hecho.

Transferibilidad.

Tras haber recibido el Premio de Distinción Nacional a la Mejor Labor Política de una Unidad de Gobierno Local (National Distintion Award for Best-Governed Local Goverment Unit), el Departamento de Interior y el gobierno local nombraron a la ciudad de Puerto Princesa órgano de gobierno nacional, centro de viajes de estudios (Lakbay-Aral) de todas las unidades de gobierno del país. Hasta la fecha de hoy, ya han visitado la ciudad los principales directivos, así como diversos miembros de los consejos locales, líderes municipales y cabezas de departamento de la mayoría de las 78 provincias, 83 ciudades y 1818 municipios del país, con el fin de aprender de la experiencia.

Debido al flujo continuo de viajes de estudios, el ayuntamiento ha tenido que crear una Oficina de Protocolo dedicada exclusivamente a atender los itinerarios y las labores de información para estos visitantes especiales. Durante cada reunión informativa, en la que una delegación del gobierno visitante se encuentra con sus homólogos locales, el tema que suscita más interés, y en el que se centra la mayor parte del debate, es el Programa de Puerto Bantay. Es evidente que la atención de las unidades de gobierno local del país está centrada en este Programa. De hecho, el gobierno nacional, bajo la presidencia de Fidel Ramos, reprodujo el Programa cuando puso en marcha el Movimiento Bantay Dagat en toda la nación. Del mismo modo, la ciudad de Manila, capital del país, ha implantado su propio programa, acertadamente llamado Programa Guardacostas de Manila.

El Instituto Asiático de Control, a través de su Comité de Galardones GALING-Pook, también está promoviendo una réplica del Programa por otra LGU, después de haberlo seleccionado en 1994 como uno de los 10 Mejores Programas de Filipinas.

Los fondos municipales empleados en los sustentos complementarios para las familias afectadas estaban siendo gestionados por el ayuntamiento, a través de la Oficina Municipal de Agricultura. En la actualidad, han pasado a controlarse por el Banco de Suelo de Filipinas, a través del Fondo de Garantía Municipal, de modo que las personas o cooperativas que deseen acceder a uno de estos fondos, deben cumplir los requerimientos del banco, y realizar los reembolsos también directamente al banco. Pero exceptuando esta cuestión, el ayuntamiento seguiría exactamente los mismos pasos y adoptaría el mismo enfoque para el programa, ya que ha quedado probada su gran eficacia.

Perfil Financiero.

Año
Peso
Presupuesto ($ EEUU)
1993
7.670.300
191.757
1994 6.000.000
150.000
1995 5.586.000
139.650
1996 6.302.950
157.573
1997 6.388.000 159.700
1998 13.039.000 325.975    
1999 10.250.000 256.250
2000 10.250.000 256.250

Referencias



Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Susana García-San Román.

Revisado por Carlos Verdaguer.

Buenas Prácticas > Concurso Internacional > 2000 > http://habitat.aq.upm.es/dubai/00/bp112.html
 
Ciudades para un Futuro más Sostenible
Búsqueda | Buenas Prácticas | Documentos | Boletín CF+S | Novedades | Convocatorias | Sobre la Biblioteca | Buzón/Mailbox
 
Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid Universidad Politécnica de Madrid
Grupo de Investigación en Arquitectura, Urbanismo y Sostenibilidad
Departamento de Estructuras y Física de la EdificaciónDepartamento de Urbanística y Ordenación del Territorio