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Programa de repoblación de los ocupantes de tierras de Maweni, Voi, Kenia.


Fecha de referencia: 05-07-2000

Experiencia seleccionada en el Concurso de Buenas Prácticas patrocinado por Dubai en 2000, y catalogada como BEST. ( Best Practices Database.)
País/Country: Kenia
Región según Naciones Unidas: África
Región ecológica: costera
Ámbito de la actuación: pueblo
Instituciones: organización de base comunitaria, gobierno central, institución paraestatal, agencia internacional (bilateral)

Categorías = Erradicación de la pobreza: generación de ingresos, creación de puestos de trabajo. Vivienda: acceso a la financiación de la vivienda, vivienda asequible, propiedad del suelo y seguridad.

Contacto principal:
Mr. Ndedah Oginga Randiki
Comité de Residentes
Grupo de Desarrollo de Maweni
P.O. Box 131
Voi
Teléfono: 254-147-30107
Fax: 254-147-30334
Tipo de organización: organización de base comunitaria (OBC)

Socio:
Organización nominal: GTZ-STDP (agencia internacional)
Mr. David Mshila
P.O. Box 41607
Nairobi
Teléfono: 254-2-210234
Fax: 254-2-212434
e-mail: smtowns@africanonline.co.ke

Socio:
Departamento de planeamiento Físico (gobierno central)
Mrs. R.W. Githua
Ministerio de Tierras y Asentamientos
P.O. Box 45025
Nairobi
Teléfono: 254-2-718050
Colaboración financiera

Socio:
Fondo de Ayuda del Embajador de los Estados Unidos
Ms. Nancy McCarthy
P.O. Box 30137
Nairobi
Teléfono: 254-2 537800 ext. 3225 o 3350
Fax: 254-537810
Colaboración financiera

Socio:
Departamento Nacional de Asociación entre Parques de Tsavo Este (paraestatal)
Mr. Ndung'u
Servicios de Fauna de Kenia
P.O. Box 14
Voi, Kenia
Tel: 254-147-30049/30084
Colaboración financiera.


R E S U M E N

En 1993 se formó el grupo de desarrollo Maweni (terreno rocoso en Kiswahili), con el objetivo global de adquirir tierras con escrituras de propiedad a nombre de distintas personas. La estrategia consistía en movilizar fondos de los miembros.

El propósito del Grupo de Desarrollo Maweni era el de localizar tierras adecuadas y facilitar el acceso a viviendas de bajo coste a los pobladores informales, conocidos también como ocupantes de tierras. Esto implicaba organizarlos en un grupo. También era necesario establecer y determinar la gestión y los medios de control de la iniciativa, estableciendo, por ejemplo, las normas mínimas de construcción. Para alcanzar este objetivo, fue preciso adquirir tierras del gobierno de Kenia, que serían sometidas a una planificación, un levantamiento y una demarcación y de las que se distribuirían escrituras a los miembros.

En 1997 el Funcionario de Planeamiento Físico del Distrito prepararó los Planes Parciales de Desarrollo (PPD). También se han preparado levantamientos catastrales, quedan por hacer las escrituras de las parcelas y está previsto que, a partir de junio del 2000, comience la construcción de las viviendas.




Fechas clave

Junio de 1993- El Grupo de Desarrollo Maweni se registra como grupo de autoayuda.
1997- El gobierno concede tierras al grupo.
1998- Se registra una cooperativa de vivienda.



D E S C R I P C I Ó N


Situación antes del comienzo de la iniciativa.
El pueblo de Maweni está situado en Voi, una pequeña población en el interior de Kenia. Se estima que tiene una población de unas 2021 personas, de las que la mitad no posee tierras o es vagabunda.

La mayoría de los ocupantes de estas tierras emigraron desde las áreas rurales debido a varios problemas como, por ejemplo, los ataques de animales salvajes de los parques nacionales de Tsayo, la subdivisión de la tierra en parcelas de tamaño muy pequeño y antieconómico, reduciéndose con ello la producción de alimentos, severas sequías en el pueblo, el cierre de fincas de sisal que dejó a sus trabajadores sin empleo; mientras que otros buscaban pastos más verdes en la población de Voi en vías de crecimiento. Esto sucedía ya en los años cuarenta.

A principios de los años noventa, el pueblo de Maweni se había expandido tanto que comenzó a experimentar los problemas usuales de los asentamientos informales, superpoblación y falta de infraestructuras básicas, forzando así a algunas personas a desplazarse a otras áreas, debido a lo cual surgieron cinco nuevos asentamientos informales. Los residentes vivían con el temor perpetuo de que el gobierno, propietario de la tierra, los desahuciara. Aunque la mayoría de los residentes eran y son todavía pobres, incluso aquellos que podían permitírselo no podían invertir mucho en viviendas permanentes o semi-permanentes debido a esta inseguridad. Tampoco había suministro de agua en el barrio, con lo cual las mujeres y los niños tenían que caminar largas distancias para buscarla.

Igualmente importantes, debido a la naturaleza rocosa del área, eran las inundaciones, un fenómeno corriente durante las estaciones lluviosas, que arrastraba casas y ganado como las cabras.

Establecimiento de las prioridades.
En sus esfuerzos por asegurar sus derechos a las tierras, los pobladores informales de Maweni se dieron cuenta de que era más fácil actuar con una sola voz. Entonces la primera prioridad era constituirse y registrarse como grupo. Esto se logró en junio de 1993, cuando el Ministerio de Servicios Sociales admitió a registro el Grupo de Desarrollo de Maweni.

Mientras tanto, los miembros se dieron cuenta de que necesitaban mejorar su bienestar económico iniciando actividades que generaran ingresos. Pensaron que lo más fácil que podían hacer eran bloques de arena y de cemento, ya que algunos de ellos habían adquirido la destreza necesaria en el proyecto de Tanzania-Bondeni. Posteriormente, venderían los bloques a contratistas y otros usuarios, y a sí mismos a precios más bajos, una vez que se hubieran asignado las parcelas individuales.

Formulación de objetivos y estrategias.
El objetivo global del grupo era ofrecer oportunidades para el acceso de los ocupantes de tierras a una vivienda decente a través de un enfoque de autoayuda. Esto implicaba localizar y ofrecer vivienda de bajo coste a los ocupantes de tierras, determinar cuales serían la forma de gestión y los medios de control, por ejemplo, los requerimientos estándar mínimos, y la forma de adquisición de parcelas del gobierno. Se dieron cuenta de que, para alcanzar este objetivo, se necesitaban muchos recursos y dedicar un esfuerzo directo a la producción de servicios de infraestructura e instalaciones, con el fin de ofrecer a cada habitante informal una oportunidad para adquirir una parcela.

También se propusieron abastecer a todas las parcelas asignadas con un mínimo suministro de agua potable comunal, un saneamiento apropiado, carreteras, zanjas de drenaje, sistemas de eliminación de basuras y servicios de gestión basados en la colaboración con diversos agentes.

Los costes de ejecución y de financiación tenían que ser asequibles para los miembros, fáciles de administrar y al mismo tiempo se tenía que hacer todo lo posible para favorecer la recuperación del coste por los receptores. El comité electo de miembros estableció el marco para alcanzar estos objetivos, con la ayuda del Consejo Municipal de Voi y la Sociedad para la Cooperación Técnica - Proyecto para el Desarrollo de los Pueblos Pequeños (SCP-PDPP), Gesellschaft für Technische Zusammenarbeit- Small Towns Development Project (GTZ-STDP).

Movilización de recursos.
Los recursos humanos los aportaron libremente los miembros del grupo, cuatro de los cuales recibían un salario por su contribución. El 70% de los recursos financieros provenían de las contribuciones de los miembros.

En 1997, el gobierno les dio las tierras que ocupaban. Pero a través de un posterior estudio detallado, se vio que sólo podían albergar a 188 propietarios de viviendas (es decir, unidades familiares), dejando todavía sin tierras a cerca de 340 unidades familiares. Por consiguiente, el comité se dirigió una vez más al Ministerio del suelo y los Asentamientos solicitándole que les asignara más tierras para albergar a todo el mundo. El gobierno consintió y así se creó el poblado anexo a Maweni.

Quizás merece la pena mencionar que la condición para que el gobierno pudiera asignarles la tierra, era registrarse como cooperativa de viviendas, para poder de este modo gestionar un proyecto de tal magnitud. Esto dio lugar a la Sociedad Cooperativa de Vivienda Ltd. de Voi-Maweni (SCVVM), (VOMACH), que se registró en septiembre de 1998.

En noviembre de 1998, Mr. Randiki, el Secretario del Comité de Residentes, acudió a un taller en Nakuru, Kenya, donde oyó hablar del Fondo del Embajador de los Estados Unidos para los Grupos de Autoayuda. El comité preparó y envió una propuesta al mismo a la vuelta del secretario a Voi. Recibieron el equivalente de 700,000 Kshs en forma de nota de aprobación, a principios de 1999. Con el dinero se pretende adquirir una hormigonera y una máquina de fabricar bloques mecánicamente. Se espera que la máquina aumente la producción y facilite el esfuerzo manual dedicado al proyecto, pero el éxito de todo ello dependerá del ambiente económico y, por consiguiente, de la demanda de bloques y ladrillos. Se intenta usar recursos locales en la construcción de las casas. El firme se está haciendo excavando las rocas y triturándolas.

Se han tomado medidas, para que la cooperativa construya viviendas de dos habitaciones para aquellos que no tienen ninguna habilidad especial y son incapaces de obtener préstamos para construir sus casas, de forma que la familia permanezca en una habitación y alquile la otra, para poder devolver el préstamo. Una vez devuelto el préstamo, son libres de ocupar toda la casa o de mejorarla como consideren oportuno. Por otra parte, aquellos que posean ciertas habilidades (albañiles, electricistas, etc.) aportarán el trabajo gratuito en intercambio con la cooperativa que les construirá una casa gratuitamente.

Proceso
En 1993, se formó el comité de residentes con el asesoramiento del consejo del condado, el Ministerio de Autoridades Locales y la GTZ-STDP. El comité pudo adquirir y formalizar terrenos, lo cual supuso organizarse para un cambio; a continuación se hizo una inspección y se dibujaron los planos del levantamiento. Sin embargo, en 1997/98, se produjo la desconfianza entre algunos ocupantes de tierras, que creían que el comité había malversado algunos fondos. Por ello se celebraron elecciones para ocupar los puestos administrativos. Al nuevo comité le llevó mucho tiempo darse cuenta de que el grupo anterior era creíble.

Debido a los torrentes producidos por el Niño en 1997/1998, se inundó todo el lugar, dejando a muchas familias sin vivienda. En lugar de las viviendas temporales de barro y techo de paja, las familias afectadas optaron por casas semi-permanentes, planteando otro problema importante, ya que todavía no se habían planificado ni demarcado las tierras. Esto suponía que una vez hecho lo anterior, algunas casas tendrían que ser demolidas, aunque, por supuesto, con la resistencia de sus dueños.

Advirtiendo el peligro que esto podía suponer para el proyecto, el comité de residentes, conjuntamente con funcionarios de los gobiernos central y local, organizó reuniones locales comunitarias en las que informaron a los residentes de todas las implicaciones. Desde entonces no han tenido ningún problema relacionado con este asunto; los residentes han mostrado un compromiso total hacia su sueño y objetivo final: ser dueños de una parcela de tierra y de una vivienda decente.
Inicialmente, el comité se enfrentó a un problema debido a que cerca del 40% de los residentes no estaba inscrito y no pagaba sus contribuciones mensuales. Esto se atribuía al hecho de que pensaban que no tenía sentido resistir para perder una vez que se hubiera planificado bien el sitio. Pero gracias a la labor de información destinada a ellos, sus intereses han cambiado, como se evidencia de su asistencia a las reuniones y de su contribución monetaria.

Aunque el gobierno tiene obligación de ofrecer tierras a los sin-tierra (formalizar derechos sobre las tierras de forma que se asegure la posesión de éstas por parte de los pobladores), esto no es fácil normalmente, siendo necesario que otros agentes intervengan en el juego.

Resultados alcanzados
El objetivo a largo plazo sólo se ha alcanzado parcialmente, pero el futuro es prometedor para los pobladores informales de Maweni.

Desde que los ocupantes adquirieron las tierras, han avanzado (mediante la autoayuda) hacia la planificación del lugar y la preparación de los levamientos catastrales. También se ha abastecido al área con agua corriente sanitaria y se han construido letrinas de foso.

Más aún, el mayor logro hasta ahora es que una comunidad pobre pueda unirse para solucionar sus problemas. A través de esta unión, han adquirido formalmente una parcela de tierra, que esperan construir. Se trata de un gran logro debido al estatus económico de la comunidad y al proceso de adquisición de tierras en Kenya, que es largo, costoso y laborioso.

La cohesión social así creada tiene el efecto de reducir los índices de delincuencia en el área, ya que todos se consideran mutuamente como hermanos o hermanas.

Los niveles de ingresos también han mejorado a través de la venta de materiales de construcción (bloques de arena y de cemento), que aportan generalmente unos 1500 dólares EE.UU. al mes, como media.

Sostenibilidad.
La columna vertebral de la iniciativa de Maweni es la actitud de autoconfianza que ha adoptado la comunidad. Hasta el momento sólo se le ha ofrecido un mínimo apoyo externo, mostrando que la comunidad puede funcionar por su cuenta.

Para que el proyecto sea sostenible, la cooperativa debe recuperar los préstamos concedidos a sus miembros pero al mismo tiempo, el objetivo inicial del grupo no debe verse comprometido. Esto significa que, mientras que el mecanismo de recuperación del coste (tiempo y condiciones de los créditos) debe proteger a la cooperativa del impago de los créditos, tampoco se debería dejar de lado a aquellos que son muy pobres. Los miembros han tomado esto en consideración y han propuesto medidas favorables para cuidar este asunto. El título de propiedad se empleará de modo secundario. Pero, considerando el nivel de pobreza en el área, muchos de ellos probablemente no tienen dinero para devolver los préstamos. Para los que actualmente no tienen poder económico para devolver los préstamos, la cooperativa construirá una vivienda de dos habitaciones para cada uno de ellos: la familia ocupará una y alquilará la otra habitación. El dinero así obtenido del alquiler, se empleará para devolver los créditos hasta que se haya recuperado toda la cantidad.

Lecciones aprendidas
El enfoque de la auto-ayuda, para solucionar la vivienda de los pobladores y el problema de la posesión de tierras, fue tomado en préstamo de un proyecto vecino, el Proyecto de Mejora de los Ocupantes de Tierras de Tanzania-Bondeni. Pero, a diferencia de la iniciativa de Tanzania-Bondeni, en la que la comunidad optó por una Mancomunidad de Tierras Comunitarias (MTC), los residentes de Maweni prefirieron la posesión individual de tierras privadas. Creían que esto era más seguro y, por consiguiente, ofrecería mejor garantía subsidiaria para los préstamos.

Una importante lección aprendida es que, si bien las comunidades rurales y el trabajo comunitario son conceptos que están de moda, las comunidades y sus necesidades son cambiantes. Garantizada la posibilidad, el ritmo del cambio en la sociedad probablemente nunca ha sido más rápido, y ahora se cuestionan los tradicionales puntos de vista de las organizaciones de base comunitaria (OBC). Un buen número de las personas pobres que habitan en los asentamientos informales urbanos están cómodos y se sienten capaces de mejorar sus condiciones de vida, siempre que se garantice la seguridad de una propiedad.

Por otra parte, el principal problema que se da entre muchos ocupantes respecto a la vivienda asequible no es el dinero en sí o su falta, sino la seguridad de la propiedad. El proceso de adquisición de tierras en Kenia es, no sólo muy costoso en términos monetarios, sino también muy largo en cuanto al tiempo que pasa desde el reparto hasta la obtención del título de propiedad. El trabajo administrativo que requiere es también muy exigente y laborioso. Estas son las principales razones por las que la mayoría de las personas pobres prefieren permanecer como ocupantes incluso cuando se les ha asignado tierra, y para la comunidad haweni el trabajo en equipo era la única salida. Si el gobierno pudiera acelerar el proceso de formalización de los derechos sobre las tierras, entonces la comunidad sólo necesitaría del tiempo necesario para construir viviendas decentes. En un proceso como éste es también importante la colaboración con otros agentes para movilizar los recursos necesarios.

Otra lección aprendida fue que el trabajo en red y el compartir información y experiencias entre las organizaciones y las instituciones es importante a la hora de construir la capacidad de las comunidades para tomar decisiones fundamentadas. Por otra parte, el seguimiento cercano del proyecto desde su planeamiento hasta su ejecución es una garantía necesaria para el éxito.

Transferibilidad.
La autoconfianza de la comunidad es importante para solucionar las necesidades que se presentan. La capacidad de construcción y de creación de un medio ambiente favorable, debería promoverse más que ninguna otra forma de apoyo a las comunidades rurales.


Este documento se ha editado a partir de una versión inglesa.

Traducido por Anna Moll Dexeus.

Revisado por Carlos Verdaguer.

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