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Margarita de Luxán García de Diego.
La arquitectura bioclimática o ecológicamente consciente, no es
tanto el resultado de una aplicación de tecnologías especiales,
como del sostenimiento de una lógica, dirigida hacia la
adecuación y utilización positiva de las condiciones
medioambientales, mantenida durante el proceso del proyecto, la
obra y la vida del edificio y la utilización por sus habitantes;
sin perder, en absoluto, ninguna del resto de las implicaciones:
constructivas, funcionales, estéticas, etc., presentes en la
reconocida como buena arquitectura; creando una nueva
jerarquización en los factores determinantes de las soluciones
construidas.
La necesidad de crear nuevas alternativas a los modos habituales
actuales de producción de los edificios, viene determinada por
la evidente y creciente ponderación de los problemas
mediambientales que se vienen generando en el ámbito del
alojamiento y su directa implicación en el agravamiento de muchos
de los reflejados en las ciudades y en el entorno natural.
Por otra parte, los conocimientos sobre ciencias naturales se
cuadruplicaron desde 1.935 a 1.970, y desde 1.970 a 1.980 se
habían acumulado tantos conocimientos nuevos como en el
transcurso total de la historia, No hay datos para valorar lo que
está sucediendo de 1.980 a nuestros días pero resulta claro que
las investigaciones han aportado una información en crecimiento
exponencial sobre las interacciones entre las actividades humanas
y el medio planetario global; parece pues un buen momento para
revisar las conexiones entre arquitectura y medio natural.
De la definición de arquitectura, entendida como parte de la
tarea de humanizar el entorno, de habilitarlo para la actividad
humana, se desprende que en sus actuaciones conlleva una
transformación que ha de analizarse y encajarse dentro de un
sistema general de sostenibilidad. Aunque en muchas ocasiones,
la edificación se haya desarrollado sin tener como uno de sus
conceptos radicales la integración medioambiental, las
condiciones del medio natural le influyen básicamente, y depende
de la voluntad de la sociedad que la vive, y de los profesionales
que la construyen, la posibilidad de aprovechar, hacer caso omiso
o destruir, las capacidades que el mismo proporciona.
El agravamiento de los problemas mundiales, y la urgencia que se
va generando al ir cuantificándolos, hace que haya una tendencia
social a solicitar soluciones rápidas y claras para el
alojamiento, y empiezan a aparecer propuestas que ofertan "la
casa ecológica" , con una intención de solución universal; nada
menos ecológico que los prototipos universales como resultado
de la adecuación medioambiental de la arquitectura. Los distintos
climas, la variedad de materiales que la naturaleza tiene en cada
zona, las diversas condiciones geográficas, las distintas
culturas del habitar, marcan orientaciones hacia soluciones
particulares que habrá que estudiar y desarrollar para cada
opción concreta.
Si hay algo claro como conclusión en el campo de las
arquitecturas integradas, es su especificidad para cada caso,
para cada lugar, para cada ambiente.
Pueden aprovecharse metodologías de análisis y de propuestas de
experiencias anteriores o similares que permitan sistematizar
unas bases de partida y descubrir factores fundamentales a tener
en cuenta, aunque el equilibrio y la jerarquía de decisiones
varíe luego específicamente para cada situación incorporando
datos particulares que pueden ser determinantes en el diseño; así
mismo deben aprovecharse los avances tecnológicos, pero no sin
antes valorarlos dentro de cada contexto y de analizar su
adecuación o inadecuación a las condiciones y necesidades reales
y las consecuencias de su implantación desde una perspectiva
global y lógica, al menos con los conocimientos con que hoy se
cuenta.
Para descubrir la incidencia de la construcción y el alojamiento
en los problemas mediambientales hoy, se debe de analizar por
entero el proceso que engloba la edificación.
Habitualmente al hablar de alojamiento,se valora la edecuación
o la consciencia energética de los edificios en función solamente
del gasto o ahorro energético en la climatización e iluminación
durante su uso, así como la contaminación que produce en su
entorno inmediato.
Sin embargo, las relaciones entre edificación y medio ambiente
son mucho más extensas y complejas.
Si se analiza la actividad entera que implica una construcción,
se habrá de valorar su incidencia medioambiental en todo el
proceso:
Rocas Industriales Minerales Materiales |
Fabri. elementos construc. | Fabric. sistemas, equipo, instala | Transport a obra | Construc. Puesta en obra | Gasto energético climátiz. | Gasto energético ilumin. | Manten. agua usos varios | Reutiliz. cambio de uso | Derribo. Abandono | |
Mundiales: | ||||||||||
Cambio Climático e invernadero | * | * | * | * | * | * | * | * | ||
Agotamiento del ozono | * | * | * | * | * | |||||
Deforestación | * | * | * | * | * | |||||
Pérdida de biodiversidad | * | |||||||||
Contaminación mares | * | * | * | * | * | * | ||||
Gasto recursos no renovables | * | * | * | * | * | * | * | |||
Locales | ||||||||||
Contaminación atmosférica | * | * | * | * | * | * | * | |||
Contaminación aguas continentales | * | * | * | * | * | |||||
Deterioro del mar y costas | * | * | * | * | * | * | ||||
residuos tóxicos | * | * | * | * | * | * | * | * | ||
Riesgos industriales | * | * | * | |||||||
Erosión y desertización | * | * | * | * | ||||||
Abuso de recursos renovables | * | * | * | * | ||||||
Ocupación suelo con vertidos | * | * | * | * | * |
El cuadro anterior también serviría como análisis para saber en las muchas direcciones en las que hay que
avanzar tanto en investigación como en soluciones aplicadas, para ir hacia la mejora de las propuestas de
arquitectura integrada en su medio ambiente.
Por otra parte, la adecuación debe darse en todas las escalas en las que el alojamiento se determina:
(Por ejemplo: si en un lugar frío, se ubica una población en una ladera Norte, donde no llega el sol durante
el invierno, en el nivel urbano ya no se podrá resolver la posibilidad de aprovechamiento de energía solar
directa; tampoco la edificación tendrá capacidad de usar ese tipo de energía con sistemas pasivos y activos,
y solo quedará lo opción de minimizar los problemas procurando conseguir ahorros en el gasto de otros
combustibles más contaminantes, pero esto aumentará el consumo global en energía y materiales para la
fabricación de los sistemas de calefacción y aislamientos.)
Por último, hay que apreciar los problemas derivados de la implantación e importación indiscriminada de modas,
tecnologías o normativas que pueden ser lógicas en unos climas y condiciones en donde se han creado, pero son
contraproduccentes en otros, al encontrarse en situaciones prácticamente contrarias.
Las fuertes presiones del mercado y la publicidad en el campo de climatización de edificios, que tanto se
identifica socialmente con la calidad de vida, marcan en estos momentos direcciones de desarrollo
contradictorias: por una parte se plantean, y esto es muy positivo, soluciones que valoran el ahorro en
energías habituales derivadas de recursos no renovables; por otra parte, y esto es más negativo, se mantienen
en el uso de este tipo de combustibles, cerrando muchas veces el paso a otras soluciones más evolucionadas o
al uso de energías pasivas o alternativas, con el fín de vender sus stocks de equipos, y de amortizar las
inversiones en fábricas y redes de infraestructuras. Así mismo, las ventajas de fabricar el mayor número
posible de elementos repetidos, la economía en origen de soluciones únicas para el mercado mundial y su
extensión con fuertes campañas de propaganda, está acabando con la cultura de las adecuaciones climáticas
locales, con la "arquidiversidad", que con sistemas a veces muy sencillos, pasivos y de bajo costo, pero que
quizá en estos momentos no tienen un reconocimiento de prestigio social de como exponentes de riqueza,
lograban unos altos grados de confort con consumos mínimos o nulos.
En otro orden de cosas cabe apreciar que la aplicación de normativas urbanísticas que plantean una dicotomía
radical entre público y privado, en que lo público en vez de ser de todos no es de nadie, si no lo paga, va
acabando en muchos lugares, con un uso clásico en los climas suaves en los que los espacios abiertos con
vegetación y pavimentos adecuados, en las aceras, calles y plazas, se aprovechaba periódicamente por los
habitantes de la ciudad para disfrutar del aire libre, lo que hacía que de algún modo considerasen suyas y
cuidasen, las pequeñas áreas libres contíguas a las viviendas, con lo que, además, se ampliaba el espacio de
utilización real de los alojamientos.
La prohibición de la estancia continuada en los espacios públicos, sin el abono de la concesión correspondiente
al ayuntamiento; la prioridad conferida al automóvil; la contaminación atmosférica, y las malas condiciones
ambientales generadas por el tratamiento exclusivamente "pétreo" del diseño duro de las zonas abiertas,
raramente pensadas para el confort del ciudadano (que suelen recalentarse durante el día en verano, en los
meses que más pueden disfrutarse), basado en una defensa de dichos proyectos duros ante la supuesta degradación
por uso, o por un planteamiento puramente visual de los mismos, que procura incluso impedir la permanencia en
ellos, son contrasentidos que minan la habitabilidad de la ciudad y fuerzan a una huida hacia los espacios
naturales, cada vez más presionados por los ciudadanos que buscan en ellos cualidades que bien podrían
encontrar en su entorno urbano más próximo.
Al hablar de los problemas generados a lo largo del proceso de edificación, se indicaba que había
correspondencias directas en la correción de los mismos en las primeras fases de la cadena constructiva, con
las que aparecerán tratadas en los campos de las actividades industriales.
Contínuamente se comparan los niveles de gasto energético en el alojamiento en España con los del resto de la
Europa más avanzada, ya que consumimos aproximadamente la mitad, y se dan razones para aumentar necesariamente
el gasto hasta igualarnos; pero si se hace un análisis comparativo, y se plantean criterios de sostenibilidad
no quedan tan claras estas afirmaciones.
La muy diversa configuración geográfica y climática española, impide sacar datos únicos que puedan aplicarse
a todo el territorio, pero se puede establecer una comparación básica entre las condiciones medias españolas
entorno al paralelo 40.LN. y las medias del cinturón europeo que engloba las principales capitales europeas;
París, Londres, Berlín, en torno al paralelo 50. LN.:
Estas condiciones de partida, muy distintas, permiten según los datos de la Comisión de la Comunidad Europea,
que la contribución solar en los edificios respecto a la capacidad calorífica necesaria medida en porcentaje,
sea del 60 por 100 al 70 por 100 en España y del 20 por 100 al 30 por 100 en las zonas europeas con las que
seguimos estableciendo esta comparación.
Dado que en esa Europa más fría que la nuestra, y de la que suele llegarnos la mayoría de la información y
productos, deben hacer frente a un 80 por 100-70 por 100 de gastos, con consumo de energías no solares, es
decir con mayoría de combustibles no renovables y contaminantes, es lógico que la inmensa mayoría de su
esfuerzo se dirija, preferentemente al ahorro de energía convencional, buscando en la construcción soluciones
con un alto grado de aislamiento y poca inercia térmica; lo que inmediatamente se refleja en investigación y
normativas consecuentes.
Nuestro caso, y el del resto de la Europa Sur, es bien diferente; deberíamos de centrarnos prioritariamente
en conseguir, con la edificación adecuada, ese 60 por 100-70 por 100 de aporte solar, no contaminante, al que
es evidente se puede llegar, según las valoraciones realizadas por el Instituto de Energías Renovables, a
través del proyecto Monitor de la Comunidad Europea, que ha permitido medir el comportamiento de edificios
construidos en España con planteamientos de aprovechamiento solar, y que llegan en algunos casos hasta ahorros
energéticos del 87 por 100 sobre edificios convencionales.
CONDICIONES MEDIAS ESPAÑOLAS | CONDICIONES MEDIAS EUROPEAS 50. LN | ||
Temperatura media anual | 14. C | Temperatura media anual | 9. C |
Temperatura media Enero | 7. C | Temperatura media Enero | 2. C |
Temperatura media Julio | 23. C | Temperatura media Julio | 17. C |
Horas de recorrido solar en diciembre | 9 H. | Horas de recorrido solar en diciembre | 7 H. |
Radiación media global diaria anual | 4,4 KWh/m2 | Radiación media global diaria anual | 2,7 KWh/m2 |
Radiación media global diaria Enero | 2,0 KWh/m2 | Radiación media global diaria enero | 0,6 KWh/m2 |
Radiación media global diaria Julio | 7,2 KWh/m2 | Radiación media global diaria julio | 5,0 KWh/m2 |
Fuente: Atlas Climático de España, Instituto Nacional de Meterología. Comisión de la Comunidad Europea |
Con unas condiciones de contorno adecuadas y según nuestros datos climáticos de partida, en todo caso,
podríamos minimizar radicalmente los aportes de calefacción con energías convencionales.
La Norma Básica de Edificación española, respecto a condiciones térmicas en los edificios, vigente desde 1.979,
(NBE-CT-79), única a nivel estatal, se orienta fundamentalmente a evitar las pérdidas de calefacción exigiendo
el aislamiento de los edificios según zonas y tipos de energía convencionales. No tiene en cuenta la
posibilidad de aportes o ganancias solares. Esta normativa ha sido enriquecida, y ajustada con mayores
adecuaciones climáticas, en algunas CC.AA, encontrándose en periodo de revisión.
La aplicación de esta normativa, referida solo a pérdidas y gastos en calefacción, y la aplicación
indiscriminada de sistemas derivados de climas fríos, ha orientado la construcción hacia modelos con un grado
de aislamiento cada vez más alto pero poca inercia térmica, abandonando otros tipos de construcción
anteriormente habituales, lo que está abocando, cada vez más, a problemas de sobrecalentamiento.
Según datos del Ministerio de Industria, la venta y uso de aparatos de aire acondicionado hacen que se
desplacen al verano los momentos de mayor demanda de electricidad que tradicionalmente se presentaban durante
el invierno, agravando el consumo de energías contaminantes, en general innecesario si se planteasen unas
buenas condiciones pasivas de refrigeración natural.
Los aparatos de aire acondicionado, sin normativas urbanísticas específicas que los regulen en su relación con
las calles, van convirtiendo las ciudades cálidas en intransitables para los peatones en las horas de calor,
ya que no se puede olvidar que la mayoría de estos aparatos, por cada frigoría (-1 Kcal.) que consiguen para
el interior, vuelcan al exterior 1,43 Kcal.
Todo esto no quiere decir que debamos abandonar las mejoras en los aislamientos o el ahorro energético de
energías convencionales, sino que la incidencia de realizar un tipo de edificaciones con capacidades de
adecuaciones solares y de refrigeración por aprovechamiento de condiciones naturales, puede ser aún más eficaz
e importante dado nuestro clima.
Continuamente se lanzan mensajes que afirman que: "aumentar el consumo de energía en nuestros hogares es
garantía del aumento de nuestro bienestar social", animando a igualar, al alza, los niveles de los paises
comunitarios, pero tras el anterior análisis estas afirmaciones no resultan evidentes.
Habría también que valorar en este sentido, los gastos energéticos domésticos, su incidencia medioambiental,
y su necesidad real, ya que, como ejemplo, la presión del mercado puede conducir a situaciones tan
estrafalarias como llegar a señalar como imprescindible para el bienestar, el uso generalizado de secadoras,
en un país como España, en el que en el 90 por 100 de su superficie, la humedad relativa en Julio a las 13
horas es del 45 por 100 y en Enero del 70 por 100; con un potencial de evapotranspiración medio anual superior
a los 700 mm. en éste 90 por 100 y superior a los 800 mm. en el 60 por 100 del territorio.
Otro importante tema a plantear, desde la sostenibilidad, es la utilización del agua, tanto a nivel de recogida
de la de lluvia en la ciudad y los edificios, como de posible reciclado en el uso doméstico.
Hay que tener en cuenta que en áreas altamente urbanizadas, como la Comunidad de Madrid por ejemplo, el gasto
de agua en los edificios representa hasta un 60 por 100 del total, y con la reutilización a nivel doméstico
que podría suponer simplemente el usar el agua saliente de lavabos, y duchas o baños para los inodoros se
podrian alcanzar ahorros del 33 por 100, es decir, el 20 por 100 del total en áreas consolidadas.
Las posibilidades de utilizar sistemas de calentamiento solar para el agua, dada la radiación existente, son
muy apreciables: la aportación solar con equipos sencillos, puede ser del 60 por 100 al 80 por 100, según las
zonas.
Respecto a los materiales, conviene estudiar específicamente las mejores opciones en relación a las necesidades
de cada lugar, para aprovechar las condiciones positivas del entorno natural , que pueden variar con el tiempo:
(p.e. el uso de madera no convendría en zonas con problemas de deforestación pero podría ser interesante si
hubiese una reforestación y se consolidase la masa forestal), y minimizar, como en todo, el consumo energético
complementario, teniendo presente el derivado del transporte.
Modos constructivos y materias que pueden ser recomendables en unas condiciones y escalas, resultan de dudosa
adecuación en otros: un caso a comentar podría ser la construcción con tierra; perfectamente apropiada en
edificaciones bajas, en zonas como algunas de Palencia, donde el material se encuentra prácticamente a pie de
obra, y en donde los problemas de ocupación y precio del suelo no son prioritarios; serían de muy poco clara
adecuación para solucionar edificación en altura en una ciudad de densidad alta, a donde hubiese que
transportar, con apreciable gasto energético, el gran volumen del material necesario para edificar con él,
(aproximadamente 72m3. para una vivienda de 100m2., frente a los 19m3. que supondría realizarla con un muro
habitual de ladrillo con cámara), lo que implicaría la extracción en algún lugar de grandes masas de tierra,
resultando además que para la misma superficie útil, se ocuparía un 15 por 100 más de superficie construida,
lo que podría ser contraproduccente en estas ciudades.
La importancia en la elección de los elementos y materiales en fundamental, y tiene una incidencia mucho mayor
de lo que se supone generalmente en el comportamiento de adecuación de los edificios y el gasto energético.
Las variaciones pueden ser notables con diferencias aparentemente poco influyentes, por ejemplo:
Comparando el comportamiento de diversos tipos de forjados puede observarse que: el desfase, el periodo de
tiempo entre el momento en el que una forma de radiación incide sobre un elemento y en el que, tras
atravesarlo, es cedido al otro lado, puede variar mucho: en un forjado con bovedillas de hormigón será de 11
horas, en un forjado con bovedillas de poliestireno expandido, será de 6 horas; además, la capacidad térmica,
o sea, la cantidad de calor que es capaz de acumular 1m2. en el caso del primero es de 88,44 Kcal/m2..C., y
en el del segundo de 43,39 kcal/m2..C.; es decir diferencias del 100 por 100. que podrían ser determinantes
a la hora de proyectar.
Otro ejemplo: con una calefacción por suelo radiante, la elección del tipo de pavimento es básica; con la misma
instalación y tomando como rendimiento 100 por 100 la emisión a través de un suelo cerámico o pétreo, el uso
de un solado de parquet lo reduciría hasta el 80 por 100, y el de moqueta hasta el 40 por 100.
Al acabar con las fases de cambio de uso y de derribo o abandono, es cuando más claramente se marcan los
posibilidades de reciclado y reutilización de los materiales.
En la construcción clásica española, el reciclaje y reutilización de materiales fué tradicional; incluso a
veces demasiado drástico, siendo a menudo responsable de la desaparición de edificios antiguos de valor
apreciable. La elevación en los costos de mano de obra y los tiempos reducidos para economizar la construcción,
ha primado los procesos de derribo con maquinaria sobre los de desmontaje, que permitían el aprovechamiento
por piezas, separando los elementos.
El tipo de materiales que suelen constituir la mayor parte del volumen de obra en la construcción habitual en
España (hormigón, ladrillos, tejas, madera, etc.) no tienen en sí mismos imposibilidad de ser reciclados y
reutilizados para áridos por machaqueo, rellenos, molturados etc.; quizá los más complejos sean los que forman
parte de las tabiquerías interiores en los que aparecen capas y uniones con morteros de yeso.
Los elementos metálicos, plásticos, aislantes y demás, sufren los mismos problemas que el resto de los vertidos
industriales. En el caso del vidrio, según datos de Cristalería Española, el reciclaje, todavía incipiente de
este material, supone actualmente un ahorro del 30 por 100 de energía en la fabricación.
Derivado sobre todo de un desordenado crecimiento turístico, está el caso de obras inconclusas con
imposibilidad de no ser nunca acabadas por problemas de ilegalidad urbanística u otros, que perturban
gravemente el medio ambiente (un recorrido por las costas mediterráneas españolas es demostrativo del la
urgencia con que debe encararse este tema que implica una fuerte contaminación paisajística).
Dar una solución a las edificaciones abandonadas, es prioritario: normalmente el reciclaje más radical es la
rehabilitación; además las edificaciones tradicionales en España, generalmente con muros de carga o con
cerramientos pétreos o cerámicos gruesos, son una buena base para adecuaciones climáticas pasivas.
Una vez comentadas las distintas fases del proceso, se puden analizar las relaciones entre el medio ambiente
y las distintas escalas en las que la edificación se determina.
El cuadro está referido a un ejemplo de arquitectura popular española, analizando las interacciones
naturaleza_arquitectura en un conjunto de pueblos ubicados en un valle alicantino:
Para llegar a un diseño arquitectónico integrado en su medio ambiente, y sobre todo para aprovechar
positivamente las condiciones del medio natural, hay que tener en cuenta toda una serie de variables que deben
ser reflejadas y acogidas en la formalización y adecuación constructiva, siendo relacionadas con las
respuestas del diseño.
Ejemplo de cuadro resumen de los parámetros medioambientales que intervienen en el diseño en cada escala arquitectónica, Vall de Gallinera |
||||||
Escalas |
Geográfica Ubicación |
Urbana Trama |
Edificación Vivienda |
Constructiva | Materiales | |
Parámetros medioambientales |
||||||
Climaticos |
Temperatura | ** | * | ****** | ********** | ** |
Humedad | ** | * | ||||
Radiación | * | * | * | **** | * | |
Viento | ** | ** | * | *** | ||
Publiometría | ** | * | ** | ** | ||
Orientación | * | *** | * | * | ||
Hidrológicos |
Aguas superficiales | * | * | |||
Aguas subterráneas | ** | |||||
Red de drenaje | ** | |||||
Permeabilidad | * | * | ||||
Geomorfológicos |
Litología | * | * | * | ||
Estructura | * | |||||
Recursos | * | * | ||||
Pendiente | * | * | * | |||
Unidades morfológicas | * | |||||
Procesos geomorfológicos | * | ** | ||||
Procesos tectónicos | * | |||||
Biológicos |
Vegetación natural | * | ** | |||
Repoblaciones | ||||||
Cultivos | * | * | * | |||
Medio Ambientales |
Paisaje | ** | * | * | * | ** |
Capacidad | * |
La amplitud de las incidencias medioambientales del proceso constructivo, señaladas anteriormente, permiten
proponer los objetivos y criterios generales:
Cada escala bien resuelta implica mejores posibilidades para las actuaciones en la escala siguiente.
Uno de los más drásticos modos de reciclado es la rehabilitación y reutilización de la edificación existente.
Variables y elementos a tener en cuenta en el diseño bioclimático | |||
Elementos abióticos | |||
Relativos al aire Soleamiento Posición Radiación Turbidez de la atmósfera Obstrucciones topográficas Obstrucciones geométricas Obstrucciones por la edificación Vegetación
Viento
Humedad |
Variaciones estacionales y diarias
Variaciones
Variaciones |
Relativos al agua Distribución Red de drenaje natural Regímen de los cursos de agua Reservas del subsuelo Zonas inundables Zonas húmedas o mal drenadas Abastecimientos Caudales Calidades
Relativos a la corteza
Geomorfología
Suelos
Procesos |
|
Elementos bióticos | Elementos perceptuales o paisajísticos | ||
Vegetación Vegetación Cultivos Fauna |
Calidad Fragilidad Emisor-receptos de vistas color formas texturas |
Variaciones estacionales o periódicas |
El proceso ligado a la edificación es tan largo y complejo, que solo un acuerdo social general, y una
estrategia aceptada y apoyada por todos, podría adecuarlo hacia la sostenibilidad en todo su desarrollo.
Dado que en España no contamos con una estrategia global, sino con una voluntad incipiente, que vá apuntando
en iniciativas dispersas, los casos que han ido apareciendo, responden a la adecuación de edificios o conjuntos
en algunas fases del proceso de construcción.
En el sentido de apreciar una tendencia hacia la sostenibilidad, se puede valorar positivamente el conjunto
de políticas alternativas de vivienda en Andalucía, que se ha plasmado en una serie de programas de:
En ellos puede observarse que cuanto más reducida e independiente es una actuación, más puede ser controlada
en todo su proceso, llegando a grados de autonomía e integración medioambiental apreciables; sin embargo, hay
prácticas que son sostenibles en pequeñas dosis e insostenibles si se propusieran como solución generalizada
en otras condiciones o con otras densidades urbanas.
Ha parecido pues más interesante y didáctico, mostrar distintas opciones y escalas de integración, que reflejen
el conjunto de iniciativas y diversos modos de acercarse a los objetivos propuestos.
Es más positivo demostrar que hay posibilidades de mejora en todos los campos, y que deben intentarse sea cual
sea el edificio y sus condicionantes, que señalar como ejemplos actuaciones más estrictas, pero que al no ser
genaralizables, pierdan el carácter de ejemplos a seguir.
Se han seleccionado ejemplos de edificios de varios usos:
Fecha de referencia: 30-06-1997
Documentos > La Construcción de la Ciudad Sostenible > http://habitat.aq.upm.es/cs/p3/a019.html |